domingo, 29 de agosto de 2021

"Afganistán: Radiografía de un fracaso"…

 


"Afganistán: Radiografía de un fracaso"…



Sergio Rodríguez Gelfenstein.

Escritor y analista internacional Addhee.ong


La semana pasada analizábamos las repercusiones geopolíticas que podría tener la derrota de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán. Por supuesto, es una situación en evolución que todavía no alcanza a mostrar su verdadera dimensión.  De ahí que parece justificado el protagonismo que el tema ha cobrado entre analistas y políticos, obviamente visto desde disimiles perspectivas. En esa medida, no deja de causar profundo estupor la superficialidad, banalidad y hasta ignorancia con que se refieren algunos de los líderes occidentales a la situación generada por su propia estulticia que se puede entender solo como expresión de su prepotencia imperial. Causa desasosiego constatar que la paz del mundo está en manos de esta cáfila de irresponsables. La “retirada” de Afganistán lo ha puesto en evidencia.

Al respecto, el presidente Joe Biden ha afirmado que Estados Unidos está llevando a cabo una de las mayores y más difíciles evacuaciones de la historia asegurando que es “el único país del mundo capaz de proyectar tanta fuerza en un lugar tan remoto”. Además de ser falso, Biden despliega toda su ignorancia en pos de construir un nuevo relato dirigido a incentivar el trabajo de los estudios de Hollywood. Lo más probable es que ya –al igual que en Vietnam- se estén proyectando centenares de películas en las que se mostrará la victoria estadounidense, el heroísmo de sus soldados y la genialidad de sus generales, hasta que surja un nuevo Oliver Stone y otro film como “Pelotón” desmienta y desmitifique tal falacia.

¿Sabrá Biden lo que ocurrió en Dunkerke a finales de mayo de 1940 donde tuvieron que ser retirados 330 mil soldados a Inglaterra? ¿Habrá conocido Biden lo que sucedió a mediados de octubre de 1941 cuando el gobierno soviético y parte importante de la población se vieron obligados a abandonar Moscú en el momento en que las tropas nazis estaban a solo 120 km. de la capital?

Estos dos hechos –que son los que me vienen ahora a la memoria- sí fueron “difíciles evacuaciones en la historia”, se hicieron bajo el ataque incesante y el acoso del ejército alemán, no tras un acuerdo, el apoyo y el visto bueno del “enemigo” que es lo que está aconteciendo ahora en Kabul. No es esa la razón del “desastre afgano”. Querer transformarlo en un hecho épico no es más que la muestra clara de otra faceta de la derrota, a tal punto que el propio Biden ha admitido que aunque el objetivo es organizar una evacuación segura, está consciente de los riesgos, aceptando además que no puede prometer "cuál será el resultado". ¿Cómo es posible que el presidente de la nación más poderosa del mundo que hizo un acuerdo para retirarse de Afganistán, no pueda prometer buenos resultados de tal hecho?

El propio ex presidente Trump, quien fue el “padre” de dicho acuerdo ha expresado que: "La fallida salida de Biden de Afganistán es la demostración más asombrosa de la más absoluta incompetencia por parte del líder de una nación, quizás de todos los tiempos”. Me cuesta coincidir en algo con Trump, pero no queda más que admitir que en este caso, tiene toda la razón.

A su vez, uno de los promotores y organizadores de la invasión de la OTAN al país centro asiático, el ex primer ministro británico Tony Blair, “sangrando por la herida” de su obra fallida ha calificado la retirada como un movimiento "trágico, peligroso e innecesario", asegurando que "no fue impulsada por una gran estrategia sino por la política". En una abierta y destemplada crítica a Biden, Blair incluso se permitió aseverar que las fuerzas se retiraron "en obediencia a un lema político imbécil sobre el fin de 'las guerras eternas'”, refiriéndose así a la denominación dada por Biden a la presencia de Estados Unidos en Asia Occidental. Blair opinó que la decisión de retirarse de la región afectará tanto al propio Afganistán como a Occidente.

A pesar de haber transcurrido solo un poco más de una semana de la ocupación de Kabul por los talibán, ya se comienzan a conocer los entresijos del fracaso. En este sentido, Yossi Melman, periodista especializado en temas de inteligencia y columnista del periódico israelí Haaretz ha opinado que la “lección importante que Israel debe extraer de esta situación es que la era de la implicación estadounidense en Oriente Medio está llegando a su fin”.

La opinión del comunicador sionista deja ver el impacto que la derrota estadounidense está teniendo entre sus aliados. El diario estadounidense The Hill publicado en Washington, ha hecho una nota el pasado 22 de agosto en la que hace mención a esta situación. Dice que la debacle en Afganistán “está provocando un efecto dominó de preocupación entre los aliados que dependen de Washington para su protección militar”. Tal secuela ha sido tema de debate urgente en altas esferas políticas, militares y de inteligencia en el propio Israel, en Taiwán, y en otros países como Corea del Sur, Japón, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, cuya estabilidad depende de la presencia de las fuerzas armadas de Estados Unidos.

La inquietud expresada por los aliados de Estados Unidos superó las fronteras nacionales y llegó a Washington, donde tanto el Consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, como el vocero del Departamento de Estado, Ned Price, se vieron obligados a dar pruebas de fe, asegurando que Estados Unidos va a cumplir los compromisos contraídos con sus socios en el mundo.

Los hechos de Afganistán dan cuenta de un fracaso que no solo se exterioriza en el terreno militar habida cuenta que los talibán no pudieron ser derrotados, también se manifiesta en el ámbito diplomático en el que Estados Unidos falló en informar a sus aliados acerca de los planes de retirada. En este sentido, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, manifestó que para la organización fue una “total sorpresa” la llegada al poder de los talibán. Sin ocultar su estupor el líder atlántico  dijo que: "La rapidez del colapso de los líderes políticos y militares afganos y de las Fuerzas Armadas no fue prevista” aseverando que ahora se hacía necesaria una evaluación para saber “qué salió mal, así como en qué tuvimos éxito". En otra manifestación insólita de descontrol e irresponsabilidad explicó que desconoce qué proporción de las armas de los países miembros de la organización quedó en manos de los talibán tras la salida de la alianza del país. Es decir, que hoy miles de millones de dólares gastados en armas se encuentran bajo control de fuerzas desconocidas pudiendo fácilmente llegar a las organizaciones terroristas que la OTAN decía combatir.

En otra manifestación de total ausencia de una supervisión que hubiera evitado el caos y la anarquía que hoy impera en Kabul, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, ha declarado que es "imposible" para Estados Unidos y sus aliados europeos evacuar a su personal y familias afganas de Kabul antes del 31 de agosto, culpando a las tropas estadounidenses en el aeropuerto de la ciudad de obstaculizar las tareas de evacuación.

Esta situación ha creado una nueva zozobra al ya ineficiente operativo estadounidense que ha recibido como un balde de agua fría la declaración del mando talibán que ha asegurado que no habrá extensión del período de evacuación que vence el 31 de agosto. En un hecho que podría resultar risible sino estuvieran en juego la vida de miles de inocentes, incluyendo mujeres, ancianos y niños, Bruselas se ha quejado a Estados Unidos de que su seguridad en el aeropuerto de Kabul era demasiado estricta y obstaculizaba el ingreso de afganos que trabajaban para los europeos. “Les hemos pedido que fueran más flexibles" agregó un balbuceante Borrell en una manifestación típica de su talante cuando se dirige a Washington.

El fracaso de Estados Unidos también se manifiesta en el terreno del trabajo de las agencias de inteligencia, aunque no se sabe a ciencia cierta en cuál de los tres errores habituales incurrió el gobierno estadounidense en este ámbito: si aplicaron la política de falsos positivos, es decir se elaboraron informes imaginarios para que los jefes “fueran felices” a cambio de ascensos, premios y prebendas; si los informes eran errados porque no sabían realmente lo que estaba ocurriendo en el terreno o, si eran correctos pero fueron desestimados por los decisores. En cualquiera de los tres casos, la labor de estos entes que cuentan con presupuestos multimillonarios ha concluido en un fiasco gigantesco.

Finalmente, es un fracaso en el terreno de la confianza. Está visto que Estados Unidos está dispuesto a aceptar cualquier hecho, por muy aberrante que sea, siempre que apunte al sostenimiento de sus objetivos de seguridad nacional. En este ámbito se hicieron de la vista gorda ante once informes del inspector general para la reconstrucción de Afganistán (Sigar, por sus siglas en inglés), una figura creada en 2008 por el Congreso, que ha venido a comprobar que las crecientes inyecciones de fondos en el país centro asiático cayeron en saco roto. Así mismo, veinte documentos desclasificados fueron publicados el pasado viernes 20 de agosto por el Archivo de Seguridad Nacional, una ONG ligada a la Universidad George Washington, donde se revela cómo las fuentes en el terreno contradecían de forma permanente el optimismo que transmitía el Pentágono en sus informes.

Hoy, cuando han tomado nota de la desaparición irreversible de miles de personas, afganas y extranjeras y se han gastado 2,2 billones de dólares, que en el contexto pareciera una inversión a fondo perdido, se rasgan las vestiduras, a pesar que la corrupción creciente en el país centro asiático había sido denunciada en 2019 por John F. Sopko, el inspector general designado por Barack Obama en 2012.

Pero las susceptibilidades en torno a la capacidad de liderazgo de Estados Unidos también se hizo patente de forma brutal, tras una declaración del mismo Consejero de Seguridad Nacional cuando trató de explicar que Washington tardó con la evacuación de Kabul –luego de que los talibanes tomaran el control de la capital– por miedo a desencadenar "una completa crisis de confianza" en las autoridades del anterior gobierno de Afganistán, lo cual sin embargo, no pudo evitar el colapso. Es decir que ya ocupado Kabul por los talibán, ya huido el presidente Ghani, Estados Unidos todavía pensaba que el gobierno títere era salvable: un error de cálculo de dimensiones colosales que expone la incapacidad de un aparato altamente tecnificado, dotado de grandes recursos financieros, pero ineficiente en magnitud superlativa.

LO SUBRAYADO/INTERPOLADO ES NUESTRO

En el mes de la “Patria” se profundiza el saqueo del cobre, ahora con el litio: “Durante muchos años las empresas mineras no han pagado ni un solo peso en impuestos”, según el economista/abogado Julián Alcayaga Olivares

 


En el mes de la “Patria” se profundiza el saqueo del cobre, ahora con el litio: “Durante muchos años las empresas mineras no han pagado ni un solo peso en impuestos”, según el economista/abogado Julián Alcayaga Olivares

El Soberano conversó con el defensor de la renacionalización del cobre, Julián Alcayaga Olivares, sobre la actual votación del royalty minero que se está llevando en el parlamento. Según sus argumentos, las empresas no han estado pagando un solo peso de impuesto a la renta, incluso su tributación es del 5% del valor de los minerales que se han llevado de Chile.

El senado postergó por dos semanas más la votación del royalty minero, proyecto que agregaría un impuesto del 3% a las ventas del cobre y litio. El Soberano conversó con el economista, abogado, contador y defensor de la renacionalización del cobre, Julián Alcayaga Olivares, quien explicó que los fundamentos de la legitimidad de este royalty se basan en que el Estado es siempre el dueño de las minas.

“En efecto, el Estado dueño del subsuelo, fue la solución legal y económica que encontró el derecho romano para que se pudieran explotar las minas, ya que en el Imperio Romano ya existía la propiedad privada de la tierra, que establecía que el propietario del terreno superficial, lo era también del subsuelo y de todo lo que estuviera encima hasta el cielo”, señaló el abogado y economista.

Sostuvo además que la propiedad constitucional y legal del Estado sobre todas las minas, es el fundamento de fondo que le da legitimidad al cobro del royalty. Por otro lado sostiene que actualmente las empresas mineras se apropian de esos minerales sin pagar el correspondiente derecho al propietario de la mina, el Estado, sin “satisfacer el interés público que justifica su otorgamiento”, lo que establece el inciso 7° del artículo 19 N° 24 de la Constitución.

“Las empresas mineras podrían argumentar que ya pagan importantes tributos por explotar los yacimientos que el Estado les ha entregado en concesión de explotación. Pero precisamente ese es el problema, según informes del Servicio de Impuesto Internos (S.I.I.), durante muchos años estas empresas no han pagado absolutamente un solo peso de impuesto a la renta, y en total, su tributación es solamente alrededor de 5% del valor de los minerales que se han llevado de Chile”

Para Alcayaga Olivares la solución está en aplicar el impuesto a la renta en base a la Renta Presunta. Sin embargo, esta base se aplicaría solo al cobre refinado, pero si se trata de concentrados, debe aumentar a lo menos en 50%, para incentivar a estas empresas a fundir y refinar el cobre en Chile.


Simona Paranhos/ El soberano

Lo subrayado/ interpolado es nuestro





jueves, 26 de agosto de 2021

“DE LA REVOLUCION FRANCESA AL NUEVO ORDEN MUNDIAL DEL SISTEMA CAPITALISTA SALVAJE”

 

“DE LA REVOLUCION FRANCESA AL NUEVO ORDEN MUNDIAL DEL SISTEMA CAPITALISTA SALVAJE”

La Revolución Francesa fue saludada por el género Humano y en especial por los genios de la Ilustración del siglo XVIII, en Europa, el Professor Georg Hegel afirmó: “ Por primera vez la persona  se basa en su cabeza, es decir, en el pensamiento,  y construye la realidad de acuerdo con ello, una gloriosa aurora”…

El más grande genio musical que ha dado la Humanidad Ludwig Van Beethoven, el Dr. W. Goethe, el Dr. Karl Marx, el Dr. I. Kant, se suman a tan grandioso acontecimiento. ¿Cuál fue la causa de la protesta popular, del Movimiento Social francés?. Fue la enfermedad, el cáncer denominado “la cuestión social” que en buena hora terminó con el sistema monárquico feudal francés. L cuestión social concierne a la oportuna regulación del trabajo y de las condiciones de los trabajadores, y puede definirse como el conjunto de males que ayer y hoy afectan a la Clase Trabajadora manual e intelectual respecto al trabajo y a la marginación, explotación y enajenación en que sobrevive.  Para la oligarquía reinante el 1% dueña de la celestina universal, hasta  nuestros días, la cuestión social, el caos existente, no existe, sino en e cerebro exaltado de algunos alborotadores.

¿Que nos queda de la causa noble y justa de la Revolución Francesa, de la libertad, la igualdad y la fraternidad ¿

Una libertad, una democracia, y una justicia  en la medida de lo posible, con una cuestión social sin resolver hasta nuestros días. Rechazo la libertad, la democracia y la justicia en la medida de lo posible, porque no existe el ser humano en la medida de lo posible, valga la redundancia.

En el contexto de la discusión bizantina, en el proceso revolucionario francés por darse una nueva constitución en el marco  de una asamblea legislativa constituyente, los genios pensantes Rosseau , Robespierre, Danton, Marat, etc., caen luchando por la causa prometeica – “el ser humano elevándose de la vida finita a la vida infinita” -, y para desgracia de la Humanidad aparece en la escena política  la clase burguesa liberal/clase media que administrará los intereses  de la oligarquía sibarita reinante, dueña de la tierra, de los bancos, de las industrias, etc., es decir, del poder económico y político: ¡Viva la libertad, viva el liberalismo! Dejar hacer, dejar pasar. ¿por el progreso?   

El liberalismo económico niega la cuestión social, impone por orden de su patrón oligarca reinante el 1% de la humanidad, la propiedad privada que propugna el derecho del propietario para usar y abusar de ella a su antojo. El trabajo es una mercancía sometida a la ley de la oferta y la demanda. Es enemigo de la estatización y de la legislación social. Contrario a las huelgas.

La historia de la Humanidad  es la historia de la lucha de clases. Los ricos  dueños de la celestina universal, el 1% dominan, explotan y enajenan a la mayoría de las gentes y las condenan a la servidumbre. La libertad de los ricos sibaritas / de la oligarquía empresarial agrícola y citadina depende del mantenimiento de sus privilegios y del hambre, la explotación y la enajenación de la mayoría del genero humano.

El proceso de la Revolución Francesa afianzó a la burguesía liberal/ clase media bajo el acecho/ control de su patrón la oligarquía imperante expresada en su decisión de tutelar y explotar  y enajenar al genero humano. Aplica en lo económico el programa individualístico y atomístico. Desapareciendo todo vestigio de la concepción orgánica de la vida social. Desaparecen las instituciones educacionales, de artes y oficios, reemplazadas por otras decadentes y degeneradas. El 4 de agosto de 1789, la Revolución Francesa confirmó el Edicto y el Decreto del 14 de julio de 1791, de la Asamblea constituyente. El edicto de marras de Robert Turgot abolió las corporaciones educacionales antes citadas y en nombre  del individualismo a ultranza, prohibió el establecimiento de cualquiera asociación de trabajadores. Los ciudadanos en el artículo 2, en nombre de pretendidos intereses comunes no podrán organizarse. A la idea de la organización de la vida social, la Revolución Francesa opuso un programa individualístico burgués liberal en el cual profundizó la cuestión social, en vez de  solucionarla.

¿Por qué la burguesía liberal con sus caminos intermedios/ atajos sin salidas, socialdemócrata y socialcristiano, han administrado los intereses de la oligarquía reinante?, por oportunismo, pragmatismo contemporizador, en resumen, porque son incapaces de darse un proyecto de sociedad  a escala humana con irrestricto respeto por la dignidad, los derechos del ser humano y del entorno ecológico para la Humanidad. Su concepto liberal de la libertad  tiene un límite, que  desconoce  el bien común. Concluyo que la Revolución Francesa dio libertad política a sus descendientes, más no supo darles esa libertad que es la base de la dignidad. La oligarquía empresarial agrícola/ citadina, odia al proletariado y a la burguesía politicastra /castrense su testaferra la odia también,  por rastrera, su poder económico es producto de la rapiña, de las guerras, del hambre de la miseria del género humano.

Permítanme una precisión, yo soy anticapitalista y antiimperialista, no porque soy enemigo personal de algún industrial o empresario ¡No! Yo soy enemigo del sistema capitalista salvaje  moribundo, cuyo origen estuvo y está , como ya lo dije, en la rapiña, las malditas guerras, el hambre, la miseria, la explotación del hombre por el hombre, en el contexto de su desvergonzado maquiavelismo, su fría avaricia y su profunda inmoralidad  con su criminal objetivo de transmutar a la persona humana en un guarismo orwelliano, después de un  brutal proceso de masificación y enajenación a través de la indigencia educacional/ cultural y los medios mediáticos de (in) comunicación globalizados. “La inteligencia es limitada”, la estupidez del consumo de la telebasura e internet no tiene límites. Los que no naufragan por la educación malsana elitista, un bien de consumo por y para el lucro, encallan en el trabajo rutinario embrutecedor. Concluyo con la genial reflexión del Dr. Karl Marx: “El capitalismo llegó al mundo sudando sangre”. Matamos cuando cerramos los ojos ante las malditas guerras, la miseria, la pobreza, las pandemias y la infamia, la mentira y la hipocresía. Matamos cuando por comodidad, oportunismo contemplamos muchas instituciones muertas en el sistema capitalista salvaje agonizante, sin rechazarlas de plano. etc. Y las aprobamos hipócritamente, en lugar de denunciarlas y rechazarlas de plano: ONU, OEA, FMI, Banco Mundial, Otan. Comunidad Europea, etc.  De igual modo que para el socialismo/marxista la propiedad privada es un robo, para un cristiano consecuente con el evangelio de Cristo y la Teología de la Liberación toda falta de reconocimiento de lo que es la vida, todo desprecio no es otra cosa que matar.  No solo se mata el presente, sino también el futuro.

Yo soy un convencido que nada emancipa más que la educación formadora, libertadora, de calidad y gratuita. Cuando la persona  comienza a pensar y a luchar  en el marco de la ley humana, es imposible detenerla. Asumirá con la Dra. Rosa Luxemburgo que para zanjar el dilema, aun no resuelto: “Socialismo marxista o barbarie capitalista”, no hay caminos intermedios ni atajos oportunistas de los epígonos del sistema capitalista salvaje, para terminar con la desgracia de ésta tiranía capitalista la más despótica, perversa, desalmada e inmoral, y alcanzar la felicidad del género humano.

Ha sonado la hora  del sistema capitalista salvaje moribundo. El producto del trabajo del trabajador manual e intelectual. Nadie podrá  apropiarse del plusvalor. Nadie explotara al trabajador. La cuestión social se habrá resuelto. Las clases sociales quedan abolidas. Comienza la nueva sociedad socialista/ marxista a escala humana con irrestricto respeto por la dignidad, los derechos del ser humano y el entorno ecológico, entonces aparecerá el sol del porvenir con dos períodos,  en el primero, a cada ciudadano, según su trabajo, y en el segundo periodo, según sus necesidades. No lo digo yo, lo afirmó el genio universal, el  Dr. Karl Marx….

El Dr. Marx científicamente demostró que el capitalismo salvaje prioriza la  apropiación privada del producto social que lo llevará en el transcurso del tiempo a encadenar y frenar el desarrollo de las fuerzas productivas. La aguda y creciente contradicción entre el trabajo creador y el capital desembocará finalmente en una transformación revolucionaria de la sociedad. La revolución socialista/marxista priorizará las educación/libertaria, pública, de calidad y gratuita del ciudadano, que  permitirá instaurar las nuevas  relaciones de producción, en lugar de las capitalistas, bajo las cuales el desarrollo de las fuerzas productivas, libre de sus cadenas, experimentará un  gigantesco crecimiento al servicio del bienestar de toda la Humanidad….

Con esperanza y memoria asumo la genial reflexión del escritor Miguel de Cervantes y Saavedra, “ cuando la ignorancia y la prepotencia de los dueños de la celestina universal pretenden convertirlas en derecho, la idea , el desafío de cambiar el mundo, no es una locura, ni una utopía, sino  justicia plena ….”

Prof. Hugo Moreno Peralta /IWA

Secretario Ejecutivo Addhee. Ong

OMS/ONU suspende la tercera vacuna/refuerzo por dos meses su aplicación en Estados Unidos, Canadá y el mundo. ¿Por qué en Chile se la sigue aplicando? ¿Por priorizar el negocio?

 

OMS/ONU suspende la tercera vacuna/refuerzo por dos meses su aplicación en Estados Unidos, Canadá y el mundo. ¿Por qué en Chile se la sigue aplicando? ¿Por priorizar el negocio?

Señores médicos: en el marco de su juramento hipocrático ¡hagan algo!

Dra. Iskia Siches Pastén Presidenta del Colegio Médico de Chile 

Dr. Luis Ravanal 

Dr. Julian Aceitero Gómez / España

Dr. Guillermo Correa Camiruaga 

Dr. Víctor Barberis Yori

Dr. J.L. Castro

Con cordiales saludos. 

Prof. Moreno Peralta/IWA
Secretario Ejecutivo Addhee. Ong

LOS DESAFIOS DEL HUMANISMO.

LOS DESAFIOS DEL HUMANISMO.

De cómo controlar la conducta humana.

Por MARIANO SIERRA S.

Jurisconsulto, escritor y analista internacional/Addhee. Ong:

Estamos viviendo los momentos más cruciales del humanismo. Su figura y trascendencia viene en descenso y a ello han contribuido las ideologías, las creencias y el conformar político y sus poderes. No olvidemos que el hombre es plenamente humano y plenamente divino y en ambas direcciones debemos rescatarlo. La violación de los derechos humanos lo acorralan en la órbita del hacerlo perder su grandeza y reemplazo por unos dioses efímeros que no tienen la universalidad propia al carecer de principios y de identidad.

Con razón saberes culmen nos dicen de la decadencia que está sacudiendo a la humanidad y una apasionada defensa de los valores humanos y democráticos aviva la trascendencia humanista bajo la propia revolución del pueblo, que busca desconocer las atávicas ideologías y las vetustas partidistas que de por si se encuentran en el desarraigo, al igual que sus líderes anquilosados que desde siempre han estado en deuda con la sociedad. El humanismo se lleva y se llena de una conciencia clara para lograr sus propósitos. Emerson avala este sentir diciéndonos que... Permitidme elevarme sobre mi destino y que mi trabajo descienda sobre todo el mundo......

El humanismo hace social al hombre, lo vuelve político público para atender los objetivos sociales depositando en los gobernantes la representación del pueblo, Sopena también de despojarle la representación por incumplimiento. Salvar el humanismo es humanizarnos mediante procesos proclives coherentes y permanentes. Replantear las formas de vida injusta que llevamos, es superar paradigmas, empezando por lo que determina nuestra existencia. El humanismo actúa como una forma de gobierno por encima de ideologías y partidos, no divide, acoge a la universalidad humana, rompe esquemas, genera unidad de pueblo, desechando todo poder inútil, toda corrupción y terrorismo que camufle miedo y terror contra el hombre y la naturaleza.

Todo país que impida el desarrollo de una nación por cualquier medio de bloqueo, viola el elemental sentido de existencia.... El humanismo. Quienes actúen con pasiones de censura están sometidos a los juicios más severos y deben recibir el mayor rechazo social y político y la más dura condena. El humanismo trasciende las fronteras ideológicas, comprendiendo al hombre no en abstracto, ni en ficción y bajo estas premisas, el humanismo libera, emancipa. Ello es posible según la praxis sobre la que el hombre se represente para ser y para los demás, sin exclusión, ya que es la dignidad de las personas con todos sus saberes y sus formas de pensar crítica y libre lo que está en juego.

El humanismo, arcano que emancipa, que rompe las cadenas de todo determinismo social, de lo que burocratiza sometiendo al hombre. Son muchas las pasiones que incomodan al humanismo, como decir que el hombre hace su propia historia llena de emociones y todo ello evoluciona engrandeciendo al ser en su sentido de vida, en el trabajo que lo relaciona con el otro y la naturaleza con el ejercicio productivo de bienes para el bienestar social. El humanismo tiene la misión social de hacer cambios en la sociedad. Al margen el sociólogo Edgar Morín dice que…El conocimiento de la historia debe servirnos para conocer el carácter del destino humano y para abrirnos a la incertidumbre de nuestro mundo y esperar lo inesperado….

Los que estamos en el cosmos y per se inmersos en el entorno humanista, giramos con torpeza, con ceguera, explorando como asfixiamos la verdad y toda relación interpersonal como lo hace el gobernante, el político, el ciudadano del común. No podemos actuar con engaños ni ironías. El humanismo escuela de la verdad y la justicia nos enseña a relacionarnos contra todas las estructuras que crea desigualdades, maquinando lo humano. El humanismo no se lleva ni se piensa, no se hace en abstracto, lo tomamos en concreto para todos en la conciencia que abroga revolución.

Alguien decía que el humanismo lo debemos tomar en concreto como realidad social y política en todas las esferas donde el hombre hace historia... Recorre el mundo un anti humanismo que corrompe los poderes, las conductas humanas, los partidos políticos y los movimientos sociales que afectan el curso justo del contrato social, siendo ese anti humanismo una fuerza populista, neoliberal, globalizadora que devasta las raíces sociales y los nobles sentimientos del pueblo.

El humanismo atributo del espíritu que, sin ser material, lo materializamos para dar consistencia y solidez a nuestros actos en el espacio y el tiempo del devenir, nunca pierde los espacios en la sociedad y en los diferentes regímenes aun en medio de las crisis, los caos y las tormentas políticas. Que como acción genera transformaciones que subsumen los vacíos de toda conducta reconociendo al semejante por su esencia saliendo a su encuentro con solidaridad y el conocimiento pleno de los saberes que se suscriben a la problemática global sin ejercer poder ni dominio.

La humanística universal dentro del plano bio es creación de ser en la libertad de una mitológica plana de sucesos de alternancia para pensar. Algunos filósofos nos dicen que actuar en política para el humanismo se hará sin necesidad de incursionar en ideologías, sino que se hace política cuando se piensa en controlar la vida, los actos sin autoritarismos o posturas de orden fascista. La acción se lleva bajo principios éticos, en un hacer libre de la persona en medio de brechas que van y vienen para construir armonía.

En búsqueda de la esperanza perdida o talvez dispersa por las crisis de la no violencia, se levanta la voz ávida de la revolución transformadora. Gandhi nos enseñó con sus luchas no violentas que la humanidad necesita más democracia, más dialogo, menos odios, que el mundo debe estar abierto para todas las posturas ideológicas....

La dimensión cósmica del humanismo trascienda en el tiempo y el espacio desde siempre y por ello no podemos desconocedor su existencia en los evangelios bajo los principios de servir y amar al prójimo, principios que encierran justicia, buen gobierno y bien común bajo el amparo de lo plenamente divino y lo plenamente humano. Pero trascendiendo el tiempo figuras como Marx también dejo claridad, valor y sentido consignando que ...Nada humano me es ajeno…

El amor une mientas el humanismo concientiza. La ética humanista se perfila para avisarnos que la sociedad está enferma social, política, espiritual y mentalmente conviviendo con regímenes capitalistas, autoritarios, dictaduras, en medio democracias fragmentadas. Ante este escenario de horror por los poderes dominantes, sociedades se levantan en lucha sistémica contra esos dioses del mal. Este accionar nos llevara al encuentro de nuevas posturas humanas para un fin radical de las gobernanzas nefastas, violatorias de la existencia humana.

. Es tal las crisis humanistas, que vivimos en un exilio esperando con resistencia la extradición para retornar a una libertad sin rejas La emancipación hunde sus raíces en la transformación hacia la unidad del pueblo, único dueño del poder, poder de memoria histórica. José Saramago nos dejó una lección…. que debemos abrirnos a nuestra responsabilidad de actuar y pensar…. Nietzsche responde con agudeza señalando... El hombre es algo que debe ser superado...

No podemos llegar a un ciborg para mejorar al ser humanista. Mas bien el devenir es llegar a un ser que va a cerrar brechas sin sentido. El mundo de hoy está olvidando al otro, por lo que se exige una superación de la existencia, de la comprensión, del entendimiento y de la razón de ser para ser. A esta superación se deben unir todas las gobernanzas para que su gestión pública rechace el mal social y político que nos está llevando a una guerra sin cuartel, donde la paz se hace trizas por quienes con sus antagonismos expresan negación de la naturaleza humana.

El que se rebela reclama razones de existir liberado de las asfixias propias de los dominios humanos que amenazan toda supervivencia, que impiden el bien común, que atropellan con sus actos a los demás, que desintegran identidad y dignidad, que se pronuncian con odio, retórica y orgullo altanero desconociendo las reglas propias de la ley humana y de la naturaleza. Las tiranías entre más perfeccionan sus personalidades de gobierno y su campo del actuar en sociedad, más acercan a la comunidad, la unidad revolucionaria, dentro de una postura democrática con rebeldía de causa.

El humanismo personifica la verdad y la justicia dentro de todo devenir histórico cuya causa y esencia sea el hombre justo, viviendo en el espíritu de la evolución, de la política honesta, que hace vibrar el silencio de la paz y la acción de la palabra en las conciencias históricas que dan altura a la dignidad social de los vulnerables donde crece la potencia de la resistencia que transforma los ideales de la esperanza para proyectar calidad de vida personal y colectiva.

El humanismo es un aviso permanente en evolución que nos dice que todo debe cambiar. Nada del antiguo régimen, solo la esperanza de lo que queremos para el bien. Fantasmagóricas presencias agreden al hombre quien hace tránsito por la historia y en esa medida crea horizontes de libertad. La dictadura de la paz teje el poder del pueblo polisémico y con los humanismos se convierten en el eje central, diáfano porvenir que sacude las arbitrariedades de los poderes infecundos en descenso. Voces democráticas nos dicen como María Zambrano gran humanista, que la ignorancia es la falta de algo, de un conocimiento y de ser. Para María Zambrano la vida es hurgar en la naturaleza humana. Zambrano también señala que en la universalidad humanista ...La acción de la persona es acción y de allí cumple su fin...

Los vulnerables sometidos a la explotación y la naturaleza sometida al crimen climático y otros invisibles que sufren el imperio de un racismo con violencia y de ataques a sus etnias, viven migrando con persecuciones violentas estructurales. Por ello debemos conectarnos todos los pueblos para construir un nuevo mundo que sea posible, aun en la utopía de la realidad. Y este construir solo es viable bajo los saberes humanistas de la sociedad, sociedad que dialoga consigo mismo y en esa meditación tiene como respuesta que no se puede creer en los gobernantes y los políticos pues tiene el resultado de más de 200 años de republica donde acuerdos, programas electorales, gestiones de gobierno, y tantas otras retoricas estatales, han sido la mayor frustración, el mayor engaño al contrato social.

El proceder de la sociedad no es otro que el rechazo rotundo a la carta de representación que le ha entregado a quienes han buscado su decisión, pues esos bufones de la política haciendo eco del populismo siempre han matado las ilusiones de un pueblo. Ese populismo no es la representación de la democracia. El populismo es un despliegue de oportunistas difícil de definir por sus posturas engañosas para lograr el poder. El pueblo es el espíritu de una comunidad que tiene la fuerza que puede transformar de raíz la democracia, que tiene la fuerza para destronar cualquier régimen que le afecte, con la racionalidad propia para decidir en conciencia y destruir la irracional posturas de políticos y gobernantes.  Bobbio nos recuerda que para un nuevo tipo de gobierno representativo el ideal es estar en transformación como estado natural. Y este nuevo tipo, está en el poder del pueblo.

La lucha humanista es para defender La dignidad y el bien común. Transformando entre otros la economía desigual Por una economía social. La vida debe ser humana buscando una justicia real, una paz duradera y una libertad que enfrente todo esclavismo. Esta lucha la hará el pueblo para que la historia sea para la vida no para la muerte, para que la vida humana sea rebelde con causa y esfuerzo a fin de renacer la esperanza por la vida.

MARIANO SIERRA S.

Jurisconsulto, escritor y analista internacional/Addhee. Ong:

sábado, 21 de agosto de 2021

Repercusiones regionales y globales de la derrota de Estados Unidos en Afganistán.

 


Repercusiones regionales y globales de la derrota de Estados Unidos en Afganistán.


Sergio Rodríguez Gelfenstein.
Escritor y analista internacional. Adhee.Ong


La llegada al poder de los talibán en Afganistán, no solo marca la derrota de Estados Unidos en la guerra más larga de su historia, más importante aún es que pone formal colofón al intento estadounidense de implantar un sistema internacional unipolar tras los atentados terroristas en ese país el 11 de septiembre de 2001.

Este hecho motivó que la administración estadounidense declarara la guerra al terrorismo y a todos los países que protegieran a terroristas, en lo que  denominó “Operación Libertad Duradera”, señalando a Osama Bin Laden como el principal sospechoso de los ataques y al gobierno talibán de Afganistán, como su protector. Tal decisión estableció el riesgo de que la agresión de Estados Unidos pudiera extenderse (como efectivamente ocurrió) a otros países de Asia Central, Asia Occidental e incluso el norte de África utilizando el subterfugio del “terrorismo islámico” como instrumento.

Tal decisión condujo a trascendentes cambios en el sistema internacional. En el trasfondo, Washington trataba de definir a su favor la disyuntiva entre un mundo multipolar y uno unipolar que se resolvió a favor de este último. Estados Unidos emergió como única potencia mundial con el apoyo de todos para luchar contra el nuevo "comunismo" ahora denominado "terrorismo". Las declaraciones de Bush del 11 y 12 de septiembre de 2001 y sobre todo la del día 20 de septiembre de ese año son -al igual que la Declaración Monroe y el Destino Manifiesto del siglo XIX y las 14 medidas de Wilson en el XX- el elemento ordenador y de principios de la política exterior de Estados Unidos para el siglo actual.

Lo que podríamos denominar Doctrina Bush de política exterior de Estados Unidos se caracterizó entre otras cosas por las siguientes definiciones: La utilización de cualquier arma de guerra que sea necesaria; la prolongación en el tiempo de las operaciones militares; la obligación de los países de asumir una postura ante la decisión de Estados Unidos que no dejaba espacios a posiciones alternativas: “Cualquier nación, en cualquier lugar, tiene ahora que tomar una decisión: o están con nosotros o están con el terrorismo” dijo Bush. Era la definición de un mundo falsamente bipolar. Los nuevos polos serían Estados Unidos y el terrorismo. Ante la imposibilidad de estar con el terrorismo lo que hizo fue imponer por primera vez en la historia un mundo unipolar. 

Así mismo, la Doctrina Bush se caracterizó por la exacerbación de sentimientos nacionalistas y militaristas y por el involucramiento de todos los países y pueblos en el conflicto al afirmar que:”Esta es una lucha de todo el mundo, esta es una lucha de la civilización”. Igualmente, había que aceptar que, en el marco de un mundo unipolar Estados Unidos era el líder indiscutible: “Los logros de nuestros tiempos y la esperanza de todos los tiempos dependen de nosotros” dijo Bush. Finalmente, la necesaria inspiración divina encarnada también por Estados Unidos: “No sabemos cuál va a ser el derrotero de este conflicto, pero sí cuál va a ser el desenlace [...] Y sabemos que Dios no es neutral”.

Este nuevo paradigma hizo que la agenda política internacional sufriera un cambio radical puesto que la atención de las naciones se centró primero en las manifestaciones de apoyo y solidaridad con el gobierno estadounidense y en secundar su propuesta de conformar una coalición para enfrentar al terrorismo; sin embargo, a posteriori la atención giró en torno a la seguridad nacional.

Esto es lo que se ha desvanecido abruptamente el pasado 15 de agosto cuando los talibán entraron en Kabul. Mucho se podría hablar de lo que ha ocurrido en los últimos 20 años, ríos de tinta se han vertido buscando explicación a los hechos vertiginosos que comenzaron el 6 de agosto con la captura de la ciudad de Zaranj, capital de la provincia de Nimroz en el suroeste del país, junto a la frontera con Irán, primera capital provincial que los talibán ocuparon en su indetenible marcha hacia Kabul, conquistada el domingo ante el estupor de las fuerzas de ocupación y los gobiernos occidentales.

De alguna manera, la victoria talibán, también es un duro golpe a la doctrina de pivote asiático de Obama quien en 2011 declaró que Estados Unidos sería una potencia en los océanos Índico y Pacífico a partir de lo cual ha hecho gigantescos esfuerzos – sin mucho éxito- para construir un bloque de países asiáticos contra China.

Han pasado muy pocos días para intentar hacer un trazado cierto de los escenarios que pudieran sobrevenir en Afganistán en sus futuros inmediato y ulterior. En gran medida, dependerá del comportamiento de la dirigencia talibán en el sentido de dar pruebas o no de un cambio respecto de su actuar cuando fueron gobierno entre 1996 y 2001.  Aunque resulte paradójico, es más viable evaluar el impacto de los hechos ocurridos en una perspectiva regional y global.

En general, el dispositivo militar estadounidense en Asia Central, Asia Occidental y el norte de África ha sufrido un golpe mortal y deberá recomponerse a partir de nuevos criterios, buscando nuevos enemigos y estableciendo alianzas de nuevo tipo, porque el territorio al que arribaron con total impunidad en el año 2001 y su entorno, ahora tienen una configuración política y geoestratégica totalmente distinta.

Esta aseveración viene dada sobre todo, por la existencia de una Rusia fuerte y actuante en el escenario regional, muy diferente al país enclenque cuya conducción era recién asumida por Vladimir Putin después de la desastrosa y entreguista gestión de Boris Yeltsin. Así mismo, China la otra gran potencia regional, ya no es aquel país marginal que luchaba por su sobrevivencia económica y por ganarse un puesto real entre los grandes poderes del planeta.

Precisamente cuatro meses antes de la invasión estadounidense, en junio de 2001, con visión futurista ambos países junto a Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán crearon la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) como instrumento conjunto para garantizar la seguridad regional, ante las amenazas de terrorismo, separatismo y extremismo. Con posterioridad, se incorporaron a la OCS, Uzbekistán, India y Pakistán como miembros plenos y el propio Afganistán, Bielorrusia, Irán y Mongolia como observadores, de manera tal que el entorno regional de Afganistán está integrado bajo una lógica de seguridad que apenas daba sus primeros pasos cuando el presidente George W. Bush lanzó la operación “Libertad duradera” el 7 de octubre de 2001.

En el ámbito regional, los acontecimientos en Afganistán hacen muy difícil suponer que Estados Unidos logre sostener por mucho más tiempo su presencia en Irak y Siria. Así mismo, la guerra que sostiene su aliado Arabia Saudí en contra de Yemen pareciera tener los días contados. Igualmente, al estar Europa vinculada a través de la OTAN a los planes de guerra de Estados Unidos en todo el mundo, se verá obligada a reconfigurar su lógica bélica injerencista en África ( en particular en Libia) y Asia Occidental. Por supuesto, las causas palestinas y saharaui en contra de la ocupación israelí y marroquí respectivamente, cobrarán nuevos bríos.
En el contexto asiático, donde la integración económica, financiera y comercial se constituye en la más dinámica, efectiva y la que más crece en el planeta, difícilmente tendrá éxito la política estadounidense de aislar a China. Los países del sureste y del centro de Asia no van a arriesgar las trascendentes relaciones que han establecido con la mayor potencia regional, solo para dar felicidad a los inquilinos de la Casa Blanca. En este sentido, lo más probable es que ahora liberado de la tutela de Estados Unidos que lo impedía, Afganistán se sume a sus vecinos estableciendo vínculos de primer orden con China, Rusia e Irán.

En este sentido, y en lo que pudiera ser una orientación general que podría asumir el nuevo gobierno en materia de política exterior, cuando ya vislumbraban el fin de las operaciones que los llevaron a la captura del poder, se apresuraron a visitar Rusia el 9 de julio y China el 27. En Moscú, anunciaron que el 85% del territorio del país estaba bajo su control, lo que generó incredulidad entre las autoridades y la opinión pública de Occidente. Ahora, los que quieren buscar explicación acerca de la “acelerada” ofensiva que los llevó a Kabul, podrán darse cuenta que no fue tan acelerada. Nótese, más de un mes antes del desenlace ya tenían ocupado el 85% del país.

Es la razón de que Rusia tampoco esté sorprendida por los hechos recientes. Nadie ha visto diplomáticos rusos rescatados en helicópteros ni colaboradores de la embajada colgados del tren de aterrizaje de los aviones. Dos días antes de la llegada de los talibán a Moscú, el canciller Serguei Lavrov de visita en Laos afirmó que su país estaba “observando de cerca lo que está sucediendo en Afganistán, donde la difícil situación tiende a deteriorarse rápidamente, incluso en el contexto de la salida apresurada de las tropas estadounidenses y de la OTAN”. Ojo, dicho, más de un mes antes de la llegada de los talibán a Kabul. A continuación, Lavrov dio la explicación más certera de la causa de los hechos que habrían de sobrevenir: “No pudieron lograr resultados visibles a la hora de estabilizar la situación durante las décadas que pasaron allí”.

En China, dos semanas después, los talibán se reunieron con el canciller Wang Yi a quien dieron garantías de que a su llegada al poder deseaban “tener buenas relaciones con China con la expectativa de su participación en el proceso de reconstrucción y desarrollo de Afganistán” asegurando que no permitirían que “ninguna fuerza use el suelo de Afganistán para dañar a China”. Vale repetirlo, para los que se sorprenden de la “rápida” ofensiva talibán, deben saber que un mes antes de ocupar el palacio presidencial de Kabul, ya estaban haciendo compromisos de Estado con dos de las potencias integrantes del Consejo de Seguridad de la ONU, casualmente las dos que tienen presencia regional directa en el área.

Es verdad que ahora China podría tener preocupaciones porque una situación de inestabilidad en Afganistán pueda extenderse a Xinjiang y generar dificultades en las inversiones relacionadas con la Ruta de la Seda, pero en las condiciones actuales, lo cierto es que la única fuente de inversión y comercio que pueda tener el gobierno talibán para el desarrollo de su país está vinculada a su incorporación plena a dicho magno proyecto.

En el debate sobre los escenarios probables, no se puede obviar que la huída estadounidense de Afganistán, pudiera dar paso a un mayor protagonismo de sus agencias de inteligencia a fin de estimular a fuerzas terroristas que aún subsisten en el país, con el objetivo de que operen contra Irán, China y Rusia. Pero, vale reiterarlo, los talibán necesitan reconstruir el país y el apoyo económico de China es invaluable, sobre todo ahora que –como ya es tradicional- Estados Unidos anunció la apropiación de las reservas de oro de Afganistán que están bajo su control. Habría que agregar que Occidente y las instituciones financieras bajo su control ya informaron de la cancelación de todo tipo de ayuda para el país centroasiático.

En el contexto, el vocero de la cancillería china Hua Chunying afirmó el lunes 16 que su país “respeta los deseos y decisiones del pueblo afgano” y que esperaba que tal como lo han dicho los talibán, hagan una transición bajo un “gobierno islámico abierto e inclusivo”. El funcionario chino agregó que sería deseable que el nuevo gobierno tome “medidas enérgicas contra todo tipo de actividades terroristas y criminales y permita que el pueblo afgano se mantenga alejado de la guerra y reconstruya su hermosa patria”. Para los que no sepan cómo se maneja una diplomacia con seriedad, Hua hizo saber que “China mantuvo contacto y comunicación con los talibán respetando la soberanía del país…”

Una situación muy distinta es la que muestra Europa. Su decisión de actuar como “furgón de cola” de la política guerrerista de Estados Unidos en el mundo los ha llevado a la vergüenza y al ridículo. Podría ser este hecho el detonante de una crisis de identidad en torno a la necesidad de tener política propia en materia internacional y de seguridad.

Nadie lo ha dicho más claro y contundente que las autoridades alemanas. Sin paliativos, la canciller federal Ángela Merkel reconoció su propio fracaso, al mismo tiempo que sin sufrir bochorno alguno dio cuenta de la subordinación de Alemania y Europa a Estados Unidos al afirmar que: "Siempre dijimos que nos quedaríamos si los estadounidenses se quedaban" y puntualizó que la decisión de abandonar Afganistán fue "esencialmente tomada por Estados Unidos" considerando que se debió a "razones de política interna". Muy tarde descubrió Merkel que “las fuerzas armadas afganas no estaban atadas al pueblo [y que] no funcionó como pensábamos”. Sabiendo que abandona el cargo y se retira de la política no tuvo contratiempos para afirmar que la intervención internacional más allá de las operaciones antiterroristas, ha sido "un esfuerzo sin éxito".

Su ministro de relaciones exteriores Heiko Mass fue incluso más preciso, al asegurar que “el gobierno federal, los servicios de inteligencia y la comunidad internacional habíamos juzgado mal la situación en Afganistán”. Por supuesto, cuando habla de comunidad internacional se refiere a la OTAN y sus aliados. Sin mucho sentido del momento, afirmó con amargura que “sin las fuerzas estadounidenses y sin un compromiso más amplio de la OTAN, el despliegue del ejército alemán no tenía mucho sentido”.

La repatriación vergonzosa del ejército de la España profunda,monárquica franquista desde Afganistán.

Mucho más vergonzoso es el papel jugado por los que solo acuden al llamado, para ganar indulgencias del hegemón. En este sentido, el caso de España es patético. En una editorial del diario El País de Madrid del pasado lunes 17 de agosto se expone una queja al referir que los hechos no habían ocurrido como se habían previsto y que le corresponde a Estados Unidos “explicar qué y por qué”, para terminar gimoteando sin sonrojo porque el desastre que ha sobrevenido en Kabul no solo ha puesto en peligro a los soldados estadounidenses: “España tiene que improvisar en horas una repatriación de medio millar de personas. Es decir, ni siquiera les avisaron que se iban y los dejaron a su libre albedrío después de ser usados como carne de cañón durante 20 años. Así tratan los amos a los esclavos complacientes.

En el plano interno de Estados Unidos, la popularidad de Biden ha llegado al punto más bajo desde el inicio de su mandato, cayendo a menos del 50%. Aunque debe decirse que se vio obligado a hacer lo que sus antecesores no tuvieron el valor político de asumir, es claro que su política está ausente de visión estratégica, lo cual augura un avance más rápido de la decadencia imperial. Su economía no mejora y esta decisión -encaminada a eliminar un gasto innecesario en su presupuesto- es solo un paño tibio para tratar de curar la gangrena política, económica, militar y moral que aqueja al imperio.

Lo subrayado/interpolado es nuestro

“La dura derrota del imperialismo yanqui en Afganistán”

Las dramáticas escenas del aeropuerto de Kabul que recorrieron el mundo, con miles de afganos y afganas tratando de subirse a un avión militar, es la imagen más evidente de la debacle del imperialismo estadounidense. Los yanquis y sus aliados de la OTAN se escapan de Afganistán y los talibanes tomaron Kabul, su capital, así como las principales ciudades. La retirada yanqui, a casi 20 años de su invasión, deja al país hundido en un desastre. Es una de las derrotas más graves de los Estados Unidos después de Vietnam. Y se produce en el momento de la más grave crisis mundial de dominación del imperialismo estadounidense. Una crisis política, económica y militar. El presidente Biden culpa a Trump porque acordó con los talibanes la retirada el año pasado. El secretario de Defensa de Gran Bretaña, el principal aliado de los Estados Unidos en la invasión, tachó de “podrido” el acuerdo entre los Estados Unidos y los talibanes.

En febrero de 2020, el gobierno de Trump llegó a un acuerdo con los talibanes para retirar a sus soldados en mayo de 2021. Biden dijo que la retirada iba a ser en septiembre, pero se vio obligado a adelantarla. El domingo 15 de agosto los talibanes tomaban Kabul. En el momento de publicar esta declaración 6.000 soldados yanquis y británicos se limitan, en medio del caos, a custodiar el aeropuerto de la capital para permitir escapar a sus colaboradores directos y a los funcionarios del regimen títere. Ashraf Ghani, el ex presidente afgano, ya huyó del país.

Afganistán comparte fronteras con China, Pakistán, Irán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán. Hoy, con 38 millones de habitantes, es uno de los países más pobres del mundo. De economía centralmente agraria, dominada en gran parte por los talibanes, con campesinos sometidos y pequeños comerciantes, su principal exportación es el opio, del que es el mayor productor mundial, con 328.000 hectáreas cultivadas de amapolas (para opio y heroína). Precisamente con estos cultivos se financian los talibanes, quienes siguieron exportando a través del contrabando. 

La invasión yanqui en el 2001 buscaba poner “orden en el mundo”

La invasión comenzó el 7 de octubre de 2001, a menos de un mes de los ataques terroristas en Nueva York, Pensilvania y Washington, que derribaron las Torres Gemelas y dejaron más de 3.000 muertos y heridos.
El supuesto objetivo de la invasión a Afganistán, ordenada por el presidente George Bush, fue “combatir al terrorismo” y capturar a Osama Bin Laden, líder de la organización Al Qaeda, considerado el autor intelectual de los atentados, quien estaba refugiado en Afganistán y protegido por su gobierno. Nunca quedaron del todo claros los objetivos y orígenes de los atentados que derribaron las Torres Gemelas.
 
Bin Laden, nacido en Arabia Saudita, había sido financiado por la CIA y los yanquis que le dieron armas y entrenamiento para luchar contra la hoy desaparecida Unión Soviética en la década del ’80, que había invadido a Afganistán para defender a un gobierno aliado, y detener el avance de movimientos islámicos, de los cuales surgirían luego los talibanes.

Con la excusa del atentado, Estados Unidos logró apoyo internacional y en la propia población estadounidense para invadir Afganistán, y luego a Irak en el 2003 (país que no tenía nada que ver con Bin Laden o Al Qaeda). Pero el objetivo real era utilizar el repudiable atentado, para apuntalar su debilitado dominio en Asia y aumentar su control del petróleo de Irak y el Medio Oriente.

Bush y los presidentes que le siguieron, erigiéndose en “gendarme mundial”, quisieron poner “orden”. Veinte años después se puso en evidencia que más bien incentivaron “un desorden mundial”, y que el imperialismo no se ha repuesto de su fracaso militar y político de Vietnam.
Para invadir Afganistán, Washington contó con el apoyo militar del Reino Unido, Canadá, Australia, Austria, Italia, Alemania y de otros países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). También contrató ejércitos privados de mercenarios colombianos y de otros países latinoamericanos. Entre todos, llegó a contar con más de 200.000 efectivos con apoyo de su poderosa aviación. Pero la invasión yanqui, a pesar de los bombardeos y las masacres que produjeron un verdadero genocidio, que causó 200.000 muertos y millones de heridos y refugiados, nunca pudo consolidar su dominio sobre todo el territorio. Los talibanes siguieron controlando, con cierto apoyo popular, parte del sur de Afganistán.

Los Estados Unidos y sus aliados de la OTAN dicen haber gastado 1 billón de dólares (1 millón de millones) en mantener un enorme ejército de ocupación. Los invasores tuvieron unos 8.000 muertos, entre tropas estadounidenses, de otros países de la OTAN, y mercenarios contratados por ellos. Se calcula que 88.000 millones de dólares fueron gastados en la instrucción de los 300.000 soldados afganos, que ahora se rindieron sin combate. De nuevo se demuestra que una fuerza invasora no puede consolidar un ejército a su servicio de manera eficiente. Los hechos mostraron que era artificial. El odio a los ocupantes imperialistas fue la base de ese fracaso. No tenían una causa moral. No querían enfrentar a sus propios compatriotas, por más que fueran los talibanes.

Veinte años después, pasados los gobiernos de Bush, Obama, Trump y ahora Biden, las fuerzas imperialistas se retiran derrotadas. 

Los talibanes, un monstruo creado por el imperialismo

Los talibanes son un movimiento político religioso islámico (de la rama sunnita) pro capitalista, que encabeza una federación de tribus con centro en la etnia pasthún.
 
Los talibanes, o «estudiantes» en lengua pasthún, surgieron a principios de la década de los 90 como una fracción de la resistencia afgana a la invasión de la ex URSS de los años 80. Eran parte de los “mujaidines”, la guerrilla financiada por el Pentágono estadounidense, la CIA y apoyados por Pakistán. Es decir que los talibanes fueron creados por el mismo imperialismo estadounidense. Pero luego estos se les fueron de las manos. Los talibanes aparecen en 1994 enfrentados en una guerra civil con otras alas de la ex guerrilla. En 1996 tomaron el poder en Afganistán y lo gobernaron hasta la invasión yanqui en el 2001. Formaron el Emirato Islámico de Afganistán (una especie de monarquía islámica, encabezada por la autoridad absoluta político religiosa, que quieren reconstruir ahora).

Los talibanes establecieron una dictadura burguesa islámica, basada en su interpretación de la sharía o ley islámica. Ejecutaban públicamente a asesinos y adúlteros, amputando manos y pies a los culpables de robo. Asimismo, los hombres debían dejarse crecer la barba y las mujeres tenían que llevar un burka que les cubría todo el cuerpo, no podían circular sin compañía de algún hombre, ni estudiar después de los 10 años. También prohibieron la televisión, la música y el cine.

 ¿Adónde va Afganistán?

Por sus antecedentes represivos mientras gobernaron, y también por ser predominantemente de la etnia pasthún (40% de la población), los talibanes son resistidos por gran parte del pueblo afgano, en especial en las ciudades, por las mujeres, y por otras etnias que pueblan el país.

El líder religioso Mawlawi Hibatullah Akhundzada fue nombrado comandante supremo de los talibanes el 25 de mayo de 2016. Es muy posible que, como lo han anunciado, restablezcan el emirato dictatorial islámico. Aunque se enfrenaron con Estados Unidos, no tienen un programa antiimperialista y ya iniciaron negociaciones públicas con el gobierno chino, que ya prometió inversiones en litio y cobre, y le dieron garantías a Rusia.

Nuestro repudio a los crímenes del imperialismo yanqui no significa algún apoyo al gobierno ultra reaccionario de los talibanes. Por ello, desde la UIT-CI, apostamos a que haya una importante resistencia popular al nuevo gobierno. Anticipamos nuestro repudio a toda acción represiva sobre las mujeres y el pueblo afgano en general.

Es el pueblo trabajador afgano quien merece la solidaridad internacional para luchar por su independencia y reconstruir su país sin invasores y sin dictaduras teocráticas o de cualquier signo. También es necesaria la solidaridad con los millones de refugiados afganos que son discriminados y explotados en Asia y Europa, para que sean aceptados como migrantes de un país destruido por el imperialismo, con todos sus derechos laborales y sociales.

Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)

Lo subrayado e interpolado es nuestro.