Francia: Triunfa Macron y nadie festeja: ¡Ganó el mal menor!...
El domingo a la noche,
conocidos los resultados, las calles de París estaban vacías. El voto que
recibió de sectores populares se debió en gran medida a que querían evitar que
triunfe la ultraderecha de Le Pen. Pero en los días previos a las elecciones
hubo importantes movilizaciones estudiantiles y obreras, con la consigna “Ni
Macron ni Le Pen”.
En primera vuelta, el
centroizquierdista Jean-Luc Mélenchon, de Francia Insumisa, había sacado 22% de
la votación, Le Pen 23% y Macron 27%.
Por su parte, Marine Le
Pen logró en segunda vuelta una importante votación de campesinos y obreros que
odian a Macron por descargar la crisis económica sobre los trabajadores.
Ahora vienen nuevas
elecciones en junio para elegir al Parlamento. El centroizquierdista Mélenchon
aspira a ganar con el apoyo del Partido Comunista (PC) y del Partido Socialista
(PS), que eran muy fuertes y estuvieron casi desaparecidos en recientes
elecciones.
El PS, socialdemócrata,
gobernó Francia durante años. El propio Macron, antes de ser presidente, fue
ministro de economía de un gobierno del PS./ socialdemócrata .Y antes de ser
ministro fue subdirector del gran banco Rothschild, asociado a las
transnacionales Nestlé y Pfizer.
Crisis económica, social y política
El marco general de esta
elección son las consecuencias de la crisis económica descargada sobre el
pueblo trabajador en los últimos años. Macron rebajó impuestos a las grandes
empresas, y facilitó la precariedad laboral y los despidos. Esta situación fue
respondida con grandes movilizaciones populares, como la de los “chalecos
amarillos” (contra el aumento de la nafta) e importantes huelgas.
La consecuencia política
fue un total y creciente descrédito de los antiguos partidos, desde la derecha
tradicional a la centroizquierda del PS/socialdemócrata y el PC centrista, que
gobernaron o cogobernaron.
Macron surgió y triunfó
en el 2017, diferenciándose de estos viejos partidos, diciendo que “no era de
izquierda, ni de derecha” y que iba a gobernar pragmáticamente “sin ideologías”
para “mejorar la economía”. Ahora, nuevamente en campaña electoral, habló de
“proteger a los vulnerables”, cuando en los últimos meses en Francia muchos
alimentos de primera necesidad aumentaron hasta un 85%, como consecuencia de la
guerra de Ucrania, sin que los salarios aumenten.
También, y por motivos
parecidos de ruptura con los viejos partidos, creció la extrema derecha de Le
Pen.
La necesidad de construir alternativa
revolucionaria
Lamentablemente las
organizaciones que se dicen trotskistas, que se presentaron a elecciones como
el Nuevo Partido Anticapitalista y Lucha Obrera, tuvieron muy baja votación en
primera vuelta. No impulsaron una unidad de la izquierda revolucionaria y de
los trabajadores, que podría haber avanzado en una alternativa visible para las
masas oprimidas que rompen con los viejos partidos.
Para la segunda vuelta el
centroizquierdista Mélenchon, que fue quien capitalizó los votos de izquierda,
llamó a votar “contra Le Pen”, sin decir nada de Macron, y ahora proyecta ganar
las parlamentarias para cogobernar como primer ministro, de acuerdo a la ley
francesa.
En lo inmediato, el
precario triunfo de Macron hace posible y necesaria la unidad para la lucha de
los trabajadores, exigiendo a las centrales sindicales un plan de lucha por las
demandas más urgentes, de aumento salarial, no al aumento de edad jubilatoria,
defensa del empleo, contra despidos, impuestos a las grandes empresas. Las
manifestaciones estudiantiles y obreras “ni Macron ni Le Pen” muestran la
necesidad de construir una alternativa revolucionaria ante la debacle
capitalista y política que vive Francia.
Miguel
Lamas,
Dirigente
de la Unidad Internacional de Trabajadores y Trabajadores -Cuarta Internacional
(UIT-CI)
Lo subrayado e interpolado es
nuestro
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