Chile: La represión continúa, y “la cocina mediática mercurial por una “Nueva Constitución” también…
A tres años de la Rebelión Social la
represión contra el derecho a manifestarse continúa: ¿Qué te pasó Boric?
Leal a la vocación histórica del
Estado autoritario, conservador y racista de Chile, la administración Boric,
tal como anunció su presidente por cadena nacional de medios masivos de
comunicación, llevó a las calles del país a 25 mil efectivos policiales. Se
desconoce el número desplegado de la policía civil y del lumpen que ya en otras
ocasiones ha operado en el marco de manifestaciones sociales con la anuencia y
vínculos estrechos con los uniformados (¿la tercerización de la violencia
paraestatal?), incluso usando armas con munición real, como en la zona de la
Estación Central de Santiago el pasado primero de mayo, donde fue asesinada la
periodista Francisca Sandoval en medio de protestas populares.
Sin mediar provocaciones, la
artillería policial mantuvo el entorno de la Plaza Dignidad permanentemente
gaseado de bombas lacrimógenas, dispersando gente a punta de violentos
pistonazos de los carros lanza-aguas dirigidos sobre el cuerpo de los
manifestantes que incluso se encontraban en las aceras peatonales.
Al respecto, mediante un audio,
Carmen Soria, hija del diplomático Carmelo Soria asesinado por la dictadura cívico
militar en 1976, señaló que, «yo estoy en Plaza Dignidad y ustedes (el
gobierno) son una vergüenza. Tienen a la policía reprimiendo con gas pimienta,
guanacos y zorrillos. Están igual que (el régimen de) Piñera. Son unos
«progres» que les están lamiendo las botas a la Concertación. Y el discurso de
Boric es el de un demagogo peligroso. Lamento profundamente haber votado por
ustedes. Tienen la Plaza Dignidad sitiada, ni siquiera dejan manifestarse».
Por su parte, el historiador y
académico de la Universidad de Chile, Sergio Grez, aseguró que, «hemos presenciado
en las distintas ciudades, como Santiago, Concepción, Valparaíso y otras,
escenas muy similares a las que vivimos hace tres años durante el gobierno de
Piñera. La misma estrategia de copamiento, por ejemplo, de la Plaza Dignidad,
con una cantidad desproporcionada de policías, con su misma brutalidad policial
e intransigencia», y agregó que, «si a alguien le faltaban elementos para
terminar de convencerse de la continuidad de las políticas neoliberales capitalistas
y represivas, además de la subordinación del actual gobierno a los grandes
poderes transnacionales financieros – bancarios/agiotistas, agrícolas monopolistas
dueños de la Celestina Universal, hoy tiene una prueba más de ello. Las
esperanzas populares han sido profundamente defraudadas y lo que viene en los
próximos tiempos no es para nada alentador. Este cuadro represivo, esta forma
impúdica de cubrir las brutalidades policiales, so pretexto de que se trata de
un cuerpo al servicio de la ciudadanía destinado a combatir el crimen y la
violencia, hacen augurar tiempos muy oscuros y sombríos para la mayoría
ciudadana».
Cuando se cierra esta nota, aún
no hay informaciones confirmadas de la cantidad de personas heridas y detenidas
por Carabineros en Santiago y en las principales ciudades del país donde se
realizaron movilizaciones por las necesidades sociales que amplios sectores de
la población resienten duramente, más allá de borradores constitucionales y
programas de gobierno incumplidos. Sí, en efecto, se sabe de la detención de la
comunicadora y corresponsal de un prestigioso medio extranjero, Carola Trejo,
arbitrariedad que ha sido profusamente denunciada por las redes sociales.
Si un gobierno es su programa,
este gobierno ya finalizó. Las reformas comprometidas en materia tributaria, de
seguridad social y laboral, salud, vivienda y educación, diseñadas y pactadas
con los grandes grupos económicos y con el gremio patronal agrupado en la
Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), mediante el ministro de
Hacienda y exjefe del Banco Central durante una década, Mario Marcel, ya no
tienen nada que ver con los cambios originales, mientras sus costados más
progresivos han sido sacrificados en el altar del manido argumento de no
desincentivar la inversión. Por el contrario, en un intento vano y sobre ideologizado
de intentar apreciar el peso respecto del dólar, el Banco Central ha quemado 25
mil millones de dólares de las reservas fiscales en el mercado de divisas, sin
éxito: un dólar persiste en mantenerse a alrededor de mil pesos chilenos.
Asimismo, las tasas de política monetaria, dogmáticamente, se han elevado hasta
11,25 por ciento, con el supuesto objetivo de aminorar una inflación galopante
que hacia fines de 2022 se calcula en alrededor de un 15 por ciento acumulada,
encareciendo los créditos productivos y precipitando con más saña una crisis
multifactorial y recesión abierta que están costeando las clases trabajadoras y
el pueblo a través de la caída del salario, el empeoramiento de sus condiciones
laborales y la destrucción sistemática de lo que resta de sindicalización con
capacidad de negociación en el país.
Tal como los procedimientos
coactivos para enfrentar el derecho a manifestarse, que incluyen la
militarización multiplicada de los territorios ancestrales mapuche y el uso de
los tribunales como medio complementario de la represión contra las
disidencias, así también el capitalismo neoliberal y su crisis, pronosticada
para Chile como la de peores consecuencias del continente por el FMI, se
intensifica por minuto el descontento social, económico y político. El gobierno
de Boric autoproclamado progresista, pero sin proyecto de desarrollo propio ni
fuerzas sociales que lo sostengan, perdió tempranamente el consenso social y
sólo se está dedicando a administrar el garrote, cuando ya carece de recursos
para zanahorias.
El mal menor/Boric y la clase politicastra/castrense corrupta no terminan de ponerse de acuerdo en el montaje sobre “La nueva Constitución”: “La cocina de la Sofofa”.
El régimen actual, el mal menor/Boric, es la continuación del tartufismo, del mal mayor que encabezara Patricio Aylwin Azocar, en el contexto de la política bajuna – cambiarle el nombre a las cosas para mostrar que estas cambian – que impuso la dictadura cívico militar por orden de la clase oligarca empresarial, financiera/bancaria/agiotista, agrícola monopolista y el capital buitre foráneo y, que profundizaron los régimen concertacionistas/ Nueva Mayoría en la administración de la herencia orwelliana con el encadenamiento de la constitución/artilugio de 1980 vigente hasta nuestros días.
El mal mayor Patricio Aylwin Azocar,
principal conspirador junto a Eduardo Frei y Agustín Edwards en el golpe de Estado
militar fascista/1973, que por orden del régimen de Estados Unidos llevaron a
cabo las fuerzas armadas – “La reserva de la doble moral de la sofofa”- jamás vencidas,
que asesino al presidente constitucional de Chile Dr. Salvador allende Gossens y
a miles de ciudadanos simpatizantes del Gobierno Popular. Hoy, el régimen del mal
menor/Boric, le levanta una estatua al conspirador frente al palacio de la
moneda junto otros presidentes, con el beneplácito y aplauso de la clase
oligarca empresarial, financiera- bancaria/agiotista agrícola monopolistas/sofofa
y de su testaferra la clase burguesa politicastra/castrense/corrupta,
evidentemente con el dinero de las saqueadas arcas fiscales.
Una pregunta: ¿Cuándo van a
levantar las estatuas del inefable dictador asesino Pinochet Ugarte y del
inefable Sebastián Piñera Echeñique?.
Apropósito de la nueva constitución
elaborada y sancionada soberanamente por el Pueblo en el marco de una Asamblea
Legislativa constituyente, publicaremos una vez, más las exigencias del
Movimiento Social Popular 18 de octubre Chileno Mapuche al respecto, Asumiendo
plenamente la reflexión del compañero Presidente Dr. Salvador Allende Gossens sobre
la nueva Carta Magna: “que el Pueblo por primera vez entienda que no es desde arriba, sino de las raíces mismas
de su propia convicción de donde debe nacer la Carta Fundamental que le dará su
existencia como Pueblo Digno, Independiente y Soberano.
La Asamblea Legislativa
Constitucional en funciones es la expresión suprema del poder del Pueblo/el Soberano.
Como tal no admite condicionamiento, limitaciones ni parámetros. Ningún dictado
extraño a su seno puede recortar sus potestades.
Cuando el Pueblo se constituye en
Asamblea Legislativa Constituyente que es el primer Poder del Estado, vuelve al
origen de su ser político y es dueño de organizarse con la más irrestricta
libertad y nadie puede fijarle temas, ni actitudes, como nos sean sus propios integrantes
por la expresión democrática del voto libre y secreto. No reconoce poderes por
encima de ella misma, porque es fruto indiscutido y legitimo de la Soberanía Popular.
Solo la Asamblea Legislativa Constituyente
autónoma, soberana y libre podrá cumplir este mandato renovador con que la ha
investido el Pueblo. Solo así podrá servir con dignidad y honra a la patria y a
sus ciudadanos. La hora de las convenciones y asambleas sumisas y de los
parlamentos vasallos ha pasado. El Pueblo ha rescatado el manejo de sus propios
destinos y no puede renunciar a ellos ni enajenarlos los votos voluntarios del Pueblo,
en un proceso libre nos da titulo irrenunciable para hablar en su nombre y en
su defensa.
La independencia y soberanía de
la Asamblea Legislativa Constituyente nos imponen a todos, ineludibles deberes.
El primero es un deber de responsabilidad institucional y de cooperación patriótica.
Una Asamblea Legislativa Constituyente dividida por antagonismos insalvables,
dividida en su unidad superior de poder constituyente será inapta para cumplir
sus elevadas funciones. La Asamblea Legislativa Constituyente está obligada por
respeto al Pueblo que ha depositado su confianza a un trabajo infatigable y fecundo,
y a una austeridad sin macula.
El Pueblo Chileno ha sido
traicionado, socavado por una honda crisis de la moral pública y sus arcas
fiscales saqueadas por los autos designados representantes del Pueblo, que deberían
ser paradigmas de limpieza moral y honestidad.
La constitución que ambicionamos debe,
desde luego, reconocer el derecho del Pueblo a designar a sus gobiernos
nacionales y regionales y tan pronto la constitución apruebe el principio
fundamental y normativo dispondrá la convocatoria a elecciones de presidente,
congresales y municipales.
El mandato histórico de la
Asamblea Legislativa Constituyente compromete a los ciudadanos constituyentes a
elaborar una constitución que asegure, para hoy, mañana, y siempre el gobierno
del Pueblo por el Pueblo y para el Pueblo, de la Democracia mayoritaria con
respeto por las minorías.
Con esperanza y memoria, no hay mal
que dure 100 años, ya está cumpliendo 50 años, ni Pueblo digno, libre, y
soberano que lo soporte
Prof. Moreno peralta/IWA
Secretario Ejecutivo ADDHEE.ONG
No hay comentarios:
Publicar un comentario