Argentina: se cumplen 50 años de la Masacre de La Plata
El 4 y 5 de septiembre de 1975 ocho jóvenes
militantes del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), antecesor de
Izquierda Socialista, fueron asesinados en La Plata por bandas fascistas que contaban
con la protección del régimen de Isabel Perón. El hecho fue conocido como la “Masacre de La
Plata”. Hoy, Izquierda Socialista junto a la Comisión por la Memoria y Justicia
de la Masacre de La Plata seguimos exigiendo justicia para nuestros compañeros
y compañeras caídos. También seguimos reivindicando su pelea por la
construcción de un partido revolucionario que luche por el socialismo.
En la noche del 4 de
septiembre, una delegación de cinco militantes del PST, encabezados por Roberto
“Laucha” Loscertales, activista y trabajador despedido del Astillero Río
Santiago, se dirigía en un vehículo hacia la Petroquímica Sudamericana (hoy
Mafissa). Llevaban comida y dinero para el fondo de huelga de sus trabajadores,
que se encontraban ocupando la fábrica por aumento salarial. Con el “Laucha”
estaban: Hugo Frigerio, delegado del Ministerio de Obras Públicas (MOP);
Adriana Zaldúa, también delegada del MOP, dirigente de la Juventud Socialista y
estudiante de la Facultad de Arquitectura (UNLP); Ana María Guzner, ex delegada
del gremio no docente de la universidad (ATULP); y Lidia Agostini, odontóloga
que trabajaba en un dispensario municipal. Pero ellos nunca llegaron a la
fábrica. En el camino su vehículo fue interceptado y fueron secuestrados. Al
día siguiente, sus cuerpos acribillados a balazos fueron encontrados en La
Balandra, un descampado en Berisso.
El 5 de septiembre, al
confirmarse la noticia de los fusilamientos, el PST comenzó una campaña de
denuncia. Los trabajadores del MOP paralizaron las tareas como expresión de
protesta, también los no docentes de la UNLP. En Petroquímica colgaron una
bandera que acusaba al patrón: “Curi compra matones para asesinar”. Esa
misma tarde, Oscar Lucatti, militante del PST y también trabajador del MOP;
Carlos “Dicki” Povedano, miembro de la Comisión Interna de la Delegación de
Previsión Social de la Nación; y Patricia Claverie, activista y estudiante de
la Facultad de Ciencias Naturales (UNLP), fueron secuestrados por individuos
que portaban armas largas y los introdujeron en un auto Fiat 128, cuando salían
del local del PST de La Plata para desarrollar las tareas de denuncia y
movilización. Sus cadáveres aparecieron recién varias horas después. A pesar de
las denuncias y numerosos datos aportados por el PST, sus familiares y amigos,
el crimen sigue impune.
“De Pacheco a La Plata”
Bajo este título, el
periódico del PST, Avanzada Socialista del 13
de septiembre, analizaba las causas de la “Masacre de La Plata” y la situación
política que vivía el país. El 29 de mayo de 1974, aún bajo la presidencia de
Juan Domingo Perón, una banda fascista había atacado el local del PST de
General Pacheco, secuestrando a varios militantes y acribillando a tres de
ellos. En aquel momento, el PST llamó a la más amplia unidad de acción contra los
fascistas. Pero el llamado no tuvo eco en la mayoría de las organizaciones (JP,
Montoneros, PC), salvo honrosas excepciones, como la del Bloque de Base de
Rodolfo Ortega Peña.
Aquellos asesinatos se
enmarcaban en el intento del régimen de Perón, contrario a las
expectativas creadas en gran parte del movimiento peronista, de aplastar al
movimiento obrero y liquidar las libertades democráticas. El régimen y
las grandes patronales industriales, latifundistas y banqueros, nacionales y
extranjeros, se avocaron a superar la crisis económica mediante la represión,
para profundizar la superexplotación obrera, acordada con el imperialismo y el
FMI.
El 6 de noviembre de 1974,
ya fallecido Perón, Isabel implantó el Estado de Sitio con el argumento de
combatir a la guerrilla. Una medida apoyada por casi todos los partidos
patronales que favoreció el ascenso de bandas fascistas como la “Triple A”
(Alianza Anticomunista Argentina). Ese mismo mes fueron asesinados otros cuatro
militantes del PST en Capital y el Gran Buenos Aires. Se sucedieron ataques al
movimiento obrero mediante el asesinato de activistas y dirigentes obreros,
encarcelamientos masivos sin causa, la “misión Ivanissevich” intervino las
universidades, el allanamiento y bombas a locales políticos. Para 1975, el PST
tenía más de diez presos políticos, entre ellos, Juan Carlos “Pelado Matosas”
López Osornio y Miguel Lamas.
Pero con las
movilizaciones y la huelga general de junio y julio de 1975 los trabajadores
habían impuesto la renuncia del ministro de Bienestar Social, José López Rega,
organizador de la Triple A y derrotaron el plan de ajuste de su protegido, el
ministro de Economía Celestino Rodrigo, conquistando los acuerdos paritarios
que intentaba desconocer. Pero luego del triunfo, la burocracia sindical no
continuó el plan de lucha y pactó la desmovilización con el régimen de
Isabel. Esto permitió que los sectores más “gorilas” continuaran su “iniciativa
en el camino hacia un régimen contrarrevolucionario”.([i])
La dirección nacional del
PST, ante la Masacre de La Plata señaló: esta vez “las armas de los asesinos no
atacan en nuestro partido al conjunto de la oposición; atacan al movimiento
obrero y a la izquierda”.([ii])Las máximas conducciones del peronismo y el radicalismo
callaron. El PST denunció la responsabilidad del régimen peronista.
También, a los falsos “opositores”, del estilo de Ricardo Balbín de la UCR, que
dejaban actuar a las bandas fascistas sin denunciarlas.
El PST llamó a vengar la
muerte de los asesinados, pero no de forma individual, sino con las más amplia
unidad de acción antifascista y continuando la tarea a la que habían dedicado
sus vidas los compañeros y compañeras asesinados: la construcción del partido
mundial de la revolución socialista. Rechazaba así una salida mediante la conciliación
o la guerrilla, llamando a confiar en la movilización unitaria de los
trabajadores y trabajadoras.
Exigimos justicia y seguimos luchando por el socialismo
En enero de 1976 fue
asesinado otro militante del PST de la región, Carlos Scafide. En marzo, el régimen
de Isabel fue reemplazado por la dictadura militar y el terrorismo de Estado.
Pero la lucha de los trabajadores y trabajadoras logró tirar a la dictadura cívico
militar y continúa en la actualidad bajo el régimen ultraderechista
de Milei.
Hoy en día seguimos
reclamando justicia junto a la Comisión por la Verdad y Justicia de la Masacre
de La Plata y continuamos el ejemplo de nuestros compañeros y compañeras del
PST: acompañamos las peleas contra el ajuste del gobierno y el FMI, y en ellas
seguimos bregando por la construcción de un partido revolucionario para
conquistar un gobierno de trabajadores y trabajadoras y por el
socialismo.
A cincuenta años de la
Masacre de La Plata levantamos el puño con la misma fuerza y la misma furia, y
como entonces decimos: “Eran nuestros hermanos en la lucha por el socialismo.
Los lloramos de cara al agresor, mirándolo de frente, más firmes que nunca en
nuestro odio de clase. Ellos fueron golpeados para que nosotros titubeemos. Ya
lo sabíamos antes de que ellos u otros cayeran. A este régimen
capitalista de cuyas entrañas salieron las bandas asesinas [...] les decimos:
se equivocaron. Ellos cayeron para que nuestro dolor y nuestra rabia y nuestro
odio de clase nos hicieran más fuertes.”([iii])
Compañeros y compañeras
del PST asesinados: ¡Hasta el socialismo, siempre!
José “Pepe” Rusconi y Federico Novo Foti
Militantes de Izquierda
Socialista
“Los responsables”
El sábado 6 de septiembre de 1975 se realizó el acto de despedida
y el entierro de los compañeros y compañeras asesinados con la presencia de sus
familiares, militantes del PST y delegaciones de trabajadores del MOP,
Petroquímica Sudamericana, Propulsora Siderúrgica, el dirigente Francisco
“petiso” Páez, entre otros. Ernesto González en nombre de la dirección nacional
del PST brindó un discurso que apuntó a “Los responsables” de la masacre.
“Los compañeros, con sus
debilidades y grandezas, sólo se pueden apreciar a la luz de la ideología y la
tarea por las cuales ellos dieron su vida: el trotskismo y la construcción del
Partido Mundial de la Revolución Socialista. [...] Comprendemos que muchos de
los familiares y compañeros busquen una reparación. Pero, ¿quién es el que
tiene que reparar y cómo lograrlo? [...] En primer lugar, el régimen
peronista, que en su momento toleró y encubrió su accionar, y que ahora, pese a
su llamado al dialoguismo, no está haciendo nada que signifique parar a las
bandas fascistas. También son responsables aquellos sectores que desde la
oposición al lopezrreguismo y en nombre de la defensa de la democracia se han
negado a movilizar contra el fascismo, haciéndole el juego a un nuevo golpismo
civico militar que, por ahora, se escuda tras la fachada de mantener las
instituciones. Detrás de estos sectores están los grandes patrones,
industriales, latifundistas y agentes de los monopolios, nacionales y
extranjeros. [...] Si nuevamente afrontamos el peligro de que las libertades
democráticas sean liquidadas por un golpe militar, debemos señalar que esto en
parte se debe a que en las filas del movimiento obrero y del pueblo hay dos
sectores que les hacen el juego. El primero es la burocracia sindical, que
luego de la caída de López Rega y Rodrigo negoció la lucha del movimiento
obrero para apoyar a un régimen que explota a los trabajadores y que
engendró en su seno las bandas fascistas. Esa burocracia no moviliza contra el
nuevo plan económico ni contra los crímenes de la ultraderecha. Por ello
tenemos que marcar su responsabilidad en la masacre de La Plata. El segundo
responsable son las organizaciones guerrilleras. Cuando la clase obrera se
lanzó a la movilización para parar el intento fascista de López Rega, quedó
claro que era ella y sólo ella capaz de frenar al fascismo. En diez días de
lucha hizo más que todas las aventuras terroristas juntas durante años. [...]
Como siempre, aún en esta hora de dolor e indignación, seguiremos fieles al
movimiento obrero, luchando contra las direcciones sindicales que lo frenan y
lo atan a los planes de la patronal, y contra la guerrilla elitista que lo
confunde y contribuye a provocar su desmovilización. No buscaremos nosotros
nuestra venganza ni por el camino de la conciliación ni por el de la guerrilla.
Seguiremos confiando en la movilización de los trabajadores a pesar de que hoy
no acierte a responder de conjunto a la ofensiva de la reacción. [...] Este es
nuestro compromiso aquí, en la despedida de nuestros queridos compañeros, ante
sus familiares y camaradas de lucha cotidiana. Su muerte tremenda no ha sido en
vano porque tenían razón; ellos sabían que estaban en el camino justo, en el
único posible. Nosotros les decimos que vamos a continuar por ese camino; que
aunque tampoco algunos de nosotros veamos el final, estamos firme, total y
absolutamente convencidos de esa victoria de la clase obrera que, al terminar con
todo los explotadores y asesinos, brindará la mejor y única reparación posible.
Laucha, Hugo, Dicki, Adrianita, Patricia, Lidia, Ana María, Oscar: ¡Hasta el
socialismo siempre!”.([iv]) Hoy, a cincuenta años de
la Masacre de La Plata, continuamos firmes en el camino del socialismo
revolucionario.
Acto a 50 años de la Masacre de La Plata
El día viernes 19 de
septiembre desde las 17 hs en el Pasaje Dardo Rocha de La Plata (calle 50 entre
6 y 7) se realizará un acto en homenaje y por justicia para los compañeros y
las compañeras asesinados en la Masacre de La Plata.
Organiza: Comisión por la
Memoria y Justicia de la Masacre de La Plata
[i] Avanzada Socialista Nº 162, 13/09/1975. Disponible en www.nahuelmoreno.org
[iii] Avanzada Socialista Nº 161, 08/09/1975. Disponible en www.nahuelmoreno.org





No hay comentarios:
Publicar un comentario