Los jóvenes viejos, no entienden quiénes son sus amigos y quiénes son sus enemigos.
Por Manuel Holzapfel Gottschalk/ Comunicador social, Periodista/Barómetro
Latinoamericano/ADDHEE.ONG:
“Hay jóvenes viejos y viejos jóvenes, y en éstos me ubico yo”, dijo el
presidente Salvador Allende Gossens a los estudiantes de la Universidad
de Guadalajara el 2 de diciembre de 1972. “Ser joven y no ser revolucionario es
una contradicción hasta biológica; pero ir avanzando en los caminos de la vida
y mantenerse como revolucionario, en una sociedad burguesa, es difícil”,
sentenció de manera preclara ante centenares de jóvenes mexicanos que
escucharon absortos, uno de los mejores discursos que se hayan hecho, sobre la
relación entre juventud y revolución.
El encuentro, fue parte de la gira internacional que incluyó su
memorable intervención ante la Asamblea General de la Organización de Naciones
Unidas, y las visitas posteriores a Argelia, Unión Soviética y Cuba. A
sólo nueve meses del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, la situación
del Gobierno Popular era muy compleja, debido a la intervención directa del
imperialismo estadounidense, que no escatimó esfuerzos de toda índole
para detener la vía chilena hacia el socialismo y recuperar el cobre
nacionalizado por el presidente Allende Gossens. 47 años después,
Venezuela enfrenta los embates del imperio salvaje, que ha repetido la
estrategia desestabilizadora aplicada en Chile para conseguir lo mismo:
apoderarse de las mayores reservas de petróleo del planeta y destruir la
Revolución Bolivariana del comandante Hugo Chávez Frías, hoy liderada
por el presidente Nicolás Maduro Moros e incluso del Gobierno Popular que
unen los procesos del presidente Allende Gossens y del comandante Hugo Chávez Frías . Los hechos son
evidentes, pero en Chile algunos oportunistas que un día fueron parten de la
Unidad Popular e incluso del gobierno, niegan los profundos lazos que unen los
procesos de Allende y Chávez. Peor aún, desconocen la huella criminal de
Estados Unidos, en la crisis venezolana y se han unido a la campaña de
desprestigio, que busca generar las condiciones para una intervención militar
del imperio.
El informe espurio de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para
los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, es el mejor ejemplo de la traición de
la izquierda concertacioncita/Nueva Mayoria al legado del presidente
Allende Gossens. Es el propio compañero presidente, quien les habla y
desenmascara en su ruindad, desde aquel 2 de diciembre en Guadalajara, cuando
agradeció a los estudiantes mexicanos
“por comprender el drama de mi patria, que es como dijera Pablo Neruda, un
Vietnam silencioso; no hay tropas de ocupación, ni poderosos aviones nublan los
cielos limpios de mi tierra, pero estamos bloqueados económicamente, pero no
tenemos créditos, pero no podemos comprar repuestos, pero no tenemos cómo
comprar alimentos y nos faltan medicamentos, y para derrotar a los que así
proceden, sólo cabe que los pueblos entiendan quiénes son sus amigos y quiénes
son sus enemigos”.
Ya sabemos, a qué poderoso “amigo” se arrimaron aquellos que tienen el
descaro de autoproclamarse socialista/socialdemocrata y aplauden el
informe sobre derechos humanos de Venezuela digitado por funcionarios del Führer
Trump, que lleva la rúbrica de la ex presidenta chilena, socialdemócrata,
hija del leal y culto General Alberto Bachelet Martínez.
Pero no sólo de la Concertación/Nueva Mayoria le han “prestado
ropa” al informe de Bachelet. La crítica certera que hizo al documento el
alcalde comunista de Recoleta, Daniel Jadue, generó polémica al interior del
Partido Comunista de Chile, y oh paradoja, fue una joven ex dirigenta
estudiantil la que lo validó. “No voy a desconocer el informe de la Alta
Comisionada de DDHH, me parece que es lapidario. Efectivamente arroja
situaciones sumamente graves”, señaló la diputada Camila Vallejo. Con ello, se
desmarcó de la posición oficial de su partido, que criticó el informe porque
"no se expresa ninguna condena a los intentos de golpes de Estado y a las
amenazas permanentes de intervención militar en Venezuela".
Finalmente, Jadue en una actitud lamentable, pidió disculpas a Bachelet
y la prensa mediática mercurial, especialmente la telebasura/CNN ,festinó
con la denominada polémica generacional al interior del PC. La joven diputada
Karol Cariola lo explicó así: “no somos una máquina ni un robot. El partido
debe experimentar un proceso de transformación donde se encuentren las nuevas y
las viejas generaciones para fomentar nuevos y diversos liderazgos y
revitalizar nuestras ideas”.
Lo lógico, es que, en ese proceso de transformación, dado que como
dijera el presidente Allende Gossens, ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica,
los jóvenes del partido radicalicen su lucha contra el capitalismo y el
imperialismo. Lamentablemente, la posición de Camila Vallejo, al validar un
informe vergonzante redactado en Estados Unidos, como parte de su estrategia de
intervención en Venezuela, va en sentido contrario. Su lealtad y la de otros
militantes comunistas con Michelle Bachelet es inaceptable por su complicidad
directa con la estructura dominante y el imperialismo estadounidense.
Como planteó el presidente Salvador Allende Gossens, “hay que entender que la lucha es solidaria
en escala mundial, que frente a la insolencia imperialista sólo cabe la
respuesta agresiva de los países explotados”. Si no lo entienden claramente
los jóvenes, estamos en presencia de una casta de jóvenes viejos, que en el
mejor de los casos serán bien intencionados, pero siempre sumisos y útiles al
poder imperial, y a su testaferra, la oligarquía empresarial farisea sofofa.
Lo subrayado es nuestro.
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