¡Digámoslo sin ambages: los Wagner son
mercenarios!
Escritor, analista
internacional/ADDHEE.ONG:
Todo
hecho político puede ser analizado en su doble dimensión como noticia, es decir
como coyuntura que ocurre y tiene repercusiones en la superficie, pero también
por el influjo estructural que produce y, en esa medida, es importante saber
cómo tal evento impacta en el análisis más profundo de los acontecimientos.
En
la primera dimensión, el alzamiento durante 36 horas del grupo mercenario ruso
Wagner el fin de semana pasado, hizo verter
“ríos de tinta” y miles de horas de transmisión en las que se informaba
desde lo más trivial hasta lo más espeluznante. La prensa occidental/USA/Unión
Europea/patio trasero latinoamericano/Japón llegó a afirmar que “Rusia se
había quebrado” y que era “el principio del fin de Putin”.
En
fin, los hechos están a la vista: Prigozhin se rindió y negoció por su vida,
hoy está exiliado en Bielorrusia, el grupo Wagner será desmantelado en Rusia,
su armamento y equipos están pasando a las Fuerzas Armadas, la operación
militar especial rusa en Ucrania no tuvo interrupciones, pero hay que lamentar
la irreparable pérdida de 13 aviadores militares rusos, además de la
destrucción de un avión y dos helicópteros. En condiciones normales, Prigozhin
debió haber sido enjuiciado y sometido a severas penas por haber producido un
levantamiento armado contra el poder establecido en el momento en que el país
desarrolla una operación militar en defensa de su soberanía, su integridad y su
sobrevivencia futura. Una vez más se demuestra que en política no
necesariamente dos más dos son cuatro.
Rusia,
su gobierno, su pueblo y sus fuerzas armadas, como expresión de su alto
sentimiento patriótico, elevada capacidad de respuesta militar y política y
alta profesionalidad de sus militares y fuerzas de seguridad, respondieron
unidas a la intentona, evitando lo que podría haber sido un desastre de
proporciones incalculables. Todo ello se realizó bajo el liderazgo indiscutido
del presidente Vladimir Putin.
Hasta
ahí el hecho en sí mismo. Sin embargo, se hace necesario un análisis más
profundo a fin de intentar explicar cómo se llegó a esta situación. Y en este
punto hay que decir sin ambages lo que a veces se trata de ocultar: el grupo
Wagner es una organización empresarial capitalista que recluta hombres para la
guerra. Como toda empresa capitalista, su objetivo es generar lucro y ganancia.
El detalle es que en este caso, la mercancía a negociar es la vida humana
porque el propio negocio es la guerra y su éxito depende de la cantidad de
muertos que puedan producir.
Así
como Rusia tenía a Wagner, Estados Unidos creó Blackwater (ahora llamada
Academi), Global Security and Communication, Triple Canopy y el grupo Mozart.
El Reino Unido por su parte dio origen a Trident Initiative Defense y G4S Secure Solutions. Así mismo, en Perú se estableció
Defion Internacional que también tiene oficinas en Dubái, Filipinas, Sri Lanka
e Irak. De la misma manera, en Nigeria surgió Garda World.
A
este respecto, un grupo de trabajo de Naciones Unidas creado para estudiar la
utilización de mercenarios, en un informe presentado a la Asamblea General de
ese organismo en noviembre de 2007 concluyó que “ las empresas de seguridad
privadas que reclutan, entrenan, utilizan o financian antiguos militares y
expolicías para que operen en zonas de conflicto armado constituyen nuevas
modalidades de actividad relacionada con mercenarios”. Así mismo, en el informe
se aseveraba que aquellos Estados ”que emplean empresas de este tipo pueden
incurrir en responsabilidad por las infracciones de los derechos humanos
cometidas por el personal de esas empresas, en particular si están facultadas
para ejercer algún tipo de autoridad gubernamental o actúan bajo la dirección o
el control de su gobierno”.
En
estos días, algunas personas han argumentado a favor de establecer diferencias
en torno a unas y otras empresas de este tipo bajo la idea de que defienden
causas distintas. Desde mi punto de vista eso es falso: todos son mercenarios,
su móvil es el dinero y van donde se les ofrezca en mayor cantidad.
Cuando
se participa en una guerra a partir de intereses comerciales, la subordinación
es al mejor postor. Es la norma del capitalismo y del capital y como todo
capital, aspira a la ganancia y al poder. Si lo analizamos desde esta
perspectiva, es natural que en Rusia hayan ocurrido los hechos del pasado fin
de semana.
Eso
es diferente a actuar bajo la idea de sujeción a intereses patrióticos o a
inclinaciones válidas para la realización humana cuando se han cerrado los
caminos pacíficos para la defensa de la organización a la que se pertenece o
incluso, cuando la vida propia es amenazada. En ese caso, tomar las armas no es
sólo un derecho, es sobre todo, un deber.
Prigozhin,
dueño de la empresa Wagner, supuso que el debilitamiento por vía del
desprestigio retórico y sin fundamentos del alto mando militar ruso lo iba a
encumbrar a una superior jerarquía castrense y lo transformaría en un virtual
“salvador de Rusia” en la terrible situación que su afiebrada mente había
fabricado. Pensó también que por esa ruta, estaba a un paso del poder.
Pero
un vulgar mercenario, incluso siendo valiente, heroico y exitoso no es más que
eso: un valiente y heroico soldado que pasa por caja a fin de mes a retirar su
cheque. Tal vez, hasta podría reconocérsele cierta capacidad de mando de una
pequeña o mediana unidad. Pero la conducción estratégica de la guerra requiere
de mucho más que eso. No basta con dirigir las grandes unidades terrestres,
aéreas, navales y misilísticas. Además hay que tener capacidad de manejo
exitoso de la economía y las finanzas, la ciencia y la tecnología, la industria
militar, la diplomacia y la política. Solo los estadistas tienen suficiente
liderazgo para ello. Vladimir Putin ha demostrado tenerlo, Prigozhin no, y el
pueblo ruso lo sabe.
No
se puede entender cómo la dirección política de Rusia y el presidente Putin le
dieron tanta capacidad de combate y tanto poder de fuego a una empresa de
mercenarios que actuando bajo lógicas de mercado, aspiraba a una mayor ganancia
y al poder.
Dicen
que son traidores. ¿a quién? ¿ a la Patria? ¿al pueblo ruso? No, ellos no
juraron defender la Patria ni al pueblo ruso. Ellos firmaron un contrato para
ganar dinero de una manera despreciable.
Para
los que afirman que Wagner era necesaria porque pudieron ir a países que habían
solicitado ayuda de Rusia y esta no la podía dar oficialmente, me gustaría
decirles que Rusia envió a Siria a lo mejor de sus fuerzas armadas donde le
propinó contundentes golpes al terrorismo que cambiaron la correlación de
fuerzas en el campo de batalla y en la situación política del país. La
actuación de Wagner ahí fue absolutamente marginal.
Así
mismo, vale decir la respuesta inmediata del gobierno de Mali ante la situación
creada en Rusia: “ Estamos listos para aceptar cualquier grupo del liderazgo
ruso si se toma la decisión de retirar las unidades de PMC Wagner del país. Nuestra
relación y cooperación de seguridad es con el gobierno ruso, con nadie más”.
Pasó
lo que tenía que pasar. En Occidente estas situaciones no ocurren porque
capital, gobierno, empresas de mercenarios, y complejo militar industrial
configuran diferentes partes de un mismo bloque de poder que existe y funciona
para garantizar sus intereses corporativos y sus ambiciones imperialistas de
dominación y control.
Ojalá
que lo ocurrido sirva para desterrar todo tipo de empresas que tengan como
objetivo el reclutamiento de mercenarios para la guerra y que los
acontecimientos ocurridos también conduzcan a repudiar sus prácticas
deleznables contrarias a cualquier comportamiento civilizado y humano.
Lo subrayado interpolado es
nuestro.
Se prepara un futuro de guerras largas
Escritor,
periodista, analista internacional/ADDHEE.ONG:
Es improbable una guerra mundial
nuclear, sería una autodestrucción mutua. Se hacen preparativos para guerras
híbridas acompañadas de carreras armamentistas y guerras convencionales
localizadas.
Terminado el predominio mundial de
Occidente las oligarquías nacionales buscan ser parte del nuevo orden
multipolar como potencias o asociadas a nuevos bloques convenientes.
En esa lucha por poder y beneficios se incluye
ahora centros emergentes, India, China, Brasil, Indonesia, Sudáfrica.
La forma de geopolítica global que empieza
necesita más armas convencionales, alianzas, definiciones estratégicas. En eso
están varios estados.
La visión de
Xi Jinping es radical: "El futuro y el destino de la humanidad dependen de
si China y EE.UU. pueden coexistir".
Estados Unidos
aprobó el mayor presupuesto militar de su historia: 858 000 millones de
dólares.
En la OTAN hay un apoyo total a la guerra contra
Rusia y gobiernos de países solicitan integrarse.
El máximo
responsable militar de la OTAN defiende que sus países pasen a una
"economía de guerra".
Congresistas
estadounidenses proponen convertir a India en un nuevo miembro del formato
OTAN+.
La OTAN inicia en Alemania las mayores maniobras
aéreas de su historia. Unos 10 000 soldados de 25 países y 250 aviones.
El ministro de Defensa ruso manifestó en una
reunión de las academias militares: "Ustedes se graduaron en un momento
crucial para el país, cuando el destino de nuestra patria pende de un hilo y su
futuro geopolítico está en juego".
El ejército ruso obtiene suficientes
reclutas para formar un nuevo regimiento por día, dijo el ministro.
Rusia anuncian un
aumento de entregas de los cazas Su-57 a las Fuerzas Aeroespaciales en 2023.
El
comandante en jefe de la armada rusa espera recibir unos 30 barcos de guerra,
lanchas de combate y buques de apoyo más para finales de 2023".
Viceministro
de Exteriores ruso advierte a Estados Unidos que el uso de las fuerzas de la
Alianza Atlántica en Ucrania tendrá graves consecuencias. No debería haber
tropas de la OTAN en Ucrania, expresó.
Alemania destina 100.000 millones para rearmar su
ejército y entregará anualmente a Defensa más del 2% del producto interior
bruto.
Su propuesta en la OTAN para Ucrania es centrarse
darle poder militar.
Japón, Australia, Corea del Sur, se
arman frente a Rusia, China, Corea del Norte.
Irán
presenta un nuevo misil balístico con 2.000 km de alcance y ojivas de 1,5
toneladas.
El poder destructivo de las armas nucleares limita
las confrontaciones futuras a focos de guerra -Taiwán, Kosovo-, sanciones,
presiones, alianzas, rupturas de alianzas, acciones de desestabilización de
gobiernos -en Irán se intentó el año pasado.
El plan de guerra híbrida contra Rusia contemplaba
un golpe de estado, una ruptura social -la rebelión de Wagner cumple ese
objetivo aun no siendo de agente extranjero.
Más y mejores armas sin que pueda esperarse un
período de paz.
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