El Dr. Luis Ravanal Zepeda, gobernador de la asociación de medicina legal forense, el golpe de Estado de Chile y el asesinato del presidente constitucional Dr. Salvador Allende Gossens.
El
Dr. Ravanal ha participado como perito en distintos casos de connotación
nacional e internacional, como las investigaciones por las muertes del
presidente Salvador Allende Gossens, del poeta Pablo Neruda; del ministro de Interior
y Defensa en gobierno del presidente Allende Gossens, José Tohá;
y de Rodrigo Anfruns Papi, niño de 6 años secuestrado y asesinado en junio de
1979.
El destacado médico forense chileno, Dr. Luis Ravanal Zepeda (La Serena, 1965) fue nombrado este 6 de agosto “Gobernador” de la World Association of Medical Law (WAML).
Esta distinción se entregó en el contexto de la apertura
del 25° Congreso Mundial de Medicina Legal, que se desarrolla en la Universidad
de Waseda (Tokio) y que reúne a los principales profesionales de la ciencia
forense a nivel mundial.
De esta manera, Dr. Luis Ravanal Zepeda (master en
medicina forense) se convierte en el único latinoamericano en formar parte del
directorio mundial de la WAML, ente colegiado integrado por una mesa de
gobernadores elegidos por sus méritos científicos.
Tras su discurso de asunción del cargo -pronunciado en el
auditorio principal de la citada universidad- Ravanal expresó que su
nombramiento debe interpretarse “como un reconocimiento a la medicina forense
chilena en su conjunto”, añadiendo que este logro “indirectamente contribuirá a
mejorar los aspectos técnicos y de cooperación científica entre Chile y el
resto del mundo”.
La WAML tuvo su origen en el Congreso Mundial de Medicina
Forense, realizado en Bélgica (1967). Su propósito es promover el estudio y la
discusión de la medicina legal y la ética “en beneficio de la sociedad y el
avance de los derechos humanos”, como reza su declaración de principios.
Desde su fundación, la WAML ha celebrado 19 congresos
mundiales. En su revista especializada International Journal Medicine and Law
se han publicado más de dos mil artículos de autores de más de 100 países.
Además, realiza diversas labores académicas y educativas, todo lo cual
constituye a esta asociación en el espacio de debate más relevante de la
ciencia forense a nivel mundial.
Ravanal ya había recibido el premio Best Scientific
Presentation Award, distinción entregada a la mejor presentación en el Congreso
Mundial de Medicina Forense, realizado en Seúl, Corea del Sur, en octubre de
2014.
En dicha ocasión este científico chileno exhibió un
informe relativo a la controversia no resuelta por la justicia chilena
relacionada con el fallecimiento del presidente Salvador Allende Gossens,
consumado en el Palacio de La Moneda, el 11 de septiembre de 1973.
En ese trabajo, titulado One bullet or two?, se analiza
los resultados de los exámenes post mortem de 1973 y 2011. Allí, basándose en
los patrones de fractura existentes en el cráneo, en los análisis de residuos
de disparos y en la consideración de los hallazgos en el lugar de los hechos, Dr.
Ravanal plantea la existencia de dos disparos en el cráneo del
presidente Allende Gossens, percutados con armas distintas. El
primero, a corta distancia y con arma de baja potencia, en la frente; y un
segundo disparo, hecho con un arma de gran potencia, percutido en la zona
submentoniana, cuando Allende ya estaba muerto. Este último, realizado con el
fin de aparentar un disparo autoinferido.
La premiación de este informe sobre la muerte del presidente
Allende Gossens supuso un respaldo científico del más alto nivel a la
tesis histórico forense que sostiene que el presidente Allende Gossens
no se suicidó.
Pese a la importancia histórica de esta revelación
científica, la prensa chilena apenas dio a conocer esta premiación.
Ravanal es médico cirujano (Universidad de Chile, 1990) y
se desempeña como médico forense desde 1994. Desde ese año, hasta 2004, laboró
en el Servicio Médico Legal (SML), colaborando en distintas áreas como:
Tanatología, Toxicología, Histología y Clínica Forense, Sexología, Valoración
de Lesiones, Valoración del daño corporal y Discapacidad.
Es miembro fundador de la Sociedad de Medicina Legal y
Criminalística de Chile; Master en Ciencias Forenses (Universidad de Valencia,
España); y perito Legista de la Defensoría Penal Pública de Chile.
Se ha desempeñado como docente y/o investigador en
distintas universidades chilenas como: U. de Chile, U. Católica, U. Arcis, U.
de Los Andes, U. de la República, U. Andrés Bello, U. Central, U. Austral de
Chile.
Ha impartido cursos de perfeccionamiento en distintas regiones del país para la
Defensoría Penal Pública.
También ha participado como asistente y/o expositor, en
numerosos congresos internacionales de su especialidad, en Uruguay, Escocia,
Reino Unido, Holanda, España, entre muchos otros.
El último año ha expuesto en encuentros congresos de
medicina forense en Bakú (Azerbaijan) y Riad (Arabia Saudita).
El Dr. Ravanal ha participado como perito en distintos
casos de connotación nacional e internacional, como las investigaciones por las
muertes del poeta Pablo Neruda; del ministro de Interior y Defensa en gobierno
del presidente Allende Gossens, José Tohá; y de Rodrigo Anfruns
Papi, niño de 6 años secuestrado y asesinado en junio de 1979.
En septiembre de 2013 publicó el libro “Allende: “Yo no
me rendiré””: La investigación histórica y forense que descarta el suicidio
(Ceibo Ediciones), en coautoría con el sociólogo y corresponsal en Chile de la
revista Proceso de México, Francisco Marín.
En la actualidad, además de su labor como perito forense
acreditado en la Corte de Apelaciones de Santiago, se desempeña como Secretario
General de la Academia de Valoración de Daño Corporal del Mercosur.
A 50 años del golpe de Estado – organizado y financiado por el régimen de
Estados Unidos R. Nixon y Henry Kissenger, y llevado a cabo por sus testaferros
la oligarquía empresarial, financiera-bancaria/agiotista, agrícola monopolista/CTC/Sofofa
y la clase politicastra/castrense corrupta – o un montaje para desviar la atención
sobre los escándalos “caso convenios” del régimen, con el saqueo de las arcas
fiscales y de las riquezas naturales, el cobre, el litio, etc., y el territorio
del Pueblo Mapuche.
“Los Pueblos sin memoria historia, nada significan ni nada valen. Hay
que honrar a aquellos seres humanos que dieron sus vidas y su existencia por
dar contenido, forma y perfil a nuestras nacionalidades”. Dr. Salvador Allende
Gossens, presidente de Chile, Congreso de la Unión México, 1/12/1972.
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Magnicidio presidente Salvador Allende Gossens: impunidad
largamente anunciada:
En el proceso por el magnicidio
del presidente Allende Gossens, le cierre del sumario anunciado una impunidad
manifiesta. La opinión pública mundial y en especial los juristas y médicos sin
fronteras exigen una acusación por prevaricación al juez instructor Mario Carroza
Espinosa porque no se puede legalmente sobreseer una causa en forma definitiva
existiendo diligencias pendientes. Addhee.ong/Querellante.
Una nueva publicación del asesinato del Presidente de CHILE Dr. Salvador
Allende Gossens.
“Allende, autopsia de un crimen”
Por FRANCISCO
MARIN Y LUIS RAVANAL
Este libro nos entrega información fundamental,
hasta ahora desconocida y oculta, que señala que el presidente Allende combatió
hasta el último suspiro de vida, y que la bala, o las balas asesinas, fueron
disparadas por miembros del Ejército de Chile.
Hace diez años, la Sala Penal de la Corte Suprema
de Chile cerró definitivamente la investigación sobre la muerte de Salvador
Allende y dictaminó que se había tratado de un suicidio. Pero el veredicto no
fue unánime. Uno de los integrantes de la Sala, el ministro Hugo Dolmestch, no
respaldó la decisión: “Se advierten claras diferencias de apreciación e
interpretación respecto de los documentos, pericias y testimonios recibidos
(por tanto) no resulta aconsejable cerrar el proceso, pues a futuro bien
podrían aparecer nuevos antecedentes que despejen las actuales dudas”. El
vicepresidente de la Asociación Mundial de Medicina Forense, Dr. Luis Ravanal
Zepeda, se suma a este criterio: “No es posible que los informes oficiales
otorguen certeza respecto del mecanismo y forma de muerte del presidente Salvador Allende Gossens; no han sido halladas
las armas ni los proyectiles, ni se ha podido determinar cuáles fueron los
recorridos de dichas balas. Se ha impuesto una ‘verdad’ con piezas faltantes
(y) la verificación de la teoría del suicidio ha sido impuesta de modo fáctico,
mas no científico”. El periodista Francisco Marín aporta nuevos e inéditos
antecedentes históricos y testimonios directos que respaldan las palabras del
juez y las del médico forense. En 2013, Marín y Ravanal publicaron “Allende; Yo
no me rendiré”, dando cuenta de las inconsistencias y verdades fácticas en el
Caso Allende. Hoy, una década más tarde, a 50 años del combate por La Moneda,
aparece esta obra, con aquellos “nuevos antecedentes” a los que se refería el
ministro de la Corte Suprema.
Autores del libro «Allende, la autopsia de un crimen»: «se pudo detectar
residuos de pólvora en mayor concentración en el área frontal»
Del libro “Allende, la autopsia de un crimen”, que
entrega información inédita, conversamos en #FuturoPSP con sus autores,
Francisco Marín y Luis Ranaval.
Del libro “Allende, la autopsia de un crimen”, que
entrega información inédita señalando que la muerte de Salvador Allende fue un
asesinato por parte del ejército chileno, conversamos en Palabras Sacan Palabras con sus
autores, Francisco Marín y Luis Ranaval.
¿Cuál es la historia de los restos del presidente
Allende y que han hecho difícil la reconstrucción de la autopsia?
«Hay elementos fundamentales que faltan en toda
investigación de naturaleza criminal. En el año 2011 no se realizó una
reconstitución de escena, no fue utilizado el lugar … Nunca se encontraron el
arma ni el proyectil. Otro elemento es que las piezas fundamentales. Lo que se
valora desde el punto de vista médico forense, que era un orificio de salida
concordante con un disparo de baja velocidad por un revolver, no fue hallado.
Estaba en el año 73, pero después simplemente desapareció. Todos estos elementos
permiten llegar a una confirmación de la teoría del suicidio que no tiene
ningún sustento desde el punto de vista médico forense».
¿Por qué se instaló esta idea del suicido de
Allende?
«Hay distintos factores. En concreto, lo que se ve
al revisar los dictámenes de este informe. Los peritos narran lo que se
esperaría que ocurrió en base de una descripción esencialmente teórica.
Materialmente los elementos no están, así que se trata de una suerte de
construcción fantástica para suplir las diferencias de lo que no se pudo
encontrar».
¿Y desde las ciencias sociales?
«En base a los elementos objetivos toda la
construcción del suicido es un montaje, porque todos los elementos que son
pilares de esta tesis son falsos. Por ejemplo, el mismo informe de autopsias es
un documento que está falsificado y fue señalado por el abogado Roberto
Celedón, que está alineado computacionalmente. Todas las fotos fueron hechas
desaparecer, lo mismo con las filmaciones. Los peritos de la brigada de
homicidios de la Policía de Investigaciones dan cuenta de que el General
Palacios se quedó con el fusil, con las balas y con los elementos. Estamos en
condiciones de asegurar que los lentes que se exhiben en el Museo Histórico
Nacional en ningún caso son los de Salvador Allende. El juez carroza establece
en la sentencia de 2012 que no hubo combate en La Moneda. Cuando los propios
testimonios de los militares dan a conocer que hubo enfrentamientos. Se valida
una tesis que no tiene asidero ni histórico ni forense».
¿Qué sucedió con Allende según ustedes?
«Lo importante de nuestra investigación es que es
histórico-forense. Todo demuestra que, dado las profusas manchas de sangre que
tenía Allende en la ropa. Se da cuenta de heridas de bala que no fueron
descritas en el análisis forense original. Hay una narración que calza con la
evidencia forense. Hay muchas narraciones, como la de Tati Allende, que calzan
con la teoría del homicidio».
«Una es de Dagoberto Palacios, sobrino del general
Palacios que dirigió el asalto a La Moneda y que estuvo a cargo desde el
momento en el que el presidente muere hasta que dos horas después se permitió
ingresar a las policías. Que señala que el general Palacios en una comida se
reunió en un restaurant en calle Cuevas con Avenida Matta con otros militares y
le preguntaron por ese momento y él confirmó que le había dado un tiro de
gracia a Allende».
«Para que Dagoberto diera este testimonio tuvo que
romper con toda su familia. Un amigo del general Palacios también da cuenta de
cómo habría sido la muerte del presidente Allende. Diciendo que Allende le
disparó y que fue él quien hirió en una mano al general Palacios. El mismo
Palacios señaló esto en la revista Ercilla de 1973 y los militares que
acompañaban a Palacios y luego él sube para removerle el casco y darle un
disparo en la frente. No asevero que todo esto sea así, pero es concordante con
el análisis forense».
¿Es viable o conveniente desde el punto de vista
forense hacer una tercera autopsia?
«Por supuesto. En este caso, entre la primera y la
segunda autopsia pasaron décadas y, a pesar del maltrato y de la exhumación del
2011, se pudo detectar residuos de pólvora en mayor concentración en el área
frontal. Una tercera autopsia permitiría reforzar los argumentos que hemos entregado
a través de esta investigación. Lo que se hizo en 2011 fue tratar de validar el
suicidio y no lo lograron, a pesar de que haya una resolución jurídica al
respecto» señalaron en entrevista con La Radio del Rock, los autores del libro
«Allende, la autopsia de un crimen», Francisco Marín y Luis Ranaval.
Puede quedar en la impunidad la
muerte del presidente Salvador Allende Gossens.
Por Roberto Avila Toledo, abogado
querellante en la causa por la muerte del presidente constitucional de Chile
Secretario ejecutivo ADDHEE.ONG, querellante en la causa por el
magnicidio del presidente constitucional de Chile Dr. Salvador Allende Gossens.
¿Puede el Estado de Chile dejar en la impunidad el
hecho evidente de que el presidente Salvador Allende fue, de una manera u otra,
asesinado?. Lo está haciendo, hay que impedirlo.
El juicio está en la Corte de Apelaciones para ver
si se confirma o rechaza el cierre del sumario decretado por el Juez Mario
Carroza.
En Chile somos muchos, millones, los que queremos
que se haga justicia en la causa judicial que se sigue por el asesinato de
Salvador Allende. Los que no quieren son muy pocos, pero muy poderosos y están
en todos los ámbitos del espectro de los que han hecho de la política una
profesión, incluso en latitudes políticas y familiares que causan repulsión e
invitan a una reflexión sobre la condición humana.
Hace algún tiempo los jóvenes masivamente señalaron
que este presidente de Chile que nacionalizó el cobre y llevó adelante la
reforma agraria e instaló la educación gratuita a todos los niveles ha sido la
figura más relevante de la historia de Chile. En todas las marchas
estudiantiles su imagen se aprecia por doquier. En cientos de miles de hogares
chilenos se observa su foto en un lugar de privilegio. En 357 lugares del mundo
su nombre lo es también de calles y avenidas, facultades universitarias,
hospitales, escuelas, puertos e incluso ciudades.
Allende está ideológicamente vivo, es aún
políticamente peligroso para el sistema de dominación capitalista. Entre tantos
políticos corruptos y mentirosos al servicio de los poderosos, un presidente
honrado al servicio de su patria y que estuvo dispuesto a dar su vida por el
ideal de millones es peligroso. Los dirigentes pueden ser de otra manera.
Para matar a Allende se bombardeó e incendió el
Palacio presidencial de La Moneda. Le pedimos al presidente del Consejo de
Defensa del Estado Sergio Urrejola, que es un ente estatal que defiende el
interés del fisco de Chile, se hiciera parte. Este funcionario, militante de la
derechista Renovación Nacional y nombrado en su cargo por el presidente Piñera,
nos respondió negativamente. Es decir no hay interés fiscal comprometido en un
palacio presidencial y un presidente de la república bombardeado por la propia
fuerza aérea de Chile.
El juez Mario Carroza cerró el sumario señalando
que “no había acción de terceros en la muerte del presidente”. Ello a pesar de
que varios generales de ejército reconocieron haber atacado La Moneda con
tanques y que es un hecho público el bombardeo, que un oficial Mario López
Tobar escribió un libro jactándose de ello. A pesar de que existe una grabación
en el proceso del general Pinochet que señala “ofrézcanle un avión viejo…y el
avión se cae…matando la perra se acaba la leva”. A pesar de que todos los
colaboradores de Allende apresados en La Moneda fueron salvajemente asesinados.
Nada de ello es “acción de terceros” para el ministro.
El ministro instructor no logra establecer un
vínculo entre ese ataque mortal y masivo de ejército y aviación con la muerte
del presidente, lo cual nos llevaría al absurdo de tener que sostener que el
presidente salió de su casa en un día normal y en la soledad de su gabinete se
dio unos tiros, sin que exista explicación de la motivación de esa conducta.
Allende se dirigió al país, defendió fusil en mano el Palacio y la democracia,
esa no es la actitud de un suicida. Sin golpe de estado Allende vuelva dormir
en su casa el 11 de Septiembre por la noche. No se quiere ver ni reconocer la
claridad del día.
El razonamiento del juez Mario Carroza ha resultado
paradojal en la causa por la muerte del ideólogo de la dictadura Jaime Guzmán y
allí ha señalado como responsable a Enrique Villanueva que habría sido
dirigente del Frente Patriótico Manuel Rodríguez varios años antes del atentado
y que ya no lo era al momento de su ocurrencia. Pero acá separa lo ocurrido
sólo algunos minutos antes.
El ministro a pesar de que le hemos aportado
evidencia documental se ha negado a investigar la responsabilidad
norteamericana, del ejército argentino, del ejército brasileño en la muerte de
Allende.
Federico Willougby, hombre tan allegado a la
embajada norteamericana que junto con Sergio Arellano, a la sazón dirigente
democratacristiano, fueron los únicos civiles en el cuartel general de los
militares golpistas que el 1 de septiembre fue a declarar y dijo lo que quiso,
no se le hizo pregunta alguna para aclarar el hecho. Reconoció ser el
responsable de la exhumación del cadáver el año 90 y no se le preguntó porque
partes importantes de él fueron arrojadas a la basura.
La banda terrorista Patria y Libertad que fue
procesada en su momento por querer asesinar a Allende no se fue citada a
declarar a pesar de nuestras reiteradas solicitudes.
Consta en el proceso que el informe de la policía
civil chilena firmado por el prefecto Pedro Espinoza validando el suicidio se
obtuvo por dos oficiales de ejercito luego que pusieran una pistola en la
cabeza del policía.
Se dice que el presidente se suicidó con un fusil
Aka 47, este nunca apareció. Nunca se practicó un peritaje para acreditar si es
posible que un fusil de este tipo puesto en ráfaga sólo pueda disparar dos
tiros.
El fiscal norteamericano Propper señala en un libro
editado en 60 mil ejemplares y vendido en Chile. “Laberinto”, que quien disparó
directamente al presidente fue el capitán de la Escuela de Infantería René
Riveros, este concurrió a declarar y señaló que era primera vez en su vida que
escuchaba la imputación, su coartada no se investigó, simplemente se le creyó
donde dijo estar y lo que habría hecho el día 11.
La nueva autopsia practicada a los restos
esqueletizados del presidente, son un conjunto de embustes, se señala que no
hay huellas en él de agresión externa, que no había ingerido alcohol y que
murió de dos disparos autoinferidos de un fusil AKA; los orificios no se
acreditan en la pericia y el fusil tampoco está. ¿Como pudieron acreditar
esto?. Simplemente repitieron la autopsia fraudulenta de la dictadura. El
ministro nos negó asistir a la exhumación y sólo lo aceptó con un recurso
judicial y cuando habían ya 62 medios de prensa autorizados, ¿porque éramos
molestos?. La autopsia señala que es un suicidio. Esa conclusión esta fuera del
ámbito de la pericia pues, como veremos, el suicidio es una categoría jurídica
y no médica.
El Ministro toleró que el general López Tobar no le
entregó los nombres de los pilotos que bombardearon La Moneda, y que la Fuerza
Aérea dijera que no los tenía, lo cual fue respaldado por el Ministro de
Defensa Andrés Allamand. Nadie en Chile cree eso. Sólo cuando la Corte lo
ordenó se citó nuevamente a López Tobar quien entregó un nombre y al día
siguiente se desdijo. El ministro cortó el problema de un machetazo jurídico:
el bombardeo no tenía nada que ver con la muerte del presidente y debería verse
en otro proceso. El general López ya no sería importunado en este proceso.
Nada hay en el proceso que respalde o acredite la
versión de la dictadura de la muerte por mano propia. Pero aún en ese caso es
de todas maneras homicidio. La Suprema Corte de Estadaos Unidos estableció que
quienes se arrojaron al vacío en las Torres Gemelas no cometían suicidio,
porque su voluntad no era libre, como sostenían las compañías de seguro, sino
eran víctimas de homicidio.
El Partido Socialista no se querelló por la muerte
de su líder histórico que hoy le es incomodó en grado sumo. Su hija senadora
sólo puso un par de abogados “para estar informada de lo que ocurría en el
proceso”, el gobierno derechista tampoco, el Consejo de Defensa del Estado los
mismo. El contubernio de la clase política – que en una dialéctica de
gobierno/oposición nos rige – en contra de nuestro estado y de nuestra historia
republicana es evidente.
Los ministros de cortes de apelaciones saben que
para culminar su carrera en la Corte Suprema deben pasar por el rasero político
del Senado. Aclarar la muerte de un presidente de la república no ha sido
interés de ningún miembro de esa cofradía. La mayoría de los jueces que han
aplicado justicia, a los grandes, no digo al cabo y al sargento, han visto
truncada su carrera judicial.
Pero las fuerzas de un pueblo son enormes e inagotables y en algún momento habrá justica para el presidente más grande Chile.
La Justicia Plena, el juez y la
justicia en la “medida de lo posible”...
Por Prof. Moreno Peralta/IWA
La justicia plena es el equilibrio entre la moral y
el Derecho. Entiéndase por esto último: como la regla de la vida para la
asociación política y la decisión de lo justo. El Derecho como ciencia es un
instrumento al servicio de la plena realización de la persona y no una
justificación de su explotación. Tiene un valor superior al de la ley. Lo justo
es siempre moral.
Las reglas pueden ser injustas, Acatar la ley es un
acto de disciplina, pero a veces implica una inmoralidad.
El mayor obstáculo at progreso de Chile es la
indigencia educacional cultural y la fosilización de las leyes. Si la realidad
social varia es necesario que ellas experimenten variaciones correlativas. La
justicia no es inmanente ni absoluta, está en el devenir incesante en función
de la movilidad social. Los intereses creados obstruyen la justicia. Todo
privilegio injusto implica una inmoral subversión de los valores sociales. En
las sociedades carcomidas por la impunidad, la corrupción y la injusticia, las
personas pierden el sentimiento del deber y se apartan de la virtud. El
paternalismo y el parasitismo dejan de inspirar repulsión a quienes los usufructúan
y encenegan a las víctimas en la domesticación y el rastrerismo. Los individuos
sobreviven como esclavos: ser esclavo es fácil. Ser persona libre es muy difícil.
La justicia enmudece y se abisma.
Cuando en la consciencia social no vibra un fuerte
anhelo de justicia, nadie templa su personalidad ni esmalta su carácter. Donde más
medran los que más se arrastran, las piernas no se usan para caminar erguidos
con dignidad. Los individuos se niegan a leer, a estudiar al ver que la
sociedad cubre de privilegios a los mercachifles, a los politicastros pragmáticos
contemporizadores ignorantes, y se arrinconan y persiguen a las personas
dignas, honestas y creadoras.
Es por la falta de educación pública, laica de
calidad y gratuita y de justicia plena que los Estados se convierten en
confabulaciones de fariseos privilegiados, sibaritas, explotadores
/especuladores con sus testaferros politicastros y cipayos/ mercenarios
militares dispuestos a lucrar de la patria pero incapaces de honrarla con obras
dignas, son apátridas.
El juez honesto y por ende justo, rehúye
complicidad con la impunidad. Niega homenajes, reconocimientos profesionales a
los falsos valores que tienen sus raíces en la improbidad colectiva. Los
desprecia en los demás y se avergonzaría de usufructuarlos. Todo privilegio
inmerecido le parece una inmoralidad.
El Juez justo necesita una inquebrantable firmeza.
Los débiles pueden ser caritativos, pero no saben ser justos. La caridad - no
confundirla con la solidaridad-, es el reverso de la justicia. El acto
caritativo paternalista- cualquier paternalismo es un escupitajo a la dignidad
humana- , es una complicidad en el mal. Detrás de toda caridad/lastima existe
una injusticia.
La justicia plena no consiste en ocultar las
lacras, las injusticias, sino suprimirlas. Pero para esto se necesitan
magistrados y jueces honestos con vocación, personalidad y coraje civil.
Una persona honesta no puede escuchar a los que
predican, a dios rogando y con el mazo dando, como en el Paraguay del dictador/
Nazi de Strossner. La caridad/lastima para seguir aprovechando la injusticia.
Su respuesta debe estar en su conducta juzgando sus propios actos como si fueran
ajenos, y midiéndolos con la misma vara severamente e inflexiblemente. La
complacencia con el pragmatismo contemporizador constituye la mas inmoral de
las injusticias. Solo podrá extinguirse poniendo la Justicia Plena como
fundamento de la ética social, la verdad como base de la cultura colectiva y el
trabajo creador como primera condición del mérito. El privilegio, el
providencialismo religioso católico, la marginalización social, la falta de una
educación pública, laica y gratuita para todos y de una justicia plena son los
enemigos más peligrosos de la paz social.
Los que luchamos por la verdad y la justicia plena
en la arcadia de la alegría heredada de la dictadura de marras, de la
esquizofrenia social, de la amnesia colectiva, y la indigencia cultural y
educacional, seguiremos insistiendo que la primera es premisa para la justicia,
sine qua non.
Pero la verdad no es un asunto meramente ético,
tiene un valor político fundamental para la construcción de un Chip para todos.
El cacareado éxito económico de la oligarquía empresarial Sofofa y su clase política
y su régimen cesarista solo sirve a un pequeño sector de privilegiados
sibaritas un 1 % y obviamente a las empresas capitalistas multinacionales de la
globalización del capital.
Acentuó, para que las nuevas generaciones puedan
construir el Chile “para todos”, con una Paz perdurable, es imprescindible la
justicia plena y la educación laica de calidad y gratuita para todos. Sin
justicia plena y sin verdad, la reconciliación no es posible: ¡basta ya de
eufemismos y mentiras!
Si en el marco de un proceso judicial no se
resuelve en una investigación amplia que nos permita saber quiénes y cómo se
asesinó al Presidente de Chile Dr. Allende, el magnicidio seguirá sin
resolverse y el país se mantendrá dividido y enfrentará nuevos conflictos. Esto
lo estoy repitiendo desde el 11 de Septiembre de 1977, en Berlín, RDA., con la
Fundación Cesal E.v., en la Universidad Humboldt, pero como nadie hace caso,
hay que volver a repetirlo.
La verdad y la justicia en la aclaración del
magnicidio del presidente A Vende será una catarsis para Chile, y los años de
dictadura militar, terrorista fascista dejaran de ser hoyos negros de la
historia contemporánea del Pueblo Chileno, heridas dolorosas en el cuerpo de la
Nación para convertirse en experiencias racionalizadas colectivamente, sobre la
base rigurosa de la Ley, la lógica y las normas morales. Lo que no puede ser es
que se pretenda continuar por casi cuatro década con la impostura “del
suicidio” del Presidente Allende “, en el marco de la impunidad y del silencio
cómplice del Estado de Derecho.
En la vida de muchos jueces y magistrados y
politicastros pragmáticos contemporizadores que se sienten realizados
administrando la herencia de la dictadura de marras parece que hubo un
climaterio siniestro, una menopausia cerebral que podría denominarla la huida
de la razón. Cuidado con estos intelectuales, a quienes, deberíanseles mantener
bien alejados del poder y ser objetos de una especial sospecha, cuando empiezan
su perorata sobre la justica, la libertad, la democracia en la medida de lo
posible, la moral y la verdad. La verdad es la más temida de las fuerzas
revolucionarias. Las grandes revoluciones se han hecho con doctrinas de
pensadores dignos y honestos. Todos los que han pretendido eternizar la
injusticia en cualquier tiempo y lugar, han temido menos a los conspiradores
políticos que a los heraldos de la verdad, porque ésta pensada, hablada,
escrita y defendida consecuentemente y produce en los pueblos cambios más
profundos que la violencia. Ella siempre perseguida, siempre invencible, es el
más eficaz instrumento en el quehacer de la justicia plena que ha conocido la
Humanidad: sin verdad no hay justicia. Amar la verdad es contribuir al
mejoramiento del mundo moral, por esto, ningún sentimiento odio más que la
mentira de los pragmáticos contemporizadores que medran mintiendo. “en tiempos
infames, como el actual, decir la verdad es un acto revolucionario”....
Fieles a nuestra lucha: “Luchar es vivir”,
reiteramos que no seremos espectadores mudos ante el montaje “suicidio del
Presidente Allende” fraguado por la justicia chilensis en la medida de lo
posible, impuesto por el gran padre desde la Casa Blanca y su testaferra
oligarquía empresarial/sofofa. Nuestra denuncia y acción será la mejor garantía
de los que creen en la verdad y la justicia plena y en un mañana sin impunidad
y con memoria histórica para que nunca más se vuelvan a cometer crímenes de
lesa humanidad como durante la dictadura terrorista militar fascista que destruyó
el Estado de Derecho, la educación y la cultura, suprimió la autonomía
universitaria y desapareció dos Universidades: Universidad del Norte /Chile, y
la Universidad Técnica del Estado y asesinó al Presidente Constitucional de
Chile Dr. Salvador Allende Gossens.
Con esperanza y memoria, para que en Chile, ni en
ningún Pueblo de la Patria Continente, Latinoamérica, sean nunca más, para
nadie, tierra de campos de concentración, de desaparecidos, torturados, de
guerra, etc.
Certifico
Prof. Moreno Peralta/IWA
Secretario Ejecutivo ADDHEE/ONG
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