Entrevista al Dr. Tomás González Morales, máxima autoridad de la Pastoral del exilio de la Iglesia Católica de Chile.
Entrevistó
Prof. Dr. Hugo Moreno Peralta/IWA, Secretario ejecutivo Codeh-Codes
Chile/Berlín DDR.
Tradujo: Señora
Gerda Böttcher, directora de la Revista Latinoamérica Un Pueblo Continente/
Berlín Alemania.
Prolegómenos
del secretario ejecutivo del CODEH-CODES/Chile, Berlin, DDR.
La
Democracia y el Partido Demócrata
Cristiano, en Chile.
“Un pueblo sin memoria histórica nada significa, ni nada vale”…
El electo
presidente del partido Demócrata Cristiano Chileno Patricio Aylwin Azocar
afirmo: “No se llegara a la democracia a través del derrocamiento del gobierno militar, sino que el
tránsito hacia ella supone algunas
formas de concertación cívico-militar”. Hay que subrayar que el Señor Aylwin Azocar
junto con el señor Eduardo Frei Montalva, Juan de Dios Carmona Peralta y otros
próceres de la Democracia Cristiana Chilena se opusieron al diálogo con el
Gobierno Popular del Presidente Constitucional de Chile el Dr. Salvador Allende
Gossens. A pesar de habérselos solicitado, el Cardenal Raúl Silva Henríquez. Le
negaron la sal y el agua, más aún apoyaron a los golpistas fascistas militares
chilenos encabezados por Augusto Pinochet Ugarte el 11/9/1973. Durante los
trágicos años de la infausta dictadura cívico militar no he leído ni he
escuchado una autocrítica del señor Aylwin Azocar por su participación en la
destrucción de la democracia en Chile, del Estado de Derecho y del brutal asesinato del presidente
constitucional Dr. Salvador Allende Gossens.
Yo creo que
seguir callando es más que una imprudencia. La política conciliadora, tímida,
vacilante, ambigua y confusa de la
llamada “oposición chilena”: derecha-centro e izquierda, frente a la
infausta dictadura cívico militar de los ricos
y del capital buitre foráneo,
tocó fondo, ya hace mucho tiempo.
Es hora de
entender que es imposible cambiar la dictadura cívico militar de Pinochet desde
su institucionalidad, es decir, desde su espuria Constitución/artilugio de
1980. Con Pinochet y su
institucionalidad jamás habrá salida democrática en Chile, ni término del
exilio, ni menos paz social y política.
Yo soy de
opinión que para que hayan verdaderas elecciones en Chile, la soberanía tiene
que antes debe haber retornado al Pueblo Chileno como lo afirmó el Dr.
Francisco Rivas presidente del Colegio Médico de Chile.
El riesgo
grande al aceptar el plebiscito participando con un Si o un No, es que, a
través de este acto político, se legitime la infausta dictadura cívico militar
de Pinochet y su Constitución. Las
fuerzas armadas de Pinochet, “La reserva de la doble moral de la CPC/Sofofa”,
no pueden perder este plebiscito, pensar lo contrario es ser ingenuo y mentecato, aunque antes de éste
acto, Pinochet haya ya renunciado a su cargo de comandante en jefe del
ejército. La dictadura de Pinochet es la dictadura de las fuerzas armadas en
Chile.
Señor Aylwin
azocar, usted no tiene ninguna autoridad moral ni política para calificar al Pueblo
de Chile, de ser un pueblo apático. ( la apatía es un estado de ánimo que se
caracteriza por la dejadez, la indolencia, la falta de energía, etc.). Que poco
conoce usted la historia del Pueblo Chileno, Lo que pasa es que este pueblo
está decepcionado con el caudillismo, el protagonismo de los dirigentes de la
llamada oposición chilena, de derecha, de centro o de izquierda. ¿Quiénes son los que han protestado en las
calles durante estos últimos años de la infame dictadura cívico militar? ¿Quiénes
son los torturados, los asesinados, los golpeados,
etc.? ¿ Dónde han estado la mayoría de los dirigentes de la oposición chilena?.
El pueblo chileno no es un pueblo
apático ni menos cobarde. Cobardes son aquellos jueces, ministros de justicia y
políticos que por indolencia o cobardía hacen y han hecho lo que el tirano
quiere y ordena.
Señor Aylwin
cuando usted habla de democracia ¿de qué está hablando usted?
Usted está
hablando de la democracia vigilada en la medida de lo posible en el marco de la
doctrina de la seguridad nacional que le ha impuesto el gobierno de Estados
Unidos y el Pentágono a las jóvenes y débiles democracias del patio trasero
latinoamericano. De esto desprendo que usted es partidario del “borrón y cuenta
nueva”. Usted como un buen católico
debería saber que no es cristiano olvidar y como dirigente político que no se
puede construir la historia de un pueblo sobre la amnesia colectiva.
Si se lucha por
la democracia y se está contra el Pueblo, y se está por pagar la deuda externa,
y de la política intervencionista y expansionista del gobierno estadounidense,
no hay necesidad de preguntarse de que democracia se está hablando estos
colonos mentales. Es demagógico hablar de democracia y libertad cuando está ocupado
o dividido o cuando los hijos del pueblo están cercados por el hambre, la
violencia y la miseria, las drogas, la prostitución infantil y juvenil y se les
está privando el derecho de pensar y educarse, y a vivir en su patria.
Cuando
hablamos de Democracia tenemos que preguntarnos, si se respetan en el país los Derechos
Humanos y Sindicales. Donde se violan éstos, donde la represión, la tortura,
las desapariciones, los crímenes políticos son la parte más importante del
quehacer político del régimen militar fascista,
ningún demócrata puede llegar a una concertación, a una negociación con
los representantes totalitarios que piensan que “periódicamente hay que darles un baño de sangre a la democracia”
La
Democracia que entienden los cristianos y socialistas marxistas consecuentes, es
la Democracia Popular de las grandes mayorías, sin ninguna clase privilegiada,
ni menos opresora. En esta Democracia se pondrá fin al infierno capitalista
salvaje, aquí en la tierra. El infierno de la explotación del hombre por el
hombre, de la violencia, del narcotráfico, de la miseria, del hambre, de la
enajenación, etc.
Los
dirigentes de la Democracia Cristiana chilena,
en su mayoría no se dan cuenta o no quieren darse cuenta que los viejos
arcaicos valores de la sociedad occidental/capitalista ya no funcionan, y ésta
se haya próxima a la quiebra moral, política, económica y social. El modelo
estadounidense, la sociedad del consumo desenfrenado, éste paraíso que tanto
les apasionan no ha resuelto los grandes, vitales y sustantivos problemas del
ser humano, ni en su país, Estados Unidos, ni menos en sus satélites. Al
ciudadano estadounidense, la sociedad de consumo, del vicio, de las drogas, del
desenfreno, etc., no le ha hecho feliz, sino que desdichado. Éste sobrevive
escapando y se hunde en la sórdida existencia de una sociedad en decadencia,
degenerada, de drogadicción, de cesantes, de violencia de un estado
policial, de discriminación racial, chovinismo, de
enajenación, en resumen, una sociedad donde la meta de la existencia social son
los bienes materiales. La esencia
básica, esencial de la personalidad mínima del ser humano, los bienes
del espíritu son despreciados o no existen.
La mayoría
de los dirigentes demócratas cristianos argumentan que no quieren que Chile sea
una nueva Cuba o Nicaragua, pero si aceptan que vaya a ser un Salvador o una
Guatemala. Su rotundo fracaso político, su falta de autocrítica, le hace
olvidar que el objetivo es luchar con el pueblo por la recuperación de su
libertad y democracia y no conquistar a éste.
Los cambios
que proponen los dirigentes demócratas cristianos son más cosméticos que
reales, ellos están dispuestos a convivir con los asesinos de miles de
patriotas chilenos, del presidente mártir Dr. Salvador Allende Gossens, y hasta
compartir un gobierno cívico militar, es decir,
un pinochetismo sin Pinochet,
como muy justo y sabiamente lo definió el Obispo Dr. Tomás González Morales,
máxima autoridad de la Pastoral del exilio para la Iglesia Católica.
Los
porfiados hechos nos han demostrado, de manera dramática y contundente que la Democracia
es generalmente desestabilizada, por los reformistas, revisionistas,
oportunistas que viven haciendo concesiones y no por los utopistas que exigen Justicia
Plena. Entiéndase por utopía el desafío que se opone al realismo moderno. Ella
se alcanza con el cambio revolucionario que trae la Justicia Social…
Finalmente,
si queremos una verdadera Democracia tenemos que saber cómo funciona la
concertación cívico militar, la negociación individual y nacional. Una
negociación, una concertación que solo satisfaga al nuevo poder político, las
fuerzas armadas de Pinochet y a los dirigentes de un partido político es fatal.
Lo que le interesa la Pueblo Chileno es que la negociación satisfaga a las
grandes mayorías marginadas y no como hoy, o la Democracia es del Pueblo soberano
o no es Democracia…
Con
esperanza y memoria que el Pueblo Chileno, más temprano que tarde recuperará su
Libertad y su Democracia, porque la historia la hacen los Pueblos dignos que
luchan por su libertad, y no una mengua de burgueses politicastros/castrenses,
corruptos.
Prof. Moreno
Peralta/IWA
Secretario Ejecutivo
Codeh-Codes, Chile/Berlín DDR
Hugo
Arellano Herrera, Director/Editor Revista Selso Luxemburgo
Lo subrayado
es nuestro/ADDHEE.ONG.
Frases
célebres desde el paraíso mercurial de la alegría de la CPC/sofofa:
-“Los
chilenos estamos al borde del desarrollo” a. Pinochet, capitán general de los
mamelucos.
-“El pueblo
chileno es un pueblo apático” Patricio Aylwin Azócar, presidente de la
democracia Cristiana chilena.
-“
Demócratas cristianos, renegados, perjuros, sediciosos, tránsfugas, judas del
Cristo Libertario y de la Teología de la Liberación, tartufos al servicio de
los mercachifles dueños de la celestina universal y de la dictadura cívico
militar pinochetista”
-“Ni olvido
ni perdón”: el Pueblo Chileno exige Justicia Plena verdad y reparación digna
para las víctimas de la dictadura cívico
militar.
-“perdonar
es cristiano, pero olvidar no”
- “Los verdaderos católicos deben esforzarse porque el
país vuelva a la normalidad institucional, pues una situación de emergencia –
estado de sitio o estado de excepción – no puede convertirse en permanente”.
Declaración de los Obispos de Chile.
Entrevista al Obispo chileno
Dr. Tomás González Morales. Autoridad máxima de la pastoral del exilio de la
Iglesia Católica,
Por las
revistas Selso Luxemburgo y Latinoamérica Un Pueblo Continente de Berlín, en
Bremen, República Federal Alemana.
Lo
subrayado/interpolado es nuestro/addhee.ong.
El Obispo
González Morales es un ser humano sencillo, muy chileno, abierto al diálogo, a la discusión. Él está y ha estado en el corazón de los
oprimidos, de los perseguidos de su pueblo durante los largos años de la
dictadura fascista cívico militar. El con valentía, en el marco del evangelio
de Cristo ha denunciado las injusticias, la violencia, el terror, la miseria,
la prostitución infantil, el hambre, etc. a que la dictadura terrorista de
Pinochet tiene sometido al pueblo. Afirmó este Obispo chileno en su Conferencia
de prensa en Bremen frente a los periodistas de la prensa libre alemana. “En
Chile lo normal es que no se respeten los Derechos Humanos y Sindicales. La
solución no puede ser, un pinochetismo sin Pinochet. Hay que cambiar la Constitución. El Pueblo
debe darse una nueva Constitución y soberanamente debe sancionarla en el marco
de una Asamblea Constituyente.
Los
periodistas alemanes de la prensa libre quedaron sorprendidos por el lenguaje
directo y valiente del Obispo González Morales. Dio pena escuchar a un
periodista alemán que no entendió al obispo Gonzales Morales: “Los latinoamericanos
y en especial los chilenos, son muy emocionales y apáticos”.
Estos dos
adjetivos los usan diariamente, la mayoría de los europeos frustrados y
enajenados por la sociedad de consumo, que no saben lo que quieren ni adónde
van”. Quieren seguridad, tranquilidad, aunque tengan que aceptar vivir sobre un
arsenal atómico, comiendo diariamente casi todos los alimentos contaminados y respirando
un aire sucio por el smog que no se pueda llamar tal. A estos periodistas de la
prensa libre europea les pusieron unos anteojos que les hacen ver las cosas al
revés.
Solo para el
que tenga subdesarrolladas las entendederas a causa de u enajenación, podrán no
ser cosas palmarias las palabras, la lucha
de Monseñor González Morales por la liberación de su Pueblo, el Pueblo
de Lautaro, del Padre de la patria general libertador Bernardo O’Higgins
Riquelme, y del presidente Dr. Salvador allende Gossens.
P: Monseñor
González, ¿cómo aprecia usted la transición a la democracia en Chile, es
posible ésta en el marco de la Constitución impuesta por Pinochet?
R: ¡No!,
Creo que una verdadera transición a la democracia, ya los obispos chilenos lo
hemos dicho en la última declaración, pasa por el cambio de la Constitución,
por eso, que hemos pedido al régimen militar
que escuche por una vez a la
mayoría que pide cambiar la Constitución ya que el sistema político, económico
y social que propone la constitución es para perpetuar el sistema cívico militar vigente
P: Monseñor
González, en Uruguay, Argentina, Brasil, por nombrar tres casos, hay una amarga
experiencia con esto del “Borrón y cuenta nueva”, ¿es usted partidaria de
olvidar partiendo de la premisa que es cristiano perdonar, pero no olvidar?
R: Nosotros
tenemos en las orientaciones pastorales una
idea-fuerza que dice:” la reconciliación
pero en la verdad no hay verdadera reconciliación sin que se haga luz sobre los hechos, así
habrá verdadera justicia, y además para que haya verdadero perdón tiene que
haber reparación digna, o sea, que esos dos puntos son esenciales en el perdón
cristiano: la verdad, la justicia y la reparación digna.
P: Monseñor González,
¿usted ha hablado mucho en este viaje a Europa sobre dos artículos de la Constitución
de Pinochet: el 24 y el 9, artículos que
han sido calificados como inmorales. ¿sería posible iniciar una transición a la
democracia, solamente modificando estos dos artículos?
R: ¡ No! La Constitución tiene muchísimos artículos
basados en una mentalidad retrógrada, anti
participativa, creo que lo más graves precisamente es esto. El art. 24
transitorio es un botón de muestra, el peor de todos naturalmente, porque es la
base de toda injusticia, de toda injusticia legalizada, lo cual es un
contrasentido esto, porque una injusticia no puede ser legalizada, pero así
es lastimosamente. Y ahora se ha
descubierto, no es verdad, que también este artículo prohíbe pensar distinto,
pero así hay otros muchísimos elementos que no permiten una verdadera
participación, por eso yo he dicho al principio que se necesita una Nueva Constitución
soberanamente elaborada y sancionada por el Pueblo.
P: en Chile
se habla mucho de elecciones libres:¿Qué es esto¿ que es poco conocido en
Europa.
R: “Las
elecciones libres es una campaña que
existe a nivel nacional para cambiar la Constitución, esa es la base. O sea,
con la Constitución de Pinochet no se llega a una verdadera democracia.
P: Monseñor
González Morales, como aprecia usted la reconstrucción de Chile,
lógicamente después de la caída del dictador Pinochet en lo político,
económico, social, educacional y cultural.
R: Bueno, la
reconstrucción de la Patria va a necesitar
de una gran participación de todos los sectores, creo en esto, lo que
dijo Juan Pablo II a los líderes políticos, es muy importante,” por un cierto
tiempo hay que superar los individualismos, lo cual no quiere decir, que todas
las personas vayan a pensar de una forma igual, porque esto racionalmente
a nadie se le ocurre, no es cierto, porque las ideologías enriquecen el
pensamiento. Sino que, por sobre las
respectivas ideologías que van a servir
para hacer más dinámica nuestra historia nacional, debe haber una base común
que es la reconstrucción nacional, y
esto ya debería haber empezado, hoy, con un trabajo pero muy profundo de
conjunto para superar la dictadura cívico militar que vivimos.”
P: Monseñor
González; como autoridad máxima de la Iglesia Católica en la Pastoral del
Exilio: ¿Cómo aprecia usted el retorno, que mecanismos se han creado para hacer
más expedito éste en la solución de los problemas que tienen los refugiados en
su regreso a Chile, en nuestra patria?. Por ejemplo, esto de las listas negras,
secretas y de cómo vuelve el chileno. ¿No hay claridad en esta situación?
R: Para
poder terminar con el problema del exilio,
haya que terminar con el artículo 24 transitorio, donde está la base de
ésta injusticia permanente. Ni aún así,
se va a acabar con el exilio, porque el exilio lastimosamente en algunos casos
no se va a acabar nunca, ya que ha habido personas que debido a la situación
del exilio mismo, como se dice, han echado raíces en alguna u otra parte. Pero,
eso sí, se necesitan dos cosas que para mí me parecen fundamentales: la
primera, abolir las causas profundas de este exilio y la reparación digna
conveniente, es decir, que se termine el artículo 24 transitorio, en el fondo que
se acabe la Constitución pinochetista, en la cual este artículo es muy
importante, pero hay otros que también influyen en este problema. Que haya
una reparación digna a este mal llamada muerte civil, una reparación digna que
tiene que ser proporcional a éste gran daño causado, por ejemplo, poder
reconstruir una vida nueva en su patria. Y lo segundo es, que por
ahora mientras todavía se vive esta
situación de anormalidad, se vayan creando las Comisiones- Pro Retorno, donde
hay distintos grupos de chilenos. La experiencia del exilio es que la mejor
planificación del retorno debe ser un hecho sumamente personal, muy bien
pensado, familiarmente, si están casados, los esposo con sus hijos, etc. Estos
Comités pro-retorno pueden ser información necesaria y preparación psicológica
conveniente, de tal manera, que el retorno sea lo mejor preparado posible, como
he dicho, a mayor preparación mejor posible reinserción en la patria.
P: Monseñor
González Morales, sabiendo que no
hay peor violencia que la miseria de un Pueblo. El Pueblo Chileno que ha
sobrevivido de larga data frente al terrorismo de estado. ¿ el Pueblo Chileno
tiene derecho a responder a la violencia de la miseria y a la violencia del
terror del Estado, con la violencia?
R: Yo creo
que hay que distinguir lo que en Chile sería
necesario para ir dando pasos sucesivos. Yo creo que la violencia contra
la violencia del Estado, no es que esté prohibida. El último documento que
tenemos los católicos sobre la libertad cristiana, dice, en caso de extrema necesidad agotados todos los
medios, la violencia es física: lo que
si nos preocupa a nosotros como Obispos es
ésta primera parte: “
agotados todos los medios”, yo
creo que en Chile, en nuestra Patria, como se dice, a veces nos hemos farreado los medios. Yo creo que entre estas situaciones hay
algunas que las quisiera nombrar porque me parecen que son importantes: las
protestas que son manifestaciones activas de violencia también, porque la
protesta significa no quedarse tranquilo, moverse, no han sido aprovechadas
suficientemente.
Yo creo que
cuando nosotros dijimos que las protestas eran normales y buenas , las primeras
fueron bastantes concientizadoras de la comunidad, pero poco a poco fueron quedando en lo
tradicional, en pequeños grupos, por lo tanto, más susceptibles a ser aplastados. Por otra parte,
creo que en un momento se debilitaron por el
individualismo de los distintos grupos. Esto es una lástima, que donde habría
que haberse unido, la comunidad para poder hacer ver el descontento,
lastimosamente se debilitó debido a estos individualismos. Un grupo decía que
sí, otros decían que no, cuando había
que participar unidos. Otro elemento es el que ya he nombrado anteriormente que
es la superación de los individualismos ideológicos por algunos elementos
comunes de lucha contra la dictadura
cívico militar. Yo creo que este último elemento todavía no lo hemos logrado en
Chile. Creo que estamos en un momento bueno ahora en Chile, pero todavía falta,
es decir, de qué manera nosotros podamos terminar con el régimen opresor
que estamos sobreviviendo: tenemos
que luchar por lo que nos une y no por lo que nos separa…
P: Monseñor
Gonzales Morales, Chile ha sido y es un país católico y cristiano. Mi
pregunta es, ¿cree usted que tiene validez moral y evangélica las invocaciones
de carácter divino que hace el dictador Pinochet para justificar sus tropelías?
R: Yo creo
que es difícil juzgar la parte interior de la persona humana, porque lo que
pasa es que uno dice a veces cosas que
no corresponden a una virtud
debida. En Chile se usa una frase, un poco para reírse, creo que en le fondo explica en algo esto: “soy ateo gracias a Dios”. Aquí
hay una contradicción en los términos. Algo así pasa en este caso.
La Iglesia chilena lo ha dicho tantas veces, no puede haber divorcio,
separación entre la fe y la vida. Por eso el que dice tener fe, y grita señor y
no ama a su hermano: ¡es un mentiroso! Yo creo que esto está claro, si uno
invoca al todopoderosos, al altísimo, etc. pero después no insta a la
sociedad por un respeto absoluto y total de los Derechos Humanos y Sindicales
¡es un mentiroso!
P: Monseñor
González Morales, hay muchos problemas que les afligen y les preocupan a
los chilenos en el exilio. Hay uno que nos preocupa mucho y que también le
preocupa a la Iglesia Católica, y que dice relación con los 14 condenados a
muerte. Yo soy de opinión que estos chilenos que según la dictadura de Pinochet
y su justicia son terroristas y que con una campaña orquestada de sus
medios mediáticos mercuriales y
de sus sicarios han impedido que se les otorgue asilo en Europa(es la única
alternativa de salvar sus vidas que tienen estos chilenos), no han hecho otra
cosa que defenderse frente a las fuerzas terroristas chilenas que un 11/9/1973 ocuparon el país y le
declararon la guerra a un pueblo indefenso. A partir de esa fecha, el Pueblo sobrevive
un estado de guerra según declaración del dictador Pinochet y de sus sicarios.
Mi pregunta concreta Monseñor González. ¿Cómo aprecia usted esta situación,
estos chilenos son terroristas o no lo son?
R: Yo creo
que lo que falla ante todo en clasificarlos
o no : ¿si estas personas han hecho determinados actos? Lo que vicia todo el
sistema, el régimen, es que se hace
confesar a las personas a través de las torturas. Nosotros sabemos que la
tortura no es permitida, invalida cualquier confesión, ahora mucho más todavía
cuando se está en un sistema que es un sistema anormal, porque ya en un sistema
normal la tortura está totalmente rechazada. Esta envilece más a los
torturadores que a los torturados, sin embargo, en una dictadura es mucho peor aún, porque se sobrevive un terrorismo de Estado. Por eso sí siempre la pena de muerte hay que
rechazarla, aun en caso de que una persona fuera culpable. Porque siempre hay la posibilidad que un
apersona, si es culpable, cambie. También
hay posibilidad de equivocarse, si la persona está muerta, ¡se acabó! Han
pasado casos, además, del viejo argumento de que la pena de muerte asusta, esto
no convence a nadie, Por lo tanto no hay
ningún argumento que la justifique.
P.: Monseñor
González,¿ la pena de muerte es para usted una venganza?
R: Naturalmente es una venganza o es una especie
de asumir un rol que no le corresponde a
la persona humana que es la de ponerse en el lugar de la divinidad, el único
que puede juzgar a la persona humana es Dios. Nosotros los hombres somos muy
limitados, vemos las cosas hasta cierto punto, por eso es mejor no equivocarse
en esto. Ahora, yo creo que en el caso
concreto de estos condenados a muerte,
lo que se pide es que por razones
humanitarias se les acoja en algún país, de tal manera que nunca vayan a ser
condenados a muerte. Yo creo que esto es algo muy importante, porque va creando
en el mundo un sentido de la humanización que falta tanto. Mientras más muertes haya por violencia,
porque esto es una violencia quitarle la vida a una persona así en forma en que
no se sabe si es o no culpable. Esto va
desvalorizando el sentido del ser humano en el mundo, No se asume la vida humana como valor.
P: Señor
Obispo González Morales, en su visita
que hizo el padre Alessandri a Europa habló ante un público horrorizado
sobre la prostitución infantil que según palabras de este sacerdote chileno es
un flagelo que azota al Pueblo Chileno, en estos años de dictadura cívico
militar. ¿Usted tiene antecedentes al respecto?
R: Si, la
prostitución infantil ha aumentado muchísimo. Yo tengo el antecedente de mi ciudad Punta Arenas.
Nosotros tenemos lastimosamente el tristísimo primado con el mayor número de prostitución
infantil comparativamente con el número
de habitantes del país. Es tan grave la
situación que pensamos abrir pronto un
hogar para rehabilitar a estas muchachas prostituidas por razones
económicas. Son muchachitas muy jóvenes
de 12, 13 o 14 años. Esto es una degradación tan grande de la mujer. Frente a
esto que hemos tenido con la locura
colectiva con la elección de la Miss Universo, la señorita Bolocco y que se ha
dicho tanto que es el prototipo de la mujer chilena. Yo he dicho que la mujer
chilena no se mide por centímetros más centímetros menos. La mujer chilena
se mide por sus valores morales. Yo creo que la pobre mujer chilena está sobreviviendo
una degradación colectiva, así la llamo yo.
No solo por la prostitución femenina. Debo aclarar que en Chile ha
aumentado mucho la prostitución masculina.
Yo he leído un artículo muy fuerte en la revista “Cauce”, donde se hacía ver cómo ha aumentado
la prostitución masculina en las calles de Santiago. Hoy dia la avenida
Apoquindo, las calles cercanas al Cerro santa Lucía son lugares que dan
vergüenza, allí muchachitos de 14,15 y 16 años están esperando prostituirse
para ganar algunos pesos.
P: Monseñor
González, hoy le he escuchado con alegría referirse a una situación que siempre me ha preocupado
mucho. En foros, seminarios, talleres, etc., he discutido sobre la diferencia y
discriminación que se hace en Europa del perseguido político y del perseguido
económico, y yo digo con alegría, porque
un compatriota, un chileno como usted ha afirmado algo que yo he
sostenido durante mi exilio: “no hay
diferencias entre el perseguido económico y el político”. ¿ es verdad esto?
R: Sí, es
verdad. Estamos tratando de crear una conciencia nueva frente al que nosotros
llamamos exiliado económico para diferenciarlo del migrante económico, porque
existe en europea y en la ONU/Naciones Unidas, un acuerdo de aceptar los
perseguidos políticos por razones humanitarias y no, por lo tanto, las personas
que no pueden demostrar que han sido perseguidos políticamente, no las aceptan
como refugiados. Cada vez que vemos que los regímenes dictatoriales adoptan
sistemas económicos e inhumanos que al final hay un grupo grande de personas
que tiene que elegir entre la muerte por hambre o salir fuera de la patria, ya
no se trata de una emigración para mejorar su situación económica, sino para
sobrevivir. En este sentido estamos creando una conciencia nacional e
internacional. Yo acabo de estar en Ginebra en una reunión con representantes
de casi 60 países, donde están funcionando las comisiones católicas para la
emigración y los refugiados políticos, donde hemos tenido un dialogo muy
abierto con representantes de Naciones Unidas, a través de sus comisiones para
los refugiados políticos: ACNUR, el SIN, etc. para hacerle cambiar esta
mentalidad. Les doy un dato para que se
den cuenta de lo gravísimo del problema: en Buenos aires han llegado en estos
últimos años para sobrevivir casi 200.000 chilenos, es una cifra enorme. En
Junio pasado he constatado que a Noruega y a Suecia en los últimos años llegan
casi 40 chilenos mensuales, en su gran mayoría esta gente sale del país para
sobrevivir. Puede que haya una
excepción, como se dice en Chile, “en todas partes se cuecen habas”, pero no es
la regla normal.
Con esto
haya que hacer una gran campaña: para distinguir la lucha por la sobrevivencia
producto de un sistema cívico militar político opresor, porque el régimen político siempre tiene
aparejado un sistema económico ultra liberal conservador y por lo tanto ultra
inmoral que condena a las grandes mayorías del pueblo al hambre y a la miseria
para saciar la sibarita vida de una
minoría que controla la vida de un pueblo.
P: Para
finalizar por mi parte, Monseñor
González Morales, según la información que tenemos, 13 obispos chilenos
se oponían a la visita que debía efectuar el Papa a Chile. Posteriormente ellos
estuvieron de acuerdo y trabajaron para que esta visita fuera un éxito. ¿Entre aquellos
obispos que estaban en desacuerdo con la visita del Papa, existe un
espíritu de satisfacción después de la visita, es negativo esto? ¿Me he explicado
bien, Monseñor González Morales?
R: Sí ,yo era uno de los que se oponían a la visita de
Juan Pablo II y lo manifesté claramente en los momentos en que la Dina/CNI ,la
policía secreta de la dictadura, nos colocó una bomba en la iglesia de Fátima
en Punta Arenas. Después fuimos a Roma y hablamos con el Papa. Él nos preguntó
si pensábamos que podía ir a Chile. Nosotros le dijimos claramente que no.
Porque había estado de sitio y muchas irregularidades en el país. Pasaron los meses y el episcopado argentino
invitó al Papa, porque ellos ya tenían democracia y querían de alguna forma
agradecer la mediación papal en el conflicto limítrofe chileno-argentino.
Entonces se nos consultó a nosotros. La mediación fue un hecho posible, por
esto, el Papa quería hacer en conjunto el viaje a Argentina y Chile. Para
meterse el Papa en la mediación tenía que entenderse ésta como mediación e
integración. No solo la mediación sola, porque
la mediación sola podría llevar a la larga que desapareciera ésta. Los conflictos en América Latina van a
desaparecer cuando seamos pueblo sin fronteras, sobre todo entre dos pueblos
tan hermanos como son Chile y Argentina, que nos necesitamos tanto, sobretodo
en el sur de Chile. Espero que un día destruyamos la frontera. Argentina no
puede vivir sin los chilenos que trabajan en la Patagonia y Chile necesita hoy
más que nunca que muchos chilenos vayan a ganarse el pan a Argentina.
En este
sentido, nosotros vimos que podíamos cambiar de opinión con algunas condiciones
y éstas fueron muy claras: la primera evitar al máximo que el viaje se
convirtiera en un apoyo al régimen militar y, para esto, naturalmente siendo el
Papa el jefe de un Estado simbólico, pero en el fondo es un Estado, los
encuentros oficiales serían mínimos y nunca iba a ver un encuentro oficial con
la jerarquía eclesiástica chilena. O sea, la iglesia aparte ……
Estos
encuentros entre el Papa y el dictador Pinochet
iban a ser 3: la llegada, la devolución de la recepción en el aeropuerto y la despedida. En
las diócesis los anfitriones tendrían que ser los obispos. Lo segundo fue que
la comisión que preparara la visita del Papa fuera la comisión nombrada por la Conferencia
episcopal y no por el régimen militar, y lo que el Papa fuera a decir tendría
que estar enmarcado en nuestras orientaciones pastorales que tienen tres puntos
que son:
-
Opción preferencial por los pobres,
-
Reconciliación en la verdad, justicia y reparación digna.
-
Formaciones de las personas para una vida nueva en lo
político, económico, social y cultural
La santa Sede aceptó esto y se empezó a
preparar la visita. En lo positivo, yo la visita la encontré buena, porque
durante un año trabajamos en todo Chile
para constituir miles de grupos de
reflexión, o sea, se llevó a cabo la mayor movilización que haya existido en
Chile. Se repartieron cerca de dos millones de cuadernos para estudiar temas
sobre la visita del Papa, su doctrina, en lo económico, político, social, etc.,
esto se comprobó cuando llegó el Papa, el Pueblo se sintió dueño de las calles,
se sintió feliz de ser el protagonista, y en realidad los encuentros del Papa
con el pueblo fueron los mejores. Yo fui testigo presencial en el estadio
Nacional, en la Población La Bandera y en el Parque O’Higgins, en este último
lugar tuvimos que lamentar una provocación, que según antecedentes que tenemos,
fue organizada por el régimen militar, la gran mayoría de la gente, más de un
millón de personas no se dieron ni cuenta de lo que pasaba, solo lo captaron
las que estaban cerca.
Luego la
visita al Hogar de Cristo con la presencia de Carmen Gloria. El objeto de
cariño del Papa hacia los grupos minoritarios:
el encuentro con los mapuches, en Punta Arenas, con los pequeños grupos de
alacalufes que tenemos, todo esto fue muy positivo. Los discursos muy programáticos y muy valientes,
entre los mejores estuvo el de Punta
Arenas, donde el Papa condenó el
armamentismo diciendo que los pobres no pueden esperar más.
La venta y
compra de armas es el insulto más grande que se hace a estos seres humanos. La
condena a la tortura fue muy buena, en un lugar donde teníamos tan cerca el campamento de torturas que fue la Isla
Dawson.
Luego, en la
Cepal donde el Papa condenó el sistema liberal capitalista, como salvaje. Este
sistema dice que la riqueza hay que concentrarla en las manos de unos pocos, y
lo que sobra se va a repartir, esto es lo más inmoral que existe. El Papa
propuso una cultura nueva de la solidaridad, nosotros podríamos llamarla un
proceso de socialización. Yo creo que es muy importante, no es una economía
basada en acumular riqueza, sino una economía en que las riquezas deben estar
bien repartidas. A los trabajadores de Concepción les propuso la cultura del
trabajo. Él les explicó que el trabajo forma parte de la persona humana, así
como no se puede prostituir el pensamiento, tampoco se puede prostituir el
trabajo creador del ser humano, vendiéndolo. En este sentido, la visita del Papa
fue muy positiva para el Pueblo Chileno. Hechos
negativos: tenemos con la aparición del Papa con el dictador Pinochet en el
balcón de La Moneda, esto fue una falta de respeto grave al Papa porque se le
obligó a asomarse con gritos de los simpatizantes del régimen militar. La
dictadura había repartido más de 30.000 invitaciones. El Papa lastimosamente se
asomó al balcón en el momento faltó alguien que le dijera al Papa que no lo hiciera.
Hay que aclarar que no hubo misa en La Moneda, sino una visita a la Capilla.
Después el Papa se dio cuenta de esto. No quiso hacer ningún otro gesto y cuando
se paseó entre las barquitas de los hermanos chilotes, no acepto que lo
acompañara el almirante Merino, miembro de la Junta Militar. Porque su visita
era pastoral y no una visita de Estado.
P: Monseñor
González, ¿con el nombramiento del Obispo Fresno, Cardenal, es decir, jefe de
la Iglesia Católica- institución en Chile, ha habido un cambio de la posición
de la Iglesia institución frente a la dictadura cívico militar?
R: A menudo
hay confusión en esto del jefe de la Iglesia Católica en Chile. Nosotros no tenemos jefe en la Iglesia. Cada
Obispo es independiente en sus Diócesis. Hoy en Santiago ha habido cambios,
porque hay divergencias, diferentes formas de pensar entre el Cardenal Raúl silva Henríquez y el
Cardenal Fresno. No obstante el cardenal Fresno ha hecho cosas muy valientes,
por ejemplo últimamente la defensa de la Vicaria de la Solidaridad. Como cada
obispo es independiente, cuando nos juntamos buscamos entre todos la verdad y
así funciona la Iglesia Católica chilena.
El Obispo
chileno Dr. Tomás González Morales
visita la república de Alemania.
Durante su
visita, al obispo chileno le acompañó el sacerdote Norbert Blome, un
representante fiel del Evangelio de Cristo, de la Teología de la Liberación.
Por este evangelio han sido asesinados, el sacerdote Camilo Torres Restrepo. Álvaro
Ulcué, el obispo Monseñor romero, etc.
Aprovechamos la oportunidad para hacerle algunas preguntas al sacerdote
de la causa de los humildes, de los perseguidos, de los sin voz ni justicia,
Norberto Blome.
P. ¿Cuál es
su opinión sobre la visita del obispo Tomás González Morales en Bremen?
R.: La
visita del obispo chileno aquí en Bremen ha llamado la atención de mucha gente
y sobre todo de muchos católicos sobre la situación política en Chile producto
de la dictadura cívico militar de Pinochet , posición que él tomó al referirse
a la cuestión del asilo y de los refugiados como también a la problemática de
la justicia en un régimen dictatorial,
fue útil y demostró que en principio no hay normas para juzgar si son
legalmente perseguidos, condenados
o empujados al exilio los seres humanos.
No solo fue importante para los chilenos exiliados, sino también para nosotros
los alemanes y para los cristianos su
advertencia que los seres humanos de las
distintas ideologías y convicciones políticas deberían ser solidarios como humanistas a fin de terminar con un régimen
de este tipo. Desgraciadamente, no se le prestó la atención necesaria a la
visita por parte de los medios de comunicación aquí en Bremen para alcanzar al
gran público.
P: ¿Cómo
aprecia usted la Teología de la Liberación?
R. La
Teología de la Liberación tiene aspectos muy distintos, no solo en Centroamérica
y Latinoamérica, en general, sino también aquí. Ella pretende liberar al ser humano de todo lo que no
es compatible con su Dignidad Humana: la
miseria, la opresión, la imposibilidad de desarrollarse, la tiranía, la
violación de los derechos humanos, el exilio y si yo la entiendo bien, ella
tiende aun a liberar a quienes son los autores de todo eso. Incluso los ricos, los
indolentes, frente a la situación injusta, los tiranos y los torturadores
necesitan la liberación. Nosotros los europeos necesitamos ser liberados de
nuestra falta de sospecha e incapacidad para ver los que pasa en cuanto se
trata de nuestra propia responsabilidad en las situaciones injustas en todo el
mundo y que violan los derechos humanos. Nosotros dentro de la Iglesia
necesitamos ser liberados de los temores y de los prejuicios frente a los seres
humanos con otras ideologías, en especial aún frente a los socialistas y
marxistas.
Según mi
juicio el Evangelio de Cristo es un Evangelio de la liberación, y por todas
partes donde una Iglesia o una religión le prive al ser humano de la libertad o
le impida desarrollarse, ella deja de
estar en conformidad con el evangelio de Cristo. Nosotros aquí que pertenecemos
a la vieja Iglesia de Europa, por cierto, que vamos a aprender mucho de los
movimientos de la Iglesia en Latinoamérica y en este sentido, también para mí
personalmente fue un enriquecimiento importante el encuentro con el Obispo González
Morales de Punta Arenas Chile.
P: ¿Qué opina usted respecto del problema de
las deudas de muchos países del llamado Tercer Mundo?
R: Yo no soy
economista y por eso no puedo permitirme dar un juicio. Las causas hay que
buscarlas tanto con los gobiernos de los países endeudados como en la política respectiva de los países
acreedores. Las inversiones falsas,
usureras, la política del armamento, el enriquecimiento personal de políticos,
la corrupción y muchas otras cosas resulta
una
inversión inefectiva del capital, a menudo aún en el interés de los bancos
acreedores. La política de las exportaciones y de los intereses de las naciones
industrializadas hacen seguir creciendo las deudas.
Apenas me
parece posible señalar soluciones. Sin embargo, creo que es necesario que
igualmente como hay leyes en nivel
nacional contra la usura y el
enriquecimiento fraudulento, hay que crear también acuerdos internacionales que
impidan el constante crecer de las deudas. Pero eso requiere también los
sindicatos piensen y trabajen en nivel internacional a fin de alcanzar salarios
justos y seguridades sociales, no solo en el sector nacional.
Solo cuando
haya equivalencia internacional del pago del trabajo, cuando haya mucha gente
en los países deudores con salarios seguros y derechos a la jubilación asegurados
también por una moneda estable, habrá solución al problema.
P .¿Sería
posible que colaboren los cristianos y los
socialistas marxistas?
R: La
sociedad humana enfrenta tan grandes problemas en todo el mundo que tiene que aspirar a
cooperar en todos los niveles:
El aseguramiento de la paz en todo el mundo y
no solo para unos países privilegiados,
la protección del universo y del medio ambiente debe ser destruido en un momento, terminar con el
conflicto Norte-Sur, realizar los
derechos humanos para todos, para el último de los seres humanos que aún está
sufriendo la miseria, la tortura o la tiranía y muchos otros problemas. Ante
ésta situación hay que superar fronteras nacionales y límites ideológicos. Es
evidente que los cristianos y los socialistas marxistas tienen intereses
comunes y en muchos ámbitos más c
concordancias que los cristianos o los socialistas marxistas con otras
ideologías o líneas políticas. Ambos
quieren el bienestar, la libertad y la seguridad de la existencia para
todos los seres humanos y no solo para
una clase privilegiada.
Lógicamente,
los dos no están todavía en el mismo nivel. Los cristianos todavía siguen
consolando- quizás demasiado -, con el otro mundo, y los socialistas marxistas le niegan a los
cristianos, a menudo, la competencia política de esa consolación.
Además, creo
que hay también muy distintas concepciones sobre los caminos hacia un mejor
mundo para todos los seres humanos. Solo
será posible a través de un diálogo intensivo que se vayan a encontrar los
cristianos y los socialistas marxistas. Tanto, la Teología de la Liberación
como también la visita del Obispo González Morales aquí en Bremen han traído
iniciativas para tal dialogo. Es mi deseo ferviente que aprendan los cristianos
de los socialistas marxistas y viceversa.
Quizás sea
también posible entonces, que los cristianos puedan ser también socialistas
marxistas sin restricción y los socialistas marxistas cristianos….
El Obispo chileno Tomás González Morales y la prensa
libre alemana.
La Teología
que hace libre al ser humano.
El obispo
chileno González Morales, invitado de la
Comunidad de St. Josef de Bremen, República federal alemana.
Después de
la Misa, la comunidad de St. Josef en
Gröpelingen está invitada a participar
en una hora familiar. En cualquiera de las mesas está sentado el
sacerdote chileno, el Obispo González Morales. Una pequeña parte de los que
asistían en la misa- quizás eran 160 en total- , se quedó y 30 o
40 chilenos y chilenas de Bremen y de sus
afueras se juntaron a ellos.
“Defender
los derechos humanos es la misión de la Iglesia”. En la Diócesis del Obispo González Morales en Chile, los miembros del ejército y de la
policía conocidos como “torturadores”
fueron excomulgados. Un día vinieron oficiales jubilados del servicio
secreto /Dina para pedirle ser reintegrados en la Iglesia. Eso lo tiene por muy natural. En algunas de sus homilías en Chile, en pasajes en los que dice algo sobre la
dictadura en público, hay creyentes que
se levantan y salen de la iglesia por protesta.
Eso también le parece normal al Obispo González Morales, pues la Iglesia
no puede imponer a nadie su opinión. Pero, por eso, ella no puede ser menos
clara.
“Cuando el
ser humano deja de seguir creciendo en
su Dignidad, rinde su ser”, dice el obispo, y él cita lo que Juna Pablo II exigió por un
“mundo justo”: nunca más niños desnutridos, jóvenes sin educación, trabajadores con sus derechos
violados, explotación, hombres ricos
que lo tienen todo, mientras que otros no tienen nada, sin culpa propia, absolutamente nada”.
También el derecho a vivir en su patria
forma parte de la dignidad humana, dice el Obispo González Morales a los
exiliados.
Con su vestidura sacerdotal él se parece a otros
sacerdotes, en el marco litúrgico en alemán esta firme, sino tuviera el pequeño
acento extranjero, un visitante casual de la misa casi no se daría cuenta de
una diferencia. El internacionalismo cristiano/católico parece tan natural a
primera vista. Pero las palabras generales que pronuncia también el sacerdote chileno, son más precisas: “Hay
que ver la vida con los ojos de los pobres”,
eso es el mandamiento del Cristo libertario, dice el Obispo González
Morales. Hay que escuchar las lamentaciones del pueblo sufrido “, y agrega de
inmediato: “hay que respetar las organizaciones, las cuales se da el Pueblo
asimismo”. Ellas son los sindicatos que se prohíben en Chile.
Klaus
Wolschner, periodista
Víctimas de la miseria económica.
Con esas
palabras solicitó el obispo González Morales del sur de Chile, en el fin de semana en Bremen una definición
del término “refugiado político”. Muchos de ellos no son directas víctimas de
la persecución política. Su miseria, sin embargo, resulta de la situación
política.
Monseñor
González Morales, que había llegado con motivo
del aniversario de la Iglesia a
la ciudad anseática, continuó: “claro
que sería mejor si se pudieran
solucionar los problemas en el lugar mismo,
en Chile, pero actualmente es
imposible hacerlo. Él dijo que no quisiera exigir nada, pero que pidiera que los países europeos acogieran tales
refugiados en todo el mundo, de manera más solicita y les integraran en su
sociedad. Especialmente por parte de la iglesia, él esperaría más comprensión.
Respecto a
la discusión sobre los 14 chilenos amenazados, condenados a muerte por la
justicia de la dictadura cívico militar dice el obispo González Morales. “acogerles a
ellos sería un acto humanitario”.
Isabelle
Scholz. Periodista
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