“Neoliberalismo”/capitalismo salvaje globalizado y quiebra de empresas en el Chile Virtual.
Por Eduardo Andrade Bone/ Comunicador social, Analista político/Barómetro
Latinoamericano/ADDHEE.ONG:
En Chile a partir del segundo régimen derechista del empresario sofofo/pinochetista,
Sebastián Piñera Echeñique y que en su campaña electoral cual populista
y demagogo, prometió “tiempos mejores”, hasta el momento solo se ha demostrado
un retroceso en la gestión económica, ofreciendo inestabilidad e incertidumbre
económica en el ámbito empresarial y en el propio crecimiento económico, que se
encuentra más bien a la baja.
En el buen entendido además, que uno de los principios básicos del capitalismo
salvaje globalizado, es el saqueo desenfrenado de empresas y servicios
públicos a través de la privatización de estas, además de la competencia y el
estímulo desenfrenado e irracional del consumismo, a través de créditos
diversos, es lo que lleva aparejado una serie de secuelas que se manifiestan de
diversas formas y que no significan el mejoramiento de las condiciones de vida
de los sectores sociales con menor poder adquisitivo.
Ahora el argumento del régimen de los empresarios de la
derecha chilena sofofa es que toda esta situación desconcertante de la
economía chilena se debe a factores externos y no a la ineptitud e
incompetencia que ha demostrado hasta ahora el régimen de Sebastián
Piñera Echeñique y que se manifiesta en el cierre o quiebra de empresas.
Un ejemplo elocuente de lo anterior, ha sido la caída de diversas
industrias, entre ellas las del rubro del calzado: Shoes&Shoes, Guante,
Gacel, Albano y las tiendas Calzados Beba son algunas de las firmas que han
cerrado o han debido reestructurarse adoptando la importación y afectando la
producción local, lo que refleja que el capital salvaje globalizado se
encuentra en un proceso de decadencia cada vez mayor.
También ha ocurrido el cierre de industrias como IANSA en la ciudad de
Linares, de la empresa danesa de transporte marítimo Maersk en San Antonio, de
Pastas Suazo en Curicó, como el cierre de la fábrica de refrigeradores Fensa y
Mademsa, de la sueca Electrolux, todo lo cual refleja que el proceso de
desindustrialización en Chile continúa profundizándose.
Ya bajo el régimen de Piñera Echeñique en 2018, asistimos
a la caída de Grifería Nibsa por nombrar algunas, se vieron en la obligación de
realizar despidos masivos y reajustar sus procesos productivos. Hoy el sueño de
los falsos tiempos mejores está llegando a su fin”. De esta manera también
Peppermint Chile, reconocida empresa de venta de anteojos de sol en stands de
centros comerciales, comunicó el cierre de los módulos establecidos en
distintos puntos de la geografía chilena.
Bajo el imperio del modelo capitalista salvaje globalizado, a
agosto del presente año, 1.132 empresas en Chile han comenzado a realizar
gestiones ante el síndico de quiebra, lo que se traduce en un aumento de un 30%
si se compara con igual período de 2018. Las cifras han sido dadas a conocer
por la Superintendencia de Insolvencias y Reemprendimiento (Superir), y
difundida por la prensa nacional.
En lo que va corrido del año, empresas ubicadas en la ciudad capital
(Santiago), además de la región de Bío Bío y Maule han sido las más afectadas:
558, 101 y 68 han solicitado la quiebra, en esos respectivos lugares; a lo que
se suman 28 -también de esas regiones- que se han sometido a procesos de
negociación de deudas. Al respecto, las empresas más afectadas están ligadas a
las pequeñas y medianas empresas (Pymes) que bajo el capitalismo salvaje
globalizado son las más vulnerables. Además, hay
actualmente 66.755 empresas que figuran como “morosas”, el 86% está catalogada
como Pyme, las cuales corren el riesgo de tener que cerrar a corto plazo en el
paraíso neoliberal.
La pésima gestión económica de la derecha política (Chile Vamos)/RN,
rebota y perjudica además, sectores como los de la “construcción” y “comercio”,
de allí que las noticias sobre el cierre de empresas se han tomado las portadas
de los medios.
Otro aspecto que destaca la prensa nacional es la caída del comercio
minorista que según cifras de agosto, el sector registró una caída de 0,9% en
ventas, cerrando así su peor semestre en los últimos 10 años, con un avance de
sólo 0,5% en 12 meses.
Lo cierto es que, a la luz de un régimen empresarial de la derecha
sofofa, los sectores económicos del país no logran despegar. Pues de
acuerdo con informaciones procedentes del Instituto Nacional de Estadísticas
(INE), la producción industrial de junio del presente año se contrajo 2,9% en
doce meses. Los sectores manufactureros más afectados han sido los ligados a la
producción de electricidad, gas y agua.
Como "una muy mala cifra" calificó el líder del gran
empresariado, Alfonso Swett, el 1,3% que se expandió la economía chilena en el
mes de junio, revelado por el Banco Central. Frente a las débiles cifras, que
habrían llevado al primer semestre a cerrar con una expansión en torno al 1,7%.
He incluso entidades bancarias como Scotiabank han insinuado la
posibilidad de un “colapso” de la economía del país del cono sur
latinoamericano. JP Morgan opina que Chile a duras penas lograra alcanzar un
crecimiento económico del 2% anual (+-). Un alto ejecutivo del banco Itaú
expresa que el crecimiento económico para lo que queda del año, estará
determinado más por factores internos que externos.
Esto no hace más que confirmar los malos resultados de la economía
nacional que crecerá muy por debajo de las expectativas del régimen de
los empresarios sofofos. Lo cierto, es que todo esto ocurre más que por
razones externas, a factores de mala política de la gestión gubernamental, de
allí que la economía chilena tiende a debilitarse aún más, en un país donde
gradualmente se ha ido exterminando la industria manufacturera nacional, para
depender cada vez más de las importaciones procedentes del sudeste asiático y
de los Estados Unidos.
Cabe destacar además que la OCDE es un tanto escéptica con respecto a
las previsiones de la economía chilena para lo que queda del año, que, desde el
punto de vista de su crecimiento, se encuentra un tanto debilitada y se prevé
incluso que es difícil que pueda alcanzar un 3% anual de crecimiento.
Sosteniendo además que la económica del país sudamericano se manifiesta frágil
y desconcertante, parecido al actual momento económico que vive la Unión
Europea, más expuestas a los reflujos, que los boyantes flujos.
Lo cierto es que el mediocre mundo empresarial sofofo chileno,
observa con incertidumbre los pasos dados en materia económica por su propio régimen,
mientras que otros empresarios, los menos, ven con cierto optimismo el
crecimiento económico para el 2020, el cual estiman sería del 3% anual, sin
tener en cuenta los factores externos, ante una de las economías más
dependiente de lo que ocurre en materia económica y comercial a escala global.
En este sentido cabe destacar, además, que todas las secuelas del modelo
capitalista salvaje globalizado y su expresión neoliberalismo/ultra
neoliberal en boga, se expresa en el crecimiento del desempleo que según cifras
oficiales alcanza al 8%, mientras que informaciones procedentes de
instituciones que siguen el comportamiento económico del país estiman en
alrededor de un 15% la cesantía real. Además, actualmente en el país de “los
tiempos mejores”, el trabajo informal e inseguro, alcanza al 40%. Todo esto
marcado además por la reducción del poder adquisitivo de la clase trabajadora,
el aumento gradual de las desigualdades sociales, el no mejoramiento de las ya
desastrosas pensiones que perciben los chilenos y las consecuencias nefastas
para la gran mayoría de la clase trabajadora chilena.
Ahora todo esto hay que verlo en el contexto de que el 2020
presuntamente se desencadenará una nueva crisis financiera, que dará paso a una
recesión de la económica capitalista salvaje global, según diversos
expertos económicos internacionales. La próxima crisis y recesión podría ser
aún más severa y prolongada que la anterior", refiriéndose a la crisis de
1929 y la del 2008, hay otras proyecciones que apuntan a una caída de la
actividad dentro del lapso de dos años más. Si la primera economía del mundo (Estadounidense)
entra en recesión, la posibilidad de que otras naciones desarrolladas corran la
misma suerte al año siguiente es de casi el 70%, según diversas fuentes
económicas occidentales.
Se observa como si estuviéramos en un período de
transición donde la nefasta guerra comercial de Führer Trump genera
irritación, desconcierto, afectando cada vez a los llamados países emergentes y
en particular a la economía latinoamericana y por ende a Chile. Todo esto en el
marco de los cambios geopolíticos inciertos que se están produciendo a escala
global.
Comunicador Social
Analista Político
Lo subrayado es nuestro.
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