El nuevo orden mundial, la piedra guías de Georgia USA desaloja el Estado nación.
En el mundo capitalista salvaje globalizado, el nuevo orden mundial, aplasta
toda autoridad, autonomía, independencia y constituciones de los Estados Nación:
Esto implica perder la soberanía y por lo tanto la autonomía política.
Por
Enrique Contreras Ramírez, Periodista/Comunicador social.
Descifrar la realidad que actualmente se tiene en estos contextos
socio-económicos y políticos de un mundo globalizado, no es nada fácil. Tenemos
dramáticas situaciones, muy difíciles de interpretar en el marco de la
geopolítica internacional, por la complejidad y multiplicidad de variables que
presenta y que las hacen muy confusas, pues las mismas requieren de un
conocimiento en el más amplio sentido, para poderlas descodificar ya que se
esconden en el quehacer diario de nuestras gentes.
Una de esas variables de esa complejidad de la que escribo se le debe a
los llamados medios mediáticos de comunicación globalizados, cuyas empresas y sus respectivos laboratorios, imponen sus matrices
neurolingüísticas, traducidas en ideologías para la dominación y evitar que los
pueblos capturen una realidad que nos está conduciendo hacia un abismo donde
sólo encontraremos miseria, pobreza y muerte.
Quien iba a pensar, hace algunos años, cuando Lenin escribió en 1916 “El
Imperialismo fase superior del capitalismo”, que su tesis –por cierto muy bien
argumentada para ese entonces- iba a ser superada por el propio desarrollo de
la economía del capital, por el paradigma globalizador, donde se une el capitalismo salvaje financiero – bancos/seguros especuladores, usurero- , y el capital industrial/empresas multinacionales para darle cabida a formas más perversas de
acumular dinero, representado en los grandes conglomerados que son los que en
la actualidad dominan el mundo y que dan paso a una de las atrocidades
inventadas por quienes controlan el
capital, abriéndole camino al IMPERIO GLOBALIZADO DEL
CAPITALISMO SALVAJE y donde desaparecen las formas de los llamados imperialismos multifacético: Solo hay un lugar en nuestro desgraciado planeta para un imperio
capitalista globalizado/globalización del capital, bajo el control y censura de
los Estados Unidos a todos los régimen. ¿Evidentemente si China, Rusia, Alemania,
Irán se lo permiten?.
No hay nación en el mundo, independientemente de sus formas de gobierno,
sus ideologías, sus estructuras económico-sociales donde el mundo globalizado
no intervenga y lo proclamen como una alternativa para el “desarrollo”, tesis
avalada por los gobiernos existentes, convertidos hoy día en celestinos de los
dueños de ese capital/la Celestina Universal.
EL ESTADO MUNDO capitalista salvaje globalizado/USA: Globalización
del capital.
Entre el año 1910 y 1920 el filósofo austriaco en materia jurídica y
política Hans Kelsen uno de esos intelectuales que
asesoraban a las Naciones Unidas (en proceso de formación) propuso que todas
las Leyes de todas las naciones, es decir las Constituciones de las diversas
repúblicas estuviesen regentadas jurídica y políticamente, bajo un sistema
jurídico internacional, ya que el llamado Estado Nación –según Kelsen-
constituían un obstáculo perturbador e inaccesible al Derecho, de allí su
propuesta de crear un “estado mundial y universal”. (Al respecto véase el texto
de Kelsen “Los problemas de la soberanía”.).
Tal idea, toma cuerpo en la doctrina jurídica del paradigma capitalista globalizador, ya que ve en esa
propuesta el camino que lo coloca en la cúspide del llamado “derecho
internacional” al crear en la dinámica económica y geopolítica el ESTADO-MUNDO.
Un Estado Mundo globalizado impuesto,
los dueños del gran capital lo organizan como una expresión jurídico-política
que se encuentra en la práctica por encima de los Estados-nación. El Estado
nación queda subordinado en esa nueva estructura jurídica del imperio del
capital globalizado, donde se aplasta toda autoridad,
autonomía, independencia. Esto implica perder la soberanía, su territorialidad
y por lo tanto también se disipa la autonomía política, agregando la pérdida
del concepto de autodeterminación, patria, nación y pueblo.
Es aquí, en mi opinión donde se acelera, lo que llama Michel Foucault el
biopoder y donde ese Estado Mundo capitalista globalizado se convierte en un panóptico que viene de una sociedad-mundo
disciplinada a la sociedad-mundo de control, donde las comunicaciones se van a
encargar de tal situación.
El desarrollo de la ciencia y la tecnología comunicacional, le permite
al paradigma capitalista salvaje globalizador, tener bajo control la economía y la conducta de los
gobiernos, la de los pueblos donde siembran en el cerebro humano sus matrices
neurolingüísticas para dejarlos como simple repetidores/burocraticos de los discursos de quienes dominan. Sus tecnologías son utilizadas y
dirigidas a la observación y vigilancia de la conducta humana, los medios de
comunicación –en sus manos- producen ideología como expresión de la falsa
conciencia, donde se aliena y se convierte a las gentes en objetos perturbados al extremo y su condición de sujetos históricos
se disuelve y desaparece en un paradigma capitalista salvaje globalizado que ve el mundo –incluyendo su gente- como una simple mercancía.
Ese Estado Mundo capitalista salvaje globalizado como expresión del imperio de la globalización del gran capital, creo la figura jurídica de las empresas mixtas - sobre todo
para América Latina- con las llamadas Constituyentes derivadas del poder
constituido, para poder explotar con mayor eficiencia y eficacia las economías
de los países con recursos energéticos y donde el extractivismo – de las riquezas
mineras, marítimas y forestales - es uno de sus principales propósitos. De esta
manera se consolidan y se posesionan los conglomerados donde imponen sus
condiciones con el aval retorcido de los gobiernos de turno, llámense
capitalistas o estalinista/socialdemócrata. Es ese Estado
profundo representado por los grandes conglomerados los que han convertido los
Estados nación, en Estados corporativos, especies de empresas cuya única
función es venderles nuestras riquezas y recursos naturales a precios
irrisorios, además de dañar nuestro medio ambiente, donde sólo quedan
desiertos, desolación y muerte.
De esta manera las Constituciones nacionales quedan relegadas y son
letra muerta ante el nuevo orden mundial y sus propias leyes. “… las funciones
constitucionales han sido desaparecidas a otro nivel. Una vez que hemos
reconocido las declinaciones de los sistemas constitucionales nacionales
tradicionales debemos explotar como es constitucionalizado el poder en un nivel
supranacional, en otras palabras, cómo comienza a tomar forma la constitución
del Imperio”. NEGRI, Toni y Michael Hardt. “Imperio”. Editorial Desde Abajo,
Bogota, 2001. pp. 303).
EL IMPERIO globalizado DEL GRAN CAPITAL Y SU CONSTITUCIÓN
En el campo de los análisis internacionales, en la moldura de la
geopolítica planetaria, se ha reconocido y se reconoce que el paradigma de la
globalización del capital es un hecho real, nuestras naciones
se encuentran sumergidas en ese proceso y los capitales estadounidenses, chinos, rusos, ingleses, alemanes, por sólo nombrar algunos, son los
que tienen el monopolio de la conducción económica y política del planeta, son
los que poseen el poder real, mientras que le dejan el poder formal a los regímenes títeres de las diferentes naciones.
Muchos de esos capitales se han fusionado para constituir la cúspide que
actúa bajo el techo de las Naciones Unidas. Esos capitales organizados en
grandes conglomerados no tienen frontera alguna, controlan los organismos
internacionales del comercio, industria y finanzas – bancos/seguros
especuladores, usureros - , hacen la maldita guerra donde les conviene hacer la maldita guerra y convocan a la paz donde les conviene hacer la paz, siembran el
chauvinismo entre naciones para mantenerlas divididas – dividir para reinar
- , colocan
condiciones convertidas en leyes supranacionales para dirigir y dominar el
mercado mundial, imponen reglas de juego en los escenarios políticos de cada
nación y ordenan leyes cuya única intención es garantizar jurídicamente sus
inversiones y obtener la mayor ganancia posible. Es un modelo espeluznante que
se ha convertido en la espada de Damocles para nuestros pueblos en su afán de
reproducir sus riquezas, no importándoles el futuro de la vida humana, destruyendo el
entorno ecológico, conculcando y vulnerando los derechos del ser humano y de
las naciones.
Para tales fines, se han valido de gobiernos y partidos políticos
celestinos –y esto hay que tenerlo bien claro- sean de derecha o de la llamada seuda izquierda/socialdemócrata, los mismos han impulsado las citadas Constituyentes derivadas del poder
constituido, han participado en ellas para cambiar las leyes, leyes que se han
hecho para complacer la sed de poder de los dueños del gran capital y donde en
la actualidad América Latina es el gran ejemplo de lo que estamos señalando.
Todo parece indicar que no existe en estos tiempos fuerza
humana que se pueda enfrentar al avasallante designio del poder global y su
Constitución capitalista Imperial.
Desde luego, que para mantener y consolidar el Estado Mundo capitalista salvaje
globalizado y su Constitución Imperial capitalista salvaje han creado ese cuerpo de leyes omnímodas, verticales y absolutas, que
dan "sobrado alegato" y por si fuera poco, "legalidad
jurídica" para hacer sentir el poder del Estado
Mundo y de sus fuerzas represivas a todo aquella nación que se atreva a
criticar y discutir e incluso poder violentarle su soberanía. Soberanía que al
ser violentada y pisoteada, intentan exaltar, para hacerla florecer como
conquistas de la lucha por la protección del medio ambiente, los derechos humanos
y la civilización en general. Semejante "perfeccionamiento", se
revela más recientemente en la política militarista de guerra de alta
intensidad, llevada a cabo por los Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña en el
Medio Oriente, cuya intención es posesionarse y no hay otra, de las riquezas
petroleras y gasíferas que allí se encuentran. Cualquier intento que se haga
para objetar semejante aberración y miserables humana, por parte de los pueblos
o movimientos emancipatorios, para tomar un camino propio con autonomía,
diversidad y pluralidad, es visto como una transgresión a esas
"leyes", calificándose de inmediato de actos terroristas y de esta
manera justificar la represión y el crimen, que a nombre del progreso se
ejecuta sin consideración humana alguna.
Michel Chossudovsky (2002), al respecto escribe lo siguiente: "En
Estados Unidos la "Ley Patriótica" condena la protesta pacífica en
contra de la globalización. Manifestarse contra el Fondo monetario
internacional, la Organización mundial
del comercio o Banco mundial, por ejemplo, se podría considerarse "un delito de terrorismo
interno". La ley comprende cualquier actividad, lo que podría llevar a
"influir en la política de un gobierno por la intimidación o la
coerción"; esto es "una manifestación que bloquea una calle impidiendo
el tránsito se considera terrorismo interno. En términos generales, la nueva
legislación representa una de las más avasallantes afrentas en contra de la
libertad y la dignidad que se haya visto en los últimos
cincuenta años. Es poco probable que nos proporcione una mayor seguridad, pero
sin duda nos hará menos libres". (CHOSSUDOVSKY, Michel. “Guerra y
Globalización”. Editorial Siglo XXI. México. pp. 13.
Estas leyes, que tienen carácter
"supraconstitucional" impuesto y dicho sea de paso, muchas de ellas
fueron vaciadas en las reformas que le han hecho al Código Procesal Penal
venezolano, también tienen el propósito de eliminar toda discusión política que
pueda develar el marcado interés de recolonizar a los pueblos, donde ellos
tengan como objetivo militar tomar y poseer espacio territorial estratégico,
petróleo, gas, carbón, coltan, thorium, agua o biodiversidad, es el propósito
fundamental de la llamada Ley Patriota, creada por la administración de Bush,
como una de la leyes más reaccionarias y fascistas inventadas por el régimen estadounidense
impulsada por el capital privado en
toda su historia.
El imperio del capital globalizado, como expresión del paradigma capitalista globalizador ha creado doctrina a todos los
niveles para consolidar sus objetivos, propósitos y fines, donde los dueños de
ese capital enfermos en su moral y valores desfiguran el concepto de justicia
de la manera más malévola y destruyen las economías domésticas de los países
para imponer sus malignos y corruptos
intereses.
Hoy día podemos afirmar que los 7.550 millones de habitantes que aproximadamente poblamos el planeta, vivimos éste martirio del holocausto globalizador capitalista salvaje para materializar la sed de poder del gran capital, pareciera que se
estuviera reeditando las experiencias vividas y narradas en los escenarios
nazis –claro está, en otros tiempos pero en el mismo espacio- donde el escritor Ingo Müller en su libro “Los
Juristas del Horror”, traducido al español por el abogado venezolano y profesor universitario Carlos Armando
Figueredo, nos describe y narra.
La
doctrina del terrorismo, trae el miedo y afirma el orden social impuesto.
De esa doctrina, de la que hemos hecho referencia, la que más han
utilizado para controlar el descontento de los pueblos es la doctrina del
miedo, miedo que trae y afirma el orden social, es un mecanismo primario para
evitar el desbordamiento conflictivo de la formación de una estructura
socio-económica que pisotea constantemente la historia de nuestros pueblos
junto a la dignidad humana, donde se utiliza la
manipulación mediática para evitar cualquier tipo de resistencia para mostrarse
como una especie de maquina implacable de poder demoledor de cualquier proceso
insurreccional que intente desalojarlos de sus respectivas naciones.
LA RESISTENCIA Y LA LUCHA CONTRA EL capitalismo salvaje GLOBALIZADO.
Los que no aceptamos tal dominación que se da tanto en los países
capitalistas como los llamados por ignorancia, cobardía u
oportunismo socialista cuando en verdad son socialdemócrata, podemos desalojar el presente modelo tan inhumano en el teatro de la
unidad latinoamericana retomando el planteamiento del General Libertador Simón
Bolívar Palacios y Blanco, que para muchos hoy día rendidos y resignados y acobardados pareciera
una utopía y se resignan a vivir en esclavitud.
Utopía el desafío que se opone al
realismo moderno, ella se alcanza con el cambio que trae la justicia social.
Utopía versus globalización, pasa obligatoriamente por un proceso de
lucha revolucionaria, de construcción, de debates y discusiones permanentes,
que han de llevar a la emancipación de nuestros pueblos, para dar origen a un
nuevo modelo civilizatorio propio. Modelo civilizatorio que no puede estar
sentado en las viejas civilizaciones conocidas hasta ahora que hasta el momento
la humanidad ha vivido, en el espacio histórico concretó de la dominación, en
ese continuo histórico, incluyendo aquí, los mal llamados socialismos/socialdemócrata. Socialismos/socialdemócrata que naufragaron producto de
que tales revoluciones fueron y son anexos de los intereses del capital,
atrapadas y amarradas de quienes pretenden seguirse repartiendo el mundo, donde
destacan con mayor voracidad rusos, chinos, ingleses y estadounidenses, en nombre de un socialismo/estalinismo/socialdemócrata y un capitalismo salvaje globalizado que humilla la dignidad de los
pueblos y que hoy ya no tiene argumentos y razones para seguir existiendo.
Las experiencias del mal
llamado socialismo/socialdemócrata, mostraron en la práctica los mismos mecanismos del capitalismo salvaje, la acumulación originaria de
capital, se obtenía de la misma forma, extrayendo incluso plusvalía del trabajo
asalariado y reservando la propiedad privada de los medios de producción, a una
burocracia estatal colectivista que se reparte el botín con el capital salvaje privado.
Esos socialismos/socialdemócrata,
convirtieron el capitalismo en una especie de hibrido, que en Venezuela se
sintetiza y concreta en las llamadas empresas mixtas, donde el capital privado
y el capital del Estado se dan la mano y donde la población no palpa, ni
siente, ni recibe el beneficio, pero si lo ve una clase gobernante, que se
burocratizó y corrompió hasta los tuétanos en el ejercicio del poder.
Nos llegó la hora, de sacudirnos el eurocentrismo que durante muchos
años ha prevalecido entre nosotros y de crear nuestros propios modelos de
unidad, capaces de buscar los caminos que nos conduzcan a encontrarnos con
nosotros mismos.
Concientizar, estudiar, investigar, crear un corpus teórico propio donde
nuestra propia educación formadora y liberadoray una ciencia al servicio del ser
humano, impulsar una revolución agraria
integral ecológica y en armonía con la naturaleza, para la producción de
alimentos. Reencontrarnos con nuestra identidad cultural, generar nuestras
propias políticas comunicacionales, inculcar en nuestra gente valores como la
solidaridad entre los pueblos y los seres humanos, el bien colectivo, el
respeto a la dignidad de hombres y mujeres, a recuperar nuestra espiritualidad
y religiosidad hoy aplastada y clandestina, por la influencia anglo- americana,
el bien común, a la justicia social, cambiar el modo de producir, el concepto
de trabajo, en otras palabras, abrir un espacio para la confidencialidad, con
mucha poesía, mucho humanismo, mucha comunión para poder
encontrar los caminos, los nuevos espacios convivenciales entre los hombres y
mujeres. Todo esto es parte de la estrategia emancipadora y de esta guerra a
muerte que debemos librar los latinoamericanos, para poder tener el derecho
moral, social, político a pensarnos como una gran patria, nación y pueblo, unidos en la
diversidad.
No se trata de hablar de unidad para producir en aras de satisfacer
nuestras necesidades solamente, es unificar en los planos jurídicos-políticos,
culturales, ecológicos, económico-social, nuestros pueblos, no olvidando nunca que la emancipación de
nuestro continente Americano, pasa por emancipar nuestra
propia conciencia y quien se une prevalece. He ahí,
la utopía que intentaron materializar nuestros próceres con la guerra de la
independencia y que ahora es la gran tarea de nuestras naciones dejada por el General Libertador Simón Bolívar Palacios y Blanco, de lo contrario a mediano y
largo plazo se perecerá, ante las políticas salvajes y genocidas de la
globalización capitalistas.
Hay distractores, muchos distractores para desviar la atención sobre
nuestro enemigo principal representado en el paradigma capitalista salvaje globalizador, el caso venezolano es
un ejemplo claro de esta situación, mientras tienen un pueblo dividido, unos a
favor de los rusos y otros a favor de los estadounidenses, los mismos siguen saqueando la república y el Arco Minero es realmente
el objetivo de esos conglomerados y al pueblo lo tienen entretenido en un
teatro siniestro, donde lo único que se pide es que se vaya Maduro y que se
quede Guaidó, ambos títeres del gran capital y de sus respectivos
conglomerados, en esta tragicomedia que vive el pueblo venezolano.
Lo subrayado es nuestro.
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