Unos días antes de que el más alto funcionario responsable de la política exterior de la UE Josep Borrell, opinara que “esta guerra se ganará en el campo de batalla”, y cuando todavía hablaba como diplomático, se comunicó con el canciller Wang   para agradecer a China su abstención en las votaciones que condenaban a Rusia en las Naciones Unidas y “expresó su aprecio por la disposición de China a apoyar el cese de las hostilidades y el diálogo”. Como se va haciendo habitual, el discurso de la UE dista mucho de ser coherente y constante.