Estados Unidos utiliza a las derechas fascistas para controlar a Latinoamérica:
La catástrofe ética/moral del capitalismo salvaje globalizado en el Planeta.
Por Diego Olivera Evia/escritor, comunicador social, analista
internacional/Barómetro Internacional:
Nos pareció importante seguir analizando. los avances de los modelos
fascistas en Brasil, Chile, Argentina, Colombia, con distintos puntos de vista
y raíces desde Europa, los vínculos del presidente Macri, vienen de las
camorras Italiana, sus ancestros inmigraron para crear, una camorra, logrando
impulsar la empresa Fiat, vendiendo autos y creando ingresos de manera
fraudulenta, Macri ha logrados comprar jueces y fiscales, para cubrir sus
desfalcos y estar en cuentas en Panamá y el Caribe, fraudulentas no solo del
sino de sus hijos, ahora con sus vínculos con Trump y el sionismo, han creado
una nueva alianza, del nuevo fascismo o la Supremacía Blanca, para lograr
controlar los mercados.
De la misma manera la victoria en Brasil del fascismo, nos muestra que
el triunfo de Bolsonaro, representa un propuesta fascista, militarista y de
odio, sus amenazas de asesinatos a opositores, ya existen listas de condenados
a muerte por las bandas fascistas, mostrando odio a los campesinos, a los
movimientos sin tierra, a la dirección y a los obreros que apoyan al Partido
de los Trabajadores, el racismo brasileño es muy extraño, porque se nutre
de sectores sociales pobres, pero desprecian a los opositores,
La victoria de Bolosnaro, de propuestas de combatir a la corrupción, se
desdibuja al ingresar a funcionarios corruptos, a su equipo del régimen,
la misma presencia del Fiscal, que metió preso a Lula, es ahora el Ministro de
Justicia, otro hecho inmoral para evitar su salida. Los mismos militares apoyan
las acciones violentas, las amenazas a las bandas en las Favelas, donde los
narcos y los sicarios son amenazados, no pudieron ser controladas por el
ejército, cuando lo ordeno Temer, ahora se verá la realidad. El otro hecho
típico del fascismo es el racismo, y serán los afroamericanos pobres y
los indígenas, serán agredidos por cagaceiros (bandas de sicarios), para tomar
las tierras y crear una desforestación del Amazonas, considera un patrimonio
Mundial, hasta “apoyado por Estados Unidos”, pero la realidad es que el
capitalismo y las trasnacionales depredadoras, obvian los acuerdos
mundiales y no respetan a la desprestigiada Organización de Naciones Unidas.
El Fascismo en Colombia de Uribe/Duque y CIA se manifiesta de
otra manera, las mafias de la droga han alcanzado, el nivel más grande de
producción de drogas, cocaínas, marihuana, entre otras para copar el mercado de
estupefacientes para el mercado estadounidense, baja las miradas indiferentes
de la DEA y las bases militares de Estados Unidos, realmente es una farsa, pero
lo grave son los asesinatos de campesinos y luchadores sociales, indígenas,
como los ex guerrilleros de la FARC, en un acuerdo de paz fallido, por la
derecha Colombia con Uribe a la a la cabeza, violaron la amnistía de los ex
guerrilleros, siendo asesinados y varios no fueron amnistiados.
Los indígenas son los desplazados y agredidos por los grupos
paramilitares, bandas de asesinos al servicio de los narcos y los latifundistas,
aunque los Fiscales y Jueces hacen vista gorda a su presencia militar, como si
fueran fantasmas, una nación pirata al servicio de la droga y los monopolios.
Estos hechos no molestan al Führer Trump, que ha manifestado que no le
molestan los Dictadores, los apoyan y son parte del sistema, del fascismo
coexistir con los criminales, con la destrucción de las naciones, en este
sentido Macri regalo a los británicos, las Malvinas y parte del Sur de
Argentina a EEUU y los fascistas sionistas, controlando parte de la Patagonia,
realmente nuestra América ahora vive una nueva invasión.
Alguna a precisiones sobre el origen italiano del Fascismo
Para abordar el fenómeno fascista en América Latina es imprescindible
investigar sus relaciones con el modelo original italiano y el impacto de la
política de Italia en la región. El primer objetivo es poner al descubierto las
muchas ambigüedades, incertidumbres y lecturas equivocadas que ocurrieron en
ambos sentidos durante esa época, en particular desde el lado italiano. Así se
llega a dibujar un mapa de encuentros y (sobre todo) desencuentros que matizan
la influencia y “difusión” del fascismo de origen italiano en Latinoamérica,
abarcando entre otros aspectos algunos elementos culturales e ideológicos.
Se detectan así los límites de expresión y propagación de un fascismo
verdadero con respecto a otros fenómenos “nativos” de América Latina como las
dictaduras cívico militar y algunos movimientos políticos nacionalistas
y a marcar así un ámbito más preciso de utilización de la categoría “fascismo”
en la región. Además es importante apuntar a la geopolítica de Italia en
América Latina -tema casi desconocido en las investigaciones- y ponerla en
relación con la actividad de los demás países interesados en la región.
La geopolítica italiana es la de una potencia mediana que tiene sus
principales intereses en otras áreas, pero considera a Latinoamérica como un
sector importante para implementar algunos proyectos como la colonización, el
comercio, el abastecimiento de recursos estratégicos y el apoyo solidario
“latino” a la política de expansión imperial de los años treinta.
El modelo capitalista lleva a una catástrofe Global humana.
El análisis de la pobreza y la desigualdad debe ser puesto en el
contexto más amplio de las nuevas condiciones globales. El capitalismo salvaje
globalizado actual ha cambiado radicalmente categorías económicas clásicas
como el trabajo, hoy considerado un costo variable susceptible de ser ajustado,
y el conocimiento, que adquirió más importancia al tiempo que se masificaba.
Si el modelo empresarial de posguerra era Ford y el de los 90,
Microsoft, el de hoy es Wal-Mart, con sus productos baratos procedentes de
China y sus empleos basura. Este nuevo contexto de empresas globales y trabajo
flexible es particularmente relevante para América Latina, que, si bien goza de
una prosperidad inédita debido al auge de las commodities, sigue siendo la
región más desigual del planeta.
Como consecuencia de todo esto, el resentimiento de los trabajadores se
ha agudizado: se sienten desprotegidos frente a Estados frágiles e ineptos,
mientras que las empresas, cada vez más pragmáticas, minimizan de todas las
formas posibles la importancia del trabajo y los sindicatos se transforman en
burocracias inútiles frente a la dura realidad del empleo informal y flexible.
Para algunos cientistas sociales, ese resentimiento explica el hecho de
que tantos trabajadores que en el pasado se inclinaban hacia la centroizquierda
hoy se acerquen a la extrema derecha. Frente a ese panorama perverso, el lúcido
Sennett observaba, en los primeros años de este siglo, apenas tres débiles
iniciativas innovadoras.
Los sindicatos, agencias de empleos: los regímenes de las satrapías imponen a oficio como los emprendedores, los propineros, los autónomos, etc., sin ningún tipo de ayuda social.
La primera consiste en que los sindicatos funcionen como una suerte de
agencia de empleos capaces de «comprar» cuotas de planes de jubilación
complementarias y asistencia para repartir entre sus miembros, lo cual
generaría un mínimo sentido de la solidaridad. La segunda es que las personas
tuviesen siempre, en la medida de lo posible, más de un trabajo parcial, de
modo de estar mejor preparadas frente a la inevitable pérdida de alguno de
ellos. Finalmente, Sennett preveía un Estado que implementara programas de
renta mínima, como Bolsa Familia, para aminorar el sufrimiento más agudo.
Periodista y analista internacional
Los subrayado es nuestro.
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