Chile: en Solidaridad con Palestina y Líbano denuncian el terrorismo sionista.
COMUNICADO
Las organizaciones e instituciones miembros de la Asociación
de Entidades Palestinas de Chile (ADEPAL), condenamos los actos
terroristas, genocidas y expansionistas del invasor sionista en territorio de
Palestina y recientemente el Líbano.
Durante las últimas semanas el mundo ha sido testigo de una
nueva y cobarde arremetida sionista en contra de la población civil, siendo la
cuarta nación que Israel ataca justificando hacerlo por la paz. Siendo elocuente que esa, “su paz”, implica
la destrucción y el genocidio de los demás.
¿Acaso es posible moralmente aceptar o reconocer a una
nación cuyo fundamento, así como de su misma existencia, es el robo y el
exterminio de los demás? ¿Qué otra evidencia necesitan los gobiernos, esos que
pretenden ser democráticos, para no dejarse extorsionar por el sionismo y velar
como es su deber por la representación de los pueblos que exigen una Palestina
libre?
Hoy, ya todos podemos evidenciar como parasita el sionismo
del judaísmo para llevar a cabo sus intenciones racistas y genocidas, para
consolidar un estado donde solo algunos tendrán derechos y los demás serán
sometido al hierro, que es el lenguaje que el sionismo ha establecido como su
aspecto cultural más destacado. Chile no es la excepción.
Quienes lideran la colonia sionista en este país profitan
del judaísmo para crear una retórica de victimismo absurdo, cuando ya es de
público conocimiento que no solo son capaces de mentir, vociferando noticias
falsas, por ejemplo sobre supuestos bebés decapitados por palestinos, además,
se afirman en su propia mentira, cuando sus cabecillas exigen liberación de
rehenes, mientras que sus agentes han rescatado menos “secuestrados” de los que
ellos mismos han asesinado, en tanto estos han sido liberados, cumpliéndose así
con la directriz Hannibal.
De modo tal que la falacia, la amenaza y la extorción, son
modus operandi del sionismo mundial, y esto también en Chile ha constituido la
fórmula utilizada por aquellos que, como Israel, las usan para acallar a
quienes se atreven a denunciarles. Nosotros no callaremos.
Ad portas de cumplirse un año de iniciado esta nueva
arremetida genocida por parte de los invasores sionistas, las cifras revelan
que, solo en esta masacre, existen números que creíamos que solo podría
ostentar una ideología tan vil como la nazi. Superando el sionismo a su propio
maestro en la crueldad y en la ausencia total de moralidad.
Por tanto es imperativo detener en todos los niveles y en
todo lugar acciones como estas, pues ya todos atestiguamos que el racismo exacerbado,
otrora denunciado por el mismo professor Dr. Albert Einstein (entre
muchos otros personajes notables), la
eugenesia y la aplicación de genocidio de los palestinos como “solución final”,
tal como hicieron los nazis, son características esenciales que definen al
sionismo. Combatirlo es fundamental, pues se trata de una lucha por la
supervivencia humana. Esto es entendido así también por judíos que impotentes
ven como sus creencias son utilizadas para justificar el asesinato de más de
40.000 civiles y el hambre para asesinar lentamente a otros cientos de miles.
Conminamos al Gobierno de Chile, a cumplir con sus
obligaciones para con el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, y rompa
relaciones diplomáticas, comerciales y militares con el terrorismo sionista,
cuya ideología hoy es una amenaza para la paz, la democracia y la integridad
humana.
Contacto para prensa:
Rafael Riadi Mahias (Abu-Saif) / Coordinador Nacional de
ADEPAL
Correo electrónico: info.adepal@gmail.com
Teléfono de contacto: +56 9 7
762 41 22
Comunidad
Sionista de Chile: cómplices del régimen colonialista israelí
No podemos dejarnos amedrentar por acusaciones de
antisemitismo o negacionismo que es concretada por su propio actuar
negacionista frente a los crímenes de lesa humanidad, el genocidio llevado a
cabo por más de siete décadas contra el Pueblo Palestino.
La comunidad sionista de Chile, también conocida como
Comunidad Judía de Chile (CJCH) ha expresado su cólera frente a la decisión del
gobierno chileno, presidido por Gabriel Boric Font, de presentar un escrito de
apoyo a la demanda presentada, originalmente por Sudáfrica, ante la Corte
Internacional de Justicia (1) En ese documento, el país africano
acusa al régimen nacionalsionista israelí de llevar a cabo un genocidio contra
el Pueblo Palestino.
La reacción de los chilenos de creencia judía y cuya
organización reivindica, mayoritariamente, su ideología sionista, no es
extraña. Esto, pues el colectivo agrupado en la CJCH es fiero defensor del ente
nacionalsionista israelí y sus actos. Esto de tal manera es así como, resulta
más creíble designarlos comunidad israelí en Chile, que su apelación a
creencias religiosas o ideológicas. Su fidelidad a un régimen extranjero es
mayor que el respeto a las autoridades políticas que los rigen en el territorio
chileno. Son admiradores de personajes como Netanyahu, Avigdor Lieberman,
Itamar Ben Gvir, Bezalel Smotrich, Benny Gantz y otros sionistas irredentos y
críticos feroces de sus conciudadanos chilenos.
Una CJCH que mayoritariamente, y nobleza obliga dar a conocer
que, existen también creyentes judíos, que no son sionistas y más aún condenan
los crímenes cometidos en su nombre, criticando al régimen nazi sionista, que
toma las banderas del judaísmo y el semitismo, en una simbiosis falsa y
despreciable. Una CJCH que suele lanzar toda su artillería de ofensas y
desprecio contra el gobierno chileno, acusándolo de tener conductas
destempladas y de continuos ataques a la entidad israelí del procesado primer
ministro Benjamín Netanyahu, contra quien pesa, igualmente una orden de
detención internacional por crímenes de guerra y lesa humanidad junto a su
ministro de guerra Yoav Gallant.
El mandatario chileno es acusado de agresivo y
distorsionador frente a lo que los sionistas chilenos denominan “la realidad de
Israel” ocultando de esta forma el carácter genocida del ente sionista y tratar
de limpiar su imagen y manipular la historia, al presentar el actual exterminio
del Pueblo Palestino como si este hubiese comenzado el 7 de octubre de 2023,
tras la legítima Operación Tormenta Al Aqsa llevada a cabo por las fuerzas de
la resistencia palestina frente al invasor israelí. La ocupación, colonización y exterminio del Pueblo Palestino, no
comenzó el 7 de octubre del 2023, sino que se extiende ya por 76 años, cuando
se fundó un ente que llamaron Israel en mayo de 1948.
Efectivamente, el día 12 de septiembre de este 2024 se
presentó, ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), por parte del gobierno
chileno, el llamado escrito de intervención (2) en el marco de la
demanda presentada por Sudáfrica contra Israel sobre la aplicación de la
Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio en la Franja
de Gaza. Una declaración efectuada al amparo del artículo 63 del Estatuto de la
CIJ, que establece el derecho de cualquier Estado a intervenir en un proceso
ante dicho tribunal, cuando se trate de la interpretación de una convención en
la cual también es parte. La cancillería chilena sacó una declaración pública
dando cuenta de esta decisión.
Un texto que también alude a lo que fue la Opinión
Consultiva de la CIJ sobre las consecuencias jurídicas derivadas de las
políticas y prácticas de Israel en el Territorio Palestino Ocupado (TPO)
incluida Jerusalén Este, concluyendo que, el régimen de restricciones
integrales impuesto por la entidad nacionalsionista israelí contra los
palestinos en el TPO “constituye una discriminación sistemática basada, entre
otras cosas, en la raza, la religión o el origen étnico”.
El gobierno chileno, con plena razón, afirma en su escrito
que el organismo de justicia dependiente de la ONU debe mirar con especial
énfasis las declaraciones de políticos y militares israelíes, del más alto
nivel que han hecho llamados a asesinar a todas las personas que viven en la
Franja de Gaza e ignorar las diferencias, si son parte de la resistencia armada
o simplemente civiles. El escrito chileno argumenta además que, la incitación
al genocidio efectuado por civiles y militares israelíes es un delito autónomo,
castigado bajo la Convención, incluso si no produce el resultado esperado por
el autor, si no existe relación causal entre el discurso y los actos
posteriores, y si de ello no se deriva ningún acto de genocidio.
El alegato chileno hizo estallar de indignación a los
adherentes del ente genocida israelí en Chile, que sacaron urbi et orbi una
declaración pública. Allí vomitan todo su desprecio al presidente chileno y a
todo aquel que se atreve a sacar a la luz y denunciar los crímenes de lesa
humanidad, el genocidio, los crímenes de guerra cometidos por la entidad
nacionalsionista israelí. Un régimen criminal constituido en referente de esta
CJCH que ciega, sorda y muda trata de invisibilizar décadas de crímenes y
justificarlos bajo un victimismo crónico y ante el cual gran parte de las
sociedades del mundo, incluyendo aquellas de los países donde sus gobiernos son
aliados incondicionales del régimen israelí han decidió denunciarlo como
hipócrita y cómplice. Me refiero a Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania,
Francia, entre otros, cuyos ciudadanos exigen el fin del genocidio y el castigo
a los criminales que, desde el 7 de octubre de 2023 han asesinado a 43 mil
palestinos, el 70% de ellos mujeres y niños. 100 mil heridos, un proceso de
limpieza étnica donde además se ha destruido el 75 % de la infraestructura de
Gaza: escuelas, universidades, hospitales, iglesias cristianas, mezquitas,
carreteras, calles, obras civiles. Cifras monstruosas que según la Revista
Médica Británica The Lancet quedan cortas en materia de muertos, pues la cifra
de víctimas letales hay que elevarlas, conservadoramente, al menos a186
mil (3)
La Comunidad Judía de Chile (léase, también y reitero esto,
como Comunidad Sionista de Chile) está presidida por la abogada Ariela Agosín
Weisz, abogada. La sicóloga Dafne Englander como directora ejecutiva. Bartolomé
Abramovich, cientista político, coordinador de asuntos públicos (que reemplazo
en el cargo a al abogado Gabriel Silber (ex diputado democratacristiano y uno
de los principales lobistas de Israel en Chile) y finalmente, en el cargo de
directora de comunicaciones la periodista Yael Schiff Mordoj. Los ataques
contra el gobierno chileno han llegado al extremo de acusar al presidente
chileno – apoyado en ello por el embajador sionista en Chile Gil Artzyeli –
como un gobierno antisemita y que su empeño principal es atacar a Israel. Una
defensa de un régimen genocida, contra viento y marea, de una manera que
resulta más creíble denominarlos Comunidad Israelí en Chile, que su apelación a
su creencia religiosa o ideológica.
Resulta hipócrita exigirle, al presidente chileno, una
posición de mudez y mirar para al lado para que “adopte una posición
equilibrada que promueva la paz y el entendimiento”. Esto es
inaceptable, sobre todo cuando el régimen israelí está empeñado en exterminar a
la población palestina en una adaptación del plan de solución final del Tercer
Reich. Es evidente la manipulación y la desinformación implícita en esta
despreciable declaración de los sionistas chilenos, sobre todo cuando pretenden
situar el actual proceso de exterminio como una respuesta a la legítima
operación político-militar de la resistencia palestina el 7 de octubre del
2023. No es así, incluso antes del nacimiento de esta entidad que denominaron
Israel en mayo de 1948 los sionistas comenzaron a ocupar, colonizar y
exterminar la población palestina. Este proceso criminal no cumplirá un año, se
extiende por 76 años.
Afirman los sionistas chilenos agrupados en la CJCH que, las
declaraciones del mandatario chileno “producen un enorme daño a la paz
social en Chile”. Pero… ¿en qué mente distorsionada cabe la idea que el
denunciar a criminales, genocidas, usurpadores, a una “sociedad de ladrones”
como lo definía el propio político de origen polaco David Grün (conocido como
David Ben Gurion) puede afectar nuestra paz social? Una muestra evidente de la
megalomanía y mitomanía que afecta a los “Israel lover”. Las decisiones del
gobierno chileno presidido por Boric, han sido hasta ahora acertadas, se unen a
la legítima acción de propiciar el castigo a entidades que violan los derechos
humanos más básicos, de millones de palestinos, como también libaneses,
iraquíes, sirios, entre otros pueblos.
El crónico cuento que denunciar y llamar a castigar los
crímenes de la violenta sociedad israelí, puede generar un recrudecimiento del
antisemitismo es inaceptable. No podemos seguir amplificando este cuento
delirante, falso, delirante e hipócrita. Los únicos antisemitas son los colonos
sionistas extranjeros que ocupan Palestina, que despojan de sus tierras al
Pueblo Semita Palestino. Los únicos antisemitas son los extremistas israelíes,
que asesinan día a día a hombres, mujeres y niños del pueblo semita palestino.
Los antisemitas son aquellos que bombardean al pueblo semita libanés, sirio,
yemení, iraquí.
En esta línea de señalar que la comunidad sionista chilena
siente temor del aumento del antisemitismo, se han expresado otras figuras de
la CJCH como la periodista Patricia Politzer. Profesional, que tras el 7 de
octubre de 2023 ha tomado un papel de auto declarada activista sionista. Con
críticas también al presidente chileno dadas a conocer en medios
internacionales. Una Politzer que frente al régimen nacionalsionista señala
“Israel para los judíos es garantía de seguridad. Como judío, puedo vivir como
se me antoje gracias a que existe el Estado de Israel” como también ha
expresado que “Boric no calibra el miedo de los judíos chilenos”
Frente a esta peregrina afirmación me preguntaba ¿Qué miedo?
¿No pueden salir a la calle? ¿Se les impide circular libremente por el país?
¿Se bombardean sus sinagogas? ¿Se destruyen sus escuelas, centros médicos, se
les lanza fosforo blanco? ¿Se les detiene, ultraja, se les hace pasar por
centros de control como animales? ¿Acaso se les controla en cientos de puntos
de control impidiéndoles transitar libremente? ¿Tal vez se les detiene, expulsa
o confina hasta ubicarlos en enormes campos de concentración negándoles
atención médica o se les deja morir de hambre? (4)
Dicho en buen romance, lo afirmado por la Señora Politzer es
puro cuento, de una bajeza que pretende sacra la lágrima fácil, sin sustento
alguno. Parte del lavado de imagen de aquellos que, en base a mitos, pretenden
presentar títulos de propiedad fundados en la creencia exótica, que un dios los
tiene por un pueblo elegido y a quienes les prometió una tierra. El adoptar y
adaptar la lengua hebrea o darle un origen semita a nombres que no poseen ese
génesis (5) es parte de la estrategia de dominio del sionismo,
amparado por el imperio británico desde fines del siglo XIX hasta el fin del
mandato de este país en mayo de 1948 y posteriormente por Estados Unidos y los
suyos, tras la Segunda Guerra Mundial.
Las contradicciones y evidente intríngulis narrativa de esta
CJCH se expresa, en toda su magnitud, en el párrafo donde vuelven a poner en el
tapete el cuento del antisemitismo y afirman “como se ha dicho, criticar a
Israel no es antisemita. Pero, apuntar a Israel con oprobio y buscando
sanciones internacionales desproporcionadamente con respecto a lo que se hace
contra cualquier otro país o grupo terrorista en el medio oriente, sí es
antisemita” La incongruencia de esta idea , se expresa en los
efluvios del temor al inevitable castigo que le espera a una sociedad regida
por criminales, donde al fin la comunidad internacional se decida a sancionar
severamente al régimen más criminal que haya dado la humanidad en los últimos
80 años.
No podemos dejarnos amedrentar por acusaciones de
antisemitismo o negacionismo que es concretada por su propio actuar
negacionista frente a los crímenes de lesa humanidad, el genocidio llevado a
cabo por más de siete décadas contra el Pueblo Palestino. Requerimos un Tribunal Penal Internacional con sede en Al Quds, en la
explanada de las mezquitas, como paso lógico, que permita dar las sentencias
más altas que tenga el derecho internacional a asesinos de niños y mujeres. A
aquellos que violan a los prisioneros palestinos, a los que han construido un
muro de apartheid, a los que han robado bienes y territorios al Pueblo
Palestino durante 76 años. A quienes impiden el retorno de los refugiados.
Es tal la hipocresía de esta CJCH que sostienen en el
párrafo final de su declaración “reiteramos, una vez más, sin perder la
esperanza de ser escuchados, nuestro llamado al respeto por las víctimas… “Es increíble
la hipocresía de esta gente, pues si de verdad creyeran eso, deberían condenar
abiertamente los crímenes de la sociedad israelí, exigir el fin de la
ocupación, la colonización y el exterminio, llevado a cabo contra un pueblo
pacífico como el palestino. Si de verdad sus palabras fútiles tuvieran
honestidad deberían entonces, sumarse al llamado internacional de detener a Netanyahu
y su ministro de la guerra Yoav Gallant (6) y dejar de construir una
entidad sobre la sangre del Pueblo Palestino.
Si de verdad creyeran aquello de respetar a las víctimas
deberían exigir entonces, sanciones ejemplares a las tropas SS – soldados sionistas
– que en un 99,9% son responsables de crímenes de guerra y lesa humanidad.
Soldados que han violado a mujeres, que han mutilado a niños, que violan a los
prisioneros palestinos y que se regocijan de sus delitos. Terminar con el lobby
para favorecer en Chile a las industrias de armas israelíes, que sirven para
generar estados de verdadera fractura social. Si de verdad hablan de esperanza
en ser escuchados, eleven su voz por el fin del genocidio palestino. Si esto no
sucede todo es, pura y vana palabrería, como a las que nos tiene acostumbrada
la Comunidad Israelí de Chile (CJCH).
1.- https://news.un.org/es/story/2024/01/1526992
2.- https://www.minrel.gob.cl/noticias-anteriores/chile-presenta-ante-la-corte-internacional-de-justicia-su-escrito-de
3.- https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(24)01169-3/fulltext
4.-
https://segundopaso.es/2024/06/26/7648/la-activista-sionista-patricia-politzer-boric-no-calibra-nuestro-miedo/
5.- Chaim Weizman. Nacido en Motol, Rusia, se
nacionalizó británico en 1910. David Ben Gurion nacido como David Grün en
Polonia. Se asentó en Palestina en 1906. Moshe Sharett, nació en Rusia, su
nombre original era Shertok. En 1906 se asentó en Palestina donde fue activo en
el Movimiento Laborista judío. Levi Eshkol, nacido como Levi Shkolnik en
Ucrania Golda Meir. Nacida como Golda Mabovitz en Kiev, Ucrania. Su familia
emigró a Milwauki en 1906. En 1921, junto con su marido Morris Meyerson (el
nombre fue cambiado a Meir en 1956), se trasladaron y asentaron en Palestina.
Jordán). Menahem Begin Nacido en Brest-Litovsk, Rusia (ahora Brest,
Bielorrusia). Ytzhak Shamir Nacido en 1915 en Ruzinoy, un pueblecito del Este
de Polonia. Su apellido era Jazwernicki y lo cambió. Ehud Barak, Nacido como
Ehud Borg, hijo de inmigrantes de Europa del Este en Palestina. Posteriormente
adoptó el nombre hebreo de Barak. Ariel Sharon, su nombre real Arik
Scheinerman, nacido en Palestina durante la ocupación británica en 1929, de
padres inmigrantes rusos colonos sionistas en Palestina. Shimon Peres, su
verdadero nombre Shimon Perski, nació en 1923 en Vishnia, Polonia (ahora
Bielorrusia). https://www.nodo50.org/pretextos/isrrael1.htm.
Lo subrayado/interpolado
es nuestro
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