United Nations (UN) peacekeepers from Sri Lanka are working with U.S.
Marines from the 22nd Marine Expeditionary Unit to distribute 100-pound bags of
rice to Haitians Feb. 16, 2010, in Carrefour, Haiti. UN forces have worked with
U.S. forces to build strong partnerships in Haiti in the wake of the earthquake
that hit the country Jan. 12, 2010. (U.S. Navy photo by Senior Chief Mass
Communication Specialist Spike Call/Released)
MILITARES
CHILENOS – LA “RESERVA MORAL” DE LA SOFOFA - INVOLUCRADOS
| VIOLACIONES A MENORES EN HAITÍ
POR FUERZAS DE PAZ DE LA ONU YA HABÍAN SIDO DENUNCIADAS EN 2016 POR ASSOCIATED
PRESS: Los Derechos
Humanos y los Derechos del niño, son de exclusividad para la gente blanca y
rica El sátrapa Pinochet, preciso: “Gracias
a nuestro clima la raza negra no ha podido desarrollarse en nuestro país”.
Una grave acusación fue revelada contra la misión de paz de la ONU en
Haití. Un estudio del portal académico The Conversation, afirma que militares
de diversos países pertenecientes a la Misión de Estabilización de las Naciones
Unidas en Haití— también conocida como Minustah— abusaron sexualmente y
embarazaron a cientos de mujeres y niñas a cambio de comida o dinero, para
luego abandonarlas. Entre los casos hay chilenos involucrados.
Los
investigadores encuestaron a 2.500 haitianos sobre las experiencias de las
mujeres y niñas locales en las áreas que albergaron la Minustah. De ese grupo,
alrededor de 265 personas contaron historias con niños concebidos por personal
de la ONU, uniendo una corriente preocupante de coerción y abuso que dejó a
niñas de tan solo 11 años para criar a sus hijos en condiciones de pobreza
extrema.
Algunos
participantes aludieron a casos de violación o violencia sexual, pero con más
frecuencia los haitianos narraron historias transmitidas que describían un
“patrón común” en el que las mujeres recibían pequeñas cantidades de dinero o
alimentos a cambio de sexo.
El equipo
de investigación, dirigido por Sabine Lee, profesora de la Universidad de
Birmingham, y Susan Bartels, una científica de la Universidad de Queen en
Ontario, no preguntó directamente a las personas que entrevistaron sobre las
relaciones sexuales con las fuerzas de paz o los niños nacidos a través de esas
relaciones.
Se cita a
una mujer que describe a una serie de mujeres de 12 y 13 años, que fueron
embarazadas por el personal de Minustah, dejándolas “en la miseria con los
bebés en sus brazos”.
El
informe implica personal de la ONU de 13 países, la mayoría de los cuales eran
de Brasil y Uruguay. En esa línea sugiere que los soldados fueron repatriados a
sus países de origen cuando se destapó el caso, dejando a las madres sin
asistencia después.
La misión militar chilena en Haití involucrada en violaciones de menores: ¿Es algo nuevo?. Durante la dictadura cívico militar y hasta nuestros días la prostitución infantil y el abuso de menores es algo intolerable, reprochable, debería ser juzgado y condenado. La justicia chilena en la “medida de lo posible” no ha hecho nada, vean ustedes el caso escandaloso del Sename.
En el
reporte no se especifica el número exacto de casos de embarazos, debido a que “no se han podido realizar pruebas de ADN,
ya que han sido negadas por la misma ONU”.
El estudio
detalla, además, que la misión militar chilena en Haití figura en el cuarto
lugar de dicha práctica, con 20 casos de eventuales embarazos. El listado, de
13 países y un “grupo desconocido”, lo lidera Uruguay y le sigue Brasil.
También se mencionan países como Argentina, Nepal, Sri Lanka, Canadá, Francia y
Bolivia, entre otros
“Las
narraciones revelan cómo las niñas de apenas 11 años fueron abusadas
sexualmente y embarazadas por las fuerzas de paz y luego, como dijo un hombre,
‘quedaron en la miseria’ para criar a sus hijos solos, a menudo porque los
padres son repatriados una vez que se conoce el embarazo”, detalla parte del
texto.
Una de
las prácticas más comunes fue el intercambio de comida y dinero por sexo. Un
hombre casado de Cité Soleil describió un patrón común en el que las mujeres
recibían pequeñas cantidades de dinero a cambio de sexo: “Vienen, duermen con
las mujeres, se llevan sus placeres, dejan a los niños en sus manos, les dan
500 gourdes”.
Ante esta
situación, el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la ONU
se refirió y condenó el hecho. “Lamentablemente, hemos visto casos relacionados
con el personal de mantenimiento de la paz de MINUSTAH en los últimos años,
aunque las acusaciones generalmente han disminuido desde 2013”, indicaron.
INVESTIGACIÓN DE ASSOCIATED PRESS, sobre
abusos y explotación sexual de menores.
En una
investigación sobre las misiones de la ONU en los últimos 12 años, The
Associated Press encontró casi 2 mil denuncias contra cascos azules y otro
personal del organismo por abuso y explotación sexual, en lo que parece un
indicio de una crisis mucho mayor de lo que se conocía hasta ahora.
En el
reportaje titulado “Cascos Azules de la ONU en Haití: violación tumultuaria,
sexo por comida, pederastia e impunidad”, de fecha 12 de abril de 2017, el medio
de noticias consignaba el anuncio de retiro de las tropas de Cascos Azules, por
parte de la ONU y que después de 13 años el cuerpo de seguridad internacional
dejaba detrás violaciones a mujeres, adolescentes y niños, perpetradas por los
soldados, según informes del organismo internacional y entrevistas con los
abogados y la víctimas obtenidos durante la investigación.
La
narración a cargo de la galardonada periodista y experta en temas humanitarios
de AP, Paisley Dodds, describió con crudeza la realidad de niños y mujeres
vulnerables en Haití, con testimonios descarnados y vacíos dramáticos a la hora
de buscar justicia.
La AP
entrevistó a presuntas víctimas e investigadores, así como a funcionarios y ex
funcionarios de la ONU, y solicitó a gobiernos de 23 países información sobre
el número de sus cascos azules que enfrentaban ese tipo de denuncias y las
acciones emprendidas, si es que las hubo, para investigarlas.
Salvo
raras excepciones, pocos países atendieron las solicitudes de información
reiteradas, y en el caso de quienes fueron encontrados culpables sus nombres
permanecen bajo reserva, lo cual hace imposible determinar la rendición de
cuentas.
En marzo
de 2017, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, anunció nuevas
medidas para enfrentar el abuso y la explotación sexual por parte de cascos azules
y demás personal de la ONU. ¿Y las víctimas?, ¿Y los victimarios seguirán en
el Chile virtual abusando de los menores protegido por el régimen político y la
justicia?
“Digámoslo
con una sola voz: No toleraremos que nadie cometa o consienta la explotación ni
el abuso sexual. No permitiremos que nadie tape estos delitos con la bandera de
la ONU”, expresó Guterres: Bla, bla, bla.
Sin
embargo, esa proclamación sonó tristemente familiar: Hace más de una década,
Naciones Unidas encargó un informe que prometía prácticamente lo mismo, pero la
mayoría de las reformas jamás se concretaron.
Dos años
después de aquellos compromisos, los soldados continuaron abusando de los
menores en Haití. Y en años posteriores, han pesado sobre los cascos azules
acusaciones similares en todo el mundo.
Decenas
de mujeres haitianas también afirman que las violaron, y decenas más dicen que
recurrieron al eufemísticamente llamado “sexo de sobrevivencia”, en un país
donde la mayoría de sus habitantes vive con menos de 2.50 dólares por día, según
determinó la AP.
El
abogado haitiano Mario Joseph intenta conseguir una indemnización para las
víctimas de una cepa mortal de cólera vinculada a la llegada de cascos azules
nepaleses. Según algunos cálculos, 10 mil personas murieron debido a la
enfermedad. “Imagine que Naciones Unidas va a Estados Unidos, viola a menores y
lleva cólera”, declaró Joseph en Puerto Príncipe. “Los derechos humanos no son
sólo para la gente blanca rica”, sostuvo.
El Senador
federal estadounidense Bob Corker coincide con el abogado. El legislador
republicano de Tennessee, que preside la Comisión de Relaciones Exteriores del
Senado, exige reformas en Naciones Unidas.
El
senador recordó su disgusto durante una audiencia sobre los casos de abuso
sexual de personal de la ONU en la República Centroafricana que salieron a la
luz en 2016.
“Si yo
escuchara que una misión de paz de la ONU va a llegar cerca de mi casa en
Chattanooga, tomaría el primer avión para regresarme y proteger a mi familia”,
dijo el legislador a la AP.
TESTIMONIOS DE VÍCTIMAS
El centro turístico Habitation Leclerc era muy
famoso en Puerto Príncipe, un exuberante lugar en medio de las tétricas
callejuelas de la capital. Durante su época de gloria en la década de 1980,
celebridades como Mick Jagger y Jackie Onassis solían descansar cerca de la
piscina o recorrer las instalaciones, que incluía un templo vudú.
Para
2004, el complejo estaba convertido en un conjunto de inmuebles deteriorados y
varios niños, huérfanos o abandonados por sus padres, vivían en las ruinas.
Fue ahí
donde V01 conoció a otras víctimas, dos adolescentes señaladas en el informe de
la ONU como “V02” y “V03”, y un chico, “V08”. El muchacho las ayudaba
inicialmente y les traía de manera ocasional comida de casa de una tía, pero
casi siempre tenían hambre.
“Ni
siquiera tenía senos aún”, dijo una menor, conocida como V01, Víctima Número 1.
Ella dijo a investigadores de la ONU que en los siguientes tres años, de los 12
a los 15 años, tuvo sexo con casi 50 cascos azules, entre ellos un “comandante”
que le dio 75 centavos.
V02, que
tenía 16 años cuando un grupo de la ONU la entrevistó, dijo a ese equipo que
tuvo sexo con un comandante al menos en tres ocasiones. Ella lo describió como
un tipo pasado de peso que usaba bigote y llevaba un anillo de oro en el dedo
medio.
Ella
afirmó que ese comandante a menudo le mostraba una fotografía de su esposa. Los
cascos azules también le enseñaron algo de su lengua para que pudiera entender
las insinuaciones sexuales. Los menores incluso conversaban entre ellos cuando
los investigadores de la ONU los entrevistaron.
El chico,
V08, dijo que tuvo sexo con más de 20 soldados. La mayoría de ellos se quitaban
sus identificaciones antes de llevárselo hasta unos camiones militares de la
ONU, donde él les hacía sexo oral o era sodomizado.
V03
identificó a 11 efectivos mediante
fotografías, uno de los cuales ella dijo que era un cabo que tenía una cicatriz
de bala “distintiva” entre la axila y la cintura. V04, entonces de 14 años,
dijo que tenía sexo a diario con los soldados a cambio de dinero, galletas o
jugo.
Otra
víctima joven, V07, recibió una llamada telefónica de un casco azul cuando la
entrevistaban los investigadores. Ella explicó que los soldados pasaban a los
miembros del nuevo contingente el teléfono de ella para que la llamaran y tuvieran
sexo.
Otro
chico, V09, tenía 15 años cuando comenzaron sus encuentros con los cascos
azules. Dijo que durante tres años tuvo sexo con más de 100 cascos azules, y a
veces el promedio por día era de cuatro, según los investigadores.
Janila
Jean dijo que tenía 16 años y era virgen cuando un casco azul brasileño la
atrajo hacia una instalación de la ONU hace tres años con el anzuelo de darle
mantequilla de maní en un pan. El militar la violó a punta de pistola y la
embarazó. Ahora, ella llora constantemente.
“A veces
me imagino estrangulando a mi hija”, dijo Jean en entrevista bajo la sombra de
un árbol de plátano cerca de la ex base Jacmel.
Los depravados militares de las Fuerzas de paz de la ONU, graban con sus celulares las violaciones a menores y los venden a los programas de pornografías infantiles.
Al igual
que muchas otras víctimas, Jean no denunció la violación. Unas 12 mujeres
entrevistadas por la AP dijeron que tenían mucho miedo de denunciar los delitos
por temor a que las responsabilizaran de lo ocurrido o peor, ver de nuevo las
caras de sus victimarios.
En julio
de 2011, cuatro cascos azules uruguayos y su comandante presuntamente violaron
en forma tumultuaria a un adolescente haitiano. Los efectivos grabaron la
agresión con sus celulares y las imágenes tuvieron amplia difusión por
Internet. Estos hombres nunca fueron enjuiciados en Haití. Cuatro de los cinco
fueron condenados en Uruguay por “violencia privada”, un cargo menor. Las
autoridades uruguayas dijeron entonces que se había tratado de una broma que se
salió de control y que nunca hubo violación.
La
información revisada por la AP correspondiente a un periodo de 12 años está
incompleta y varía en su nivel de detalle, en particular en los casos previos a
2010. Centenares de casos más fueron cerrados con poca o ninguna explicación.
En su entrega, la AP analizó la información de los informes anuales así como la
proveniente de la Oficina de Servicios de Supervisión Interna.
REACCIONES FRENTE A CHILENOS INVOLUCRADOS TRAS NUEVO REPORTE
Tras
conocerse las denuncias, los diputados de oposición, Karol Cariola (PC) y Jorge
Brito (RD) le exigieron al Ejército de Chile – la “reserva moral” de la
sofofa” - que se pronuncie con
respecto a esta situación.
“Espero
el comunicado del Ejército de Chile condenando los hechos, procesando a los
responsables y apartándolos de la institución”, expresó Cariola a través de
Twitter. “Espero del régimen reparación y compromiso de justicia, en
la medida de lo posible, con las víctimas”, agregó la parlamentaria.
Por su
parte, el diputado frenteamplista Jorge Brito, también se refirió a esta
investigación por medio de sus redes sociales.
Lo subrayado
es nuestro.
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