Nelly Cárcamo Vargas, Presidenta
UNExPP
LA HISTORIA NO LOS ABSOLVERÁ......…
Una larga lucha hemos
dado los Ex Prisioneros Políticos, para establecer ante la sociedad chilena,
nuestra calidad de víctimas sobrevivientes primero, y luego, que el Estado
asuma su responsabilidad ante los atropellos de los derechos humanos, de los
que fuimos objeto durante la dictadura cívico militar, ordenados y financiados
desde los mismos poderes del Estado.
A pesar de la
indiferencia de las autoridades que insisten en invisibilizar esta verdad
histórica, se hacía urgente y necesario lograr que la sociedad tomara
conciencia, que en Chile, además de los compañeros que fueron secuestrados,
torturados, luego ejecutados y hechos desaparecer, existía un universo de
víctimas sobrevivientes que exigían Justicia.
La ley 19.992 conocida
como ley Valech, debería haber cerrado dignamente este triste y brutal capítulo
de nuestra historia; sin embargo no se apegó a lo que establece el Derecho
Internacional Humanitario, obligando a los Ex Prisioneros Políticos a seguir
luchando para exigir, que se cumplan los compromisos establecidos, suscritos
por Chile con dichos organismos.
A partir de allí, el
oficialismo, ha jugado todas sus cartas, para evitar la unificación del
movimiento y de sus objetivos, en torno a lo que establece el Derecho
Internacional Humanitario. Manteniéndolos en el más absoluto abandono,
envejecidos, enfermos y en la miseria, realidad que inmoralmente aprovecha y
utiliza para abaratar “costos” y hacer ofrecimientos de reparación vergonzosos
e indignos.
Lo que es más grave,
para asegurarse de hacer aceptable estas propuestas en el universo de víctimas
sobrevivientes, no trepida en usar algunas de sus organizaciones, cuyos
dirigentes cooptados, tienen la tarea de promover esta propuesta, acordada a
espalda de los afectados, como “aceptable” dado que “peor es nada”.
Es importante entender
que este, no es un tema meramente económico. El permitir que, cómo respuesta
ante hechos tan graves, se haga con la mente puesta en la calculadora, y no en
la dignidad, ni en el derecho de las personas, que fueron objeto de las más
graves aberraciones durante la dictadura, es una clara revictimización de estas
personas. Significa minimizar la
gravedad de lo sucedido en Chile, y transformar su obligación de reparar el
daño causado, de acuerdo a los tratados internacionales que suscribió, en un
acto de caridad, para personas indigentes, que claman por una limosna,
reemplazando al acto de justicia, a la que tienen derecho y que Chile les debe.
La reparación económica
es uno entre otros elementos de la justicia, que no se debe ver como un “costo”
o “como un gasto”, es importante que los Gobiernos y con ellos la sociedad
comprendan, que esto es más bien una inversión.
Inversión social y política, que aportará, fortaleciendo la democracia,
fortaleciendo el respeto a los derechos humanos y garantizará la no repetición
de estos traumáticos hechos.
Es lamentable cuando
las autoridades y peor aun cuando algunos de los propios afectados insistan en
ver esto como el simple hecho de ganar una reivindicación. No somos un
sindicato. Lo que aquí está en juego es mucho más que esto. Está en juego la
forma en que se analiza y distorsiona el significado de nuestra dramática
historia del pasado reciente, sino que también el significado del presente y lo
que es peor el precedente que se sienta para el futuro.
No reparar correcta y
justamente el daño causado, entrega una muy mala señal para las futuras
generaciones. El mensaje implícito sería, se puede secuestrar, se puede
ejecutar fuera de toda legalidad, se puede hacer desaparecer, torturar, violar,
exiliar a compatriotas y esto no tendrá consecuencia alguna para los autores ni
para el Estado; ya que bastará con sacar la chauchera y tirar unas cuantas
monedas y quedará todo arreglado. Este es el tema y lamentablemente tengo la
impresión que muchos de mis compañeros y compañeras, no comprenden lo que está
verdaderamente en juego.
Por esta razón, es
importante insistir en que “no estamos pidiendo un mínimo de reparación y de
reconocimiento”, sino que exigimos una reparación justa y adecuada, como
mandata el Derecho Internacional Humanitario
Es importante señalar,
que si el Gobierno insiste, en resolver este tema con una propuesta miserable,
y no tomando en cuenta el Derecho Internacional Humanitario, tendrá que
responder, no sólo ante los tribunales internacionales a consecuencia de las
denuncias interpuestas por nuestra organización, sino que también tendrá que
responder ante la historia.
De la misma forma
tendrán que responder ante la historia, aquellos dirigentes que se han dejado
cooptar por el oficialismo y han traicionado los derechos e intereses de sus
propios compañeros. El hecho de ser nuestros pares agrava aún más esta
deleznable acción.
Si el Gobierno insiste
en entregar un monto miserable, pues que lo imponga, así como nos impuso la cicatera
pensión Valech, pero esto, no debe ser legitimado con el acuerdo ni la firma de
ningún Ex Prisionero Político o de alguna de sus organizaciones.
Lo único claro, es que,
ni a los Gobiernos pos dictadura, ni a aquellos dirigentes que se prestaron para
esto, los absolverá la historia!
Nelly Cárcamo V.
Presidente Nacional de
la UNExPP de Chile
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