DIEZ RASGOS PARA UN ECOSOCIALISMO MARXISTA, FEMINISTA Y REVOLUCIONARIO.
“La
emancipación de los trabajadores debe ser obra
de ellos mismos. Los filósofos hasta el momento se han dedicado a
interpretar el mundo, de lo que se trata ahora
es de transformarlo” Dr. Karl Marx.
Conferencia Ing. Daniel Tanuro/ Belgica.
Llamamos
ecosocialismo al razonamiento que consiste en vincular personas explotadas,
enajenadas y oprimidas por el sistema
capitalista salvaje y su forma de regir sus países satélites el neoliberalismo.
Este razonamiento prepara la llegada de una sociedad socialista democrática,
solidaria, culta, no productivista, sin dominación ni explotación, respetuosa y
prudente respecto al resto de la madre naturaleza.
Concepto abierto, el
ecosocialismo implica un cierto número de interpretaciones diferentes. Los
francófonos probablemente conocen el ecosocialismo de JL.Mélenchon, que es de
tendencia más bien estatista y soberanista. En algunos países, una
socialdemocracia de gestión o de los partidos verdes muy “mainstream” (moda
dominante) afirman actuar con una perspectiva ecosocialista. No se puede hablar
por lo tanto, hablar en general del ecosocialismo. Los diez rasgos propuestos más abajo resumen las concepciones ecosocialista
de la corriente marxista revolucionaria internacional a la que pertenezco.
1.Nuestro ecosocialismo se basa en cuatro
requisitos imprescindibles:
– La
necesidad de un programa de transición anticapitalista, antiimperialista que ya considere las limitaciones ecológicas y
aporte respuestas a la destrucción ecológica. Por lo tanto divergimos de las
corrientes políticas que aplazan la protección y la restauración del entorno
ecológico al “día de mañana” del postcapitalismo;
-La
necesidad de una estrategia basada en la acción directa democrática y auto
organizada de las personas explotadas, enajenadas y oprimidas, en una perspectiva
internacionalista y en el respeto a la
autonomía de los movimientos sociales , así como en el derecho a la auto-organización de las mujeres y en general de las capas oprimidas/marginadas
- La
profundísima catástrofe política y económica de sentidos y valores que mina la
sociedad capitalista salvaje. La dominación del valor abstracto y el machismo capitalista salvaje son la base
de una inversión entre las necesidades y
la producción entre trabajo creador vivo
y trabajo embrutecedor, entre el planeta y el capital. El capital salvaje aliena
así a las personas (hombre y mujer) de
su naturaleza de animal racional, social pensante, masificándola,
robotizándola.
El balance ecológico catastrófico de los países del “socialismo stalinista
real”, simbolizado por la catástrofe de Chernobil, de la desecación del mar de
Aral y de la campaña maoísta para la eliminación de gorriones en China por dar algunos
ejemplos.
Nuestro ecosocialismo es por lo tanto
radicalmente anticapitalista, antiimperialista, humanista, solidario,
internacionalista, feminista, revolucionario y autogestionario. A la vez, estrategia de lucha, programa de reivindicaciones
y proyecto de sociedad a escala humana socialista.
2.- Nuestro ecosocialismo tiene una fuerte
dimensión ética que entronca en la
perspectiva de una civilización humana
digna de tal nombre, respetuosa de los derechos del ser humano y del entorno
ecológico.
Siguiendo al
legado del Dr. Marx quien consideraba que
“la naturaleza es el cuerpo inorgánico de la humanidad”. La destrucción de la madre
naturaleza de la que formamos parte es nuestra propia destrucción y la de
nuestros hijos. La expresión “crisis
ecológica” - de los epígonos socialdemócratas y democratacristianos, dos atajos oportunistas sin salida- es por
eso muy limitada. La situación a que nos enfrentamos es mucha más que una crisis del funcionamiento de los ecosistemas debido a la lógica del beneficio del
depredador /enajenante capitalista salvaje:
es una crisis sistemática de la
civilización humana agudizada principalmente
por una “crisis” de las relaciones entre humanidad y el sistema capitalista salvaje .
Sustituir la
producción de valor por la
producción de valores de uso determinados democrática y solidariamente es una condición necesaria para ponerle fin; pero solo es una
condición necesaria, para ponerle fin;
pero solo es una condición necesaria e imprescindible. Las destrucciones
ecológicas como la opresión explotación, enajenación de las mujeres ha existido
mucho antes que el capitalismo salvaje, aunque fuese bajo otras formas y a escala
local más que global. Por otro
lado, como se ha dicho, el “socialismo stalinista/real burocrático fue tan
destructor del entorno ecológico como el productivismo capitalista salvaje.
Juntas, estas
dos realidade , subrayan la necesidad de un proceso de revolución cultural a
proseguir mucho más allá de la abolición del capitalismo salvaje. Se trata de romper con las visiones dominantes y utilitaristas, formar el ser
humano integral- mujer/ hombre, con una consciencia social, en el marco irrestricto de la dignidad y los derechos del ser humano y del entorno
ecológico.
3.- El balance
ecológicamente destructivo de la URSS, China y los países del Este se debe ante
todo a la traición/ degeneración del régimen renegado Stalinista burócrata de
la revolución socialista.
Esto ha
implicado a la vez la renuncia a la revolución mundial y al abandono de las
experiencias y concepciones ecológicas más avanzadas, que se han desarrollado
durante los primeros años del poder soviético. Pero el stalinismo no lo explica todo: a finales del siglo XIX a
principios del XX, el movimiento obrero
y su ala revolucionaria estaban
mayoritariamente impregnados por una visión de la naturaleza como materia a
dominar, a modelar sin límites según la
voluntad humana. Esta visión estaba
presente y la imponía también a los opositores al stalinismo.
4.- La
emancipación de las mujeres requiere un movimiento autónomo y la construcción
en su seno de una tendencia socialista
marxista. Por lo mismo parar la destrucción ecológica exige la construcción en
el seno de la izquierda de una corriente ecosocialista marxista que intervenga,
por así decirlo, en nombre del resto de la madre naturaleza
en una perspectiva anticapitalista,
antiimperialista, internacionalista y antiburocrática.
Rechazamos la idea de que ésta corriente esté condenada
a predicar en el desierto por el hecho
de que el Homo sapiens sea destructor e insensible por naturaleza. La humanidad
ha causado muchas destrucciones ecológicas, pero no hay ninguna razón para
pensar que la inteligencia y la
sensibilidad humanas sean insuficientes
para reaprender lo que hemos
olvidado, cuidarnos del entorno ecológico, reconstruir lo que se pueda,
inventar una nueva relación con la vida
en general.
5.- Nuestro ecosocialismo es radicalmente
anticapitalista /antiimperialista y en consecuencia marxista.
Encontramos
en el Dr. Marx no solo una crítica irreemplazable de la lógica del capital,
sino también ideas preciosas y a menudo desconocidas que nutren directamente
nuestra reflexión ecosocialista. Las
principales son las siguientes:
“El Capital”
del Dr. Karl Marx: “la biblia de la clase trabajadora”/Addhee.ong
-La naturaleza
y el trabajo creador son las únicas fuentes de toda riqueza, la naturaleza es
la fuente principal de los valores del uso
-La única
agricultura racional es la basada en los agricultores independientes o en la
propiedad comunitaria del suelo (¡a distinguir de la propiedad estatal de
los koljoses!). La única explotación
forestal racional es la que huye de la
búsqueda del lucro “cortoplacista” del capitalista salvaje.
- La búsqueda
de rentas (superbeneficio) estimula continuamente el pillaje de los recursos
naturales, minerales y orgánicos, sobretodo la tendencia a una agroindustria cada vez más intensiva
que agota los suelos, practica el monocultivo y privilegia la producción de
carne:
- El
capitalismo se basa en la desposesión. No hay capitalismo sin crecimiento y por
lo tanto, sin reproducción ampliada constante con un doble movimiento: por una
parte, apropiación/ explotación /enajenación de la fuerza de trabajo contra un
salario y por la otra, apropiación/pillaje de recursos naturales.
- el capital
no es una cosa, sino una relación social de explotación del trabajo que exige inputs en recursos
naturales y orientado a la producción de
plusvalor. “El único límite del capital, es el
propio capital”, afirmó el Dr. Marx: enigmática a simple vista, la frase
significa simplemente que el capital proseguirá
su obra de destrucción, tanto tiempo como disponga de fuerza de trabajo
embrutecedora y de otros recursos naturales para explotar. Por ello, el capital
no puede fallar hasta haber franqueado los límites. Ningún mecanismo endógeno
le permite considerar las fronteras de la sostenibilidad (“ boundaries”)
En
consecuencia, la producción de plusvalía implica necesariamente la ruptura de
los equilibrios en el intercambio material ,entre la humanidad y el resto de la
naturaleza (metabolic rift). La acumulación capitalista agota a la vez la
tierra y la Clase Trabajadora. Para el
pillaje de recursos ( la “gestión racional del intercambio material” sociedad
naturaleza) exige la abolición de la explotación de la fuerza de trabajo y la reducción del tiempo de trabajo.
6.- Sin embargo la obra de Marx y Engels esta
en tensión.
Primero está
marcada en cierto grado por las ilusiones del progreso y la
perspectiva de un “crecimiento ilimitado de las fuerzas productivas”.
Segundo: Su pensamiento debe pasar por encima de los estereotipos feministas machistas
patriarcales del neoliberalismo del capitalismo salvaje.
Para el Dr.
Marx como hemos visto, “el capital agota las dos únicas fuentes de toda
riqueza: la tierra y el trabajador”. En esta cita “el trabajador” incluye la
trabajadora- que se entienda de una vez que la mujer y el hombre son igualmente explotados y enajenados por el
perverso sistema capitalista-. Por lo tanto, el trabajo está femenizado. Las mujeres asumen gratuitamente la mayoría de los trabajos de
reproducción en el marco de la familia, y este trabajo está “invisibilizado” en
la sociedad capitalista salvaje. El Dr. Marx dijo también que, “la apropiación privada de
la Tierra, parecerá un día tan bárbara como la apropiación privada de un ser
humano por otro”. Y por tanto, el
capitalismo salvaje ha integrado al patriarcado feminista preexistente que
constituye una forma de apropiación de un ser humano por otro. Engels, lo había señalado: en este
estereotipo, la familia, el hombre es el oligarca explotador y la mujer el proletario”.
Nuestro
ecosocialismo desarrolla por tanto la frase del Dr. Marx para integrar
explícitamente el trabajo de reproducción. La lógica capitalista salvaje, que
aumenta la explotación, la enajenación del trabajo asalariado y de los
recursos, también aumenta la opresión explotación y enajenación patriarcal de
las mujeres: La apropiación del cuerpo de las mujeres, el trabajo doméstico que
prestan gratuitamente y su discriminación en la esfera productiva, constituyen
una forma específica de apropiación de riqueza por el capitalismo salvaje. Esta forma debe evidenciarse para que la
crítica de este modo de producción sea completa.
7.- Nuestro
ecosocialismo trata de integrar todos estos aspectos.
La opresión, explotación y enajenación de las mujeres se combina
con la explotación del trabajo asalariado y el pillaje de recursos, con
la ruina de los campesinos y la destrucción de comunidades indígenas.
La Lucha de
clases de las mujeres explotadas
,enajenadas no es contra los hombres, sino contra el explotador y
enajenante,perverso sistema capitalista salvaje.
Las
luchas de las mujeres forman parte de la
lucha de clases, sin limitarse a eso, porque la opresión patriarcal capitalista es una de las bases del capitalismo salvaje y
de su forma de explotación y enajenación: el neoliberalismo. Las luchas ambientales forman parte de la
lucha de clases, sin limitarse a eso,
porque el apetitivo insaciable
del capital salvaje para consumir
recursos es la inclinación de su dependencia del trabajo vivo que, por una
parte, transforma esos recursos en
valor, y por otra, reproduce en el ámbito doméstico, la fuerza de trabajo.
Las luchas
campesinas y de los pueblos indígenas, forman parte de la lucha de clases, sin
limitarse a eso, porque la bulimia capitalista implica la apropiación de todos los recursos y la mercantilización
de todas las relaciones y en consecuencia también la masificación generalizada.
Nuestro
ecosocialismo es por lo tanto, no únicamente alianza anti productiva de lo
social y lo ambiental, es decir, alianza social obrera-campesina-pueblos
indígenas, sino que también tiene en cuenta el feminismo en lo social y lo
ambiental. Es decir, eco feminismo
socialista. Esta visión es la base de nuestra estrategia
Ecosocialista
de convergencia de las luchas. Concluyo
que quien no entiende que el hombre y la mujer son igualmente explotados y enajenados por el
capitalismo salvaje, es un enajenado que no entiende nada.
John Bellamy
Foster estima que hay una “ecología de
Marx”. Su libro en este aspecto es claro
y pone el reloj en hora respecto
al pretendido productivismo marxista.
Pero rechazamos la apología. “La
ecología de Marx”, en nuestra opinión, es una obra inacabada. Nuestro
ecosocialismo comporta rematar la
construcción, superando los límites y, acaso, las contradicciones. Esta visión
sin anteojeras es indispensable para considerar las nuevas cuestiones como los “derechos de la Madre Tierra”, el sufrimiento animal, etc.
8.- Es una
ilusión creer que un modo de producción basado en la apropiación del cuerpo de
las mujeres y en la explotación de la
fuerza de trabajo humana como recurso natural ,podría engendrar en la mayoría de la población una conciencia
social respetuosa con los recursos naturales y con la naturaleza en general.
En un
sistema de producción capitalista
salvaje generalizado de mercancías, es
decir, de “cosificación” generalizada.
La ideología dominante frente a la “ madre naturaleza” forzosamente es una ideología del mercado,
que considera el entorno como una reserva de recursos gratuitos. Las luchas
ecológicas deben acompañarse y
acompasarse con las económicas y feministas, para transformarse en fuerza
social de transformación del orden existente, las cuestiones del trabajo, de la
producción, de la reproducción y del desarrollo están en el centro de nuestro ecosocialismo. La
naturaleza del Homo sapiens es producir socialmente su existencia mediante la
expresión del trabajo, relación ineludible entre humanidad y naturaleza.
Pero, para los
epígonos del capitalismo salvaje ,la naturaleza humana sólo existe en concreto mediante sus formas históricas, que impone el
capitalismo salvaje a través de su forma
de regir a sus países satélites: el neoliberalismo. La respuesta a la “crisis ecológica” no consiste en salir
del trabajo embrutecedor, del subdesarrollo,
en “salir del consumo”, en salir del “crecimiento”, etc., que son
abstracciones ahistóricas. Consiste en salir del trabajo embrutecedor, abstracto productor de valor,
por tanto salir del modo de desarrollo capitalista salvaje centrado en el
crecimiento del beneficio y el modo de distribución/ consumo que de él se deriva.
9.- Rechazamos
la idea de que la madre naturaleza sufre
a la humanidad como una enfermedad. Comparto la
reflexión profunda del maestro de
la Patria Continente América Latina y el Caribe
Eduardo Galeano que afirmó que “ la Madre naturaleza y los derechos del
ser humano son dos palabras y una sola dignidad”.
La
humanidad forma parte de la naturaleza
que transforma. Otras especies han transformado
la naturaleza en profundidad. Pero la transformación del homo sapiens es
distinta: lejos de ser “natural”, está
determinada históricamente por las relaciones sociales de producción. Así, no hay” capacidad de carga de carga”
específica de la especie humana. En
función de la productividad del trabajo,
la “capacidad de carga” humana ha variado, por ejemplo, desde 8
humanos/km2, para la agricultura de
“tala y quema “: 25 humanos/km2 para los primeros agricultores sedentarios, 100
humanos/km2 en la agricultura de regadío
del antiguo Egipto.
Por otro lado, la historia presenta varios casos en que el progreso de la productividad del
trabajo ha sido ecológicamente positiva (por ejemplo la Europa Occidental el
descubrimiento del papel de las leguminosas como “abono verde” ha frenado
la deforestación). Actualmente, las
tecnologías energéticas renovables suponen un progreso de la productividad cuya
extensión generalizada se impone de
manera urgente para evitar el
cambio climático hacia “un planeta
invernadero”. Pero en el marco
capitalista salvaje productivista y “adorador del crecimiento”, tales
tecnologías se añaden a las energías
fósiles en vez de reemplazarlas y, se
despliegan al servicio del beneficio. Razón por la que no detienen la destrucción medioambiental.
Así se ve bien, que el problema no es el progreso general,
sino lo que Michel Lowy llama el
“progreso destructivo” del modo capitalista salvaje de producción. Ese “progreso” produce bajo nuestros ojos y cada vez más rápido una naturaleza
transformada y empobrecida. Está a punto de destruir millones de formas de
vida, amenaza la existencia de cientos
de millones de pobres, crea el riesgo de una caída de la humanidad en la
barbarie, e incluso podría, eventualmente, a fin de cuentas, amenazar a la especie humana en su conjunto.
10.- La “auténtica madre
naturaleza” virgen no existe.! El
mercanchifle victimario
capitalista salvaje depredador la destruyó¡
Aquellos que piensan que la
“auténtica naturaleza es la naturaleza del Homo sapiens”, no tienen ninguna solución para la “crisis” sistemática. Su única
alternativa lógica consistiría en desear
la desaparición de los humanos ( en tal caso que nos muestre el
ejemplo¡). .. Frente a estas
concepciones misántropas, la cosmogonía de los Pueblos Indígenas ( La Madre
Tierra) constituye una fuente de inspiración.
Pero no nos equivoquemos: esta cosmogonía no implica “defender los
bienes comunes” que lo serían por naturaleza. En efecto, esta noción de los
bienes comunes implica en cambio que ciertos bienes no serían, naturalmente,
comunes. Muy al contrario, se trata de afirmar la legitimidad de un proceso de
construcción social Del Común.
Ese proceso de definición
democrática de lo que queremos instituir como común, no está limitado a priori por
ninguna naturaleza de las cosas. Una
sociedad ecomarxista / socialista –comunista sin clase-, recuerda en ciertos aspectos a las llamadas “sociedades primitivas”. Ella instituiría lo común. Sin
embargo , será muy diferente, visto el nivel de desarrollo de las fuerzas
productivas. Esta sociedad elaborará un
concepto de las relaciones humanidad- madre naturaleza que probablemente
recordará en ciertos aspectos a la de los pueblos indígenas, pero también
será diferente. Un concepto en el cual las nociones éticas de precaución, de respeto y de
responsabilidad, así como maravillarse
ante la belleza del mundo, se nutrirán permanentemente de la aprehensión
científica a la vez más sutil y al mismo
tiempo claramente incompleta. Pues a
mayor progreso de la ciencia, más crece la conciencia de lo que no se explica…
Por Ing. Daniel Tanuro, ingeniero
agrícola/ecologista y activista socialista valón, es dirigente de la LCR-SAP
del Reino de Bélgica
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