ENTRE BASTIDORES

Dr. Mariano Sierra
S./ escritor, jurista y analista internacional/ADDHEE.ONG:
Como
entender el mundo. ¿Que nos cuenta dar un poco de sí? Nada, pero cuanto nos
está costando no hacerlo... La destrucción de la vida
En
el contexto de la vida vivimos un mundo metafórico con ocultamientos donde la
mentira y el engaño son trascendentales que desdibujan la realidad configurando
crisis sociales y políticas nefastas de gran impacto futuro. Todo efecto de un
cambio es definido por el desafío y la verdad del impacto mismo. El cambio nos enfrenta
a un statu quo socio político de muchos tiempos, costumbres, emociones, vacíos
y efectos de poderes contrincantes de generaciones que no hicieron gestión de
renovación alguna, dejando la nación en precaria posición.
El
principio de un relevo es el ideario de ver la problemática de los pueblos y el
visionar como se abordan los problemas, comprendiendo y conociendo el sentir
humano para visualizar el futuro desde los hangares estructurales del orden. El orientador y dominador de los derechos ideológicos,
políticos y económicos con su fuerza destructora, es el insensato capitalismo,
que además dispone de su capacidad para moverse estratégicamente dejando las líneas
rojas, puntos débiles cual talón de Aquiles. Alguien dijo... Busquemos el absoluto,
lo fundamental, grito de clamor de un pueblo ultrajado... pero a vez sumiso y potencialmente
insolidario.
En
cualquier giro social, la espiritualidad, esa contundencia humana, intercepta
un mundo amplio, pulsa principios de trascendencia asegurando lazos de respeto.
El mundo vive a la vanguardia de transformaciones progresistas desde la
legalidad y la no violencia, desde la lucha solidaria, hasta los sueños de
libertad de los pueblos subyugados por la codicia humana que manifiesta con su querer
el sino de la esclavitud y la defensa de los derechos humanitarios. No es un
objetivo fácil, más no imposible.
Muchos
cínicos buscan fraguar el instinto, pero el cambio está en la órbita social
donde pernotamos todos llevándonos al pensar sofista de las desigualdades, el propósito
y la vocación política de querer cambiar el mundo en una aventura para alguien
quijotesca. El mundo nos da experiencias, por el camino de este devenir nos da
la fortaleza y la sensibilidad humana. El vigor de la dignidad ahogada, el propósito
y la disposición necesaria con el universo y la naturaleza, con el humanismo,
la humildad, la categórica filosófica que avala la madurez, la creatividad
existencial para lograr la dignidad y al valor de ser, equilibran la ética y la
moral para una convivencia de paz.
Los
poderes sucumben ante la paz. Una vez Tolstoi confeso que la persona debe
proveer más recursos de moral y amor ante el sentido de la vida por encima de
lo existente....... Muchos salen al mundo bajo la escasez de un arrullo y después
llevan a la persona por la vida desconociendo un abrazo y el calor
humano de una mirada inocente. Sin embargo, siguen su ruta en soledad con pensamientos
tristes muy a pesar de lo que la vida les negó. Este es el panorama de nuestros
pueblos ungidos de dolor por falta del amor social que la cuna no le pudo dar
por culpa de una violencia humana que le impidió nacer.
El
manifiesto del cambio es una expresión de dignidad. Hay dignidad también cuando
el contexto transformador decide actuar, urge vivir la historia con sus patologías
sociales, en medio de una libertad y de un vitalismo humilde, como la virtud de
un rebelde altruista. Un saber dijo.... Los unos somos la cosecha de los otros…Estamos
atravesando la época del conocimiento y sus desafíos para enfrentar los retos y
en esta contienda refrenar los valores propios para interactuar ante los pesos
y contrapesos. La epifanía de la revolución de la esperanza es la expresión del
pensar del pueblo para construir un mundo donde el sentir social se viva sin
quienes han sido unos atropelladores de la paz ante el saber el que hacer.
Actuando en un contexto único de unidad y amor social.
La
fenomenología de la vida es sembrar esperanza proponiendo praxis y relación social
con el prójimo dentro del mundo y sus conceptos con esencia de que la esperanza
no es esperar, es actuar sin violencia. Una vida en su pensar de lo implícito y
lo explicito perfila una conexión, de que cambiar es forjar el viacrucis de la
vida con propósitos humanistas. Pensar la vida se halla en la conciencia que
entrelaza la rebeldía con causa, cuyo fin ortodoxo es transformar el mundo, es
darle contenido de solidaridad.
En
la vida vale lo que hacemos y sentimos, sin engaños, con un yo sin diatribas,
porque todo se hace con ideas hacia un fin, algo nuevo y justo, con el valor de
nuestra existencia, sopesando la historia y el sentido de la vida que vigoriza
las palabras llenas de un conceptualizar el bien y el mal, divulgando confianza,
pues palabras truncadas son artificiales, son vacías sin contenido concreto.
Los entrampamientos políticos que vienen afectando al país, no tienen límites,
por esto y otros actos, se recrudecen los
cambios de favorecimiento al pueblo con entregas de tierras, con impactos
militares, con investigaciones a corruptos en sus espacios que, rabiando, les
cortan la codicia y el egoísmo esquizofrénico.
Entre
emociones sociales y políticas y otras perversas seducciones, conciernen
postulados que alternan la conciencia humana creando indiferencia, falta de
ideas que controviertan el mal entendimiento. Este marco humano nos destruye.
Desvanece la capacidad de juzgar en su debido contexto, anula al hombre a
trascender como tal, haciendo de la vida un referente magro, agresor, violento
donde sobresalen las identidades perversas. Dejemos llevar con nuestro espíritu
social para anteponer a ese clima negativo, la defensa para recuperar la
identidad, lejos del yo, para ser prójimo.
No
más ser el sirviente mancillado, manipulado y sumiso, lleno de toxico que rompen
los vínculos con la vida. Vivamos la identidad sentida con amor, desprovistas
de egos que incitan a desordenar la razón. Dejemos de ser ese Tu que se ufana
en delirios artificiales, poniendo fin a la victimización que nos quiebra la
conciencia. Prometeo acoge la revolución del cambio que
ponga fin a los conflictos humanos contra la sociedad por medio de las estructuras
de gobierno en todos los pueblos, haciendo énfasis en que dicho cambio y sus
resultados son positivos en la media que la sociedad disponga de su praxis, su voluntad,
su solidaridad, su desprendimiento de división con aval de un independentismo y
una idiosincrasia ancestral que le impide romper brechas y hábitos sociales con
pulsiones de un egoísmo sin medida.
El
cambio le recuerda a la sociedad que a través de los tiempos ha mostrado
indiferencia manejando un espíritu de entidad única, independiente, ególatra y narcisista,
ligada a los apegos del mundo que la vuelve codiciosa y con una idiosincrasia
supra.
Quo
vadis mundo. Supuestamente a encontramos con los otros, con su capacidad y
voluntad y entender su razón bajo sus propias idiosincrasias y contradicciones.
Variable reflexión entre bastidores, porque el mundo se ahoga en proclamas sociales
políticas en medio de genocidios, migraciones, hambrunas y algo más, y no pasa nada
porqué una dictadura visible nos oprime avalada por un neocolonialismo social político.
Viajo entre una reflexión que me direccione el camino del cambio, que parece sufrió una variable desconcertante en
medio de una cosmo-síntesis que deja entrever la hipocresía vital, emblemática
y sistemática del cambio hacia un vacío, hacia una nada. Espero equivocarme.
La
filosofía me dice... muchas preguntas, ninguna respuesta, dudas, confusiones,
expectativas que dejan al arbitrio de la nada como responder. Pero seré siempre
un abanderado de la transformación y la justicia social y un convocante de la
defensa de los derechos, de la constitución y del Estado social de derecho.
El
existir actual vive de una legitimación social y política y hasta en derecho,
un querer contradictorio llamado conformismo social-político le imprime
sustento donde un seudo amor gobierna con esclavismos seductores de
complacencia social.
Anales
de la historia nos llevan a pronunciarnos sobre el mundo que nos atormenta, en medio
de pensadores que vuelcan sus ideas para lograr una equidad, pero que avanzan
profiriendo divisiones que profundizan los conflictos con infernales acuerdos,
foros, ceremoniales cuyos trances son gritos de guerra que escapan de la lógica
humana. Dinámicas de guerras no aceptan acuerdos ni ajustes que se hacen viral
y por lo contradictorio, las turbulencias son constantes, con traición abordo. Común
denominador diabólico se vuelve un
gravitar para decir que el apocalipsis no cumple ningún anhelo, ni de pueblos
ni de las comunidades universales.
Conflictos
para siempre, nadie actúa, solo se vocifera en medio de llantos infantiles y de
muertos sin nombre, de angustiosas hambrunas, nada es propicio a oportunidades
de vida. Siguen reinando las ilusiones y los compromisos sin cumplimiento que
no concluyen., pues no hay precedentes, solo replicas que superan imposibles para
romper el cataclismo, cual turbión que no encuentra un asidero de esperanza.
Lo
subrayado/interpolado es nuestro.



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