miércoles, 29 de enero de 2020

El voto obligatorio, es un atentado a la dignidad humana, la libertad y el libre albedrio de los ciudadanos.


El voto obligatorio, es un atentado a la dignidad humana, la libertad y el libre albedrio de los ciudadanos.

Con el voto obligatorio la clase politicastra solo persigue asegurar el chollo, y que nada cambie.


La militancia cívica ciudadana suele deparar hondas satisfacciones pero tiene sus exigencias. No se puede actuar a medias, como lo hacen los individuos pragmáticos contemporizadores /social demócratas. Es preciso darse por entero, consagrarse sin reserva en el marco de la alternativa ciudadana ser o no ser.
La soberanía es el principio fundamental que expresa la voluntad incontestable de todos los ciudadanos, en resumen, es el germen, el principio fundamental generador de las repúblicas.  Reside en el Pueblo, y es expresada por la voluntad popular incontestable, indiscutible e innegable de la ciudadanía.
El deber es el sufragio, como todo derecho social. No debe ser obligatorio el voto, porque nadie tiene derecho a manipular la conciencia del ciudadano(a) obligándole a votar por alguien que rechaza su libre albedrío. La globalización del capital ha impuesto a  la Humanidad un perverso sistema binominal de elecciones: Se debe votar por A o B / Negro o plomo, obligatoriamente. Por la derecha oligarca empresarial conservadora o por su balón de oxígeno, la socialdemocracia o la democracia cristiana – dos atajos oportunistas sincréticos, sin salida -. A ésta patochada los epígonos del capitalismo salvaje globalizado la llaman “la fiesta de la democracia”.
Para la clase politicastra, el voto obligado constituye una garantía de resguardo para su chollo y que nada cambie.
Un voto obligatorio es un derecho perdido, y la manipulación del sufragio, la antesala de  regímenes déspotas cesaristas, la negación del Estado de Derecho.
Los derechos ciudadanos, se exigen, se conquistan, no se mendigan, ni se piden, ni menos se imponen.
La república de todos y para todos sin odiosas marginaciones, debe ser justa. El ciudadano(a) patriota y honesto, sólo es, en la suma de esperanzas y de justicia social que representa.
Duele ver hoy, al Chile de ayer - libre, culto, educado,  soberano y solidario -, regido por una constitución / artilugio de 1980, impuesta por la dictadura fascista cívico militar, donde se carece de sentido común, sensatez y moral, por causa del pragmatismo contemporizador, en el marco de su política bajuna, donde reina la corrupción, las injusticias sociales y la impunidad.
Como colofón, cada cuatro años, los ocupantes del país: la oligarquía farisea sofofa y sus testaferras: La taifa corrupta castrense y la clase politicastra realizan el show de la “fiesta de la democracia”, elecciones,  para que nada cambie. El decoro se encalla, donde la mentira, y la intriga salen ilesas. Los facinerosos corruptos, deshonestos, son elegidos presidentes, diputados, senadores, alcaldes, concejales, etc. 
El maestro libertador José Martí Pérez de la Patria Continente América Latina y el Caribe, puntualizaba entre los deberes del ciudadano: “El verdadero ciudadano (a) no mira de qué lado se vive mejor, sino, de qué lado está el deber”. El deber del sufragio soberano como germen generador de la república, guía, basta y salva para construir en el presente, y a partir de él,  el futuro. Evidentemente, sin olvidar el pasado, los pueblos que sobreviven olvidando no tienen pasado, presente ni futuro.
La política volverá a ser el arte de gobernar por y para el pueblo, cuando el Pueblo Chileno se sacuda de su enajenación, se dé una nueva constitución soberanamente sancionada por éste, con una educación de calidad como un bien público y social, gratuito, con la Universidad Chilena con autonomía académica, territorial y administrativa, entonces, la soberanía volverá al pueblo, para proteger la paz y la grandeza de la Patria, y nunca más será el vil arte de realizar fortunas.
La Nación empieza en la justicia plena. Además, se sostiene de ella. Chile en el pasado contó con la disciplina social, fuerza para engrandecer la República. Pero la lacra de la dictadura cívico militar trajo el saqueo de las riquezas del país, la destrucción del Estado de Derecho, la desaparición  dos universidades, Universidad Norte de Chile y Universidad Técnica del Estado, y  la República legado del General Libertador Bernardo O’Higgins Riquelme. Como colofón, una última reflexión, ha sido un error de los pueblos de la Patria Continente América Latina y el Caribe importar formas de gobierno, porque fueron exitosas en los Estados Unidos, Francia, etc. Cada pueblo debe gobernarse con sus propias leyes dictadas en acuerdo con su historia,- la que hace el Pueblo- necesidades y costumbres. Un ser humano sabio me comentó: “Sólo echan raíces en las naciones, las formas de gobiernos que nacen de ellas”. El Gobierno no es más que el equilibrio de los elementos naturales del país. Conocer al país y gobernarlo, conforme al conocimiento y la moral es hacer política del pueblo para el pueblo, con respeto a las minorías. En el Chile de hoy, la arcadia de la alegría, el hacer la política bajuna consiste en llevar a cabo la política por y para minorías corruptas y degeneradas: antesala de malditas dictaduras, cívico militares o regímenes cesaristas.
Con esperanza y memoria. Construyamos juntos la resistencia ciudadana, exijamos una nueva constitución soberanamente sancionada por el Pueblo Chileno, y rechacemos el voto obligatorio por considerarlo un atentado a la dignidad y al libre albedrio  del ciudadano(a).
Prof. Moreno Peralta / IWA
Secretario Ejecutivo ADDHEE.ONG

Chile: la respuesta que demanda el Pueblo, va más allá de una nueva Constitución, en el marco de una convención constitucional para que nada cambie.


Chile: la respuesta que demanda el Pueblo, va más allá de una nueva Constitución, en el marco de una convención constitucional para que nada cambie.

Por: Jaime David Farías Delva/ Escritor, comunicador social/Telesur/ADDHEE.ONG:
Marzo 2020 se acerca a pasos agigantados y el Pueblo Chileno está ante un gran desafío, que es hacerse escuchar más allá del show de una nueva Constitución, que solo ha buscado ocultar el resolver de manera estructural el problema.
La clase político-empresarial sofofa Chilena, testaferra del capital buitre foráneo, de las empresas depredadoras multinacionales, de los bancos especuladores usureros y los paraísos fiscales, buscan adormecer  y moldear el imaginario público de quienes se reúnen y protestan contra los abusos, utilizando todos los medios posibles, desde la prensa servil oficialista, hasta leyes represivas, como la ley anti Barricadas, ley Anti Capucha, ley Anti Protesta y la idea o proyecto de ley Contra el Derecho a Reunión, el voto obligatorio, etc.
Cuando se plantea por redes o medios de prensa: “Que el sector dominante, la clase empresarial sofofa y su paniaguada clase politicastra, No ha escuchado nada”; en relación a las demandas básicas del pueblo, creo que es una frase e idea errada, pues la elite de los privilegiados, sabe muy bien lo que está tramando, para frenar al pueblo movilizado y así dejar todo como siempre ha estado. Los ricos se hacen más ricos y los de abajo más pobres, con sus deudas y bajos salarios.
Al parecer el poder político empresarial sofofo Chileno está obcecado en mantener un modelo, que con sus manos invisibles del mercado, represión, y leyes coercitivas y autoritarias, proyectan mantener todo un sistema sustentado en la teoría neoliberal, base de todos los abusos que vive el pueblo chileno en materia de AFP, educación, recursos naturales, salud, salarios, etc.etc.
Estamos en un momento en el cual la respuesta al pueblo ha sido falacia tras falacia,  por no decir que son una burla a la inteligencia de la gente. La situación que estamos enfrentando, me permite sentenciar y afirmar: “Que toda real solución, va más allá del intento de poner en marcha una nueva Constitución, a partir de una nueva convención constitucional para que nada cambie, la que como he dicho en columnas anteriores, está llena de trampas, en la idea de mantener, a como dé lugar, el modelo económico capitalista salvaje, extractivista, explotador, capitalista y patriarcal. Sí….la respuesta  va más allá de una nueva Constitución.
Las últimas declaraciones de Sebastián Piñera Echeñique, referentes a las AFP, que no tocan la esencia de estas administradoras de pensiones, con su temible letra chica,  y junto con esto, sus palabras que refuerzan leyes represoras y autoritarias, nos muestran una administración, un Estado, que en su totalidad está al servicio y al juego de los designios del mercado, engranaje fundamental en la puesta en escena de un modelo neoliberal, que requiere del servilismos de la clase empresarial sofofa dominante, a las multinacionales y transnacionales depredadoras extractivistas, que succionan y extraen todas nuestras riquezas naturales y esfuerzo laboral, a precio de huevo, retornando manufacturadas al país, con precios que les permiten seguir obteniendo grandes ganancias.
Esto nos va dibujando un cuadro, en el cual, congreso y régimen, saben que enfrentan una comunidad chilena que es altamente legalista y que responde siempre a estas amenazas envueltas en un manto de “legalidad”, con cierto miedo y temor, que a mi parecer, no permiten una real explosión social, que saquen “al Chile que despertó de su letargo”, y que nos lleve más allá del actual marco jurídico impuesto por la dictadura cívico militar, la constitución/artilugio de 1980, que permita realmente desestabilizar en su totalidad, los cimientos de un régimen, con un presidente que no cuenta con más del 5% de aprobación. Esto hace vislumbrar, que ante la tozudez de la clase político-empresarial chilena, que no desea soltar sus privilegios, una grave agudización del conflicto, que desde ya está en manos del pueblo resolver.
El dilema en el que se encuentra Chile, y que nadie quiere reconocer  sin grandes tapujos, es la desvinculación total de la clase política y empresarial sofofa con el pueblo, humilde y sencillo, salvo dos diputados, que dentro de la institucionalidad viciada y corrupta, como son Pamela Jiles y Florcita Motuda, osaron señalar estos días: “que tienen que irse todos del congreso; diputados y senadores, además del presidente y su régimen por medio de un Referéndum Revocatorio”. El diputado Alarcón (F.Motuda) afirmó: “Si miramos el porcentaje que tiene el régimen de un 6%, podríamos hacer una cosa interesante entre todos y llevar a un referéndum Revocatorio y salir todos los diputados, todos los senadores, el presidente, el tribunal constitucional, para que se hagan elecciones nuevas, todo de cero” señaló.
Para que nada cambie: Quórum de 2/3.
Lo concreto es que Marzo 2020 se acerca a pasos agigantados y el Pueblo Chileno está ante un gran desafío, que es hacerse escuchar más allá del show de una nueva Constitución, que solo ha buscado ocultar el resolver de manera estructural el problema, para así extirpar en su totalidad la maquinaria de abusos, que por más de 40 años ha soportado el Pueblo Chileno.
La reflexión de uno de los dirigentes de la toma Violeta Parra de Cerro Navia, Juan Caripan, en torno al tema de los desafíos del pueblo, expresa lo siguiente: “La transformación de nuestras propias consciencias. El proceso de desconstruir, de desarmar el llamado sentido común del opresor, que se reproduce en nuestras ideas y conductas, es la labor más dura y que, seguro, nos tomará más tiempo. No dejaremos de ser oprimidos hasta que no destruyamos al opresor que habita en nosotros. La formación de la lealtad colectiva a la independencia política de nuestros propios intereses como clase popular, es la lucha más demandante.”(ResumenLatinoamericano).
Lo subrayado es nuestro.

Réquiem para los renegados arquitectos de la “renovación”.



Réquiem para los renegados arquitectos de la “renovación”.Partido Socialista virtual/socialdemócrata cuesta abajo en la rodada.

Después del infausto golpe militar de 1973, estadounidenses y europeos señalaron como gran problema para sus intereses, la existencia de un Partido Socialista radicalizado que no obedecía a los patrones de la socialdemocracia mundial, corriente política que aceptaba sin complejos el capitalismo salvaje buscando a humanizarlo. Ante ello, el gran objetivo fue variar dicha situación y junto iniciaron un proceso de largo aliento destinado a constituir un Partido Socialista renovado que le sirviera a su esquema de dominación en Latinoamérica.
La historia es conocida, durante los años 1980 se desarrolló una intensa lucha ideológica al interior del socialismo chileno la que culminó con el triunfo absoluto del sector socialdemócrata, que cooptó o arrasó con los sectores de izquierda. Todo ello en medio de una gran dispersión.
A comienzos de 1990, el proceso de reunificación se consolidó bajo las ideas renovadas, apuntalando una nueva alianza, esta vez con la Democracia Cristiana y relegando definitivamente la antigua unidad con el Partido Comunista que había llevado al senador Salvador Allende Gossens al gobierno popular bajo la coalición Unidad Popular.
Las corrientes que concurrieron al Partido Socialista reunificado habían apostado por la salida pactada con el sátrapa Pinochet protagonizando la negociación de 1989, que inició los 30 años de falsa democracia que eclosionó el 18 de octubre pasado. La fuerte lucha fraccional fue superada con el acuerdo entre los “barones” quienes ufanándose de su “modernidad”, organizaron el Partido Socialista como una empresa y sin asco alguno aplicaron indecorosas medidas para mantener un aparato de poder clave en los regímenes de la Concertación-Nueva Mayoría. Una gran cantidad de antiguos militantes, participantes activos de la resistencia clandestina, se negó a incorporarse al PS renovado. También, hubo grupos marginales y sin acceso a las granjerías, que resistieron el dominio omnímodo de los “barones” apostando a dar la pelea por dentro, pero fue una ilusión, la fortaleza del poder y el dinero, junto al apoyo internacional, hizo que el sector socialdemócrata, convertido abiertamente en neoliberal, siguiera usufructuando del manejo partidario.
Hoy el neoliberalismo muerde el polvo de la derrota y quienes apostaron a dicha forma de regir un país en un Partido Socialista virtual están a la defensiva y sin juego de piernas, la desafiliación de militantes se acrecienta, muchos de ellos valiosos cuadros, pero otros, simples ratas que abandonan los barcos cuando se hunden.
El problema del Partido Socialista virtual es que no sabe hacia dónde ir, algo extraño, ya que, a pesar de sus divisiones, siempre elaboró teoría, proyectos y líneas estratégicas, pero ya no es el partido del presidente Salvador Allende Gossens, es una agrupación que mantiene gran número de militantes honestos, pero dominado por una cúpula minoritaria y poderosa cuyo único atributo es la acrobacia política.
Lo subrayado es nuestro.



¿NO HEMOS APRENDIDO NADA?


¿NO HEMOS APRENDIDO NADA?

“Quien no aprende las lecciones que le da la “historia oficial”, está condenado a repetirlas. La “historia oficia” se repite, primero como falacia, y después como tragedia”.


Los que en los ochenta llamaron a votar por el NO en el Plebiscito, ahora se preparan a votar por el SÍ…y viceversa.

Lo concreto es que solo después de 30 años  quedó en evidencia que el triunfo del NO en el Plebiscito de año 88 significó en los hechos el triunfo del SI, ya que se mantuvo y perfeccionó el modelo neoliberal instaurado por la dictadura cívico militar, forma de regir en los países paniaguados sometidos por el capitalismo salvaje, que los regímenes civiles de la post dictadura entusiastamente respaldaron y llevaron adelante.

Con el inicio de multicolores campañas audiovisuales, emulando el arcoíris de la alegría que nunca llegó, todos los sectores políticos que participan de la institucionalidad heredada de la dictadura han aceptado participar en la cancha y con las reglas creadas por quienes han sido enérgicamente cuestionados por los millones de chilenas y chilenas en las múltiples y constantes movilizaciones iniciadas el 18 de octubre pasado.


“Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución”, en el marco de una convención constitucional, y el voto obligado para que nada cambie: ¡Más de lo mismo!.


La última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) dada a conocer el 16 de enero  del 2020 dice que Sebastián Piñera cuenta con un 6% de aprobación, su régimen el 5%, el Parlamento el 3% y los partidos políticos el 2%. Y son precisamente estos sectores institucionales los que mayoritariamente, al ver peligrar sus intereses, no dudaron en ponerse de acuerdo y aceptar el “Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución” y el voto obligado para que nada cambie, instrumento fría, inteligente  y meticulosamente ideado por el gobierno de derecha encabezado por Sebastián Piñera para sortear la crisis política en curso. 
La “calle”, es decir el pueblo rebelde movilizado, rechazó este acuerdo elaborado entre cuatro paredes que solo busca salvaguardar la institucionalidad vigente, rechazando con sus acciones de protesta el modelo neoliberal imperante, pidiendo la renuncia de Piñera y exigiendo la realización de una Asamblea Constituyente elaborada a partir de los sectores movilizados y con participación popular soberana.
Estas demandas poco a poco se fueron diluyendo, en la medida que algunos sectores políticos que en un primer momento rechazaron el acuerdo por la paz, comenzaron a vacilar y buscar los argumentos que le permitieran exponer su disposición a participar, su posición de aceptar la cancha y las reglas del juego impuestas desde el poder y las elites.

Cuando la movilización popular alcanzó niveles potentes de rebeldía y los poderosos cimientos de la institucionalidad comenzaron a debilitarse, haciendo tambalear a Sebastián Piñera Echeñique  y su régimen, estos comenzaron a ser reforzados por moros y cristianos, temerosos de perder las prebendas que obtienen al participar de la torta del poder.

Por lo tanto, antes de que se firmara el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución hubo un momento determinante para que el camino iniciado por el pueblo rebelde en las calles siguiera una u otra dirección.

¿Qué hubiera pasado si todos aquellos sectores de la oposición institucional que decían respaldar completamente las demandas exigidas por las chilenas y chilenos movilizados, y enérgicamente denunciaban como responsables políticos al régimen y sus autoridades de las reiteradas violaciones a los derechos humanos que estaban ocurriendo, como también de la brutal represión que agentes del Estado ejercían en contra de un pueblo desarmado, hubieran tomado la determinación de seguir relacionándose solo con los millones de mujeres y hombres movilizados que decían representar - pueblo que con sus acciones había deslegitimado tanto al régimen, a sus autoridades, al modelo neoliberal e incluso al poder legislativo y la clase política en general – y al mismo tiempo hubieran congelado o suspendida sus relaciones con el régimen, entorpeciendo las labores legislativas que este llevaba adelante?Es una pregunta que legítimamente se puede plantear, más aún teniendo presente que dentro de esos parlamentarios había una gran cantidad de jóvenes y muchachas que formaron parte de los estudiantes rebeldes que también se movilizaron en las calles por sus derechos.
Sabemos que la respuesta a esta interrogante significó que dichos sectores políticos tomaran una opción que le dio las espaldas al pueblo en rebeldía, legitimando y respaldando las acciones que estaba impulsando el régimen derechista encabezado por Sebastián Piñera, aceptando y apoyando la propuesta de salida a la crisis elaborada por las elites, propuesta que se concretó en el denominado acuerdo por la paz.

Los pocos políticos institucionalizados que no apoyaron dicho acuerdo, al poco andar comenzaron a tejer las redes de la lógica y la retórica para, con hermosas palabras y argumentos rebeldes, justificar su participación y aceptación de este acuerdo que fue creado precisamente con el objetivo de desarticular al pueblo movilizado, dividirlo y, una vez más, derrotarlo en una cancha y con un mecanismo creado meticulosamente con ese objetivo, que se presenta con una careta democrática de participación ciudadana en el Plebiscito de abril próximo. Los vendedores de ilusiones han comenzado a utilizar toda su creatividad y profesionalismo para respaldar el camino que han adoptado.

No está de más recordar las alarmantes cifras entregadas por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) respecto a la represión, que según el último informe dado a conocer con fecha 30 de diciembre del 2019 denuncia que hay 5 querellas por homicidio; 137 querellas por violencia sexual; 777 querellas por torturas y tratos crueles; 359 personas han resultado con daños oculares, 24 de ellas con estallido y pérdida ocular. Por otra parte, han sido miles los presos políticos detenidos a lo largo del territorio nacional, desconociéndose la cifra oficial del número de ellos que actualmente están en las cárceles y en recintos del SENAME, los cuales están siendo castigados con exageradas medidas cautelares de prisión preventiva, mientras los agentes  del Estado que han sido querellados o sometidos a proceso por violaciones a los derechos humanos se les ha aplicado medidas cautelares diferentes, insignificantes y desproporcionadas en relación con el daño que han ocasionado. Si tenemos en cuenta que estas son solo las cifras oficiales, podemos deducir que las cifras reales de la represión a lo largo de todo el país son mucho mayores.

Ante este nuevo panorama político, la rebeldía popular sigue expresándose y oponiéndose con sus protestas en las calles y la organización de asambleas y cabildos sectoriales y territoriales, pero los ingenieros de la “normalidad” continúan cementando con paciencia y decisión los ladrillos y soportes del modelo capitalista salvaje, blindando el aparato institucional y respaldando al régimen encabezado por Sebastián Piñera.

Dentro de la coordinadora de organizaciones sociales y populares que conforman la Unidad Social en Santiago, el Bloque Sindical fue el primero que entregó señales de “buena conducta” aceptando un diálogo con el régimen que manifestaban rechazar. Estas organizaciones, aún cuando aparentan obedecer las directrices emanadas desde sus propias bases, en la práctica, con estas actitudes, demuestran que sus acciones obedecen más bien a las directrices emanadas desde los propios partidos con los que se identifican o de los cuales son militantes. Esta debe ser la causa por la que  dieron el paso - sin plantear ni acordarlo en la Asamblea de la Unidad Social – de reunirse con el régimen de Sebastián Piñera Echeñique, legitimando con su actuar, por mucho que se diga lo contrario, el acuerdo por la paz elaborado e impulsado por el régimen de derecha que busca impedir por todos los medios que el pueblo movilizado logre conquistar sus derechos conculcados por décadas, que busca terminar con los abusos, la opresión y las desigualdades sociales. Precisamente por esta razón fue que la Coordinadora Feminista 8 de Marzo decidió abandonar la Unidad Social. En el documento de renuncia las compañeras expresaron claramente lo anteriormente expuesto al manifestar que Este Bloque, que no reúne por cierto a todas las organizaciones sindicales de Unidad Social, se arrogó tempranamente la potestad de hablar a nombre de todxs nosotrxs y, haciendo esto, tomó una serie de decisiones políticas de carácter estratégico.”

La trampa para que nada cambie: El Quórum de 2/3.


Como planteaba anteriormente, mientras el pueblo rebelde continúa en las calles, los poderes fácticos, las elites y la clase política institucional ha ido consolidando la salida a la crisis diseñada por ellos mismos, delimitando la propia cancha en donde se jugará el partido del Plebiscito y la Convención Constituyente, con las tramposas reglas e instrumentos creados, como el quórum de los 2/3 que permite a las minoría, aunque pierda, ganarle a la mayoría. Esto ha quedado demostrado en la votación en el Senado el 7 de enero del 2020, que buscaba transformar el agua en un bien de uso público, que contó con la aprobación de 24 Senadores y el rechazo de 12 pero, debido al quórum de los 2/3, ganó el rechazo sustentado en los votos de minoría. Esto mismo ocurrió el miércoles 22 de enero, cuando el Senado rechazo  la paridad de género para quienes sean nominados a la Convención Constituyente, donde nuevamente 12 votos le ganaron a 24, ya que el quórum de los 2/3 significaba, al igual que en el caso anterior, 29 votos.

Al mismo tiempo, como un complemento de lo anterior, han estado legislando y aprobando en forma acelerada y “diligente” una serie de leyes que criminalizan la protesta social, reforzando e incrementando los instrumentos represivos del Estado, llegando incluso al absurdo de definir como delito expresiones de ate popular que interfieran con el tránsito vehicular, pues representarían actos compatibles con “barricadas”.

La participación ciudadana democrática en este proceso ideado por y para los defensores del modelo neoliberal imperante, será solo un espejismo de cambio, que se traducirá, en el mejor de los casos, en un maquillaje más a la Constitución del 80, como ocurrió con las reformas firmadas por Ricardo Lagos Escobar.

La máscara del oasis de bienestar y justicia social que fue destruida por la rebeldía popular que comenzó del 18 de octubre del año pasado, está siendo reemplazada por una careta de normalidad y democracia que se materializó en el “Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución”, en donde el Plebiscito de abril está ofreciéndose como un producto de mercado más, con una imagen de colores llamativos, como si se tratara de una nueva alegría que se encuentra a la vuelta de la esquina.

La alegría de la oligarquía empresarial sofofa ya viene.


Debieron pasar 30 años para que aquel arcoíris de esperanza del año 88  mostrara su verdadero rostro desteñido, transformándose en una nube negra de injusticias y abusos que se transformó en un temporal de rebeldía que hizo estallar la rabia acumulada por años con la fuerza de un volcán. El 18 de octubre del 2019.
Los sectores políticos institucionales y las organizaciones sociales en donde sus militantes tienen una presencia importante, lenta, pero decididamente, se han colocado el equipo del nacionalismo tricolor para entrar a jugar en la ornamentada cancha meticulosamente construida para la ocasión por las clases dominantes.
Dichos sectores argumentan que participar en el Plebiscito de abril representa un punto fundamental en la conquista de una Nueva Constitución, pero omiten explicitar que el Acuerdo por la Paz fue rechazado tajantemente por los millones de chilenos y chilenas que se han estado manifestando enérgicamente en las calles; omiten, además, resaltar que el apoyo de Sebastián Piñera Echeñique, según la encuesta CEP dada a conocer recientemente, solo  alcanza al 6%, su régimen el 5%, el Parlamento el 3%% y los partidos políticos solo el 2%; olvidan resaltar que precisamente esta institucionalidad deslegitimada es la que diseño la cancha y las reglas en donde se jugará el futuro de una “nueva” Constitución.

Dentro de los argumentos esgrimidos, además de las cientos de palabras llenas de retórica rebelde expresadas en manifiestos y proclamas para aceptar la propuesta del régimen, está el de  demostrar, con una masiva participación en el Plebiscito, votando y haciendo ganar a la opción Si, “Apruebo”, que se quiere una nueva Constitución, como si esto no haya quedado claramente demostrado en las movilizaciones multitudinarias que han estado desarrollando a lo largo de todo el territorio nacional los millones de chilenas y chilenos rebeldes.

Como he expresado anteriormente, el régimen tiene en sus manos la iniciativa política, el sartén por el mango como se dice en buen chileno. Si participara poca gente en el Plebiscito de abril Sebastián Piñera Echeñique y su régimen podría argumentar que las chilenas y chilenos no quieren cambiar la Constitución y, por otro lado, si participa muchísima gente en esta consulta ciudadana, puede lisa y llanamente decir que lo propuesto por el régimen en el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución es ampliamente apoyado por la mayoría ciudadana al participar en el camino institucional diseñado por ellos mismos.

El tango “Cambalache” sigue así más vigente que nunca.


Quienes hoy están nuevamente embarcados en esta mascarada, debieran tener, por lo menos, la dignidad de denunciar esta maniobra ideada por el régimen y los poderes fácticos, denunciando enérgica y claramente que este no es el camino que llevará a lograr las demandas levantadas por el pueblo rebelde, dejando de utilizar argumentos y campañas publicitarias que faltan a la verdad, prometiendo oropeles, espejitos y regalos multicolores, “quemando etapas o utilizando todos los espacios” que solo sirven para dividir al pueblo movilizado, aprobar la gestión del régimen de Piñera Echeñique y aislar a los y las rebeldes encapuchadas que continúan en la primera línea, junto a las chilenas y chilenas que no creen en promesas de alegrías y tiempos mejores, manteniendo viva la llama de la rebeldía.

Una vez más, como hace treinta años, el triunfo del SÍ en el Plebiscito de abril significará el triunfo del NO y viceversa, como lo he planteado al iniciar esta reflexión.

Tal vez, el título de esta crónica “¿No hemos aprendido nada?” sería más adecuado cambiarlo, irónicamente, por “No hay que pedirle peras al olmo”.

Pero todo este sombrío panorama tiene una contraparte luminosa, representada por los millones de chilenas y chilenos rebeldes que sin permiso de nadie abrieron las grandes alamedas, para sembrar las semillas de la rebeldía y comenzar a construir un camino de liberación por donde, parafraseando al Presidente Salvador Allende Gossens, más temprano que tarde caminaran los hombres y las mujeres libres y dignas.

Y esta otra historia ya la están escribiendo las organizaciones y colectivos políticos extraparlamentarios junto a los  diferentes sectores sociales y territoriales que, consciente o inconscientemente, han adoptado con su práctica concreta una posición anticapitalista y antipatriarcal.

Las movilizaciones populares, en sus múltiples expresiones de lucha, se han trasformado en una escuela de educación popular que en un período muy corto de tiempo, pero muy intenso en acciones de resistencia y lucha por la liberación,  ha logrado instruir políticamente a muchísimos chilenos y chilenas, quienes se han transformado en protagonistas y constructores  de su propia historia, desde la primera a la última línea de la rebelión popular.

Con esperanza y memoria, el presente es de lucha, por una Nueva constitución y respeto a la dignidad del ser humano: Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 25 enero 2019.

Lo subrayado es nuestro.

martes, 28 de enero de 2020

La necesidad de América Latina de liberarse del norte: Estados Unidos.


La necesidad de América Latina de liberarse del norte: Estados Unidos.

“¡Odio al yanqui!. Nos esta venciendo, nos esta arrollando, por culpa nuestra, por nuestra languidez tórrida, por nuestra fatalismo. Nos están disgregando por obra de alguna de sus virtudes o de todos nuestros vicios raciales”.Prof. Gabriela Mistral.

“Lo que un poeta hace por su Pueblo, es lo que hace el alma por el cuerpo”: divina maestra Gabriela Mistral, premio Nobel de Literatura.

| Tulio Ribeiro/Telesur.

Nuestro continente latinoamericano demuestra de manera más aguda la catástrofe, política y social. Hemos perdido las grandes actividades económicas y la violencia se viene incrementando en nuestra sociedad, principalmente contra los pueblos originarios, afrodescendientes y miserables. La administración pública, en los regímenes neoliberales tiene como objetivo garantizar las ventajas de una clase empresarial oligarca adinerada que, en constante miopía, que ve a sí misma como europea, en una respuesta latente a la pregunta de quién es el dueño de este estado: los blancos, los rentistas y la oligarquía empresarial plutocrática, dueña de la Celestina Universal, de las empresas depredadoras multinacionales, de los bancos especuladores usureros y de los paraísos fiscales .

En este modelo inducido desde el norte, las empresas nacionales no pueden controlar los recursos naturales o el proceso de industrialización que multiplicaría el margen de beneficio y la acumulación de reservas de divisas para el desarrollo. Entre las herramientas utilizadas por los fondos de capital y sus regímenes, disponen determinados volúmenes de préstamos bajo condiciones que en la práctica sofocan las economías de nuestra América, que se encuentra en un endeudamiento creciente y recurrente desde los procesos de independencia del siglo XIX.
Por otro lado, vemos una creciente presencia del capital buitre financiero foráneo en la economía al envés de las actividades laborales. Con cada “crisis” de capitalismo y la liquidez, es un gran capital el que compra empresas nacionales a precios bajos, en este ciclo nos hacemos más pequeños en nuestro continente y los neo colonizadores siguen creciendo, absorbiendo el sector de infraestructura de las naciones.
Abandonando el control de recursos como el petróleo, el gas, los minerales, el oro, el agua, el transporte, las comunicaciones, la electricidad y la banca, no se puede hablar de soberanía, incluso si se trata de decir lo contrario. Incluso un análisis superficial de nuestras economías concluye que los Estados Unidos., Israel y la Unión Europea han transformado nuestros mercados en extensiones de su máquina de acumulación, donde seríamos nosotros los latinos los que deberíamos obtener beneficios de nuestro desarrollo. Nos impusieron un ancla de deuda, subdesarrollo y dependencia.
En este modelo, las políticas sociales están prohibidas porque la función de los regímenes es generar dinero para pagar las cuotas e intereses que nunca terminan de préstamos impagables. Los arios dejan en nuestras calles familias enteras de cuerpos de mendigos casi vivos. Una actividad de trabajo excedente a gusto de lo que el capital quiere pagar. En lugar de más trabajo y libertad, vemos desempleo, desánimo, miedo y abandono.
Cuando recorremos nuestra América Latina, está presente en las frases historias similares de prácticas neoliberales y tiranía, lejos de ser una coincidencia, solo hace una introducción global, un manual de dominación en cartas construidas en bancos o instituciones como el FMI, el Banco Mundial, la OEA y la ONU, en gran medida asegurado por los regímenes dominantes. No hay coincidencia sino evidencia del papel de los presidentes neoliberales en el continente.
En este conjunto de contradicciones, los países aliados del norte como Colombia con una tasa de crecimiento del PIB del 1,4% en 2019, Chile con el 0,8% se enfrentan a una grande agitación social en las calles y Brasil con el 0,4% generó 13 millones desempleados y 25 millones de subempleados. Ecuador está roto con la gente de un lado y la represión liderada por el régimen  del otro. Argentina, un antiguo ejemplo de calidad de vida, terminó el gobierno neoliberal el año pasado, llevando al 35% de la población a la pobreza donde más de la mitad de los niños (hasta 14 años) en extrema pobreza. Ya sea que se trate de crecimiento o no, no sirve a la distribución, sino a los servicios financieros de la deuda interna y externa para golpear la soberanía, lo que significa un paradigma de pérdida para la mayoría de la población.
Es necesario confiar en la utopía,- entiéndase por utopía el desafío que se opone al realismo moderno. Ella se alcanza con el cambio revolucionario que trae la justicia social - , los primeros régimen nacionalistas emprendieron políticas nacionalistas de inclusión, integración entre nuestros pueblos que permitieron un período de desarrollo sostenible, la cual llevó Estados Unidos a emprender su guerra híbrida utilizando los medios de comunicación, el poder judicial y grandes sumas de dinero para comprar figuras públicas y atacar a los gobiernos nacionales.
Necesitamos pensar grande y tener la estrategia y la inteligencia para derrotar a la ola fascista que se ha asentado en nuestro continente. Argentina, Venezuela, México, Nicaragua y Cuba son algunos de los pilares para retomar el camino que devuelva el poder a los más necesitados.
No hay caminos que no podamos seguir juntos, nos enfrentamos a los mismos problemas, y si el norte nos amenaza, debemos actuar juntos sin fronteras. Nos forjaron en el trabajo de los pueblos nativos, de los afroamericanos y los criollos que se pusieron firmes en la misma arcilla, un sueño de vivir con dignidad en la tierra que es nuestra: América Latina. Juntos podemos superar los últimos cinco siglos de desigualdad, explotación, miseria y enajenación.


Militares Chilenos “la reserva moral de la oligarquía empresarial sofofa”, de las fuerzas de paz de la ONU, en Haití, acusados de abusar y embarazar a menores de edad…


Militares Chilenos “la reserva moral de la oligarquía empresarial sofofa”, de las fuerzas de paz de la ONU, en Haití, acusados de abusar y embarazar a menores de edad…

Los Derechos Humanos y los Derechos del Niño son de exclusividad para  la gente blanca y rica. El sátrapa Pinochet afirmo: “Gracias al clima, la raza negra no ha podido mezclarse con nuestra raza blanca”. Prof.  Moreno Peralta, Comité de Defensa de los Derechos Humanos y Sindicales/ Berlín/DDR/ KOMITEE Zur Verteidigung der Menschenrechte und der Gerwerschaft-Lichen Rechte Chiles in Berlín RFA.
Autor: Juan Pablo Andrews y Sergio Rodríguez

Según publicaciones de medios como The Washington Post y The New York Times, la misión pacificadora en ese país engendró cientos de niños, para luego abandonarlos a su suerte. El general de brigada (R) de Ejército, Eduardo Aldunate, quien fuera segundo comandante de la Minustah entre septiembre de 2005 y octubre de 2006, señaló que si esto "fuera efectivo, y se llegara a comprobar, considero que se trataría de una situación extremadamente grave".


Una dura acusación fue reportada contra la misión de paz de la ONU en Haití. Según publicaciones de medios como The Washington Post y The New York Times -citando un estudio del portal académico The Conversation-, militares de diversos países pertenecientes a la Minustah (Misión de Estabilización de la ONU en Haití), en los cuales figura Chile, embarazaron a cientos de mujeres y niñas a cambio de comida o dinero, para luego dejarlos a su suerte.
“En el verano de 2017, nuestro equipo de investigación entrevistó a aproximadamente 2.500 haitianos sobre las experiencias de mujeres y niñas locales que viven en comunidades que albergan operaciones de apoyo a la paz. De ellos, 265 contaron historias que presentaban niños engendrados por personal de la ONU”, señala el estudio publicado este martes y firmado por la profesora de historia de la Universidad de Birmingham Sabina Lee y por la científica clínico Susan Bartels, de la Universidad de Queen, en Canadá.
“Un caso en el pasado fue sobreseído. La ONU niega realizar pruebas de ADN.”
En el reporte no se especifica el número exacto de casos de embarazos, debido a que -dice el informe- no se han podido realizar pruebas de ADN, las que han sido negadas por la misma ONU. Conocido el reporte, en el régimen chileno dijeron recibir con “sorpresa” el informe y no tener más detalles. Un caso reportado en el pasado fue sobreseído, indicaron.
En el estudio se aprecia que la misión militar chilena en Haití figura en un lugar destacado de dicha práctica, con lo que serían 20 casos. El listado, de 13 países y un “grupo desconocido”, lo lidera Uruguay y le sigue Brasil. También se mencionan países como Argentina, Nepal, Sri Lanka, Canadá, Francia y Bolivia, entre otros.
“Las narraciones revelan cómo las niñas de apenas 11 años fueron abusadas sexualmente y embarazadas por las fuerzas de paz y luego, como dijo un hombre, ‘quedaron en la miseria’ para criar a sus hijos solos, a menudo porque los padres son repatriados una vez que se conoce el embarazo”, dice parte del texto. A los nacidos de esos encuentros se les conoce en Haití como “petits minustahs”, por el nombre de la misión pacificadora.
Asimismo, en el reporte aparecen testimonios sobre lo que sería el intercambio de comida o dinero por parte de militares por sexo. “Un hombre casado de Cité Soleil describió un patrón común en el que las mujeres recibían pequeñas cantidades de dinero a cambio de sexo: Vienen, duermen con las mujeres, se llevan sus placeres, dejan a los niños en sus manos, les dan 500 gourdes”.
“En otros casos de sexo transaccional, las mujeres y las niñas recibieron alimentos a cambio de tener relaciones sexuales con miembros de la Minustah, lo que pone de relieve la extrema pobreza que contribuye a estos encuentros sexuales. Un miembro de la comunidad masculina en Port Salut informó: ‘Tuvieron relaciones sexuales con las chicas ni siquiera por dinero, es solo por comida, por una comida'”, se añade.
Además, se reportan casos de abusos contra hombres y niños por parte de esa misión militar.

Reacciones

El general de brigada (R) de Ejército, Eduardo Aldunate, quien fuera segundo comandante de la Minustah entre septiembre de 2005 y octubre de 2006 señaló a La Terceraque, “si este fuera efectivo, y se llegara a comprobar, considero que se trataría de una situación extremadamente grave”.
Aldunate explicó que “la ONU tiene regulaciones muy fuertes y estrictas respecto del involucramiento con la comunidad residente de los lugares donde están desplegadas sus tropas de cascos azules. Y también sanciones muy drásticas para quienes las rompen”.
“En mi época llegamos a tener un peak de 7 mil efectivos. Nunca tuve avisos o denuncias por parte de la población hacia cascos azules respecto de alguna situación irregular”.
“Si efectivamente ocurrieron situaciones como las que se describen en la investigación, de intercambio de comida por sexo y otras, por cierto que se debe investigar y sancionar si es que se comprueban las eventuales responsabilidades”, expresó.
EL GENERAL (R) EDUARDO ALDUNATE Y PARTE DE SU TROPA, EN EL PERÍODO QUE ESTUVO EN HAITÍ (2005-2006).
Por otra parte, el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la ONU, en una respuesta publicada por el Washington Post, se refirió a la acusación. “Lamentablemente, hemos visto casos relacionados con el personal de mantenimiento de la paz de Minustah en los últimos años, aunque las acusaciones generalmente han disminuido desde 2013”, dice parte de su comunicación, y añade que “nuestro enfoque coloca los derechos y la dignidad de las víctimas a la vanguardia de sus esfuerzos para prevenir y responder a la explotación y el abuso sexual”.
“La explotación y el abuso sexual por parte del personal de la ONU pueden socavar la confianza de la población local a la que tenemos el mandato de apoyar, ayudar y proteger. No podemos aceptar esto ”, dijo a The Washington Post Nick Birnback, jefe de comunicaciones para el mantenimiento de la paz de la ONU.
Por su parte, el régimen de Haití anunció el jueves que pedirá a Naciones Unidas que aplique “acciones correctas” para apoyar a las cerca de 2.000 víctimas de abusos sexuales por parte de “cascos azules” desplegados en el país entre 2004 y 2017. El ministro de Exteriores haitiano, Bocchit Edmond, pidió que los responsables deben rendir cuentas y ha destacado que “el papel de un miembro de la fuerza de pacificación es proteger a las comunidades, no explotarlas y abusar de ellas”.
El bla, bla bla, de la burocracia en Naciones Unidas.
“Mantendremos discusiones con la ONU para buscar respuestas y las acciones correctas sin retrasos para que las víctimas puedan recibir el apoyo y la justicia que merecen”, indicó en un comunicado enviado a Reuters.