PRECISIONES FILOSOFICAS
DE LOS EXCESOS Y LA DEMAGOGIA
POLITIQUERA EN PERSPECTIVA.
Por Dr. Mariano Sierra S./Jurista, filósofo y analista internacional/ADDHEE.ONG
ANTE
UNA METAMORFOSIS Y LUJURIA DEVORADORA NOS ASISTE LO QUE FUE, LO QUE ES Y LO QUE
SERA SIN FIN, QUE CRECE CUAL COPULA POLITICA INFECUNDA QUE HACE FLUIR LOS
GENOMAS DEL AMOR SOCIAL ENTRE DICHAS Y DESDICHAS QUE ENMARCAN UNA GESTA
DESESTABILIZADORA DEL ORDEN.
Prolegómenos:
Los enemigos del Género Humano, de la Humanidad,
los guerreristas plutócratas empresarios, financieros-bancarios/agiotistas, agrícolas
monopolistas y sus testaferros burgueses politicastros y castrenses corruptos,
dueños de la Celestina Universal, el narco tráfico, de la inteligencia artificial
genocida/IAG, quisieran que el ejemplo de los grandes luchadores y las gestas
de liberación que el Pueblo a realizado por su liberación, fuesen borradas de
la memoria de todos los Pueblos oprimidos, explotados, sin voz ni Justicia de
nuestra América Latina, se equivocan, porque los Pueblos Dignos, Solidarios, Soberanos
que luchan por su libertad lo tienen muy claro, “Un pueblo sin memoria, que no
lucha por su libertad, nada significa ni nada vale”.
Con esperanza y memoria, el presente es de lucha,
solo merece la libertad y la vida quienes cada día las conquistan.
Prof. Moreno Peralta/IWA
Secretario Ejecutivo ADDHE.ONG
Nos
envuelve una historia de un mundo autofago, que se auto destruye con ansiedad
codiciosa en medio de emociones incontrolables, que desvían las esperanzas de
un pueblo lleno de añoranzas, buscando emanciparse de ideologías imperfectas,
sin ideales que devienen de un oscurantismo donde hábitos sociales justifican
el devenir de tiempos borrascosos que azotaron los campos, matando ilusiones y
aún siguen en esas macabras rutas con instrumentalizados métodos de estirpes múltiples.
El
vientre de la vida multiplica genomas sin fuerza, pues ella, la vida, sabe que
fornicar políticos produce degeneración, por ello, el amor social no preña
saberes, sino que crea pueblos para la lucha y los cambios. El mundo está
dominado por la envidia, la obsesión y la codicia, como tantos otros pecados capitales
que queman los corazones y los recintos terrenales teñidos con sangre inocente.
Por ello, esos protervos de la política no soportan el rigor de un examen de conciencia.
Le temen a Dante con su Divina Comedia, ya que allí existen los suficientes
infiernos para albergarlos.
Corresponde
a la gesta del cambio, romper la naturaleza humana, la social y aquellas otras naturalezas
de la política. Que parasitan en todos los entornos, viviendo la rutina de lo inútil.
Decía alguien, que la vida no está en
vivir, sino en saber para que se vive. En este orden, estamos llenos de
verdades toxicas que no pueden estar presentes en una transformación, son elementos
de escaza precisión conceptual, de una ausencia de razón, para el que hacer. El
amor tiene mucho para darnos, nadie más lo hace.
El
mundo está dominado por diversidades que se desprenden de actos muy puntuales que
queman el espíritu de los corazones comunitarios y les da alcance a puntos
terrenales teñidos con sangre inocente. Protervos, mercenarios sobresalen con intenciones
polémicas, enemigos del orden justo con explosivos sentimientos. Ante la
lujuria política, el mundo moderno viene dando pasos en falso sobre el manejo
de sus actos, ocasionando problemas interiores, de violencia y pasiones
irritables.
Todo
vicio deshumaniza, atenta contra La etimología despersonalizando el sentir de
la vida. Un historiador señala que Colombia es un país contrahecho, donde las mismas
comunidades se enfrentan, impidiendo
destruir las brechas de una politiquería asfixiante, codiciosa e indiferente,
que lo único que saben hacer es desestabilizar.
Los
saberes de la natura nos hablan para hacernos sentir lo que somos. La
persona que tiene conciencia sufre mientras reconoce sus faltas.... y en
ese devenir también le hace reflexionar como un saber así...Amo la humanidad, pero cuanto más la
quiero, menos cariño me inspira... Las fuerzas proclives al desconocer la
existencia, la cubre con el negro manto de la muerte y en compañía de la
violencia aclaman la soledad, acariciando el vacío, mientras el tiempo avanza
dando vida a la esperanza del débil, esperando del mundo sus saberes, su
justicia con un lenguaje de palabras de aliento que le llegan a su sentir
vital. Ese sentir es el eco del sonido que se desplaza al ritmo de la voz, con
la fuerza del viento recio que grita...Ya no más...
La
lujuria social y política aposenta fenómenos tales que nos introduce en un
mauseolico interior perfilando convulsiones donde actores de la vida s su
estilo fabrican situaciones ante la fría quietud de los demás. El mundo vive
engendrando individuos para la guerra, para sacrificarnos unos con otros,
en medio de silencios sepulcrales, sin poder hablarnos, pues el temor constante
nos aísla en nuestro propio mundo, y el silencio recoge todo el acervo de
sórdidas y grotescas habladurías.
Son
las piaras de la política, sempiternos e indecorosos quienes hacen alardes en
la universalidad de los pueblos. Los cambios o transformaciones conducen a unos
hallazgos en la medida que Se atrincheran en los ámbitos del tejido social,
para generar desafectos o mejor desarticulaciones,
cuyos métodos instrumentalizan conductas non santas que agitan el espíritu teológico,
social y político desviando la legitimidad, que se apacigua en la verdad de apuño
de aquellos que sienten la vida.
Estas
tipologías son una afectación a la política, a los políticos y los actores
conexos. Estas razones desmatizan las
conductas humanas, sobretodo cuando políticos, sociedad y conexos ejercen el
cinismo como mampara para defenderse con argumentos por demás profanos,
engañosos y mentirosos.
El
vulgo político vive con su asiento en el pandemonio, lugar propio para generar
las reuniones propias del alboroto politiquero, a un costado del infierno,
donde el parlamentarismo sabe crear los caos, centro del mal, donde se pierden
las ilusiones de la democracia. Allí resuenan los discursos sobre el bien y el
mal. sobrevivimos una temeridad sin osadía. Los sentimientos no rotan, más
si las emociones tristes que giran en círculos concéntricos ahogando el querer sin
límites de un pueblo.
El
politiquero, el individuo del subsuelo, tal como lo describe un pensador
de antaño que, desde los confines, muestra el devenir de las memorias, de quienes
vive como un misántropo, confuso y miserable, mentiroso ,voluptivo y lujurioso.
Así asume sus prácticas corruptas, fracturando todas las virtudes, principios y
valores y las leyes constitucionales, fomentado individuos y sociedades
marginales, focos de desigualdad, que niegan la revolución de la vida, del
saber, del progresismo y la unidad social.
En
una sociedad donde se legitima el mal proceder con un cinismo bestiario, expresión
de la sinrazón, el mundo clama el vivir y el logro de la libertad con un orden
justo y un derecho civilizado, con una cultura en perspectiva que defienda los
derechos humanitarios, el significado ser humano para el sentir del
conocimiento humanista.
El
mundo congrega a la politiquería en la estirpe indecorosa, escoria desprovista
de ideas que se mezcla en la sociedad como enemigos, esclavos de los poderosos
que ludían, como idiotas útiles, único oficio que saben entender. Pertenecen al
orden de los granujas con visión corrupta y una ceguera moral. Como corpus desestabilizadores,
viven instrumentalizando sus magras capacidades, deformando el mundo y el existir,
en horrendos grupos de un parnaso que exaltan una idiosincrasia particular
improductiva, negacionista y sofisticada.
La
manada burguesa capitalista, se provee de estos esquiroles del averno, huérfanos
de razón cuya conciencia hibrida limitada, no les permite tener sentido común
al negárseles acuñar sentimientos, solo pasiones desordenadas entre mentiras
amargas dónde la mafia logra usarlos para sus fines nefastos y en sus juegos democráticos
para engañar y pervertir los pueblos, para violar los fueros con rabia y odio.
Los
politiqueros y otros actores conexos de reparto, con traje camaleónico. viven
en mundos paralelos, entre errores y horrores, engaños y falsos dogmas,
constituyendo acuerdos y pactos ilícitos donde dineros judaicos cohonestan sin
importar las instituciones, sean social o política. Los políticos
viven subordinados a jefes poderosos, a sus ambiciones lujuriosas, pecados sociales
en especial a la corrupta forma de proceder, asumiendo posiciones que no son
dables en sus funciones.
El
signo de la cruz, la espada, las leyes impopulares y el desdén político, han doblegado
a nuestros pueblos con sofismas politiqueros, desvirtuando la realidad por
fuera de la verdad. Es de destacar como
se acercan a estas conductas non santas, textos parabólicos como La cizaña, y
otros tantos del sentir de la política indigna como los cismas, los perjurios,
la perfidia y el segregacionismo. La facundia verborrea con elocuencias engañosas
se dejan ver en los anales de nuestra historia humana, como posturas
politiqueras, como aprendizajes del mundo donde habitan en su laberinto, sin
salida, creando la más profunda inseguridad nacional y mundial.
Dicho
sea, que estamos en un átomo volando porque todos los mayores ilícitos de todo
orden quedan a la deriva y la seguridad es un velo que nunca se corre. Una
reforma política y constitucional debe ser un imperativo.
Lo subrayado/interpolado es nuestro
No hay comentarios:
Publicar un comentario