Lecciones
para enfrentar los efectos del apocalipsis pandémico.
Mariano sierra,
escritor, jurista, analista internacional/Addhee.Ong:
La economía si no
es solidaria, no tiene sentido de ser, porque no atiende al derecho humano que
esta socializado bajo premisas sociales como eje de una sociedad justa. El
mundo de hoy habla de solidaridad, pero hacia adentro, pues al exterior se
anuncia con visos de servicio, que están llenos de engaños. La actual crisis
nos está mostrando cual veraz y humano es ser solidario, es ser seres y
empresas de servicio, y allí en el servicio se conoce al verdadero líder,
empresario, dirigente en su más alta concepción humanista, en su más alta
concepción de ser como integrante de una sociedad, sin demagogias ni populismos
ni retoricas
De la “crisis” que
estamos viviendo se ha dicho y se dirá mucho, por lo tanto, no podemos ceder,
pues después de este registro pandémico, el mundo será otro, que nos exigirá
cambios en nuestra forma de vida empezando desde nuestros hogares, cambios que,
si no comprendemos la esencia del sentido de la vida, nos llevará a pandemias
más desastrosas.
Todas las
estructuras vigentes sociales, ambientales políticas, de gobierno, de familia,
espirituales, personales, a nivel mundial tendrán que ser reestructuradas,
tendrán que repensarse para un mundo mejor, lo cual es posible, mediante planes
de mejoramiento, ya que cada uno y en sociedad buscara la transformación,
sincerándose consigo mismo. La vida es un proyecto social que se da
solidariamente con prototipos de verdad, justicia, servicio y amor.
Los desarrollos
hacia la comunidad que se han generado en el mundo han sido para constituir
instituciones solidarias con fines
humanistas buscando romper la
complejidad social del entorno social golpeado por las desigualdades de la
persona y sus entes diversos, empezando por el Estado mismo, que ha golpeado el
desarrollo por la inequidad de las riquezas, por ambición y egoísmo.
El compromiso
social, económico y político ante esta crisis tiene un rol en la medida que se
han demostrado muchas debilidades. El modelo tecnócrata nunca ha funcionado y
su desaparición debe ser un hecho que pregonan visiones socializantes y
solidarias que asumirán también el papel de impedir cualquier ideología
represiva e interventora. Acojamos con respeto y coherencia nuestras creencias
personales descubriendo que tenemos una misión en la vida y con firme actitud
buscar la justicia plena en un mundo que se ahoga en el desenfreno del
consumismo, dando apertura a un nuevo renacer. La soledad tiene límites, y esta
“crisis” nos ha obligado retomar para revisar el futuro próximo.
El compromiso
social no es filantrópico sino toda una obra social que implica una postura
activa y responsable en torno al impacto de sus objetivos que le dan
sostenibilidad a lo largo del tiempo con crecimiento social y económico. El
compromiso social es la respuesta a una realidad mediante el apoyo a los más
débiles en medio de una democracia amenazada y tecnócrata.
El compromiso social es un aporte voluntario
ante las exigencias de un mundo justo que trabaja para hacer que nuestro
conglomerado social tenga una armoniosa y sana convivencia, no hacerlo es
permitir que otros asuman sus propios intereses en detrimento nuestro. Hay que
interiorizar en aquellos oprimidos que esta pandemia ha sacado a flote en medio
de un presente oscuro donde talvez sociedad y Estado somos responsables.
El mundo moderno
tiene que volver sus ojos a esquemas solidarios recuperando proyectos
engrandeciendo los existentes en un esquema que antepone los principio y
valores sobre las utilidades del capital para lograr utilidades sociales que mejoren
condiciones de vida y superen las actuales crisis. La solidaridad se practica
desde todos los escenarios, la empresa hogar, la empresa comercial e
industrial, la financiera, desde lo personal, sin exclusión.
El compromiso
social es el rol que le da vida al compromiso solidario a favor del desarrollo
sostenible, es decir, a favor del equilibrio entre el crecimiento económico, el
bienestar social y el aprovechamiento de los recursos naturales y el medio
ambiente- Este equilibrio es fundamental para el proyecto pasando a formar
parte de la solución de los retos que tiene la sociedad en conjunto con el Estado.
Recordemos la frase de aquel escritor que en sus vivencias señalo...Tengo la convicción de que hice lo justo en
el momento justo…. Esto quiere decir además que en las crisis hay que
actuar con responsabilidad para no dar palos de ciego, confundiendo y
confundiéndonos con retoricas populistas, pues los problemas están allí, por
carecer de ejercer trazabilidad y competencia y voluntad social y política. La “crisis”
deja lecciones que aprender.
El objetivo del compromiso social radica en el impacto
positivo que genera la práctica de estos compromisos cuya contribución va a dar
sostenibilidad no solo al componente empresarial sino a quienes permiten
ejecutarlo, como son sus gentes. El compromiso social realza el entorno en el
que opera mediante el conocimiento de lo que rodea no solo en términos
territoriales, sino en término del conjunto social de reglas, leyes que avalan
la operación y todas las actividades relacionadas, con programas sociales que
les permita a sus gentes beneficios reales, frente a otras entidades económicas
y financieras que solo buscan crear riquezas personales abusivas.
Las prácticas
sociales están enfocadas en valores y transparencia que definen el giro y la
actuación de la empresa solidaria e incide directamente en los actores. Las
prácticas de otra parte se asocian a toda la cadena solidaria abocando toda una
temática social como el respeto al medio ambiente y esencialmente a la
comunidad. Los promotores y actores responsables deben serlo desde el interior
porque la responsabilidad es con la comunidad y con los que hacen `posible el
proyecto o negocio y con los aliados estratégicos.
Una sociedad, un Estado, unos organismos que no
enfrentan retos no garantizan ningún
resultado. Estos resultados
se transmiten con éxito en la medida que se adoptan valores éticos,
transparencia en las operaciones y en el cumplimiento de los requerimientos
legales que van a
transmitir confianza a su entorno, al gobierno
y la sociedad en su conjunto. El compromiso social facilita la constitución de
conglomerados sociales ya que busca constituir cadena productiva seria y
responsable seguramente con el aval de un gobierno que también debe ir en la
línea social. El ser humano como tal es una cadena productiva con sus valores y
su trabajo en favor de los desiguales, carentes de voz y de quien los
comprenda.
El compromiso
social se da donde a lo largo del tiempo no se ha podido obtener acciones
cuando alguien se compromete con una posibilidad que pareciera ser vista como
imposible. Un compromiso social serio se relaciona con la forma como cada uno
responsablemente ve el mundo y como nos relacionamos con él. No comprometernos
es aceptar las cosas como están, con su cargo de inoperancia e inmoralidad y no
estar comprometidos es orientar la brújula hacia donde apuntan gestiones
inhumanas por el ultraje de actos de gobierno y por la indiferencia social.
El compromiso
social tiene que ver con las posibilidades de crear nuevas prácticas de hacer
cosas nuevas e interpretar la manera de pensar de aquellos que le dieron vida a
la solidaridad de tal forma que fluyan las realidades que queremos. El
compromiso social es la base para producir cambios y el país necesita cambios
desde hace muchos lustros, necesita nuevas visiones y misiones en acción, no
colgadas en las paredes, ni en anuncios muy fascinantes, que transformen las
realidades dando paso al triunfo contra el escepticismo de aquellos enemigos del
sistema social que, si lo apoyan es buscando intereses individuales y el futuro
nos exige ese renacer.
Este compromiso nos viene diciendo a todos que
es un imperativo invertir en solidaridad para solucionar los problemas que
hemos creado como la violencia, el desplazamiento, la corrupción, la
inoperancia y el desgreño administrativo, el inadecuado uso de los recursos, la
falta de control y de una justicia plena. El compromiso social cunde para la
búsqueda de alternativas de solución para lo que aqueja a la persona y a las
comunidades más vulnerables, más desprotegidas como lo es nuestra sociedad. El
compromiso social apunta a evitar que intrusos públicos y privados busquen
hacer negocio con la crisis y en especial con el dolor ajeno, con el hambre y
el pan del que no lo tiene.
El marco de
influencia social genera adhesión a planes comunitarios, municipales,
departamentales y de la nación. Toda acción de gobierno debe estar en la línea
de generar empresa social y eso se logra cuando el manejo político se hace con
liderazgo y espíritu gerencial que de un viraje total a la nueva administración
pública y política.
Todos debemos salir
del ostracismo y de la administración de pobreza para convertirnos en adalides
de progreso generadores de riqueza social. Lastimosamente este contexto en
nuestro país ha sido flaco, pues en un pasado no lejano el sector solidario se
vio manejado lastimosamente con espíritu corrupto. La única esperanza a la que
se aferra la humanidad en esta época de crisis de distintas naturalezas, es la
de crear solidaridad individual y colectiva y dimensiones de esperanza para el
nuevo futuro, porque esta pandemia con su azote nos está debilitando.
Urge dentro de un
compromiso social trabajar con la comunidad extendiendo programas de beneficios
familiares y comunitarios para elevar su nivel de vida, desarrollar por medio
de la responsabilidad social empresarial programas de salud, educación,
vivienda, trabajo. La crisis pandémica nos ha permitido verificar que esa
población desplazada, migrante y víctimas de una violencia orquestada por
terratenientes, no es una ficción, es una numérica realidad, al desamparo de un
régimen fallido que aún le sigue poniendo talanqueras al proceso de paz.
Los planes en la
ejecución de las tareas de cambio son acciones que entre todos debemos
compartir para garantizar ejecución y continuidad. La práctica de interacción
con las decisiones justas y sociales contribuyen de manera decisiva y se hace
prioritario pues el trabajo en equipo enseña que los esfuerzos compartidos son
el único medio para lograr recuperarnos.
Finalmente, el compromiso social y la responsabilidad
empresarial y Todo el esfuerzo comunitario y las políticas y las prácticas son
el medio que garantiza la protección de la comunidad, del medio ambiente, del
uso sostenible de los recursos, restringir la producción y el comercio de
negocios ilícitos y las practicas masivas de corrupción, proteger al hombre y
en especial proteger su trabajo en todas sus condiciones que tiene como persona
y en las que le da la ley.
Es un deber social
y político restaurar el desmantelamiento de la solidaridad que se ha vuelto
impensable- El devenir histórico es la cooperación social a la cual llegamos
con una toma de conciencia. Construir conciencia solidaria implica generar
procesos económicos y sociales contra la tiranía financiera y la explotación a
sectores como el agrícola, donde el capital nunca se solidariza, siendo el
sector más olvidado del país. Allí debe cundir la economía solidaria en sus
distintas modalidades multiactivas apuntando a formalizar el sector
agroindustrial. Vale la pena denunciar, como el Estado tiene abandonado el
campo y sus gentes que son quienes nos proporcionan él alimento y aquellos
invisibles que aparecen cuando la necesidad les atropella y el Estado no conoce
y que así lo hemos comprobado en esta crisis de la pandemia virosa..
“ No existe
economía ni compromiso social, sino….”
No debemos solo
tomar medidas solidarias, sino hacer que fluyan con crecimiento y
redistribución entre los actores, para fortalecer el cambio con la ética
humana. No existe economía solidaria ni
compromiso social, sino se da y se tiene la vocación de servir con
administradores probos que reflejen garantía y liderazgo con gestión social y
respetando las normas.
Todo cambio viene
de un poder, poder del pueblo dentro de su voluntad social y política, donde
cada uno debe actuar en una lucha para transformar el mundo que queremos. Y es
en las crisis donde se conocen las realidades que hay que cambiar. Esta crisis
elimino las creencias de ser hombres-dioses, somos vulnerables, sociedad y
gobiernos debemos volver a la ruta de la igualdad con solidaridad, al irnos nos
llevamos lo mejor de haber dado... Servicio, solidaridad y verdad.
Ante crisis,
momentos de reflexión, donde haremos un balance de vida en lo personal,
familiar, empresarial, social, político y espiritual. Este balance nos lleva a
encontrar debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas y de allí saldremos
fortalecidos con soluciones apropiadas, con compromisos solidarios, para
enfrentar los retos de cualquier pandemia.
Lo subrayado es nuestro
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