Wallmapu
Fracasa consulta de Boric al Pueblo Mapuche: «El territorio no está a la venta»
Por Andrés Figueroa Cornejo
Una vez más, la administración de turno del Estado chileno, con sesgo racista, ve en las comunidades indígenas a campesinos pobres, obreros agrícolas, folclor y masa corrompible y colonizable, cuando se trata de un pueblo distinto al chileno, con su propia cultura, organización, modo de producir y vivir, cosmovisión, vínculo especial y específico con la naturaleza.
Fracaso
de la Comisión para la Paz en el Wallmapu: ¡el territorio del Pueblo Mapuche
no está en venta!
El
rechazo mayoritario a la consulta indígena por parte de las comunidades mapuche,
avizora el fracaso de la iniciativa emprendida por el régimen. Las
entidades indígenas denuncian que el proceso que, teóricamente, traería la paz,
es excluyente y no representativo y que, además, vulnera el principio de
consulta libre, previa e informada, establecido por el Convenio 169 de la OIT.
Diversas
organizaciones y dirigentes mapuche, se han pronunciado en contra del ejercicio
de la Comisión por la Paz y el Entendimiento, calificándola como un reflejo del
colonialismo del Estado chileno con el Pueblo Nación Mapuche, ya que fue
impulsada principalmente por los partidos políticos buscando establecer una
versión de la historia, tras el objetivo de detener el derecho a la recuperación
de las tierras y los territorios usurpados, todo ello, con el desconocimiento
del genocidio cometido.
Los llamados a detener la consulta y a generar un nuevo proceso,
más representativo, aumentan en el Wallmapu.
La llamada Comisión Presidencial para la Paz y Entendimiento es una iniciativa de la administración de Gabriel Boric, formada por miembros del sistema político del Estado chileno en 2023, «con el objetivo de liderar un proceso de diálogo y acuerdos para canalizar institucionalmente las demandas de restitución de tierras y reparación por parte del Pueblo Mapuche y recomendar medidas viables para la paz duradera y el entendimiento mutuo entre los actores de las regiones de Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos».
El informe final de la agrupación fue entregado a Boric el 6 de
mayo de 2025, en La Moneda. Y este 13 de agosto comenzó una consulta a algunas
comunidades mapuche respecto de la propuesta del documento gubernamental. Hasta
ahora los propósitos de la comisión están fracasando estrepitosamente
contra la dignidad de todo un pueblo.
El werken de la comunidad de Pepiukelen de Pargua, Francisco
Vera Millaquen, sobre la consulta señaló que
«el nuevo sistema de tierras que nos proponen es una forma muy elegante de llamar
al despojo de nuestros territorios, del Biobío al sur, por el Estado de Chile.
Hagamos memoria. En 1825, tras 14 años de guerra, a petición de las autoridades
chilenas, fue firmado el Tratado de paz de Tapihue, donde fuimos reconocidos
como un Estado soberano y libre. Además de ser un pacto por la paz entre las
dos naciones, constituyó un acuerdo de colaboración recíproca», y agregó que
«sin embargo, el mismo ejército chileno, años después, invadió nuestras tierras
a sangre y fuego».
Vera Millaquen recordó que, «en el año 2003, bajo el gobierno de
Lagos Escobar, la institucionalidad chilena realizó un texto denominado ‘Informe de Verdad Histórica y Nuevo
Trato’. Allí se reconoce la pérdida del territorio mapuche por responsabilidad
del Estado de Chile de manera absolutamente arbitraria e ilegal. Asimismo,
plantea que un total de 10 millones de hectáreas fueron arrebatadas a nuestro
pueblo. Ese territorio jamás se ha devuelto. De hecho, desde el año 1993,
por diversos medios, se han retornado apenas unas 700 mil hectáreas y ahora el
informe de la última comisión dice que se devolverán alrededor de 300 mil
hectáreas más. O sea, sólo un 10 % de todo el territorio mapuche reconocido por
la propia institucionalidad chilena», y la autoridad mapuche sumó que «afortunadamente
la actual propuesta del gobierno está siendo rechazada por la inmensa mayoría
de la población originaria, e incluso por entidades internacionales. En
resumen, estamos frente a un proceso ilegal que únicamente ha contemplado a una
parte de nuestro pueblo. No hay que
olvidar que prácticamente un 50 % de la nación mapuche sobrevive en
Santiago y Valparaíso, y esas regiones no han sido contempladas para la
consulta».
Por su parte, el werken de la agrupación mapuche Pikvun Mapu,
Sergio Santos Millalen, informó que, ante los procedimientos emanados del
informe de la Comisión Presidencial de Paz y Entendimiento, «el Ministerio de
Desarrollo Social y Familia mediante la Resolución Número 244 exenta, del 27 de
junio de 2025, ha incumplido la participación en la consulta de todo el Pueblo
Mapuche, abarcando sólo a la mitad de nuestra gente. Ello viola el convenio 169
de la OIT firmado por el Estado chileno» y comunicó que «tal medida unilateral
la hemos plasmado en un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de
Santiago. Al respecto, todavía la Corte Suprema tiene que resolver. Por lo demás, los mapuche de las regiones
de Santiago, Valparaíso y O’Higgins nos vamos a autoconvocar para rechazar la
presente consulta, porque pretende exclusivamente generar un catastro de
tierras, sin una visión de territorio. No consentiremos los resultados de
esta comisión presidencial. Es más. La enfrentaremos de manera política,
histórica y jurídica». Sergio Santos afirmó vehementemente que «El territorio no está a la venta; el
territorio ancestral se defiende».
«La consulta busca imponer una
ley de punto final a la legítima restitución territorial mapuche»
Las comunidades de Purén de La Araucanía señalaron que,
«mediante la consulta el gobierno pretende legitimar las decisiones de la
Comisión por la Paz y Entendimiento, que representa un relato del negacionismo
y colonialismo con el Pueblo Mapuche y sus derechos», y advirtieron que «este
sistema busca imponer una ley de punto final a la legítima restitución
territorial de nuestro pueblo. La nueva política facilitará que la tierra
mapuche entre al mercado de ventas, arriendo, traspaso y comodato, permitiendo
la instalación y ejecución de proyectos inmobiliarios, mineros, carreteros,
centrales eléctricas, represas, forestales y planes extractivistas sin ninguna
protección para nuestra gente».
Los mapuche de Purén enfatizaron que la iniciativa gubernamental
en curso «sólo aumentará el conflicto y la militarización en nuestro
territorio».
En su lugar, este 13 de agosto, los apo
ülmen, machi y representantes de la provincia de Osorno determinaron
el rechazo a la consulta, argumentando que resulta «dañina, de mala fe y sin
voluntad política para darle una real solución a nuestra demanda histórica.
Exigimos al gobierno retirar la consulta; el gobierno no ofrece garantías de
que nuestros derechos sean protegidos en el Congreso, lugar donde se discutirá
el proyecto de ley resultante de la consulta indígena, lo que transgrede los
derechos protegidos en instrumentos del derecho internacional», y explicaron
que «el Estado, a través de esta consulta nos viene a ofrecer compensaciones a
cambio de nuestro derecho territorial, cuando
el territorio es un bien intransable y un elemento inalienable de cada
mapuche. El Estado no tiene moral para hablar de Paz y Entendimiento en
circunstancias en que continúan los allanamientos a distintos territorios y
autoridades espirituales, presos políticos, y regiones con estado de
Excepción».
Asimismo, las comunidades originarias de Puerto Varas,
Llanquihue y Frutillar, repudiaron el nuevo sistema de tierras, y denunciaron
«la total falta de legitimidad que ha tenido todo el proceso. Desde el inicio,
el Estado chileno no fue capaz de convocar a las autoridades mapuche
pertinentes, ni a las comunidades que han sido parte de la organización
política de nuestro territorio. La medida atenta contra nuestro derecho
ancestral a la tierra y reduce nuestra lucha histórica a simples actos
administrativos y lógicas de mercado». Igualmente, afirmaron que «los mecanismos de indemnización que
propone el Estado de Chile solamente están pensados para beneficiar a los
latifundistas, tratándolos como ‘víctimas de conflictos’. Pero
nosotros estamos conscientes de que ellos han sido los únicos favorecidos desde
que llegaron a nuestro territorio a robarnos y despojarnos por medio del engaño
y la violencia».
Una vez más, la administración de turno del Estado chileno, con
sesgo racista, ve en las comunidades indígenas a campesinos pobres, obreros
agrícolas, folclor y masa corrompible y colonizable, cuando se trata de un
pueblo distinto al chileno, con su propia cultura, organización, modo de
producir y vivir, cosmovisión, vínculo especial y específico con la naturaleza.
Lo subrayado/interpolado
es nuestro.





No hay comentarios:
Publicar un comentario