lunes, 12 de agosto de 2024

Elon Musk y el Cinismo de los Magnates del Club Bilderberg: George Soros, Bill Gates, Jeff Bezos, Bernardo Annual, Warner Bros. Television Studios, Steve Ballmer, Larry Page, David Rockefeller/ Revista Forbes/2023,

 



Elon Musk y el Cinismo de los Magnates del Club Bilderberg: George Soros, Bill Gates, Jeff Bezos, Bernardo Annual, Warner Bros. Television Studios, Steve Ballmer, Larry Page, David Rockefeller/ Revista Forbes/2023.

Soros y Musk en la lucha por el control del Club Bilderberg

Por: Fernando Buen Abad/Escritor, académico y analista internacional/Xinhua, Telesur, ADDHEE.ONG, TVBrics, La Jornada de México, NewsLetter@Othernews.org, Red Latina sin fronteras. Sur, Sputnik, RT, Novosti, Tass, Indymedia Argentina, Enred Sin Fronteras, El salto diario, info@Rosalux, Achei Asociación, Ideario Artiguista, NewsLetter@Globalred:

Nuestro prolegómeno:

El Club Bilderberg ha sido  acusado reiteradamente de conspirar para imponer   un gobierno/régimen mundial, un nuevo orden internacional del  sistema capitalista determinista globalizado hegemónico que tiene  como base “la Piedras guías de Georgia/USA” y  al régimen de turno de Estados Unidos, como su testaferro.

Sus objetivos guerreristas, “el fin justifica los medios “, los más siniestros lo han constituido  la maldita guerra de los Balcanes de Irak,  de Libia y de Rusia en el contexto de una política de Occidente/USA- Unión Europea/Otan, para apoderarse de las riquezas naturales de estos países, en especial  del petróleo y el gas de  Irak, Libia y Rusia.  El objetivo final de ésta mafia terrorista que controla la  celestina universal,  el narcotráfico y la inteligencia  artificial genocida es el absoluto control de todo el mundo,  en todos los sentidos de la palabra.  Actúan como si fueran dios en nuestro desgraciado planeta.

El siempre presente y genial comandante Fidel Castro Ruz, presidente de la Cuba Socialista definió al Club Bilderberg como “una camarilla siniestra y sus lobistas que manipulan a la opinión pública para instalar un “gobierno/régimen oligarca mundial que no conoce fronteras y que no rinde cuentas a nadie, salvo a sí mismo”...

Prof. Moreno Peralta/IWA

Secretario Ejecutivo ADDHEE.ONG

Aunque aquí sirve de ejemplo, lo que menos importa es su nombre y apellido, Musk no es más que un engranaje del sistema putrefacto y criminal que denunciamos y combatimos. Armado con sus veleidades y payasadas de magnate, Musk babea por adueñarse de las riquezas naturales de Venezuela y babea por propinarle al Pueblo Revolucionario del presidente Chávez Frías un escarmiento ideológico por atreverse a construir un país con soberanía y un proyecto socialista bolivariano. Cuando la avaricia se les convierte en psicopatía se les desborda y les escurre de pensamiento, palabra obra y omisión. Desparraman el odio de clase que han añejado en barricas de mediáticas y lo esparcen a diestras y siniestras. ¿Monroe vs Bolívar de nuevo?

Desde los yacimientos inagotables de sus egos Musk, y sus jaurías, supura también avaricia macabra desplegada en narrativas golpistas que se empeñan en ser vanguardia de la estulticia al uso imperial. Pero se les olvida que hay memoria historica colectiva, que no es sólo inventario de recuerdos porque constituye un campo de batalla simbólica. Musk alimenta su lívido perversa con la idea de descargar una arremetida descomunal del tergiversaciones y fake news para subordinar al Pueblo de Venezuela con un plan de saqueos, petroleros principalmente, bajo la metodología de la “inteligencia artificial genocida” burguesa que ellos usan como arma de guerra. Esa avaricia de Musk se ha exhibido como una secreción de elixires que embriaga a sus secuaces y admiradores, tan criminales como él, impregnándolos con creencias o fetiches que aparecen como fenómenos intelectuales propios, aunque tengan sello de fábrica de laboratorios de guerra cognitiva.

Están gastando sumas obscenas para el golpe de Estado cuya verdadera y concreta tarea es adueñarse de las riquezas naturales en todas las áreas. Que el saqueo golpista se presente “seductor” con la oferta de “maravillas libertarias” a granel; dejar sobre la mesa de nuestras realidades la muy amarga impotencia que nos asalta ante los escaparates de la violencia imperial. Vendernos, a punta de bayoneta, la ruta de los “sacrificios” para mantenernos la fe en el futuro que nunca vendrá.  Hacernos creer que ellos siempre han tenido la razón de explotarnos, saquearnos y que debemos agradecerles y que debemos enseñar a nuestros hijos a adorar la sumisión/rastrerismo al imperio como su mejor herencia.

Musk puso la “jeta” para liderar un delirio de las dictaduras que operan sus caldos ideológicos por dentro de las “democracias” burguesas como tendencias sordas camufladas con votos. Musk ha logrado infiltrarse, con palabrerío “democrático”, y todas las formas del engaño tecnológico, en un terreno propagandístico fértil para su irresponsabilidad rentable. Se trata también de un golpe de estado semántico orquestado por los ejércitos mediáticos oligarcas que llaman “democracia” a sus perversiones saqueadoras explotadas, enajenadas que pretende transmutar a la persona en un guarismo orwelliano.

También la concentración monopólica de la tecnología es una amenaza contra las democracias. Y parece que nos acostumbramos, a costos incalculables, a consumir mansamente, planificada y adictamente, todo cuanto nos imponen los consorcios tecnológicos trasnacionales frecuentemente con matriz en la industria bélica. Internet no nos dejará mentir, por ejemplo. Transferimos al aparato empresarial bélico, bancario y mediático -sin frenos y sin auditorías-, sumas ingentes. Entiéndase aquí “dependencia” en su sentido amplio que incluye las adicciones más variadas y las más “novedosas”. Adquirimos tecnología sin soberanía; no consolidamos nuestras fuerzas de producción, no creamos una corriente internacionalista para una tecnología emancipada y emancipadora; no creamos las usinas semióticas para la emancipación y el ascenso de las conciencias hacia la praxis transformadora; en la producción de tecnologías no creamos un bastión ético y moral para el control político del discurso y el gasto. No es que falten talentos o expertos, no es que falte dinero ni que falten las necesidades con sus escenarios. Hizo estragos, nuevamente, la crisis de dirección política transformadora. Hablamos mucho, hicimos poco. Ni el “Informe MacBride” (1980) supimos escuchar y usar, como se debe.

Ese es el campo fértil en el que bichos como Musk se multiplican. Estamos en medio del fuego cruzado entre tres guerras simultáneas: una Guerra Económica desatada para dar otra “vuelta de tuerca” contra la clase trabajadora; una Guerra Territorial para asegurarse el control, metro a metro, de los recursos naturales y contra las movilizaciones y protestas sociales; y una Guerra Cognitivo-Mediática para anestesiarnos y criminalizar las luchas sociales y a sus líderes. Tres fuegos que operan de manera combinada desde las mafias financieras globales, en especial el narcotrafico, la industria bélica y el re-editado “plan cóndor comunicacional” empecinado en silenciar a los pueblos.

En particular, la guerra cognitivo-mediática que se despliega en las “redes sociales” como “X”, es extensión de la guerra económica imperial que no se contenta con poner su bota explotadora en el cuello de los pueblos, como si se tratara de un triunfo moral de toda la humanidad, operado desde las centrales imperiales con ayudas vernáculas. Para eso ha servido el negocio de Musk que nos impone adicciones inducidas para el consumismo de sus “ideologías”. Se trata de una doble articulación de la dependencia que supera a los poderes nacionales (muchos de ellos no tributan, no respeta leyes y no respeta identidades) mientras ofrece respaldo a operaciones locales en las que se inclina la balanza del capital contra el trabajo.

Nuestra dependencia tecnológica en materia de comunicación es pasmosa y muy peligrosa. Está a la vista el peligro enorme de estar expuestos a psicópatas magnates dueños de la comunicación mercantil planetaria, como Musk. Y, no obstante, contra todas las dificultades y no pocos pronósticos pesimistas, los pueblos luchan desde frentes muy diversos y en condiciones asimétricas. Con experiencias victoriosas, en más de un sentido, pero es necesaria una revisión autocrítica de urgencia mayor. Esclarecidos en la batalla mediática, hasta en lo que ni imaginamos, vamos con nuestras “prácticas comunicacionales” combatiendo manías y vicios burgueses a granel. Luchamos y resistimos la andanada descomunal de ilusionismo, fetichismo y mercantilismo con que nos zarandea diariamente la ideología de la clase  empresarial, oligarca dominante, que ha hipnotizado a la burguesía politicastra/castrense y los ha convertido en loros capaces de repetir, con felicidad, modelos hegemónicos. Es vital ponernos a salvo todas y todos. Los enemigos de los pueblos están mostrando sus rostros y sus armas. Lo diremos también en “X”. 

De Elon Musk a la derecha empresarial oligarca latinoamericana sin escalas. Tecnolibertarios y liberales burgueses, un espíritu de época anglosajón


Por: Dra. Verónica Sforzin/ académica de la Universidad de la Plata/Argentina.

Como dos caras de una misma moneda, confluyen ideológicamente el tecnoliberalismo renacido en los ’90 en el Silicón Valley y las derechas empresariales oligarcas latinoamericanas  y sus testaferros la clase burguesa politicastra/castrense.

En el mundo de servicios corporativo digital en el que transitan parte de su vida las nuevas generaciones de latinoamericanos, las cuales incluso construyeron sus subjetividades a partir de mediaciones digitales, la política es mala palabra y el Estado no es nombrado, no tiene significancia. Para estas generaciones, atravesadas por inestabilidades económicas y sociales (provocadas principalmente por la injerencia sostenida de Estados Unidos en los asuntos regionales), lo digital les otorga un falso bienestar, a costa de la perder soberanía cognitiva.

Esta relación directa, que se establece entre los ciudadanos y las corporaciones del mundo digital (una relación de obscena desigualdad), se ha naturalizado. Mientras consumimos cotidianamente a Meta o Alphabet se produce el extractivismo de nuestros datos y las poblaciones se encuentran vulnerables a la manipulación social. En ese mundo digital se instalan ideas fuerza, siendo una de las más estructurales el desprestigio a la política y al Estado.

En nombre de esta “idea del mundo – imperio corporativo” y para frenar el inevitable avance del mundo multipolar liderado por China, se están produciendo las nuevas cruzadas del capital occidental, en donde se intentan desaparecer los derechos sociales y humanos. En este ideal de mundo privado y corporativo se entrecruzan el tecnoliberalismo de Elon Musk con el libertarismo que pregona Javier Milei en Argentina o Corina Machado en Venezuela, quien se enorgullece del libertarismo como filosofía política, y las derechas latinoamericanas; ideología funcional al despliegue de una nueva etapa del colonialismo anglosajón.    

La desregulación de la vida, para imponer el imperio corporativo, es una de las grandes ideas fuerza que se intenta instalar cotidianamente en las redes sociales que los latinoamericanos consumimos. En este terreno los grupos de poder avanzaron logrando no solo ganar la batalla cultural e ideológica, sino que avanzan en la guerra cognitiva, enmarcado en una guerra hibrida.

Elon Musk y la batalla por los datos y recursos del patio trasero latinoamericano/yanqui

El tecnolibertario Elon Musk, uno de los individuos más rico del Club Bilderberg, parte del Deep State (Estado Profundo) de los grupos de poder anglosajones, es uno de los grandes referentes ideológicos de la extrema derecha fascista. De manera descarada vocifera por las redes sociales su derecho a realizar golpes de Estados y apropiarse de nuestros recursos naturales.

Elon Musk está enfrascado en la pelea por conducir la cadena de valor de la tecnología, pero, sobre todo, por no tener flancos débiles que le impidan seguir el proceso de innovación y de desarrollo estratégico (un paso en falso implicaría salir rápidamente de la primera línea tecnológica en la que solo unos pocos logran mantenerse).

Para la empresa Tesla, la principal corporación de Musk, la cadena de valor comienza con el litio y las baterías recargables, así como para los desarrollos que impulsa en Inteligencia Artificial genocidaa través de Neuralink. Lograr sostener múltiples acuerdos y diversificar las entradas de este material es tan estratégico, como lograr que otros actores no controlen su extracción y el desarrollo de baterías. El litio es considerado uno de los minerales críticos por los gobiernos de Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá/occidente.

En este marco podemos comprender el famoso twitt de Elon Musk “Le daremos un golpe a quien queramos” en relación a las acusaciones que le hizo un seguidor de la antigua Twitter acerca de su instigación al Golpe de Estado en Bolivia en el año 2020.

Sus preocupaciones son el aumento del precio del litio (en el año 2022 subió un 80% su precio) y la agresividad de nuevos competidores, principalmente las corporaciones chinas que amplían su presencia en Sudamérica, no solo en extracción, sino en la importación del mineral.

La estrategia de Tesla desde siempre fue la diversificación y tratar directamente con las mineras, sin intermediarios. Actualmente mantiene contratos con proveedores chinos, australianos, uno canadiense, uno de la República Democrática del Congo, otro de Canadá y dos más de Nueva Caledonia y Argentina.

Bolivia cuenta con la mayor cantidad disponible de litio del mundo, junto con la Argentina y Chile forman el Triángulo del Litio, reuniendo el 60% de este mineral disponible en el planeta. Así podemos contextualizar el interés de Elon en controlar políticamente la región y en influir ideológicamente mediante su red social.

Dentro de EE.UU. tiene serios problemas ya que no controla el flujo del mineral. La empresa Albemarle Corporation es la dueña de la mina de litio estadounidense y tiene porcentajes de explotación en Chile y Argentina (también en Australia). Esta empresa es controlada por fondos financieros de inversión como The Vanguard, State Street y Black Rock. A su vez, si bien Estados Unidos figura entre los cinco primeros países de la lista con más reservas, no es uno de los mayores productores, prefiere comprarlo a otros países como Argentina y Chile.

Frente a la situación de no controlar el flujo del litio dentro del país donde Elon tiene la fábrica más grande de autos eléctricos, hay jugadas nuevas de diversificación: por un lado, a fines del 2023 se anunció la posibilidad de que Tesla Chile SpA comercialice y produzca partes de los autos eléctricos. Sería la primera plaza en Sudamérica con estas características. Es decir, sería una forma de asentarse para realizar por sí mismo la extracción, algo que no realiza, así como la posibilidad de hacer acuerdos de largo plazo con las empresas que extraen y producen componentes. A su vez hay que marcar que esta jugada se produce justo después de la entrada de empresas chinas a Chile.

No controlar el flujo del litio en Estados Unidos y el avance de China en la extracción en Sudamérica: dos situaciones geopolíticas complicadas para Tesla. 

Venezuela, país que cuenta con las más grandes reservas de petróleo y una de las más importantes de gas, pero que además posee minerales como el cobre, hierro, bauxita, coltán, casiterita, níquel, rodio y titanio, se convierte en una pieza clave. En primer lugar, para neutralizar el posible avance de corporaciones chinas o rusas y en segundo lugar para controlar una fuente de minerales claves para la cadena de valor de la tecnología.

Su intromisión en las últimas elecciones venezolanas fue explicita y evidente, donde se le quito al presidente en funciones la tilde de verificación de color gris de su cuenta en “X” y su red social fue la plataforma por excelencia desde donde se instalaron las ideas fuerzas de la oposición.

Elon en el cielo con diamantes

La empresa de Elon Musk para controlar el espacio es Space X, y aquí tiene una ventaja con las demás corporaciones anglosajonas. Esta corporación desarrollo una nueva constelación de satélites, de órbita baja (a unos 550km de la tierra) llamada Starlink, cuyo objetivo es proveer acceso a internet de banda ancha de forma global. Su servicio de internet ya se encuentra activo en muchos países y tiene una red operativa de 2400 satélites.

A su vez, así como fue un peligro para Elon Musk que Bolivia no solo nacionalizara el litio, sino que se animara a la construcción de baterías e incluso autos eléctricos, también es un peligro ARSAT, la empresa estatal Argentina, la cual tiene por misión: “(…) generar condiciones de igualdad en el acceso al servicio de las telecomunicaciones en todo el país, conectando a los argentinos con infraestructura terrestre y satelital. Nuestra visión es transformar el mercado de las telecomunicaciones generando valor para la nación y bienestar de los argentinos.” (Fuente: www.arsat.com.ar ). Los acuerdos con Milei en donde se avanza en el desguace del sistema científico tecnológico y la posible privatización de ARSAT le permitirían a Musk ser prácticamente hegemónico en la región en términos servicios satelitales.

Elon Musk, el niño bobo de la Inteligencia Artificial genocida

El gran déficit de Elon Musk es el desarrollo de la Inteligencia Artificial Genocida (IAG generativa, lejos de poseer la cadena de valor de esta tecnología apenas va iniciando, en comparación con Alphabet o Meta.

Su postura, también bastante burda, fue la de gritar a cuatro vientos la necesidad de regular la IAG, vaticinando los peligros de la misma, cuan niño que pide tiempo en medio del juego. Luego de profetizar que la IA era la “destrucción de la civilización” y de que se uniera a otros líderes tecnológicos para pedir una pausa en una carrera de IAG “fuera de control”, lanzo xIAG, su propio desarrollo de IAG.

La corporación x IAG ya contrato trabajadores de DeepMind (Alphabet) y otras empresas más avanzadas y trabaja con datos de Tesla (de los usuarios y de rutas de los coches inteligentes) y de la Red Social X (los datos y meta datos que dejan sus usuarios). A lo que a simple vista parece muy poco. Hay quizás una alianza con Nvidia para usar sus chips, empresa controlada por los Fondos Financieros Black Rock y The Vanguard, State Street, sí, los mismos dueños de la corporación que extrae el litio de EE.UU. Pero por ahora todo está en veremos ya que Musk necesita nada menos que 1.000 millones de dólares para lanzar realmente esta empresa. El modelo de lenguaje al estilo Chat GPT, se llamaría Grok.

Otras empresas del megamillonario son Neuralink, la cual es una empresa de neurotecnología estadounidense especializada en el desarrollo de interfaces cerebro-computadora, implantables, también conocidos como Brain-Computer Interfaces y la red social X (ex Twitter).

Manipulación social y globalismo hegemónico

La tecnología globalista hegemonía angloamericana es la realización material, la estructura económica, que sostiene una nueva situación de colonización. En este sentido la forma que adquiere la guerra de manera permanente es a través de la conducción del proceso de innovación y tecnología, para la anglosfera esta se pone al servicio de la manipulación social, a través de condicionar las conductas. Sin mediaciones, ya no necesitan de las viejas estructuras de la modernidad como el Estado o los Partidos Políticos, estructuras que se achican al mínimo de sus funciones y son fácilmente reemplazables. Por eso tampoco alcanza con la defensa de la democracia en un marco de guerra hibrida y de guerra psicológica y cognitiva que se produce en nuestras tierras.

Avanzar sostenidamente en el despliegue de la soberanía tecnológica y comunicacional, construir una conciencia social y critica respecto de las tecnologías y retomar el sendero de la UNASUR y las articulaciones regionales parecen ser algunas de las claves para enfrentar estas nuevas herramientas tecnológicas subordinadas a los intereses anglosajones.

Lo subrayado interpolado es nuestro

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