“Aunque sea atacada y agredida, mi ¨Patria no será vencida”. Con la
verdad del Pueblo la eternidad del canto”. Pablo Neruda, poeta del amor y la esperanza.
“Chile va a nacionalizar el Cobre en virtud de un acto soberano. Que
incluso está consagrado en las resoluciones de las Naciones Unidas, que
establecen que los países tienen derecho a nacionalizar sus riquezas esenciales.
La batalla ha sido larga pero hay que destacar que la conciencia del Pueblo ha
permitido que hoy día en Chile la inmensa mayoría de los chilenos estén junto a
Chile y su futuro, y que sientan este día como un día propio, en que el
Congreso Nacional, al aprobar la idea modificatoria de la constitución para que
nosotros podamos nacional el Cobre, ha escuchado el clamor, la potencia y la
fuerza con que el Pueblo ha luchado y luchará, por recuperar la riqueza de
Chile en manos del Capital foráneo”…
Dr. Salvador Allende Gossens, Presidente de Chile, Plaza de los Héroes, 11 de Julio de 1971,
Rancagua.
Cuando los pueblos de la patria continente América Latina y el Caribe
hayan cambiado su mentalidad, madurado espiritualmente y echada con caja
destemplada a freír espárragos, a Miami, a la oligarquía empresarial farisea
sofofa, apátridada, sólo entonces alcanzaremos el desarrollo, y Chile dejará de
ser una factoría del Capital buitre foráneo.
Privatización encubierta o abierta sin tapujos del Cobre Chileno por los
testaferros del Capital buitre foráneo, la taifa farisea sofofa, los
politicastros corruptos, privatizadores / depredadores, S. Piñera, R. Lagos, A.
Edward, J. Ponce Lerou, A. Zaldívar, E. Correa, J. Lavín, A. Lucksic, Max
Marambio, E. Frei Ruiz-Tagle, Anacleto Angelini, José Piñera, Manuel Cruzat.
Una serie de operaciones
fraudulentas en los mercados a futuro del cobre han sido denunciadas desde hace
años ante todas las instancias judiciales y legislativas de Chile. Y nada ha
pasado, excepto que las pérdidas acumuladas para el Estado chileno son por más
de 21 mil millones de dólares. No obstante, esto podría cambiar ahora, pues las
denuncias –primordialmente hechas por una ONG– acaban de llegar a la Fiscalía
de Alta Complejidad, instancia acostumbrada a investigar la corrupción tan a
fondo que la clase gobernante le teme.
La estatal Corporación del Cobre
(Codelco) está siendo víctima de un desfalco que supera los 21 mil millones de
dólares. El fraude consiste en la venta de cobre y otros minerales asociados a
un precio inferior al valor de mercado, en operaciones presentes o futuras. El
ilícito tiene como principal consecuencia haber acabado con los excedentes que
deja al país esta cuprífera, primera productora mundial del mineral.
Pese a que el robo es el más grande de
todos cuantos hayan afectado al Estado de Chile, el escándalo no acaba de
estallar. Apenas se ha mencionado en los medios y ninguna institución ha
sancionado responsabilidades ni ha tomado medida alguna para evitar que se siga
cometiendo.
Esto pese a que la multimillonaria
pérdida ha sido reconocida parcialmente por entes oficiales, como el Congreso
Nacional y la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), y a que ha sido denunciada
desde 2011 por el economista y presidente de la ONG Chile Cobre, Julián
Alcayaga, en todas las instancias pertinentes. Este semanario ha reportado las
denuncias desde enero de 2012 (Proceso 1839 y 1931).
Ahora, no obstante, el manto de
impunidad podría quedar atrás. El 17 de abril de 2015 Alcayaga presentó ante el
Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago una querella por malversación de
caudales públicos en Codelco, en representación de la ONG Chile Cobre. Después
de nueve meses en los cuales la investigación durmió en el despacho de la
fiscal Giovanna Herrera, el Ministerio Público lo redestinó a su colega
Macarena Cañas, adscrita a la Fiscalía de Alta Complejidad, la cual actualmente
investiga renombrados episodios de corrupción –como los casos Cascadas y
Soquimich– que tienen en jaque a la clase gobernante.
Fraude en
ventas a futuro
En su presentación a la justicia,
Alcayaga detalló el modus operandi del desfalco: “En enero de 2006, por la
venta a futuro de 150 mil toneladas, la Mina Gaby (de Codelco) generó pérdidas
por US$ 681 millones –al 31 de diciembre de 2010– porque se negoció a US$ 1.36
la libra, siendo que en 2010 el precio promedio fue de US$ 3.42”.
Cuando tal negocio se realizó el precio
del cobre superaba los 2.20 dólares por libra.
“En esta operación no puede existir
error o equivocación en la proyección futura del precio del cobre, sino que es
una acción deliberada para perder dinero en favor de un determinado operador de
estos mercados”, destacó el abogado y economista.
Al momento de ocurrir esta negociación
–y otras similares entre 2005 y 2007–, autoridades y expertos pronosticaban un
alza en el precio del cobre. El 31 de diciembre de 2005 Radio Cooperativa
informaba –citando un informe de Cochilco– que la vertiginosa alza que entonces
verificaba el precio del cobre se relacionaba con una notoria disminución de
las reservas internacionales: los inventarios habían caído desde 1 millón 290
mil toneladas métricas en 2002, a sólo 153 mil un año después. No había que ser
experto para constatar que, en situación de escasez y ante un constante crecimiento
de la economía mundial y de la demanda de cobre, el precio subiría.
Así lo reconoció la propia Cochilco,
que –el 24 de abril de 2006– elevó su estimación del precio promedio del cobre
para ese año a 2.60 dólares por libra “debido a sucesivos máximos históricos en
el valor del metal ante una creciente demanda mundial”, tal como informó el
diario El Mercurio.
La consultora especializada Macquarie
Research pronosticaba para 2006 un precio promedio de 2.54 dólares por libra de
cobre; y para 2007, de 2.36 dólares. Mientras, Santander Investment auguraba un
valor para dichos años de 2.45 y 2.34, respectivamente.
Consideradas estas condiciones
objetivas, haber transado el cobre en mercados a futuro a 1.36 dólares, más que
un despropósito aparece como un robo colosal.
Cabe consignar que en los fraudes en
mercados a futuro una empresa vende cierta cantidad de “opciones de cobre” a
determinado precio. Luego, si el cobre está más alto que lo pactado, el
vendedor pierde y tiene que pagarle la diferencia al comprador en futuro. Como
Codelco pactó precios muy inferiores a los que efectivamente existieron a
futuro, debió pagar miles de millones de dólares de diferencia. Alcayaga aclara
que estas son operaciones financieras que no comprometen la entrega física del
mineral.
Las corporaciones mineras también
tienen pérdidas controladas en mercados a futuro. Lo hacen para obtener
pérdidas nominales. Así pagan menos impuestos en Chile y traspasan sus
ganancias a otras filiales de su matriz, ubicada generalmente en paraísos fiscales.
Este jueves 4 Alcayaga solicitó a la
Fiscalía de Alta Complejidad que instruya al presidente ejecutivo de Codelco,
Nelson Pizarro, para que informe quién decidió y quiénes intervinieron en las
ventas a futuro de los años 2005 a 2007, quiénes adquirieron dichos contratos,
quiénes fueron los intermediarios de dichas operaciones; y para que se remita
copia de los contratos.
La denuncia y el silencio
Una nota publicada el 2 de septiembre
de 2010 en el diario La Tercera dio cuenta por primera vez del desfalco en
Codelco. Allí, el entonces miembro del directorio de Codelco y militante de la
derechista Unión Demócrata Independiente, Andrés Tagle, aparece señalando que,
durante los gobiernos de los presidentes Ricardo Lagos (2000-2006) y Michelle
Bachelet (2006-2010), “Codelco llevó a cabo un conjunto de operaciones
financieras de derivados (futuros y opciones) que le han significado a la
corporación pérdidas, disminuciones patrimoniales y menores excedentes al
Estado por impuestos que en conjunto ascienden a 4 mil 630 millones de
dólares”.
Tagle –ingeniero comercial– señaló
también que “las máximas autoridades vinculadas al cobre en el país, con toda
la experiencia que disponían, apostaron a la baja de precio de cobre a mediados
del año 2005, justo en los momentos en que el precio de este metal inició una
escalada en los mercados internacionales que se ha mantenido hasta hoy con
pequeñas alteraciones. Se equivocaron rotundamente, con grave perjuicio para el
Estado”, expresó.
Pese a la gravedad de la denuncia y a
la relevancia del acusador, ni La Tercera ni ningún otro gran medio volvió a
referirse al tema. Ese silencio se mantiene hasta ahora.
Como nadie habló más del tema, Alcayaga
pensó –en principio– que se trataba de una acusación con tintes políticos cuyo
fin era enlodar a los gobiernos de la centroizquierdista Concertación de
Partidos por la Democracia, que gobernó entre 1990 y 2010.
Sin embargo, como señala en
requerimiento presentado ante el Consejo de Defensa del Estado el 28 de octubre
de 2013, Alcayaga posteriormente descubrió que las pérdidas eran absolutamente
reales. “En marzo de 2011 Diego Hernández, a la sazón presidente ejecutivo de
Codelco, realizó una conferencia de prensa para presentar los resultados de la
Corporación por el año 2010. Él definió éstos como un gran éxito de su gestión,
al obtener excedentes por 5 mil 799 millones de dólares, que superaban al
ejercicio 2009 en mil 851 millones de dólares.
“Al analizar los resultados –sostiene
Alcayaga– saltaba a la vista que estos excedentes estaban lejos de ser un
éxito, puesto que el 2006, con un precio de 3 dólares y cinco centésimas la
libra, que es un precio inferior en 12.1% al de 2010 (en que el valor fue 3.42
dólares la libra), arrojó excedentes por 9 mil 215 millones de dólares, 37.1% superior
al de 2010”.
Por lo mismo, Alcayaga concluyó que las
utilidades de 2010 tendrían que haber sido de aproximadamente 11 mil millones
de dólares, por lo que faltaban más de 5 mil millones.
Para entender el origen de la
inexplicable desaparición de excedentes, el experto tributario de Chile Cobre
estudió la Memoria de Codelco 2010. “Me percaté de que entre 2006 y 2010 las
pérdidas de utilidades habían sido significativas” y se debían a “una caída de
las ventas. Éstas sólo podían caer porque se venden más baratos el cobre y sus
subproductos a determinados compradores o por pérdidas en los mercados de
futuro”.
Es lo que sostuvo este economista ante
la Comisión Especial Investigadora de la Cámara de Diputados encargada de
efectuar una revisión sobre la administración de Codelco, que sesionó entre
septiembre y diciembre de 2012. Allí afirmó que en su revisión de las notas
explicativas de la Memoria 2010 verificó pérdidas por mil 42 millones de dólares
en ventas a futuro. Reveló, además, que estas pérdidas “se contabilizaban,
entre paréntesis, de manera extracontable, como una disminución de las ventas”.
Como esta pérdida no explicaba la
totalidad de la caída de los resultados de aquel año, Alcayaga escudriñó los
balances de Codelco, desde 2005 en adelante. Al analizar las notas a los
estados financieros pudo comprobar que las operaciones en mercados a futuro
comprometían pérdidas que, entre 2006 y 2012, sumaban 4 mil 670 millones de
dólares. Esto es, casi lo mismo que lo denunciado por Tagle.
“Codelco no informó de estas cuantiosas
mermas en sus memorias ni a la Superintendencia de Valores y Seguros, a través
de un ‘hecho esencial’ como correspondía. El Ministerio de Minería y la
auditora Deloitte también callaron”, resalta Alcayaga en entrevista con
Proceso.
Pese a que hubo un reconocimiento
tácito respecto de que lo denunciado por Alcayaga era cierto, la citada
comisión investigadora le bajó el perfil al tema. Esto se evidencia en el punto
15 de sus conclusiones: “En virtud de las pérdidas generadas por las
negociaciones efectuadas en los ‘contratos futuros’, en más de una ocasión, se
hace necesario efectuar una revisión respecto de la utilización de este
instrumento, de forma que no generen a futuro perjuicios a la compañía”. Nada
más. No se precisaron montos, ni se mencionaron involucrados. Menos hubo
sanciones.
Los diputados se abstuvieron pese a que
habían sido notificados que Cochilco ya había reconocido las cuantiosas
pérdidas por ventas a futuro a través del oficio ordinario 278 –del 26 de
agosto de 2011– enviado al diputado socialista Carlos Montes, quien previamente
había pedido un pronunciamiento respecto de las denuncias de Alcayaga.
“La corporación (Codelco) ha tenido que
reconocer resultados negativos que corresponden a transacciones que fueron
efectuadas en el periodo 2005-2007 (…) y cuyos vencimientos finalizan el
presente año 2011 y 2012 próximo”, admite Cochilco en la página dos de dicho
oficio.
Las desastrosas pérdidas de Codelco se
podrían haber previsto si se hubiese considerado la trayectoria de quienes
fueron sus ejecutivos en esos años. Diego Hernández –al asumir Codelco en abril
de 2010– ya era todo un especialista en generar pérdidas en mercados a futuro.
En 1995, siendo gerente de la minera Mantos Blancos (Angloamerican), perdió 49
millones de dólares: 25% de los ingresos por ventas de dicha empresa ese año.
En abril de 2010 Alcayaga escribió una
columna en Diario Universidad de Chile, en la que destacó que luego de estos
“malos negocios” en Mantos Blancos, Angloamerican ascendió a Hernández a
presidente de Collahuasi, una mina de gran envergadura.
Este proceder de nombrar a altos
ejecutivos relacionadas con mineras privadas se mantiene en Codelco.
Actualmente es dirigida por Nelson Pizarro, otrora vicepresidente del holding
Antofagasta Minerals –grupo Luksic–, que actualmente es presidido por el propio
Hernández.
Pese a los tropiezos, Alcayaga, con el
respaldo del constante Comité de Defensa y Recuperación del Cobre, continuó
intentando que su acusación fuese escuchada. El 29 de octubre de 2013 dejó una
carta al presidente Piñera en la que detallaba el fraude a Codelco. No hubo
respuesta. El 21 de octubre de 2011 informó de las pérdidas en Codelco al
director del Servicio de Impuestos Internos, Julio Pereira, quien ordenó abrir
una investigación.
Consultada por este corresponsal
respecto del avance de la indagación, Patricia Sepúlveda, fiscalizadora a cargo
de este caso, respondió el 25 de enero que por razones legales “no me es posible
acceder a su requerimiento”.
El Estado tuvo una preciosa ocasión de
reconocer el ilícito y corregir el rumbo luego de que la Cámara de Diputados
ordenó –el 16 de abril de 2014– crear una comisión investigadora sobre los
contratos a futuro realizados por Codelco entre 2005 y 2007, “que fueron
innecesarios, especulativos, con altísimo riesgo e inusuales en el mercado”, se
señala en el texto por el cual se aprueba tal comisión.
Sin embargo, los resultados de esta
instancia fueron decepcionantes. El 16 de abril de 2015 el pleno de los
diputados ratificó el informe propuesto por la comisión. Allí se asegura que la
causa de las pérdidas “fue principalmente un cambio brusco, imprevisible,
espectacular y estructural (del precio del cobre), acaecido a partir de la
segunda mitad de 2006, generado por la emergencia de China”.
Estas conclusiones se apoyaron
básicamente en lo sostenido en la comisión por el ministro de Minería y
presidente del directorio de Codelco, en 2005, Alfonso Dulanto, y por el
entonces presidente ejecutivo de Codelco, el ingeniero democratacristiano Juan
Villarzú, que aparecen como presuntos responsables de los “errores” cometidos.
Alcayaga refutó los descargos de éstos
al señalar que “no existe ningún estudio de consultoras internacionales que haya
proyectado precios tan bajos durante esos años”. Añadió: “Varios expositores de
esta comisión sostuvieron que dichas consultoras, como CRU y Brook Hunt, habían
proyectado en julio de 2005 y enero de 2006 precios del cobre que no superaban
el dólar en los años 2006 en adelante, pero (…) en ningún momento mostraron
estudios, planillas, gráficos o cuadros de estas consultoras, que respaldaran
esas afirmaciones.”
La comisión consideró también que las
operaciones de ventas a futuro permitieron rescatar el mineral El Salvador “y
extender su vida útil”, al dotar a Codelco de dinero fresco. Sin embargo,
Alcayaga afirma que esas operaciones “no reportaron avances de dinero porque en
las ventas a futuro no se realizan pagos anticipados”.
El diputado socialista Luis Lemus –que
presidió esta comisión– afirmó al cierre de este trabajo que “no existen
responsabilidades políticas” y “no existió ningún tipo de ilícito”.
Desfalco: ¿Y la Justicia en la medida de lo posible?
“Sin el respeto, ni la certeza del Derecho, la igualdad de todos ante la Ley,
no hay Justicia ni Estado de Derecho. La verdad es premisa para la Justicia. No
es un asunto meramente ético, tiene un valor político fundamental para la construcción del futuro de Chile” Prof.
Juan Guillermo Matus Valencia, Director AAJ/ Valparaíso Aconcagua. Prof. H.
Moreno Peralta/ Secretario Ejecutivo ADDHEE IWA.
Aunque cuantiosas, las mermas en
mercados de futuro no son las únicas ni las más grandes de Codelco en la última
década. En el gobierno de Sebastián Piñera (2010-2014) perdió más de 17 mil
millones de dólares debido a descaradas ventas de cobre, oro, plata y molibdeno
a precios inferiores a los valores de mercado.
Es lo que acredita Alcayaga en la
citada querella ante el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago. Como se señala
en sección “Los Hechos”: “Al analizar los ingresos por ventas desde 2010 a 2013
y compararlos con las ventas de ejercicios anteriores, sobre todo de los años
2006 y 2007, no queda duda de que los ingresos de Codelco desaparecieron”.
En la presentación ante la justicia se
afirma que “los ingresos de Codelco pierden toda credibilidad en 2014”.
Entonces se declaran entradas por 10 mil 729 millones de dólares, lo que
denotaría un escandaloso error o fraude, puesto que sólo la producción de cobre
y molibdeno multiplicada por el precio promedio de esos productos en aquel año
–según precios y cantidades emanadas en informes oficiales de Codelco– debió
alcanzar los 12 mil 309 millones de dólares.
Esto denotaría la desaparición de mil
579 millones de dólares, “sin contar las ventas de otros subproductos, como el
oro, la plata o el ácido sulfúrico, y los ingresos de una gran cantidad de
filiales y otras participaciones de Codelco, como Minera El Abra, Anglo
American Sur ex Disputada, Inca de Oro, Agua de Falda S.A.,
Codelco-Kupferhandel en Alemania, CUPIC, etcétera.”, sostuvo Alcayaga, también
abogado.
En la entrevista, y sintetizando sus
denuncias, Alcayaga establece que en “2010 se perdieron 4 mil millones de
dólares por ventas a precios bajo el valor de mercado; otros 4 mil millones, en
2011, por el mismo concepto; y por lo menos 3 mil millones en 2012, 2013 y
2014, lo que totaliza pérdidas por 17 mil millones de dólares”.
Si a esto se le suman los 4 mil 670
millones de pérdidas en mercados a futuro, la suma alcanza los 21 mil millones
de dólares de perjuicio para la estatal minera.
Aunque el fraude haya sido tapado, sus
consecuencias están quedando a la vista. Según acaba de reconocer el ministro
de Hacienda, Rodrigo Valdés, en 2016 los excedentes de Codelco “serán cercanos
a cero”. Lo confesó en el seminario Otra Mirada para el Crecimiento, organizado
por el patronal Consejo Minero, el 15 de enero en el santiaguino centro de
eventos Casa Piedra.
Allí Valdés atribuyó este descalabro al
relativo bajo precio que viene registrando hace un año el mineral. También
adelantó que las utilidades de las grandes mineras privadas, que controlan más
de 70% de la producción chilena de cobre, serán muy escasas este año y, por
tanto, sus aportes al fisco vía impuestos “también serán muy bajos”.
Alcayaga señaló que “Codelco nunca ha
dejado de aportar ganancias al fisco, por lo que resulta increíble que no pueda
hacerlo con los precios actuales, que mucho más que duplican los de principios
de siglo”.
Entre 2002 y 2003 el cobre se valorizó
en 70 y 71 centavos de dólar por libra, aportando cada uno de esos años cerca
de 300 millones de dólares. Y cuando estuvo más alto, como en 2006, cuando
promedió 3.05 dólares por libra, arrojó excedentes por 9 mil 215 millones de
dólares.
Chile produce 5 millones 600 mil
toneladas anuales de cobre. Esto es 30% de la producción mundial de este metal,
indispensable para el funcionamiento de las industrias eléctrica y automotriz,
entre otras.
Por ello es absurdo que en Chile, con
tantas reservas de cobre –38% del total mundial– y siendo el primer productor
de este mineral, no reciba ningún ingreso el Estado, como presagió Valdés que
ocurriría este año. Más impensable es constatar que esto pasa sin que ninguna
institución repare en el origen del problema.
En este momento prima en el discurso
oficial olvidarse del cobre como factor de desarrollo. La columna Superar el
cobre, del presidente de la Democracia Cristiana, Jorge Pizarro, publicada el
jueves 4 en la web de Radio Cooperativa, grafica lo anterior: “Hace rato que la
discusión política más importante del país debiera ser cómo superamos nuestra
cobre-dependencia y cómo potenciamos otros sectores productivos”.
Francisco
Marín/Artículo publicado en revista Proceso, México. DF 1839-1931
Julio Alcayaga
ONG/ Chile Cobre
Certificó
Prof. Moreno Peralta / IWA
Secretario Ejecutivo ADDHEE ONG
Editó:
Sofía Alvarado Morales
Yirsela Peirano Cofré
Asistentes ADDHEE ONG
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