“Cuando menor es un país, mayor debe ser su confianza en sí mismo, y su
sentido de la dignidad”
“Los Derechos Humanos y los derechos de la madre naturaleza, son hijos
de la misma dignidad. Maestro Eduardo Galeano de la Patria Continente América
Latina y el Caribe
El que aspira a parecer, renuncia a ser. Para ser hay que estar siendo,
es decir, luchando- “Luchar es vivir” Dr. W. Goethe: Esta militancia cívica
suele deparar hondas satisfacciones, pero tiene sus exigencias. No se puede, ni
se debe actuar a medias de lo posible. Es preciso darse por entero, consagrarse
sin reservas. Algo así como una reviviscencia de la alternativa hamletiana: Ser o no ser.
De mis queridos maestros: “Maestro (a) formador del Ser humano y de su
conciencia social- Jesuitas, del Prof. Dr. Viterbo Osorio Satelices, Prof.
Mario Ahumada Leoncini, R.P Casimiro Allegaret, los Senadores Alejandro Chelen Rojas,
Dr. Salvador Allende Gossens, Prof. Dr. Pedro Vuskovic Bravo, etc., aprendí que
el credo supremo de todo idealismo, la dignidad es univoca, intangible, intransmutable.
Es decir, síntesis de todas las virtudes que permite a la persona llegar a
ser, ser humano. Los pueblos enajenados
por la corrupción, el consumismo, la degeneración, la impunidad, regidos por
espíritus omisos, carecen de dignidad, del sentimiento de honor, de pasado,
presente y futuro, son rebaños y muchos miembros esclavos. Las personas
dignas están obligadas a luchar contra las mil rutinas que los serviles,
tartufos, felones, pragmático, contemporizadores usan para sobrevivir en su vidorria. Se apartan de toda complicidad con la
corrupción, la indignidad, la impunidad, la felonía y la traición, entregando
su vida antes de traicionar a su pueblo y sus ideales. Van rectas, solas, para no
contaminarse del bellacamiento o
servilismo que les imponen los dueños de las celestina universal / el dinero,
la oligarquía empresarial farisea sofofa a sus testaferros, epígonos
domesticados…
La dignidad siempre la veo en la cima de las
virtudes del ser humano. Ella es indispensable para alcanzar el progreso humano
en la Humanidad. Es la resultante del contraste perpetuo entre los enemigos del
ser humano, la oligarquía empresarial farisea, dueña de la celestina universal
y su cómplice, la burguesía/ clase media / masa indolente, y las mentes dignas,
progresista y creadora de personalidad firme. Estas últimas son el objetivo
principal a destruir por la plutocracia y sus testaferros y si esto no fuera
posible, hay que frivolizarlas. Estar vivo, no es vivir. Pocos viven. La
mayoría de individuos, mediocres sin personalidad, acomplejados, sobreviven en
su vidorria consumista, capitalista salvaje globalizado, piensan con cabeza
ajena y son incapaces de formarse
ideales propios, pues sólo tienen rutina en el cerebro y prejuicio en el
corazón…
El Prof. Dr. Viterbo Osorio Satelices,
un genio creador en la ciencia del ser humano, me comentó, en pleno proceso de
la Reforma de la Universidad del Norte, Chile, “La Revolución Francesa dio
libertad política a sus descendientes, más no supo darles esa libertad moral
que es la base de la dignidad”… El burgués,/ clase media/ pragmático contemporizador,
enriquecido, merece el desprecio del oligarca empresario más que el odio del
proletario / obrero/ desclasado, aspirante a la parásita burguesía / clase
media. No hay peor jefe que el antiguo asistente, ni peor amo que el antiguo
lacayo. La taifa empresarial oligarca farisea, desdeñan a los advenedizos, los
consideran una competencia peligrosa para sus intereses, porque conocen las
formas más brutales de explotación y enajenación a los trabajadores. La esclavitud/
la servidumbre, lleva mucho tiempo de ser abolida. Los países no se creerían
civilizados, si formalmente no respetaran los acuerdos internacionales
relacionado con los Derechos Humanos. Pero, la esclavitud infantil, de la mujer
y de todo tipo, mimetizada existe. Los esclavos no son propiedad de sus amos,
pero buscan la tutela ajena. La hipocresía, la mentalidad canija / gregaria de
los régimen y de las organizaciones internacionales, paladines defensores de la
ley, de los derechos humanos, del niño, de la mujer, de los pueblos indígenas,
etc., no se transmutó al declarar los derechos del ser humano, valga de
redundancia: La libertad, la igualdad y la fraternidad ganada por la Revolución
Francesa. Pero son ficciones que permanentemente los alagan. Sin redimirlos.
Hay tendencia, índoles que sobreviven a todas las leyes igualitarias y hacen
amar el yugo y al látigo. Los regímenes burgueses y sus medios mediáticos
mercuriales de (in)comunicación globalizados, machacan con su consigna: La
lucha por la igualdad para tranquilizar a los marginados. Se oculta
hipócritamente, perversamente, que desde tiempos de la Grecia culta, sus
filósofos denunciaban que aplicar la igualdad a las personas que están en
desigualdad de condiciones sociales, sólo
se conseguía profundizar la desigualdad. La hipocresía es el homenaje
que le brinda el vicio a la virtud.
Las leyes, los decretos no puedes
dar carácter al amorfo, neutral/ apolítico, ni la dignidad al envilecido, y
afán de libertad al servil. Por eso, en democracia en la “medida de lo posible”
los caracteres mediocres buscan naturalmente su bajo nivel: se domestican. ¿Qué
importa la dignidad? : Regímenes capitalistas salvajes globalizados, perversos
con descaro imponen la educación y la atención médica, derechos del ser humano
como bienes de consumo por y para el
lucro. Se combate la delincuencia infantil sin precisar que ésta es un fenómeno
social, con causas sociales concretas, sin solución por décadas. Los niños
material y moralmente desamparados, presas de la miseria, la pobreza, el
narcotráfico, sin hogar ni escuela, lo único que le ofrece Estado de Derecho
que debía protegerlos, es una brutal represión y la cárcel, por parte de los
aparatos represivos y el régimen de
turno.
Como colofón acentúo que el
modelo de sociedad capitalista salvaje globalizado / nuevo orden mundial/ la
piedras guías de Georgia /USA, en vez de imponer un trabajo embrutecedor,
enajenante, etc., respetara el derecho al trabajo digno, creador de hábitos del
esfuerzo, seria la mejor escuela del carácter. Pero enseña a odiarlo,
imponiéndolo precozmente como una ignominia desagradable o un envilecimiento
infame, bajo la esclavitud de yugos y de horario, ejecutados por el hambre o
por la avaricia. En esta maldita sociedad capitalista salvaje globalizado, los
que no naufragan por la indigencia educacional / cultural – la educación es un
bien de consumo por y para el lucro – encallan en el trabajo rutinario,
embrutecedor, paso inicial hacia una degradación completa. Ignoran que cada
esfuerzo, de dignidad, consolida nuestra
firmeza. Cuanto más dura es la verdad que hoy denunciamos, tanto más fácil será
mañana pronunciar otras a voz en cuello.
La sociedad minada por la hipocresía, todo conspira contra la dignidad y
las virtudes ciudadanas: Los políticos y los militares y los jueces se
corrompen., reina la impunidad, y la injusticia social. Los politicastros y la
taifa corrupta castrense sin ideales son incapaces de resistir las prebendas,
los sobornos, los cohechos, etc., de la oligarquía empresarial farisea sofofa,
Los pobres de carácter, no resisten. Ceden ante el vicio, las drogas y la depravación,
la pérdida de su dignidad iniciase cuando abren los ojos a la prebendad que
estremece su estómago inclinándose ante la mano del poderoso que hoy le otorgan
una limosna para sobrevivir y mañana le
manejan la rienda. El individuo empieza a despertar recelo, el envilecimiento
colectivo es grave. Cuando la dignidad parece absurda para los dueños de la
celestina universal y es frivolizada, la domesticación de los mediocres ha
llegado a su extremo…
“No hay libertad, democracia y
justicia que valgan, si falta la dignidad…”
Con esperanza y memoria
Prof. Galvarino Jaramillo
Pflucker,
Vicepresidente ADDHEE.ONG
Prof. Moreno Peralta / IWA
Secretario Ejecutivo ADDHEE.ONG
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