CRÓNICAS DE MIS MEMORIAS: KRIS GONZÁLEZ, PARADIGMA DE SOLIDARIDAD.
Escritor y analista internacional /Addhee.Ong
En aquellos trágicos días, un grupo de lumpen
pagados por funcionarios de la Embajada de Estados Unidos, asaltaron la sede
diplomática y la residencia de la Embajadora, violando todas las normas
internacionales y la Convención de Viena. Luego de la expulsión ambos lugares
fueron saqueados y desvalijados. Kris junto a un pequeño grupo de sus
compatriotas, se enfrentó con coraje a los agresores, hasta los
delincuentes tuvieron que reconocer el valor y dignidad de la auténtica
venezolana.
Con Kris nos une una gran amistad y cariño paternal,
basada en ideales solidarios, revolucionarios, antimperialistas y de trabajo.
Colaboró para los documentales realizados por nuestros hijos Leandro y Liván en
el rescate de la Memoria Histórica, entre ellos la Serie televisiva
“Semillas del Ñacahuasú” de 24 capítulos acerca de los bolivianos y peruanos
que cayeron combatiendo junto al Comandante Ernesto Guevara de la Serna.
Che para sus amigos y para los epígonos
del capitalismo salvaje que han hecho y hacen fortuna con la imagen/talento
del heroico y ejemplar combatiente por
la liberación de los pueblos de la Patria Continente América Latina y el Caribe
y del mundo, Dr. Erneto Guevara de la Serna
También de la serie “Historia de Ita” de
10 capítulos sobre Tania la Guerrillera, así como para los
documentales “La Grandeza del silencio” acerca de Josefina Farjat una de
las radistas de la guerrilla y “El Rescate”, sobre el comando que llevó
a los sobrevivientes de la guerrilla, desde la selva cálida hasta las
nieves de la frontera con Chile.
Desempeñó un importante papel en la
edición en Bolivia de nuestros libros “La CIA contra el Che”, “Revelaciones.
Asesinato del Che en Bolivia”, “Peruanos en la guerrilla del Che” y “Huellas de
Tania”. En octubre de 2017 compartimos en Vallegrande en los actos
conmemorativos de homenaje al Guerrillero Heroico y sus compañeros en el
50 aniversario de esos crímenes.
Kris, además de diplomática es una reconocida
intelectual, artista plástica, con numerosas exposiciones, periodista,
directora y fundadora de la revista Correo del Alba. Entre sus
reconocimientos están el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar y el
también Premio Nacional de Periodismo Aníbal Nazoa. Es fundadora del Programa
de Investigaciones y Estudios Estratégicos Latinoamericanos, Pinves. A fines
del 2020 nos envió su libro “EPIGARIO”, donde en uno de sus poemas escribió:
“Hay dolor en el abrazo/ guardan silencio las voces
que ayer gritaban/ en medio de las marchas…
“Mientras cierro los ojos viene el recuerdo fresco/ de
aquellos tiempos las calles desbordadas de emoción/ de la muchachada libre que
cantaba enlazada los brazos una canción rebelde…
“Cuántos amaneceres de luto/ en su propia historia
nueva en las calles/ ciudades demolidas después de la pandemia.
Kris asistirá a la Feria Internacional del Libro de La
Habana en el mes de febrero del 2022 para presentar sus libros: Epigario,
Albario, La joya de la corona, así como la colección de libros editados
en la editorial Pinves, tales como Marta Harnecker, Vida y Pensamiento, escrito
por Isabel Rauber y prologado por Kris González, Memorias del Cine Sublevado de
Ukamau y 4 libros de Jorge Sanjinés.
Esta crónica reafirma la solidaridad al pueblo
de Bolívar y de Chávez, constantemente agredido por el imperialismo estadounidense
y sus subordinados. Kris y su familia constituyen ejemplo de ese valeroso
pueblo.
La gripe española y Cirilo Rincón, primer venezolano
que conocí.
Para ellos y ustedes van los recuerdos del primer
venezolano que conocí, se trata de Cirilo Rincón Claveles, orgulloso de ser
hijo de Venezuela y de Cuba, padrino de mi hermano Julio Roberto, quien ha
mantenido vínculos con esa familia, especialmente con su hijo Asunción Jesús,
nacido el día de Noche Buena del año 1942.
Además de las vivencias y recuerdos personales, nos
apoyamos en mi tía Zoida, única de los siete hijos de mis abuelos Limbano y
Lorenza, que aún vive, mantiene su belleza, inteligencia y extraordinaria
memoria, pero algunos días amanece completamente sorda y sus hijas Yamila y
Gilda tienen que hacer el papel de intérpretes.
Cirilo Rincón Claveles llegó a nuestro
país durante la Pandemia que comenzó en 1918, trabajaba como ayudante
en los talleres de locomotoras del Central azucarero de la compañía
norteamericana Chaparra Sugar Company, donde contrajo la enfermedad
conocida como Gripe Española o Trancazo.
En la minúscula posta sanitaria de esa compañía
norteamericana certificaron su muerte y como no tenía familiares, lo
tiraron en el foso de los cadáveres, donde ya había seis, entre
ellos tres haitianos, esperando la hora para incinerarlos y trasladar los
huesos a una fosa común.
Mi abuelo Limbano González se encontraba en el lugar
resolviendo algunos asuntos administrativos y fue testigo del momento en que un
empleado descubrió que Cirilo Rincón estaba vivo, también cuando el
norteamericano recomendó no acercarse al lugar para evitar el contagio y lo
mejor era esperar que acabara de morir para proceder a encender el fuego para
incinerarlos.
Narraba que el jovencito venezolano tendría unos
15 o 16 años de edad, alto, sumamente delgado, demacrado porque la
enfermedad lo había atacado con furia y decidió exigir que lo sacaran del foso
y lo llevaran para el hospital de Puerto Padre. Respondieron que los gastos
debían correr por los familiares y el joven no tenía. Escuchó comentarios que
de una colonia cañera trajeron en unos coches de caballos a varios
haitianos moribundos. Nadie los atendió y esperaban que murieran o
entraran en estado comatoso para lanzarlos al foso.
Mi abuelo decidió impedir que le pasara lo mismo al
venezolano. Tuvo que ofrecer una gratificación generosa al empleado para
sacar al jovencito del hoyo y solicitó a un joven que tomara su caballo y avisara
a sus amigos, el abogado Librado Parra y al alcalde Miguel
Fernández, para resolver el ingreso en el hospital. Mientras vigilaría
hasta que lo sacaran y proceder al traslado. Pensó podía ser un hijo, ya
tenía más de 35 años de edad. El suceso se conoció rápidamente, otras
personas se sumaron a la exigencia y pudieron sacar al venezolano.
Entrevistado su hijo Asunción Jesús, expresó que
su padre nació en la ciudad de Maracaibo el 23 diciembre de 1901 y casi
adolescente, subió a un barco mercante, desembarcó en Santiago de Cuba y
se trasladó para el central Chaparra, donde consiguió trabajo en los talleres
de locomotoras, donde enfermó de la pandemia.
Desde ese momento voces malévolas corrieron la voz,
que fueron los haitianos y el venezolano los que trajeron la enfermedad
contagiosa a Puerto Padre.
La prensa estadounidense informaba constantemente
que la Pandemia se generó en España con amplia divulgación en Cuba donde
un reporte del 18 de octubre de 1918, afirmó que llegó a La Habana en el
buque Alfonso XIII con 44 pasajeros contagiados y 26 que murieron
durante la travesía y fueron lanzados al mar. Los comentarios
callejeros referían que dos cadáveres arrastrados por las corrientes
marinas y las altas mareas llegaron a la playa la Herradura en las cercanías de
Chaparra y dos más por la de Santa Lucia en Nuevitas.
Los medios de prensa informaban que en Camagüey
fallecieron 18 personas en solo un día. Al mes siguiente la enfermedad se había
extendido por toda Cuba, donde se reportaron más de cinco mil muertes y en el
mundo más de 40 millones. También se afirmaba que los
agentes transmisores eran los vientos y las corrientes marinas y por esa
causa las ciudades y pueblos de la costa norte de Cuba corrían graves riesgos y
debían tomarse medidas extraordinarias.
Se dijo que la enfermedad atacaba a los ricos, pobres,
blancos, negros, chinos y mestizos y hasta a los que guiaban las
caravanas de camellos en el desierto del Sahara, los esquimales del Polo Norte
y en una aldea de Alaska habían muerto la totalidad de su población adulta y
hasta que contagiaba a marineros en alta mar.
Esa era la verdad que circulaba en Cuba, hasta que en
México se acusó a Estados Unidos como el responsable, porque los primeros casos
se reportaron en la base militar de Fort Riley, en marzo del año 1918,
desde donde se extendió por las unidades militares y ellos lo diseminaron
como había sucedido con el cólera, la peste bubónica, la fiebre amarilla, la
viruela y el tifus.
Se añadía que las autoridades estadounidenses, con
fines de dominio, guardaron silencio para que se extendiera por Europa,
especialmente Alemania, Francia y España para subordinarlos a sus intereses
políticos durante la Primera Guerra Mundial. Se informaba que entró a México
por la frontera norte y los primeros afectados fueron los puertos de Veracruz
y Tampico. Señalaron a las ratas como las trasmisoras. Los vecinos querían
quemar los barrios marginales y las casas de maderas que albergaba a los
roedores y la fuerza pública tuvo que intervenir enérgicamente para impedirlo.
Se denunció que Estados Unidos ocultó el número
de fallecidos para culpar a España de diseminar el virus y a las
autoridades de ese país de irresponsables, asesinas e incapaces de
tomar medidas adecuadas y comenzó a llamar a la pandemia “Influenza Española”.
En México se hablaba que las primeras víctimas fueron empleados de
correos, aduanas, inmigración, templos religiosos, cines, teatros, estadios
deportivos, clubes, cantinas, pulquerías, prostíbulos, vallas de pelea de
gallos, escuelas y otros centros de reunión.
La opinión pública exigía al gobierno
tomar medidas enérgicas, decretar cuarentena en la frontera, imponer
cordones sanitarios y aislar las zonas infectadas, evitar el desplazamiento de
trenes, fumigar los coches e impedir el abordaje de pasajeros sospechosos y
prohibir la circulación de personas entre las 11 de la noche y las 4 de la
mañana.
Se añadía que los dueños de hoteles, directores
de colegios y jefes de familia informar a las autoridades, de cualquier enfermo
de calentura o catarro y la violación a esas disposiciones castigarlas con
fuertes multas o arrestos. Los dueños de comercios y centros de diversión
nocturna afirmaban se trataba de una simple gripe, era invierno
y las bajas temperaturas eran las responsables y convocaban a la
desobediencia civil.
Mi abuelo y Librado Parra visitaron al jovencito
venezolano en el hospital y cuando recibió el alta médica, acordaron
llevarlos a sus respectivas casas, hasta que se restableciera completamente,
pero el venezolano no aceptó el humano ofrecimiento, pero nunca
olvido la solidaridad.
Comenzó a trabajar como chofer de un carro motor de
líneas férreas, pero pasado los años se compró el coche ferroviario 220 para
pasajeros. Todos los días pasaba frente a la finca de mis abuelos, se detenía
unos minutos para saludarlos, saber cómo se encontraban, tomar café y seguir
para Puerto Padre. Estableció dos hogares, con la primera esposa tuvo 11 hijos
y con la otra 9 y logró que ambas vivieran armoniosamente.
Carlos Aponte y Cirilo Rincón.
En agosto de 1932 junto al ex alcalde
Miguel Fernández, siguiendo orientaciones de Antonio Guiteras y el venezolano
Carlos Aponte Hernández, asaltaron un establecimiento donde se
apoderaron de rifles, escopetas y cartuchos y se alzaron contra la dictadura de
Gerardo Machado, en una zona intricada cerca de donde vivía Cirilo. Los
sublevados solicitaban contribuciones a los dueños de las colonias cañeras o
almacenes de alimentos para el campamento rebelde. Mi abuelo
los apoyó con un novillo.
Cuando solicitaron colaboración al dueño de
la tienda más abastecida de la zona, el propietario, defensor del dictador
se negó con variadas justificaciones. Cirilo le habló de otras
donaciones y entre ellas el novillo entregado por mi abuelo. El machadista
respondió: Seguramente fue un buey enfermo próximo a morirse o muy viejo a
punto de jubilarse”. Lo que provocó una airada respuesta del venezolano.
Manifestando que Limbano le dijo que escogiera el novillo más gordo.
Muerte de Antonio Guiteras y Carlos Aponte.
El 8 de mayo de 1935, fueron asesinados en el
Morrillo, en la cercanía de la ciudad de Matanzas, Antonio Guiteras, una de las
figuras más limpias y valientes de todo el proceso revolucionario de este
período y su entrañable compañero venezolano Carlos Aponte Hernández, nacido en
Caracas el 4 de febrero de 1900.
Carlos Aponte luchó contra el tirano de su país
Juan Vicente Gómez, sufrió prisión, partió para Cuba como asilado político,
se incorporó a la Liga antimperialista, fue expulsado del país, se
estableció en México donde compartió con Julio Antonio Mella, líder estudiantil
y uno de los fundadores del Partido Comunista.
Posteriormente se incorporó al ejército del
General Augusto César Sandino, alcanzó los grados de Teniente
Coronel y tras el asesinato por parte de Estados Unidos del valiente
nicaragüense regresó a Cuba. se convirtió en uno de los principales
colaboradores de Antonio Guiteras y juntos fueron asesinados. Cirilo
Rincón apreciaba mucho la lucha de su compatriota y sentía gran orgullo y
respeto por el ilustre venezolano.
El 27 de mayo de 1950 nació mi hermano Julio
Roberto y el venezolano y su esposa Eufemia Tamayo fueron sus
padrinos. Los vínculos afectivos eran muy estrechos. Cirilo a través de
su coche ferroviario para pasajeros conocía a casi todo el mundo. Tenía
excelentes relaciones con los pobladores, amable, respetuoso, solidario, muy
honrado y humano. Siempre dispuesto a llevar a los enfermos a Puerto Padre a
cualquier hora.
El 31 de marzo de 1958 en la zona de Puerto Padre se
produjo el alzamiento de un grupo de guerrilleros, como apoyo a la huelga
general convocada para el 9 de abril. Mi papá y mi tío Adalberto
paralizaron la grúa que pesaba las carretas de cañas y las colocaba en los
vagones del ferrocarril. Mientras zafaban la pieza que movía la grúa, mi primo
Lorenzo en un extremo del camino y yo en la otra vigilábamos, pero como era de
madrugada nadie pasó, colocaron una bandera del 26 de Julio y lanzaron la pieza
para el pozo de agua.
Al amanecer el escándalo, los que no se acogieron a la
huelga, tenían paralizadas sus carretas, comenzaron a buscar la pieza por
todos los matorrales y los campos de caña, el acontecimiento se regó por las
comunidades. Por la noche se produjo un intenso incendio en los
cañaverales de un defensor del dictador Batista. El viento avivaba el
fuego que amenazaba extenderse por las fincas vecinas, entre ellas la de mi
abuelo, decenas de campesinos trataban de apagarlo sin resultados, los
pobladores, entre ellos nosotros, comenzamos a retirar muebles, ropas, equipos
y objetos que podían ser devorados por las llamas.
Mi abuelo aconsejó empaparlas en agua y dar
contracandela, quemando poco a poco y de forma controlada el campo que
colindaba con la del siniestro, de forma que cuando llegara la candela ya ese
campo estaba quemado y no podría continuar. También arrancaron un riel del
ferrocarril y por la madrugada la locomotora que arrastraba los carros de caña
se descarriló y la zafra azucarera fue paralizada.
Al día siguiente llegó el ejército batistiano, la
pieza no apareció, tampoco los que arrancaron el riel, ni pudieron determinar
si el incendio fue provocado o accidental. Las casas de mi abuelo y de
mis padres eran usadas como almacén de armas, alimentos y medicinas para
el campamento rebelde ubicado en la zona conocida como El Jobo, y ante un aviso
de la posible llegada de los represores, fue necesario evacuar todo
lo comprometedor.
El 26 de septiembre de 1958 los militares del dictador
Batista, ocuparon un campamento guerrillero, cerca de la zona donde
vivía el venezolano Cirilo Rincón y murieron tres combatientes. Las
hordas capturaron y asesinaron a cinco luchadores
clandestinos, a uno de los cuales ahorcaron con un alambre de púas. Los
cadáveres los echaron en el campamento asaltado para simular que murieron en
combate y le prendieron fuego.
Tomaron preso a mi papá y a mi tío Adalberto, Cirilo
Rincón acudió rápidamente a solidarizarse con mi abuelo y puso a su disposición
el coche motor para las gestiones para obtener la libertad de sus hijos.
Los militares de Batista quisieron vincular al venezolano con el
movimiento guerrillero y falsamente lo acusaron de algunos
sabotajes, en especial en las líneas férreas y quema de cañaverales.
Por esos días se escuchó en un programa de radio
Caracol de Venezuela, la felicitación a una familia Rincón Claveles de
Maracaibo y Cirilo afirmó era la suya. Mi padre y otros amigos le aconsejaron
escribir a la emisora para localizarla y salir para Venezuela hasta que
pasara la intensa represión, pero rotundamente se negó.
Triunfo de la revolución / Fidel en Caracas.
En la medianoche del 24 de diciembre de 1959 las
fuerzas rebeldes iniciaron el ataque a la ciudad de Puerto Padre, al mando de
Delio Gómez Ochoa, Jefe del IV Frente Oriental "Simón Bolívar" y al
día siguiente fue liberado. El primero de enero de 1959 triunfó la
Revolución. El pueblo venezolano la consideró también de ellos y varias
instituciones invitaron a Fidel a visitarlos, Cirilo Rincón estaba feliz con
ese acontecimiento.
El 23 de enero Fidel viajó a Venezuela, primera visita
al exterior después del triunfo de la Revolución. En Caracas fue recibido por
una impresionante multitud, enarbolando banderas latinoamericanas y carteles de
apoyo a la Revolución Cubana. Por la tarde en el multitudinario Acto Popular en
la Plaza Aérea del Silencio, que la prensa calculó en más de 300 mil
participantes, Fidel habló a los congregados por espacio de dos horas.
En su discurso hizo un recuento de la lucha liberadora
en Cuba y la solidaridad de los venezolanos. Llamó a la unidad de nuestros
pueblos al expresar: “¿Hasta cuándo vamos a ser piezas indefensas de un
continente a quien su libertador lo concibió como algo más digno, más
grande?... ¿Hasta cuándo vamos a permanecer divididos?... ¿Hasta cuándo vamos a
ser víctimas de intereses poderosos que se ensañan con cada uno de nuestros
pueblos?... ¿Cuándo vamos a lanzar la gran consigna de unión?.
En sus palabras añadió: “Se lanza la consigna de
unidad dentro de las naciones, ¿por qué no se lanza también la consigna de unidad
de las naciones?”. “Si la unidad dentro de las naciones es fructífera y
es la que permite a los pueblos defender su derecho, ¿por qué no ha de ser más
fructífera todavía la unidad de naciones que tenemos los mismos sentimientos,
los mismos intereses, la misma raza, el mismo idioma, la misma sensibilidad y
la misma aspiración humana?”
Ese año, un niño en Sabaneta, en el estado venezolano
de Barinas, de cuatro años de edad comenzaba a prepararse para lograr que Simón
Bolívar volviera a renacer y transitar por nuestras tierras para cumplir sus
sueños de una América Latina unida e independiente como señaló Fidel aquella
tarde.
Había nacido dos días después del primer aniversario
de los asaltos a los Cuartes Moncada y Carlos Manuel de Céspedes en las ciudades
de Santiago de Cuba y Bayamo para no dejar morir a nuestro Héroe Nacional José
Martí. El niño Hugo Chávez era el encargado de cumplir esos
mandatos.
A finales de 1959 Cirilo Rincón de 60 años de edad
viajó a Caracas, donde algunos miembros de su familia ocupaban altos
cargos en las Fuerzas Armadas. La prensa publicó en un gran titular “Un hijo
después de 40 años regresa a la Patria.”
A 100 años, de la derrota del colonialismo
español en las tierras de América finalizada con las Guerras por la
Independencia de Cuba y comenzar el dominio completo del naciente
imperialismo estadounidense, el brillante joven de Sabaneta ganaba las
elecciones presidenciales con el 56,24 % de los votos. El glorioso
Comandante Hugo Chávez Frías comenzaba a cumplir los sueños e ideales del
libertador Simón Bolívar.
Sobre el significado de ser revolucionario Fidel
expresó en la Universidad Central de Caracas, el 24 de enero de 1959: “Ser
revolucionario es tener una postura revolucionaria en todos los órdenes,
dedicar su vida a la causa de los pueblos, dedicar su vida a la causa de la
revolución de los pueblos, a la plena redención de los pueblos oprimidos y
explotados”.
Esas palabras de Fidel retratan al Comandante Hugo
Chávez Frías y a los que le han seguido fielmente. La Embajadora de Venezuela
en el Estado Plurinacional de Bolivia, Kris González es una de ellos. Ha
desarrollado un importante papel en defensa y rescate de la memoria histórica y
la unidad de nuestros pueblos.
La estancia en Venezuela de Cirilo Rincón Claveles la
estamos investigando, aún no tenemos conclusiones, pero según datos familiares
falleció en el 2000 y uno de sus sobrinos Lucas Rincón Romero, nacido en el
estado de Zulia en 1950, se graduó de Licenciado en Ciencias y Artes Militares
en 1972.
Ocupó importantes cargos en el gobierno de Hugo Chávez
Frías. En 1999, fue nombrado Comandante General del Ejército,
posteriormente Ministro del Interior y de Justicia. También de Defensa y
Embajador de Venezuela en Portugal. Tal vez esta crónica sirva para
completar la historia de Cirilo Rincón Claveles.
Agradecemos al compañero Germán Sánchez Otero,
escritor cubano que fue Embajador de Cuba en Venezuela, con quien pude precisar
y verificar algunos datos.
Aquel Mensaje de Fidel en Caracas el 23 de enero de
1959 encontró oídos receptivos, que se materializó en el Comandante invicto
Hugo Chávez y vive en su heroico pueblo, entre ellos Kris, paradigma de la
solidaridad en el rescate de la Memoria Histórica y la unidad de nuestros
pueblos.
Lo subrayado/interpolado es nuestro.
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