viernes, 6 de junio de 2025

¡NO MATARAS!...

 

¡NO MATARAS!...

Coloquio internacional por la Dignidad y la defensa de los Derechos del Ser Humano y del Entorno Ecológico. Organizan Revista Latinoamérica Un Pueblo Continente mr. Codeh /Codes Chile Berlín, Cesal e.V, Addhee.Ong, Berlín/ Alemania 1995

La doma del individuo, su  transformación de animal irracional a una persona civilizada ha requerido un largo, lento y paciente camino.  Las conquistas prácticas de la humanidad: los derechos humanos, los derechos del niño, los derechos de la mujer, etc. Fijadas en forma de leyes, constituciones o lisa y llanamente en forma de costumbre, no solo son puestas en tela de juicio, sino que conculcadas a menudo por los enemigos del género humano, el sistema capitalista determinista globalizado/hegemónico que impone la clase oligarca empresarial plutócrata financiera- bancaria/agiotista, agrícola monopolista a través de su testaferra, la clase burguesa politicastra castrense corrupta. La menor ocasión hace salir a la luz del día, salvajes atavismo y vuelve, una vez más a echar por tierra todo lo que parecía conseguido para siempre.

Si nosotros buscamos la meta  provisional de la  humanización en la realización de las exigencias espirituales que desde Zoroastro, Sócrates y  Lao Tse han sido  establecidas por algunos gobernantes progresistas de la humanidad,  hemos de admitir que la humanidad de hoy en día, todavía está infinitamente más cerca del gorila que de la persona. La meta es, llegar a ser humano, es decir, una persona capaz de sentir la injusticia ajena como propia. Pero ésta  se ve cada día más lejana....

Hace varios miles de años, la ley hebraica del culto  Pueblo  Hebreo o Israelita, ordenó en el marco de un  riguroso hebraísmo fundamental: ¡no matarás!... desde entonces, no ha pasado un minuto,  en que las sombra de Caín no se haya mantenido erguida sobre nuestro desgraciado planeta.

1919, el barón Wrangel, precisó en Berna, en un encuentro internacional por la Defensa de los derechos del ser humano. La necesidad de que,  en adelante, nadie pudiera ser obligado a  asesinar o matar a otras personas, “ni siquiera como servicio a la patria o en cumplimiento de órdenes militares superiores”. Sus palabras fueron aplaudidas consideradas valiosos y aprobadas  por  unanimidad de los asistentes. Pero, ¿qué ha sucedido en realidad? La ley, el mandamiento  que Moisés entregó en nombre de Dios al Pueblo Hebreo en el Sinaí ha sido restablecida varios milenios más tarde, con limitaciones pragmáticas y en una versión  ambigua y tímida, por un reducido grupo de personas  de buena voluntad.  Ni un solo pueblo civilizado del mundo a  incorporado a sus leyes, constitución, sin limitación, la prohibición de asesinar o matar a otras personas. Hoy, gobiernos democráticos dirigentes políticos religiosos y millones de individuos por ignorancia o a causa de reacciones emocionales y viscerales son partidarios de la venganza,  del ojo por ojo,  diente por diente.  La pena de muerte, para combatir el terrorismo, la criminalidad, la delincuencia,  la violencia en la sociedad de consumo,  a  pesar de que la experiencia les haya demostrado el fracaso rotundo de sus leyes vengativas. La mayoría de estos individuos se consideran religiosos, cristianos, católicos, musulmanes, etc. Todos discípulos de Jesús, de Lao Tse, de Mahoma, etc., todos tienen una posición dubitativa frente al  derecho a la vida. Católicos y cristianos en general, condenan el aborto por ser  éste  un asesinato, un crimen, pero paralelamente aprueban la pena de muerte o pena capital para el individuo que ha asesinado a otra persona. Esto habla en contra  del valor  de aquellas grandes exigencias,  el respeto por la vida, por los derechos del ser humano y niegan sin más, las posibilidades de progreso de la humanidad.

Cientos de ejemplos podría  citar para denunciar la barbarie, la violencia que la humanidad se encuentra sometida, a diario, malditas guerras imperialistas, genocidios de pueblos, etc. La verdad es  que  el valor  de las exigencias humanas y los reconocimientos antes citados quedan muy lejos frente a las tristes experiencias que diariamente debemos constatar y soportar...

La Rama Valparaíso Aconcagua de la Asociación Americana de Juristas  asume  el ¡No Matarás!

El 3  de Junio de 1996 en el canal de televisión de la Universidad Católica en  su programa  Viva el lunes, - en adelante se lo llamará ¡Viva la muerte!- en el marco e la competencia por la sintonía y de obtener un ingreso, una utilidad extra el director y sus  comunicadores sociales, consultaron a sus televidentes por teléfono la opinión sobre la pena de muerte o pena capital. De los trescientos mil individuos consultados, el 80 por ciento estuvo de acuerdo con ella, y de esto se desprende, en contra de la ley de Dios, ¡No mataras!

Como se dice que el Pueblo Chileno es mayoritariamente católico y el canal de televisión de marras pertenece a una universidad de la iglesia católica, yo creo que ésta, a través de su autoridad competente debería a la brevedad posible, pronunciarse frente al resultado de la encuesta antes citada... Una vez más, reitero “no hay  ninguna razón  que justifique la pena de muerte. El énfasis debe estar no en quien  merece morir, sino quien tiene el derecho a matar”....

El mandamiento, la ley de Dios, no matarás,  a sido honrado y seguido de hace algunos miles de años por miles de seres humanos de buena voluntad. Al antiguo testamento, le siguió el nuevo testamento, el Jesús libertario fue posible, la humanidad produjo a un Gandhi, un Luther King, un Goethe, un Dostoievski, una Gabriela Mistral, un Pablo Neruda, etc. Y siempre ha existido una minoría de personas que creen en el ser humano, que cumplen unas leyes que no se hayan escritas en ningún código del mundo, que se niegan firmemente a asesinar y a odiar, aunque por esto se vieran torturados o privados de su libertad. Para  saber valorar a estas personas y estos actos, para superar la duda de la evolución del animal irracional a la persona, hay que creer en el ser humano. Los que creemos en este y luchamos cada día por llegar a ser, ser humano, los cristianos, los agnósticos y religiosos consecuentes, las personas de buena voluntad repetimos la antigua y siempre presente exigencia de: ¡No Mataras!

Aunque todos los códigos del mundo prohibiesen un día  el asesinar en malditas guerras o manos del no menos odioso verdugo nuestras voces no enmudecerán jamás: ¡No mataras!...  Porque es la condición fundamental de todo progreso, de toda humanización, y  ¡se mata y asesina tanto cada día! Porque no solo asesinamos  en las estúpidas y malditas guerras imperialistas, en las estúpidas ejecuciones, matamos a cada paso.  Matamos cuando por comodidad, oportunismo y cobardía, consentimos con indiferencia que se violen y conculquen los derechos del ser humano, del niño, de la mujer, que pisoteen el estado de derecho, la constitución y las leyes, que se destruya la naturaleza, que  millones de seres humanos  sobrevivan en la miseria, que niños y jóvenes se prostituyan para mantener a sus familias, etc. Para el creyente consecuente, todo no 
reconocimiento de la vida, toda indiferencia, toda cobardía, toda insolidaridad, todo desprecio y vejación a la Dignidad del ser Humano no es más que matar. Por consiguiente, no solo podemos  matar lo presente, sino el futuro.

Cada uno de nosotros sólo tiene una misión,  con respecto a la Humanidad.

Nuestro deber, como persona,  es  el dar, en nuestra propia, única y personal vida, un paso más en el camino del animal irracional al ser humano...

Colofón: el convicto Trump y su testaferro el delincuente fugitivo de la CPI, nazisionistas, genocidas del Pueblo Palestino, continúan en la matanza de mujeres y niños en Gaza y el Cisjordania:¿ que no han entendido estos genocidas de la Ley Hebraica, No Matarás?

- La jerarquía de la Iglesia Católica condena el aborto, porque es un crimen de un niño por nacer, el futuro de la Humanidad: ¿y los niños del Pueblo Palestino de Gaza y Cisjordania?

- El régimen estadounidense de Trump y el  de Netanyahu del régimen sionista colonialista israelí, ignoran las resoluciones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea de la ONU, no reconocen las decisiones de la Corte Internacional de Justicia/CIJ y de la Corte Penal Internacional de Justicia CPI, y no respetan la opinión pública, simbolizan el caos político y moral del sistema internacional.  Nuestro desgraciado planeta sobrevive una crisis de civilización.

- “Bajo el sistema el sistema capitalista determinista globalizado no hay destino viable para  la Humanidad”... ¡Sapere aude!

Todo está dicho, pero como nadie hace caso, hay que volverlo a repetir...

Prof. Moreno Peralta/IWA. Secretario ejecutivo Addhee.Ong.

PS: Texto traducido al alemán, francés e inglés, y publicado por la señora Gerda Böttcher, directora de la Revista Latinoamérica un Pueblo Continente MR, Berlín, Alemania.

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