¿Conseguiremos
algún día la Paz?, lo dudamos, mientras el destino de la Humanidad esté en
manos de la perversa y degenerada minoría sibarita, el 1%, dueña de la celestina
universal, taifa propietaria de las empresas multinacionales y de la banca
usurera. La administración de esta hegemonía,
tiranía denominada globalización del capital, la más despótica y
desalmada, está bajo el control de los testaferros empresarios/mercaderes
fariseos oligarcas y de las clases corruptas: la politicastra y la mameluca
castrense, para quiénes la guerra es “el estado original y natural” en nuestro
desgraciado planeta. Ayer, una vox
clamanti in deserto, la divina maestra Gabriela Mistral, puntualizaba: “Los
yankees nos están venciendo, no están arrollando, por culpa nuestra, por
nuestra languidez tórrida, por nuestro fatalismo, por nuestro racismo. Nos
están disgregando por obra de algunas de sus virtudes, o todos nuestros vicios
raciales”. En pleno siglo XXI, la Humanidad ha recibido el apoyo y la
conducción ética y moral de un jesuita, el Papa Francisco, que repite que la Paz
es un ideal, no es un estado original paradisiaco y nos recuerda que ella es
tan antigua como pensamiento u deseo, como objetivo e ideal. Cuando vemos a
través de los medios mediáticos mercuriales de (in)comunicación globalizados,
las matanzas en Palestina, Afganistán, Siria, Libia, Irak, etc. no podemos
dejar de pensar: ¿Quién pudiera sacudir de su indiferencia a tanta gente que
frente a estos crímenes guardan un cómplice silencio? ¿Por qué se habla tanto
de los fabricantes y traficantes de armas de los narcotraficantes, de la
corrupción, de generación, prostitución infantil y juvenil, y nadie hace nada
por detener la destrucción del planeta? Es indignante pensar que tengan que
seguir por años estas inútiles matanzas. Cuando el primer Papa de la Patria
Continente América Latina y El Caribe, el jesuita Francisco levanta su valiente
y autorizada voz denunciando a corrupción, las malditas guerras, el hambre y la
miseria, y exige un cambio de fondo en esta orwelliana realidad, recibe
violentos ataques de los testaferros y epígonos del capitalismo salvaje
globalizado y del lobby gay/USA financiados, todos por la CIA. En su visita
apostólica a Ecuador y Bolivia acentuaba: “Queremos un cambio real/ de fondo,
un cambio de estructuras. Este sistema ya no se aguanta, no lo aguantan los
campesinos, los trabajadores, las comunidades, los pueblos, etc. Tampoco lo
aguanta la Madre Tierra. Honestamente reconozcamos que las cosas no andan bien
en el mundo donde hay tantos campesinos/indígenas sin tierra, familias sin
techo, sin derecho a la educación y a la atención médica, tantas personas
heridas en su dignidad. Digámoslo sin miedo, necesitamos, queremos un cambio de
fondo. Muchas personas esperan su cambio que las libere de la enajenación que
la esclaviza”…
Desde el
nombramiento como Papa del sacerdote jesuita, Mario Bergoglio, los dueños de la
celestina universal de las empresas multinacionales, de los bancos
usureros, la plutocracia, han montado
todo tipo de tinglados para desprestigiarlo y sacarlo del Vaticano a través de
los medios mediáticos de (in)comunicación globalizados y del lobby gay/USA.
Las denuncias
del Papa Francisco en contra la corrupción, impunidad, el narcotráfico y el
tráfico de armas, la prostitución infantil y juvenil y los inmigrantes, han
causado profundo malestar. La reacción de la plutocracia farisea capitalista
globalizado y su antisocial mercado, que divide a los individuos entre los que
comen cuando quieren, y lo que quieren, los que comen poco y los que no comen.
La resignación/fatalismo de los epígonos defensores del capitalismo salvaje
globalizado/globalización del capital, es sencillamente inmoral.
El Papa
Francisco no quiere llenar las iglesias con sus feligreses, quiere que estos
vayan a las poblaciones marginales y ayuden a los pobres que sufren a causa de
un capitalismo cada vez más brutal. Llenando las iglesias del planeta, culpando
a dios de las malditas guerras, del hambre salvaje, de la injusticia social
reinante, no se solucionan los problemas que afligen a las grandes mayorías en
el mundo. El capitalismo salvaje globalizado, con su modelo antisocial no
cuentan los pobres, porque es un proyecto de muerte.
Pero lo que
más molesta a la oligarquía farisea capitalista globalizada, es escuchar las
demandas del Papa Francisco en contra de la corrupción y la impunidad. La
impunidad –en la Justicia en la medida de lo posible-, es el arma del poder
real para consolidar los botines de guerra en general, las posiciones
ganadoras, a costa de la represión y las malditas guerras, y en especial, del
sufrimiento del pueblo. Los responsables de la muerte de inocentes, del hambre,
de la miseria quieren consolidar su democracia y su libertad, culpando a la
delincuencia para consolidar sus negociados, su libertad y justicia en la
medida de lo posible. Culpando a la delincuencia de la crisis y de la
inseguridad en su orwelliano modelo capitalista salvaje, ilegal, injusto,
inhumano e irracional. Ordenan bajar la imputabilidad de los niños, para
transformar las víctimas en victimarios, criminalizando a los hijos de los
marginados, sin trabajo, ni vivienda digna, sin educación ni atención médica,
una bellaquería sin nombre. La delincuencia es un fenómeno social que no se
combate llenado el país de cárceles. Como colofón, sin la certeza del Derecho,
la igualdad de todos ante la ley, no hay justicia ni Estado de Derecho. Desde
el tiempo de los sabios maestros griegos, Sócrates, Platón, Aristóteles, etc.
se afirmó que sí, en un orden jurídico igual, se les aplica a los que están en
desigual situación, la igualdad no hace otra cosa que profundizar la
desigualdad… Todo está dicho, pero como nadie hace caso, hay que volver a
repetirlo
Desorientados
los testaferros y epígonos, piensan que lo importante es terminar con el Papa
Francisco y volver al Papa del “dejar hacer y dejar pasar”. Su ignorancia
supina de estos individuos y su bellaquería, no les permite analizar la
ideología del cristianismo –la ideología es un conjunto de ideas fundamentales
que caracterizan el pensamiento de una persona-, de la Compañía de Jesús. Esta
exige un respeto absoluto por el evangelio de Cristo/la buena noticia y la
dignidad de la persona y del Ser Humano. En el marco de él, hay que encontrar
la solución a los problemas sociales que afligen a las gentes. En especial a
los sin voz ni justicia, los indígenas, los pobres del campo y la ciudad de la
Patria Continente América Latina y el Caribe, del General Libertador Simón
Bolívar Palacios y Blanco. Los jesuitas desde su llegada al Continente de la
esperanza, América Latina, 1566, 1568, 1572, Brasil, Perú, México, lucharon y
luchan por la defensa y la dignidad del indígena, de los marginados “de hacer
servir los medios materiales a su obra espiritual”. Esto se manifiesta primero
en la educación y disciplina, en la agricultura y luego en la artesanía, en el
arte en general, la platería, orfebrería, la música, etc. Además, trabajaron la
herrería, fundición y muebles. Igual importancia han dado los jesuitas al
trabajo manual e intelectual.
La República de Platón y los Jesuitas
en América Latina en general, y en Paraguay en especial.
Las parásitas
monarquías europeas, especialmente la española por su lucha, por su trabajo en
reiteradas oportunidades denunciaron ante el Papa a la Compañía de Jesús por el
adoctrinamiento que introdujeron entre los indígenas de la Patria Continente
América Latina y el Caribe. La crisis llegó cuando en 1797 se acusó a los
jesuitas en Paraguay de querer homologar la República de Platón ente los
indígenas guaraníes y en otros pueblos indígenas del continente americano.
Introducen la concepción política de Platón/una utopía –La utopía es un desafío
que se opone al realismo moderno, ella se alcanza con el cambio que trae la
justicia social-, que significa una sola cosa: la compañía de Jesús era
partidaria de la independencia de los Pueblos del continente americano. Si los
indígenas pasaron de vivir una vida montaraz, silvestre a experimentar la
República de Platón, es porque sus cuerpos fueron disciplinados y educados para
una nueva forma de vida. Lo que produciría gran preocupación en los monarquías
colonialistas europeas que finalmente calificaron a los jesuitas de peligrosos,
subversivos, sediciosos y decidieron expulsarlos del continente americano.
Muchos sacerdotes jesuitas fueron torturados y asesinados por los colonialistas
europeos. Carlos III decretó la expulsión de los jesuitas, paralelamente ordenó
su arresto, tortura y destierro. Los jesuitas se han sentido y se sienten hijos
de la patria Continente América Latina y El Caribe, durante su destierro hasta
nuestros días, por la que murieron luchando por la libertad de los pueblos
indígenas latinoamericanos.
Las monarquías
parásitas fracasaron. Los jesuitas siguen vigentes luchando por sus sueños e ideales.
Más aun, hoy tienen un Papa que es latinoamericano. Es decir, no han arado en
la mar. A la Patria Continente América Latina y el Caribe, se le quiere y se la
respeta. Sin lugar a dudas, el mejor aporte de los hijos de la Compañía de
Jesús entre los pueblos indígenas latinoamericanos es la preocupación por la
educación de los hijos de este continente y de su libertad en la lucha
independentista contra el colonialista europeo. El autor de este ensayo,
licenciado de la Universidad del Norte/Chile, fundada y dirigida por la
Compañía de Jesús, fue desaparecida y muchos estudiantes y profesores
asesinados y torturados por la dictadura cívico/militar de marras desde, el 11
de Septiembre de 1973. Jamás la taifa de mercaderes sofofos, el poder mameluco
castrense y la clase politicastra, le perdonaron a la Universidad del Norte/Chile
y a la Compañía de Jesús, su apoyo al candidato a la Presidencia de la
República, senador Dr. Salvador Allende Gossens: “Un doctor para la Educación y
la salud del Pueblo Chileno, afirmaron en una declaración pública los
sindicatos académicos, las federaciones de estudiantes y otras organizaciones
gremiales de esta casa de estudio superiores del Pueblo del norte.
El joven
estudiante alemán/latinoamericano Salvador Moreno- Peralta, en su trabajo de
seminario sobre la obra de compañía de Jesús en América Latina, afirmó: “Cuando
recordamos y glorificamos a todos los héroes de la Patria Continente América
Latina y el Caribe, unos para ahogar en la mar de las palabras todo lo que hizo
grande en la memoria de los Pueblos, otros para subrayar su aporte en la lucha
sempiterna de los pueblos por su libertad y la justicia social, no podemos
olvidar el aporte valioso de los hijos de la compañía de Jesús. Como colofón,
afirmó, que frente al caos del capitalismo salvaje globalizado y su
globalización del capital, el proyecto utópico del genial maestro Platón, la
República, defendido con tanta consecuencia por los hijos de la Compañía de
Jesús en América Latina, está más vigente que nunca, pero es condición sine
quanon, que los que gobiernen sean los más sabios y honestos”.
Con esperanza
y memoria, les reiteramos una vez más a los enemigos de la Compañía de Jesús, que
el Papa Francisco es jesuita, y que detrás de él está la ideología del
cristianismo que exige respeto absoluto por el evangelio de Cristo/ la buena
nueva y un respeto irrestricto por la dignidad de la persona y el Ser Humano.
Prof.
Dr. Hugo Moreno Peralta/IWA
Secretario
Ejecutivo ADDHEE.ONG