jueves, 31 de agosto de 2017

General Libertador José de San Martín y Matorras : Ese famoso desconocido, gracias “a la historia oficial” Por Carlos Del Frade

 Desde los últimos billetes de cinco mangos, el General San Martín y Matorras, ese famoso desconocido habitante en cientos de estatuas y nombres de avenidas y plazas, vuelve a morir todos los 17 de agosto como consecuencia de una falsificación histórica  - de la historia oficial - que llega hasta el presente.
En estos días de cinismo y profunda dependencia, entonces, viene bien pensar en algunos de sus hechos.
“La mayoría de los próceres de 1810 eran hacendados, comerciantes o barranqueros asociados con alguna casa de comercio británica, “los intereses particulares” que Castlereagh quería fomentar. A los tres días de instalada, la Primera Junta levantó la prohibición al comercio con extranjeros; a los quince días redujo los impuestos a la exportación de cueros y sebo, del 50 al 7,5 por ciento; a los 45 días autorizó la exportación de metálico; a los sesenta días suprimió el impuesto especial del 54 por ciento que gravaba a los artículos de algodón del comercio inglés”, indicaron los colaboradores de Rodolfo Walsh y el propio periodista desaparecido en un estudio sobre el General San Martín y Matorras publicado por el Centro de Estudios Argentinos “Arturo Jauretche”, en febrero de 1978.

Alberdi escribió que para Buenos Aires, “mayo significa independencia de España y predominio sobre las provincias; la asunción por su cuenta del vasallaje que ejercía sobre el virreinato en nombre de España. Para las provincias, Mayo significa separación de España y sometimiento a Buenos Aires, reforma del coloniaje, no su abolición”.
El primer triunvirato, constituido por Juan José Paso, Manuel de Sarratea y Chiclana, resolvió crear un impuesto que gravaba con un 20 por ciento el consumo interno de carne. En forma paralela eliminó distintas tasas que regulaban la exportación.
Semejante decisión de política económica generó la primera aparición pública del General José de San Martín y Matorras y sus granaderos. Ocuparon la Plaza de la Victoria, la de Mayo, y recién se retiraron cuando fueron designadas nuevas autoridades políticas.
El 3 de abril de 1815 el ejército que el director Carlos Alvear había enviado para reprimir a los artiguistas se sublevó contra la autoridad porteña. En Mendoza, en tanto, el General de San Martín y Matorras reunió a una Junta Militar que llamó tirano a Alvear y un cabildo abierto declaró rotos los vínculos con Buenos Aires. San Martín dejó de ser comisionado de la ciudad puerto y fue designado gobernador “electo por el pueblo”.
Setiembre de 1816. A los pies de la cordillera de Los Andes, el General de San Martín y Matorras sabe que no encontrará aliados entre los porteños o los representantes de la oligarquía terrateniente y su testaférrea burguesía, por ello encara la alianza con los indígenas del sur mendocino.
“Los he convocado para hacerles saber que los españoles van a pasar del Chile con su ejército para matar a todos los indígenas, y robarles sus mujeres e hijos. En vista de ello y como yo también soy indígena voy a acabar con los godos que les han robado a ustedes las tierras de sus antepasados, y para ello pasaré Los Andes con mi ejército y con esos cañones...Debo pasar por Los Andes por el sur, pero necesito para ello licencia de ustedes que son los dueños del país”, les dijo el General de San Martín y Matorras.
El 27 de julio de 1819, el General San Martín y Matorras  afirmó: “... andaremos en pelotas como nuestros paisanos los indígenas: seamos libres y lo demás no importa nada”.
El 27 de agosto de 1821, ya en el gobierno de Perú, decretaría la abolición del tributo por vasallaje que debían pagar los indígenas a los españoles, la eliminación de la mita, la encomienda y el yanaconazgo y los declararía “peruanos” para intentar zanjar las diferencias del propio lenguaje. De tal forma seguía los mandatos que en su momento, ante la Puerta del Sol en Tiahuanaco, dispuso Juan José Castelli al frente del Ejército Expedicionario del Alto Perú cuando declaró ciudadanos e iguales a todos los indígenas
En 1819,  el General San Martín  y Matorras volvió a desobedecer al gobierno de Buenos Aires, representante político de los comerciantes porteños aliados a Gran Bretaña y a los propietarios de saladeros del Litoral que le ordenaba marchar contra el interior rebelado. Buenos Aires quería que reprima a las montoneras de López, Ramírez y Bustos.  EL General San Martín y Matorra repitió su negativa.
Ya en Chile, en 1820, el General San Martín y Matorras comunicó la necesidad de elegir un nuevo jefe ya que el gobierno de Buenos Aires había cesado. Sin embargo, aquel 2 de abril, los soldados de aquel primer Ejército Popular Latinoamericano en Armas, el de Los Andes, suscribieron un acta en la ciudad de Rancagua. “Queda sentado como base y principio que la autoridad que recibió el General de Los Andes para hacer la guerra a los españoles y adelantar la felicidad del país, no ha caducado ni puede caducar, pues que su origen, que es la salud del pueblo, es inmudable”.
“Para defender la causa de la independencia no se necesita otra cosa que orgullo nacional, pero para defender la libertad y sus derechos, se necesitan ciudadanos...a pesar de todas las combinaciones del despotismo, el evangelio de los derechos del ser humano se propaga en medio de las contradicciones”, sostuvo el General San Martín y Matorras en distintas ocasiones.
Era su plataforma política: liberación nacional y continental, derechos políticos que garanticen la dimensión de ciudadano y respeto por los derechos del ser humano.
“La ilustración y fomento de las letras es la llave maestra que abre las puertas de la abundancia y hace felices a los pueblos”, reglamentó cada vez que se hizo cargo de gobiernos estatales, regionales o nacionales, en Cuyo y Perú respectivamente.
Para el equipo de investigación de Rodolfo Walsh, “revolucionario en 1812 y 1815 contra gobiernos impuestos por Buenos Aires contra la voluntad de los pueblos; gobernador elegido por el pueblo cuyano; general en jefe reconocido por sus oficiales por un mandato originado en la salud del pueblo, pero sumiso al legítimo Congreso peruano; nunca creyó que la obediencia militar fuera un valor más alto que la soberanía popular. Este es el verdadero General San Martín y Matorras  que desde hace un siglo es ocultado al pueblo soberano y a los militares que deben servirlo”.

Pinturas: David Alfaro Siqueiros, Escultor, Pintor y Muralista Ecuatoriano.
Lo subrayado es nuestro.





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