Réquiem para los renegados arquitectos de la “renovación”.Partido Socialista virtual/socialdemócrata cuesta abajo en la rodada.
Después del infausto golpe
militar de 1973, estadounidenses y europeos señalaron como gran problema
para sus intereses, la existencia de un Partido Socialista radicalizado que
no obedecía a los patrones de la socialdemocracia mundial, corriente política
que aceptaba sin complejos el capitalismo salvaje buscando a
humanizarlo. Ante ello, el gran objetivo fue variar dicha situación y junto
iniciaron un proceso de largo aliento destinado a constituir un Partido
Socialista renovado que le sirviera a su esquema de dominación en
Latinoamérica.
La historia es conocida, durante los
años 1980 se desarrolló una intensa lucha ideológica al interior del socialismo
chileno la que culminó con el triunfo absoluto del sector socialdemócrata, que
cooptó o arrasó con los sectores de izquierda. Todo ello en medio de una gran
dispersión.
A comienzos de 1990, el proceso de
reunificación se consolidó bajo las ideas renovadas, apuntalando una nueva
alianza, esta vez con la Democracia Cristiana y relegando definitivamente
la antigua unidad con el Partido Comunista que había llevado al senador
Salvador Allende Gossens al gobierno popular bajo la coalición
Unidad Popular.
Las corrientes que concurrieron al Partido
Socialista reunificado habían apostado por la salida pactada con el sátrapa
Pinochet protagonizando la negociación de 1989, que inició los 30 años de falsa
democracia que eclosionó el 18 de octubre pasado. La fuerte lucha fraccional
fue superada con el acuerdo entre los “barones” quienes ufanándose de su
“modernidad”, organizaron el Partido Socialista como una empresa y sin
asco alguno aplicaron indecorosas medidas para mantener un aparato de poder
clave en los regímenes de la Concertación-Nueva Mayoría. Una gran
cantidad de antiguos militantes, participantes activos de la resistencia
clandestina, se negó a incorporarse al PS renovado. También, hubo grupos
marginales y sin acceso a las granjerías, que resistieron el dominio omnímodo
de los “barones” apostando a dar la pelea por dentro, pero fue una ilusión, la
fortaleza del poder y el dinero, junto al apoyo internacional, hizo que el
sector socialdemócrata, convertido abiertamente en neoliberal, siguiera
usufructuando del manejo partidario.
Hoy el neoliberalismo muerde el polvo
de la derrota y quienes apostaron a dicha forma de regir un país en un Partido
Socialista virtual están a la defensiva y sin juego de piernas, la desafiliación
de militantes se acrecienta, muchos de ellos valiosos cuadros, pero otros,
simples ratas que abandonan los barcos cuando se hunden.
El problema del Partido Socialista
virtual es que no sabe hacia dónde ir, algo extraño, ya que, a pesar de sus
divisiones, siempre elaboró teoría, proyectos y líneas estratégicas, pero ya no
es el partido del presidente Salvador Allende Gossens, es una
agrupación que mantiene gran número de militantes honestos, pero dominado por
una cúpula minoritaria y poderosa cuyo único atributo es la acrobacia política.
Lo subrayado es nuestro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario