En el
nuevo orden mundial de la globalización del capital “Amerika First”, vicisitudes humanas sociales y
políticas:
Torrentes de cambio de la educación
formadora/liberadora del ser humano* integral, crítico y solidario para remover
la conciencia social, política y económica: Otro mundo es posible...
*“Es la persona capaz de sentir la injusticia ajena como propia, Dr. Ernesto
Guevara de la Serna”
*Maestro(a),
“Es el (la) formador(a) del der humano
integral, solidario, en general, y de su conciencia social, en particular”
ADDHEEE.ONG.
Por Mariano Sierra Rodríguez / escritor
/ jurisconsulto / abogado / Barómetro Latinoamericano / ADDHEE.ONG:
Torrentes de cambio para remover la conciencia social y política
En los umbrales de un nuevo siglo, después de un pasado de indiferencias
y de tantas otras vicisitudes humanas resuenan en el eco de un mundo incierto
la sapiencia de abuelos, padres y de aquellos maestros* del talante humano, la
teoría, la práctica y el ejemplo de la civilidad preñadas con el apoyo de la
cultura griega y del viejo mundo que dieron honor al comportar del hombre.
Las enseñanzas de un Carreño y de otros ilustres maestros del civismo,
del contrato social y del arte de gobernar que
no volverán, fueron la base para edificar una sociedad llena de valores que hoy
han quedado en el olvido de las bibliotecas y en los andenes de las librerías
de nuestras ciudades porque el don de leer se circunscribe a páginas de
violencia, de pornografía, de maquillaje de la información y la basura que
producen mentes que la mediocridad les hizo perder la razón, para realzar la
irracionalidad.
Aprender los modales en el hogar, la escuela, el
liceo, la universidad, la iglesia y tantos otros
lugares del compartir diario, aprender a respetar a la mujer, al niño, al
anciano, al diferente, a la persona por su dignidad, edad y gobierno, a
la naturaleza, a cumplir al orden personal,
a cumplir los compromisos adquiridos, al comportarnos según los lugares, a respetar los
signos patrios, al saber dar gracias, al compartir, al saber conducirnos
públicamente cuando se reclama un derecho, a amar a Dios y al prójimo….En fin tantas normas de civilidad, fundamentos de paz
y respeto que hoy reclamamos con ahínco pues se
salieron también de los pensum académicos que hoy luchamos por recuperar que un
Estado no tiene la capacidad de establecer pues allá la contaminación y la pérdida de valores y
ética reboza. Hay que acabar el divorcio Estado y comunidad/sociedad.
No podemos olvidar que la persona- hombre, mujer- vive en relación al mundo en comunidad y
colaboración con las demás personas y la naturaleza. La vida humana es
de con-vivencia y la tarea de la persona es de transformación. Es el
trabajo y la interrelación de las personas la fuerza que convoque a la
convivencia como dimensión plegada a la relación con el mundo. La convivencia,
la civilidad no es un mero accidente, es la apertura para que las personas
lleven a cabo la cultura del civismo, la cultura ciudadana. Lenguaje, comunicación
y símbolos se entrelazan para que las personas unan sus identidades
personales en mutuo entendimiento para que todo valor permanezca en la
existencia humana y no en los laberintos de la inconciencia sin límites.
Y que queda de la perdida de la civilidad, de la cultura ciudadana, ¿de
la convivencia armónica’? intolerancia, violencia, incultura, irrespeto,
inseguridad, desunión, pérdida de valores. La cultura del hogar, de la ciudad,
del campo, la cultura social y política, de pensamiento, de ideología, del
querer comunitario crea justicia social fundando lazos de solidaridad hacia
ideales comunes representando la identidad de las personas circunscrita
en la constitución.
En la convivencia cada ser encuentra razones para el bien común en medio
de toda diferencia humana. Estamos en épocas donde se han provocado nuevas
corrientes sociales, estamos viviendo cambios de valores, pero no obstante no
se pueden relevar aquellas normativas sociales que han dado preponderancia a
las relaciones entre los hombres, a la preservación del medio y todo lo que
tiene que ver con el ser humano – hombre, mujer - como ser social.
La nueva era de la incomunicación de
las gentes:¡el celular!.
Estamos viviendo la nueva era de la comunicación donde lo digital aflora
en medio de redes sociales distorsionantes de la verdad con sus confusas
expresiones que desencadenan en transgresiones humanas y a esta era se suma el
Estado con la distorsión de la verdad y se basa en la forma como no se
socializan muchas gestiones públicas, muchos planes de desarrollo y muchos
actos que debe ser del conocimiento de la sociedad, que se vienen a conocer
gota a gota.
La civilidad conecta a la persona consigo mismo, con su ambiente,
con sus formas de vida, con su cultura propia para ejercitar convivencia que le
permita una vida agradable, sana integralmente y llena de sentimientos de paz.
La civilidad es una forma social y política para que entre toda la comunidad se
integren soluciones a los problemas propios de una ciudad que un Estado no
cumple con el mandato de hacer respetar la vida, honra y bienes de sus
ciudadanos, Eso es una violación al Estado de Derecho que implica el ejercicio
de sanciones penales y administrativas, según la ley fundamental, la
Constitución soberanamente sancionada por el Pueblo.
En esta época del capitalismo salvaje agobiante importadora de
culturas urge que la civilidad sea una
esencia viva para resistir la importación de lo que no se adecue a nuestra
sociedad. Quien lo creyera, pero la civilidad es un componente de la paz pues
hace que las relaciones estén alimentadas por el respeto que une en medio de
las diferencias humanas, en medio del neoliberalismo toxico y otras formas
desobligantes que atacan la comunidad en especial la más débil.
La civilidad como principio, como formación cultural y conquista debe
ser una obligación para un obrar orientado a hacer un mundo mejor, de mayor
entendimiento entre las personas. La convivencia social no tiene nada
que ver con la actitud primaria que ejercen personas que reaccionan con
violencia, que reaccionan con aires de imponencia por sus dotes económicos, por
sus posiciones sociales o profesionales, o por sus rangos, o porque unas viven
un sentir de menosprecio o inferioridad. En todos
estos estilos humanos se descuida el alma de la convivencia social, el alma del
trato humano, el alma de la hidalguía de ser persona, el alma de
interrelacionar socialmente el alma de la igualdad que nos da la creación y se
extiende ante las personas por aquello de la democracia y las leyes-
La civilidad es un remover la conciencia para que se revivan los
principios de integración consolidando comportamientos de urbanidad social que
va desde tener una ciudad limpia. Calles aseadas, uso respetuoso y ordenado de
los ser vicios públicos, atención en las normas de tránsito, respeto por las
filas para hacer diligencias, mantenimiento del medio ambiente natural,
conservación de los parques comunales, conservación de avisos públicos, no
obstaculizar andenes y vías, conservar los frentes de las residencias y
jardines comunales, no botar basuras en ningún espacio público salvo los
destinados para ello. Una frase del precursor Antonio Nariño dice que “Hay que
entender saber la atención y la urbanidad inclusive a los enemigos” esto no es otra cosa que decir que la
civilidad no tiene límites ni preferencias, es universal, libera de toda
limitación, donde haya espacios de orientación del mundo que vivimos”.
No puede existir civilidad si se pierde las riendas del valor humano,
del valor patrio, del valor religioso, del valor cultural, del valor de las
costumbres. La paz
empieza cuando el ser humano se respeta a sí mismo, a los demás y sus culturas, esa paz empieza en el interior de
cada ser. Cualquier mal proceder desarticula cualquier proceso social a lo cual
le sobreviene un total malestar social. No habrá
civilidad cuando exista un estado al frente de un poder irracional. Hoy la
civilidad se mueve entre pobreza absoluta, entre desempleo, entre
desigualdades, entre el engaño y la mentira como ocurre con las funciones del
estado.
Es en estos casos donde la comunidad debe alzar sus
voces, de imponer su rebeldía para rechazar el oprobio democrático- A la
sociedad la enferma la actitud hostil de una política pública, donde existen
los excesos de gobierno y los escases de justicia social. No es la represión el
sentir estatal, que lo refleja cuando viola la libertad de expresión, cuando
reprime la protesta legal, cuando reprime los derechos con los cuales una
sociedad exige se respete sus derechos.
Nuestras comunidades viven diversas guerras sociales y todo por la falta
de unidad comunitaria, de civismo social en barrios. Veredas, municipios.,
donde los jóvenes carecen de ese principio comunitario siendo esta comunidad de
jóvenes poseedoras de grandes capacidades cuyo aporte será invaluable, pero en
esencia falta voluntad política, falta identidad, falta sentir la vida.
Cuando uno observa esta desintegración social surge la acción de la
naturaleza que con sus leyes nos enseñan cuanto podemos hacer si nos apropiamos
de ese interés colectivo convirtiéndolo en esa comunidad crítica que
todo lo puede con querer y voluntad. La
incivilidad se ha generalizado en el ambiente humano lo que nos lleva a buscar
herramientas para combatirla siendo un arma la ética social, la política social
propia de las comunidades y las instituciones
Convivir en comunidad es sentir ese espacio de ciudad, de campo. acogerlo, amarlo, sentirlo, ver su riqueza
arquitectónica, ambiental magnificada en sus espacios sencillos, idílicos,
culturales, es realzar la calidez humana que transita por sus calles y veredas
convirtiéndonos en guías para emblema tizar los entornos para que sean
conocidos en toda su magnificencia y calor humano, con sus costumbres de un
pasado que añoramos y sus recuerdos llenos de esperanza.
En los inicios del siglo 21 en medio de desaciertos en todos los ámbitos
resuena el eco de un mundo con nuevas perspectivas que nos dice que no podemos
seguir siendo contaminados por la indiferencia y los conflictos, que los medios
cívicos, la cultura y el conocimiento nos conducen a aprender a convivir, a
crear estilos de vida comunitarios propios de la existencia humana.,
establecidos en agrupaciones solidarias, llenas de espíritu que se sientan
responsables unas de otras. Así es que crece la sociedad, así es que se
fortalecen los sentimientos sociales, políticos o religiosos para un mundo
nuevo con unas normas de creación social como es la civilidad o cultura
ciudadana para que sean un imperativo social que cumplir como base para fortalecer
la paz espiritual, material, la paz social, la paz política.
El deterioro social es de tal magnitud que todos estamos llamados a
realizar cambios so pena de sucumbir pues la escalada humana por la depredación
no se detiene. La ambición del hombre no tiene otra meta que elevarse como un
dios arroyando a su paso todo lo que encuentra. Este viacrucis se vive en medio
del síndrome depresivo, la angustia ante tanta decepción. La política y la
religión que se suponen están para realzar los valores, crear bien común y
unidad social provocan desconfianza que hacen que el miedo se apodere de la
persona y la desconfianza prime.
La conculcación y violación de los Derechos Humanos
Hoy la persona es un torrente de deseos y exigencias de sus
derechos que a cada minuto ha ido perdiendo. Existe un sometimiento social al
cual ha sido difícil zafarse. Los poderes sociales y políticos imperan aun en
medio de los contrastes, las bifurcaciones, las brechas, los poderes que tienen
en la invasión de la tecnología de consumo un aliado y un distorsionador del
pensamiento libre. Un dialogo político dice que la persona es un juguete
de los dioses y de todo poder terrenal.
La convivencia social exige llevar a cabo procesos generadores de cambio
político y social que revolucione el ambiente negativo del orden que atenta
contra el bien de la comunidad. Con tino de alcance a voces de distintos
pensamientos sociales digamos que la libertad no existe como tal mientras las
crisis ahondan. La vida para la persona se ha convertido en
supervivencia, donde deambulan en el ambiente tantos muertos de hambre y
miseria a merced de unas leyes y unos dogmas confusos, llenos de incomprensión,
en un entorno que se asemeja a una gran dictadura teniendo el aval político y
religioso y el económico, donde la religión y su culto son un mercado, y lo
político es el engaño y la mentira como forma de gobernar.
El nuevo orden
mundial del capitalismo salvaje globalizado
Las instituciones sociales que deben estar para el beneficio social, son
profanadas por la corrupción, el saqueo y el uso para violar derechos. El
capitalismo salvaje globalizado y su nuevo orden mundial lo somete todo.
La persona humana queda sometida a una mercancía al valor del mercado
despojándolo de su dignidad.
La persona y sociedad viven al asombro del
marginamiento, conduciéndose a perder capacidad de pensar, de decidir, de
relacionarse, de actuar, aunque el sentir del asombro se ha perdido debido a la
existencia de un poder sin límites con rasgos dictatoriales quien omite que sea
respetada la vida de sus ciudadanos y que hoy se ve con muerte de tantos
líderes sociales.
El diario vivir tiene grandes enemigos... Las guerras comerciales, las
guerras institucionales, ambientales, las guerras políticas., guerras del
narcotráfico. En estas guerras hay apéndices
cuyos efectos recaen sobre la comunidad como el caso de la salud, la educación
donde tantos vividores se están enriqueciendo a costa de la vida de una nación.
Hoy vivimos la irracionalidad para vivir -
Dostoievski quien retrato el alma humana señalo que…Cada uno de nosotros es culpable de todo, ante todos, y yo más que
nada.... Como persona social no podemos excluirnos ni social ni
políticamente y menos tratarnos como medios pues perdemos identidad de persona.
Civilidad implica contacto con el otro, nuestro prójimo, visible. La vida
comunitaria es de lucha por todo lo que hace posible la existencia- Toda
sociedad es posible, siendo crítica de la realidad con un llamado ético para
defender los derechos con el espíritu de la revolución humanista de la
esperanza.
marsblawyer@gmail.com /estudio jurídico
Lo subrayado es nuestro.
LA POLITICA
DEL AVESTRUZ: Es la
política bajuna del nuevo orden mundial de la globalización del capital.
Una
forma fallida de construir país y de convivir en sociedad
Se destaca que los avestruces
generan unas técnicas especiales que para ellas tienen gran significación para
su naturaleza en su mundo animal. Pero resulta que los animales y la naturaleza
toda nos proporcionan valiosas aplicaciones y leyes para el orden humano. Y en
especial en el campo político permite establecer unas reflexiones orientadoras,
significantes traídas de ese reino universal y cósmico con su sabiduría, con
sus procesos supra inalcanzable para nuestro entender limitado.
La tendencia nos enseña como la
relación animal-naturaleza - persona siempre está presente en nuestra
vida humana. La tendencia se refiere a como en la política y en la sociedad
estas tendencias de la naturaleza nos enseñan el comportar de ese mundo sabio,
humilde, justo donde las desigualdades no tienen cabida, solo amor y
servicio. Esto quiere decir como los
humanos accedemos a ese mundo del cual pareciera sabemos tan poco y nos
adentramos a él para fungir situaciones del diario proceder. Muy contrario a su
realidad natural-
La persona pertenece a ese
mundo biomaterial donde se mueven dimensiones interdisciplinarias que nos
enseña cómo movernos en la biosociedad, en la biopolítica, en el biopoder, en
la bióvida y en todas las Bis conque nos relacionamos en el diario vivir. El acoplamiento
de la persona a los sistemas hace de la naturaleza y la persona
mismo, elementos de cambio donde muchas son las oportunidades que encontramos
para el bien común, para la justa administración de todo gobierno.
Un alto en el camino emerge para
discernir acerca de que la persona con su comportar deicida racional e
irracional según convenga hacia la naturaleza la lleva a la muerte con todos
sus sintientes. El poder humano, es el poder para destruir la vida, para
controvertir sus actos humanos en actos de muerte cuyos despropósitos legitiman
el ataque a la naturaleza. La naturaleza nos reporta un comportamiento lógico,
de equilibrio e igualdad, de transformación permanente para el bien común y el
objetivo terrenal y cósmico. La persona no ha entendido los procesos de
paz, pues solo lo identifican parcialmente.
Sociedad y Estado hacen acopio
del avestruz, pero buscando esconder la problemática para darle un giro
aparente a la realidad cuyos favorecidos serán los que ostentan los distintos
poderes. Con estos procederes se busca formar mecanismos de defensa para no
enfrentar las circunstancias de estado, haciendo oídos sordos, agachando la
cabeza y replegarse en sendos discursos retóricos.
La política bajuna: Cambiar el nombre de las cosas para
mostrar que estas cambian...
Para gobernantes y políticos
nunca hay fracasos, solo vaivenes del común. Pero una cosa es cierta. La
democracia ya no asume su papel de representatividad. De allí la política del
avestruz...se ciernen sobre ella y allí conviven. Negar la realidad es la consigna de gobiernos
y políticos del avestruz. Por ello su emblemática actitud es esconder con
mentiras, con entropías y con engaños. Muchos no asoman la cabeza pues siempre
están reflejando insinceridad, les falta valor civil para ponerle la cara al
pueblo o si lo hacen es escondiendo su verdadero rostro, pues son maestros del
camuflaje
Si queremos que nuestra vida
trascienda, debemos darle cabida al campo de la naturaleza llevando un dialogo
de saberes que aviven el pensamiento para comprendernos y comprender la madre
naturaleza en el desarrollo que allí se generan con todos los seres sintientes
que marcan conductas racionales para que la persona reviva la creación y
su aporte a la vida humana, pues somos un solo conjunto que se interrelaciona.
Al desconocer negativamente la
persona su enlace con la naturaleza aplicando la política del avestruz se
da de contera la pérdida de identidad, no hay reconocimiento pleno ante el
retroceso del sistema universal de vida. Vida humana, vida animal y vida
natural se complementan para ejercer un gobierno universal y la constitución
así lo contempla.
La política del avestruz es el
emblema de nuestro sistema. Desde el pasado seguimos viviendo los fantasmas del
colonialismo con un republicanismo radical y una ideología de miseria con
disfraz moderno, pero por ello no deja de ser funesto. Cambian los nombres,
pero las familias y las elites siguen aplicando los mismos procedimientos capitalistas
salvajes. La política del avestruz fluye en la deshonra y la censura por la
carencia de argumentos, política que se nutre con las contradicciones de
siempre, pues es esquiva a la conciencia para desarrollar planes sociales, para
crear proyecciones como para vivir la decadencia ética y moral.
El mundo político de la política
del avestruz vive encerrado en sí mismo. No levanta la cabeza, rehúye a las
confrontaciones poniendo la violencia policiva al frente para detener los
mecanismos con los cuales el pueblo manifiesta su malestar social. La política
del avestruz es la política de una ficción de estado, pues para todo el
engranaje estatal no existen problemas.
Esta política es típica en desmentir situaciones políticas y sociales
llevada a cabo por todo tipo de funcionarios, militares, ministros,
congresistas, gobernantes de todos los niveles, lo cual hacen de la manera más
cínica y descarada. Desmentir y engañar está en línea con incumplir los
programas de gobierno.
La política bajuna es la política de la avestruz: ¡es lo
que hay!.
La política del avestruz es
propia de los regímenes de ficción, sin argumentos con mecanismos simplistas
como fomentar reuniones y comisiones cada que sucede un evento o fluyan hechos
especiales que implican gestiones eficientes y efectivas. A la luz de los
mecanismos simplistas y dilatorios hay un desplazamiento humano lleno de
intenciones, nada más. Todo transcurre en tertulias para culminar en nada, pues
nada es culminar en nombrar más comisiones hasta que el problema se olvida sin
solución alguna.
La política del avestruz es la
política de no hay problemas. La política del avestruz actúa con engaños y
mentiras para descalificar las realidades, haciendo que los problemas
trasciendan, haciendo más gravosa la situación para el país, es la política de
la ruptura con los hechos haciendo visible la rebelión de las gentes.
Ante la desesperanza dominante de la persona con sus instituciones y su
voraz e incontrolable tecnología se contrapone un gobierno natural que siempre
nos orienta con su ejemplo para recuperar el orden de la especie viviente,
sintiente que este para ser transformada no destruida, que esta para ser el
edén de la paz y del bien común.
La política del avestruz. Ciega,
sorda y simbólica, alejada de la realidad, enemiga de la libertad de expresión.
Aberración del mundo de la palabra en acción golpea sin piedad el espacio y el
tiempo, es un insulto a la noticia orientadora y formadora, es la negación a
los cambios sociales, es el sinsentido de una justicia miope y el querer
humanista, donde los índices perforan los informes pues las estadísticas
arrojan porcentajes sin interpretación social ni económica en una maraña de
mentiras.
En la política del avestruz se
hace siempre irrecuperable la verdad absorbida por la demagogia, las entropías,
y, por el maquillaje de los discursos retóricos con los que se suplantan
realidades. Quienes profesan la política
del avestruz son expertos en la excusa cínica y de las justificaciones cuando
se les indaga su gestión, haciendo inviables cualquier proyecto de la oposición
o un movimiento social.
Dentro del régimen de la política
del avestruz se viven intensamente las contradicciones. La contradicción es ese
elemento conductual que profana, que se llena de convicciones, que ofrece todo
tipo de soluciones, que prometen sin determinar ni fijar posiciones. La
política del avestruz es típica de sellar alianzas aun con sus más insignes
contradictores. Esto es lo llamado estar vendiendo el alma al diablo, el gen
del poder diabólico que también finge contiendas falsas. Revisando la historia
desde el pasado republicano se hizo alianza con los Estados Unidos contrario al
pensamiento del General Libertador Simón Bolívar Palacios y Blanco.
Hoy esa alianza está más firme que nunca, alianza que nos gobierna que nos
impide ser y obran con autonomía de republica libre.
En la política del avestruz
fluyen los despilfarros en gastos superfluos, se mueve el mercado de contratos
sin control, se mueven los falsos positivos, práctica común para demostrar
gestión, se mueven la creación de nuevos ministerios, de embajadas y cargos
salidos de un desarrollo para justificar planeación de políticas públicas. Y en
esta feria de la gobernanza no faltan los ascensos de héroes de la patria, pero
con procesos a bordo, no faltan los desconciertos en la gestión pública que
abren el abanico para que el desorden de la gobernanza sea la bandera de un
Estado de Derecho, para que retornen del pasado todos los vicios políticos y
militares recorriendo los escenarios con sus macabras acciones terroristas.
Persona- vida y naturaleza
son fuerzas prácticas en la experiencia del proceso transformador y
trascendentista para entender,
comprender y así construir una nueva conciencia humana.
Mariano Sierra Rodríguez/
Abogado/Estudio Jurídico.
Lo subrayado es nuestro.
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