Los desatinos de
Borrell, expresión transparente de la putrefacción europea.
Sergio Rodríguez Gelfenstein
Escritor, analista internacional/ ADDHEE.Ong:
Jose Borell Fontelles ex canciller
español, de la España profunda, monárquica, franquista.
Ante la
terminante opinión del excanciller español, Lavrov señaló que estas declaraciones reflejan "instintos
neocoloniales que no se extinguirán y que claramente impiden" a Occidente
comprender las realidades del mundo moderno. Así mismo le
sugirió a los países europeos que sean "más modestos".
Vale preguntarse si esto fue un lapsus o un error de interpretación de
las palabras de Borrell. La categórica respuesta es No. Tales opiniones
conforman una combinación de arrogancia colonial y prepotencia imperial
mezcladas con una alta dosis de ignorancia estructural e idiotez mental. Sin
duda, una mezcla muy explosiva.
Revisemos algunas perlas emanadas de las atrofiadas neuronas del
“socialista” Borrell para que no se diga que -aunque yo no soy católico- estoy
violando el 8vo. Mandamiento que dice que no debo “levantar falso testimonio ni
mentir”.
En
noviembre de 2018, cuando aún era ministro de Asuntos Exteriores del gobierno
español, Borrell aseguró en un foro organizado por la Universidad Complutense
que el “mayor nivel de integración política” de Estados Unidos se debía a que “tienen
muy poca historia detrás”, limitándose
ésta a “matar a cuatro indios”. El gobierno de Estados Unidos calló
dando tácita aprobación al pronunciamiento.
En
fecha posterior, el 12 de noviembre de 2021, tratando de ser original, Borrell intentó esbozar una propuesta de
política exterior y seguridad para Europa para lo cual escribió un artículo titulado
“Una brújula estratégica
para Europa” en el que refiere que “la esfera política de la UE se está reduciendo y
nuestros valores liberales son cada vez más cuestionados. En la ´batalla de las
narrativas`, la idea de que los valores universales son en realidad sólo
construcciones occidentales ha ido ganando adeptos. La vieja suposición de que
la prosperidad económica llevaría siempre al desarrollo democrático ha sido
refutada”.
Estas
palabras suenan como un himno a la derrota y al fracaso de sus propios
preceptos valorativos. Tal vez esto explique su recurrencia a la violencia, la
guerra, las sanciones y los bloqueos como instrumentos para imponer a través de
cualquier vía sus “valores liberales”.
En
fecha más reciente y ya en el marco de la operación militar especial de Rusia
en Ucrania, la baba inculta y desorientada de Borrell ha adquirido carácter de
cascada amenazando ahora al mundo entero. El 26 de agosto del año pasado en la sesión final de las conferencias de los cursos de verano de la
Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Madrid afirmó que: “La guerra está en un momento decisivo y quien toma la iniciativa en
este momento ya no es Rusia, Rusia ya ha perdido la guerra”.
Seis meses después, con más 120 mil km² de territorio recuperado por
Rusia (casi el 20% de la superficie total de Ucrania), 165.052 muertos entre
soldados ucranianos, instructores y soldados de la OTAN y mercenarios, 234 mil heridos, 302 aviones, 212
helicópteros 2.750 drones, 6.320 tanques y vehículos blindados 7.360 sistemas de
artillería y 497 sistemas antiaéreos ucranianos destruidos (según cifras dadas
por ellos mismos, que deben ser mucho más) no es creíble que Rusia haya perdido
la guerra.
En la continuación de su retórica barata, el pasado 14 de octubre durante
la inauguración del curso piloto de la nueva Academia Diplomática Europea en el
Colegio de Europa en Brujas, Bélgica, Borrell comparó a la Unión Europea con un
“jardín” mientras que consideró que “la mayor parte del resto del mundo es una
jungla”. Esto le hizo ganar el apodo de “jardinero” con el que es conocido
desde entonces. Tratando de explicar su talante racista, Borrell dijo que "La
jungla tiene una fuerte capacidad de crecimiento y el
muro nunca será lo suficientemente alto para proteger el jardín"
en palabras que incluso fueron rechazadas por muchos europeos decentes que la
media tránsfuga mantiene ocultos.
El 1° de
diciembre, en medio de una reunión a la que asistían parlamentarios
latinoamericanos, Borrell lanzó un discurso inaudito en el que reivindicó la
colonización y la conquista de América. El hecho ocurrido durante la Asamblea
Parlamentaria Europea-Latinoamericana (Eurolat), un organismo multilateral
compuesto por 150 parlamentarios de ambas regiones, el “diplomático “ español recurrió al
ejemplo de los “descubridores y conquistadores” como expresión de éxito de los
objetivos planteados por las monarquías europeas de entonces.
Aseveró que: "Para navegar en esta tormenta ya no
nos sirven ni las rutas, ni los mapas del pasado. Como
los descubridores y conquistadores, tenemos que inventar un
Nuevo Mundo", aseveró el alto funcionario, defendiendo en su
discurso la colonización como paradigma. Con estas palabras, Borrell estaba
reclamando la repetición de la barbarie europea que significó el asesinato de
56 millones de habitantes de estas tierras. Hay que recordar también que solo en el siglo XV
España, se robó hasta 9.550 toneladas de oro y plata de América. Es lo que
Borrell pretende copiar pero como ahora, Europa no lo puede hacer con las armas
y con la cruz, lo quisieran realizar con sus empresas, sus bancos, sus
sanciones y bloqueos. Borrell reivindica el genocidio, la expoliación y el
saqueo por parte de la misma monarquía que todavía hoy gobierna su país.
Pocos días después y
como para que no hubiera duda de que ninguna de las manifestaciones anteriores
habían sido una casualidad o incluso un exabrupto, el 6 de diciembre al pronunciar un discurso en el Instituto Jacques Delors en París, el
jefe de la diplomacia de la
UE, dijo que: "…cuanta más destrucción sufra Ucrania, mayores serán sus
posibilidades de unirse a la UE", estableciendo de esa manera, una fórmula diabólica que se
circunscribe a más guerra, más sangre, más destrucción y más ucranianos muertos
para que el país pueda entrar al conglomerado europeo, aún cuando Rusia no ha
rechazado tal posibilidad. Es la propia UE la que ha impedido el ingreso de
Ucrania dados sus altos niveles de corrupción, desorden administrativo e
ineficacia funcional.
Pero Borrell no ceja, es insistente como si quisiera hacer patente su
conducta y proceder racista, el 9 de diciembre del año pasado, desesperado por
el creciente apoyo a Rusia por parte de la mayoría de países africanos que no
se han plegado a las medidas de Occidente contra Moscú expuso que: "He
visto en las pantallas de televisión a esos jóvenes africanos en las calles de
Bamako [la capital de Malí] con carteles que decían ´Gracias, Putin, has
salvado Donbass y ahora nos vas a salvar a nosotros`”, para posteriormente
afirmar que "esas personas no saben dónde está Donbass ni quién es
Putin”. En esta ocasión, fue la vocera del Ministerio de Asuntos Exteriores de
Rusia, María Zajárova quien le respondió: "Josep, no
midas a la gente por ti mismo. La degradación del Occidente
colectivo no significa que ocurran los mismos procesos en otras naciones".
Sobran las palabras.
En fecha
reciente, el 20 de enero de 2023 en un discurso pronunciado en Madrid, donde le
fue otorgado el premio Nueva Economía Fórum 2022, Borrell, recordó las experiencias
de Napoleón Bonaparte y Adolfo Hitler como invasores de Rusia. En su opinión,
ambos ejemplos son ilustrativos de cómo ese país es capaz de luchar "hasta
el final", pasando por "casi perder y luego recuperarse", e
incluso "está acostumbrado" a tales cosas. "Lo hizo con
Napoleón, lo hizo con Hitler", apuntó. Borrell considera
"absurdo" pensar que Rusia ha perdido en el conflicto con Ucrania
"o que sus militares son incompetentes". Parece que olvidó que él
mismo, - el pasado 26 de agosto, -como dijimos anteriormente- afirmó que Rusia
ya había perdido la guerra. Es imposible ser tan incongruente y mentecato.
Dos días
después, el 22 de enero en una entrevista publicada en El Diario de España,
Borrell afirmó "Hemos, en pocos meses,
suprimido la dependencia energética de Rusia que habíamos construido durante
años”. El problema de esta afirmación es que solo unos días después la Corporación de Reservas Estratégicas de Petróleo de su
país España, informó que el volumen de gas comprado a Rusia aumentó alrededor
de un 55% el año pasado en comparación con 2021. En un informe publicado por
The Objective bajo la firma de Antonio Martos en septiembre del año pasado, se
afirmaba que España había desembolsado 750 mil millones de euros para importar
gas natural licuado (GNL) de Rusia, superando a
países como Francia (600 millones) y Bélgica (392 millones).
Ya
en esa fecha se daba a conocer que la Unión Europea (UE) había importado el 54%
del total del gas exportado por Rusia, lo que supuso “un valor total de 85.000
millones de euros -cerca de los 102.000 millones que pagó en todo 2021” según
el reporte de Martos. Suponemos que las múltiples ocupaciones de Borrell no le
permitieron leer este informe de septiembre pasado cuando dio la entrevista en
enero de este año.
Finalmente,
y para “ponerle la tapa al pomo” como dicen los cubanos, en una conferencia sobre la lucha contra la desinformación que se
celebró en Bruselas el pasado martes 7 de febrero, Borrell, expuso una “brillante
idea” que debería ser estudiada en las escuelas de comunicación social y
periodismo de las universidades. Dijo que al prohibir la labor de los medios de
comunicación rusos “no atacamos la libertad de expresión, sino que la
protegemos”. Alfredo Jalife-Rahme diría “super sic”.
Ser idiota no es un delito y creo que ni siquiera es pecado según los
preceptos católicos que Borrell profesa. Pero es sumamente peligroso que en una
persona de cultura tan limitada, poseedora además de clara actitud y conducta racista
y colonialista, pueda recaer la conducción de la política exterior y de
seguridad de la tan “civilizada” Europa. “Por la boca muere el pez” afirma el
refrán popular. Si fuera cierto, hace rato ya que Borrell estaría en el
infierno.
Lo subrayado/interpolado es nuestro.
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