La importancia de la visita del presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva a China, y el berrinche del régimen de Estados Unidos por el desgaje de su patio trasero.

Hasta el momento, los primeros 100 días de la gestión de Lula han sido sumamente positivos para su gobierno y el proyecto que su bloque político está implementando. Con una clara definición estratégica que, además, aprovecha tácticamente las diferencias de sus adversarios, ha conecta-do el plan de rescate interno con la necesaria proyección regional y global. Hace unos días planteó la necesidad de crear una moneda común sudamericana, luego acordó con China utilizar el yuan como moneda de intercambio co-mercial, regresó a Unasur y hoy está en una gira por el Asia, fortaleciendo el Banco del BRICS. Una verdadera lección de acción política que indica meridiana claridad de la situación de fuerzas a escala mundial y gran talento para entender por dónde se debe caminar. No hay que ser muy estudioso para darse cuenta que el objetivo es el desacople político y económico del Imperio, en el marco del nuevo orden mundial, entendiendo que los desplazamientos son simultáneos y que Brasil se encuentra en un nivel de privilegio para efectuar tal cometido, en el contexto de un es-quema multilateral, ya que no se trata de caer en otro tipo de dependencia. Factor importante es la debilidad de las fuerzas proclives al globalismo al interior de Brasil, lo que allana el camino para proceder autónomamente.

En tal marco, la reconstrucción de Unasur es de importancia para el proyecto de las fuerzas que apoyan a Lula, el que dependerá de la capacidad que tengan el gobierno y las transnacionales estadounidenses en la región. En este escenario el papel de los BRICS será fundamental, ya que Washington dará una dura pelea por mantener su patio trasero y tiene en Sudamérica como aliadas a las oligarquías criollas que se complacen con recoger las migajas que les arrojan desde el Norte. Sin embargo, no existe indicio alguno que muestre una reversión del proceso de instalación del nuevo orden mundial y frente a ello, Lula y su gobierno tienen condiciones óptimas para avanzar.

Está llegando la hora de la Patria Continente América Latina Y el Caribe:

La catástrofe económica, política y social del sistema capitalista salvaje agonizante, y la decadencia de occidente, especialmente de la Unión Europea nos permite precisar que ha llegado la hora historica para nuestra América Latina, desde Río Bravo a Tierra del Fuego.

Somos conscientes que los colonos mentales de Estados Unidos, la oligarquía empresarial financiera-bancaria/agiotista, agrícola monopolista, y su testaferra la clase burguesa, politicastra/castrense, corrupta, asumieron ya el nuevo orden mundial del sistema a capitalista salvaje que trata de imponer la jerarquía del club Bilderberg: “El mundo cambio y nosotros nos adaptamos”, aceptando por oportunismo e ignorancia que la Humanidad no es un mito homogéneo, sino una realidad heterogenia. El anhelo ilusorio que alientan y pretenden imponer desde el Club Bilderberg un sistema político económico mundial de interdependencia bajo la hegemonía del régimen de turno de Estados Unidos constituye un desaguisado para los Pueblos Libres, Dignos y Soberanos.

El ideal bolivariano, una convergencia histórica, una federación de Pueblos de Latinoamérica, es lo más natural, la unidad en la diversidad. Disgregados por más de 2 siglos por la incomunicación y el feudalismo, esta posibilidad histórica merece convertirse en ideal común, pues son comunes a todos los Pueblos Latinoamericanos y Caribeños las esperanzas de progreso y los peligros de vasallaje del imperio yanqui. De no llegarse cumplir tal destino, la colonización latinoamericana será inevitable

Con esperanza y memoria, y la seguridad que más temprano que tarde los Pueblos Latinoamericanos y Caribeños y sus movimientos sociales revolucionarios construirán la Patria Continente Latinoamericana y Caribeña, porque la historia la hacen los Pueblos.

Prof. Moreno Peralta/IWA

Secretario Ejecutivo Addhee.ong.