CELAC-UE:
UNA CUMBRE CON DESEQUILIBRIOS Y DIFERENCIAS
Por Daniel
Kersffeld*/ Prof., Escritor, periodista y analista internacional/ info@other-news.org/ ADDHEE.ONG.
El encuentro entre
la Celac y la Unión Europea (UE) en Bruselas tuvo una especial significación
política, más aún, por el hecho de que se trató de la primera cumbre de
mandatarios de ambos continentes en celebrarse en los últimos ocho años.
Pero por más que sus organizadores se hayan
esforzado en darle una impronta de unidad, en el cónclave prevalecieron, en
cambio, las diferencias y los desequilibrios.
La recuperación
económica posterior a la covid, la crisis ambiental y el feroz combate entre
Rusia y la OTAN marcaron los principales puntos en la agenda de un evento de
alta repercusión política, tal como se evidenció a través del fallido cabildeo
realizado semanas atrás por Volodimir Zelenski.
La presencia en la
cumbre del presidente ucraniano sería rechazada por un conjunto de gobiernos
latinoamericanos que, prácticamente en bloque, optó por no involucrarse en el
conflicto, pese a las diferentes interpretaciones sobre las culpas y las
responsabilidades de la guerra y, sobre todo, más allá de las presiones ejercidas
desde Washington y las principales capitales europeas.
El punto ineludible
del encuentro se centró en la actual expansión económica de China. Si bien es
cierto que América Latina aun no cumple un papel protagónico en la “Iniciativa
de la Franja y de la Ruta” (One belt, one Road”), que busca crear un extenso
mercado desde China hasta Alemania, no se puede negar la clara influencia de
Beijing en la economía de nuestra región.
Frente a esta
realidad, el operativo de seducción europea apunta a resquebrajar la influencia
china en América Latina, pero también a asegurar una mayor autonomía frente a
Rusia, la potencia que antes de las últimas sanciones económicas, fungía como
la principal proveedora de recursos energéticos y operaba como un aliado estratégico
para el motor económico del Viejo Continente.
Ursula von der
Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, anunció que la UE aumentaría los
fondos disponibles para América Latina y el Caribe en el plan Global Gateway
para financiar el desarrollo sostenible y la “transición verde” de nuestra
región. El eje principal de la propuesta europea no está situado en el factor
ambiental sino en la transformación digital en torno a los ejes de la
conectividad, la ciberdefensa y los derechos digitales de las personas.
Con todo, los 45
mil millones de euros anunciados servirían sólo para lograr una conectividad
total para más de un tercio de la población latinoamericana que todavía no
cuenta con acceso a internet de banda ancha. Según los números presentados por
la UE, un proyecto real de transformación digital con enfoque ambiental
requeriría seis veces el valor inicialmente pautado.
Para los países del
Cono Sur, uno de los principales puntos de discusión fue la ratificación del
acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea. Pero desde un principio
existieron dificultades a raíz de las diferencias existentes entre ambos
continentes, lo que hace que un conjunto de naciones, entre las que se destaca
Francia, rechacen los términos del convenio por sus efectos económicos.
Por otra parte, y
desde hace un año, la UE decidió imponer sanciones a aquellos socios que violen
las disposiciones sobre derechos humanos y cambio climático incluidas en los
acuerdos comerciales bilaterales. Desde Europa, se abrió la posibilidad de
aplicar sanciones como la suspensión de concesiones comerciales o la
eliminación de las preferencias arancelarias.
Si bien en el Viejo
Continente este tipo de demandas ambientales han sido mayormente resueltas,
para los países del Cono Sur resultan altamente costosas, sobre todo, en un
contexto como el actual, lo que profundiza los desequilibrios y las asimetrías
entre ambas regiones.
El nuevo enfoque se
propuso para todas las negociaciones comerciales y, por lo tanto, se refleja en
aquellas que se encuentran en curso, como ocurre con el Mercosur, luego de que
el Parlamento Europeo haya demorado más de tres años su puesta en vigencia como
repudio a la incesante deforestación en la Amazonía brasileña durante el régimen
de Jair Bolsonaro.
Desde el inicio de
su nuevo gobierno el 1° de enero de 2023, Lula da Silva calificó como
“inaceptable” la amenaza de sanciones de la Unión Europea, una decisión que
además dispuso enfrentar una vez designado como secretario del Mercosur a
principios del mes de julio.
En sus declaraciones, el presidente brasileño
reiteró que “No podemos estar de acuerdo con estas sanciones. Tenemos una
asociación estratégica con la UE, no puede haber imposiciones ni castigos, sino
negociación”. Y para que no queden dudas, reafirmó que “la premisa que debe
existir entre los socios estratégicos es la confianza mutua, no la desconfianza
ni las sanciones”.
Sin ánimo de
tensionar una cumbre por demás compleja, los funcionarios de la UE se
esforzaron por insistir que las sanciones por cuestiones ambientales no se
debatirán en la cumbre, al mismo tiempo en que elogiaron los esfuerzos de Lula
para revertir la deforestación desenfrenada.
Con todo, hacia el
interior del bloque europeo se han expresado críticas sobre esta nueva
disposición respecto a su débil y discutible aplicabilidad, pero también debido
a un enfoque que no contempla diferencias entre países y, menos aún, cuestiones
específicas de las contrapartes.
Por otro lado, las
demandas europeas para la “transición verde” dejan de lado el hecho de que,
dentro del conjunto de las principales exportaciones desde el sur de nuestra
región a Europa, se encuentran el petróleo, hidrocarburos y recursos
energéticos que pueden ir desde el carbón procedente de Colombia al litio en
Chile.
En medio de
relaciones dispares y asimétricas, la preservación del medio ambiente se
convirtió así en uno de los ejes centrales de la cumbre, tal como también quedó
reflejado en la llamada “Iniciativa Bridgerton”, presentada por Mia Mottley,
primera ministra de Barbados, con apoyo de los países del bloque caribeño del
Caricom.
El objetivo de la
iniciativa apunta a evitar que los países en desarrollo caigan en una espiral
crítica cuando su endeudamiento aumente debido a desastres naturales como
inundaciones, sequías y tormentas. Frente al cambio climático, y a su grave
impacto en aquellas naciones más débiles y que menos contaminan, la iniciativa
solicita además recursos adicionales, especialmente, para enfrentar la
reconstrucción posterior a las catástrofes, sin gravámenes e intereses adicionales.
Las diferencias
internas dentro de la cumbre no pudieron tampoco ser ocultadas ni refrenadas en
la elaboración de la declaración final, principalmente, respecto a la crisis
por la que atraviesa Ucrania, la que fue contextualizada ante otros escenarios
conflictivos, sin ir más lejos, en Haití.
Al respecto, Ralph
Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas y actual titular de
la Celac, resaltó la pertinencia de incluir en la declaración final una
referencia explícita a la responsabilidad europea en el genocidio nativo y en
la trata de esclavos.
Sin duda, un
principio de justicia reparadora y un primer paso en la necesaria compensación
económica en una etapa en la historia latinoamericana en la que ya no alcanzan
ni las disculpas tardías ni las reivindicaciones forzadas por parte de monarcas
y gobernantes. 19 de julio de 2023
…………………………..
*Investigador del
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) –
Universidad Torcuato di Tella, Buenos Aires.
………………………..
Una declaración
final que tardó en acordarse por la guerra en Ucrania, un tema especialmente
polémico en la declaración, sobre todo porque varios países latinoamericanos
bregaban por una posición neutral mientras la declaración hacía alusión a una
condena de Rusia, algo normal para Europa. Aunque algunos esperaban que en
esta reunión se ratificara el acuerdo de 2019, que está parado desde hace años,
otros subrayaron que éste no sería el momento. En la declaración
hay “cuestiones sobre el cambio climático, la reforma del sistema
financiero internacional, la protección del desarrollo inclusivo”, dijo. Y
agregó que también expresa “una profunda preocupación por la guerra en
curso en Ucrania” y apoya “todos los esfuerzos diplomáticos por una paz
sostenible” en línea con la Carta de las Naciones Unidas.
Declaración de la Cumbre UE-CELAC de 2023
1. Nosotras y nosotros, las jefas y los jefes
de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) y de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el presidente del Consejo Europeo y la
presidenta de la Comisión Europea nos hemos reunido en Bruselas los días 17 y
18 de julio de 2023, con motivo de la III cumbre UE-CELAC.
2. Nos comprometemos a renovar y seguir
reforzando nuestra ya arraigada asociación birregional, que se basa en valores
e intereses comunes y en estrechos lazos económicos, sociales y culturales.
3. Reforzaremos nuestro diálogo y fomentaremos
amplios contactos interpersonales. Reafirmamos que colaborando como socios
soberanos somos más fuertes y estamos mejor situados para afrontar las
numerosas crisis y múltiples desafíos de nuestra época, como la inseguridad
alimentaria, la pobreza, las desigualdades en ambas regiones, las
perturbaciones de las cadenas de suministro y el aumento de la inflación.
También cooperaremos para mitigar los efectos adversos del cambio climático y
la degradación medioambiental, de acuerdo con el principio de la equidad y de
las responsabilidades comunes pero diferenciadas y las capacidades respectivas,
a la luz de las diferentes circunstancias nacionales.
4. Nos congratulamos de la reunión de
dirigentes de la UE-Caribe, muestra concreta del fortalecimiento de la
cooperación institucional entre la UE y el Caribe, que tiene en cuenta las
necesidades e intereses específicos de la subregión.
5. Esperamos con interés la firma del Acuerdo
de Asociación entre la Organización de los Estados de África, el Caribe y el
Pacífico y la Unión Europea y sus Estados miembros y la aplicación del
protocolo regional, que fortalecerá aún más las relaciones entre el Caribe y la
UE.
6. Ponemos de relieve nuestro compromiso de
fomentar la cooperación y las relaciones amistosas entre nuestros pueblos, con
independencia de las diferencias entre nuestros sistemas políticos y tomando en
consideración las disparidades de nuestros niveles económicos, sociales o de desarrollo.
Inspirándonos en nuestros valores comunes y guiándonos por los principios
consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, trabajaremos juntos con una
perspectiva de futuro común.
7. Reafirmamos que los valores compartidos en
los que se basa nuestra asociación permanecen inalterados: unas sociedades
resilientes, inclusivas y democráticas; la promoción, protección y respeto de
todos los derechos humanos y libertades fundamentales; el Estado de Derecho; la
democracia, incluidas las elecciones libres y limpias, integradoras,
transparentes y creíbles y la libertad de prensa; el multilateralismo
inclusivo, y la cooperación internacional, todos ellos cimentados en los
propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho
internacional, en particular los principios de soberanía, libre determinación,
no intervención en los asuntos que corresponden fundamentalmente a la
jurisdicción nacional de los Estados y no recurso, en las relaciones
internacionales, a la amenaza o el uso de la fuerza contra la integridad
territorial.
8. Setenta y cinco años después de la adopción
de la Declaración Universal de Derechos Humanos y treinta años después de la
adopción de la Declaración y el Programa de Acción de Viena, el Estado de
Derecho y los derechos humanos —ya sean civiles, políticos, económicos,
sociales o culturales, incluido el derecho al desarrollo, considerados todos
ellos universales, indivisibles e interdependientes— siguen siendo principios
clave de nuestra alianza renovada. En este contexto, debe prestarse atención a
reconocer la importancia de garantizar la universalidad, objetividad y no
selectividad cuando se trate de cuestiones relativas a los derechos humanos, al
igual que la eliminación del doble rasero y la politización.
9. Nos comprometemos a combatir las formas
múltiples e interrelacionadas de discriminación y violencia de género, y a
promover los principios y derechos laborales fundamentales y las normas y
Convenios laborales esenciales de la OIT relativos al trabajo digno para todas las
personas, la igualdad de género, la representación y la participación plenas y
equitativas de todas las mujeres y las niñas en los procesos de toma de
decisiones, los derechos de los pueblos indígenas según se recogen en la
Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas,
los derechos del niño, los derechos de los defensores de los derechos humanos y
los derechos de las personas en situación de vulnerabilidad y de los
afrodescendientes.
10. Reconocemos y lamentamos profundamente el
inimaginable sufrimiento infligido a millones de hombres, mujeres y niños como
consecuencia del comercio transatlántico de esclavos. Subrayamos nuestro pleno
apoyo a los principios y elementos conexos recogidos en la Declaración y el
Programa de Acción de Durban, en particular el reconocimiento de que la
esclavitud y la trata de esclavos, que incluye la trata transatlántica, fueron
tragedias atroces en la historia de la humanidad, no solo por su aborrecible
barbarie, sino también por su magnitud, su carácter organizado y,
especialmente, su negación de la esencia de las víctimas, y que la esclavitud y
la trata de esclavos constituyen un crimen de lesa humanidad. La CELAC hace
referencia al plan de diez puntos de la Comunidad del Caribe para una justicia
reparadora.
11. En relación con la Resolución A/77/7 de la
Asamblea General de las Naciones Unidas,
de 3 de noviembre de
2022, sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y
financiero impuesto contra Cuba, recordamos nuestra oposición a las
disposiciones legales y reglamentarias con efecto extraterritorial. La
designación de nuevo de Cuba como Estado promotor del terrorismo y su
mantenimiento en la lista han interpuesto obstáculos a las transacciones
financieras internacionales con la isla.
12. Resaltamos los nuevos progresos de la
cooperación europea y latinoamericana y caribeña, y nos congratulamos de la
integración europea y de la consolidación de la CELAC, tomando nota de que la
CELAC ha declarado que América Latina y el Caribe son una Zona de Paz.
13. En cuanto a la cuestión de la soberanía sobre
las Islas Malvinas, la Unión Europea ha tomado nota de la posición histórica de
la CELAC, basada en la importancia del diálogo y el respeto del Derecho
internacional en la solución pacífica de controversias.
14. Reafirmamos además nuestra adhesión fundamental
a todos los fines y principios de la Carta de las Naciones Unidas, en
particular la igualdad soberana de todos los Estados y el respeto de su
integridad territorial y su independencia política, así como la solución de
controversias por medios pacíficos y de conformidad con los principios de justicia
y de Derecho internacional.
15. Expresamos nuestra profunda preocupación por la
guerra en curso contra Ucrania, que sigue causando un inmenso sufrimiento
humano y está agravando debilidades ya existentes en la economía mundial,
limitando el crecimiento, aumentando la inflación, perturbando las cadenas de
suministro, incrementando la inseguridad energética y alimentaria e
intensificando los riesgos para la estabilidad financiera. En este sentido,
apoyamos la necesidad de una paz justa y duradera. Reiteramos igualmente
nuestro apoyo a la Iniciativa sobre la Exportación de Cereales por el Mar Negro
y a la labor realizada por el secretario general de las Naciones Unidas para
lograr su prórroga. Respaldamos todos los esfuerzos diplomáticos que busquen
lograr una paz justa y sostenible en consonancia con la Carta de las Naciones
Unidas.
Recordamos nuestras
posiciones nacionales específicas manifestadas ya en otros foros, en particular
en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y en la Asamblea General de
las Naciones Unidas, también en las Resoluciones n.º ES-11/1, de 2 de marzo de
2022, y n.º ES-11/6,
de 23 de febrero de
2023. Reafirmamos nuestra adhesión a la Carta de las Naciones Unidas y al
Derecho internacional, en particular la necesidad de respetar la soberanía, la
independencia política y la integridad territorial de todas las naciones. Es
fundamental defender el Derecho internacional y el sistema multilateral que
salvaguarda la paz y la estabilidad.
16. Somos conscientes de que el planeta Tierra y
sus ecosistemas son nuestro hogar, y de que «Madre Tierra» es una expresión
común en diversos países y regiones incluidos en el ámbito de la Resolución
A/RES/77/169 de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
17. Destacamos la necesidad de reforzar el sistema
multilateral y de promover una gobernanza mundial más eficaz e inclusiva, que
respete el Derecho internacional. Nos comprometemos a reforzar nuestra
cooperación birregional para poner plenamente en práctica la Agenda 2030 y
aunaremos esfuerzos para prestar nuestro apoyo al secretario general de las
Naciones Unidas en su empeño por revitalizar el multilateralismo y asegurar una
aplicación eficaz y acelerada de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Trabajaremos para mejorar la cooperación y la coordinación en los foros
multilaterales pertinentes sobre cuestiones de interés común, a saber: los
derechos humanos, los derechos laborales, el cambio climático y la pérdida de
biodiversidad, la seguridad alimentaria y energética, el modo de abordar y
contrarrestar el problema mundial de las drogas y la delincuencia organizada,
la migración, la salud, la digitalización y la fiscalidad. Nos comprometemos a
contribuir a los esfuerzos por reformar el sistema de las Naciones Unidas, incluido
su Consejo de Seguridad.
18. Asimismo, acordamos reforzar nuestra
colaboración en las instituciones financieras internacionales y las
organizaciones multilaterales, y reconocemos que es fundamental contar con un
sistema multilateral justo, inclusivo y eficaz que asigne recursos adecuados al
desarrollo sostenible, dé respuesta a las necesidades específicas de los países
más vulnerables, refuerce el nivel de participación y garantice la
representación de los países en desarrollo, y promueva su acceso, en
condiciones favorables y transparentes, a los recursos financieros necesarios
para promover su estabilidad económica y reducir el endeudamiento exterior,
mejorar la sostenibilidad de la deuda y construir sociedades más equitativas,
prósperas y justas que contribuyan al desarrollo sostenible. Reconocemos y
estudiaremos la necesidad de utilizar otros criterios además del PIB, por
ejemplo la vulnerabilidad climática, a fin de determinar los requisitos para
que los países puedan acceder a financiación en condiciones favorables, y
trataremos de proporcionar un estímulo financiero para que ningún país tenga
que elegir entre luchar contra la pobreza y proteger el planeta. Seguiremos de
cerca la evolución de diferentes iniciativas, como la cumbre para un Nuevo
Pacto Financiero Mundial, que engloba el Pacto de París por los Pueblos y por
el Planeta, la Agenda de Acción de Adís Abeba y la Iniciativa de Bridgetown.
19. Reafirmamos igualmente nuestro firme compromiso
común, en pos del objetivo de la CMNUCC, de hacer frente al cambio climático
con ambición reforzando la aplicación plena y efectiva del Acuerdo de París,
así como nuestro compromiso con el Convenio sobre la Diversidad Biológica y el
Marco Mundial para la Diversidad Biológica de Kunming-Montreal y la Convención
de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación (CLD), incluidas
todas las disposiciones sobre los medios de aplicación y la rápida ratificación
y aplicación del Tratado de Alta Mar para los Estados Partes.
20. Alentamos acciones y compromisos para la
protección, la conservación, la restauración y el uso sostenible de los océanos
con vistas a la conferencia «Nuestro Océano» de 2024, que se celebrará en
Grecia, y con vistas a la tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los
Océanos, que presidirán Costa Rica y Francia y que se celebrará en Niza en
junio de 2025, tras un acto de alto nivel sobre las acciones relativas a los
océanos, que tendrá lugar en Costa Rica en junio de 2024.
21. Reconocemos que el problema del sargazo afecta
significativamente a las economías, la flora y fauna marinas y las actividades
pesqueras de toda la región del Gran Caribe. Entendemos que es necesario
presentar urgentemente esta situación ante la Asamblea General de las Naciones
Unidas, solicitando que se declare emergencia regional.
22. Reconocemos las repercusiones del cambio
climático en todos los países, especialmente en los países en desarrollo y en
los países más vulnerables, entre ellos los pequeños Estados insulares en
desarrollo, en el Caribe, en las regiones ultraperiféricas de la UE, en los
países y territorios de ultramar que están asociados a la Unión Europea y en
los países en desarrollo sin litoral.
23. Recalcamos la importancia de cumplir el
compromiso adquirido conjuntamente por los países desarrollados de movilizar
con celeridad 100 000 millones USD al año para financiar la lucha contra el
cambio climático en apoyo de los países en desarrollo, y de duplicar la
financiación para la adaptación al cambio climático de aquí a 2025.
24. Nos comprometemos a liderar el cambio
transformador hacia una economía sostenible, así como a reformar y eliminar
progresivamente las subvenciones perjudiciales para el medio ambiente Acogemos
favorablemente las decisiones adoptadas en la CP26 y la CP27, en particular la
reafirmación colectiva de proseguir nuestros esfuerzos por mantener el objetivo
de 1,5 °C al alcance de la mano. Acordamos fomentar que se acelere la
implantación de las energías renovables y la mejora de la eficiencia energética
en la CP28.
25. Acogemos con especial satisfacción el
establecimiento de mecanismos de financiación por pérdidas y daños, incluido un
fondo, y estamos decididos a trabajar para su plena puesta en práctica.
26. Refirmamos que el derecho al acceso al agua
potable salubre y al saneamiento ha puesto de relieve el carácter fundamental
del agua para la propia vida. A este respecto, resaltamos la necesidad de
llevar cabo una gestión integrada de los recursos hídricos en todos los
sectores y en todos los niveles, gestionando de forma sostenible los recursos
hídricos y reduciendo la contaminación del agua, en particular mediante una
mayor cooperación internacional. Además, tomamos nota de la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Agua y de la labor realizada con vistas a designar a
un enviado especial para el agua.
27. Reconocemos la importancia de la cooperación
internacional en el período posterior a la pandemia para fomentar el desarrollo
sostenible, prestando especial atención a abordar las deficiencias estructurales
en cuestiones de infraestructura, productividad, sociales, medioambientales e
institucionales, así como en la preparación ante el riesgo de desastres y la
gestión de riesgos.
28. Reconocemos la contribución potencial de la
agenda de inversiones de la Global Gateway UE- ALC, que abordará las
deficiencias de inversión en consonancia con las prioridades comunes de la UE y
América Latina y el Caribe, con el objetivo de movilizar tanto la financiación
pública como el capital privado a favor del desarrollo sostenible, lo que
incluye la transformación digital, la educación, las infraestructuras
sanitarias, la producción de energía, las perspectivas medioambientales, las
materias primas y las cadenas de valor locales.
29. Destacamos la importancia de cooperar para
promover un modelo responsable de transformación digital centrado en el ser
humano, basado en valores e inclusivo, que proteja la privacidad como derecho
fundamental, aumente la conectividad digital y la ciberseguridad, tenga por
objeto colmar las brechas digitales, fomente un desarrollo y un uso fiables de
la inteligencia artificial y contribuya a generar confianza en la economía
digital. Acogemos con satisfacción la labor de la Iniciativa Conjunta UE-CELAC
sobre Investigación e Innovación y deseamos que prosiga.
30. Manifestamos nuestro compromiso de impulsar la
asociación birregional sobre fabricación local de vacunas, medicamentos y otras
tecnologías sanitarias y reforzar la resiliencia de los sistemas sanitarios
para mejorar la prevención, preparación y respuesta a emergencias de salud
pública, en apoyo del plan de autosuficiencia sanitaria de la CELAC. Esperamos
que avancen los debates en curso en el marco de la Organización Mundial de la
Salud en torno a un nuevo instrumento jurídicamente vinculante sobre
prevención, preparación y respuesta frente a pandemias, con el objetivo de
llegar a un acuerdo antes de mayo de 2024.
31. Reconocemos la importancia del comercio abierto
y justo basado en normas acordadas a escala internacional, de las cadenas de
suministro productivas y del acceso a los mercados, así como su contribución al
fomento del desarrollo sostenible en sus tres dimensiones —económica, social y
medioambiental—, que se refuerzan mutuamente. A este respecto, la inversión y
la cooperación con el objetivo de conseguir una mayor integración en las
cadenas de suministro de energía limpia, incluidas las materias primas
fundamentales y la transferencia de tecnología, contribuirían considerablemente
a los ODS. Seguiremos reforzando y desarrollando las relaciones comerciales y
de inversión entre la UE y los países y regiones de la CELAC. Destacamos la
importancia de aplicar íntegramente los acuerdos de asociación y comercio entre
la UE y sus socios de la CELAC. Pedimos la ratificación de los acuerdos ya
firmados y que se aplican en la actualidad. Valoramos positivamente los
procesos en curso encaminados a la firma del acuerdo modernizado entre la UE y
Chile y entre la UE y México en los próximos meses. Tomamos nota de los
trabajos en curso entre la UE y el Mercosur.
32. Acordamos consolidar y reforzar las iniciativas
de cooperación entre la UE y la CELAC en el ámbito de la seguridad ciudadana y
la justicia social, como la asociación UE-ALC en materia de justicia y
seguridad, combatiendo la delincuencia organizada en todas sus formas, así como
la corrupción y el blanqueo de capitales, en particular mediante el desarrollo
de capacidades. Somos conscientes del importante desafío afrontado y de los
esfuerzos realizados en la lucha contra grupos criminales internacionales,
especialmente los implicados en la producción y el tráfico ilícitos de drogas,
el tráfico de armas de fuego y la trata de seres humanos. En este sentido la
prevención del tráfico ilícito de armas pequeñas y armas ligeras (APAL) y la
lucha contra dicho tráfico constituyen una prioridad. Para este último objetivo
resulta esencial la intervención de todas las partes interesadas pertinentes.
Acogemos con satisfacción la labor del Mecanismo de Coordinación y Cooperación
en materia de Drogas UE-CELAC y deseamos que prosiga.
33. En el vigésimo aniversario de la Convención de
las Naciones Unidas contra la Corrupción, reiteramos la obligación de los
Estados de avanzar en la aplicación de dicha Convención y su mecanismo.
Acogemos con satisfacción la declaración política de la Sesión Especial de la
Asamblea General de las Naciones Unidas contra la Corrupción (UNGASS2021), así
como su resolución de seguimiento.
34. Reconocemos que la diplomacia parlamentaria
constituye un aspecto importante de la relación, y encomiamos el cometido
constructivo que desempeñan la Asamblea Parlamentaria Euro- Latinoamericana
(EuroLat) y la Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE.
35. Valoramos
positivamente la labor realizada por la Fundación Internacional UE-ALC, su
mayor peso en el marco del diálogo birregional y el avance en las
ratificaciones del acuerdo por el que se establece.
36. Reconocemos
la necesidad de informar mejor y de manera proactiva a los ciudadanos y a las
partes interesadas sobre los beneficios mutuos que reporta la asociación
UE-CELAC.
37. Tomamos
nota del Foro UE-ALC y de la mesa redonda de empresarios que se han organizado
con antelación a la cumbre.
38. Expresamos
nuestra preocupación por el continuo deterioro de la seguridad pública y la
situación humanitaria en Haití y pedimos que prosigan los esfuerzos
subregionales, regionales e internacionales para apoyar el proceso de diálogo
entre el Gobierno, los distintos partidos políticos e instituciones y otros
actores de la sociedad haitiana, con el objetivo de elaborar una hoja de ruta
que les permita superar la compleja crisis que están sufriendo. Pedimos a la
comunidad y a las organizaciones internacionales que apoyen los esfuerzos
liderados por Haití para encontrar una solución a esta crisis basándose en los
principios de solidaridad y cooperación internacional, con el consentimiento y
la participación de las autoridades haitianas.
39. Reafirmamos
nuestro pleno apoyo al proceso de paz en Colombia, así como el compromiso de
avanzar en los diálogos con las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional
(ELN) y otros actores armados. Recordamos asimismo nuestro apoyo a la plena
ejecución del Acuerdo de Paz de 2016, celebrado entre el Gobierno de Colombia y
las FARC - EP.
40. Alentamos
un diálogo constructivo entre las partes en las negociaciones dirigidas por
Venezuela en Ciudad de México.
41. Reconociendo
nuestro interés estratégico común por mantener una colaboración de alto nivel
periódica entre la UE y la CELAC, acordamos celebrar cumbres cada dos años (la
próxima de ellas tendrá lugar en la región de la CELAC en 2025) y reuniones
ministeriales de Asuntos Exteriores para impulsar nuestros compromisos comunes.
Esperamos seguir estudiando la aplicación de la hoja de ruta birregional
2023-2025, presentada en esta cumbre. Se establecerá un órgano de coordinación
consultivo entre la UE y la CELAC para velar por la continuidad y el
seguimiento entre las reuniones de alto nivel y para preparar y organizar
reuniones ministeriales de Asuntos Exteriores UE-CELAC.
***
Refrendaron la presente
declaración todos los países, con una única excepción por estar en desacuerdo
con uno de los apartados.
Asamblea Nacional de Cuba condena injerencismo de
Parlamento Europeo
Señala que el texto promovido por
eurodiputados de derecha busca torpedear los lazos entre Cuba, la Celac y la
UE, y es servil a la hostilidad de Gobierno de Estados Unidos.
La Comisión de Relaciones Internacionales de la
Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) condenó este miércoles una
resolución adoptada por el Parlamento Europeo (PE) el 12 de julio y enfatizó
que este carece de autoridad moral, política y jurídica para juzgar a Cuba.
La resolución en cuestión se originó a partir del
debate realizado por el PARLAMENTO EUROPEO el 13 de junio pasado, referido a
las declaraciones del Consejo y la Comisión Europea, y el estado del Acuerdo de
Diálogo Político y Cooperación (ADPC) entre la Unión Europea (UE) y Cuba, tras
la visita a La Habana, en mayo pasado, del alto representante para Asuntos
Exteriores y Política de Seguridad de la UE, Josep Borrell, en ocasión del
Tercer Consejo Conjunto Cuba-UE.
En una declaración, la Comisión de Relaciones
Internacionales de la ANPP hizo hincapié en que, al igual que otras
resoluciones emitidas por el Parlamento europeo, la más reciente muestra un
alto contenido injerencista y difama no solo sobre la realidad cubana, sino
también respecto a los vínculos que Cuba mantiene con otros Estados de forma
soberana, en estricto apego al Derecho Internacional.
La Asamblea Nacional cubana dejó claro que dicha
resolución es otra expresión del doble rasero que aplica el Parlamento europeo
al emitir juicios sobre temas a los que no presta atención en el territorio de
los Estados de la UE y otras partes del mundo.
A juicio de la ANPP, esta resolución fue servil a la
pretensión del Gobierno de los Estados Unidos de aislar a Cuba
internacionalmente y justificar de ese modo la extensión del bloqueo económico,
comercial y financiero impuesto a Cuba durante más de seis décadas.
El Legislativo cubano llamó la atención que el debate
previo a esta resolución evidenció una fuerte carga ideológica por parte
de un grupo de eurodiputados conservadores y de la extrema derecha, algunos de los
cuales tienen vínculos de larga data con políticos anticubanos en Estados
Unidos.
Según el ente, ese debate y la resolución confirmaron
que la extrema derecha de la Unión Euroea y fuerzas afines quieren
privarla de una política exterior propia e independiente hacia Cuba. Además,
refirió que ese rumbo atenta contra las empresas de la UE que invierten en la
nación caribeña o se interesan en hacerlo.
La ANPP alertó que esta intención de singularizar a
un país latinoamericano y caribeño atenta contra los principios de respeto,
inclusión y cooperación con que se pretende organizar la Tercera Cumbre
CELAC-UE (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños-Unión Europea),
encuentro que tendrá lugar el 17 y 18 de julio en la capital belga, Bruselas.
Asimismo, denunció que con estas maniobras se busca
entorpecer el curso actual de las relaciones entre Cuba y la UE, basadas en el
ADPC, firmado por los 27 Estados miembros.
La ANPP aseguró que los eurodiputados que promovieron
tal resolución tergiversaron hechos, datos y cifras, trataron de obviar los
resultados del Tercer Consejo Conjunto Cuba-UE, y mintieron de manera
deliberada para cuestionar el curso positivo de las relaciones entre Cuba y el
bloque de 27 naciones.
Agradeció a aquellos eurodiputados que denunciaron que
atentar contra el diálogo y la cooperación entre Cuba y la UE es un tributo
servil de la ultraderecha europea a la política del Gobierno de Estados Unidos.
Asimismo, instó a los eurodiputados a respetar el
ADPC, el compromiso de sus Estados miembros y la posición de otras
instituciones de la UE -como el Consejo y la Comisión Europea-, así como a
escuchar el sentir de amplios sectores de las sociedades europeas que abogan
por consolidar el diálogo y contribuir al desarrollo de intercambios y la
colaboración en aras de interés mutuo.