Chile. El presidente Boric y sus ministros. ¿Integración o división de Latinoamérica?
Por. Tony López R.
Escritor, periodista,
politólogo y analista internacional / Addhee.Ong
La campaña mediática de
los sectores de derecha y centro derecha en Chile, luego del triunfo de Gabriel
Boric, se ha concentrado en controvertir los discursos de campaña del elegido
Presidente. En sus aplaudidos discursos por el pueblo, este se comprometía a
garantizar justicia social, igualdad, respeto a los pueblos originarios y
cambios conceptuales de la seguridad nacional en las Fuerzas Armadas.
Está muy claro que con
la fuerza que aún tienen en Chile ese sector de la derecha empresarial/
financiera/farisea y centro derecha y que se expresa en una buena
representación parlamentaria, puede ser un importante obstáculo para el
Presidente y su Gobierno. Pues obviamente esos sectores de la derecha no se
parecerán a la antigua derecha de las décadas pasadas, con lo sucedido en estas
elecciones y la relativa derrota de la derecha empresarial/financiera/farisea,
modificará sus contenidos formas y los debates y diálogos será distintos.
Pero este nuevo
gobierno y el presidente Boric, tendrán que demostrar que todo lo que ellos
reclamaban y criticaban muy fuertemente
a los gobiernos de la Concertación y la Nueva Mayoría, ahora como Gobierno cumplirán y harán un gobierno
apegados a cumplir con aquellas reclamaciones y no se parecerán aquellos
Gobiernos de Lagos y la Bachelet y muy lejos de lo que fueron los regímenes de
la derecha de Patricio Aylwin y Sebastián Piñera.
De presentarse un escenario de incumplimiento, solo serán las mismas gentes que lo eligieron
y se unan a los que se abstuvieron y de nuevo tomen sus decisiones de exigir
pacífica y democráticamente en la calle, que se cumpla con lo prometido en la
campaña. Acciones parecidas, al mismo escenario que ellos enfrentaron como
oposición hace 10 años atrás, solo que en esta ocasión tendrá que dar absoluta
garantía de que no serán reprimidos.
Ellos serán los que presionen no al gobierno, sino a la derecha y a las
elites que, desde el Congreso, obstaculizarán el cumplimiento de los
compromisos de campaña y la gobernabilidad del Presidente.
Es evidente que la
derecha y centro derecha qué, en las elecciones votaron a favor del
pinochetista y nazi-fascista José Antonio Kast, no quieren se cambie el actual
sistema neoliberal caitalista. Tomar en cuenta que Kast alcanzó un 42 por
ciento de votos, una no despreciable cifra de más de 3 millones de electores. Y
tienen una importante representación en el Parlamento y también en la Asamblea
Nacional Constituyente, que actualmente trabajan en el cambio de la
constitución de 1980 impuesta por el dictador Augusto Pinochet.
Con estas consideraciones,
lo que este analista quiere alertar, que Boric, se enfrentará a una muy compleja
situación política, económica y social, interna. Ciertamente el actual
escenario, no es el mismo de la crisis, que tuvo que enfrentar el presidente-mártir
Salvador Allende Gossens. Hoy el pueblo chileno tiene más conciencia de lo que
está ocurriendo en su país y no se van a dejar engañar con cantos de sirena.
Tampoco es momento de
que se pueda ejecutar un Golpe de Estado Militar, sería repudiado, agravaría la
crisis interna y Chile quedaría totalmente aislado, ni Estados Unidos ni la
Unión Europea podría reconocerlos y de reconocerlos quedarían totalmente
desenmascarados y cómplices de una acción antidemocrática. La derecha y extrema derecha fascista pinochetista, pueden recurrir a supuestas vías
pacíficas y legales con los llamado Golpes Blandos, a través del parlamento
como ocurrió en Brasil. Es en esa trampa en la que tiene que cuidarse el nuevo
gobierno y su Presidente.
Otro escenario posible,
es que el presidente Boric y el Gobierno, acepten realizar solo algunos afeites
de corte social, pero sin cambios estructurales estratégicos y necesarios, que son los que requiere ese
país y espera su pueblo, hoy sumido en una grave crisis económica interna, de
gran pobreza, de graves actos de represión contra el pueblo y especialmente
contra los pueblos originarios. Esto ya se convertiría en una traición a sus
seguidores y el pueblo qué, espera reales cambios socioeconómicos en Chile.
Para solucionar esa
crisis, tienen que buscar la fórmula que sus riquezas económicas, comerciales,
agrarias y minerales, que están hoy en manos extranjera, pasen a ser patrimonio
de la nación, sin que obviamente se afecte al empresariado financista nacional,
el que puede ser regulado mediante una política fiscal, para beneficiar
políticas públicas en salud, educación, empleos y viviendas. No se trata de una
Revolución Socialista, como señalan algunas campañas y que la propiedad privada
seria eliminada, no, a ese objetivo solo se podrá llegar por otras vías, si los
sectores de poder en Chile insisten en mantener el actual statu quo.
La
política exterior del nuevo gobierno.
El tema de la política
exterior es otro elemento importante, se trata de respetar el derecho
internacional y diplomático con todos los países. No debe juzgarse a ninguno y
menos basados en falsas y viejas campañas de Estados Unidos contra países que
no se subordinan a su política imperial. Estos son los casos de Cuba, Venezuela
y Nicaragua, atacados por el presidente Boric, repitiendo la misma campaña de
la mafia cubana- estadounidense de Miami y los Estados Unidos, cuando él, se
encontraba en campaña electoral. Sobre ese tema me ocuparé en la cuarta parte
de este largo artículo.
En Chile hoy, hay una
lucha de contrarios y que lo que se pretende es que el Presidente se aleje de
cualquier proyecto que vaya en contra de los intereses y privilegios de las
elites de poder económico y político. Es
muy claro que, para lograr justicia social, no tiene otra solución que cambiar
la política económica/social/ neoliberal /capitalista impuesta por los Chicagos
Boy, por la dictadura cívico militar de Pinochet desde época muy temprana.
El otro tema muy
sensible el de los pueblos originarios, será muy difícil resolverlo de hoy para
mañana, pero sí eliminar la militarización en los territorios que estos ocupan.
Lamentablemente hay una cultura ya instaurada de discriminación desde hace
muchos años y eso solo se resuelve con un fuerte trabajo educativo teniendo
como principio el de la igualdad.
¿Una
nueva Constitución o una nueva
reforma a la Constitución de 1980
impuesta por la dictadura cívico militar?
En Chile además de la
defensa del cumplimiento de los objetivos sociales, económico y políticos de
campaña, que hizo el elegido Presidente. Actualmente se desarrolla ese
importante debate del contenido que debe tener la nueva Carta Magna, que presentan
sus propuestas y sus delegados discuten en la Convención Constituyente y cuyo
objetivo estratégico será cambiar radicalmente la vieja Constitución
pinochetista de 1980 : ¿o reformarla por segunda vez?
El debate interno en
ese cenáculo, es bien heterogéneo y con múltiples intereses, porque los
convencionales de la derecha y centroderecha, están por mantener muchos de los
artículos pinochetistas y evitar que algunos factores que hoy tienen un poder
que además nunca debieron tenerlo, como en el caso de los militares, es un
elemento en debate.
Es conocido que el ex almirante
Jorge Arancibia miembro de la Convención Nacional y quien lidera a un grupo de
convencionales de la extrema derecha, presentó una propuesta de articulado que,
esencialmente contiene los límites, dentro de los cuales los civiles pueden o
no actuar.
Y por tanto eso abriría
el escenario en el cual las FFAA podrían desobedecer al Presidente, al Congreso
o a cualquier poder del Estado, si este pretendiera modificar el “Orden
Institucional heredado”, que es lo que supuestamente Boric y su proyecto persigue,
cambiar la actual institucionalidad.
Mientras Arancibia y la derecha se propone, dejar intacta en la nueva
Constitución este concepto de los límites de los civiles y donde puedan o no
actuar, que es la que recoge la actual constitución pinochetista.
Lo que propone
este chafarote pinochetista, de aprobarse
en la nueva Constitución semejante artículo, ataría de pies y mano al nuevo gobierno, al Presidente o a cualquier
poder del Estado y por tanto no podrían ejecutar leyes de corte social, que
aunque fuera aprobada por el Congreso, los militares podrían no obedecerla como
es por ejemplo la desmilitarización de la Araucanía.
Diversas fuentes
internas me han informado, que el debate en la Convención Nacional será fuerte,
también señalan que la nueva directiva de la Convención, no es no solo muy
calificada y prestigiosa, sino también muy apegada a principios que exige se
respete la dignidad y el bienestar de su pueblo y que nada permitirían que la
nueva Carta Magna se manche con artículos autoritarios y que atenten contra ese
bienestar popular en función de beneficiar a elites excluyentes y corruptas.
Esperemos que el nuevo
gobierno pueda llevar a cabo su proyecto de cambiar la institucionalidad a
favor de su pueblo, pero lo que, si está muy claro que se enfrentara a un
importante obstáculo en el gobierno y a una derecha, que, aunque derrotada en
las elecciones aún conserva fuerzas y apoyo de un sector que se niega a
abandonar las practica del pinochetismo y mantenerse bajo la sombrilla de
Estados Unidos en política exterior.
Lo que sí es real y
ninguna fuerza de derecha podrá acallar será el histórico cambio que tendrá
Chile a mano de estas generaciones de jóvenes venidos de sus luchas
estudiantiles. Amanecerá y veremos.
La
derrota de la oligarquía empresarial/
financiera Sofofa y el nuevo gobierno de Gabriel Boric Font
La
derrota de la derecha en Chile y de poderosos e importantes sectores
empresariales y pinochetistas, abrió un histórico escenario en ese país
austral, en las pasadas elecciones, al elegir a Gabriel Boric Font, un
candidato a la presidencia de la agrupación Apruebo Dignidad, compuesta por una
alianza de organizaciones progresistas y de izquierda.
Este
histórico acontecimiento, solo se pondrá en vigencia sí, el presidente Boric y
el nuevo gobierno aplican la política de realizar profundos cambios
estructurales, económicos, políticos y sociales, que él y su equipo prometieron
durante la campaña electoral. Y en ese
sentido lo primero es fortalecer la unidad de las distintas fuerzas políticas
dentro del gobierno y desarrollar una dinámica en la que el centro de sus
objetivo y trabajo sea cumplir el programa proclamado en la campaña electoral.
Diversos
medios de la izquierda chilena y extranjera, más por los deseos, que por la
realidad han comentado que, con este triunfo, se abrirían las Grandes Alamedas,
como lo había prometido el presidente-mártir Salvador Allende Gossens. Un
objetivo de su Presidente y el pueblo chileno que fue abortado brutalmente, por
el sangriento golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
A
un mes de ser elegido. El presidente Boric, dio a conocer la composición de su
gobierno y quienes ocuparan las principales carteras ministeriales y por sus
historias y cargo pueden los lectores sacar sus conclusiones. No olvidar que,
en política, una cosa es la que se dice en campaña y otra la que se hace al
llegar al poder. Al parecer, es lo que está sucediendo hoy en Chile.
Esos
principales cargos, han sido ocupados por personas que no están en la línea,
proclamada en campaña. Por sus currículos, no parece que promoverían y mucho
menos apoyarían cambios estructurales de fondo. Especialmente en economía,
política exterior y educación.
En
Hacienda nombraron al actual presidente del Banco Nacional, Mario Marcel, un
ultra defensor del modelo neoliberal capitalista. Mientras que, en Economía,
Fomento y Turismo, designó a Nicolas Grau, profesor universitario, pero según
personas cercanas, es defensor del actual modelo, que se puso en práctica en
Chile hace 40 años.
La
cancillería la ocupará la empresaria Antonia Urrejola muy cercana a Michelle
Bachelet, quien la recomendó a José Miguel Insulsa y con él se desempeñó como
su mano derecha en la Secretaria General de la OEA. Cuando el Golpe de Estado en Honduras en el
2009 al presidente Manuel Zelaya, como se sabe la OEA, termino respaldando al
gobierno de Roberto Micheletti, impuesto por los militares y ella jugó un papel
de respaldo a esa política indicada por Estados Unidos.
Concluido
el mandato de Insulsa, ella continuó en la OEA y Luis Almagro la ubicó en la
CIDH, cuyo papel fue meter bajo la alfombra los horrores de regímenes
represores como el de Colombia, Ecuador, Honduras. Fue cómplice de Almagro, al
esconder los horrores de lo sucedido durante el periodo del gobierno golpista
de Jeanine Añez, en Bolivia.
En
el 2018 fue elegida por Luis Almagro para integrar la CIDH por un periodo de 4
años. Ex relatora para Cuba de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos,
lo que ha sido interpretada por la derecha que en el gobierno de Boric, le dará
continuidad a la política de Estados Unidos de dividir a los latinoamericanos y
caribeños y promover la política de excluir a Cuba, Venezuela y Nicaragua, bajo
el falso criterio de que se trata de países, donde se violan los derechos
humanos, son dictaduras y no hay libertad de expresión.
La
designada canciller Urrejola, desde la CIDH se destacó por su labor de
denunciar al presidente Daniel Ortega de Nicaragua sin ninguna razón y prueba
de violar los derechos humanos en los sucesos protagonizados por la
contrarrevolución nicaragüense en el 2018. Mientras que fue probada por
declaraciones de algunos de los organizadores de aquellas acciones violentas y
criminales, en el juicio donde fueron procesados por la justicia nicaragüense,
que esas acciones fueron organizada, dirigidas y financiada por la CIA.
Esa
injerencia estadounidense la denunció el gobierno sandinista, pero los medios
hegemónicos callaron. El gobierno de Ortega enfrentó la agresión y defendió a
un gobierno democráticamente elegido y en defensa del Estado de derecho
imperante y de su pueblo. De Estados
Unidos y sus responsabilidades en los monstruosos y criminales hechos cometidos
por los CONTRA, ni condena, ni una palabra de la OEA y su DIDH.
De
igual modo los graves sucesos en su país el 18 de octubre del 2019,
escenificados por las fuerzas represoras del regimen de Sebastián Piñera, el
informe sobre esos hechos aun cuando fue investigado por la CIDH en el 2020,
ella, en su condición de presidenta de la CIDH nunca lo presentó
El presidente electo y su canciller la empresaria Antonia
Urrejola.
Por
supuesto que el nivel de relaciones de esta funcionaria de la OEA gozó y goza
de la confianza del Departamento de Estado, de los Estados Unidos. Muchos se
preguntan, como si la señora Urrejola no tenía relaciones con el Presidente fue
escogida para Canciller, cuando la única relación entre ambos fue por un tweet
de Boric felicitándola por su trabajo en la CIDH y en el cual él le decía:
“Antonia, tu trabajo deja una
huella de defensa irrestricta de los derechos humanos que a muchos nos
enorgullece, mi respeto por todo lo, obrado hasta ahora no me cabe duda de que
donde estés seguirás siendo un tremendo aporte a la justicia y al respeto de
los DDHH. Un abrazo”. Una fuente amiga
desde Chile me asegura, que Boric, atendió la propuesta de Michelle Bachelet de
nominarla para canciller.
En
el mandato de Boric, de acuerdo a sus recientes declaraciones a la BBC de
Londres, indican que su posición sobre las relaciones con Latinoamérica,
estarán centrada en estrechar relaciones con Bolivia y con Gustavo Petro y Lula
Da Silva, si estos ganan la presidencia.
A
la pregunta sobre Nicaragua y Venezuela, refirió que Venezuela es un país
fracasado por los 6 millones de emigrados que abandonaron el país, pero no dio
ningún criterio sobre Nicaragua y no se refirió a Cuba, tampoco le preguntaron.
De
la política de Estados Unidos hacia Latinoamérica no hizo ninguna mención. Por
lo que las crueles sanciones al gobierno venezolano y el apoyo de Washington a
una oposición terrorista encabezada por Leopoldo López y Juan Guaidó, no fue
mencionada por Boric.
Mucho
menos las acciones de violencia y sabotajes, orientados desde Estados Unidos,
organizados y dirigidos desde Colombia cuyo apoyo a la oposición terrorista y
al narco-paramilitarismo en Venezuela han sido denunciados y verificados por el gobierno venezolano. Las declaraciones de
los terroristas capturados en la Operación Gedeón, así lo demostraron. Esos
hechos, las sanciones y el bloqueo financiero y comercial han sido los
causantes de provocar esa diáspora, que por cierto, se ha reducido bastante
debido a la política del gobierno de Maduro con el Plan Vuelta a la Patria.
Muy
especialmente se han acogido a ese Plan del gobierno de Venezuela los que
habían emigrado a Chile, Brasil, Ecuador, Perú y Colombia, donde esos
emigrantes venezolanos han sido humillados, ultrajados y en algunos casos, como
en Colombia, han sido asesinados. Tampoco se refirió el presidente Boric, a la
integración de Latinoamérica y ni una sola palabra de apoyo a la CELAC y a
UNASUR.
Las
designaciones en otros ministerios como el de Defensa donde se designó a Maya
Fernández Allende, hija del cubano Luis Fernández Oña y Beatriz Allende y nieta
del ex presidente Allende Gossens, no creo que haya tenido la intención de
molestar a las Fuerzas Armadas, más bien puede interpretarse como un mensaje
hacia la izquierda que ha dado lugar a que muchos medios señalen, que este
nuevo gobierno podrá dar paso a la apertura de las Grandes Alamedas, como lo
soñaba el presidente-mártir Salvador Allende Gossens.
Todo
esto lo refuerza el nombramiento de dos militantes del Partido Comunista,
Jeannette Jara, en el ministerio de Trabajo y de Camila Vallejo como vocera del
gobierno con rango de ministra. La ministra Jara tendrá una dura faena porque
es el ministerio al que más acuden los trabajadores y exigen al empresariado
respaldo a sus reclamos, tanto salariales como de prevención social, de no
solucionarse las demandas a favor de los obreros, esto tendrá un costo político
para la ministra y su partido.
Camila
Vallejo en su función de vocera y uno de los cargos de más exposición política
pública, ya adelantó, al conservador diario El Mercurio, sobre si el gobierno
desarrollará una política de izquierda, lo siguiente: “Es un gobierno de
centroizquierda que tiene un programa que recoge aspectos de la
socialdemocracia europea, pero atendiendo a las demandas contemporáneas” Para
buen entendedor con pocas palabras bastan, Camila retrató la ruta que seguirá
este gobierno.
No
puede afirmarse qué, las acciones estudiantiles del 2006 de los “pingüinos” y
las que se produjeron en el 2011 que encabezara un grupo de jóvenes entre ellos
Gabriel Boric, contra la política educativa privatizadora y otras importantes
demandas económicas y sociales al regimen de Sebastián Piñera, fueran
decisivas, para que el electorado chileno se pronunciará en las pasadas
elecciones presidenciales del 19 de diciembre del 2021 a favor de Boric.
El
tema es más complicado, pero muy claro, no fueron aquellas acciones
estudiantiles valientes y justas pero sin resultados en los objetivos,
negociadas y pactadas, con los gobiernos de la Bachelet en el 2006 y con Sebastián Piñera en el 2011.
Lo que ha fracasado es el modelo económico, político y social, ciertamente
mutado de una dictadura a una “democracia” tutelada por el pinochetismo, a los
gobiernos de la transición, Concertación y la Nueva Mayoría.
La
rebelión social de octubre del 2019 fue el verdadero motor, que impulso a que
el pueblo decidiera elegir a este joven presidente, era una crisis política
seria y tal es así que el candidato de las elites de poder y representantes del
pinochetismo, perdieron la presidencia, porque un importante sector de la
población y que en la primera vuelta se habían abstenidos en votar por Gabriel Boric, decidieron apoyarlo en la segunda vuelta y evitar que la derecha y extrema derecha
pinochetista resultara la ganadora.
Ese
sector político de una izquierda consecuente, está en Chile presente y frente
al nombramiento de Mario Ávila como ministro de Educación, el Movimiento Unidad
Docente, se opone, porque Ávila tiene un proyecto llamado Educar Chile, que
sostiene la tesis de la privatización de la educación. Son como se aprecia
contradicciones que se presenta en la composición del nuevo gobierno.
Tampoco
soy ajeno a la muy fuerte oposición que tendrá el gobierno de Boric, en el
Congreso y especialmente en el Senado, tampoco de los sectores pinochetista que
desde sus Partidos tradicionales harán una fuerte oposición, me refiero a la
UDI (Unión Democrática Independiente), Renovación Nacional (RN) y sectores de
la Democracia Cristiana y por supuesto el perdedor Partido Republicano de José
Antonio Kast. Y sectores activos y retirados de las Fuerzas Militares, muy
comprometidos con la represión y de apoyo al Golpe Militar del sangriento 11 de
septiembre de 1973.
Frente
a este muy complejo escenario político, solo una exitosa Carta Magna que surja
de la Convención Constituyente, actualmente sesionando y en debate, que elimine
de raíz la Constitución de 1980, impuesta por la dictadura cívico militar que
dio respaldo a los horrores de la dictadura de Pinochet, es el más importante
instrumento legal y constitucional que puede dar garantías y apoyo a las
propuestas y leyes que el gobierno se propongan en beneficio del pueblo.
Teniendo
en cuenta este panorama por la composición del gobierno de Boric, esperemos que
el equipo ejecutivo seleccionado, no sea la continuidad del actual sistema.
Tampoco será, como lo fueron los gobiernos de la Concertación, los tiempos y el
escenario económico, político y social no es el mismo. Hoy es un teatro aún más
complicado en lo que a la economía se refiere y a la crisis política, social y
xenofóbica con los pueblos originarios chilenos, que mantienen el actual
régimen de Piñera y que el nuevo gobierno de Apruebo Dignidad tiene el serio
reto de hacer cambios de fondo.
Lo
subrayado/ interpolado es nuestro.
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