Labor de Inteligencia en Chile: Obscena Alianza Régimen-Empresarios sofofos.
El régimen chileno, presidido por el
empresario Sebastián Piñera vuelve a generar un escándalo de proporciones, al
comprobarse la existencia de informes de inteligencia, en el marco de los
denominados Big data, cuyo uso involucra a su administración con el
multimillonario empresario Andrónico Luksic.
Efectivamente,
la empresa española Alto Data Analytics y su trabajo con Quiñenco, la empresa
matriz del Grupo Luksic (encargada de las operaciones industriales y
financieras)cuyo dueño es el billonario chileno, fue contratada para elaborar
un informe de Big Data (1) por el alto ejecutivo de Quiñenco y ex Ministro del
Interior y Defensa bajo la primera administración de Sebastián Piñera Echeñique
(2010-2014) el reconocido abogado y militante sionista Rodrigo Hinzpeter, que
contactó a la empresa española tras recibir, el 25 de julio del año 2019,
en las oficinas centrales de la empresa, una carta bomba dirigida a su
persona, que significó encargar un estudio que permitiera dar con señales
conducentes a los responsables de esa explosiva misiva.
Esta relación entre Hinzpeter y Alto Data
Analytics, sumado a la estrecha amistad que une al ex ministro con Sebastián
Piñera Echeñique dio paso para que el documento elaborado para Quiñenco
fuera ofrecido, como insumo de inteligencia al gobierno, decisión concretada
tras reunirse en dependencias de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) a
inicio del mes de diciembre del año 2019. Un encuentro que según el medio
digital chileno Interferencia reunió a “representantes de las Fuerzas Armadas,
del Ministerio del Interior y de la ANI. Pero participaron tres personas más:
el entonces subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, el ex ministro de
Interior y Defensa y actual miembro de la plana ejecutiva del Grupo Luksic,
Rodrigo Hinzpeter, y un representante español de Alto Data Analytics”
El objetivo de dicho encuentro, además de presentar
el informe Big data, para eventualmente ser usado por el gobierno o quizás
elaborar otro informe, que lógicamente debía abarcar otros tópicos si el
gobierno llegaba a contratar a la entidad española, sobre todo considerando los
alcances de la revuelta social iniciada el día 18 de octubre y que a la fecha
de la reunión en la ANI no tenía visos algunos de concluir. Una explosión
incontrolable que sumaba a la destrucción de bienes públicos y privados,
estaciones del metro de Santiago, saqueo de negocios, bancos y ataques a
comisarías, que han puesto en jaque tanto al gobierno, como también al conjunto
de los poderes estatales.
El Informe de Alto Data Analytics sirvió,
finalmente, para que novel ministro del Interior,Gonzalo Blumel, militante de
un joven partido derechista de la alianza de gobierno: Evópoli, en el hecho
político comunicacional más bochornoso de la historia reciente diera a conocer
textualmente que el gobierno chileno había tenido acceso, sin mencionar la
fuente a “información elaborada con tecnología extraordinariamente sofisticada”
y que mostraría la injerencia de países como Venezuela, Cuba e incluso Rusia en
la revuelta social. Ello a través del estudio de más de cinco millones de
usuarios de redes sociales: seguidores de K Pop - grupos de música popular
coreana – futbolistas como Gary Medel y cantantes como Mom Laferte, que originó
la risotada nacional frente a tamaña barbaridad.
En el reporte se señala, como influenciadores
detrás de las movilizaciones “el canal ruso RT, el venezolano Telesur,
dirigentes izquierdistas argentinos y celebridades dentro y fuera de Chile”.
Las palabras de Blumel demuestran que se le pidió a la empresa española un
informe específico sobre las movilizaciones, que contradice lo sostenido por el
gobierno respecto a usar el documento elaborado para Quiñenco, cuestión
absurda, pues Alto Data Analytics realizó un trabajo específico en función del
envío de la carta bomba a Hinzpeter, antes de los sucesos que tienen a Chile en
ascuas. El gobierno debe aclarar este tema, sopena de entrar en un camino que
terminará con la salida de altas autoridades de la administración, entre ellos
el propio Blumel. Incluso debe aclarar quien pagó este nuevo documento big data
y que injerencia tiene Rodrigo Hinzpeter.
España y sus espejitos
Tras más de un mes de interrogantes respecto al
nombre de la empresa que elaboró el cuestionado y a estas alturas mediocre
informe Big Data, más propio de un curso de iniciación al espionaje en redes de
un curso de primaria, que de recopilación seria, que permita avanzar en
consolidar una verdadera red de inteligencia que responda las interrogantes del
gobierno de Piñera; y como todo se descubre, saltó el nombre de la empresa
española Alto Data Analytics fundada el año 2012 en España y que se encarga de “aplicar
el big data para el análisis de la opinión pública y elabora informes de
inteligencia económica para el sector privado” Una empresa que fue contratada
por el gobierno español presidido en su oportunidad por el ex presidente
Mariano Rajoy señalando que existía influencias de medios y redes rusas en el
debate político”.
Alejandro Romero, fundador de la empresa Alto
DataAnalytics en una interesante entrevista concedida al diario de derecha
español El país señalaba, respecto a su empresa y el trabajo realizado en torno
al tema independentista catalán que “hallamos ciertas anomalías dentro del
análisis de la opinión pública. Medios [los rusos RT o Sputnik] con un
volúmenes de difusión en redes sociales que llegaron a ser 1,7 veces El País o
un volumen muy elevado de autores localizados en países como Venezuela y que
difundían “ Mismas conclusiones cuando el cliente fue Quiñenco y el estudio
sobre la revuelta social chilena ¿Una especie de corta y pega?
La empresa española ha señalado que su trabajo o al
menos su presentación comercial ofrece informes basados en “un software que
adquiere información de la esfera pública, entendida de forma muy amplia, no
solo redes sociales. Indexamos fuentes adicionales de información, por ejemplo,
noticias y comentarios de los lectores, información del BOE, del Senado de EE.
UU., bases de datos de Wikipedia... Incluso Dark web, la web oculta, a ciertos
sitios donde se filtra información para poder analizarlo”
Seguramente este espejito tecnológico, traído de
España, sedujo al nativo Gonzalo Blumel, ministro del interior chileno,
influenciado en ello por la Malinche subsecretaría del interior, presidida en
ese entonces por el destituido Rodrigo Ubilla, íntimo colaborador de Rodrigo
Hinzpeter. Toda una hebra de lobby, destinado a favorecer el intríngulis de
inteligencia entre Alto Data Analytics, Quiñenco y “el niño bobo” representado
por una administración de gobierno deseoso de buscar culpables frente a una
revuelta social, la cual no sabe controlar y menos dar respuesta a las demandas
ciudadanas.
Lo gravísimo de esta denuncia respecto al papel
cumplido por Rodrigo Hinzpeter y su vínculo político y de inteligencia con el
gobierno es que refuerza la convicción, respecto a que este gobierno obedece al
lobby empresarial. Ello en materias de qué hacer, cómo avanzar y que se debe
ceder o no frente a las demandas sociales. Que nada se hará en función de
cambiar la constitución, reformar el sistema de pensiones, cambiar el modelo
educativo y sanitario chileno. Un gobierno sometido a la dinámica de defender
un modelo político y económico excluyente y que sólo favorece a estos
empresarios dispuestos a apuntalar a un gobierno con pies de barro.
No es casual que el propio Andrónico Luksic –
considerado uno de los hombres más ricos del mundo según el ranking Forbes con
una fortuna estimada en 13.700 millones de dólares – sea el que marque ciertas
pautas de comportamiento empresarial con relación al salario mínimo a pagar o
pedir responsabilidad al mundo político. No es fortuito que su banco haya
estado involucrado en el tráfico de influencias, que significó la baja de
popularidad en los últimos meses de la administración de la ex presidenta
Michelle Bachelet. No es azaroso, que la sombra de Lucsik se expanda por el
conjunto de la sociedad chilena. No resulta extraño ese afán de Luksic de
tratar de dominar la escena política nacional ahora incursionando en el fangoso
mundo de la inteligencia.
En lo específico, Alto Data Analytics es una
empresa española vinculada a empresas de dueños sionistas como es el caso de
Sumner Redstone dueño de Viacom y sus empresas asociadas, que suelen extender
sus tentáculos a Latinoamérica. Como también Vodafone, empresa denunciada por
Edward Snowden a través de Wikileaks, de colaborar con agencias de inteligencia
occidentales dando acceso a llamadas telefónicas, correos electrónicos y
entradas a páginas de Facebook. Los ex empleos del español Alejandro Romero y
sus vínculos con el sionismo chileno sirvieron para que su contrato con Rodrigo
Hinzpeter fue crucial.
Un Rodrigo Hinzpeter, declarado sionista, del cual
se afirma realizó su servicio militar no en Chile, como correspondía, sino que
en los territorios ocupados palestinos al servicio del ejército ocupante
israelí. Cercano al American Jewisch Committe (Comité Judío Americano),
poderoso grupo de influencia en Estados Unidos y América Latina.Se le considera
un hombre ancla en materia vincular a empresas israelíes en Chile en materias
tan diversas como seguridad, tecnología militar, venta de armamentos, como
también en temas acuíferos.
Hinzpeter, junto al ex ministro de defensa Andrés
Allamand generaron una estrecha alianza con empresas de armas israelíes, que
han sido implicadas en el llamado caso de las facturas duplicadas, que implican
el desfalco al Estado chileno de 250 millones de dólares, que podrían verse
incrementadas al calor de la investigación que se está llevando a cabo y que ha
mostrado la enorme corrupción al interior del Ejército chileno. Facturas
duplicadas en la contabilidad del Ejército, asociadas a operaciones de venta de
armas y sistemas bélicos realizadas a través la maestranza castrense, FAMAE, y
empresas extranjeras como la israelí Rafael Advance Defense Systems y
ElbitSystem.
Las empresas israelíes relacionadas a big data son
numerosas, incluso contando con ex altos militares en su plana ejecutiva, como
es el caso del ex comandante en jefe del ejército ocupante israelí y ex
candidato a Primer Ministro Benny Gantz, quien preside la firma de big data
Fifth Dimension destinada a prevenir ataques terroristas. Por todo lo señalado,
no resultaría extraño ver a Hinzpeter nuevamente vinculado a un escándalo
político de proporciones, que relaciona a grupos económicos como el de
Andrónico Luksic con el gobierno de Sebastián Piñera y a las empresas nacionales
con israelíes, con todo el daño que ello implica, para una democracia
representativa escuálida, desprestigiada y que se tambalea. Nada bueno puede
salir, cuando la delicada labor de inteligencia de un país vincula al gobierno,
con aquellos que detentan las más grandes fortunas y personajes vinculados al
lobby sionista.
Exclusivo: polémico informe de Big Data habría sido
entregado al régimen
por Andrónico Luksic
Víctor Herrero A./escritor, periodista//Barometro Latinoamericano/ADDHEE.ONG:
Hace dos semanas La
Tercera reveló que la empresa española Alto Data Analytics había
elaborado ese reporte. Pero ¿quién lo mandató? El informe fue elaborado para
Quiñenco y Rodrigo Hinzpeter traspasó la información al régimen, según
pudo establecer nuestro medio.
El jueves 19 de diciembre el ministro del Interior Gonzalo
Blumel, militante de Evópoli, anunció a la prensa y al país que el régimen
le había entregado al Ministerio Público un informe de más de 100 páginas
elaborado con tecnología "extraordinariamente sofisticada", que había
monitoreado de cerca el comportamiento de casi cinco millones de usuarios de
redes sociales desde el estallido social que se inició el 18 de octubre, que
podría explicar en parte la supuesta intervención extranjera en la crisis
chilena.
Al poco andar, la fiscalía dijo que no
se trataba de información de inteligencia, sino que de un mero recopilado. Y
pronto comenzaron a trascender algunos aspectos del informe que lo convirtieron
en un ridículo público: que la supuesta intervención exterior, que el
Presidente Piñera Echeñique ha culpado desde el principio, se debía a
influencia del K-Pop coreano, entre otras cosas.
Durante varios días nadie, ni en el régimen
ni en el mundo privado de las comunicaciones, quiso hacerse cargo de ese
reporte. Pero el lunes 30 de diciembre La Tercera reveló la
empresa que había entregado la información al gobierno: la agencia española
Alto Data Analytics.
Sin embargo, ni ese diario ni otros
medios se preguntaron por qué una agencia española entregaría información al régimen,
toda vez que no es oficialmente un proveedor del Estado de Chile.
Entonces, ¿cómo llegó ese informe al régimen?
La mano de Andrónico Luksic
El lunes 2 de diciembre se realizó una
reunión especial en las dependencias de la Agencia Nacional de Inteligencia
(ANI) en la calle Tenderini Nº 115. En una mesa dispuesta en forma de
"U", se reunieron representantes de las Fuerzas Armadas, del
Ministerio del Interior y de la ANI. Pero participaron tres personas más: el
entonces subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, el ex ministro de Interior
y Defensa y actual miembro de la plana ejecutiva del Grupo Luksic, Rodrigo
Hinzpeter, y un representante español de Alto Data Analytics.
¿El objetivo? Exponer las principales
conclusiones del informe de Big Data de esa empresa.
Al día siguiente, el martes 3 de
diciembre, se volvieron a reunir en el mismo lugar las mismas personas.
Lo que hasta ahora no se sabía era que
ese informe de Big Data había sido elaborado originalmente para el Grupo
Luksic, que desde mediados del año pasado tiene contratado los servicios de esa
empresa.
El reporte elaborado por Big Data
Analytics, con sede corporativa en Madrid, le pareció lo suficientemente seria
a la plana mayor de Quiñenco, como para entregársela al régimen, tarea
que habría recaído precisamente en Rodrigo Hinzpeter, ex ministro del Interior y
de Defensa durante el primer régimen de Sebastián Piñera Echeñique.
Quien recogió el guante en La Moneda
fue Rodrigo Ubilla, entonces subsecretario del Interior, que en el primer régimen
de Piñera Echeñique trabajó bajos las órdenes del propio Hinzpeter.
INTERFERENCIA intentó contactarse con
Ubilla, pero tanto su abogado en el caso de las tierras mapuche como otros
cercanos aseguraron que se encuentra fuera del país sin posibilidad de
responder.
Nuestro medio también se contactó con
el ministerio de Defensa –señalado originalmente como parte de la operación del
informe de Big Data– pero funcionarios de esa repartición negaron vehementemente
tener algo que ver con ese informe o saber de dónde provenía.
Nuestro medio también se contactó con
Quiñenco, empresa matriz del Grupo Luksic, para confirmar o descartar que el
informe original de Big Data provenía desde las filas de esa empresa.
Consultada anoche la empresa respecto
de este tema, INTERFERENCIA obtuvo la siguiente respuesta:
"Quiñenco recibe insumos de
diversos proveedores sobre los diferentes mercados y entornos en los que
desarrolla sus actividades. A partir de los hechos del 25 de julio (envío de
una bomba a nuestras oficinas), se contrataron servicios de Alto Analytics, una
empresa internacional con amplia trayectoria y prestigio a nivel mundial.
Ignoramos si dicha empresa presta servicios al Estado de Chile".
Nuestro medio revisó los proveedores
registrados en Mercado Público, y esa empresa no figura en sus registros.
Respecto a la segunda pregunta que
nuestro medio le hizo a Quiñenco, los voceros de la empresa de Luksic
decidieron guardar silencio.
INTERFERENCIA le hizo la siguiente
pregunta a un funcionario de Quiñenco a través de whatsapp: "Se comenta
que el informe de Big Data llegó a Quiñenco como parte de los servicios [de la
empresa española y que la compañía, en concreto Rodrigo Hinzpeter, habría
estimado necesario que el régimen conociera esa información".
No hubo respuesta.
Después nuestro medio insistió:
"Te lo pongo de la siguiente manera: ¿puedes descartar de manera verídica
que Rodrigo Hinzpeter no participó de esas dos reuniones el 2 y 3 de diciembre
en calle Tenderini? O simplemente dejo constancia que respecto al segundo punto
no hubo respuesta ni positiva ni negativa de parte de Quiñenco?".
La respuesta fue clara. Sólo
responderían a la primera pregunta, que efectivamente la compañía cuenta con
los servicios de Alto Data Analytics. Pero no quisieron confirmar ni desmentir
que uno de sus altos ejecutivos, Rodrigo Hinzpeter, había traspasado la
información del polémico informe al régimen.
Lo subrayado es nuestro.
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