Las Naciones Unidas hizo «el pastel»: difícil que
pueda desmontarlo.
Palestina 2023: Matanzas cada vez más desnudas.
Por Luis E. Sabini Fernández
03/04/2023
El
26 ene de 2023, fuerzas israelíes penetran una vez más el campamento de
refugiados de Jenin y asesinan en el operativo, con que se supone
buscaban algo o alguien, a 9 palestinos, incluidos un niño y una sexagenaria.
ilustración: Naji Salim Husain al Ali
Como
las fuerzas de seguridad israelíes no tienen necesidad de rendir cuentas
judiciales de ningún tipo, es fácil imaginar la inexistente justicia o
precisión del operativo.[1]
En
los dos primeros meses de 2023 los operativos “de limpieza” arrojaron una sesentena
de palestinos asesinados en allanamientos y redadas en Cisjordania.
Récor histórico. En Nablus, la seguridad israelí adujo buscar tres activistas
violentos palestinos y dejó 11 muertos en dicha búsqueda; una pequeña muestra
del método usado cuando Shalit y una excusa para “achicar” población que
consideran sobrante.
Los
colonos con sus agrupaciones fascistas de tipo israelí, es decir libres en el Estado
sionista (hasta con amparo policial), ejercen venganza de respuesta a la
respuesta de la venganza…
El
fascismo del aparth sionista es así. Consideran legítimo atropellar,
pero se indignan por la respuesta, violenta aunque sea de menor intensidad que
el atropello fascista inicial.
Heba
Morayef, coordinadora de Amnistía Internacional, puntualiza: “en octubre
de 2022, los colonos irrumpieron en una escuela de Huwara (cerca de
Nablus), donde rompieron ventanas y golpearon a profesores y alumnos; menos de
dos semanas después, una cafetería fue incendiada y grupos de colonos atacaron
a residentes palestinos con tuberías y piedras.” [2]
Philip
Luther, director de Investigación y Trabajo de Incidencia para Oriente Medio y
Norte de África, también de AI, sostiene: “Desde hace casi un año, el campo de
refugiados de Yenín está en el centro de la escalada de represión militar de
Israel. La periodista palestina Shireen Abu Akleh asesinada por disparos
en este campo el pasado mes de mayo, y las personas que allí residen siguen
siendo objeto de incesantes incursiones militares que constituyen castigo
colectivo.” [3]
Y
así, antes de terminar febrero 2023, colonos entran a saco al pueblo de Huwara,
incendian a más de cien autos y unas treinta viviendas con daños en incursiones
y un habitante palestino asesinado. Pocas horas antes, dos jóvenes
israelíes, en auto, habían sido baleados y asesinados.
No
se puede disociar esta creciente, progresiva brutalización israelí contra los
palestinos de lo que se está procesando en el actual Israel, en sus calles.
Hasta
sus seguidores y admiradores no dejan de advertir el creciente cesarismo de
Beniamin Netanyahu, su autoritarismo desembozado y las pretensiones personales
de impunidad.
Un
punteo mínimo
Nada
de que asombrarse que se estén hoy cosechando tales frutos, dada la inmunidad
generalizada del comportamiento israelí, no sólo ante palestinos.
Particularmente dentro de EE.UU. Inmunidad e impunidad son parientes muy, muy
cercanos.
Los
palestinos, inicialmente engañados con los primeros asentamientos sionistas no
violentos (hay páginas maravillosas de judíos rusos advirtiendo que esas
“picardías” no iban sino a dificultar las relaciones puesto que ‘los árabes no
eran tontos, al contrario…’), fueron tomando conciencia del despojo al que
estaban siendo sometidos desde los primerísimos años del s XX y fueron
ensayando resistencias, con el paso de las décadas, cada vez más violentas;
aunque nunca alcanzaron la violencia ejercida por los sionistas en el país.
Mazin Qumsiyeh, palestino, repasa y ve que no hay recurso violento en el
conflicto palestino-israelí que no haya sido usado antes por los sionistas.[4]
En
1946 sionistas sitúan un coche-bomba en el Hotel David, con decenas de
huéspedes y personal, árabe, inglés, judío y de diversos orígenes, 91 muertos;
las primeras cartas-bomba son también de origen sionista y datan de 1947.”
[5] Entre 1947 y 1948 el Irgún asesina conductores árabes de transporte
colectivo en Tiberíades,[6] ya empeñados en “ahuyentar” mediante el terror a la
poblacion oriunda de Palestina.
Qumsiyeh
sigue recordando el origen de la violencia en Palestina/Israel: “en 1932 la
Haganah hizo estallar un oleoducto iraqui, cerca de Haifa” […] el 12 de
diciembre de 1954 secuestraron un avión de línea sirio [y] en 1973 Israel
derriba un avión de línea libio [¡106 muertos!]. En 1944, los miembros
del grupo Stern, sionista, asesinaron al ministro británico Walther Guinness,
lord Moyne. Y en 1947 perpetran atentados con bombas en buses de transporte
colectivo con varios muertos y muchísimos heridos. En el 48 plantan bombas en
el Hotel Semiramis, palestino, asesinando a una veintena de personas.
Minaron viviendas, hoteles, mercados, buses, trenes. Y en 1948 desencadenan el
Plan Dalet, arrasando unas 500 aldeas palestinas generando varios miles de
muertos (Balad el Sheik, Tantura, Deir Yassin entre las más conocidas).[7]
Con
la NACIONES UNIDAS en plena abordaje del conflicto palestino-israelí, en 1948,
el plenipotenciario de la NACIONES UNIDAS, Folke Bernadotte, sueco, que en las
“deliberaciones oficiales” pregunta por qué todo tiene que ser a favor de los
israelíes y nada para los palestinos, es asesinado. El escándalo es tal que hay
que buscar a los responsables de tamaño asesinato. La investigación es sencilla
y rápidamente se encuentra a los autores; grupos de choque sionistas. Que son
encarcelados en el flamante Estado de Israel… para ser liberados por indulto
firmado por David Ben Gurion apenas semanas después.
La
NACIONES UNIDAS jamás toma cartas en el asunto, aun tratándose de su propio
plenipotenciario. Con lenguaje sibilino tras las exequias se referirá a su
muerte como producida por él mismo: “expresa su profunda satisfacción por los
progresos realizados gracias a los buenos oficios del extinto mediador de la NACIONES
UNIDAS para conseguir un ajuste pacífico de la situación futura de Palestina,
causa por la cual el mediador sacrificó su vida.” [sic].[8] ¡Ni su nombre
aparece en el lenguaje Naciones Unidassiano!
Dado
la violencia habida en 1947 y 1948, que acabamos de reseñar, hay que
concluir, en ceñida lógica Naciones Unidassiana que el “ajuste pacífico” a que
se refería la NACIONES UNIDAS para el futuro palestino, era el de la paz de los
cementerios. Los palestinos, inmensa mayoría, no están de acuerdo.
Y
siguen sin estarlo.
J.C.
Sanz denuncia 150 “piernas segadas” de futbolistas: artero estilo de
represión.[9]
Volviendo
entonces a la realidad israelí actual con sus manifestaciones masivas en plena
calle, en que se calcula se ha movilizado medio millón de israelíes, en un mar
de banderas israelíes, tanto entre los que han salido a frenar el plan de
impunidad y cesarismo de Netanyahu como entre sus partidarios, lo que vemos es
un reacomodo en el mundo israelí, entre los usufructuarios del actual Estado de
Israel. No vemos banderas palestinas en la calle. Tampoco judíos mizrahis,
generalmente explotados por azskenazis pero a su vez usufructuarios de
prebendas sobre palestinos.
El
conflicto parece derivar de que capas pudientes de Israel no quieren seguir
soportando a un “impresentable” como Netanyahu, acusado de una ristra de “robos
para mi corona”. Muchos israelíes con buena posición y poder adquisitivo no
quieren ver ampliado el cesarismo de Netanyahu como para que se afecten sus
propias situaciones o privilegios.
Reparemos
que Netanyahu se ha valido para alcanzar otra vez el gobierno, de fanáticos
religiosos; B. Smotrich o el kahanista I. Ben-Gvir. Hasta en Israel, Meir
Kahane es mala palabra…
Notas
[1]
Cuando Israel lanzó su operativo para rescatar al soldado aprisionado Gilad
Shalit (2006), a lo largo de un año unos doscientos palestinos pagaron con su
vida esa operación de rescate, infructuosa. Años después (2011) Shalit fue
liberado, sin haber sufrido ni un rasguño, algo que confesó el mismo Shalit.
¿Se buscaba a Shalit o se usaba esa búsqueda para asesinar?
[2]
https://www.amnesty.org/es/latest/news/2023/03/israel-opt-impunity-reigns-for-perpetrators-of-settler-violence/.
[3]
https://www.amnesty.org/es/latest/news/2023/01/israel-opt-jenin-bloodshed-is-a-horrifying-reminder-of-the-cost-of-impunity/.
[4]
Hay una excepción: las autoinmolaciones que perpetraron alguna vez
palestinos y que nunca llevaron a cabo los sionistas.
[5]
Compartir la tierra de Canaán, Editorial Canaán, Buenos Aires, 2004, p.
131 et passim.
[6]
Ilan Pappé, La limpieza étnica de Palestina, Editorial Crítica,
Barcelona, 2011, p. 104.
[7]
Ibíd.
[8]
Resolución de la NACIONES UNIDAS, nro. 194, 11 dic. 1948. Palestina.
Informe.
[9]
El País, Madrid, 29 dic. 2021.if
Lo subrayado/interpolado es
nuestro.
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