jueves, 29 de junio de 2023

Reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas: ¿Camino hacia la paz y la estabilidad o avance de los intereses occidentales?// Washington: Propuesta gatopardista para la Organización de Naciones Unidas

 


Reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas: ¿Camino hacia la paz y la estabilidad o avance de los intereses occidentales?


Por Ramón Rodríguez Montero/

Escritor, periodista, analista internacional/ADDHEE.ONG:

Los políticos y los expertos manifiestan en la actualidad -y cada vez con mayor frecuencia y fuerza- sus opiniones sobre la necesidad de reformar el Consejo a fin de aumentar su eficacia.

Con el surgimiento de un orden mundial multipolar, la aparición de nuevos centros de poder y el aumento de las tensiones en la relaciones entre países, ¿con que estructuras cuenta la humanidad para debatir las amenazas a la seguridad mundial y encontrar soluciones mutuamente aceptables? ¡pocas! En este sentido, el órgano clave es el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que tiene la responsabilidad primaria de mantener la paz y la estabilidad según la Carta de las Naciones Unidas y las normas del derecho internacional.

Los políticos y los expertos manifiestan en la actualidad -y cada vez con mayor frecuencia y fuerza- sus opiniones sobre la necesidad de reformar el Consejo a fin de aumentar su eficacia, claro, teniendo en cuenta las realidades actuales. Sin embargo, debido a la existencia de profundos desacuerdos entre los rivales geopolíticos en cuanto a la ampliación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, así como a su funcionamiento, se avanza bien poco para alcanzar el consenso entre las partes.

Los Estados Unidos de América se esfuerzan en promover la reforma del órgano central de la seguridad mundial pero con condiciones exclusivamente ventajosas para ellos, sin prestar atención a su propósito original. Los estadounidenses pretenden someter al Consejo de Seguridad y utilizarlo como instrumento de su política exterior para mantener el dominio global. ¿Cuál es la estrategia yanqui para lograrlo? Sencillo, quieren incorporar países leales a Washington en la organización para garantizar el apoyo a las iniciativas estadounidenses y así lograr que estos integrantes del Consejo de Seguridad voten a favor del levantamiento del veto que impuesto, en primer lugar por Rusia y posteriormente por China contra sus arbitrariedades.

Por si fuera poco, Alemania, a pesar de ser el promotor y principal agresor en la Segunda Guerra Mundial, trata de convertirse en miembro permanente del Consejo de Seguridad y ¡además con poder de veto! ¿Qué tal? De esta manera, los alemanes intentan recuperar su posición política perdida y ganar autonomía en la toma de decisiones sin mirar atrás a Washington. ¿De dónde nace esta aspiración? el principal argumento de Berlín es el monto de las cuotas que aporta para las actividades de ONU.

Ante la aspiración alemana de ingresar al Consejo de Seguridad de la ONU ¿Qué opinan sus aliados de la OTAN y la Unión Europea? Es decir; España, Italia y Francia, ¡se oponen a las intenciones de los alemanes! Por otra parte, vale la pena tomar en cuenta la rivalidad entre Berlín y París por el liderazgo en Europa, los franceses no van a permitir a sus antiguos enemigos -Teniendo presente la Segunda Guerra Mundial-, entrar en el Consejo de Seguridad y permitirles los mismos derechos dentro de esta organización. Por su parte, Roma y Madrid, proponen otorgar una plaza de miembro permanente, no a Alemania, sino a la UE entera.

En Venezuela decimos “Lo que está a la vista no necesita anteojos”, el escenario está claro, vemos que los países occidentales se proponen reformar el Consejo de Seguridad de la ONU. Pero únicamente para lograr sus objetivos egoístas. Sin embargo, por ahora no existe una alternativa a la institución de las Naciones Unidas. La amplia composición de los miembros de esta organización, así como el poder de veto de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, permiten encontrar soluciones mutuamente aceptables a los graves problemas internacionales y excluyen la aprobación de resoluciones unilateralmente ventajosas. En lo que respecta a su reforma, se debe sopesar cuidadosamente todo a favor y en contra, a fin de adaptar racionalmente el órgano para que cumpla con sus tareas en beneficio de toda la humanidad.

Washington: Propuesta gatopardista para la Organización de Naciones Unidas


Por Pablo Jofre Leal

Escritor, periodista, analista internacional/ADDHEE.ONG

Estados Unidos, uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas –ONU– junto a Rusia, China, Gran Bretaña y Francia, ha anunciado, reiteradamente, que pretende reformar este organismo, proponiendo cambios en el conjunto del organismo multilateral.

Objetivo destinado a impedir su progresiva pérdida de Hegemonía. Una prueba de cómo reaccionarán los países de tal forma que les permita desafiar la política global, multilateral y que cada día tiene más adeptos por parte de la República Popular China y la federación rusa. Esta idea de cambio genera incredulidad pues ha sido precisamente Estados Unidos el principal responsable de debilitar las instituciones internacionales, léase: la ONU, Corte Penal Internacional, Organización Mundial de Salud, UNESCO y la Agencia Internacional de Energía Atómica, entre otras. Una política que bajo el supuesto de cambiar la estructura política mundial, busca su control absoluto y que ha tenido su expresión palpable desde el inicio de la administración del ex presidente republicano, el multimillonario Donald Trump, que se ha intensificado bajo el mando del demócrata Joe Biden.

El actual mandatario estadounidense, aprovechando la política de ataques a la federación rusa y a la República Popular China, exige transformaciones en la ONU que favorezcan una línea de consolidación de sanciones a estos dos países, con la decisión de ejercer el papel de jueces y a la vez verdugos en materia de política internacional. No en balde Washington, en materia de proposiciones respecto a nuevos miembros para el Consejo de Seguridad Permanente de la ONU -CSNU- plantea sumar a Japón y Alemania. En el caso del Asia Pacífico, un Japón que ejercería su radio de influencia en la zona donde China tiene disputas con eje en Taiwán y el mar Meridional de la China. Con Alemania, su ingreso al CSNU sumaría un Otanista más, junto a Francia y Gran Bretaña que implica superioridad numérica y estratégica, inaceptable para Beijing y Moscú.

Dejar fuera o al menos minimizar el papel de China y Rusia como miembros permanentes del CSNU se da bajo la excusa esgrimida por la operación militar llevada a cabo por la federación rusa en Ucrania, con una hipocresía rayan en la desvergüenza cuando la política exterior de Washington señala que es necesario hacer cambio en el nuevo panorama geopolítico internacional para garantizar la paz y seguridad del mundo. Presentando incluso en videoconferencia al presidente ucraniano Volodimir Zelensky en cuanto foro internacional se presenta. La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas, afirmó, sin siquiera sonrojarse, que “cualquier miembro permanente que ejerza el veto para defenderse sus propios actos de agresión –haciendo alusión a Rusia- pierde autoridad moral y debe rendir cuentas” prometiendo que su país sólo ejercería ese derecho “en situaciones raras y extraordinarias”.



Declaraciones desvergonzadas, viniendo del país que más invasiones, agresiones, golpes de Estado y desestabilización ha ejecutado contra decenas de países, en todos los continentes, desde el momento mismo de su nacimiento. Un país que tiene al menos 800 bases militares distribuidas en los cinco continentes. Un reciente estudio titulado "Introducing the Military Intervention Project: A New on US Military Interventions, 1776-2019" realizado por la investigadora Sidita Kushi, del Departamento de Ciencias Políticas de Universidad Estatal de Bridgewater, arrojó que Estados Unidos ha lanzado cerca de 400 intervenciones militares desde su independencia en 1776, la mitad de estas se han llevado a cabo entre 1950 y 2019, y 25% de ellas luego del fin de la Guerra Fría. Y, ofrece nuevos datos que amplían el universo de intervenciones estadounidenses, así como la ampliación de la línea de tiempo de las guerras y sus motivaciones”.  El esquema presentado muestra esas intervenciones norteamericanas desde el año 1950 a la fecha.

Para la ministra de Relaciones Exteriores de Sudáfrica, Naledi Pandor, una de las naciones que ha sonado permanentemente como miembro de un nuevo CSNU, si esta se reforma “resulta hipócrita criticar el concepto de veto únicamente por cómo lo usa Rusia hoy. Algunos de quienes hemos estado pidiendo que la Asamblea General tenga más voz, nunca tuvimos apoyo, pero de repente, ¿hoy sí? Ahí el derecho internacional empieza a no significar nada”. Una crítica certera que muestra este doble rasero practicado por Washington en lo internacional, que ve hoy con preocupación, a un mundo que marcha hacia un rumbo multilateral, con cada día más y más países que sin temor hablan de desdolarizar la economía internacional, poner fin al sistema Swift -Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication-  que facilita el movimiento de capitales – y al mismo tiempo en caminos de soberanía respecto a no sumarse al show de sanciones de Washington y los suyos contra Rusia, China, Irán y otros países.

Dólar y sanciones financieras, armas económicas preferidas y usadas profusamente por el occidente liderado por Washington a la hora de sancionar, bloquear o chantajear a los países que no le son incondicionales y que al menguar ese poder disminuirá, evidentemente, la capacidad de Washington de establecer políticas de máxima presión, reconocidas incluso por ultraderechistas como el senador republicano Marco Rubio. Este ha alertado el inminente colapso de la hegemonía occidental, anticipando que las sanciones de su gobierno se volverán impotentes en un lustro, visto los acuerdos de desdolarización del comercio internacional  haciendo referencia al acuerdo China-Brasil, que se suma al de China-Rusia, China-Irán entre otros. Si a eso unimos la negativa de gran parte de los países, de entrar en una dinámica de reformas de la ONU, que favorece sólo a los países occidentales liderados por Washington, ese colapso será una inevitable realidad.

Resulta, a lo menos dudosa, la política de cambios que pretende Estados Unidos respecto a la ONU. Para el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, resulta poco creíble pensar en las intenciones de transformación que vienen desde la Casa Blanca “en un intento desesperado por afirmar su dominio, castigando a los que se muestran reacios, Estados Unidos se ha lanzado a destruir la globalización, que durante años ha sido alabada como el bien supremo de toda la humanidad, al servicio del sistema multilateral de la economía mundial” . La prueba más evidente de esta política hipócrita de Washington, como adalid del cambio, para un gobierno mundial distinto, es la invasión de Irak. Llevada a cabo por Washington y sus aliados el 2003, se extendió por dos décadas. Sin autorización internacional alguna y a contrapelo de la gran mayoría de países que se oponían a la guerra, convencidos de la falsedad de las “pruebas” y demostrado por el Informe Chilcot con su socio británico enfrentado a una mentira horrorosa, cómplice de la muerte de centenares de miles de iraquíes, en el marco de una “guerra contra el terror”. Decisión política-militar que sólo buscó satisfacer a la industria militar estadounidense, a los halcones de la Casa Blanca y al mismo tiempo proporcionar mayores niveles de acceso a recursos petrolíferos y gasíferos al complejo energético estadounidense.

Desde Rusia se comparte el análisis de políticos como el primer ministro indio Narendra Modi. Este señala que la ONU no refleja las realidades actuales del mundo y se requieren efectivamente reformas, pues es incapaz de prevenir los conflictos, que no acepta la definición de terrorismo – que atañe a las acciones que países como Estados Unidos y la OTAN realizan contra numerosos países en el mundo. Para Modi, “las instituciones creadas en el siglo XX ya no concuerdan con el sistema del siglo XXI”. El ministerio de Asuntos Exteriores ruso, por su parte, ha señalado que cualquier transformación de organismos internacionales, como la ONU, por ejemplo, deben elaborarse cuidadosamente, proceder de negociaciones sustanciales entre los países miembros, no de imposiciones y tener en cuenta la división del trabajo entre los principales órganos de esta ONU, estipulada claramente en su carta fundacional. Ello requiere un trabajo intergubernamental y no equiparar derechos de países miembros y sus entidades no gubernamentales incluidas las organizaciones de ese tipo, que socavan el entramado de las relaciones internacionales.

La ONU no es capaz de prevenir conflictos por más que el secretario general, António Guterres, señale que están unidos para las reformas en el orden a la paz y seguridad donde “los objetivos generales en esta área son dar prioridad a la prevención y sostener la paz; aumentar la eficacia y la coherencia de las operaciones de mantenimiento de la paz y misiones políticas especiales y crear un único pilar integrado de paz y seguridad”. Difícil tarea porque su eficacia depende de la voluntad política de sus países integrantes en disponer la toma de decisiones colectivas. Rusia en los distintos foros internacionales, y en especial en el seno del Consejo de Seguridad y en su Asamblea General ha señalado que una reforma de este organismo debe facilitar el papel de los países de África, Asia y América Latina en los asuntos mundiales, que permita contribuir a forjar un orden mundial más justo, fortaleciendo la paz y seguridad internacional.

Y, en ese plano, Moscú es firme partidario de considerar la presencia de la India y Brasil, como candidatas naturales a estar en ese nuevo CSNU y al mismo tiempo, corregir la injusticia histórica con África a partir de sus propias decisiones como continente. "Creemos que las candidaturas de India y Brasil son buenas candidaturas. Pero no es posible expandir el CSNU si ese paquete no incluye el tema de la representación africana" explicitadas por Moscú, permanentemente en los últimos años. En una rueda de prensa con el presidente de la Comisión de la UA, Moussa Faki Mahamat, Lavrov agregó que "la prioridad más importante es expandir la representación de tres regiones en desarrollo del mundo, incluida África ciertamente". 

Resulta evidente que pensar en Alemania y Japón como partes componentes de un nuevo Consejo de Seguridad es inaceptable, sobre todo con relación a Alemania, parte de la OTAN, socia de Washington y por tanto parte de toda aquella camada de países que son los que han aplicado las políticas de agresión, invasiones, desestabilización y hegemonía más sangrienta de las últimas tres décadas: Irak en dos ocasiones, Serbia, Libia, Siria, Yemen, Afganistán por citar algunas a las cuales podríamos sumar el apoyo sostenido el régimen de Marruecos en su política de ocupación y colonización del Sáhara Occidental y el sostén político, militar y financiero al régimen nacionalsionista israelí en su política de exterminio contra Palestina. La Unión Europea está ya sobrerrepresentada y no necesitamos un nuevo país de ese continente, para seguir alentando las políticas belicistas que hasta ahora han llevado adelante. Una Europa falta absolutamente de soberanía y devenida hoy en el nuevo patio trasero de Estados Unidos. Esa Europa es un peligro, no un aporte a la paz.

Efectivamente, Washington y sus socios europeos son los que llevan adelante la única política exterior dominante en el planeta, acordada previamente, transmitida a sus cancillerías para que se vote así en organismos internacionales y ello debe modificarse. Pero, no en un camino de cambio gatopardista. Aquella filosofía política seguida por aquellos que propugnan la noción, que es preciso que algo cambie para que todo siga, finalmente, igual. El efecto Lampedusa, del que se habla a veces, consiste en hacer las cosas de modo que algo mute para que lo demás permanezca intocado en la organización social. Se refiere a reformas meramente cosméticas, ociosas o de distracción que se proponen para mantener incólumes los privilegios sociales y económicos de los manipuladores de esas reformas de epidermis. 

Lo subrayado/interpolado es nuestro.

Occidente/USA/UE/OTAN, le saca tarjeta roja al Prof. Dr. Jürgen Habermas.

 





Occidente/USA/UE/OTAN, le saca tarjeta roja al Prof. Dr. Jürgen Habermas.

Por Prof. Dr. Atilio A. Borón

Académico de la Universidad de Buenos Aires, Argentina

El professor Jürgen Habermas, el mayor filósofo vivo de Alemania y seguramente de Europa, es una de las nuevas víctimas de la guerra en Ucrania y también una muestra de los alcances del clima político intolerante y autoritario imperante en su país. En efecto, bastó que publicara un muy cauteloso artículo sugiriendo que el gobierno alemán debía promover la apertura de negociaciones con Moscú tendientes a poner punto final a los horrores de la guerra -repito: negociaciones, no una rendición incondicional de Ucrania- para que la rusofobia y el espíritu de la Guerra Fría cultivado con esmero por los corruptos generalotes de la OTAN, los opulentos burócratas de la Unión Europea y los grandes medios mediaticos de comunicación y la dirigencia política alemana removieran por completo la voz del filósofo del “espacio público”, esa engañosa entidad que fuera objeto de largos años de reflexión habermasiana. *

 

Desde mediados de febrero nada se sabe de él, condenado/censurado al ostracismo por lo que aparentemente es un pecado imperdonable: su mesurada crítica al belicismo que se ha apoderado del gobierno alemán y que es alimentado sin cesar por Washington.

En su alegato en favor de la negociación en Ucrania (así se denomina su artículo) Habermas califica en duros términos a Vladimir Putin por su violación de la legalidad internacional. Su análisis de la guerra omite por completo el examen de la génesis del conflicto: la decisión de Estados Unidos y los gobiernos europeos que hoy conforman su indigno protectorado de desplazar las tropas y equipos de la OTAN hacia las fronteras de Rusia. Omite también en su nota discurrir sobre el legítimo derecho a la seguridad nacional que le cabe a este país, periódicamente invadido por sus voraces vecinos entre los cuales los propios alemanes y los franceses. Lo mismo hace en relación a las consecuencias del golpe de estado abiertamente patrocinado por la Administración Obama en 2014 que terminó por instalar en el gobierno a una coalición virulentamente rusofóbica -que hoy reivindica y abraza abiertamente al nazismo- y que no dejó ni un solo día de atacar con artillería pesada a las regiones donde habita la minoría rusófona del sur de Ucrania. 

Tampoco incluye Habermas en su alegato referencia alguna a los documentos oficiales del gobierno de Estados Unidos que, desde comienzos de 1992, recomiendan acosar a Rusia con todo tipo de sanciones para impedir a cualquier precio la concreción de un acuerdo Moscú-Berlín-París que habría cimentado la construcción de una Europa autónoma en materia económica y militar. Mucho menos se refiere al infame documento de la Corporación Rand, un discreto think tank del Pentágono, de febrero del 2019 en el cual se recomienda la instalación de armas letales en la frontera entre Ucrania y Rusia para provocar una respuesta militar de Moscú además de toda una parafernalia de sanciones destinadas a “sobre-extender y desequilibrar a Rusia”. En pocas palabras, Habermas no parece haber comprendido en su exhortación que lo que hay es una guerra que Estados Unidos y sus aliados UE/OTAN europeos están librando contra Rusia, y que para comodidad y seguridad de Washington se libra bien lejos, en Ucrania.

Lo anterior no ha sido dicho para descalificar por completo la actitud de Habermas -mucho más digna que la de buena parte de la “intelectualidad progresista o de izquierda europea”, ganada por el “otanismo”- sino para subrayar que la involución autoritaria que hoy padece Alemania y buena parte de Europa hace que baste un muy cauteloso llamado a la cordura y la negociación (como también lo vienen haciendo personajes tan disímiles como el Prof. Noam Chomsky y el inefable Henry Kissinger) para que, en el enrarecido clima ideológico prevaleciente, se condene al ilustre filósofo al ostracismo. La “caza de brujas” y la censura practicada sin anestesia contra quienes se oponen a la guerra y a la alocada escalada militar que promueve Washington crece día a día y cobra cada vez más víctimas. Recordemos esta enseñanza de la historia: en el marco de un capitalismo crecientemente fascistizado, toda disidencia se convierte en una imperdonable herejía. 

Lo subrayado/interpolado es nuestro.

Occidente/USA/UE/OTAN, le saca tarjeta roja al Prof. Dr. Jürgen Habermas.

 

La privación de libertad como necesidad según el sistema capitalista salvaje. Prof. Moreno Peralta/IWA.

Los jerarcas del Club Bilderberg que imponen de larga data la tiranía capitalista más despótica, perversa, desalmada e inmoral a la Humanidad, en el contexto de su desvergonzado maquiavelismo, su fría avaricia y su profunda inmoralidad, han hecho suya la célebre sentencia del genial Professor George Hegel, “La libertad, como necesidad”, en una libertad en la “medida de lo posible” que exige la aceptación de la necesidad de no ser libre al individuo. La no libertad, la privación de libertad como necesidad una práctica habitual machacada día y noche por los medios mediáticos enajenantes globalizados del sistema capitalista imperante, especialmente por la telebasura/internet.

En el periodismo se debe cuidar dos principios, el de la Libertad y el de la Responsabilidad. Sin prensa libre puede afirmarse definitivamente que no existe Democracia. En el mundo occidental Estados Unidos y sus colonos mentales la Unión Europea, y el patio trasero latinoamericano y Japón, las opiniones al alcance del pueblo están controladas hasta la uniformidad, la verdad se deforma para ser ajustada rigurosamente al punto de vista de los dueños de la Celestina Universal y quienes infringen la norma son censurados, ignorados por los medios mediáticos de incomunicación globalizados, como es el caso del distinguido y admirado Professor Jürgen Habermas.

Nuestra época no está orientada por el bien común, la hipocresía es su sello distintivo. Es una época histérica, violenta, insolidaria, llena de jactancias, de atropellos, de vicios, degeneraciones, corrupciones e impunidad, nada se deja por supuesto, para la vida futura, empezando por lo creer en ella, en la Sodoma-Gomorra capitalista la corrupción, la degeneración, las drogas, la prostitución infantil y juvenil han llevado al sistema consumista a la total decadencia moral. Se quiere gozar sin dilación de todos los bienes materiales del consumo que ofrece “el mercado libre”, por la telebasura/internet. Los medios mediáticos enajenantes de (in)comunicación globalizados, controlados por la oligarquía empresarial, financiera-bancaria/agiotista, agrícola monopolista, machacan día y noche distorsionando la vida cotidiana con un paraíso que no acaba de llegar. Se mantiene entretenida a la masa enajenada de la telebasura/internet con la violencia, los crímenes, el peloteo, los vicios, las drogas, la pornografía, la prostitución infantil, el rock and roll, etc., y muchas mentiras y falsedades. La mentira repetida muchas veces se transforma en verdad oficial, el mentiroso/falsario se cree inventor en la distorsionada objetividad y la impone. Seudo comunicador social/periodista y el político corrupto son individuos que sobreviven esclavos de sus propias mentiras.

Cuando los pueblos se domestican y callan los grandes forjadores de ideales como la Profesora Elsa M. Bruzzone, el Prof. Dr. Atilio A. Boron, de la Patria Argentina del General Libertador José de San Martin Matorras y del comandante Ernesto Guevara de la Serna, levantan su voz precisando que otro mundo es posible “Donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”...

Con esperanza y memoria, y la decisión de seguir luchando por acabar ya con la infausta tragedia del sistema capitalista salvaje para alcanzar la felicidad del género humano.

Pro. Moreno Peralta/IWA.

Secretario Ejecutivo ADDHEE.ONG

miércoles, 28 de junio de 2023

La otra carta del Comandante Ernesto Guevara de la Serna al Comandante Fidel Castro Ruz.


La otra carta del Comandante Ernesto Guevara de la Serna al Comandante Fidel Castro Ruz.


Sergio Rodríguez Gelfenstein

Escritor, analista internacional/ADDHEE.ONG:


Hoy 14 de junio se conmemora el 95to. aniversario del nacimiento del Comandante Ernesto Guevara de la Serna a quien se le recuerda eternamente por su grandeza moral y humana, sus dotes de conductor militar y político, su integridad y ética revolucionaria, pero en menor medida (sobre todo fuera de Cuba) por su destacada condición de estadista cuando ocupó altos cargos en el gobierno cubano antes de exponer con la mayor altura de la que se tenga conocimiento, su convicción internacionalista primero en África y después en Bolivia.

Antes de marcharse de Cuba, con fecha 26 de marzo de 1965 dirigió una larga carta (37 páginas) al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en la que le da a conocer algunas de sus ideas en relación con la conducción del partido y el Estado, en particular aquellas que refieren al manejo de la economía. Como él mismo dice en la presentación del texto estaba imbuido de la intención de exponer “una crítica constructiva” que podría servir para mejorar algunos aspectos que según él presentaban problemas.

Esta carta se publicó íntegramente por primera vez en el libro “Che Guevara. Epistolario de un tiempo. Cartas 1947-1967”, editado por Ocean Sur en 2019. Según lo que se explica en la presentación del libro: ”[­Esta carta] junto  a su discurso en Argel de 25 de febrero de 1965 y la carta al semanario Marcha de marzo de ese mismo año, constituyen una tríada de documentos en el ejercicio de pensar [se] la Revolución: su proyección exterior, el desarrollo ideológico y los problemas de la transición socialista, así como los problemas prácticos a que se iba enfrentando la experiencia cubana”

El Comandante Ernesto Guevara de la Serna ordena su escrito en 4 aspectos: errores en la política económica, el sistema de financiamiento presupuestario, la función del partido y recomendaciones generales. Sería imposible recoger en un artículo de estas características toda la importancia del contenido del texto y la dimensión estratégica y de largo plazo que el mismo revela. Me limitaré a presentar ciertos aspectos (muy pocos) que son -desde mi perspectiva- algunos de los más notables a fin de exponer esta otra cara del esplendor y la magnificencia de la obra y la vida del Comandante Ernesto Guevara de la Serna en este nuevo aniversario de su nacimiento.

Al hacer un análisis de algunos de los errores que según su criterio de estaban cometiendo en la ejecución de la acción gubernamental, considera que lo fundamental está dado por la “política de bandazos” que tiene su origen en el “tratamiento superficial” y la subjetividad en el manejo de la economía. El Comandante Ernesto Guevara de la Serna recordaba que la economía tiene una serie de leyes que al ser violentadas, producen nefastas consecuencias.

Según él había otros problemas menores, que no obstante tenían gran incidencia en la economía como la “falta de exigencia de la responsabilidad de los cuadros de dirección” que no son vigilados y criticados cuando cometen errores para después ser removidos violentamente. En este ámbito apunta también a las políticas de “gasto alegre” que deben ser corregidas porque lesionan la economía.

Así mismo, alude a la falta de conciencia de la necesidad de la organización como pilar del desarrollo dando paso al “caos administrativo” que trae funestas repercusiones en materia de solidez de las estructuras y en el manejo correcto de la política de cuadros. Al respecto afirma que “… un cuadro bueno trabaja infinitamente mejor que un cuadro mediocre o malo, pero también hay que tener en cuenta que por bueno que sea el cuadro si el marco organizativo general se lo impide solamente podrá rendir una tarea limitada”.

En este punto, el Comandante Ernesto Guevara de la Serna critica que se hayan copiado sistemas organizativos de otros países socialistas cuando ellos mismos los han desechado para adoptar métodos mucho peores. Considera que era un error establecer controles extremos que en las condiciones de Cuba, eran imposibles de implementar.

Entendiendo que debe existir un interés material, critica que surjan “los grandes mariscales con salarios de grandes mariscales, los burócratas, las dachas y las cortinitas en los automóviles de los jerarcas. Esa es la justificación, tal vez, del interés material de los dirigentes, principio de la corrupción…”.

El Comandante Ernesto Guevara de la Serna explica que la ley del valor no puede actuar con plena libertad sobre el supuesto que todos los actores tienen la misma posibilidad y funcionan por igual cuando en realidad, en tales condiciones, algunos de ellos desaparecerían. Cree que el Estado debe garantizar una serie de productos y precios a la población hasta que exista un sistema equitativo, momento en el cual se deben hacer modificaciones para ir abandonando la lógica del mercado como regulador único del sistema capitalista.

Expone que la Unión Soviética (URSS) planteaba la competencia con Estados Unidos en áreas que no significan la paralización del capitalismo. Por ejemplo el acero, en el que la URSS tenía una mayor producción que Estados Unidos, pero éste, al insertarse en formas de desarrollo capitalista que utiliza nuevas técnicas avanzadas, es más productivo mientras que en la URSS se manifestaba una paralización del desarrollo. Se pregunta “¿Qué sucede entonces? Simplemente que el acero no es ya el factor fundamental para medir la eficiencia de un país, porque existe la química, la automatización, los metales no ferrosos y además de eso hay que ver la calidad de los aceros. Estados Unidos produce menos pero produce una gran cantidad de acero de calidad muy superior. La técnica ha quedado relativamente estancada, en la inmensa mayoría de los sectores económicos soviéticos. ¿Por qué? Porque hubo que hacer un mecanismo y darle automaticidad, establecer las leyes del juego donde el mercado no actúa ya con su implacabilidad capitalista, pero los mecanismos que se idearon para reemplazarlos son mecanismos fosilizados y allí empieza el desbarajuste tecnológico. Falta del ingrediente de la competencia, que no ha sido sustituido, tras los brillantísimos éxitos que obtienen las sociedades nuevas gracias al espíritu revolucionario de los primeros momentos, la tecnología deja de ser el factor impulsor de la sociedad”.

El Comandante Ernesto Guevara de la Serna explicaba que esto no ocurre en el área de la defensa porque en ella no existe la rentabilidad como norma en la medida que es una actividad al servicio de la sociedad, pero en el capitalismo, el aparato de la producción está unido al de la defensa “ya que son las mismas compañías, son negocios gemelos y todos los grandes adelantos obtenidos en la ciencia de la guerra pasan inmediatamente a la tecnología de la paz y los bienes de consumo dan saltos de calidad verdaderamente gigantescos. En la Unión Soviética nada de eso pasa, son dos compartimentos estancos y el sistema de desarrollo científico de la guerra sirve muy limitadamente para la paz”.

El Comandante Ernesto Guevara de la Serna planteaba que, en lo posible, se debía ir a la eliminación de las categorías capitalistas, pero se tenía que hacer con eficacia. No obstante, consideraba necesario tomar algunos elementos del capitalismo como sus “últimos adelantos administrativos y tecnológicos…”.

Con extraordinario criterio didáctico exponía que­: “Se nos puede decir que todas esas pretensiones nuestras equivaldrían también a pretender tener aquí -porque los Estados Unidos lo tienen- un Empire State y es lógico que nosotros no podemos tener un Empire State , sin embargo, sí podemos tener muchos de los adelantos que tienen los rascacielos estadounidensess y [las] técnicas de fabricación de esos rascacielos aunque los hagamos más chiquitos. No podemos tener una General Motors que tiene más empleados que todos los trabajadores del ministerio de Industrias en su conjunto, pero sí podemos tener una organización, y, de hecho la tenemos, similar a la General Motors. En este problema de la técnica de administración va jugando la tecnología; tecnología y técnica de administración han ido variando constantemente, unidas íntimamente a lo largo del proceso del desarrollo del capitalismo, sin embargo, en el socialismo se han dividido como dos aspectos diferentes del problema y uno de ellos se ha quedado totalmente estático. Cuando se han dado cuenta de las groseras fallas técnicas en la administración, buscan en las cercanías y descubren el capitalismo”.

Es increíble, el Comandante Ernesto Guevara de la Serna se adelantó 13 años a Deng Xiaoping y al partido comunista de China que en 1978 adoptó criterios similares para llevar adelante la política de reforma y apertura que llevó a China a ser hoy una gran potencia mundial.

Al referirse al partido, en su carta a Comandante Fidel Castro Ruz, el Comandante Ernesto Guevara de la Serna opina que debe ser un aparato que conjugue la doble tarea de ser simultáneamente motor ideológico de la Revolución y su más eficiente sistema de control. Decía que la primera misión implicaba que la organización debía tomar las directrices del gobierno a fin de transformarlas en “impulsos” para la ejecución del gobierno y la acción de los ciudadanos. Cree que la segunda misión del partido se establece a partir de una capacitación de los militantes y las estructuras de la organización política para mostrarle al gobierno “la imagen de lo que realmente sucede en todo aquello que no dependa de la estadística o del análisis económico, es decir, la moral, la disciplina, los métodos de dirección, la opinión del pueblo…”. Cabe destacar que al momento de redactar esta carta, aún no se había fundado el partido comunista de Cuba. El Comandante Ernesto Guevara de la Serna estaba dando algunas opiniones de lo que. -según su criterio- debería ser el quehacer de la organización

En cuanto a las recomendaciones generales se propone ser concreto. Expone que en referencia a la política económica se debería crear un pequeño grupo de personas para que se dediquen a estudiar la economía política del período que se vivía, entendiendo que aun cuando no iban a resolver con facilidad los problemas que se presentaban, ayudarían a establecer algunos puntos de vista que coadyuvaran a definir las tareas más urgentes. De esta manera, surgiría una idea sobre lo que se debía producir, lo que se debía importar, las inversiones productivas que debían hacerse e incluso las inversiones improductivas. Todo esto para responder a la pregunta de si todo ello se podía hacer con los métodos que hasta el momento se usaban.

Lo resumía diciendo que era imperativo “hacer un balance elemental de nuestras necesidades y de nuestros deseos. Si fuera posible hacer una vez esto y ceñirse a un plan de acción que no tendría que ser extremadamente minucioso, se podrían llevar líneas internas de desarrollo a largo plazo”.

Proponía que las líneas matrices deberían ser la inversión en la industria, en particular en la más modernas, para tener una base mecánica sólida y una base metalúrgica elemental resaltando ,que había que dedicarse a la “química del petróleo, del azúcar, la química básica, incluidos fertilizantes en ella”. Llamaba a “quimificar al máximo”, automatizar como única forma de competir y atender al problema inquietante del mantenimiento preventivo.

Agregaba que era imprescindible elaborar “una política educacional acorde con todo lo que se quiere conseguir unida en todas sus partes, congruente en sus escalas y congruente con lo que se busca” y finalizaba diciendo que se debía “seguir el mismo principio en las Relaciones Exteriores”.

Consideraba que de esta manera, se podría adelantar mucho y aunque no se habían corregido algunos errores a tiempo era “preferible tardar un poco más de tiempo en corregirlos y no hacerlo inmediatamente, sin meditar sobre las posibilidades de que se cometa un nuevo error”.

Concluye en la intimidad de su relación con Comandante Fidel Castro Ruz expresando que: “Son críticas que hago amparado en la vieja amistad y en el aprecio, la admiración y lealtad sin límites que te profeso”. Con el humor que le era propio le dice: “No tengo mucha seguridad de que llegues a esta hoja porque ya han sido muchas”

Y para que no quedaran dudas respecto del espíritu de la carta finaliza exclamando “Patria o Muerte”

¿Contraofensiva en Ucrania?

 

¿Contraofensiva en Ucrania?


Por Sergio Rodríguez Gelfenstein/
Escritor, analista internacional/ADDHEE.ONG

El último día de abril de este año un reporte del diario londinense The Times que citaba funcionarios británicos afirmaba que, aunque las Fuerzas Armadas de Ucrania no estaban preparadas para la contraofensiva, no tenían otra elección que realizarla. Las fuentes agregaban que era poco probable que Ucrania consiguiera más que “modestas ganancias territoriales” al enfrentar a las fuerzas armadas rusas. Aseguraban que esto último era opinión de analistas de inteligencia estadounidense.

Unos días después, el 10 de mayo, el asesor del jefe de la Oficina presidencial ucraniana, Mijaíl Podoliak afirmó que el conflicto entre Rusia y Ucrania no es «una película de Hollywood» por lo que no había que esperar que la contraofensiva de Kiev fuera un punto de inflexión.” Esto no funciona así», dijo Podoliak. Según el funcionario, «no es cuestión de una semana o de un mes. Es una cuestión de muchos acontecimientos, porque uno puede tener más éxito [un día] y otro menos». Agregó que la contraofensiva puede no ser un acontecimiento único, sino una serie de acontecimientos prolongados en el tiempo: «No hay ningún escenario en el que podamos detenernos en medio», 

Al respecto, el ministro de Defensa de Ucrania, Olexii Reznikov manifestó al Washington Post que las expectativas de una contraofensiva ucraniana estaban sobreestimadas. Expresó que: “La mayoría de la gente está esperando algo grande, lo que puede llevar a una decepción emocional. Los socios occidentales me dijeron que ahora necesitan el próximo ejemplo de éxito, porque tenemos que mostrárselo a nuestros pueblos… Pero no puedo decirles cuál será la escala de este éxito. ¿Diez kilómetros, 30 kilómetros, 100 kilómetros, 200 kilómetros? Idealmente, la ofensiva debería cortar las líneas de retaguardia de las tropas rusas y reducir sus capacidades ofensivas”.

Al leer en conjunto todas estas declaraciones, da la impresión que se está preparando a la opinión pública para el fracaso de una acción iniciada bajo presión en el tiempo, dado que se había bautizado como “contraofensiva de primavera” por lo que debía comenzar pronto.

La reunión del G-7 en Hiroshima en mayo pasado, pareció influir en el pronto inicio de tal operación. Ahí se estableció que lo que se estaba librando en Ucrania era una confrontación entre democracias y autocracias. De ahí la importancia para Occidente de la muy mencionada contraofensiva. En realidad, responde más al interés occidental que al de Ucrania 

Se ha “vendido” que la contraofensiva terminará de desnivelar la guerra de forma definitiva a favor de Ucrania. El problema es que esta acción y su éxito dependían del colapso de la economía rusa que no le iba a permitir a Moscú responder exitosamente a la misma.

Se dijo también que la presión occidental iba a generar descontento en Rusia lo que produciría malestar en la ciudadanía y hasta la posibilidad de un golpe de Estado contra el presidente Putin

Así mismo, se ha insinuado con profusa insistencia que la llegada de los sistemas antiaéreos Patriot primero, los tanques Leopard, Abrams y Challenger después, así como los misiles de largo alcance Storm Shadow y los aviones F-16 ahora, serían decisivos para el desenlace del conflicto.

Nada de eso ha ocurrido

En días recientes, en los medios occidentales se ha comenzado a hablar del posible fracaso de la contraofensiva reflejando el temor de Occidente por las consecuencias que esto pudiera tener en sus ciudadanos. Incluso se ha dicho que, aunque no haya contraofensiva, ésta ya ha sido un éxito porque ha forzado a Rusia a fortificar gran parte del territorio, lo que ha obligado a erogar una gran cantidad de recursos que no estaban previstos. Una opinión que no resiste el más mínimo análisis serio.

El temor empieza a cundir en muchos sectores. Y las grietas son cada vez más visibles. Las preguntas que reflejan dudas e incertidumbre se hacen cada día más usuales. El triunfalismo de las campañas propagandísticas empieza a hacer aguas. Chocan las opiniones: los políticos reflejan deseos, los militares, realidades. No ha habido victorias que mostrar ni parece que pudiera haberlos en el mediano y largo plazo.

El fantasma de las elecciones en Estados Unidos se cierne sobre el gobierno ucraniano y sobre Europa. La posibilidad de un triunfo republicano que cierre o al menos disminuya considerablemente el chorro de la ayuda a Kiev exponen un temor no oculto en las capitales europeas. En todo caso la aprensión no emana del amor y la preocupación por los pueblos de Ucrania que están siendo utilizados como carne de cañón para defender los intereses occidentales, sino por el impacto que podría tener una probable victoria rusa en la contienda y el fracaso de Estados Unidos, la OTAN y Europa en la misma

Si la contraofensiva no funciona, se generará una marca en la conciencia de los ciudadanos europeos, sobre todo si el conflicto se prolonga en el tiempo y menguan las capacidades de los gobiernos para dar respuestas a las necesidades de las personas que comenzarán a preguntar hasta cuándo se seguirán utilizando sus impuestos para enviar armas a Ucrania, mientras que sus propios problemas no son atendidos. 

Después de muchos anuncios, la contraofensiva pareció haber comenzado el pasado domingo 4 de junio con una operación en cinco direcciones primero y en siete dos días después, produciéndose en total, en tres días de combate en todos los frentes, la pérdida por parte de Ucrania de hasta 3.715 soldados, 52 tanques, 207 vehículos blindados, 134 coches, cinco aviones y dos helicópteros, sin que Kiev pudiera lograr sus objetivos según el ministerio de defensa de Rusia.

Por su parte, fuentes abiertas contabilizaron la destrucción confirmada de 77 tanques, vehículos de combate de infantería vehículos blindados de transporte de personal ucranianos. En realidad, el número es claramente mayor, pero en este caso, solo se habla de pérdidas confirmadas.

Si nos atuviéramos a estas cifras -que no son exactas-a juzgar por la cantidad de equipos destruidos, las tropas ucranianas perdieron alrededor de 7-7.5 mil combatientes entre muertos y heridas en ocho días de ofensiva en los que han utilizado una inexplicable táctica de ataques frontales contra la bien establecida defensa rusa dislocada en un terreno que ha sido sólidamente preparado desde el punto de vista ingeniero. 

Hay que decir, que en estos primeros días, una parte significativa de los vehículos ucranianos fue alcanzada antes de acercarse a las posiciones rusas, lo que es el resultado de un minado denso y una buena interacción con la aviación y la artillería. En todo caso, el propio presidente Putin, ha alertado en el sentido de que Rusia no puede confiarse porque las formaciones ucranianas todavía tienen reservas significativas y aún no han dado el golpe principal 

Dos semanas después de iniciada la ofensiva de las Fuerzas Armadas de Ucrania ha quedado claro que su ejército no mostró tácticas originales ni lúcidas sobre el terreno, lo que los llevó perder la parte más activa (y móvil) de su vanguardia. 

Las grandes pérdidas tanto en personal como en equipo llevaron a que la planificación, basada en un rápido avance de 20-40 km, haya fracasado. Esto obligó al mando ucraniano a hacer ajustes: una de las tareas del plan de reserva en cada una de las direcciones parecer ser ahora, no ser un avance profundo en la línea defensiva de las Fuerzas Armadas de Rusia, sino la expansión de las cabezas de puente que logren obtener en el oeste y el este para poder trasladar reservas adicionales. Esto es lo que se ha comenzado a verificar a partir del 13-14 de junio, pero tampoco ha funcionado.

Ucrania ha mostrado incapacidad operativa para introducir sus reservas y eso, en una ofensiva, es fundamental. Se puede concluir que comienzan a pesar los grandes golpes que Rusia le ha asestado a su transporte y a su logística. Alrededor del 65% de los medios enviados a la ofensiva en los primeros días fue destruido o incapacitado. 

Por otro lado, Rusia ha evidenciado una nueva modalidad táctica que las fuerzas armadas ucranianas se han demorado en captar. El ejército ruso abandona pequeños poblados o caseríos a los que previamente le ha estudiado sus coordenadas con precisión. Los mismos han sido ocupados por Ucrania, que ha celebrado su captura con gran regocijo de sus mandos y el estruendo de los medios de comunicación acólitos que con rimbombantes titulares señalan “los primeros éxitos de la contraofensiva”.

Pero solo unas horas después, lo reducido del espacio capturado y la puntual preparación artillera, aérea y misilística previa, ha golpeado con extraordinaria precisión y contundencia a las sorprendidas fuerzas ucranianas que se han visto obligadas a abandonar los territorios “ocupados”. Lo insólito de esto, es que lo han repetido varias veces en el mismo lugar. Caso emblemático es el caserío de Piatijatki, donde Ucrania ha sufrido gigantescas e innecesarias bajas solo comprendidas por la torpeza de la dirección política que envía a sus jóvenes soldados a una muerte segura, solo para cumplir con las demandas de continuidad de la ofensiva ordenadas desde Washington, Bruselas, Londres y Berlín. 

La desesperación de la OTAN y la Unión Europea (UE) es patente. El domingo 11, la UE dijo en un comunicado que que va a acelerar la entrega de armamento a Kiev, aunque también ha admitido que la contienda todavía puede prolongarse por meses. 

El periódico neoyorkino Wall Street Journal llegó a decir que la “contraofensiva ha terminado” y que “las Fuerzas Armadas de Ucrania han sufrido enormes pérdidas” lo que ha obligado a los mandos a detener las operaciones para estudiar otras formas de romper las líneas rusas de defensa y resolver el problema que genera la inferioridad aérea.

Por su parte el New York Times anunció con alarma que: «Algunas de las tan publicitadas armas donadas por los aliados han quedado tan decrépitas que sólo se consideraron aptas para ser canibalizadas en busca de piezas de repuesto». En la misma línea, el 17 de junio, el Washington Post, después de entrevistar a expertos que no identifica, afirmó que era poco probable que Ucrania pueda hacer un rápido progreso en la contraofensiva.

Tarde han descubierto que Rusia fortificó sólidamente las probables zonas de ataque, transformándolas en verdaderos quebraderos de cabeza para los jefes militares ucranianos.  Vale decir que el Alto Mando ruso acertó exitosamente en la determinación de las direcciones principales de la ofensiva ucraniana, concentrando fuerzas y medios y eliminando el decisivo factor sorpresa que podría haber favorecido a Kiev. Eso permitió que Rusia destruyera, en los primeros días, una gran cantidad de armamento y equipos que ha hecho menos viable aún el éxito de tal acción al detener y/o a ralentizar la ofensiva que finalmente se ha realizado a través de los espacios donde Rusia ha concentrado lo mejor de sus fuerzas y medios, llevando a las fuerzas armadas ucranianas a un verdadero infierno de fuego, destrucción y muerte.

Habrá que esperar para ver qué va a hacer el atribulado mando ucraniano. En las condiciones actuales no sería extraño que fuera Rusia la que desate una ofensiva en el norte, obligando a Ucrania a redislocar sus reservas para hacer frente a tal acción, paralizando definitivamente su ofensiva. Si ello ocurre, será el principio del fin de tan mitológica y fantasiosa operación.

Lo subrayado es nuestro.