jueves, 23 de febrero de 2023

Entrevista al Dr. Tomás González Morales, máxima autoridad de la Pastoral del exilio de la Iglesia Católica de Chile.

Entrevista al Dr. Tomás González Morales, máxima autoridad de la Pastoral del exilio de la Iglesia Católica de Chile.

Entrevistó Prof. Dr. Hugo Moreno Peralta/IWA, Secretario ejecutivo Codeh-Codes Chile/Berlín DDR.

Tradujo: Señora Gerda Böttcher, directora de la Revista Latinoamérica Un Pueblo Continente/ Berlín Alemania.

Prolegómenos del secretario ejecutivo del CODEH-CODES/Chile, Berlin, DDR.

La Democracia  y el Partido Demócrata Cristiano, en Chile.

“Un pueblo sin memoria histórica nada significa, ni nada vale”…

El electo presidente del partido Demócrata Cristiano Chileno Patricio Aylwin Azocar afirmo: “No se llegara a la democracia a través del derrocamiento  del gobierno militar, sino  que  el tránsito hacia ella  supone algunas formas de concertación cívico-militar”. Hay que subrayar que el Señor Aylwin Azocar junto con el señor Eduardo Frei Montalva, Juan de Dios Carmona Peralta y otros próceres de la Democracia Cristiana Chilena se opusieron al diálogo con el Gobierno Popular del Presidente Constitucional de Chile el Dr. Salvador Allende Gossens. A pesar de habérselos solicitado, el Cardenal Raúl Silva Henríquez. Le negaron la sal y el agua, más aún apoyaron a los golpistas fascistas militares chilenos encabezados por Augusto Pinochet Ugarte el 11/9/1973. Durante los trágicos años de la infausta dictadura cívico militar no he leído ni he escuchado una autocrítica del señor Aylwin Azocar por su participación en la destrucción de la democracia en Chile, del Estado de Derecho y del  brutal asesinato del presidente constitucional Dr. Salvador Allende Gossens.

Yo creo que seguir callando es más que una imprudencia. La política conciliadora, tímida, vacilante, ambigua y confusa de la  llamada “oposición chilena”: derecha-centro e izquierda, frente a la infausta dictadura cívico militar de los ricos  y del capital buitre foráneo,  tocó fondo, ya hace mucho tiempo.

Es hora de entender que es imposible cambiar la dictadura cívico militar de Pinochet desde su institucionalidad, es decir, desde su espuria Constitución/artilugio de 1980.  Con Pinochet y su institucionalidad jamás habrá salida democrática en Chile, ni término del exilio, ni menos paz social y política.

Yo soy de opinión que para que hayan verdaderas elecciones en Chile, la soberanía tiene que antes debe haber retornado al Pueblo Chileno como lo afirmó el Dr. Francisco Rivas presidente del Colegio Médico de Chile.

El riesgo grande al aceptar el plebiscito participando con un Si o un No, es que, a través de este acto político, se legitime la infausta dictadura cívico militar de Pinochet y su Constitución.  Las fuerzas armadas de Pinochet, “La reserva de la doble moral de la CPC/Sofofa”, no pueden perder este plebiscito, pensar lo contrario es  ser ingenuo y mentecato, aunque antes de éste acto, Pinochet haya ya renunciado a su cargo de comandante en jefe del ejército. La dictadura de Pinochet es la dictadura de las fuerzas armadas en Chile.

Señor Aylwin azocar, usted no tiene ninguna autoridad moral ni política para calificar al Pueblo de Chile,  de ser un pueblo apático.  ( la apatía es un estado de ánimo que se caracteriza por la dejadez, la indolencia, la falta de energía, etc.). Que poco conoce usted la historia del Pueblo Chileno, Lo que pasa es que este pueblo está decepcionado con el caudillismo, el protagonismo de los dirigentes de la llamada oposición chilena,  de  derecha, de centro o de izquierda.  ¿Quiénes son los que han protestado en las calles durante estos últimos años de la infame dictadura cívico militar? ¿Quiénes son los torturados, los asesinados,  los golpeados, etc.? ¿ Dónde han estado la mayoría de los dirigentes de la oposición chilena?.  El pueblo chileno no es un pueblo apático ni menos cobarde. Cobardes son aquellos jueces, ministros de justicia y políticos que por indolencia o cobardía hacen y han hecho lo que el tirano quiere y ordena.

Señor Aylwin cuando usted habla de democracia ¿de qué está hablando usted?

Usted está hablando de la democracia vigilada en la medida de lo posible en el marco de la doctrina de la seguridad nacional que le ha impuesto el gobierno de Estados Unidos y el Pentágono a las jóvenes y débiles democracias del patio trasero latinoamericano. De esto desprendo que usted es partidario del “borrón y cuenta nueva”.  Usted como un buen católico debería saber que no es cristiano olvidar y como dirigente político que no se puede construir la historia de un pueblo sobre la amnesia colectiva.


La Democracia para los socialistas marxistas y cristianos consecuentes no será jamás un sistema político formal de una factoría/satrapía, sino un instrumento de liberación nacional y de la realización del ser humano…

Si se lucha por la democracia y se está contra el Pueblo, y se está por pagar la deuda externa, y de la política intervencionista y expansionista del gobierno estadounidense, no hay necesidad de preguntarse de que democracia se está hablando estos colonos mentales. Es demagógico hablar de democracia y libertad cuando está ocupado o dividido o cuando los hijos del pueblo están cercados por el hambre, la violencia y la miseria, las drogas, la prostitución infantil y juvenil y se les está privando el derecho de pensar y educarse, y a vivir en su patria.

Cuando hablamos de Democracia tenemos que preguntarnos, si se respetan en el país los Derechos Humanos y Sindicales. Donde se violan éstos, donde la represión, la tortura, las desapariciones, los crímenes políticos son la parte más importante del quehacer político del régimen militar fascista,  ningún demócrata puede llegar a una concertación, a una negociación con los representantes totalitarios que piensan que “periódicamente hay que darles un baño de sangre a la democracia”

La Democracia que entienden los cristianos y socialistas marxistas consecuentes, es la Democracia Popular de las grandes mayorías, sin ninguna clase privilegiada, ni menos opresora. En esta Democracia se pondrá fin al infierno capitalista salvaje, aquí en la tierra. El infierno de la explotación del hombre por el hombre, de la violencia, del narcotráfico, de la miseria, del hambre, de la enajenación, etc.

Los dirigentes de la Democracia Cristiana chilena,  en su mayoría no se dan cuenta o no quieren darse cuenta que los viejos arcaicos valores de la sociedad occidental/capitalista ya no funcionan, y ésta se haya próxima a la quiebra moral, política, económica y social. El modelo estadounidense, la sociedad del consumo desenfrenado, éste paraíso que tanto les apasionan no ha resuelto los grandes, vitales y sustantivos problemas del ser humano, ni en su país, Estados Unidos, ni menos en sus satélites. Al ciudadano estadounidense, la sociedad de consumo, del vicio, de las drogas, del desenfreno, etc., no le ha hecho feliz, sino que desdichado. Éste sobrevive escapando y se hunde en la sórdida existencia de una sociedad en decadencia, degenerada, de drogadicción, de cesantes, de violencia de un estado policial,  de  discriminación racial, chovinismo, de enajenación, en resumen, una sociedad donde la meta de la existencia social son los bienes materiales. La esencia  básica, esencial de la personalidad mínima del ser humano, los bienes del espíritu son despreciados o no existen.

La mayoría de los dirigentes demócratas cristianos argumentan que no quieren que Chile sea una nueva Cuba o Nicaragua, pero si aceptan que vaya a ser un Salvador o una Guatemala. Su rotundo fracaso político, su falta de autocrítica, le hace olvidar que el objetivo es luchar con el pueblo por la recuperación de su libertad y democracia y no conquistar a éste.

Los cambios que proponen los dirigentes demócratas cristianos son más cosméticos que reales, ellos están dispuestos a convivir con los asesinos de miles de patriotas chilenos, del presidente mártir Dr. Salvador Allende Gossens, y hasta compartir un gobierno cívico militar, es decir,  un  pinochetismo sin Pinochet, como muy justo y sabiamente lo definió el Obispo Dr. Tomás González Morales, máxima autoridad de la Pastoral del exilio para la Iglesia Católica.

Los porfiados hechos nos han demostrado, de manera dramática y contundente que la Democracia es generalmente desestabilizada, por los reformistas, revisionistas, oportunistas que viven haciendo concesiones y no por los utopistas que exigen Justicia Plena. Entiéndase por utopía el desafío que se opone al realismo moderno. Ella se alcanza con el cambio revolucionario que trae la Justicia Social…

Finalmente, si queremos una verdadera Democracia tenemos que saber cómo funciona la concertación cívico militar, la negociación individual y nacional. Una negociación, una concertación que solo satisfaga al nuevo poder político, las fuerzas armadas de Pinochet y a los dirigentes de un partido político es fatal. Lo que le interesa la Pueblo Chileno es que la negociación satisfaga a las grandes mayorías marginadas y no como hoy, o la Democracia es del Pueblo soberano o no es Democracia…

Con esperanza y memoria que el Pueblo Chileno, más temprano que tarde recuperará su Libertad y su Democracia, porque la historia la hacen los Pueblos dignos que luchan por su libertad, y no una mengua de burgueses politicastros/castrenses, corruptos.

Prof. Moreno Peralta/IWA

Secretario Ejecutivo Codeh-Codes, Chile/Berlín DDR

Hugo Arellano Herrera, Director/Editor Revista Selso Luxemburgo

Lo subrayado es nuestro/ADDHEE.ONG.

Frases célebres desde el paraíso mercurial de la alegría de la CPC/sofofa:

-“Los chilenos estamos al borde del desarrollo” a. Pinochet, capitán general de los mamelucos.

-“El pueblo chileno es un pueblo apático” Patricio Aylwin Azócar, presidente de la democracia Cristiana chilena.

-“ Demócratas cristianos, renegados, perjuros, sediciosos, tránsfugas, judas del Cristo Libertario y de la Teología de la Liberación, tartufos al servicio de los mercachifles dueños de la celestina universal y de la dictadura cívico militar pinochetista”

-“Ni olvido ni perdón”: el Pueblo Chileno exige Justicia Plena verdad y reparación digna para las víctimas  de la dictadura cívico militar.

-“perdonar es cristiano, pero olvidar no”

- “Los verdaderos católicos deben esforzarse porque el país vuelva a la normalidad institucional, pues una situación de emergencia – estado de sitio o estado de excepción – no puede convertirse en permanente”. Declaración de los Obispos de Chile.

Entrevista al Obispo chileno Dr. Tomás González Morales. Autoridad máxima de la pastoral del exilio de la Iglesia Católica,

Por las revistas Selso Luxemburgo y Latinoamérica Un Pueblo Continente de Berlín, en Bremen, República Federal Alemana.

Lo subrayado/interpolado es nuestro/addhee.ong.

El Obispo González Morales es un ser humano sencillo, muy chileno,  abierto al diálogo, a la discusión.  Él está y ha estado en el corazón de los oprimidos, de los perseguidos de su pueblo durante los largos años de la dictadura fascista cívico militar. El con valentía, en el marco del evangelio de Cristo ha denunciado las injusticias, la violencia, el terror, la miseria, la prostitución infantil, el hambre, etc. a que la dictadura terrorista de Pinochet tiene sometido al pueblo. Afirmó este Obispo chileno en su Conferencia de prensa en Bremen frente a los periodistas de la prensa libre alemana. “En Chile lo normal es que no se respeten los Derechos Humanos y Sindicales. La solución no puede ser, un pinochetismo sin Pinochet.  Hay que cambiar la Constitución. El Pueblo debe darse una nueva Constitución y soberanamente debe sancionarla en el marco de una Asamblea Constituyente.

Los periodistas alemanes de la prensa libre quedaron sorprendidos por el lenguaje directo y valiente del Obispo González Morales. Dio pena escuchar a un periodista alemán que no entendió al obispo Gonzales Morales: “Los latinoamericanos y en especial los chilenos, son muy emocionales y apáticos”.

Estos dos adjetivos los usan diariamente, la mayoría de los europeos frustrados y enajenados por la sociedad de consumo, que no saben lo que quieren ni adónde van”. Quieren seguridad, tranquilidad, aunque tengan que aceptar vivir sobre un arsenal atómico, comiendo diariamente casi todos los alimentos contaminados y respirando un aire sucio por el smog que no se pueda llamar tal. A estos periodistas de la prensa libre europea les pusieron unos anteojos que les hacen ver las cosas al revés.

Solo para el que tenga subdesarrolladas las entendederas a causa de u enajenación, podrán no ser cosas palmarias  las palabras, la lucha de Monseñor González Morales por la liberación de su Pueblo, el Pueblo de Lautaro, del Padre de la patria general libertador Bernardo O’Higgins Riquelme, y del presidente Dr. Salvador allende Gossens.

P: Monseñor González, ¿cómo aprecia usted la transición a la democracia en Chile, es posible ésta en el marco de la Constitución impuesta por Pinochet?

R: ¡No!, Creo que una verdadera transición a la democracia, ya los obispos chilenos lo hemos dicho en la última declaración, pasa por el cambio de la Constitución, por eso, que hemos pedido al régimen militar  que  escuche por una vez a la mayoría que pide cambiar la Constitución ya que el sistema político, económico y social que propone la constitución es para perpetuar  el sistema cívico militar vigente

P: Monseñor González, en Uruguay, Argentina, Brasil, por nombrar tres casos, hay una amarga experiencia con esto del “Borrón y cuenta nueva”, ¿es usted partidaria de olvidar partiendo de la premisa que es cristiano perdonar, pero no olvidar?

R: Nosotros tenemos en las orientaciones pastorales una  idea-fuerza que dice:” la reconciliación  pero en la verdad no hay verdadera reconciliación  sin que se haga luz sobre los hechos, así habrá verdadera justicia, y además para que haya verdadero perdón tiene que haber reparación digna, o sea, que esos dos puntos son esenciales en el perdón cristiano: la verdad, la justicia y la reparación digna.

P: Monseñor González, ¿usted ha hablado mucho en este viaje a Europa sobre dos artículos de la Constitución de Pinochet:  el 24 y el 9, artículos que han sido calificados como inmorales. ¿sería posible iniciar una transición a la democracia, solamente modificando estos dos artículos?

R: ¡ No!  La Constitución tiene muchísimos artículos basados en una mentalidad  retrógrada, anti participativa, creo que lo más graves precisamente es esto. El art. 24 transitorio es un botón de muestra, el peor de todos naturalmente, porque es la base de toda injusticia, de toda injusticia legalizada, lo cual es un contrasentido esto, porque una injusticia no puede ser legalizada, pero así es  lastimosamente. Y ahora se ha descubierto, no es verdad, que también este artículo prohíbe pensar distinto, pero así hay otros muchísimos elementos que no permiten una verdadera participación, por eso yo he dicho al principio que se necesita una Nueva Constitución soberanamente elaborada y sancionada por el Pueblo.

P: en Chile se habla mucho de elecciones libres:¿Qué es esto¿ que es poco conocido en Europa.

R: “Las elecciones libres  es una campaña que existe a nivel nacional para cambiar la Constitución, esa es la base. O sea, con la Constitución de Pinochet no se llega a una verdadera democracia.

P: Monseñor González Morales, como aprecia usted la reconstrucción de Chile, lógicamente después de la caída del dictador Pinochet en lo político, económico, social, educacional y cultural.

R: Bueno, la reconstrucción de la Patria va a necesitar  de una gran participación de todos los sectores, creo en esto, lo que dijo Juan Pablo II a los líderes políticos, es muy importante,” por un cierto tiempo hay que superar los individualismos, lo cual no quiere decir, que todas las personas vayan a pensar de una forma igual, porque esto racionalmente a nadie se le ocurre, no es cierto, porque las ideologías enriquecen el pensamiento. Sino que,  por sobre las respectivas ideologías que van a  servir para hacer más dinámica nuestra historia nacional, debe haber una base común que es  la reconstrucción nacional, y esto ya debería haber empezado, hoy, con un trabajo pero muy profundo de conjunto para superar la dictadura cívico militar que  vivimos.”

P: Monseñor González; como autoridad máxima de la Iglesia Católica en la Pastoral del Exilio: ¿Cómo aprecia usted el retorno, que mecanismos se han creado para hacer más expedito éste en la solución de los problemas que tienen los refugiados en su regreso a Chile, en nuestra patria?. Por ejemplo, esto de las listas negras, secretas y de cómo vuelve el chileno. ¿No hay claridad en esta situación?

R: Para poder terminar con el problema del exilio,  haya que terminar con el artículo 24 transitorio, donde está la base de ésta injusticia permanente.  Ni aún así, se va a acabar con el exilio, porque el exilio lastimosamente en algunos casos no se va a acabar nunca, ya que ha habido personas que debido a la situación del exilio mismo, como se dice, han echado raíces en alguna u otra parte. Pero, eso sí, se necesitan dos cosas que para mí me parecen fundamentales: la primera, abolir las causas profundas de este exilio y la reparación digna conveniente, es decir, que se termine el artículo 24 transitorio, en el fondo que se acabe la Constitución pinochetista, en la cual este artículo es muy importante, pero hay otros que también influyen en este problema. Que haya una reparación digna a este mal llamada muerte civil, una reparación digna que tiene que ser proporcional a éste gran daño causado, por ejemplo, poder reconstruir una vida nueva en su patria. Y lo segundo es, que por ahora  mientras todavía se vive esta situación de anormalidad, se vayan creando las Comisiones- Pro Retorno, donde hay distintos grupos de chilenos. La experiencia del exilio es que la mejor planificación del retorno debe ser un hecho sumamente personal, muy bien pensado, familiarmente, si están casados, los esposo con sus hijos, etc. Estos Comités pro-retorno pueden ser información necesaria y preparación psicológica conveniente, de tal manera, que el retorno sea lo mejor preparado posible, como he dicho, a mayor preparación mejor posible reinserción en la patria.

P: Monseñor González Morales,  sabiendo que no hay peor violencia que la miseria de un Pueblo. El Pueblo Chileno que ha sobrevivido de larga data frente al terrorismo de estado. ¿ el Pueblo Chileno tiene derecho a responder a la violencia de la miseria y a la violencia del terror del Estado, con la violencia?

R: Yo creo que hay que distinguir lo que en Chile sería  necesario para ir dando pasos sucesivos. Yo creo que la violencia contra la violencia del Estado, no es que esté prohibida. El último documento que tenemos los católicos sobre la libertad cristiana, dice, en caso de extrema necesidad agotados todos los medios, la violencia es física:  lo que si nos preocupa a nosotros como Obispos es  ésta primera parte: “  agotados  todos los medios”, yo creo que en Chile, en nuestra Patria, como se dice, a veces nos hemos  farreado los medios.  Yo creo que entre estas situaciones hay algunas que las quisiera nombrar porque me parecen que son importantes: las protestas que son manifestaciones activas de violencia también, porque la protesta significa no quedarse tranquilo, moverse, no han sido aprovechadas suficientemente.

Yo creo que cuando nosotros dijimos que las protestas eran normales y buenas , las primeras fueron bastantes concientizadoras de la comunidad, pero  poco a poco fueron quedando en lo tradicional, en pequeños grupos, por lo tanto, más  susceptibles a ser aplastados. Por otra parte, creo que en   un momento se debilitaron por el individualismo de los distintos grupos. Esto es una lástima, que donde habría que haberse unido, la comunidad para poder hacer ver el descontento, lastimosamente se debilitó debido a estos individualismos. Un grupo decía que sí,  otros decían que no, cuando había que participar unidos. Otro elemento es el que ya he nombrado anteriormente que es la superación de los individualismos ideológicos por algunos elementos comunes de lucha  contra la dictadura cívico militar. Yo creo que este último elemento todavía no lo hemos logrado en Chile. Creo que estamos en un momento bueno ahora en Chile, pero todavía falta, es decir, de qué manera nosotros podamos terminar con el régimen opresor que estamos sobreviviendo: tenemos que luchar por lo que nos une y no por lo que nos separa…

P: Monseñor Gonzales Morales, Chile ha sido y es un país católico y cristiano. Mi pregunta es, ¿cree usted que tiene validez moral y evangélica las invocaciones de carácter divino que hace el dictador Pinochet para justificar sus tropelías?

R: Yo creo que es difícil juzgar la parte interior de la persona humana, porque lo que pasa es  que uno dice a veces cosas que no corresponden a  una  virtud  debida. En Chile se usa una frase, un poco para reírse,  creo que en le fondo explica  en algo esto: “soy ateo gracias a Dios”. Aquí hay una contradicción en los términos. Algo así pasa  en este caso.  La Iglesia chilena lo ha dicho tantas veces, no puede haber divorcio, separación entre la fe y la vida. Por eso el que dice tener fe, y grita señor y no ama a su hermano: ¡es un mentiroso! Yo creo que esto está claro, si uno invoca al todopoderosos, al altísimo, etc. pero después no insta a la sociedad por un respeto absoluto y total de los Derechos Humanos y Sindicales ¡es un mentiroso!

P: Monseñor González Morales, hay muchos problemas que les afligen y les preocupan a los chilenos en el exilio. Hay uno que nos preocupa mucho y que también le preocupa a la Iglesia Católica, y que dice relación con los 14 condenados a muerte. Yo soy de opinión que estos chilenos que según la dictadura de Pinochet y su justicia son terroristas y que con una campaña orquestada de sus medios  mediáticos mercuriales y de sus sicarios han impedido que se les otorgue asilo en Europa(es la única alternativa de salvar sus vidas que tienen estos chilenos), no han hecho otra cosa que defenderse frente a las fuerzas terroristas chilenas  que un 11/9/1973 ocuparon el país y le declararon la guerra a un pueblo indefenso. A partir de esa fecha, el Pueblo sobrevive un estado de guerra según declaración del dictador Pinochet y de sus sicarios. Mi pregunta concreta Monseñor González. ¿Cómo aprecia usted esta situación, estos chilenos son terroristas o no lo son?

R: Yo creo que lo que falla ante todo  en clasificarlos o no : ¿si estas personas han hecho determinados actos? Lo que vicia todo el sistema, el régimen,  es que se hace confesar a las personas a través de las torturas. Nosotros sabemos que la tortura no es permitida, invalida cualquier confesión, ahora mucho más todavía cuando se está en un sistema que es un sistema anormal, porque ya en un sistema normal la tortura está totalmente rechazada. Esta envilece más a los torturadores que a los torturados, sin embargo, en una dictadura es mucho peor aún,  porque se sobrevive un terrorismo de Estado.  Por eso sí siempre la pena de muerte hay que rechazarla, aun en caso de que una persona fuera culpable.  Porque siempre hay la posibilidad que un apersona, si es culpable, cambie.  También hay posibilidad de equivocarse, si la persona está muerta, ¡se acabó! Han pasado casos, además, del viejo argumento de que la pena de muerte asusta, esto no convence a nadie,  Por lo tanto no hay ningún argumento que la justifique.

P.: Monseñor González,¿ la pena de muerte es para usted una venganza?

R:  Naturalmente es una venganza o es una especie de asumir un rol  que no le corresponde a la persona humana que es la de ponerse en el lugar de la divinidad, el único que puede juzgar a la persona humana es Dios. Nosotros los hombres somos muy limitados, vemos las cosas hasta cierto punto, por eso es mejor no equivocarse en esto.  Ahora, yo creo que en el caso concreto de  estos condenados a muerte, lo que se pide es  que por razones humanitarias se les acoja en algún país, de tal manera que nunca vayan a ser condenados a muerte. Yo creo que esto es algo muy importante, porque va creando en el mundo un sentido de la humanización que falta tanto.  Mientras más muertes haya por violencia, porque esto es una violencia quitarle la vida a una persona así en forma en que no se sabe si es o no culpable.  Esto va desvalorizando el sentido del ser humano en el mundo,  No se asume la vida humana como valor.

P: Señor Obispo González Morales, en su visita  que hizo el padre Alessandri a Europa habló ante un público horrorizado sobre la prostitución infantil que según palabras de este sacerdote chileno es un flagelo que azota al Pueblo Chileno, en estos años de dictadura cívico militar. ¿Usted tiene antecedentes al respecto?

R: Si, la prostitución infantil ha aumentado muchísimo. Yo tengo  el antecedente de mi ciudad Punta Arenas. Nosotros tenemos lastimosamente el tristísimo primado  con el mayor número de prostitución infantil  comparativamente con el número de habitantes del país.  Es tan grave la situación que pensamos  abrir pronto un hogar para rehabilitar a estas muchachas prostituidas por razones económicas.  Son muchachitas muy jóvenes de 12, 13 o 14 años. Esto es una degradación tan grande de la mujer. Frente a esto que hemos tenido  con la locura colectiva con la elección de la Miss Universo, la señorita Bolocco y que se ha dicho tanto que es el prototipo de la mujer chilena. Yo he dicho que la mujer chilena no se mide por centímetros más centímetros menos. La mujer chilena se mide por sus valores morales. Yo creo que la pobre mujer chilena está sobreviviendo una degradación colectiva, así la llamo yo.  No solo por la prostitución femenina. Debo aclarar que en Chile ha aumentado mucho la prostitución masculina.  Yo he leído un artículo muy fuerte en la revista  “Cauce”, donde se hacía ver cómo ha aumentado la prostitución masculina en las calles de Santiago. Hoy dia la avenida Apoquindo, las calles cercanas al Cerro santa Lucía son lugares que dan vergüenza, allí muchachitos de 14,15 y 16 años están esperando prostituirse para ganar algunos pesos.

P: Monseñor González, hoy le he escuchado con alegría referirse  a una situación que siempre me ha preocupado mucho. En foros, seminarios, talleres, etc., he discutido sobre la diferencia y discriminación que se hace en Europa del perseguido político y del perseguido económico, y yo digo con alegría, porque  un compatriota, un chileno como usted ha afirmado algo que yo he sostenido durante mi exilio: “no hay diferencias entre el perseguido económico y el político”. ¿ es verdad esto?

R: Sí, es verdad. Estamos tratando de crear una conciencia nueva frente al que nosotros llamamos exiliado económico para diferenciarlo del migrante económico, porque existe en europea y en la ONU/Naciones Unidas, un acuerdo de aceptar los perseguidos políticos por razones humanitarias y no, por lo tanto, las personas que no pueden demostrar que han sido perseguidos políticamente, no las aceptan como refugiados. Cada vez que vemos que los regímenes dictatoriales adoptan sistemas económicos e inhumanos que al final hay un grupo grande de personas que tiene que elegir entre la muerte por hambre o salir fuera de la patria, ya no se trata de una emigración para mejorar su situación económica, sino para sobrevivir. En este sentido estamos creando una conciencia nacional e internacional. Yo acabo de estar en Ginebra en una reunión con representantes de casi 60 países, donde están funcionando las comisiones católicas para la emigración y los refugiados políticos, donde hemos tenido un dialogo muy abierto con representantes de Naciones Unidas, a través de sus comisiones para los refugiados políticos: ACNUR, el SIN, etc. para hacerle cambiar esta mentalidad.  Les doy un dato para que se den cuenta de lo gravísimo del problema: en Buenos aires han llegado en estos últimos años para sobrevivir casi 200.000 chilenos, es una cifra enorme. En Junio pasado he constatado que a Noruega y a Suecia en los últimos años llegan casi 40 chilenos mensuales, en su gran mayoría esta gente sale del país para sobrevivir.  Puede que haya una excepción, como se dice en Chile, “en todas partes se cuecen habas”, pero no es la regla normal.

Con esto haya que hacer una gran campaña: para distinguir la lucha por la sobrevivencia producto de un sistema cívico militar político opresor,  porque el régimen político siempre tiene aparejado un sistema económico ultra liberal conservador y por lo tanto ultra inmoral que condena a las grandes mayorías del pueblo al hambre y a la miseria para saciar  la sibarita vida de una minoría que controla la vida de un pueblo.

P: Para finalizar por mi parte,  Monseñor González Morales, según la información que tenemos, 13 obispos chilenos se oponían a la visita que debía efectuar el Papa a Chile. Posteriormente ellos estuvieron de acuerdo y trabajaron para que esta visita fuera un éxito. ¿Entre aquellos obispos que estaban en desacuerdo con la visita del Papa, existe un espíritu de satisfacción después de la visita, es negativo esto? ¿Me he explicado bien, Monseñor González Morales?

R:   Sí ,yo  era uno de los que se oponían a la visita de Juan Pablo II y lo manifesté claramente en los momentos en que la Dina/CNI ,la policía secreta de la dictadura, nos colocó una bomba en la iglesia de Fátima en Punta Arenas. Después fuimos a Roma y hablamos con el Papa. Él nos preguntó si pensábamos que podía ir a Chile. Nosotros le dijimos claramente que no. Porque había estado de sitio y muchas irregularidades en el país.  Pasaron los meses y el episcopado argentino invitó al Papa, porque ellos ya tenían democracia y querían de alguna forma agradecer la mediación papal en el conflicto limítrofe chileno-argentino. Entonces se nos consultó a nosotros. La mediación fue un hecho posible, por esto, el Papa quería hacer en conjunto el viaje a Argentina y Chile. Para meterse el Papa en la mediación tenía que entenderse ésta como mediación e integración.  No solo la mediación sola, porque la mediación sola podría llevar a la larga que desapareciera ésta.  Los conflictos en América Latina van a desaparecer cuando seamos pueblo sin fronteras, sobre todo entre dos pueblos tan hermanos como son Chile y Argentina, que nos necesitamos tanto, sobretodo en el sur de Chile. Espero que un día destruyamos la frontera. Argentina no puede vivir sin los chilenos que trabajan en la Patagonia y Chile necesita hoy más que nunca que muchos chilenos vayan a ganarse el pan a Argentina.

En este sentido, nosotros vimos que podíamos cambiar de opinión con algunas condiciones y éstas fueron muy claras: la primera evitar al máximo que el viaje se convirtiera en un apoyo al régimen militar y, para esto, naturalmente siendo el Papa el jefe de un Estado simbólico, pero en el fondo es un Estado, los encuentros oficiales serían mínimos y nunca iba a ver un encuentro oficial con la jerarquía eclesiástica chilena. O sea, la iglesia aparte ……

Estos encuentros entre el Papa y el dictador Pinochet  iban a ser 3: la llegada, la devolución de la  recepción en el aeropuerto y la despedida. En las diócesis los anfitriones tendrían que ser los obispos. Lo segundo fue que la comisión que preparara la visita del Papa fuera la comisión nombrada por la Conferencia episcopal y no por el régimen militar, y lo que el Papa fuera a decir tendría que estar enmarcado en nuestras orientaciones pastorales que tienen tres puntos que son:

-          Opción preferencial por los pobres,

-          Reconciliación en la verdad, justicia y reparación digna.

-          Formaciones de las personas para una vida nueva en lo político, económico, social y cultural

 La santa Sede aceptó esto y se empezó a preparar la visita. En lo positivo, yo la visita la encontré buena, porque durante un año  trabajamos en todo Chile para  constituir miles de grupos de reflexión, o sea, se llevó a cabo la mayor movilización que haya existido en Chile. Se repartieron cerca de dos millones de cuadernos para estudiar temas sobre la visita del Papa, su doctrina, en lo económico, político, social, etc., esto se comprobó cuando llegó el Papa, el Pueblo se sintió dueño de las calles, se sintió feliz de ser el protagonista, y en realidad los encuentros del Papa con el pueblo fueron los mejores. Yo fui testigo presencial en el estadio Nacional, en la Población La Bandera y en el Parque O’Higgins, en este último lugar tuvimos que lamentar una provocación, que según antecedentes que tenemos, fue organizada por el régimen militar, la gran mayoría de la gente, más de un millón de personas no se dieron ni cuenta de lo que pasaba, solo lo captaron las que estaban cerca.

Luego la visita al Hogar de Cristo con la presencia de Carmen Gloria. El objeto de cariño  del Papa hacia los grupos minoritarios: el encuentro con los mapuches, en Punta Arenas, con los pequeños grupos de alacalufes que tenemos, todo esto fue muy positivo. Los  discursos muy programáticos y muy valientes, entre los mejores  estuvo el de Punta Arenas, donde el Papa  condenó el armamentismo diciendo que los pobres no pueden esperar más.

La venta y compra de armas es el insulto más grande que se hace a estos seres humanos. La condena a la tortura fue muy buena, en un lugar donde teníamos tan cerca  el campamento de torturas que fue la Isla Dawson.

Luego, en la Cepal donde el Papa condenó el sistema liberal capitalista, como salvaje. Este sistema dice que la riqueza hay que concentrarla en las manos de unos pocos, y lo que sobra se va a repartir, esto es lo más inmoral que existe. El Papa propuso una cultura nueva de la solidaridad, nosotros podríamos llamarla un proceso de socialización. Yo creo que es muy importante, no es una economía basada en acumular riqueza, sino una economía en que las riquezas deben estar bien repartidas. A los trabajadores de Concepción les propuso la cultura del trabajo. Él les explicó que el trabajo forma parte de la persona humana, así como no se puede prostituir el pensamiento, tampoco se puede prostituir el trabajo creador del ser humano, vendiéndolo. En este sentido, la visita del Papa fue muy positiva para el Pueblo Chileno. Hechos negativos: tenemos con la aparición del Papa con el dictador Pinochet en el balcón de La Moneda, esto fue una falta de respeto grave al Papa porque se le obligó a asomarse con gritos de los simpatizantes del régimen militar. La dictadura había repartido más de 30.000 invitaciones. El Papa lastimosamente se asomó al balcón en el momento faltó alguien que le dijera al Papa que no lo hiciera. Hay que aclarar que no hubo misa en La Moneda, sino una visita a la Capilla. Después el Papa se dio cuenta de esto. No quiso hacer ningún otro gesto y cuando se paseó entre las barquitas de los hermanos chilotes, no acepto que lo acompañara el almirante Merino, miembro de la Junta Militar. Porque su visita era pastoral y no una visita de Estado.

P: Monseñor González, ¿con el nombramiento del Obispo Fresno, Cardenal, es decir, jefe de la Iglesia Católica- institución en Chile, ha habido un cambio de la posición de la Iglesia institución frente a la dictadura cívico militar?

R: A menudo hay confusión en esto del jefe de la Iglesia Católica en Chile.  Nosotros no tenemos jefe en la Iglesia. Cada Obispo es independiente en sus Diócesis. Hoy en Santiago ha habido cambios, porque hay divergencias, diferentes formas de pensar entre  el Cardenal Raúl silva Henríquez y el Cardenal Fresno. No obstante el cardenal Fresno ha hecho cosas muy valientes, por ejemplo últimamente la defensa de la Vicaria de la Solidaridad. Como cada obispo es independiente, cuando nos juntamos buscamos entre todos la verdad y así funciona la Iglesia Católica chilena.

El Obispo chileno  Dr. Tomás González Morales visita la república de Alemania.

Durante su visita, al obispo chileno le acompañó el sacerdote Norbert Blome, un representante fiel del Evangelio de Cristo, de la Teología de la Liberación. Por este evangelio han sido asesinados, el sacerdote Camilo Torres Restrepo. Álvaro Ulcué, el obispo Monseñor romero, etc.  Aprovechamos la oportunidad para hacerle algunas preguntas al sacerdote de la causa de los humildes, de los perseguidos, de los sin voz ni justicia, Norberto Blome.

P. ¿Cuál es su opinión sobre la visita del obispo Tomás González Morales en Bremen?

R.: La visita del obispo chileno aquí en Bremen ha llamado la atención de mucha gente y sobre todo de muchos católicos sobre la situación política en Chile producto de la dictadura cívico militar de Pinochet , posición que él tomó al referirse a la cuestión del asilo y de los refugiados como también a la problemática de la justicia en un régimen dictatorial,  fue útil y demostró que en principio no hay normas para juzgar si son legalmente  perseguidos, condenados o  empujados al exilio los seres humanos. No solo fue importante para los chilenos exiliados, sino también para nosotros los alemanes y para los cristianos  su advertencia que los seres humanos  de las distintas ideologías y convicciones políticas deberían ser solidarios como  humanistas a fin de terminar con un régimen de este tipo. Desgraciadamente, no se le prestó la atención necesaria a la visita por parte de los medios de comunicación aquí en Bremen para alcanzar al gran público.

P: ¿Cómo aprecia usted la Teología de la Liberación?

R. La Teología de la Liberación tiene aspectos muy distintos, no solo en Centroamérica y Latinoamérica, en general, sino también aquí. Ella pretende  liberar al ser humano de todo lo que no es  compatible con su Dignidad Humana: la miseria, la opresión, la imposibilidad de desarrollarse, la tiranía, la violación de los derechos humanos, el exilio y si yo la entiendo bien, ella tiende aun a liberar a quienes son los autores de todo eso. Incluso los ricos, los indolentes, frente a la situación injusta, los tiranos y los torturadores necesitan la liberación. Nosotros los europeos necesitamos ser liberados de nuestra falta de sospecha e incapacidad para ver los que pasa en cuanto se trata de nuestra propia responsabilidad en las situaciones injustas en todo el mundo y que violan los derechos humanos. Nosotros dentro de la Iglesia necesitamos ser liberados de los temores y de los prejuicios frente a los seres humanos con otras ideologías, en especial aún frente a los socialistas y marxistas.

Según mi juicio el Evangelio de Cristo es un Evangelio de la liberación, y por todas partes donde una Iglesia o una religión le prive al ser humano de la libertad o le impida desarrollarse,  ella deja de estar en conformidad con el evangelio de Cristo. Nosotros aquí que pertenecemos a la vieja Iglesia de Europa, por cierto, que vamos a aprender mucho de los movimientos de la Iglesia en Latinoamérica y en este sentido, también para mí personalmente fue un enriquecimiento importante el encuentro con el Obispo González Morales de Punta Arenas Chile.

 P: ¿Qué opina usted respecto del problema de las deudas de muchos países del llamado Tercer Mundo?

R: Yo no soy economista y por eso no puedo permitirme dar un juicio. Las causas hay que buscarlas tanto con los gobiernos de los países endeudados  como en la política respectiva de los países acreedores.  Las inversiones falsas, usureras, la política del armamento, el enriquecimiento personal de políticos, la corrupción  y muchas otras cosas resulta  una  inversión inefectiva del capital, a menudo aún en el interés de los bancos acreedores. La política de las exportaciones y de los intereses de las naciones industrializadas hacen seguir creciendo las deudas.

Apenas me parece posible señalar soluciones. Sin embargo, creo que es necesario que igualmente como hay leyes  en nivel nacional contra la usura y  el enriquecimiento fraudulento, hay que crear también acuerdos internacionales que impidan el constante crecer de las deudas. Pero eso requiere también los sindicatos piensen y trabajen en nivel internacional a fin de alcanzar salarios justos y seguridades sociales, no solo en el sector nacional.

Solo cuando haya equivalencia internacional del pago del trabajo, cuando haya mucha gente en los países deudores con salarios seguros y derechos a la jubilación asegurados también por una moneda estable, habrá solución al problema.

P .¿Sería posible que colaboren los cristianos y los  socialistas marxistas?

R: La sociedad humana enfrenta tan grandes problemas en todo el mundo que tiene  que aspirar a  cooperar en todos los niveles:

 El aseguramiento de la paz en todo el mundo y no solo para  unos países privilegiados, la protección del universo y del medio ambiente debe ser  destruido en un momento, terminar con el conflicto Norte-Sur,  realizar los derechos humanos para todos, para el último de los seres humanos que aún está sufriendo la miseria, la tortura o la tiranía y muchos otros problemas. Ante ésta situación hay que superar fronteras nacionales y límites ideológicos. Es evidente que los cristianos y los socialistas marxistas tienen intereses comunes y  en muchos ámbitos más c concordancias que los cristianos o los socialistas marxistas con otras ideologías o líneas políticas.  Ambos quieren el bienestar, la libertad y la seguridad de la existencia para todos  los seres humanos y no solo para una clase privilegiada.

Lógicamente, los dos no están todavía en el mismo nivel. Los cristianos todavía siguen consolando- quizás demasiado -, con el otro mundo,  y los socialistas marxistas le niegan a los cristianos, a menudo, la competencia política de esa consolación.

Además, creo que hay también muy distintas concepciones sobre los caminos hacia un mejor mundo para todos los seres humanos.  Solo será posible a través de un diálogo intensivo que se vayan a encontrar los cristianos y los socialistas marxistas. Tanto, la Teología de la Liberación como también la visita del Obispo González Morales aquí en Bremen han traído iniciativas para tal dialogo. Es mi deseo ferviente que aprendan los cristianos de los socialistas marxistas y viceversa.

Quizás sea también posible entonces, que los cristianos puedan ser también socialistas marxistas sin restricción y los socialistas marxistas cristianos….

El Obispo chileno Tomás González Morales y la prensa libre alemana.

La Teología que hace libre al ser humano.

El obispo chileno González Morales, invitado de la  Comunidad de St. Josef de Bremen, República federal alemana.

Después de la Misa, la comunidad de St. Josef  en Gröpelingen está invitada a participar  en una hora familiar. En cualquiera de las mesas está sentado el sacerdote chileno, el Obispo González Morales. Una pequeña parte de los que asistían en la misa- quizás eran 160 en total- , se quedó  y  30 o 40 chilenos y chilenas de Bremen y de sus  afueras se juntaron a ellos.

“Defender los derechos humanos es la misión de la Iglesia”.  En la Diócesis  del Obispo González Morales en Chile, los miembros del ejército y de la policía  conocidos como “torturadores” fueron excomulgados. Un día vinieron oficiales jubilados del servicio secreto /Dina para pedirle ser reintegrados en la Iglesia.  Eso lo tiene por muy natural.  En algunas de sus homilías en Chile,  en pasajes en los que dice algo sobre la dictadura en público,  hay creyentes que se levantan y salen de la iglesia por protesta.  Eso también le parece normal al Obispo González Morales, pues la Iglesia no puede imponer a nadie su opinión. Pero, por eso, ella no puede ser menos clara.

“Cuando el ser humano deja de seguir  creciendo en su Dignidad,  rinde  su ser”, dice el obispo,  y él cita lo que Juna Pablo II exigió por un “mundo justo”: nunca más niños desnutridos, jóvenes  sin educación, trabajadores con sus derechos violados,  explotación, hombres ricos que lo tienen todo, mientras que otros no tienen  nada, sin culpa propia, absolutamente nada”. También el derecho a vivir en su patria  forma parte de la dignidad humana, dice el Obispo González Morales a los exiliados.

Con su  vestidura sacerdotal él se parece a otros sacerdotes, en el marco litúrgico en alemán esta firme, sino tuviera el pequeño acento extranjero, un visitante casual de la misa casi no se daría cuenta de una diferencia. El internacionalismo cristiano/católico parece tan natural a primera vista. Pero las palabras generales que pronuncia también  el sacerdote chileno, son más precisas: “Hay que ver la vida con los ojos de los pobres”,  eso es  el mandamiento  del Cristo libertario, dice el Obispo González Morales. Hay que escuchar las lamentaciones del pueblo sufrido “, y agrega de inmediato: “hay que respetar las organizaciones, las cuales se da el Pueblo asimismo”. Ellas son los sindicatos que se prohíben en Chile.

Klaus Wolschner, periodista

Víctimas de la miseria económica.

“¡Aquí los seres humanos mueren de hambre ¡. Más de una década de dictadura cívica militar han llevado a Chile a una catastrófica situación económica. Miles de personas tienen que salir del país para sobrevivir”…

Con esas palabras solicitó el obispo González Morales del sur de Chile,  en el fin de semana en Bremen una definición del término “refugiado político”. Muchos de ellos no son directas víctimas de la persecución política. Su miseria, sin embargo, resulta de la situación política.

Monseñor González Morales, que había llegado con motivo  del aniversario de la Iglesia  a la ciudad  anseática, continuó: “claro que sería mejor  si se pudieran solucionar los problemas en el lugar mismo,  en Chile,  pero actualmente es imposible hacerlo. Él dijo que no quisiera exigir nada, pero que pidiera  que los países europeos acogieran tales refugiados en todo el mundo, de manera más solicita y les integraran en su sociedad. Especialmente por parte de la iglesia, él esperaría más comprensión.

Respecto a la discusión sobre los 14 chilenos amenazados, condenados a muerte por la justicia de la dictadura cívico militar dice  el obispo González Morales. “acogerles a ellos sería un acto humanitario”.

Isabelle Scholz. Periodista

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