México: La izquierda Continúa con Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo
La izquierda sigue
gobernando los Estados Unidos Mexicanos (México). El martes primero de octubre
fue la toma de protesta de Claudia Sheinbaum Pardo, la
primera mujer presidenta de la historia del país Azteca México, electa con la
más alta votación de las últimas décadas.
En este artículo,
argumentamos en primer lugar, que el sexenio de Claudia Sheinbaum Pardo
comienza bien porque hereda la alta popularidad del saliente presidente Andrés
Manuel López Obrador (AMLO). Un sexenio en el que la lógica neoliberal fue
reemplazada por el humanismo mexicano que
redujo la pobreza y las desigualdades, que avanzó en el reconocimiento de los
Pueblos Originarios. Un sexenio en que funcionó la transparencia, la austeridad
republicana contra la corrupción y los privilegios y el restablecimiento de
un neodesarrollismo, o neoextractivismo para
financiar programas sociales. Bajo el Gobierno de AMLO, hubo una transformación
paradigmática en la lucha contra la violencia, el narcotráfico y la corrupción:
se centró en atacar las causas, abandonando la estrategia meramente represiva
de la Guerra contra las Drogas de Felipe Calderón. El
Gobierno de AMLO ganó la guerra mediática contra los medios de comunicación,
los poderes económicos y fácticos, fortaleciendo la relación con los pueblos y
abriendo paso al segundo piso de la Cuarta Transformación de la sociedad mexicana.
En segundo lugar,
destacamos que aunque la victoria de la primera mujer presidenta de México se
debe a los logros y la popularidad del Gobierno de AMLO Obrador, su toma de protesta apeló a un imaginario inclusivo
cristalizado en que “es tiempo de mujeres, es tiempo de
transformación”, porque como afirmó la doctora Sheinbaum, ella “no llego sola, llegamos todas”.
Los 100 compromisos de
la doctora Sheinbaum, abren la puerta a un segundo piso de
la Cuarta Transformación cargado de enormes desafíos.
Por un lado, en cuanto a derechos de las mujeres en un país con uno de los
mayores números de homicidios dolosos de mujeres y feminicidios. Por otro kado,
a pesar de contar con una economía dinámica y estable sigue siendo
profundamente desigual: el uno por ciento posee 41,2 por
ciento de la riqueza, y esta aumenta más rápido que la de los asalariados, mientras no se reduce aún
la jornada laboral a 40 horas.
Sin embargo, Claudia
Sheinbaum Pardo, se beneficia tanto de la debilidad de una derecha política que
sufrió una derrota histórica; como de un presidencialismo restaurado que
cuenta con mayoría calificada en el Congreso Nacional y el control de 24 de los
32 Estados mexicanos.
Desde el comienzo de su
mandato, inspirada por el Humanismo Mexicano,
pidió perdón a nombre del Estado por la matanza de la Plaza Tlatelolco (1968) y
promete responder a la deuda de justicia con los familiares de los
detenidos desaparecidos de Ayotzinapa y su programa de gobierno promete avanzar
en derechos políticos, económicos,
sociales y culturales y el desarrollo de una economía moral.
La pendiente es alta.
Arrecian las condenas de la derecha conservadora. Sigue el cuestionamiento de
la estrategia de “abrazos, no balazos”, con programas
sociales para paliar las causas de la violencia, con el fortalecimiento de la
inteligencia y coordinación de actores estatales y el fortalecimiento de
la Guardia Nacional, creada por AMLO en 2019, para
terminar con la corrupción instalada en la Policía Nacional bajo Genaro García Luna.
También, respecto de la
innovadora reforma que establece, entre otras medidas, la elección por voto
popular de los jueces del Poder Judicial de la Federación,
para acabar con la “justicia sin venda”. Un poder judicial actual que está
“al servicio de una minoría rapaz, al servicio de la delincuencia
llamada organizada y de la delincuencia de cuello blanco”. La
reforma asienta el Poder Judicial en la soberanía popular y mecanismos de
control libres de manipulación.
Y es que la reforma
condenada por quienes defienden el estatus quo y privilegios, en el poder judicial, por las organizaciones patronales, los partidos tradicionales, los
medios de comunicación conservadores nacionales y extranjeros. Con la activa hostilidad de
EE.UU., con el embajador Ken Salazar, que califica la reforma
judicial de “riesgo para la democracia”.
Contra todos ellos, la presidenta Sheinbaum afirma que la “orden de las urnas fue que se elija a jueces, y así se hará”.
En tercer lugar,
argumentamos que México sigue debatiéndose en su tradicional disyuntiva:
privilegiar sus relaciones con EE.U.U o ampliar su rol en América Latina. AMLO
consiguió mantener “una política de buena
vecindad” con los gobiernos de Donald Trump y Joe Biden.
Pero hoy, en el incierto panorama estadounidense, está el peligro de una
reelección de Trump y las dudas sobre cuál será la política de Kamala Harris. Particularmente en la renegociación
del T-MEC en 2026, cuando México, el principal socio comercial de EE.UU intente
renegociar clausulas que limitan su soberanía.
¿Cuáles enseñanzas,
aciertos y desafíos del progresismo mexicano? ¿La transición ordenada, a
diferencia de otros Gobiernos progresistas? ¿La importancia de una estrategia
comunicacional directa con las mañaneras? ¿La
importancia del imaginario de un proyecto colectivo movilizador de largo
alcance anclado en sus raíces nacionales? ¿La fórmula para democratizar el
Estado de Derecho? La experiencia mexicana sigue abriendo camino.
I. EL
EXITOSO SEXENIO DE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR
¿Terminó
AMLO con la Lógica Neoliberal?
En 2018, AMLO recibió un país que sufrió seis
sexenios neoliberales de abandono de los más
vulnerables por el Estado, con corrupción endémica, poderes fácticos y
violencia. Una deriva neoliberal desde 1982 con Miguel de la Madrid hasta
Enrique Peña Nieto en 2018. Fue el primer Gobierno de izquierda desde Lázaro Cárdenas del
Río (1934-1940) quién nacionalizó el petróleo y “gobernó con el pueblo”.
Desde el inicio de su
Gobierno, AMLO anuncio el fin del modelo
neoliberal. Al terminar su mandato, aunque no realizó cambios estructurales, si impuso una lógica
diferente, la del humanismo mexicano que “revirtió la decadencia”
y entregó un México en vías de
transformación a su sucesora.
Ese cambio de paradigma
fue destacado por AMLO en su último informe, ante el pueblo, reunido en
el Zócalo: “nada me hace más feliz que
haber logrado reducir la pobreza y la desigualdad en el país.” Los
datos del Banco Mundial confirman que 9,5
millones de personas salieron de la pobreza, a pesar de la pandemia del
Covid-19.
Las desigualdades medidas por el
coeficiente Gini, disminuyeron gracias a la imposición de políticas públicas de
redistribución del ingreso: incremento del salario mínimo en más del 100 por
ciento, de las pensiones de adultos mayores y personas con discapacidad.
Bajo AMLO, mejoró la asignación de programas de
ayuda, aumentando exponencialmente el número de hogares que reciben ayuda
efectiva. Se trata de un balance positivo que explica su popularidad.
Sin embargo la herencia
de décadas de neoliberalismo no se desmanteló en un sexenio. A pesar de la
disminución de la pobreza, ella sigue afectando al 35 por ciento de los
mexicanos.
Política
Económica de “Austeridad Republicana”.
Como otros progresismos
latinoamericanos, AMLO respetó los pilares de la estabilidad macroeconómica,
recurriendo a la ley austeridad republicana,
de administración y ejercicio del gasto público con eficacia, eficiencia,
economía, transparencia y honradez. Ello implicó una lógica de transparencia
destinada a evitar la corrupción y los privilegios y separar el poder político
del económico. Siguiendo aún la ortodoxia neoliberal, es el Banco de México
sigue controlando la política monetaria. Es así como, por primera vez en varios
años, no fue devaluada durante un gobierno, manteniendo alta estabilidad del
peso. México benefició del aumento de las remesas de mexicanos que viven en
EE.UU.
El balance económico del
Gobierno de Morena es positivo. Durante el sexenio, las inversiones llamadas de nearshoring,
por la instalación de compañías de EE.UU en México en lugar de Asia. Todo ello
en el marco de la crisis de las cadenas de valor de la globalización. Además,
México terminó desplazando a China y Canadá, pasando a ser el primer socio comercial de EE.UU. Ello
eleva la barra para la renegociación en 2026, del Tratado de Libre Comercio con
EE.UU y Canadá con quien sea elegida o elegido en EE.UU el 5 de noviembre
próximo.
En el sexenio de AMLO,
se emprendieron grandes obras como el Tren Maya.
Por otro lado, en 2023, México prohibió oficialmente la siembra o importación
del maíz transgénico. Se redujo en 21 por
ciento el territorio que se concesionó a las mineras, y los
permisos de explotación de minerales a cielo abierto. Esos cambios, así como la ley minera de 2023, siguen siendo insuficientes y persisten centenares
de conflictos socioambientales y agresiones contra defensores ambientales. Los efectos sobre
las reservas hídricas de megaproyectos son enormes. Como
señalan Silva y Moreno, el extractivismo sigue
afectando las comunidades indígenas en lucha. Son desafíos importantes que
quedan para el Gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo.
Por su parte, Iber
y Beck argumentan que AMLO combinó políticas de derecha e
izquierda: «fusionó una crítica izquierdista del neoliberalismo y una serie de
políticas económicas progresistas con impulsos conservadores en relación con
cuestiones morales, de tributación y de organización del poder«.
Es así como, en ausencia
de cambios estructurales, lo que se impone es un modelo, que autores como
Maristella Svampa, califican de neoextractivismo,
porque a diferencia de gobiernos neoliberales u oligárquicos, el Estado se
dedica a redistribuir ingresos mediante programas sociales a favor de sectores
vulnerables y reducir las desigualdades. Un modelo que Claudio Katz califica
de neodesarrollismo en
la tradición de Raúl
Prebisch en la CEPAL.
¿Avanza
el Reconocimiento de los Pueblos Originarios
También durante el
Gobierno de AMLO, avanzó el reconocimiento de los pueblos originarios. Con
ocasión de los 500 años de la conquista (derrota de los Aztecas), AMLO pidió perdón a los pueblos
originarios en nombre del Estado Mexicano. Ese mismo año, 2021, el Papa, respondió a la solicitud de
AMLO y pidió perdón por los pecados de la evangelización a nombre del Vaticano.
Sin embargo, no hubo
respuesta formal del Rey Felipe VI de España a la carta enviada por el presidente del
país azteca en 2019. De de acuerdo a BBC Mundo,
Felipe VI rechazó públicamente que España deba
pedir disculpas por la Conquista. Finalmente, Claudia Sheinbaum Pardo en claro
mensaje de continuidad con el Gobierno de AMLO, afirmando que México no es una
colonia española y que se debe a sus pueblos originarios, no invitó al Rey Felipe VI a su toma de
mando. Ello produjo un diferendo diplomático, cuando el gobierno español de Pedro Sánchez, por presiones de la derecha
se solidarizó con la monarquía y decidió no acudir a la Toma de protesta de la nueva presidenta de la
nación Azteca. Sólo asistió a título informal, una delegación de parlamentarios
de Podemos representaron extraoficialmente a España.
Andrés Manuel López
Obrador (AMLO) selló simbólicamente su sexenio con el reconocimiento
constitucional de los pueblos originarios y afromexicanos. En su última mañanera, firmó el decreto que pone marcha la reforma
constitucional que reconoce como sujeto de derecho
público a los 70 pueblos y comunidades indígenas (23 millones) y afromexicanos
(2,5 millones). En continuidad con esa nueva política de inclusión, Claudia
Sheinbaum Pardo no solo fue ungida por el Congreso Nacional sino que también
recibió el bastón de mando de mujeres
representantes de pueblos indígenas y afromexicanos el primero de octubre en el
Zócalo.
Inseguridad:
¿Funcionan los Abrazos, no balazos?
En materia de seguridad
el Gobierno de Morena, innovó al replantear el eje del combate contra la
violencia con la exitosa política, según AMLO de “abrazos, no balazos”.
En efecto, luego de décadas de fracasos, el Gobierno mexicano propuso
enfrentar los orígenes de la violencia, la criminalidad y el narcotráfico,
atacando las causas de índole económica y social (empleos, educación, etc.). Estrategia my criticada por la derecha conservadora.
La política de AMLO,
partió de la constatación del fracaso de la estrategia meramente represiva de
los Gobiernos neoliberales y de EE.UU., incluida la guerra contra el
narcotráfico, del Gobierno de Felipe Calderón. En ello coincidió con el presidente
colombiano, Gustavo Petro, donde también se busca atacar las raíces del
narcotráfico y la violencia. En la “Conferencia
Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas: para la vida, la paz y el desarrollo”
se defendió la propuesta de centrarla en sus causas estructurales, como la
desigualdad, la pobreza, la falta de oportunidades.
Diversos estudios, entre
otros de la revista Science, concluyen que los cárteles,
mexicanos, con cerca de 200 mil miembros, son el quinto “empleador” más grande
de México. Los cárteles deben reclutar constantemente nuevos
miembros. Para evitar la cooptación de los jóvenes por bandas criminales se
adoptaron políticas públicas como becas para estudiantes pobres. Se crearon,
más de un centenar de Universidades Benito Juárez para
extender la educación superior pública y gratuita.
En México existe conciencia de que reducir el reclutamiento de los
cárteles es la única manera de bajar la violencia.
Un logro del Gobierno de
AMLO es que la percepción de inseguridad descendió al
nivel más bajo de la historia reciente, en varias regiones, aunque se mantenga como un
desafío importante. La derrota de la derecha mexicana está asociada a que el
retorno a la desprestigiada estrategia de guerra contra las drogas de Xóchitl Gálvez no prendió en el electorado y terminó ligada
al descrédito de la “guerra sucia” de las élites y los
Gobiernos del PRI y el PAN.
A pesar de diversos
programas, es evidente que los cárteles y la violencia siguen siendo muy
importantes en unos ocho Estados Mexicanos. La violencia política se invitó en
la campaña y más de 50 personalidades y candidatos fueron asesinados durante la campaña
electoral de acuerdo al Laboratorio
Electoral. Recientemente, En circunstancias no elucidadas el recién
investido Alcalde de Chilpancingo, Alejandro
Arcos, en el Estado de Guerrero fue brutalmente asesinado. Y es que
por el momento, como toda intervención ante un fenómeno multifactorial, el
balance de la política de “abrazos, no balazos”
es mitigado.
“Mañaneras”
¿Ganó AMLO la Guerra Mediática?
AMLO ganó la guerra
mediática con sus mañaneras,
nombre que dio a sus conferencias de prensa cotidianas. En efecto, a pesar de
que existe consenso en que la situación de México mejoró con el gobierno de AMLO; la
mayoría de las radios de la TV y de los periódicos afirman, como El Occidental,
que: “AMLO deja un país “peor” a como lo recibió” en 2018.
En agosto de 2023, AMLO afirmó que los
propietarios de canales de televisión, de radios y periódicos dirigían una
sucia campaña en contra suya. El 2 de julio de 2024 afirmó que “el poder mediático hizo crisis”.
El análisis de los
principales medios muestra que durante todo el Gobierno de Andrés Manuel López
Obrador existió una fuerte narrativa conservadora, que descalificó permanentemente su presidencia. Es así como el balance final del Gobierno de Morena,
en la mayoría de los grandes medios de comunicación, es negativo, en contraste con la enorme
popularidad de AMLO en las encuestas.
También, a nivel
internacional existe una distancia de los grandes medios de comunicación con la
narrativa positiva del desempeño del Gobierno de AMLO. De acuerdo al El País, sigue alto el desempleo formal e
informal; han aumento al doble de las carencias de servicios de salud; aunque
haya aumentado el grado de escolaridad, los rendimientos han bajado; aumenta la
violencia y; también habrían aumentado la violencia y las desapariciones.
Muchos medios de comunicación,
como France 24, abrazaron la narrativa opositora
de que la violencia y la inseguridad eran el tema principal. Sin embargo, había
bajado la percepción de inseguridad y ello no fue lo que determinó el voto de urna. Y es que las encuestas indican
que las personas se sienten más seguras que en 2018. Ante el futuro,
entre otros, DW se plantea que con las nuevas
reformas constitucionales como la del sistema judicial, está en juego el futuro
de la democracia y del orden institucional.
En esa medida, además de
sus políticas, uno de los factores claves de la popularidad del expresidente AMLO, fue
que su política comunicacional consiguió imponer su narrativa. Sus largas “mañaneras”,
le permitieron argumentar y defender paso a paso, su agenda transformadora.
Ellas le permitieron marcar la agenda. Consiguió así desarticular la hegemonía
discursiva de los excesivamente concentrados medios de comunicación mexicanos.
AMLO consiguió incluir en la mafia del poder a
los medios de comunicación conservadores.
Diversos autores
destacan que las mañaneras sirvieron
como mecanismo de comunicación directa entre el pueblo y el gobernante,
permitiendo con éxito en establecer una relación de identificación con el “pueblo” mexicano. La nueva presidenta aprendió la
lección y seguirá con su propio estilo, las que ahora califica como “mañaneras del pueblo”.
¿Un
Proyecto de Humanismo Mexicano y Cuarta Transformación?
AMLO argumentó en julio
pasado, que su secreto fue gobernar sin corrupción, derroche, ni lujo,
ni evasión fiscal, lo que permitió destinar fondos al desarrollo humano sin
subir impuestos ni endeudar al país. Su gestión económica estuvo marcada por la
ley de austeridad republicana, contra la corrupción y los privilegios. Es así
como, AMLO, a pesar de aumento del gasto en programas sociales, dejó un
marco económico estable, un peso fortalecido, menor deuda pública y enormes
obras de infraestructura como el tren maya.
Y es que como lo
defendió en la ONU, en septiembre pasado, la ministra de relaciones exteriores
de México, la ex secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena Ibarra, el modelo mexicano
impuesto por el presidente AMLO, contra el modelo neoliberal, es del humanismo mexicano. Un humanismo que
persigue establecer: “una sociedad justa, igualitaria y fraterna;
una economía moral, que garantice una distribución equitativa del ingreso y el
respeto al medio ambiente”. Se pasó de la economía neoliberal a
la Economía Moral.
Las bases del humanismo mexicano provienen de la
grandeza de la cultura mexicana milenaria y de su fecunda historia política.
En 2022.AMLO lo definía en torno como objetivo
de Estado, en la frase: “El fin último de un Estado es
crear las condiciones para que la gente pueda vivir feliz y libre de miserias y
temores”.
La ideología del humanismo mexicano es lo que guiaría la Cuarta Transformación.
Se trata de un proyecto emblemático de carácter nacional que se inscribe como
una nueva etapa necesaria de la historia de México. La primera, fue la guerra
de independencia de España (1810-1821). La segunda fue la Guerra de la Reforma
(1858-1861) por la separación del Estado de la Iglesia bajo Benito Juárez. La
tercera es la de la Revolución Mexicana liderada por Francisco Madero y
Emiliano Zapata que terminó con la dictadura de Porfirio Díaz en 1917.
2. LA
IZQUIERDA CONTINÚA CON LA PRESIDENTA CLAUDIA SHEINBAUM PARDO“
“Es
Tiempo de Transformación. Es Tiempo de Mujeres”.
Claudia Sheinbaum Pardo
benefició de la popularidad del presidente AMLO que terminó su mandato con más
del 70% de aprobación en las encuestas, ganando la guerra mediática
enfrentando en sus mañaneras, la campaña de desprestigio de medios de
comunicación en manos de sectores conservadores. Se abre un nuevo periodo.
“Es tiempo de transformación, es tiempo de mujeres” declaró
Claudia Sheinbaum Pardo en su discurso de toma de protesta el
primero de octubre cuando recibió la banda presidencial de Ifigenia Martínez Y Hernández
presidenta de la Cámara de Diputados y símbolo de la lucha de las mujeres
mexicanas. La doctora Sheinbaum rompió un nuevo techo de cristal histórico
contra las mujeres en el país azteca.
Candidata de valor, ella
enfrenta una campaña en su contra de medios de comunicación conservadores que
la presentan como delfín o títere de AMLO. La doctora Sheinbaum
es “hija del 68”, tiene probadas capacidades
intelectuales y una larga trayectoria política en la que ha roto varios techos de cristal Por un lado, ella fue la primera
mujer en obtener un doctorado en la facultad de ingeniería en la UNAM.
Posteriormente, en 2000, la Doctora Sheinbaum asumió la Secretaría del Medio
Ambiente de la ciudad de México. En 2006, participó en la elaboración en el
informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el
Cambio Climático (GIEC). Además de su tendencia ecologista,
defiende el feminismo social para cambiar de raíz las desigualdades.
Por otro lado, fue una
de las fundadoras en 2014 del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena)
y por ese movimiento asumió en 2018, como primera alcaldesa de la ciudad de
México y jefa de gobierno de la región de México. Ella desempeñó su labor con
brío, tanto en materia de control de delito, como de desarrollo del transporte
y del combate a la pobreza, entre otros.
Su discurso carismático
convoca multitudes. La doctora Sheinbaum
afirmó para en su discurso de victoria: “no llego sola, llegamos todas,
con nuestras heroínas que nos dieron patria, con nuestras ancestras, nuestras
madres, nuestras hijas y nuestras nietas”.
La primera presidenta de
México leyó los 100 compromisos de
su Programa de Gobierno 2024-2030, en
el Zócalo, Plaza de la Constitución, el primero de octubre. Respecto de los
derechos de las mujeres promete crear nuevos programas: en apoyo a mujeres de
60 a 64 años; una beca universal para niños y niñas; un programa de salud “casa
por casa”; de apoyo a mujeres artesanas indígenas; la creación de la Secretaría
de Mujeres; presentará además una serie reformas constitucionales que permitan
asegurar la igualdad sustantiva; garantizar el acceso a la salud en todas sus
etapas de vida, especialmente a salud sexual y reproductiva y; generar redes
comunitarias de apoyo de mujeres; entre otros.
Sin embargo, los
desafíos para la defensa de los derechos de las mujeres son enormes en un país
de hegemonía cultural patriarcal y con un expediente de graves violaciones de
los derechos de las mujeres. De acuerdo a ONUMujeres, hubo 2,591 homicidios dolosos
de mujeres y 827 feminicidios en 2023, una de las cifras más altas del planeta.
A pesar de una tendencia a la baja en 2023, las cifras ocultarían la
falta de investigación y la apremiante necesidad de medidas de resguardo.
La nueva presidenta
tendrá la presión de varios Colectivos feministas que la
criticaron su gestión cuando fue jefa de Gobierno de la Ciudad de México. A
ello se agrega, entre otras, la batalla de la marea verde de organizaciones feministas por la despenalización del aborto, para que sea legal, seguro y accesible. Y es que, aunque
despenalizado en algunos Estados, la iniciativa federal de despenalización
permanece congelada en el Congreso de la Unión.
Derecha
debilitada y Mayoría Calificada de la Izquierda
Al mismo tiempo, Claudia
Sheinbaum Pardo, beneficia de la debilidad de la derecha y contará con una
mayoría calificada que le permitirá avanzar en reformas que no consiguió
realizar Andrés Manuel López Obrador.
En efecto, la derecha
política mexicana que en situación de extrema debilidad por la derrota histórica sufrida por los
partidos tradicionales mexicanos, asimilados a la corrupción y mala gestión
gubernamental. Claudia Sheinbaum Pardo ganó la presidencia el 2 de junio
pasado, con 59.7% de los votos al frente de la
coalición “Sigamos Haciendo Historia” formada por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena),
por el Partido del Trabajo (PT)
y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM). Obtuvo más votos que AMLO en 2018 y
se trata de la victoria más aplastante para la presidencia desde 1982.
Por su parte, la
derechista candidata, Xóchitl Gálvez Ruíz, de “Fuerza y Corazón por
México” obtuvo sólo 27.45%, mientras que el otro candidato,
Jorge Álvarez Máynez del Movimiento Ciudadano (MC)
obtuvo apenas 10.31%. Esos resultados confirmaron la crisis del derechista
Partido Acción Nacional (PAN) de Vicente Fox que gobernó de 2000 a 2012.
También, la del tradicional Partido Revolucionario Institucional (PRI) que gobernó desde 1929 hasta 2.000 y
que volvió al poder entre 2012 y 2018 con Enrique Peña Nieto, quien terminó como el
presidente más impopular de la historia mexicana; por corrupción, los
estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, el gasolinazo y la violencia.
Hasta se desmoronó el
Partido de la Revolución Democrática (PRD) de Cuauhtémoc Cárdenas, escisión del
PRI en 1989, que nunca consiguió la presidencia pero bajo cuya bandera, AMLO
ganó en 2000 en el distrito federal. El PRD perdió su registro nacional como partido al no
alcanzar el 3% de los votos.
La solidez del mandato
recibido por Claudia Sheinbaum es tal, que analistas de oposición en México, en
el Economista y,
en el exterior, como en El País,
o CNN, temen los efectos autoritarios de
la sobrerrepresentación de
Morena sobre el sistema político. Y es que gracias a su alta votación, la nueva
presidenta gobernará con lo que algunos expertos califican de presidencialismo restaurado. En efecto, la
coalición “Sigamos Haciendo Historia”, formada por MORENA, el Partido del
Trabajo y Partido Verde VM, cuenta ahora con una mayoría calificada en ambas cámaras
del Congreso al obtener 346 diputados sobre 500 curules y en el senado está muy
cerca, con 76 senadores sobre 128 escaños – solo le falta cooptar tres
senadores.
También su coalición
domina la mayoría en las legislaturas estatales. Es gobierno en 24 de los 32 Estados mejicanos, donde vive 74% de
la población. Esas mayorías ya permitieron que
desde que empezó a sesionar el nuevo Congreso Nacional, el primero de
septiembre, que se adoptaran rápidamente las reformas constitucionales claves
del Plan C, imposibles de aprobar durante el
sexenio de AMLO. Ellas permitirán que el nuevo Gobierno enfrente los desafíos
del segundo piso de la Cuarta Transformación.
Complejas
Perspectivas Económico-Sociales
El periódico Le Monde además
de criticar la política de seguridad., constataba que AMLO le dejó a su
sucesora “una economía dinámica”. Se trata de un reconocimiento
de la buena gestión económica del Gobierno. AMLO avanzó en la implementación de
un “Estado Bienestar”,
sin embargo, no contaba con las mayorías necesarias para avanzar en una reforma
fiscal, tampoco, como coinciden analistas, en desmantelar en un sexenio,
décadas de políticas neoliberales.
Las limitaciones más
notables son, entre otras, que se mantiene la neoliberal autonomía del Banco Central
en la fijación de la política monetaria. También con el T-MEC, México cede soberanía y se subordina
a EE.UU.
Es necesario recordar
que pese a la disminución de la pobreza, el 35 por ciento de la población
todavía sigue en ella. Además, México sigue siendo un país profundamente
desigual, como lo confirmó un informe de la Cepal en octubre de 2023: el uno por
ciento de la población posee el 41,2 por ciento de la riqueza. Además, La Jornada citaba Bloomberg que revelaba que entre 2018
y 2024, la riqueza conjunta de los cinco principales oligarcas de México subió
250 veces (Carlos Slim, Germán Larrea, Ricardo Salinas, Alejandro Baillères y
Juan Beckam).
Por su parte, Lenin Contreras, abunda en cuanto a la
enorme desigualdad entre las ganancias de los más ricos y del capital
financiero por un lado y; la de los salarios de la mayoría, por otro. Mientras que la masa total de salarios
representaba el 28 por ciento del PIB, las ganancias representaban 45.7 por
ciento del PIB. Estos datos y otros, confirman que, como en otros progresismos,
se mantiene la estructura desigual de salarios y ganancias.
Se trata de los primeros
balbuceos de un proyecto. El objetivo es el de erradicar la pobreza extrema en
2030. Su sexenio estará orientado a fortalecer las “políticas de bienestar”
incluyendo la reducción de la jornada laboral a 40 horas. En efecto,
gracias a las recientes reformas constitucionales, bajo el Gobierno de la
doctora Sheinbaum, se abre un proceso de reconstrucción democrática a nivel de
políticas e instituciones.
Otros desafíos de la
estrategia económica del Gobierno de Claudia Sheinbaum tienen que ver con
el déficit fiscal del 5,9% del PIB. El
primer presupuesto del nuevo Gobierno, según Alfonso Ramírez Cuellar, (Morena), sería de
alrededor de 10 billones de pesos, para garantizar las mejoras del sistema de
pensiones, el funcionamiento del sistema educativo, la estrategia de salud, con
salarios justos en educación y salud y; el financiamiento de los programas
sociales. También se plantea aumentar la inversión en la construcción de
viviendas para jóvenes y de carácter social. Por el momento, la doctora
Sheinbaum a ha descartado un aumento de impuestos
en 2025. Sin embargo, a la larga se requerirá una reforma fiscal progresiva para
enfrentar un déficit fiscal recurrente. Arrecia el
debate por la posibilidad el aumento de los impuestos a los más ricos.
El sexenio de la
presidenta Claudia Sheinbaum estará marcado por
la estrategia neodesarrollista de mayores inversiones en la estatal empresa
Petróleos Mexicanos (Pemex), consolidando nuevos esquemas de
refinación. También hacia otras empresas públicas estratégicas como la Comisión
Federal de Electricidad (CFE). A ello se agrega la necesidad de
inversiones para asegurar la transición energética y de ampliar la red, la
infraestructura y el cuidado del agua. Por lo pronto, sigue el plan obras de
infraestructura en ferrocarriles con mayores trenes de pasajeros y para
asegurar el transporte de mercancías.
Se plantea además
profundizar programas en el campo como “Sembrando Vida”, que entrega apoyo
económico para reforestar y revitalizar suelos agrícolas. Por otro lado se
garantizan precios para el maíz, frijol, trigo, arroz, leche. También se
profundizará el uso de créditos “a la palabra”,
subsidios directos a los productores.
Profundización
del Humanismo Mexicano Nacional Popular.
El sexenio de Claudia
Sheinbaum Pardo abre perspectiva ciertas de profundización del proyecto
humanista nacional-popular de la Cuarta transformación mexicana.
Para la lectura de los 100 compromisos de su sexenio de
humanismo mexicano frente al pueblo mexicano en el Zócalo en ciudad de México,
confirmó la división entre el poder político del poder económico y que no se
someterá a poderes nacionales o extranjeros.
Y es que es evidente
que, a pesar de las mejoras, expresadas en la popularidad de AMLO, su sexenio
siguen pendientes enormes desafíos en materia de derechos humanos de todo
nivel. Por un lado, está la promesa fallida de aclarar el paradero
de los 43 normalistas detenidos desaparecidos de Ayotzinapa y llevar a juicio a
los culpables. La presidenta, promete “seguir trabajando para alcanzar
la verdad”.
La doctora
Sheinbaum, hija del 68,
buscó imprimir su sello escogiendo como símbolo de respeto de los derechos
humanos una de las más brutales violaciones de derechos humanos del Estado
Mexicano. Es así como, en su primera “mañanera del pueblo”, pidió disculpas a nombre del Estado por la
matanza de centenares de estudiantes, del 2 de octubre de 1968, en
la Plaza de Tlatelolco.
A ello se agrega avanzar
en asegurar derechos políticos, económicos,
sociales y culturales. En esa perspectiva, Claudia Sheinbaum Pardo, promete
realizar su programa de gobierno, gracias a las
reformas constitucionales del llamado “Plan C”. En referencia en referencia a la
aplicación de las 27 reformas constitucionales
presentadas por AMLO, el 5 de febrero pasado y que han sido ya
fueron aprobadas en septiembre por el nuevo Congreso.
Entre ellas están las
que sirven de base a políticas públicas en apoyo a las más vulnerables de la
sociedad y que buscan: “modificar el contenido de
artículos antipopulares que fueron introducidos durante el periodo neoliberal”.
Ello permitirá profundizar los programas sociales y servirían de cimiento para
el segundo piso de la Cuarta Transformación atacando
problemas de violencia y corrupción.
De dichas enmiendas a la
Carta Magna, las que causan mayor polémica están, por un lado, la reforma
constitucional que fortalece la Guardia Nacional, creada en 2019 por AMLO y que
la integra en la Sedena para enfrentar la inseguridad y la lucha contra el
crimen organizado, superando problemas de corrupción de la Policía Federal.
Por otro lado, está la
polémica reforma del Poder Judicial de la Federación que busca el acceso
igualitario a la justicia. Ella busca atacar la corrupción endémica del sistema
de justicia mexicano, separándolo de poderes fácticos y económicos, centrando
su esencia como emanación de la soberanía popular, a través de la elección de
jueces.
A ello se agregará el
reforzamiento de los derechos políticos con una reforma del sistema electoral,
el establecimiento de mecanismos de democracia participativa, instalando la
revocación de mandatos y las consultas populares. Desde ya, la presidenta
prometió someterse a un referéndum revocatorio en 2027 y, confirmó prohibir la
reelección de los cargos públicos hacia 2030. Veamos estos cambios más en
detalle
La
Política de seguridad: Abrazos, no Balazos, Guardia Nacional, inteligencia y
Coordinación
Claudia Sheinbaum Pardo
no es novata en materia de estrategia de fortalecimiento de la seguridad.
La ex alcaldesa de la Ciudad de México
(2019-2023), aplicó una eficaz Estrategia de Seguridad y
Construcción de la Paz, con la que redujo 58 por ciento de los
delitos de alto impacto y bajó al 44 por
ciento la percepción ciudadana de inseguridad. También disminuyó el homicidio
crimen doloso en 51 por ciento.
En la mañanera del pueblo,
del 8 de octubre, la doctora Sheinbaum aclaró de partida, que no va a regresar
la guerra contra el narcotráfico del Gobierno de Felipe Calderón. Por su parte, el
nuevo Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de
México, que ya había trabajado con la doctora Sheinbaum, cuando era
alcaldesa, Omar García Harfuch, presentó los
lineamientos de una estrategia de seguridad que continúa la estrategia aplicada
en el sexenio de AMLO, profundizándola con la experiencia ganada y gracias a
las reformas constitucionales.
El primer elemento
del plan de seguridad de la nueva
presidenta, es que seguirá enfocado en atacar las causas estructurales del
crimen con políticas sociales, en continuidad con la política de “abrazos, no balazos”. Es así como seguirán los Programas para el
Bienestar del Gobierno de AMLO (Becas Benito Juárez; Jóvenes Construyendo el
Futuro, etc.). Incluso se agregarán otros programas, ya experimentados en
Ciudad de México, como Barrio Adentro para
combatir la deserción escolar en sectores de mayor vulnerabilidad.
El segundo elemento es
más polémico. Se trata de la consolidación de la Guardia
Nacional, creada en 2019 por AMLO, como ente clave del
combate contra el crimen. En una de sus su últimas mañaneras, AMLO firmó el decreto, que activó la reforma constitucional.
A la nueva presidenta le corresponde la gestión de la fortalecida Guardia Nacional, que se traslada de la Secretaría de Seguridad a la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena). Ella
desplazará una Policía Federal que fue ineficaz en el combate al narcotráfico.
Un cambio estructural inscrito en el segundo piso de la Cuarta
Transformación, que evitaría la corrupción que se dio en la Policía
Federal, dirigida en su tiempo, por Genaro García Luna, quién recibió sobornos
del cártel de Sinaloa. García Luna, exjefe de la lucha contra las
drogas, terminó condenado y encarcelado por narcotráfico en EE.UU.
El tercer elemento es la
creación de un sistema nacional para fortalecer la inteligencia e investigación con vistas
a reducir los delitos de alto impacto. Ese sistema privilegiará el trabajo en
las zonas de alta incidencia delictiva, como son los Estados de Guanajuato, Baja California, Chihuahua,
Guerrero, Jalisco y Sinaloa.
Como en esas localidades
hay también una alta incidencia de consumo de drogas entre los jóvenes, se
fortalecerán coincidentemente las políticas sociales. Un elemento clave en
estos estados con alta incidencia, es la coordinación de acciones del Gobierno
de EE.UU. Ello no siempre ocurre como lo muestra el diferendo por la falta de coordinación
e información por parte de la DEA para la detención en julio en Texas de “El
Mayo” Zambala, líder del cártel de Sinaloa
El cuarto elemento es el
de mejorar la coordinación tanto de los servicios de seguridad mexicanos, así
como garantizar la coordinación entre autoridades de los tres niveles de
gobierno: Federal, los Estados, Municipios y el Ministerio Público.
La oposición califica la
reforma de amenaza a la seguridad pública. Para otros
implica la militarización de un cuerpo de
seguridad. Muchos expertos presionan para que se distancie de la política de “abrazos, no balazos” de AMLO contra la inseguridad.
Varios analistas de derecha, amenazan que la estrategia del
Gobierno puede aumentar la inseguridad, con efectos catastróficos sobre las
inversiones extranjeras, aunque ello no ocurrió durante el Gobierno de AMLO.
Para otros aún, es una amenaza a los derechos humanos. A nivel internacional también se critica la
medida: algunos medios internacionales plantean que se repite
una estrategia que no frena la violencia en México.
La argumentación de AMLO
y la doctora Sheinbaum es que no se trata de militarización, porque la Guardia Nacional
no es un ente autónomo, sino que depende de las autoridades civiles. El nuevo
Secretario Nacional de Seguridad, García
Harfuch, argumentó además que: “Es falso que haya
militarización, lo que estamos haciendo es aprovechar las capacidad de la
secretaria de la Defensa para que la Guardia Nacional se pueda consolidar”,
como institución.
Polémica
Reforma del Poder Judicial de la Federación
La otra reforma que
causa aún más polémica, es la del Poder Judicial de la Federación. Esa reforma, también adoptada
por el nuevo Congreso Nacional, en septiembre, ya fue promulgada por AMLO el 15 de
septiembre, mediante Decreto en el Diario Oficial de la Federación.
Esa paradigmática
reforma del Poder Judicial se justifica según, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) porque: «El Poder Judicial está tomado,
está secuestrado, está al servicio de una minoría rapaz, está al servicio de la
delincuencia llamada organizada y de la delincuencia de cuello blanco, entonces
solo con la participación de la gente, con la democracia (…) solo así vamos a
poder avanzar y esto no es un asunto que se va a lograr fácilmente en el corto
plazo, va a llevar tiempo, pero hay que empezar«.
La reforma busca evitar
la corrupción judicial y la desigualdad de acceso a una justicia sin venda, bajo influencia de poderes
fácticos y el dinero que lleva incluso al lawfare, en otros
países latinoamericanos.
Se reformaron 16 artículos de la
Constitución relativos al Poder Judicial. Lo más importante es que todos los
miembros del Poder Judicial de la Federación, serán elegidos por voto directo
libre y secreto por los ciudadanos en elecciones federales. Esto incluye la
elección de los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CJSN);
los Magistrados de la Sala Superior y de las Salas Regionales, del Tribunal
Electoral del Poder Judicial Federal y del Tribunal de Disciplina Judicial y;
los magistrados y jueces de circuito y de distrito.
En segundo lugar, es por
petición de la presidente, que el Senado establecerá los mecanismos de
selección de candidatos. Para postular a la elección ellos deberán tener titulo
de derecho, un promedio ocho en las asignaturas, cinco años de experiencia en
cargos relacionados, haber escrito ensayos sobre temas relevantes y contar con
cinco cartas de referencia.
Entre otras medidas, el
INE debe asegurar la alternancia de género en las listas para garantizar la
paridad. El objetivo es el de garantizar la independencia de magistrados elegidos
por voto directo y secreto de la ciudadanía y con mecanismos públicos,
abiertos, transparentes, inclusivos y accesibles con participación de personas
con los conocimientos técnicos necesarios para el desempeño de su cargo.
Otras reformas incluyen,
la eliminación del Consejo de la Judicatura Federal, por un nuevo Órgano de
Administración Judicial. También se sustituye la Comisión de Disciplina
Judicial por el Tribunal de Disciplina Judicial. Además, se reducirá de once a
nueve, el número de miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación
(CSJN) que sólo funcionará en Pleno. Asimismo, se establece que ningún miembro
del Poder Judicial puede tener una remuneración superior a la del titular del
Ejecutivo. Por un lado, se cambian los periodos duración del mandato y
condiciones de reelección Por otro lado, prohíbe que los miembros del poder
judicial asuman otros cargos remunerados. Se permite la figura de “jueces sin
rostro” para evitar represalias del crimen organizado. (Ver detalles en BDO México).
Las críticas son muchas.
La Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de
Distrito del Poder Judicial de la Federación, rechaza con movilizaciones que los jueces sean
designados por voto popular. La organización patronal (Coparmex). Los medios de comunicación conservadores nacionales acusan una deriva
autoritaria. Medios internacionales acusan al Poder
Ejecutivo de deriva autoritaria contra la división de poderes y el Estado de
Derecho. El Financial Times y el Wall Street Journal comparan
a México con Venezuela o Rusia y exigen
e pronunciamiento de Joe Biden.
Desde agosto, antes que
se aprobara la reforma, ella era criticada por los embajadores de EE.UU., Ken Salazar y Canadá en México, Graeme C. Clark.
Ellos expresaron en agosto la preocupación de que la reforma judicial
representaría un “riesgo para la democracia”.
AMLO consideró esas afirmaciones injerencistas. Y planteó una pausa en las relaciones
diplomáticas, obteniendo la retractación del embajador de Canada, pero no así del de EE.UU, cuyo Gobierno apoyó a Salazar. La
tensión continúa. La doctora Sheinbaum, citó como ejemplo que en 43 de los 50 Estados de EE.UU, se
eligen jueces por voto popular… sin que países extranjeros se
permitan criticarlo. Detractores como Francisca Pou, afirman que no es
comparable, citar a EE.UU. porque, entre otras cosas, las elecciones ocurren
sólo en los Estados y no a nivel nacional.
Desde una concepción
conservadora del Estado de Derecho Jesús Orozco, ex comisionado de la CIDH
afirma que la elección de jueces iría contra la Carta de la OEA e incumpliría
acuerdos internacionales y estándares interamericanos e internacionales, al
vulnerar la independencia judicial y el acceso a la justicia. La CIDH ya convocó México para el 12 de
noviembre a una audiencia para revisar la reforma. En la misma vía, la presidenta de la CSDJN, Norma
Piña, se declaró públicamente contraria a la reforma. Es así como la
Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCDJN) aceptó estudiar la impugnación por inconstitucionalidad de la reforma
judicial, presentada por los derechistas partidos PAN y PRI. Ello no tendrá seguimiento,
porque no corresponde a la legalidad de la
Corte Suprema y se trata del mecanismo normal de reformas constitucionales por
las instituciones designadas para ello por la soberanía popular. Fuerte del
apoyo popular expresado en las urnas ante una propuesta transparente de reforma
judicial en la campaña, la presidente Sheinbaum afirma que la “orden de las urnas fue que se elija a jueces, y así se hará”.
Es así como, la Reforma
del Poder Judicial sigue su curso, Ya se ha fijado como fecha de las elecciones
el 2 de junio de 2025, La organización está a cargo del Instituto Nacional
Electoral (INE). La convocatoria se realizará el 16 de
octubre, seguida de inscripciones, evaluaciones y aceptación de candidaturas
por el Senado, que el 12 de febrero entregará las
listas de candidatos al INE.
3.
RELACIONES EXTERIORES CON EE.UU Y AMÉRICA LATINA
Relaciones
con EE.UU.
Como siempre, la
presidenta mexicana enfrentará enormes desafíos en sus relaciones con EE.UU. Y
es que la célebre frase que se atribuye a Porfirio Díaz Mori, quien
gobernó México entre 1876 y 1911, “Pobre México, tan lejos de Dios
y tan cerca de Estados Unidos”, ha marcado las relaciones de la
nación azteca con su vecino del Norte.
Sin embargo, durante el
Gobierno de AMLO, este intentó cambiar la relación, consiguiéndolo en parte. En
un encuentro de alto nivel sobre seguridad, con representantes
estadounidenses trató de acuñar como nueva frase más pertinente de la
relación:: “Bendito México, tan cerca
de Dios y no tan lejos de Estados Unidos”.
Entre los desafíos,
además de los anotados, está la continuidad de la integración económica de
América del Norte con el T-MEC. Ello beneficia a México porque se ha
transformado en el principal socio comercial de EE.UU. Aunque
la presidenta Claudia Sheinbaum siga con relaciones cordiales con su vecino del
Norte e insiste en la complementariedad entre los países del T-MEC, deberá
renegociar el T-MEC en 2026, lo que puede afectar para la implementación del
segundo piso de la Cuarta Transformación.
En efecto, las
limitaciones que impone ese tratado afectan la soberanía mexicana. Un último
ejemplo es el conflicto abierto con la firma estadounidense Vulcan Materials,
cuando México declaró área natural protegida a 50 mil hectáreas en el estado de
Quintana Roo, propiedad de su empresa minera subsidiaria de extracción de
piedra caliza. La firma estadounidense, se había negado a vender un territorio, que
México quiere destinar al turismo y afirma que México viola el T-MEC. Ese ejemplo vaticina
una compleja revisión del T-MEC en 2026.
Por otro, existen
desafíos, de respeto a la soberanía de México de parte de EE.UU. Aunque,
incluso bajo Donald Trump, AMLO logró establecer “una política de buena
vecindad”, basada tanto en la igualdad como en el respeto de las soberanías todo indica
que habrá injerencia de Washington en los proyectos del segundo piso de la Cuarta Transformación. En efecto, el
último ejemplo, ya anotado, son las declaraciones del embajador de Estados
Unidos, Ken Salazar, condenando la reforma judicial
como un “riesgo para la democracia”
y amenazando con que ella afectaría la relación comercial con Estados Unidos.
Declaración apoyada por la Casa Blanca. Ello vaticina un apoyo de Washington a
la oposición y críticas desde organizaciones regionales que controla.
A ello se agregan
fuertes diferencias de enfoque en el combate contra el narcotráfico. México,
tiene una política de “abrazos no balazos”
que busca resolver las causas de la violencia evitando el reclutamiento de
jóvenes por los cárteles, a lo que agrega a la inteligencia e investigación, al
trabajo de Guardia Nacional y la coordinación de niveles de gobierno. Mientras
tanto, Washington sigue con su tradicional estrategia de guerra represiva
contra las drogas, fuera de sus fronteras.
Porque no ataca fuertemente las redes de distribución en su territorio. Estados Unidos busca ahora expandir
“agresivamente” su guerra contra el fentanilo en México.
Un evento reciente es
representativo. La DEA actúa en territorio mexicano como si fuera propio. Lo
más reciente, fue la denegación de coordinación, de información y colaboración
para la captura y traslado a EE.UU de los líderes dl cártel de Sinaloa, El Mayo Zambada y Joaquín Guzmán López hijo
del Chapo. México ha declarado que es inaceptable un
silencio de Washington que resquebrajo la cooperación bilateral antidrogas.
Otro desafío tiene que
ver con que México sea un país de tránsito de migraciones del Sur global hacia
EE.UU. Es una perogrullada señalar que no es
nuevo que la política mexicana tenga que componer con su larga frontera y su
imbricada historia con EE.UU. Por un lado, recordemos que unos 40 millones de
mexicanos viven en el país del Norte. Según Statista, ellos envían a sus familias
remesas que representan un 4 por ciento del Producto Interno Bruto:
más de 63 mil millones de dólares
estadounidenses en 2023. Ello fuerza una permanente tarea de apoyo y defensa de
esos expatriados ante el Gobierno de Washington.
Pero, la frontera es
también la puerta de entrada de migrantes de terceros países del Sur. Este es
uno de los temas claves de las elecciones del 5 de noviembre en EE.UU.
Washington ya ha establecido una muralla de hierro con el país azteca para
frenar la llegada de migrantes del Sur.
La doctora Sheinbaum
continuará con los términos de cooperación actuales que han permitido reducir
los flujos de migrantes de terceros países hacia Estados Unidos, pero ello es
fuente de tensión entre los dos países. En efecto, ella ha manifestado que
México será respetuoso de la soberanía estadounidense y trabajará con cualquiera que sea elegido; Kamala Harris o Donald Trump. Pero las
perspectivas de tensión entre los dos países persisten.
Relaciones
con América Latina en el Nuevo “Desorden Mundial”
Claudia Sheinbaum
afirmó, en su toma de protesta,
que su política exterior seguirá los principios constitucionales de
autodeterminación de los pueblos, la no intervención y la solución pacífica de
controversias. Lo que aparece en cuestión, producto del nuevo escenario de
creciente multilateralidad, es algo que comenzó bajo AMLO: un renovado interés
por las relaciones internacionales, particularmente con los países de América
Latina y el Caribe. En la secretaria de relaciones exteriores, asumió Juan
Ramón de la Fuente en reemplazo de Alicia Bárcena, confirmando una línea de
continuidad.
Por un lado, está la
anotada controversia con el Rey Felipe VI de España, cuando este se negó a
pedir disculpas por los crímenes de la colonización en México. A ello se agrega
el consiguiente enfriamiento de las relaciones con el Gobierno de España. Ello
en un contexto en que arrecian las acusaciones de la ultraderecha española. El
portavoz de Vox, calificó la doctora Sheinbaum de “analfabeta”,
denigrando al mismo tiempo los pueblos originarios de México. Todo ello, en
medio de la creciente injerencia de la extrema derecha española e internacional
en América latina, principalmente por su alianza con el presidente argentino “liberal libertario” Javier Milei, aliado de libertarios
mexicanos como Ricardo Salinas Pliego calificado de “Trump mexicano”.
La política exterior
mexicana se inscribe, bajo los Gobiernos de Morena, como parte del progresismo
latinoamericano. La presidenta Sheinbaum no invitó la presidenta de facto de
Perú, Dina Boluarte, manteniendo la ruptura de
relaciones en condena por el “golpe blando”
contra el ex presidente Pedro Castillo, a quien sigue reconociendo. Es así como
en mayo de 2023, AMLO rechazó a transferir la presidencia rotativa de la Alianza del
Pacífico a la “usurpadora” Dina Boluarte.
También están las
tensiones con el presidente de transición de Ecuador, el derechista Daniel Noboa, quien tampoco fue invitado a
la transmisión del mando por el conflicto diplomático creado con la invasión de
la embajada de México en Quito para detener al ex vicepresidente de Rafael
Correa, Jorge Glas, en abierta violación del derecho internacional de asilo
político y la soberanía mexicana.
A ello se agrega la
posición de Claudia Sheinbaum sobre las elecciones
en Venezuela, ajustada a su tradicional política exterior de no intervención en la situación
interna de otros Estados y respeto a la autodeterminación de los pueblos.
México decidió no participar en la sesión de la OEA de condena de las elecciones en
Venezuela. Formó bloque con Colombia y Brasil. Existe
un fortalecimiento de las relaciones con Brasil y Colombia. La presidenta
Sheinbaum se solidarizó con Gustavo Petro por los
recientes intentos de Golpe Blando por Lawfare en su
contra.
Es así como México es la
segunda economía más fuerte de América latina, pero sigue en su tradicional
disyuntiva: privilegiar sus relaciones con Estados Unidos o fortalecerlas con
la región latinoamericana. Irónicamente, Maximiliano Pérez, plantea que debe elegir
entre ser “cabeza de ratón o cola de león”. Ello no es en desmedro
que México participa en el sistema interamericano y en instituciones
de integración latinoamericana y del
Caribe, como Celac y tiene una posición autónoma en
la OEA.
Ciertamente. México
siempre ha defendido los países latinoamericanos en foros internacionales y
mantenido sus principios de no intervención y reconocimiento de la autodeterminación
de los pueblos. Una política exterior autónoma tradicional, que incluyó, el
reconocimiento, en plena “guerra fría”, de la Revolución Cubana contra la
posición agresiva de Washington. Lo cierto es que la disyuntiva mexicana no
parece resolverse aún en la política exterior de Claudia Sheinbaum.
4. EN
CONCLUSIÓN: ¿UN MODELO MEXICANO” PARA IZQUIERDAS LATINOAMERICANAS?
¿”Constituye un modelo”?
Como señala el adagio: “La única forma de ser universal
es ser local”…o nacional. Creemos que la experiencia mexicana
de Cuarta Transformación, a pesar de estar impregnada de
un humanismo propiamente mexicano y su historia ancestral, tiene aspectos
propios del contexto mexicano, pero también es pertinente preguntarse sobre
enseñanzas para las izquierdas latinoamericanas.
Por lo pronto todo
parece indicar una transición ordenada entre AMLO y la nueva presidenta Claudia
Sheinbaum Pardo, que no solo asegura la continuidad sino que además abre la
puerta al segundo piso de la llamada Cuarta Transformación,
se distingue de la experiencia de otros progresismos. En efecto, la transición
de la Revolución Ciudadana en Ecuador, de Rafael Correa estuvo marcada por la
traición de Lenin Moreno. En Bolivia, la guerra fratricida entre el Evismo y el Arcismo, no puede
más que dañar profundamente el proyecto del Movimiento al
Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP).
Recordemos además el difícil gobierno de Dilma Rousseff sucesora de Inácio Lula
Da Silva, derrocado por un golpe blando, en la más clara estrategia de lawfare
contra gobernantes de izquierda. Es evidente que en el caso de México al menos
por lo que va corrido, se trata de una transición ejemplar. ¿Deja enseñanzas?
Un segundo aspecto es
que, pese a que es el inicio de un proceso de largo alcance. Un proceso que
para obtener transformaciones se necesita construir grandes mayorías
apoyándose en el pueblo, lo popular. En efecto, la comunicación con
el pueblo a través de las mañaneras fue
excesivamente eficaz en desmontar la ofensiva de la derecha política, los
poderes fácticos y los medios de comunicación conservadores. Ciertamente, eso
ocurre cuando las políticas neoliberales están desacreditadas, cuando la guerra contra las drogas no hace más que aumentar
el problema de la violencia,
La revisión de diversos
aspectos, del proceso político mexicano permite afirmar que la izquierda
mexicana encarnada en Morena, sus aliados políticos y sobre todo el apoyo de
importantes sectores del pueblo mexicano, ha abierto un camino que, no se ha
agotado, sino que permite seguir profundizando las transformaciones de México.
Se trata de avances cada vez más sustantivos en lo que se refiere a la
transformación/ democratización del Estado de Derecho que hasta ahora sigue
favoreciendo los poderes fácticos.
En referencia con ello,
un tercer aspecto, es el proyecto transformador. Lejos de reclamarse del
socialismo del siglo XXI esgrimido en Venezuela, en el caso de México, se trata
de un imaginario social, basado en la noción del pueblo mexicano, diverso, pero
que se siente interpretado por una serie de valores, Con un humanismo
cercano a los “pobres” como valor moral e inspiración de la acción del Estado.
Se trata de raíces profundas de la historia mexicana y latinoamericana,
esgrimidos por las izquierdas.
Son elementos
actualmente cuestionados por las élites oligárquicas en muchos países sobre la
base de la “nueva modernidad” que impone el individualismo y una
estratificación en torno al dinero, la raza, la educación, entre otros. El
imaginario social del proyecto de Cuarta Transformación unifica
en torno a un proyecto colectivo, aunque sus contornos sean difusos, ellos
apuntan a la posibilidad cierta de un mundo mejor. ¿Contribuye al proyecto de
las izquierdas latinoamericanas?
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