jueves, 8 de agosto de 2024

Venezuela: El verdadero objetivo del imperio yanqui y sus lacayos es recolonizar el oro negro




Venezuela: El verdadero objetivo del imperio yanqui y sus lacayos es recolonizar el oro negro

Por Juan Carlos Hurtado Fonseca/ Escritor, periodista y analista internacional/ Red Latina Sin fronteras. Sur, En red sin Fronteras, ADDHEE.ONG:

diario-octubre.com/
agosto 2, 2024

A los países imperialistas no les interesa la democracia en Venezuela, menos el bienestar de la sociedad, su interés, por lo cual quieren tumbar a Maduro, son las grandes reservas de petróleo y gas.

Desde 2014 Estados Unidos desplegó un plan con el objetivo de que la economía de Venezuela colapsara, provocar un cambio de gobierno y tomar el control del petróleo venezolano, las mayores reservas certificadas del mundo.

Así lo han manifestado públicamente desde los expresidentes Barack Obama y Donald Trump, hasta el exembajador estadounidense en Colombia, William Brownfield, quien también lo fue en Venezuela desde 2004 hasta 2007.

“De vez en cuando tenemos que torcer el brazo de aquellos países que no quieren hacer lo que queremos que hagan”, manifestó Obama a un medio de comunicación internacional.

Por su parte, Brownfield, también en entrevista televisiva dijo: “La mejor resolución sería acelerar el colapso, aunque produzca un periodo de sufrimiento mayor, por un período de meses, o quizás años”.

Los planes también fueron confirmados por el expresidente Trump cuando afirmó: “Al salir, Venezuela estaba lista para colapsar. Nos habríamos hecho de ella. Hubiéramos tomado todo su petróleo. Hubiera sido justo al lado”.

Las reservas de crudo

Y es que Venezuela lidera el ranking mundial de reservas de petróleo con 304 mil millones de barriles, es decir, el 18% de toda la participación de este recurso en el ámbito global. “Que podrían ser para más de 300 años de reservas energéticas, si se tienen en cuenta las reservas de gas, y en dos o tres años se podría decir que es para 500 años”, explicó la politóloga y química Betzabeth Aldana, quien también aseguró que Venezuela será “el agua que saciará la sed de todos los mercados energéticos a nivel global”, justo cuando, lentamente, el país está volviendo a insertarse en el mercado energético global.

Ahora bien, hay que recordar que con la llegada del comandante Hugo Chávez Frías al poder hubo cambios en la política petrolera, como quitar el control del recurso a las grandes compañías extranjeras e invertir las utilidades del crudo en la financiación de las grandes misiones que dignificaron la vida de millones de venezolanos, como la Misión Vivienda. Asimismo, el presidente Chávez  Frías presidió la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP, donde logró elevar el precio internacional del crudo.

Las medidas fueron incómodas para las potencias consumidoras de este recurso energético porque, por un lado, ya no controlaban los precios, y por otra parte los avances sociales que conseguía de manera acelerada el vecino país, eran “un mal ejemplo” para los vecinos latinoamericanos.

Impactos sociales

Lo anterior explica la imposición de más de 930 sanciones contra Venezuela, dirigidas principalmente a bloquear el comercio de crudo, gas y oro. Las medidas estadounidenses sí repercutieron de manera negativa en el bienestar de los venezolanos, lo que “se tradujo en sufrimiento e incluso muertes por la falta de medicamentos, alimentos y por los daños que se provocaron en el sistema sanitario, eléctrico y educativo, más la ola migratoria que separó a millones de familias venezolanas”, como lo expresó la periodista y analista de Venezuela News, Karen Méndez.

Durante la provocada catástrofe económica y social, muchos en el mundo y en Latinoamérica esperaban la caída del Gobierno del vecino país; pero este por el contrario se reacomodó y desde mediados de 2021 la situación empezó a cambiar.

Es así que en 2024 este país tiene la inflación más baja en 20 años, su producción petrolera es de casi un millón de barriles por día, hay abastecimiento en tiendas y supermercados con productos nacionales, lograron la más estable estabilización cambiaria en 13 años y la recaudación tributaria ha aumentado un 93%.

Recuperación económica

Para muchos economistas, se está ante una reactivación y un crecimiento de la actividad económica, porque entre otras cosas, también se ha recuperado el ingreso, las exportaciones no tradicionales han crecido en los últimos tres años en un 261% y acumula once trimestres consecutivos de crecimiento económico.

Por su parte, el Fondo Monetario Internacional, que no es un organismo de izquierda, estima que Venezuela crecerá un 4% en 2024 y que en 2025 su Producto Interno Bruto crecerá 3%.

Medidas contra la delincuencia también han surtido efecto, pues han sido golpeadas bandas criminales, lo que ha permitido la reactivación de sectores como el turístico, al punto que en el último año más de un millón de viajeros de distintas partes del mundo lo han visitado.

Los anteriores y otros resultados son producto de un programa de recuperación económica que presentó el presidente Nicolás Maduro, en 2018, y que fue consensuado y ejecutado con el apoyo de sectores empresariales y productivos del país.

Y aunque falta mucho por hacer, pues no se ha logrado recuperar el salario de los trabajadores, tampoco el estado de bienestar y reducir la desigualdad, el país llegó a las elecciones cuando se estaba recuperando de los efectos de las sanciones de Estados Unidos.

Acabar el ejemplo

Así las cosas, para las derechas latinoamericanas y para Estados Unidos, en Venezuela lo fundamental no es la democracia, la transparencia en las elecciones, sino sacar a Maduro del poder a como dé lugar, incluso con violencia como lo han pedido en redes sociales políticos y periodistas.

Por eso, desde meses antes de las elecciones los grandes medios de comunicación corporativos, estadounidenses y latinoamericanos, difundieron la narrativa de que ganaría las elecciones el candidato de los Estados Unidos y la oposición venezolana, Edmundo González Urrutia, que de no ser así se confirmaría un fraude electoral.

De esta manera, independientemente de que Venezuela demuestre que sus elecciones fueron transparentes, insistirán en la violencia y el intervencionismo para truncar el “mal ejemplo” que podría ser el proyecto político del vecino país, y que Estados Unidos recupere el control sobre las más grandes reservas energéticas del mundo.

Lo subrayado/interpolado es nuestro.

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