martes, 24 de mayo de 2022

“Cristianos y socialistas, un pueblo sin memoria histórica, nada significa ni nada vale:

 

“Cristianos y socialistas, un pueblo sin memoria histórica, nada significa ni nada vale:

La Iglesia del Cristo libertador jamás ha negado la enfermedad que padece el sistema capitalista que se denomina “la cuestión social”, jóvenes cristianos y socialistas del Movimiento Social 18 de octubre reflexionan en relación con el ensayo del Dr. Mariano Sierra Sierra :“Quo Vadis, quo tendimus, qui Sumus, quid fecimus.quid Faceimusle”, argumentando, con las reflexiones históricas del presidente de Chile Dr. Salvador Allende Gossens “Cada vez surgen más cristianos convencidos de que, si realmente quieren materializar la fraternidad predicada por Cristo, tienen en el socialismo la oportunidad tan ansiada durante siglos. Si es cierto que Cristo vive en cada pobre y agoniza en cada minuto que pasa en la opresión y la miseria, los cristianos consecuentes estarán liberando a Cristo por el mismo camino que el pueblo busca liberarse a sí mismo”. Carta al Movimiento de cristianos por el socialismo del 25 de Noviembre de 1972.

El Cardenal Raúl Silva Henríquez en su mensaje al Congreso del 21 de mayo de 1971, precisó: “ La Iglesia que represento es la iglesia de Jesús, el hijo del carpintero. Así nació y así la queremos siempre.  su mayor dolor es que la crean olvidada de su cuna, que estuvo y está entre los humildes”...

Como colofón los jóvenes cristianos  del Movimiento Social 18 de Octubre precisan: “La iglesia del Cristo libertador no puede  desentenderse de la cuestión social, pues ella  es el alma inspiradora de toda la vida, tanto privada, cuanto pública. Y ante todo, el cristianismo condena la sociedad capitalista moderna, constituida atomísticamente. En lo referente a la propiedad  no son cosas separadas entre sí,  un propietario que considerase la propiedad como un derecho individual privado y absoluto, y negase con palabras y con hechos la función social  de aquélla, no puede llamarse cristiano. Ser cristiano significa ante todo la exigencia  y el compromiso de la reconstrucción orgánica de la sociedad capitalista.  No nos conformamos con el estado actual de la economía capitalista, sino  obramos, luchamos no para “apuntalar” algún retazo de este edificio agonizante que se desploma en un  disgregamiento atomístico bajo la deshonesta  e inmoral actitud de la plutocracia, sino establecer un nuevo orden social cristiano.

Cristianos  consecuentes, otro Chile es posible hoy, pero hay que terminar con la mentira, con la manipulación y enajenación de la gente por medio de la  educación  un bien de consumo por y para el lucro y los medios de (in)comunicación mercuriales, especialmente la televisión e internet, para quienes la indignidad social es la ley...

Reflexiona el Padre Eugenio Pizarro Poblete sobre el  ensayo del Dr. Mariano Sierra Sierra de la Patria del inolvidable  luchador social el sacerdote Camilo Torres Restrepo, Colombia.

Leyendo al noble escritor Mariano Sierra Sierra, quisiera dirigirme a los que se dicen católicos. Especialmente lo hago pensando en los pobres/marginados de mi patria. Porque, hasta el momento, no he encontrado ningún cambio en el sistema económico que nos oprime y que cada día va desmejorando más la vida de mis hermanos más pobres. Tampoco, el confuso y sospechoso proceso constituyente, ha demostrado públicamente un rechazo a la economía capitalista vigente en Chile. Si la clase política, el poder político, los poderosos empresarios privados, coludidos con multinacionales como la Barry Gold, no cambian en este sentido, sin descartar otros, vendrá, querámoslo o no una nueva rebelión social. Todo será consecuencia de una violencia  institucionalizada y del crimen de lesa humanidad entre nosotros.

Si se nacionalizaran nuestras riquezas básicas. Si nuestras riquezas de la pesca,  fuera un bien de todos los chilenos, repartiendo según las necesidades de todos los chilenos, si nuestras minas, especialmente el cobre y el litio fueran nacionalizadas, se acabaría la pobreza, los  900 campamentos,  habría una salud y una educación de calidad gratuita y nos sobraría. Además,  con la nacionalización y reparto en la comunión y participación, según necesidades de los chilenos, especialmente de los marginados, ipso facto, se terminaría el capitalismo salvaje, la marginación y el pecado social.

Quiero anunciar para todos, especialmente para mis hermanos en la fe: “ Todos los creyentes vivían unidos y compartían todo cuanto tenían.  Vendían sus bienes y propiedades y se los repartían de acuerdo a los que cada uno de ellos necesitaba” ( Hechos 2, 44- 45)

“La multitud de los fieles tenían un sólo corazón y una sola alma. Nadie consideraba como suyo lo que poseía, sino que todo lo tenían en común “

“No había entre ellos ningún necesitado, porque todos los que tenían campos o casas los vendían y ponían el dinero a los pies de los apóstoles, quienes repartían a cada uno, según sus necesidades. Así lo hizo José, llamado por los apóstoles Bernabé (que quiere decir el hombre del consuelo),  levita nacido en Chipre que,  después de vender su campo,  llegó con el dinero y lo puso a los pies  de los apóstoles” ( hecho 4, 32- 36)

Dios creó los bienes para todos, lo debe haber ningún necesitado. Algunos se defienden argumentando la propiedad privada. Si, existe la propiedad privada. Pero, ¿Qué entiende cada uno al respecto?.  Sólo recuerdo que toda propiedad privada está limitada por el bien común. Y en cuanto a una empresa privada, existe el capital del empresario, pero,  también existe el capital trabajo del trabajo del trabajador. En este caso, debiera existir una congestión de la empresa, entre el que pone el dinero y el que pone el trabajo. No olvidemos que el trabajo humano es cocreador.

La cultura actual individualista y no fraterna es tentación a la violencia. Se critica, hoy mucho a la violencia, pero se toma poco en cuenta las causas de muchos actos violentos.  Existe el egoísmo acaparador de los bienes que son de todos.  el sistema económico capitalista vigente hace la miseria de muchos, hace un verdadero saqueo, incluso en el extranjero, producen mucho con nuestras riquezas. Todo hace el pecado social. Si hubiera nacionalización, ni siquiera habría obligación en Justicia Plena de estar pagando indemnización. Con todo los que se han llevado, ya están más que suficientemente pagados.  Sería una verdadera restitución.

Al terminar quiero citar algo, que considero valioso y permanente, he escuchado en una predicación y también leído en “semillas de esperanza”, libro de mi amigo obispo Carlos González Cruchaga (QEPD): “Una comunidad capitalista no tiene derecho a celebrar la Eucaristía, porque está creando un monstruo que podrá ser absorbido por la comunidad”. El predicador se refería a ese “capitalismo salvaje”, duro e inhumano, que afecta a tantos sectores del mundo. Aquel que apoya esta crueldad  sobrevive en pecado mortal por la injusticia y asesinato que comete contra los pobres “.

En la Eucaristía somos todos .  Nadie está excluido. Es un tema de justicia social y de solidaridad.

No hay diferencia, hombre o mujer. Todos libres.

El “nosotros “está siempre. El “yo” está excluido.

Los católicos debemos vivir la Eucaristía. La Iglesia global y cada uno de sus miembros,  deben hacer  carne esta realidad señalada, de fraternidad, de justicia social, de civilización del amor y del compartir, de la Eucaristía.  Jesús, al celebrar  e instituir la eucaristía, nos mando: “Hagan siempre esto en memoria mía”. Es de Cristo no solo  el que va Misa, sino el que la vive en nuestra sociedad. Debemos, los católicos, revisarnos y cambiar radicalmente. No olvidar iglesia mía: “Quiero una Iglesia pobre y de los pobres.” Papa Francisco.

 Termino compartiendo  con la mayoría del Pueblo Chileno, que  otro Chile es posible con justicia social, dignidad, sin corrupción ni impunidad,  en resumen con respeto por los Derechos del Ser Humano y del entorno ecológico”

P. Eugenio+

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