LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL GENOCIDA /IAG/CHAT GPT: ¡EUREKA! LA CIENCIA EN EL CAPITALISMO DONDE LA VIDA NO VALE NADA, UN ATENTADO CRIMINAL CONTRA EL GENERO HUMANO.
Por Prof. Moreno Peralta/IWA
Parafraseando el genio universal W.
Shakespeare, en la vidorra, en el cotarro académico, del sistema capitalista salvaje, un derroche de espíritu en un erial de vergüenza, en el contexto de una
menopausia cerebral, que podría
denominar la huida de la razón , sus
paniaguados científicos producen un
engendro que denominan “la inteligencia artificial genocida/iag/chat gpt”, que
no sólo salvaría al más voraz depredador capitalista del planeta agonizante,
sino que les permitiría a los
plutócratas empresarios dueños de la celestina universal del Club Bilderberg profundizar
la explotación, masificación y enajenación
de los pueblos que someten.
Además de convertir a las gentes en guarismos orwellianos. Lo que no pudieron
hacer con las malditas guerras, las
pandemias, el hambre, la miseria, el
narcotráfico, etc.; Lo lograran con la inteligencia artificial genocida,
controlar y reducir la población mundial.
Total el fin justifica los medios para su desvergonzado maquiavelismo,
su fría avaricia y su profunda inmoralidad...
Cogito, ergo sum: el primer mandamiento
de la Ley Humana es aprender a `pensar y
el segundo hacer lo pensado
correctamente. Para esto la persona necesita de una inteligencia racional que
es limitada. La inteligencia irracional
es la del animal salvaje, no
tiene futuro, solo presente. Por respeto a la Madre Naturaleza y cariño por los
animales salvajes no entraré en odiosas comparaciones con la bula denominada
IAG, un engendro / desaguisado, un agravio, un desatino, una sinrazón en contra
del género humano. La jerarquía empresarial del Club Bilderberg está
priorizando el control y perfección del mejor modelo del
mefistofélico engendro apodado “inteligencia artificial genocida” para
el futuro financiero, el mercado y lo más importante, la plusvalía. Todo lo demás es secundario, la Humanidad será
una etapa pasajera en la evolución de la inteligencia artificial genocida y en
el futuro de nuestro planeta habrá desaparecido el género humano, su lugar
estará ocupado por este engendro
perverso e infernal. En su imparable evolución no requiere de la biología, es
decir, el género humano está demás. Es la inteligencia artificial genocida la
que evoluciona...
“La ciencia, la virtud y la sabiduría se unen en una sola
y misma resultante, la Dignidad Humana”.
En la evolución humana, casi siempre la
ciencia ha estado al servicio del
desarrollo y felicidad del ser humano.
Conciencia e inteligencia y
nuestros sentimientos han ido juntos hasta que apareció el mefistofélico
engendro la inteligencia artificial
genocida de los jerarcas empresarios
dueños de la celestina universal y del sistema capitalista salvaje del club
Bilderberg-...
Como era de esperar, el año 2019, nótese, la Comisión Mundial de Ética
del conocimiento científico y la tecnología /COMEST de la Unesco, definió: La
inteligencia artificial genocida como
una producción tecnológica que involucra dispositivos con habilidades
para copiar o reproducir funciones propias de la inteligencia humana, como el
aprendizaje, el razonamiento, la solución de problemas, la interacción lingüística e incluso la
producción de trabajos creativos y arte: ¡Eureka¡, la ciencia en el sistema
capitalista salvaje, donde la vida no vale nada...
Nuestro desgraciado planeta de larga data ha
enfrentado problemas como el
subdesarrollo, el colonialismo, la pobreza, la miseria, el hambre de millones
de seres humanos, una deuda externa impagable, un intercambio comercial
desigual, un orden económico internacional injusto e inmoral, una carrera
armamentista con el peligro de una tercera maldita guerra mundial/nuclear que no
tendrá un ganador, sino un perdedor, la Humanidad. A estas lacras, agreguemos la contaminación del medio ambiente, el
envenenamiento del aire, los océanos, los ríos, los lagos y el maldito
narcotráfico. Como si todas estas lacras fueran pocas, los malditos plutócratas empresarios
capitalistas del club Bilderberg, en el contexto de su desvergonzado maquiavelismo,
su fría avaria y su profunda inmoralidad le imponen al género humano la lacra infernal de “la inteligencia artificial genocida”, es un atentado
criminal contra el género Humano.
“Los ojos atónitos lo ve, la razón se
escandaliza, se espanta, pero la Humanidad se resiste a creer lo que han hecho,
lo que siguen haciendo, o son ustedes bárbaros o no saben lo que hacen”,
Maestro libertario José Martí Pérez de la Patria Continente América Latina y el
Caribe.
Con esperanza y memoria que sòlo son dignos de
la libertad y la vida quienes cada día
las conquistan.
Prof. Moreno Peralta /IWA
Secretario Ejecutivo Addhee. Ong
Eso que llaman Inteligencia Artificial Genocida.
Pro Dr. Fernando Buen Abad Domínguez/
Universidad Nacional de Lanus, Argentina.
Por más entusiasmados que se muestren
sus vendedores, no aceptemos esa “Inteligencia Artificial genocida” de mercado
como si fuese un logro tecnológico inocente. Más parece una emboscada para
comerciar con el “big data” (y su saqueo de información) que, en la práctica,
ha sido mayormente manipulación de datos para los negocios de la dictadura
tecnológica imperial. No aplaudas la ingeniería burguesa para la alienación. Lo
inteligente sería democratizarla. Del uso mercantil de la “Inteligencia
Artificial” podemos esperar todas las canalladas (y peores) que el capitalismo
nos impone y nuestra tarea científica es desarrollar una Semiótica para la
Revolución de la Conciencia, armada con métodos y praxis emancipadas y
emancipadoras. Aquí no omitiremos el tejido militar subyacente en todo
desarrollo de coloniaje tecnológico.
Se supone que “Inteligencia
Artificial” debiera ser herramienta auxiliar de la Inteligencia Social para
resolver los problemas que asfixian a la humanidad. Que debiera ser arma
emancipadora para dignificar la producción social del conocimiento y la vida.
No emboscada de mercachifles. Esto no es una denostación del progreso ni de la
tecnología, es una interrogación profunda sobre él, su veracidad y utilidad al
servicio de qué de quiénes. Naturalizaciones del Espanto. Claro que
escudriñamos el carácter contradictorio de la Inteligenica Artificial Genocidaque,
en el modo de producción burgués, tiende a manipular los productos del trabajo
para encumbrar ganancias con el Caballo de Troya tecnológico de un “desarrollo”
que sigue siendo la ley del amo para controlar a los pueblos, al tiempo que
perfecciona las condiciones y las herramientas de dicho control en tiempos en
que la IA va cobrando fama y aplicaciones todavía no explicadas ni consensuadas
con los usuarios involucrados.
No pocos adoradores de la tecnología
son fanáticos de cierta “eficiencia” que al capitalismo le resulta muy útil y
refrescante. Alimentan sus anhelos de perfección productiva y rentable. Ese
dogmatismo también es templo de no pocos ejecutivos de oficina, asistentes
administrativos y mandos intermedios que son fanáticamente optimistas sobre los
beneficios de la IA en la totalidad del proceso de producción, con ello
reverencian la sensibilidad de sus patrones y la certeza de que son, cada día,
más invencibles. Nosotros debemos estar advertidos y listos para ofrecer
batalla científica des-alienante, en el corazón del propio proceso laboral
incluso dentro de los campos científicos y académicos.
Dicen algunos que no se trata de
omitir la intervención humana sino de perfeccionar sus capacidades. Desde 1956
John McCarthy la caracterizó, en el seno de la Conferencia de Dartmouth, como
una diversidad compleja de especialidades que suponen su aplicación en campos
del mercado, del entretenimiento o las actividades lúdicas, matemáticas,
escritura y diagnóstico de enfermedades. Sostienen algunos que sintetiza,
sistematiza y simplifica operaciones intelectuales complejas. Eso incluye
algoritmos simples o vinculación con redes neuronales artificiales, símiles de
funciones propias del cerebro humano, con ayuda de modelos de aprendizaje en
escalas y profundidades diversas.
Lo que se llama hoy “Inteligencia
Artificial” interpela una multiplicidad de fenómenos y problemas sociales
históricos que exigen posicionamiento de disciplinas actualizadas para una
Filosofía de la Tecnología honesta que en tiempo real y despliegue una ética
para las máquinas. Especialmente ante el uso de los datos (la información) que
tiene rango histórico conflictivo de clase porque se trata de un Derecho Humano
Fundamental e inalienable. En 2019 la Comisión Mundial de Ética del
Conocimiento Científico y la Tecnología (COMEST) de la UNESCO definió
“Inteligencia Artificial” como producción tecnológica que involucra
dispositivos con habilidades para copiar o reproducir funciones propias de la
inteligencia humana, como el aprendizaje, el razonamiento, la solución de
problemas, la interacción lingüística e incluso la producción de trabajos creativo
y “arte”. Así de serio es el asunto científico y político.
En su fase actual, algunos dueños de
las Inteligencias Artificiales como Alexa, el Google Siri, los traductores,
YouTube, o “chatbots” como ChatGPT, y Tesla Autopilot… están empeñados en
fabricarse prestigio como vanguardias seductoras para ganarse la confianza de
un cierto “sentido común” al que suele dejar invisible la trastienda mercantil
de sus inventos máquinas que “imitan” funciones cognitivas y el manejo o
control procesadores, que almacenan datos (de propiedad colectiva) sobre un
área para usar algoritmos, aprender de esos datos y manipularlos en toma de
decisiones mercantiles. Eso incluye sensores físicos y sensores mecánicos,
pulsos eléctricos u ópticos. Así de avanzados y así de peligrosos si no hay
regulación democrática de su “desarrollo” y sus aplicaciones.
No nos amedrentan con oscurantismo
tecnológico. Sabemos de sobra que la tecnología en manos del capitalismo es
herramienta de saqueo, desinformación y opresión alienante. No nos toman el
pelo con palabrerío “técnico”: “Inteligencia Artificial” a espaldas del pueblo
es alienación. Ahora dicen que se trata de un “aporte” donde convergen las más
avanzadas prácticas tecnológicas con sus metodologías, conocimientos,
profesionales y líderes científicos reunidos bajo un mismo propósito que en
realidad no es otra cosa que perfeccionar el armamento explotador del
capitalismo para sobrevivir a sus propias crisis terminales. Esa versión de la
“Inteligencia Artificial” (IA) intoxicada por la lógica de la mercancía, contra
la humanidad, en realidad es una empresa “tecnológica” al servicio de las
mismas ofensivas económicas y políticas, que son la esperanza de sobrevivencia
del mercado mundial capitalista, que dice ser “la realidad”, sólo “la realidad”
y nada más que “la realidad”. El modelo publicitario mediático enajenante
con que se vende, a sí misma la IA, anhela nuestra admiración y respeto. Nos
pide defenderla con la vida porque enriquece a los medios, los modos y las
relaciones de producción capitalistas. Y, dicen, que es por nuestro bien. Sube
sus ganancias la Industria Militar.
Esa “Inteligencia Artificial” es una
tentación a la que accede presuroso el Estado burgués, opuesto
consustancialmente a la organización de las bases, especialmente de los
trabajadores. Su “inteligencia” es audacia colaborativa costosa para apresurar
la automatización coyuntural de los procesos de producción y la depauperación
del trabajo mismo, pero con argumentos de “progreso tecnológico”. Simulación
histriónica de las burocracias que siendo adoradoras del quietismo se
estremecen extasiadas con la dinámica de esa “Inteligencia Artificia” que
ayudará a frenarlo todo. Excepto las ganancias de sus jefes y dueños, los empresarios
del Club Bilderberg.
Su “Inteligencia Artificial”
naturaliza un despliegue tecnológico “novedoso” para el secuestro añejo del
plusvalor modernizado con la automatización de la producción hacia el plan
supremo de aniquilar la competencia, consolidar monopolios y solidificar al
imperialismo inteligentemente. Con su naturaleza inhumana, con una IA pensada para
enriquecer las tareas de vigilancia y control social, de manipulación política,
para modificar las subjetividades, para la invasión de la privacidad con
productos inteligentes capaces de desfigurar la relación de los individuos con
su contexto y consigo mismos. Una especie de sueño de la perfección donde es
posible falsificarlo todo con el mínimo esfuerzo. Todo bajo control. Nuevo
martillazo burgués sobre la tierra, el trabajo y el capital. ¿Inteligente?
No es suficiente percatarse de que
con esa “Inteligencia Artificial” el capitalismo anhela multiplicar sus
ganancias. Es preciso explicar qué debe hacerse contra eso. Qué tácticas y
estrategias políticas y científicas hemos de consensuar para someter, por
ejemplo, a una ética social participativa el uso de huellas dactilares, el
reconocimiento biométrico, los archivos que acumulan identificación, que
observan y miden la vida (gustos, hábitos, preferencias cotidianas) con
“inteligencia” empresarial mientras no pocos adictos al burocratismo lo ven con
“buenos ojos”. Qué hacemos para impedir que desde el Estado capitalista se
ilusionen por el “desarrollo” de la IA y aplaudan su metabolismo cultural en el
consumo, el comercio y las finanzas, con apologías al control, la vigilancia y
el sometimiento de la población y hermosear tecnológicamente una idea
“seguridad”, “confianza” y “felicidad” burguesa mientras trafican poder con los
datos, su cantidad y su calidad… sus espejismos. En el contexto histórico,
tecnológico e ideológico presente, la IA también es un disfraz ideológico, que
esconde su verdadero motor que la Inteligencia del Mercado, es decir, el uso
especulativo y de acumulación de clase. Esa es su “Inteligencia” verdadera, no
la del bienestar humano sin excluidos.
Lo subrayado Interpolado es
nuestro.
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