+Diplomacia china: Mientras unos hacen la guerra, otros abogan por la paz.
Por Sergio Rodríguez Gelfenstein/
escritor, historiador y analista internacional/ADDHEE.ONG:
Mientras
Estados Unidos diseña guerras, planifica invasiones, decide sanciones e
implementa aranceles contra todo el mundo, China silenciosamente avanza en su
diplomacia de paz. Al mismo tiempo que Washington retóricamente vomita su plan
de destrucción planetaria que ejecuta maquiavélicamente suponiendo que de esa
manera va a poder mantener su hegemonía global, Beijing, sin hacer mucho ruido,
construye una dinámica de paz y cooperación a fin de hacer de la Tierra un
espacio vivible para todos sus habitantes.
Sobre
todo en los últimos dos meses, en forma simultánea al proyecto genocida de
Estados Unidos y la entidad sionista colonialista israelí contra el
pueblo palestino y los ataques contra Irán, Yemen, Siria y Líbano, China se
reunía con representantes de más de la mitad de los países del mundo para
pensar en un futuro de armonía, concordia, equilibrio y ayuda mutua para el
mejoramiento, la prosperidad y el progreso de la Humanidad.
Atiborrados
de malas noticias que nos hablan de guerra, destrucción y muerte, bien vale la
pena hacer nota que en las antípodas del mundo, otra potencia trabaja por la
paz, la construcción y la vida. Veámoslo cronológicamente para tener una idea
más ordenada de cómo China va desarrollando una labor que señala que en el
mundo también ocurren cosas buenas y positivas.
Comenzamos
hablando de un evento que tuvo directa relación con nuestra región. El
13 de mayo sesionó en Beijing el IV Foro China-CELAC (FCC). Dicha reunión
reafirmó el compromiso mutuo con el fortalecimiento de la cooperación
birregional a partir de una convergencia
de intereses en áreas clave como el desarrollo sostenible, la innovación
tecnológica y el comercio. A partir de ello, se delineó una hoja de ruta para
la profundización de la Asociación Estratégica Integral entre China y América
Latina y el Caribe.
Al
finalizar el encuentro se acordó ratificar el compromiso de los Estados
miembros de la CELAC y de China con el fortalecimiento del diálogo político, la
cooperación y el entendimiento mutuo. En ese sentido, se valoró que el FCC es
una plataforma relevante para vigorizar la cooperación entre las partes,
reafirmando la intención de coordinar
esfuerzos para avanzar hacia la modernización y el desarrollo sostenible,
vinculando los baluartes y las capacidades de los Estados.
Así mismo, se valoraron las
posibilidades que ofrece el Plan de Acción Conjunto CELAC-China para la
Cooperación en Áreas Clave (2025-2027), por lo que las partes manifestaron su
disposición de analizar las propuesta en base a los principios compartidos, con
miras a abordarlas posteriormente de manera coordinada en los temas de interés
para las partes involucradas.
Entrando al mes de junio, el día
7, China y la Unión Europea (UE) mantuvieron
conversaciones en París sobre asuntos comerciales clave, con el objetivo de
encontrar soluciones mutuamente aceptables. Ambas partes avanzaron en las
negociaciones sobre compromisos de precios, especialmente en el caso de los
vehículos eléctricos, y acordaron redoblar esfuerzos bajo las normas de la OMC.
A
pesar de las profundas diferencias políticas que emergen de la subordinación
plena de Europa a Estados Unidos y a su presidente, una vez más, China reiteró
su disposición a resolver las diferencias mediante el diálogo y expresó su
esperanza de que la UE facilite el comercio tecnológico y respete las prácticas
internacionales sobre controles de exportación.
Dando
continuidad a estos vínculos el día 25 de junio, el canciller chino Wang Yi sostuvo una reunión con los representantes de
la Unión Europea en Beijing en el marco del 50º aniversario del establecimiento
de relaciones diplomáticas entre China y esa instancia internacional.
Wang
reiteró que ambos actores
internacionales deben “fortalecer la confianza mutua, gestionar adecuadamente
las diferencias, aunar fortalezas y elevar la asociación estratégica integral
China-UE a un nuevo nivel”. El canciller chino presentó tres líneas de acción
para avanzar en el desarrollo de las relaciones bilaterales.
En
primer lugar, señaló que la reunificación nacional completa es una aspiración
de largo plazo en China y enfatizó: “China nunca permitirá que la región de Taiwán
se separe de la madre patria”. En
segundo término, subrayó que ambas partes deben sostener el posicionamiento
original de su asociación, afirmando que “China y la UE son socios, no rivales,
y ciertamente tampoco enemigos”. El tercer punto de su propuesta fue el
compromiso con el multilateralismo.
El
canciller también hizo mención a varios proyectos impulsados por China a nivel
global, como la Iniciativa de la Franja y la Ruta y la visión de construir una
comunidad de futuro compartido para la humanidad. Señaló que estas iniciativas
han ofrecido “sabiduría y soluciones de China a la comunidad internacional”. Concluyó
con un llamado a la colaboración: “China y la UE deben seguir la tendencia de
los tiempos, fortalecer el entendimiento, construir confianza, lograr el éxito
mutuo e iluminar el mundo”.
Unos
días antes, el 11 de junio representantes de China, 53 países africanos y la
Comisión de la Unión Africana se reunieron en Changsha, capital de la provincia
de Hunan en China para avanzar en la implementación de los resultados del Foro
de Cooperación China-África (FOCAC) y fortalecer la solidaridad y cooperación entre
ambas partes.
En
la reunión el canciller Wang destacó que China y África, como principales
fuerzas del Sur Global, deben enfrentar juntos los desafíos internacionales
promoviendo un orden justo, el libre comercio y la cooperación para el
desarrollo mundial. En ese contexto, la parte africana expresó su apoyo a las
iniciativas chinas y su compromiso para implementar la Visión de Cooperación
China-África 2035, rechazando sanciones unilaterales y promoviendo la
colaboración mutua hacia una vida mejor.
En
un saludo al evento, el presidente de la República Popular del Congo y
copresidente de FOCAC Denis Sassou Nguesso, señaló que la cooperación entre
China y África ha dado “resultados fructíferos” desde la cumbre anterior. En el
marco del 25º aniversario del FOCAC, reiteró su disposición a trabajar con el
presidente Xi Jinping para consolidar una comunidad de futuro compartido y “mejorar
el bienestar de los pueblos de ambas partes” fortaleciendo la colaboración con China y con
otros países del Sur Global en iniciativas como la Franja y la Ruta, con el
objetivo de “construir conjuntamente un mundo multipolar libre de
unilateralismo y proteccionismo” y dar paso a “una nueva era de globalización
inclusiva y mutuamente beneficiosa”.
Incluso
en relación a Estados Unidos, la diplomacia china ha estado muy activa. Después
del diálogo en Ginebra y la tregua pactada entre los dos países a comienzos de
mayo, la relación regresó a su estado de tensión en tan solo dos semanas. A
partir de la inconstancia y la inestabilidad del gobierno de Estados Unidos y
su presidente y la carencia de pensamiento estratégico que lo lleva
permanentemente a limitar su actuación como instrumento de incidencia en la
coyuntura, los acuerdos cayeron rápidamente en “saco roto”.
En
este marco, tras la abierta injerencia de Washington en asuntos relacionados
con Taiwán y su acusación de que Beijing no había cumplido los Acuerdos de
Ginebra, la cancillería china se vio obligada a responder recordando que en la relación entre los dos
países debe primar el respeto mutuo y las consultas en pie de igualdad. En esa
medida, China rechazó la acusación sin fundamentos acerca del incumplimiento de
los acuerdos y repudiaron la decisión de Estados Unidos de decretar nuevas medidas coercitivas
unilaterales que dañan la relación y generan tensión perjudicando a China
Por
enésima vez, el 11 de junio el viceprimer ministro chino He Lifeng, señaló que las diferencias
comerciales entre China y Estados Unidos deben resolverse mediante un “diálogo
en condiciones de igualdad y la cooperación beneficiosa para ambos”. He
enfatizó que la cooperación en este ámbito trae beneficios mutuos: “No hay
ganadores en las guerras comerciales”, afirmó, y agregó que “China no busca el
conflicto, pero tampoco se dejará intimidar”. Asimismo, señaló que ambas partes
deberían “aprovechar mejor el mecanismo de consultas económicas y comerciales
China-Estados Unidos” conforme a lo acordado por los presidentes en la
conversación telefónica que sostuvieron el 5 de junio.
Continuando
con su diplomacia de cooperación y paz, el presidente Xi Jinping, participó el 17 de
junio en la II Cumbre China-Asia Central, celebrada en Astaná, Kazajistán. El
encuentro reunió a los jefes de Estado de China, Kazajistán, Kirguistán,
Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán con el propósito de fortalecer los lazos
multilaterales en diversos ámbitos de cooperación.
En
este evento Xi propuso cinco ejes para el fortalecimiento de la cooperación:
unidad estratégica, optimización del marco de colaboración, refuerzo de la
seguridad regional, vínculos entre pueblos y defensa del orden internacional
equitativo. En este contexto, anunció la creación de centros de cooperación en
áreas como reducción de la pobreza, educación y control de la desertificación,
además de una plataforma para facilitar el comercio entre las partes.
Al
finalizar el evento, los seis países firmaron un tratado de buena vecindad y
cooperación amistosa permanente, considerado por Xi como “un nuevo hito en la
historia de las relaciones de los seis países”.
En
el marco de los ataques de Estados Unidos contra Irán y la reunión de
emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU realizada el 23 de junio, China,
a través de su embajador Fu Cong fijó posición. Condenando enérgicamente el
ataque contra las instalaciones
nucleares iraníes en Fordow, Natanz e Isfahán, China acusó a Estados
Unidos de violar “gravemente los propósitos y principios
de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, así como la
soberanía, la seguridad y la integridad territorial de Irán”.
Así
mismo, advirtió que esa acción había exacerbado las tensiones en Asia
Occidental y asestado un duro golpe al régimen internacional de no
proliferación nuclear. Con gran vehemencia, el embajador chino hizo un llamado
a la comunidad internacional a fin de “defender la justicia y realizar esfuerzos
concretos para calmar la situación y restablecer la paz y la estabilidad”.
En
este sentido, China hizo una propuesta de 4 puntos:
1.
Exigencia de un alto el fuego inmediato y fin de las
hostilidades.
2.
Exigencia de protección
efectiva de los civiles.
3.
Llamamiento a un
compromiso con el diálogo y la negociación.
4.
Instar al Consejo de
Seguridad a actuar con rapidez.
En
este marco, recordó que el Consejo de Seguridad “tiene la responsabilidad
primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales” por lo que no puede permanecer de brazos cruzados ante una
crisis de gran magnitud. Por esto, hizo un llamado a aprobar un proyecto de
resolución elaborado por Rusia, China y Pakistán sustentado en los 4 puntos
anteriores.
Unos
días después, el 25 de junio, ante la
propuesta de BRICS en favor de la paz en Oriente Medio, el gobierno chino
reiteró su disposición a cooperar con los demás miembros del grupo BRICS para
contribuir a la estabilidad y la paz en la región de Asia Occidental. En una
declaración dada a conocer por el portavoz del Ministerio de Relaciones
Exteriores de China, Guo Jiakun, durante una rueda de prensa, el gobierno chino
describió a BRICS como “una fuerza de progreso que aboga por la paz y la
estabilidad mundiales y defiende la equidad y la justicia internacionales”
destacando que durante la cumbre del BRICS celebrada en Kazán el año anterior,
el presidente Xi Jinping expresó que el grupo debía “comprometerse con la paz”
y “actuar como defensor de la seguridad común”. En ese marco, Guo reiteró que
“China está dispuesta a trabajar con otros países del grupo para seguir laborando
por un Oriente Medio pacífico y estable”.
Así
se hace evidente que mientras unos hacen la guerra, otros abogan por la paz y
la cooperación entre todos los pueblos del planeta.
Lo
subrayado/interpolado es nuestro.




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