La Comisión Chilena de Derechos Humanos en un informe sobre los
90 días trascurridos desde el estallido social que ha dado curso a la
rebelión popular, junto con enumerar las violaciones a los Derechos Humanos y
la negación oficial de responder a las demandas del pueblo, estima que el régimen
ha entrado en un campo de ilegitimidad. Esto “convierte al Presidente elegido
democráticamente en ilegítimo, carente de autoridad, por incumplir su principal
deber de mandatario, cual es acatar y defender los legítimos intereses de su
mandante, el Pueblo Chileno, y el de respetar y garantizar los derechos humanos
consagrados en los Pactos y Convenciones suscritos y ratificados por el Estado
de Chile, incurriendo con ello, en grave responsabilidad ante los órganos del
Sistema de Naciones Unidas y la comunidad internacional”
DECLARACIÓN PÚBLICA
1° A tres meses de iniciado el
estallido social, la Comisión Chilena de Derechos Humanos desea expresar su
preocupación por la actitud asumida por el régimen para enfrentar el
legítimo derecho a la protesta pacífica ejercido por millones de chilenas y
chilenos, a partir del 18 de octubre pasado.
2° En efecto, las cifras de víctimas dan cuenta de una grave,
masiva y sistemática violación a los Derechos Humanos provocada por la acción
de agentes del Estado, tal como lo consignaron los Informes de organismos
internacionales, como el del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos (ACNUDH), y el emitido por Amnistía Internacional.
Según el último Informe
del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), que refleja gran parte de
los casos ocurridos en el país, se han producido 3.649 personas heridas, de las
cuales 269 corresponden a niños, niñas y adolescentes; 405 chilenos y chilenas
sufrieron heridas oculares, y 2.063 fueron heridos por disparos; se han
producido casi 10.000 detenidos y sólo el INDH, ha presentado 5 querellas por
homicidio, 17 por homicidio frustrado, 770 querellas por torturas y 158 por
violencia sexual.
3° A su vez, las demandas que motivaron el estallido social, no
han sido escuchadas por el régimen. Ninguna medida se ha
traducido hasta ahora, en propiciar los cambios estructurales al modelo
económico social y político imperante, que permitan que derechos sociales
fundamentales, como el derecho a la salud, a la seguridad social, al trabajo
decente, a la remuneración justa y a la vivienda digna, entre otros, sean
debidamente garantizados, tal como lo establecen los Pactos internacionales
suscritos y ratificados por el Estado de Chile, y por tanto, de cumplimiento
obligatorio, particularmente, el Pacto Internacional de Derechos Económicos
Sociales y Culturales.
4° Muy por el contrario, el régimen ha impulsado
iniciativas legales que profundizan el modelo en crisis, como la cuestionada
reforma a Fonasa, la que según expertos, sólo conducirá a la privatización del
Sistema de Salud Pública, ya precarizado. Del mismo modo, ha promovido una
reforma de pensiones que consolida la capitalización individual y el modelo de
las AFPs, alejando toda posibilidad de avanzar hacia un verdadero sistema de
seguridad social.
A su vez, los parlamentarios del régimen votaron en
contra de un proyecto de ley que buscaba
consagrar el Derecho Humano al agua
como un bien nacional de uso público,
en medio de cuestionamientos al Ministro de Agricultura por la propiedad sobre
derechos de aprovechamientos de agua que dispone para sus negocios privados.
5° Al mismo tiempo, el régimen ha priorizado una serie de
iniciativas legislativas, de la denominada Agenda de Seguridad Pública, (Ley
Antisaqueos y Antibarricadas), que han sido cuestionadas por Naciones Unidas
por comprometer gravemente el derecho a reunión y a la manifestación pacífica.
Aun así, ha persistido en su empeño.
6° Por otra parte, el proceso constituyente en curso, mantiene
numerosas dudas e insuficiencias, alejándose del anhelo mayoritario del pueblo
chileno que exige recuperar su derecho de libre determinación.
En efecto, aún no se resuelve si en la integración de la
Convención Constituyente se va a respetar la paridad de género, si tendrán cupo
reservado los pueblos originarios, si podrán votar los inmigrantes y si los
independientes podrán competir en igualdad de condiciones con los candidatos de
los partidos políticos.
Y lo más importante, sigue sin esclarecerse debidamente. En
efecto, la mantención de los 2/3 de quórum al momento de votar los
procedimientos y los contenidos de las normas por parte de la Convención
Constituyente, impide toda posibilidad que el proceso sea un genuino ejercicio
de soberanía popular a través de la aplicación del principio de respeto a la
mayoría, tal como lo establecen los principios y normas que informan todo
proceso democrático.
Agrava lo anterior, el que los partidos de régimen han
declarado públicamente que no están de acuerdo con una Nueva Constitución, y
que promoverán el rechazo a esa idea en el Plebiscito de Abril, a pesar del
abrumador respaldo de las chilenas y chilenos, al cambio constitucional.
7° En suma, un régimen
que no escucha las demandas mayoritarias del Pueblo Chileno, que desoye las
recomendaciones de Naciones Unidas, que defiende el statu quo a través de
iniciativas legales que profundizan el modelo en crisis y cuyo único sostén de
apoyo es la fuerza de la represión, violando los Derechos Humanos más
elementales, como el derecho a la vida, la integridad física y la libertad
personal, convierte al Presidente elegido democráticamente en ilegítimo,
carente de autoridad, por incumplir su principal deber de mandatario, cual es
acatar y defender los legítimos intereses de su mandante, el Pueblo Chileno, y
el de respetar y garantizar los derechos humanos consagrados en los Pactos y
Convenciones suscritos y ratificados por el Estado de Chile, incurriendo con
ello, en grave responsabilidad ante los órganos del Sistema de Naciones Unidas
y la comunidad internacional.
8° Frente a esta compleja situación, fiel a nuestra misión
institucional, la Comisión Chilena de Derechos Humanos seguirá respaldando el
legítimo derecho humano a la protesta social, y continuará defendiendo a las
víctimas de las violaciones a los derechos humanos, denunciando a sus autores
materiales e intelectuales, tanto ante los tribunales nacionales como ante las
instancias internacionales, procurando Verdad, Justicia, Reparación y Garantías
de No repetición, hasta alcanzar la verdadera Paz social, aquella fundada en un
sistema democrático genuino, forjado a través de un genuino ejercicio de la
soberanía popular, y que respeta y garantiza los derechos humanos de todas y
todos.
COMISION CHILENA DE DERECHOS HUMANOS.
Santiago, 18
de Enero de 2020
Carlos Margotta Trincado.
Presidente
Manuel Jacques Parraguez.
Vicepresidente
Lorena Escalona González.
Secretaria General
Carlos López Dawson.
Director
Carmen Pinto Luna.
Directora
Lo subrayado es nuestro.
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