La nueva Constitución de Jaime Guzmán Errazuriz: la anterior, la de 1980, está aun vigente.
Alejandro Lavquén
Escritor, periodista /Seminario Sur Andino
El Senado y
la Cámara de Diputados han escogido a los 24 miembros de la llamada
"Comisión Experta", cuya labor será la de redactar un anteproyecto de
"nueva" Constitución que será entregado al órgano
"redactor" que elaborará la próxima Carta Magna; es decir, al Consejo
Constitucional, que integrarán 50 miembros elegidos en votación
"popular" el 7 de mayo de 2023. Los congresistas también aprobaron la
nómina de los 14 miembros del sui géneris "Comité Técnico de Admisibilidad".
Antes de
pasar a lo de fondo, veamos las funciones de estas instancias. La
"Comisión Experta" (elegida por los partidos políticos) redactará lo
que el Consejo Constitucional (elegido con voto popular), debe discutir y
aprobar o no aprobar. Luego, tras entregar el documento a discusión, los 24
expertos se integrarán al Consejo Constitución con derecho a voz, pero no a
voto, aunque si podrán emitir un informe con observaciones.
Respecto al "Comité Técnico de Admisibilidad", su función será la de "velar"
porque se cumplan, en la redacción de la "nueva" Constitución, con
los 12 principios base del "Acuerdo por Chile"; o sea, las
denominadas "Bases institucionales", redactadas por los
"partidos del orden", no por Chile (que sería su pueblo todo).
Ahora,
veamos quiénes son los señores y señoras la "Comisión Experta" y del
"Comité Técnico de Admisibilidad". La mayoría de los miembros
de estas instancias se formó en la Universidad Católica, cuna del
conservadurismo; otros están ligados, por ejemplo, a la Universidad del
Desarrollo (UDD), Universidad de los Andes, Universidad
Adolfo Ibáñez, y la inefable UDP, cuyo rector es Carlos
Peña, columnista de El Mercurio y uno de los adalides del rechazo junto al
genuflexo Cristián Warnken (Amarillos por Chile). Todos estos
"expertos" responden a los partidos políticos que les han dado atribuciones
totalmente antidemocráticas para un proceso constitucional, no siendo más
que unos testaferros de la derecha y de la ex Concertación, cuya única
meta es mantener los privilegios que el neoliberalismo les otorga a ellos y al
empresariado que los financia.
Todos estos
“expertos” responden a los partidos políticos que les han dado atribuciones
totalmente antidemocráticas para un proceso constitucional, no siendo más que
unos testaferros de la derecha y de la ex Concertación.
Por lo
tanto, pensar que habrá una Constitución democrática y popular es solo una
ilusión, un espejismo, nada cambiará, y si algo cambia será gatopardismo en su
máxima expresión, tal como ha sido hasta hoy.
Los
integrantes de la "Comisión Experta" y "Comité Técnico de
Admisibilidad" son culturalmente portalianos y jurídicamente
guzmanistas, y ese será el espíritu del anteproyecto de "nueva"
Constitución, que, seamos sinceros, se transformará en la "nueva"
Constitución, porque el Consejo Constitucional no será más que un trámite para
darle un respaldo "democrático" a algo que no lo es, pero que con la
ayuda de la propaganda y los matinales de televisión lo será. Es muy simple
entenderlo. Todo indica que estamos ad portas de la "Nueva
Constitución de Jaime Guzmán".
Bastará
comparar la Constitución de 1980 con la que saldrá del bastión pinochetista
para darse cuenta. Alguien podrá decir, pero hay algunos comunistas en la
"Comisión Experta" y el "Comité Técnico de Admisibilidad".
Claro, ¿y qué? en el gobierno de Michelle Bachelet también los hubo y hoy son
gobierno junto al Frente Amplio, y en ambos casos la derecha y los empresarios
continuaron dictando la pauta política-económica. No olvidemos que los miembros
de la "Comisión Experta" y "Comité Técnico de
Admisibilidad" fueron ratificados con los votos de los senadores y
diputados comunistas, que ni siquiera tuvieron el pudor de, por último,
abstenerse. En cuanto al FA, ya da lo mismo, continuarán ejerciendo su función
de pokemones.
Las
mentadas "Comisión Experta" y "Comité Técnico de
Admisibilidad" actuarán, sin duda, como comisarios políticos sobre
el Consejo Constitucional, serán algo así como el Ministerio de la Verdad
de la novela 1984 de George Orwell.
Por otro
lado, no olvidemos que los miembros del Consejo Constitucional serán electos de
entre los candidatos que propongan los partidos políticos del establishment, lo
que demuestra que la democracia representativa, tal como se ejerce en Chile (en
otras naciones también) no es más que una dictadura de los partidos
políticos, donde el pueblo, como soberano, es tan solo un concepto sobre un
papel, utilizado de modo oportunista cuando hay elecciones. Lejos está
este proceso de ser una Asamblea Constituyente, único ente que realmente podría
dar origen a una Constitución verdaderamente democrática, porque, como lo
dijimos muchas veces, ni siquiera la Convención Constitucional fue una
instancia constituyente real; esto, independiente del boicot que sufrió y de
que la propuesta que construyó era mejor para el pueblo que lo que saldrá del
conclave que los poderosos han instalado hoy para dar pie a la "Nueva
Constitución de Jaime Guzmán". ¿Qué queda entonces por hacer? Al parecer
nada, salvo que el 7 de mayo de 2023 el 80 o 90% de los electores vote nulo.
¿Ilusos? Sí, pero por lo menos ilusos dando la pelea y no sumándonos al fraude.
Lo subrayado/interpolado es nuestro.
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