AL TRIBUNAL RUSELL POR PALESTINA EN LONDRES Y BARCELONA. EN EL GENOCIDIO DEL PUEBLO PALESTINO POR EL SIONISMO COLONIALISTA ISRAELÍ CON EL USO DEL ARMA INFERNAL, UN DESAGUISADO, DEMENCIAL, CRIMINAL, DENOMINADO “INTELIGENCIA ARTIFICIAL GENOCIDA”...
“La ciencia, la virtud y la sabiduría se unen en una sola y misma
resultante, la Dignidad del Ser Humano” ADDHEE.ONG.
“Para hacer cumplir las mentiras del presente es necesario borrar las
verdades del pasado. Lo importante no es mantenerse vivos, sino mantenerse
humanos”... George Orwell.
Siendo el
Tribunal Russell el único lugar donde pueden hablar los pueblos y las
organizaciones no gubernamentales al servicio del Género Humano y por ende de
la Humanidad, presentando sus denuncias y las pruebas de sus sufrimientos,
torturas, `persecución y martirio,
nuestros asociados de Berlín, México, Bolonia, Paris, Suecia, Madrid nos
han pedido que les hagamos llegar a las autoridades competentes del Tribunal Russell de Londres y Barcelona
este sobresaliente y oportuno ensayo sobre el Genocidio del Pueblo Palestino
que está llevando a cabo el sionismo colonialista israelí con la complicidad
del régimen de Estados Unidos y los regímenes de la Unión europea,
Inglaterra/OTAN/occidente, del
Professor Franco Berardi/ Bifo de
la Universidad de Bolonia, Italia; “El exterminio inteligente del ser humano
por la inteligencia artificial genocida /IAG”. Con este desaguisado
inventado contra la ley, la moral y la
razón denominado “Inteligencia artificial genocida” para asesinar seres humanos
en las malditas guerras imperialistas, colonialistas, se pretende controlar la
población mundial según el primer artículo del Decálogo de las Piedras Guías de
Georgia/USA conforme con lo preceptuado por los plutócratas empresarios del
Club Bilderberg: Una brutalización monstruosa, una deshumanización en la Humanidad.
El genio es
excelente por su creación y moral o no es genio. Su moralidad no puede medirse con preceptos
corrientes en los catecismos del libre mercado del perverso sistema capitalista
determinista globalizado/hegemónico que imponen los plutócratas oligarcas empresarios
desde el Club Bilderberg.
La conducta del
sabio, del genio es inflexible respecto de sus ideales. Sí busca la verdad, todo lo sacrifica por
ella. Si el bien va recto y seguro por sobre todas las tentaciones de la
celestina universal y del consumismo desaforado. Sí es
un genio universal, lo verdadero y lo bueno se unifican en su ética ejemplar,
que constituye un culto simultáneo por toda excelencia, por todas las
idealidades como lo fue en Leonardo Da Vinci, el professor Alexander Von
Humboldt, el Dr. W. Goethe, el Dr. Karl Marx, el Professor Immanuel Kant, etc. Por eso es raro. Excluye
toda inconsecuencia respecto del ideal, la
ciencia al servicio del ser humano o no es ciencia, la moralidad para
consigo mismo es la negación del genio. Por ella se descubren los
exitistas, autocomplacientes, oportunistas, simuladores, desequilibrados
como Warren McCulloch y Walter Pitts, creadores de la “inteligencia artificial
genocida”. Sólo hay dos tipos de inteligencia, una animal racional y otra animal irracional...
El genio en la
ciencia busca la verdad tal como la concibe, vive sin favores ni prebendas,
como es buscándola y decidido a no
torcer un milésimo de ella. Este afán le basta para vivir. Nunca tienen
alma de burócrata funcionario. Ignorando
esa falsa técnica de los falsos genios universales que sobreviven a la sombra
del Estado o de algún empresario oligarca, dueño de la celestina universal,
simulando el mérito para medrar. El que domestica sus convicciones no es, no
puede ser nunca, un genio al servicio del Género Humano.
La ciencia, la
educación/la cultura constituyen un patrimonio de la Humanidad. Todo intento de
destrucción de una parte por pequeña que
ella sea, de este legado, es una agresión a todos los seres humanos. Cuando
ésta agresión criminal se hace en escala humana y se persigue la
destrucción de todos los valores
espirituales de un pueblo, como es el caso del querido y admirado Pueblo
Palestino, como medio eficaz de aniquilamiento y desaparición a través de la
nueva infernal arma, “ la inteligencia artificial genocida” por parte del
sionismo colonialista israelí con la
complicidad del régimen de Estados Unidos y
los regímenes de la Unión europea, Inglaterra/OTAN/Occidente, la
agresión destructora criminal se convierte en el factor más brutal y perverso
de todos los que constituyen el genocidio.
Para el digno
Pueblo Palestino la defensa de su Nación, la independencia y la libertad de su
Patria es un deber sagrado e inexcusable para todos sus hijos.
Con esperanza y
memoria, le auguramos al admirado y digno Pueblo Palestino una no lejana
victoria contra el sionismo colonialista israelí y sus cómplices los regímenes
de Estados Unidos, Inglaterra, y los regímenes de la Comunidad
europea/Occidente, y la consolidación de
una gran República próspera que crecerá aceleradamente por el potencial
revolucionario de su Pueblo, porque la historia la hacen los pueblos, que
tienen muy claro que solo merecen la libertad y la vida quienes
cada día la conquistan.
Prof. Moreno Peralta/IWA
Secretario Ejecutivo Addhee. Ong
El
exterminio inteligente del ser Humano por la inteligencia artificial genocida:
“Los ojos lo ven, la razón de escandaliza, la Humanidad se resiste a creer, lo que han hecho lo que hacen aun son ustedes barbaros o no saben lo que hacen. Callar hasta hoy a sido cuerdo, callar desde hoy será imprudente y cínico, una impudicia”. Parafraseando al maestro libertador, Lic. José Martí Pérez.
Por Prof. Dr. Franco Berardi
(Bifo Automatización del genocidio: Lavender
Las malditas guerras del siglo XXI las combaten cada
vez menos los seres humanos. Los seres humanos son las víctimas de las mismas,
pero las ejecutoras del exterminio son máquinas. Máquinas manejadas a su vez
cada vez menos por individuos, porque la tendencia implícita en los sistemas de
inteligencia artificial/genocida, que se hallan dotados de capacidades
de autoaprendizaje y de deep learning, es liberar a estos, que son
organismos aleatorios a menudo dotados de conciencia y de sensibilidad, de la
tarea de torturar, mutilar, asesinar y exterminar, y dejar esta tarea en
manos de sistemas dotados de inteligencia.
La palabra «inteligencia» denota la capacidad de realizar
una tarea, independientemente de su utilidad social, licitud ética, etcétera, y
sobre todo independientemente de la emocionalidad. Inteligencia sin
sensibilidad, inteligencia sin conciencia: la máquina inteligente exterminadora
es el producto general del sistema capitalista determinista globalizado/hegemónico
en la era de la automatización inteligente. El nazismo del siglo XX tuvo
que tener en cuenta los límites de la inteligencia emocional, como muestra
Jonathan Little en su terrible novela Les
bienveillantes (2006; Las
benévolas, 2019). El tecno-nazismo del siglo XXI, del que
los sionistas colonialistas israelíes son el símbolo y la vanguardia, se
emancipa de estos límites.
El trabajo de asesinar es agotador, como aprendimos
leyendo esta novela sobre la fatiga psíquica de un SS: el organismo humano
tiene límites físicos y psicológicos de los que la máquina inteligente se
emancipa. Según nos enteramos por un reportaje de Haaretz y
por otro de la CNN,
la fatiga psíquica del exterminio está agotando los nervios de los
exterminadores sionistas israelíes: el suicidio, los trastornos
psíquicos postraumáticos y el autodesprecio afectan a los soldados de las
Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Mi predicción es que estos trastornos son
tan solo el principio de un colapso psíquico generalizado de la sociedad
israelí, que no podrá sobrevivir mucho tiempo tras el Holocausto palestino. El
genocidio está provocando un proceso de desintegración mental del Estado
sionista. Netanyahu, Ben Gvir, Smotrich han armado a Israel contra sí mismo.
El dron es la figura dominante en esta nueva fase del
nazismo: la guerra de Ucrania y el genocidio de Gaza son el teatro de
experimentación de esta nueva fase de la terminación, proceso que
se desarrollará plenamente en el siglo XXI. El dron es una aeronave
caracterizada por la ausencia de un piloto humano a bordo. Su vuelo está
controlado por ordenadores que pueden ver, oír y ejecutar el exterminio. De los
primeros modelos de gran tamaño, que tan solo poseían unos pocos ejércitos, la
tecnología ha evolucionado hasta la construcción de modelos muy pequeños,
operados en grupo (drones enjambre), que se hallan al alcance de
cualquiera dado su bajo precio.
El genocidio sionista colonialista israelí constituye
la primera aplicación a gran escala de esta automatización del
exterminio. No debemos pensar que se trata de un episodio
aislado, no debemos pensar que después de este acontecimiento excepcional, la
guerra volverá a sus antiguos rasgos deshumanamente humanos. La deshumanidad
por fin se ha emancipado de lo humano y puede por fin proceder automáticamente.
En la competición tecnomilitar, las máquinas de exterminio están destinadas a
generalizarse. A partir de ahora, todos los conflictos armados, ya sean guerras
nacionales, religiosas o civiles, recurrirán cada vez más a las técnicas
del exterminio inteligente.
972
La revista israelí 972 publicó
en abril de 2024 el informe más aterrador del que tengo memoria: describe la
estructura epistémica y pragmática de un sistema de inteligencia artificial
diseñado para detectar y atacar objetivos hipotéticamente hostiles. Estos
objetivos pueden ser transeúntes inocentes, niños que vuelven del colegio,
mujeres que van a por agua a la fuente. No importa. El exterminio automático
funciona estocásticamente y la estocasticidad militar no puede ser demasiado
sutil. El sistema de exterminio del sionismo israelí, que lleva el
garboso nombre de Lavender, es, como informa 972
Una máquina especial que puede procesar cantidades
masivas de datos con el fin de generar objetivos potenciales para perpetrar
ataques militares en el curso de una guerra. Esta tecnología resuelve lo que
puede describirse como el cuello de botella verificado tanto en la
identificación de nuevos objetivos como en la decisión de ejecutarlos.
Los seres humanos constituyen, por lo tanto, un cuello de
botella, son un elemento de incertidumbre y de ralentización. Por muy
despiadados y fanáticos que sean, los seres humanos siguen siendo máquinas
indeterministas: la emocionalidad, la incertidumbre y la fatiga pueden limitar
su competencia para asesinar. Es necesario que la máquina inteligente
subsuma progresivamente la totalidad de la secuencia de las acciones que hacen
posible el exterminio: detección visual y auditiva, catalogación, selección,
eliminación. Y, finalmente, autocorrección y autoperfeccionamiento en pos del
fin superior: instaurar el orden allí donde los seres humanos son el caos,
eliminando en consecuencia todo elemento humano.
Lavender ha desempeñado un papel esencial en el bombardeo
de la población palestina […] su influencia en las operaciones del ejército sionista
colonialista israelí ha sido tan enorme que los militares han tratado la
información de la máquina dirigida por inteligencia artificial genocida
como si fueran decisiones humanas […]. El sistema identificó inicialmente a
37.000 palestinos como presuntos militantes y consideró sus hogares como
objetivos de bombardeos aéreos […]. El ejército israelí atacó sistemáticamente
a los individuos seleccionados por Lavender en sus casas, sobre todo por la
noche, cuando familias enteras estaban con ellos […]. Según dos fuentes
a las que interrogamos, el ejército decidió que por cada operativo de Hamás
señalado por Lavender, se le permitía asesinar hasta quince o veinte
civiles […] en caso de que el objetivo fuera un oficial de Hamás, se le
permitía eliminar a cien civiles […].
La solución al problema, añade el oficial, es la
inteligencia artificial. Tenemos una guía para construir una máquina de
creación de objetivos, basada en algoritmos de aprendizaje automático. En esta
guía, hay muchos ejemplos de características que permiten identificar a una
persona como peligrosa, como estar en un determinado grupo de whatsapp, o
cambiar a menudo de móvil, o cambiar con frecuencia de dirección […].
En la guerra no hay tiempo para incriminar a todos y cada
uno de los objetivos, así que tenemos que aceptar un cierto margen de error en
el uso de la inteligencia artificial/genocida, debemos correr el riesgo
de provocar daños civiles colaterales o de atacar a alguien por error y tenemos
que aprender a vivir con ese conocimiento (live with it).
LA DEGRADACION ETICA, UN PROFUNDO ABISMO DEL CINISMO ASESINO DELSIONISMO
COLONISLIATA ISRAELÍ.
Este oficial, cuyas declaraciones recoge 972,
concluye diciendo que después de asesinar a cientos, de hecho, a miles,
de hecho, a decenas de miles de niños, de mujeres, de inocentes, hay que
aprender a «live with it». Vivir con la conciencia de ser un
exterminador. Una expresión abracadabrante que por sí sola nos dice hasta qué
punto ha llegado la degradación ética y cuán profundo es el abismo de cinismo
asesino en el que se ha hundido la totalidad de la población de Israel.
«B» (una fuente de 972) nos dijo que era normal que esta
automatización generara un número mayor de objetivos que alcanzar. Si un día no
había muchos objetivos, porque los criterios de definición eran insuficientes,
teníamos que reducir el umbral de definición. Una y otra vez los soldados nos
presionaban diciéndonos: «Dadnos más objetivos». En realidad, nos lo decían
gritando. «Ya hemos acabado con todos los objetivos que nos disteis ayer […]».
Lavender y sistemas similares, como el llamado Where’s daddy, se combinan para
lograr el efecto de asesinar a familias enteras.
Los órganos oficiales del ejército israelí comentan con
satisfacción estos resultados de la máquina de guerra inteligente:
El Estado sionista colonialista de Israel es un
actor de altas competencias tecnológicas y utiliza estas como parte de su
panoplia de herramientas diplomáticas para convertirse en el líder del diseño
del sistema internacional de gobernanza tecnológica. La necesidad de supremacía
tecnológica se deriva para Israel de las amenazas a las que se enfrenta […].
La eliminación selectiva y la multiplicación de los
asesinatos colaterales son el resultado de un perfeccionamiento técnico del que
el sionismo colonialista israelí es
vanguardia, pero no debemos pensar que se trata de un fenómeno aislado y
puntual. Todo Occidente/USA/Unión Europea/OTAN, Japón Inglaterra debe
dotarse de una gobernanza tecnológica guiada por la inteligencia artificial
exterminadora. ¿Por qué?, ¿Para acabar con nuestro despreciado planeta?
Inteligencia y conciencia
La conciencia, si es que esta palabra significa algo,
es una limitación de la inteligencia
Gaza nos ha revelado la verdad última de la historia humana:
no hay salida a la repetición sin fin del ciclo violencia-venganza-violencia.
Entonces, ¿por qué dudar? Es necesario esterilizar la inteligencia, es
necesario disociar la inteligencia de la naturaleza indeterminista del
inconsciente, de la emocionalidad. Únicamente así podemos entender la inteligencia
artificial en el contexto de una competencia económica y militar generalizada.
La guerra es la continuación lógica de la economía liberal y la guerra requiere
el uso ilimitado de la inteligencia. Pero para poder eliminar los límites de la
inteligencia, debemos saber lo que Yuval Harari señala en su libro Homo
Deus (2016): la disociación de la inteligencia de la conciencia es
la condición para proceder a un uso ilimitado de la primera. La conciencia, si
es que esta palabra significa algo, es una limitación de la inteligencia. Me
refiero a la conciencia ética, que significa conciencia sensible, incorporada.
El trabajo de matar, que es el trabajo más importante de la actualidad, la
inversión más importante de la economía terminal, deviene tanto más productivo
cuanto más la inteligencia (homicida) se emancipa de la conciencia (ética).
La emergencia de la inteligencia artificial se revela
como la consecuencia de la obsolescencia humana
Desde que el sionismo ha transformado a la población
israelita en el corazón de las tinieblas del supremacismo contemporáneo, Israel
se ha convertido en la Endlosung-Machine [máquina de la
solución final]. Por ello sabemos que nunca habrá una posguerra. Ya
nadie puede creer que habrá paz en momento alguno del futuro, porque el
exterminio se ha incorporado a una máquina que se autocorrige, se perfecciona,
se conecta y se expande, una máquina que nadie tiene la capacidad de
desactivar. La emergencia de la inteligencia artificial se revela como la
consecuencia de la obsolescencia humana y simultáneamente como la condición
para la subyugación técnica definitiva de los seres humanos. Esta es la verdad
esencial que hay que saber sobre la inteligencia artificial en la era de la
guerra total asintótica. Todo lo demás es pura palabrería concebida para perder
el tiempo.
La vida paranoica de Israel está marcada por esta
molecularización del terror
Aviv Kochavi, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de
Defensa de Israel, declaró que la metodología bélica israelí se inspira en la
teoría rizomática de Deleuze y Guattari. La proliferación asimétrica de la
guerra de micromáquinas es la mejor definición de la idea de convertir objetos
cotidianos como buscapersonas y walkie-talkies en armas de
destrucción masiva. Sólo los lectores ingenuos podían creer que la metodología
rizomática de Deleuze y Guattari es una teoría para la liberación. En realidad,
se trata de algo mucho más complicado y articulado: esa metodología
conceptualiza primero el modelo económico basado en la distribución molecular
del control capitalista. Después, la inscripción molecular de la guerra y el
terror en cada fragmento de la vida cotidiana y de las cosas de uso común. La
vida paranoica de Israel, un país que está permanentemente obsesionado por el
odio de las poblaciones de su entorno y que siempre lo estará (durante los
pocos años que le será concedido sobrevivir antes de que se suicide) está
marcada por esta molecularización del terror.
La guerra de exterminio es, si me permiten el macabro juego
de palabras, la killer application de la inteligencia
artificial. La inteligencia artificial puede haber nacido con intenciones puramente
científicas, o puramente económicas, o incluso con ingenuas intenciones
humanitarias. Pero su uso perfecto, específico y último es el exterminio. En
los últimos años hemos oído hablar de regulación ética de la inteligencia
artificial, hemos oído hablar de alinear la tecnología con los «valores»
humanos. Son insustancialidades privadas de todo sentido. En primer lugar, ¿qué
significan los valores humanos? ¿De qué universalidad estamos hablando? ¿De la
universalidad del beneficio, de la competencia económica, del crecimiento
ilimitado? ¿O de la universalidad de otra cosa? ¿Quién es el amo de la
universalidad desde el momento en que toda la humanidad está culturalmente en
guerra?
La idea del alineamiento de la inteligencia artificial con
los valores humanos es exactamente lo opuesto de lo que ha ocurrido y está
ocurriendo realmente en el mundo de la investigación y la aplicación de esta:
nuestras facultades cognitivas se han alineado con el formateo digital del
mundo, lo cual ha estado sucediendo durante los últimos cincuenta años, proceso
que ha llegado ahora al paso final: alinear la inteligencia artificial con el
imperativo del exterminio, que domina el inconsciente y la ferocidad de la
selección natural. La totalidad de los discursos acerca de la ética de la
inteligencia artificial son imbecilidades, porque se basan en la eliminación y
el olvido del uso militar de la misma, que domina la investigación, la
financiación y el uso de esta tecnología: inteligencia impulsada por la
demencia, la psicosis, el horror.
Recomendamos leer Franco Berardi, Bifo, «¿Podría
haber acabado Israel de otro modo?», «La
Edad de Piedra», ¿Qué
estoy haciendo?, «La
desintegración del mundo blanco»; Júlia Nueno Guitart, «La
fábrica cibernética de objetivos militares en Gaza», artículos todos ellos
publicados en Diario Red; y los libros de Franco Berardi, El
tercer inconsciente (2022), La
segunda venida (2021), Futurabilidad (2019), Fenomenología
del fin (2017) y Quarant’
anni contro il lavoro (2017).
Lo subrayado/interpolado
es nuestro
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