La otra carta del Comandante
Ernesto Guevara de la Serna al Comandante Fidel Castro
Ruz.
Sergio Rodríguez Gelfenstein
Escritor, analista internacional/ADDHEE.ONG:
Antes
de marcharse de Cuba, con fecha 26 de marzo de 1965 dirigió una larga carta (37
páginas) al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en la que le da a
conocer algunas de sus ideas en relación con la conducción del partido y el
Estado, en particular aquellas que refieren al manejo de la economía. Como él
mismo dice en la presentación del texto estaba imbuido de la intención de
exponer “una crítica constructiva” que podría servir para mejorar algunos
aspectos que según él presentaban problemas.
Esta
carta se publicó íntegramente por primera vez en el libro “Che Guevara. Epistolario
de un tiempo. Cartas 1947-1967”, editado por Ocean Sur en 2019. Según lo que se
explica en la presentación del libro: ”[Esta carta] junto a su discurso en Argel de 25 de febrero de
1965 y la carta al semanario Marcha de marzo de ese mismo año, constituyen una
tríada de documentos en el ejercicio de pensar [se] la Revolución: su
proyección exterior, el desarrollo ideológico y los problemas de la transición
socialista, así como los problemas prácticos a que se iba enfrentando la
experiencia cubana”
El Comandante
Ernesto Guevara de la Serna ordena su escrito en 4 aspectos: errores
en la política económica, el sistema de financiamiento presupuestario, la función
del partido y recomendaciones generales. Sería imposible recoger en un artículo
de estas características toda la importancia del contenido del texto y la
dimensión estratégica y de largo plazo que el mismo revela. Me limitaré a
presentar ciertos aspectos (muy pocos) que son -desde mi perspectiva- algunos
de los más notables a fin de exponer esta otra cara del esplendor y la
magnificencia de la obra y la vida del Comandante Ernesto Guevara de la Serna en
este nuevo aniversario de su
nacimiento.
Al hacer un análisis de algunos
de los errores que según su criterio de estaban cometiendo en la ejecución de la
acción gubernamental, considera que lo fundamental está dado por la “política
de bandazos” que tiene su origen en el “tratamiento superficial” y la
subjetividad en el manejo de la economía. El Comandante Ernesto Guevara de la
Serna recordaba que la economía tiene una serie de leyes que al ser violentadas,
producen nefastas consecuencias.
Según él había otros problemas menores,
que no obstante tenían gran incidencia en la economía como la “falta de
exigencia de la responsabilidad de los cuadros de dirección” que no son
vigilados y criticados cuando cometen errores para después ser removidos
violentamente. En este ámbito apunta también a las políticas de “gasto alegre”
que deben ser corregidas porque lesionan la economía.
Así mismo, alude a la falta de
conciencia de la necesidad de la organización como pilar del desarrollo dando
paso al “caos administrativo” que trae funestas repercusiones en materia de
solidez de las estructuras y en el manejo correcto de la política de cuadros.
Al respecto afirma que “… un cuadro bueno trabaja infinitamente mejor que un
cuadro mediocre o malo, pero también hay que tener en cuenta que por bueno que
sea el cuadro si el marco organizativo general se lo impide solamente podrá
rendir una tarea limitada”.
En
este punto, el Comandante Ernesto Guevara de la Serna critica que se hayan
copiado sistemas organizativos de otros países socialistas cuando ellos mismos
los han desechado para adoptar métodos mucho peores. Considera que era un error
establecer controles extremos que en las condiciones de Cuba, eran imposibles
de implementar.
Entendiendo
que debe existir un interés material, critica que surjan “los grandes
mariscales con salarios de grandes mariscales, los burócratas, las dachas y las
cortinitas en los automóviles de los jerarcas. Esa es la justificación, tal
vez, del interés material de los dirigentes, principio de la corrupción…”.
El Comandante
Ernesto Guevara de la Serna explica que la ley del valor no puede actuar con
plena libertad sobre el supuesto que todos los actores tienen la misma
posibilidad y funcionan por igual cuando en realidad, en tales condiciones,
algunos de ellos desaparecerían. Cree que el Estado debe garantizar una
serie de productos y precios a la población hasta que exista un sistema
equitativo, momento en el cual se deben hacer modificaciones para ir
abandonando la lógica del mercado como regulador único del sistema capitalista.
Expone
que la Unión Soviética (URSS) planteaba la competencia con Estados Unidos en
áreas que no significan la paralización del capitalismo. Por ejemplo el acero,
en el que la URSS tenía una mayor producción que Estados Unidos, pero éste, al insertarse
en formas de desarrollo capitalista que utiliza nuevas técnicas avanzadas, es
más productivo mientras que en la URSS se manifestaba una paralización del
desarrollo. Se pregunta “¿Qué sucede entonces? Simplemente que el acero no es
ya el factor fundamental para medir la eficiencia de un país, porque existe la
química, la automatización, los metales no ferrosos y además de eso hay que ver
la calidad de los aceros. Estados Unidos produce menos pero produce una gran
cantidad de acero de calidad muy superior. La técnica ha quedado relativamente
estancada, en la inmensa mayoría de los sectores económicos soviéticos. ¿Por
qué? Porque hubo que hacer un mecanismo y darle automaticidad, establecer las
leyes del juego donde el mercado no actúa ya con su implacabilidad capitalista,
pero los mecanismos que se idearon para reemplazarlos son mecanismos
fosilizados y allí empieza el desbarajuste tecnológico. Falta del ingrediente
de la competencia, que no ha sido sustituido, tras los brillantísimos éxitos
que obtienen las sociedades nuevas gracias al espíritu revolucionario de los
primeros momentos, la tecnología deja de ser el factor impulsor de la sociedad”.
El Comandante
Ernesto Guevara de la Serna explicaba que esto no ocurre en el área de la
defensa porque en ella no existe la rentabilidad como norma en la medida que es
una actividad al servicio de la sociedad, pero en el capitalismo, el aparato de
la producción está unido al de la defensa “ya que son las mismas compañías, son
negocios gemelos y todos los grandes adelantos obtenidos en la ciencia de la
guerra pasan inmediatamente a la tecnología de la paz y los bienes de consumo
dan saltos de calidad verdaderamente gigantescos. En la Unión Soviética nada de
eso pasa, son dos compartimentos estancos y el sistema de desarrollo científico
de la guerra sirve muy limitadamente para la paz”.
El Comandante
Ernesto Guevara de la Serna planteaba que, en lo posible, se debía ir a la
eliminación de las categorías capitalistas, pero se tenía que hacer con
eficacia. No obstante, consideraba necesario tomar algunos elementos del
capitalismo como sus “últimos adelantos administrativos y tecnológicos…”.
Con extraordinario
criterio didáctico exponía que: “Se nos puede decir que todas esas
pretensiones nuestras equivaldrían también a pretender tener aquí -porque los
Estados Unidos lo tienen- un Empire State y es lógico que nosotros no podemos
tener un Empire State , sin embargo, sí podemos tener muchos de los adelantos
que tienen los rascacielos estadounidensess y [las] técnicas de fabricación de
esos rascacielos aunque los hagamos más chiquitos. No podemos tener una General
Motors que tiene más empleados que todos los trabajadores del ministerio de
Industrias en su conjunto, pero sí podemos tener una organización, y, de hecho
la tenemos, similar a la General Motors. En este problema de la técnica de administración
va jugando la tecnología; tecnología y técnica de administración han ido
variando constantemente, unidas íntimamente a lo largo del proceso del
desarrollo del capitalismo, sin embargo, en el socialismo se han dividido como
dos aspectos diferentes del problema y uno de ellos se ha quedado totalmente
estático. Cuando se han dado cuenta de las groseras fallas técnicas en la
administración, buscan en las cercanías y descubren el capitalismo”.
Es
increíble, el Comandante Ernesto Guevara de la Serna se adelantó 13 años a Deng
Xiaoping y al partido comunista de China que en 1978 adoptó criterios similares
para llevar adelante la política de reforma y apertura que llevó a China a ser
hoy una gran potencia mundial.
Al
referirse al partido, en su carta a Comandante Fidel Castro Ruz, el Comandante
Ernesto Guevara de la Serna opina que debe ser un aparato que conjugue la doble
tarea de ser simultáneamente motor ideológico de la Revolución y su más
eficiente sistema de control. Decía que la primera misión implicaba que la
organización debía tomar las directrices del gobierno a fin de transformarlas
en “impulsos” para la ejecución del gobierno y la acción de los ciudadanos.
Cree que la segunda misión del partido se establece a partir de una
capacitación de los militantes y las estructuras de la organización política
para mostrarle al gobierno “la imagen de lo que realmente sucede en todo
aquello que no dependa de la estadística o del análisis económico, es decir, la
moral, la disciplina, los métodos de dirección, la opinión del pueblo…”. Cabe
destacar que al momento de redactar esta carta, aún no se había fundado el
partido comunista de Cuba. El Comandante Ernesto Guevara de la Serna estaba
dando algunas opiniones de lo que. -según su criterio- debería ser el quehacer
de la organización
En
cuanto a las recomendaciones generales se propone ser concreto. Expone que en
referencia a la política económica se debería crear un pequeño grupo de
personas para que se dediquen a estudiar la economía política del período que
se vivía, entendiendo que aun cuando no iban a resolver con facilidad los
problemas que se presentaban, ayudarían a establecer algunos puntos de vista
que coadyuvaran a definir las tareas más urgentes. De esta manera, surgiría una
idea sobre lo que se debía producir, lo que se debía importar, las inversiones
productivas que debían hacerse e incluso las inversiones improductivas. Todo
esto para responder a la pregunta de si todo ello se podía hacer con los
métodos que hasta el momento se usaban.
Lo
resumía diciendo que era imperativo “hacer un balance elemental de nuestras
necesidades y de nuestros deseos. Si fuera posible hacer una vez esto y ceñirse
a un plan de acción que no tendría que ser extremadamente minucioso, se podrían
llevar líneas internas de desarrollo a largo plazo”.
Proponía
que las líneas matrices deberían ser la inversión en la industria, en
particular en la más modernas, para tener una base mecánica sólida y una base
metalúrgica elemental resaltando ,que había que dedicarse a la “química del
petróleo, del azúcar, la química básica, incluidos fertilizantes en ella”.
Llamaba a “quimificar al máximo”, automatizar como única forma de competir y atender
al problema inquietante del mantenimiento preventivo.
Agregaba
que era imprescindible elaborar “una política educacional acorde con todo lo que
se quiere conseguir unida en todas sus partes, congruente en sus escalas y
congruente con lo que se busca” y finalizaba diciendo que se debía “seguir el
mismo principio en las Relaciones Exteriores”.
Consideraba
que de esta manera, se podría adelantar mucho y aunque no se habían corregido
algunos errores a tiempo era “preferible tardar un poco más de tiempo en
corregirlos y no hacerlo inmediatamente, sin meditar sobre las posibilidades de
que se cometa un nuevo error”.
Concluye
en la intimidad de su relación con Comandante Fidel Castro Ruz expresando que:
“Son críticas que hago amparado en la vieja amistad y en el aprecio, la
admiración y lealtad sin límites que te profeso”. Con el humor que le era
propio le dice: “No tengo mucha seguridad de que llegues a esta hoja porque ya han
sido muchas”
Y para
que no quedaran dudas respecto del espíritu de la carta finaliza exclamando “Patria
o Muerte”
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