jueves, 16 de noviembre de 2017

LA VENIDA DE DOS PAPAS: ¡Perdonar es cristiano, olvidar no!




                Se encuentra próxima la llegada del Papa a Chile, lo que naturalmente ocasiona en el pueblo una sensación de ansiedad y alegría, cosa lógica ya que, para nosotros los católicos, es el sucesor de Pedro, en el cual Jesús fundó nuestra iglesia.
                   Sabido es que la última venida de un pontífice fue ya hace algunos años cuando “reinaba en Chile el dictador Augusto Pinochet Ugarte”, puesto en el poder por dirigentes políticos autodenominados “cristianos” como Eduardo Frei Montalva y su seguro servidor Patricio Alwyn Azocar, los que fueron  piezas fundamentales y determinantes para que los militares dieran el golpe de Estado, con todos su horrores, con todos sus crímenes, en suma afloró en ellos algo oculto y no esperado   en un cristiano: El fascismo, que es una de las más bajas  expresiones de la conducta humana, que su perversidad no se detiene  ante nada, enemigo acérrimo de los grandes valores de la Humanidad, que no se detuvo ni siquiera ante un Premio Nobel de Literatura como lo es Pablo Neruda, figura que pertenece al patrimonio cultural de toda la humanidad . Aún así, fue asesinado.
                 A la conspiración golpista  se sumaron otras figuras políticas pertenecientes a partidos claramente sediciosos, pero que no contaban con la total simpatía de los  militares.Fueron estos“cristianos” los que tienen quizás la mayor responsabilidad en el desencadenamiento  del horror en Chile ya que si no hubieren propiciado el golpe, el ejército no lo habría dado.
                Dentro de este contexto llegó Juan Pablo Segundo al país  y sin vacilación de tipo alguno fue a visitar al dictador Pinochet en el Palacio de La Moneda, saliendo al balcón y retratándose con el más cruel de los dictadores, comparándose cualitativamente con Hitler.Gran decepción produjo su visita al país ya que quedó la clara sensación que el dictador había  salido fortalecido con la venida del Pontífice.Y que el pueblo de Chile había sido ignorado en sus peticiones de apoyo, de ayuda, de socorro  frente al terror que lo invadía por la crueldad y los crímenes del dictador,  y con  la complicidad de los dueños del poder económico la sofofa,  que en absoluto fueron ajenos al genocidio de los chilenos, los que después alegarían desconocimiento de lo que ocurría en el país. Era claro que, aunque se diga que no, que el pontífice obedecía a la línea política de los sectores más conservadores de Chile,o sea a los más poderosos.  Y para sellar su voluntad conservadora continuó tomando medidas para que el clero chileno  terminara encerrado en las iglesias, asentando un gran golpe a la labor evangelizadora del Cardenal Raúl Silva Henríquez y del sacerdocio, inspirados en el Concilio Vaticano Segundo  y que por ello  habían salido de los templos para vivir encarnadamente el evangelio entre los pobres y explotados.

                    Recordando en primer término, al cardenal Raúl Cardenal Silva Henríquez, cabe decir que  siempre estuvo muy cercano a sus ovejas, y como buen pastor, iba delante de ellas guiándolas y defendiéndolas. Consecuente con esto, y al comprobar el salvajismo y crueldad del régimen cívico militar, creó el Comité Pro Paz y más adelante la Vicaría de la Solidaridad para defender a los perseguidos, iniciativa que salvó miles de vidas. Su gestión como cardenal, como sacerdote, como pastor sin miedo ni tibiezas defendiendo sus ovejas, lo ha hecho un ser humano santo y es un deber de la jerarquía del clero el postular su beatificación y posteriormente elevarlo a los altares.

Al Cardenal Silva Henríquez se le sumaron otros sacerdotes  como Monseñor Enrique Alvear,  Obispo Tomás González Morales, Monseñor Fernando Ariztía Ruiz, etc. - A pocos meses de la apertura del campo de concentración de Chacabuco, en pleno desierto visitó a los presos políticos Monseñor Artiztía. La dictadura le había preparado una suite fuera del campo de concentración, la que éste cristiano consecuente con el evangelio de Cristo, rechazó, con estas palabras: “Yo pernoctaré en el campo de concentración, con los presos políticos, porque si Cristo estuviera vivo, también haría lo mismo” -, de gran trayectoria en la defensa de los derechos humanos, Pierre Dubois,  Eugenio Pizarro Poblete, y otros más.
La fidelidad con el evangelio llevó a otros sacerdotes al martirio, y así cabe recordar a los que fueron asesinados  por los militares con la complicidad de los dueños del poder económico,algunos de  comunión diaria y de rosario en mano, como lo fue Jaime Guzmán Errázuriz, ideólogo del Opus Dei y así dieron muerte  a  Miguel Woowar  Iribarri; Antonio Llidó ; Juan Alsina ; Andrés Jarlán  Poursel; Gerardo Poblete; Omar Venturelli ; Leonel Leoneli ; Esteban Marié Pesle Demenil. Y ahí están estos religiosos completamente olvidados.Parece no ser bueno difundir sus sacrificios. Como colofón, acentúo que “¡perdonar es cristiano, olvidar no!”
Penoso es decir también  que muchos de los sacerdotes que se comprometieron en la defensa de los  derechos humanos fueron perseguidos no solo por la dictadura sino que  también por los sectores reaccionarios del clero, siendo el cardenal  Fresno, conocido por el pueblo como monseñor Freno, el  que estaba al frente de la Iglesia,  y él  no fue ajeno a esta persecución. Cabe decir que ante el asesinato del padre Andrés Jarlán se interpuso una querella contra los autores del crimen, pero Fresno ordenó desistirse de ella. Y que igualmente, junto con Onofre Jarpa, fueron los que pusieron fin a las protestas del pueblo, salvando de ese modo al dictador, siendo esto también el nacimiento de lo que se llamó Concertación, o la nueva derecha, la misma que traicionó al pueblo de Chile, al Presidente  Salvador Allende  Gossens y a  todos  los caídos, entre estos en muchos casos, a sus propios parientes. 
Volviendo a la época del Cardenal Raúl Silva Henríquez es muy sabido que en esos tiempos nuestra Iglesia  creció mucho, las vocaciones sacerdotales se multiplicaron, consecuencia directa de haberse la Iglesia alineadocon los pobres y perseguidos, con los predilectos de Jesús. Puede decirse que esta fue una época de esplendor  de  nuestra Iglesia.



El Papa Juan Pablo II en Chile:
                                 Pero la obra de Juan Pablo Segundo continuó y el resultado final hasta el día de hoy  se concreta en una iglesia recluida en los  templos físicos, en medio de canto gregoriano e incienso, en una iglesia silenciosa,callada frente a la realidad de una sociedad carentes de valores, donde los ideales consisten en tener dinero a cualquier precio, donde la corrupción ha infectado los círculos del poder, donde se niega nuestra fe, donde la cobardía moral y la inconsecuencia invade nuestra realidad, donde contamos con una jerarquía eclesial tibia, que no se compromete, que calla y no denuncia, como es su deber, que queda la clara sensación que el compromiso es con los poderosos empresarios y no con los pobres, donde se aplica una economía inmoral como lo es la neo liberal de mercado que hace posible  la idolatría del dinero , la avaricia y la usura , y Dios pasa a ser relegado a un segundo o tercer lugar. En suma, la profunda decadencia que ha invadido a Chile, también ha cogido a una parte importante del clero, especialmente a aquellos que tienen la responsabilidad de dirigir la Iglesia. No cabe otra explicación dado que ellos  guardan silencio frente a lo que ocurre en Chile, abandonando sus deberes y  sus ovejas. Recientemente la Conferencia  Episcopal  de Chile ha sacado una declaración con un contenido bonito pero que no llama a terminar con la economía neo liberal de mercado, madre  de mucho de lo que ellos denuncian, y como ya se dijo, de la avaricia y la usura, y de mucha injusticia para el pueblo. Resultado de eso es que todo continuará igual, ya que no han arrancado la raíz del mal. Igualmente la jerarquía de nuestra iglesia está llamando a votar en las próximas elecciones presidenciales y de parlamentarios, lo que no hace otra cosa que tratar de mantener la realidad decadente que tenemos. El pueblo está protestando contra la corrupción, la injusticia, y mucho más, y lo hace absteniéndose de concurrir a votar, lo que debe ser respetado por cuanto lo contrario sería presionar a los que en conciencia han decidido NO VOTAR...
                             Ahora la línea que Juan Pablo Segundo le imprimió  a la Iglesia y de la cual se ha hablado precedentemente ha traído otras consecuencias y una de ellas es que nuestra Iglesia, al confinarse en los templos físicos y mantener una conducta tibia frente  a la realidad ha dejado un  gran vacío . Este vacío que ha dejado la Iglesia Católica  en este y otros planos ha permitido el crecimiento de las Iglesias Evangélicas, las que han ido ocupado el terreno abandonado , y han sido ellos los que han salido con firmeza  al encuentro de los que promueven el matrimonio igualitario, el aborto y las relaciones contra natura. Puede decirse también que los fieles de las iglesias evangélicas han crecido y los de nuestra han ido disminuyendo paulatinamente.


                                  Pero  se dirá que tiene que ver todo esto con la visita del Papa Francisco.
                                  Si, tiene mucho que ver con la llegada del Papa. Nuestra realidad de la que se ha hablado tiene  una vinculación con la llegada del Pontífice, y esa vinculación es la esperanza.La esperanza que la llegada de Francisco al país  cambie esta realidad lejana del evangelio y retorne la curia al papel que le corresponde.


Se trata que tenemos la esperanza que el Papa Francisco  termine con el oscurantismo que invade al clero  de nuestro país,  que les recuerde que tienen un compromiso sagrado, no con los poderosos y dueños de la celestina universal / el dinero, sino que con la Hermana Pobreza, con Jesús, que la ruta a seguir está trazada por el caminar del Pobre de Asís, por el santo Alberto Hurtado, por Sor Teresa de Calcuta, que deben salir a las calles, a las poblaciones , que deben caminar adelante de los pobres y necesitados y defenderlos de los lobos . Que si esto se cumpliera tendríamos una iglesia libre de ataduras, una iglesia profética, una Iglesia transparente y diáfana como un amanecer, donde  las aves cantan al unísono sus hermosos y dulces  trinos  saludando  al Creador , y que el  Espíritu Santo  renueve  nuestra Iglesia y guie  al clero, a  los fieles, por el camino del Evangelio , de la solidaridad que lleva a la Justicia, y en consecuencia, a la paz, tendríamos la Iglesia de los pobres, para los pobres...


                  ALEJANDRO  GUZMÁN  BARBÉ.
                                ABOGAD/ ESCRITOR/ ENSAYISTA.

PS: Lo subrayado es nuestro.

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