Piñera: Un presidente incombustible
Héctor Cataldo Ávila.
Presidente Mesa DDHH Valparaíso.
Prolegómenos:
“Cuando las miserias morales asolan a un país-
corrupción, degeneración, impunidad, depredación de las riquezas naturales,
latrocinio y asalto de las arcas del Estado, etc.- culpa es de todos los que por falta de educación formadora /libertaria,
pública, de calidad, gratuita y de ideales, no han sabido amarlo como Patria,
de todos los que han vivido de ella sin
trabajar por y para ella. Prof. Moreno Peralta/ Iwa. Secretario ejecutivo
Addhee.Ong.
Si alguien pensó, en serio, que Piñera estaba débil y
contra las cuerdas por los Pandora Papers y la Acusación Constitucional en
curso, se equivocó rotundamente.
De muestra un botón, el miércoles 13 de octubre el
Diario Oficial publicaba un decreto presidencial que, en lo principal, dice:
“Declárase estado de excepción constitucional de emergencia, por grave
alteración del orden público, como zonas afectadas, las provincias de Biobío y
Arauco, en la Región del Biobío, y en las provincias de Cautín y Malleco, en la
Región de la Araucanía,…”, firmado por el mismísimo Piñera.
¿Cómo es que el presidente bajo la presión del
Congreso, en pleno periodo electoral, con un proceso constitucional para
cambiar las bases del modelo (¡dicen!) en desarrollo, con una crisis sanitaria
vigente, con el segundo aniversario del levantamiento popular del 18 de octubre
encima, declara con todo desenfado el estado de excepción en la macro zona del
conflicto mapuche y decide sacar a las FFAA a la calle para resolver un
problema político?
Es simple, no se siente amenazado sino, más bien,
respaldado por una clase política que no puede existir fuera del modelo
neoliberal. Piñera es el ícono que encarna y representa ese modelo.
No fue casual el acuerdo del 15 de noviembre de 2019,
en pleno levantamiento social, cuando la clase política propuso una nueva
constitución que nadie pedía en las calles en ese momento. ¿Fue una solución
para el pueblo o para Piñera?
Tampoco fue casual la aprobación de todas las leyes
represivas que el ejecutivo envió al Congreso durante el 2020. Los partidos y
la clase política se cuadraron con el aventajado aprendiz de tirano.
Y para los que sólo tienen memoria a corto plazo, la
Convención Constitucional nos mostró su verdadera cara aprobando el quórum de
dos tercios para las normas constitucionales por ¡mayoría simple!
El descaro de los lacayos del modelo no tiene
límites…ahí todos juntos y revueltos la UDI, RN, la ex concertación, el FA, los
nada impolutos Atria, y Squella, le enviaron nuevamente el mismo mensaje
al emperador/tirano/dictador: “las manos largas de sus cortos brazos están
libres para hacer lo que quiera”, o sea, no se lo dijeron así, pero esa es la
idea.
Hasta la presidenta de la Convención se cuadró con
unas frases para el bronce (o pa’l papelero), “Hay que respetar lo que es
constitucional, creo que eso le da fortaleza al trabajo. La Convención tiene
que hacer un trabajo sobre las normas que son definidas para poder avanzar” y
por si quedaran dudas agregó “Las normas que ya fueron aprobadas y los tratados
internacionales no pasan por los dos tercios; se tienen que respetar sí o sí”.
En otras palabras, las normas de la constitución de
Pinochet están ahí para respetarlas, no para cambiarlas como es el mandato que
el pueblo le dio a la Convención Constitucional. De nada sirve, entonces, que
se “declaren” poder constituyente si no están en disposición de barrer con la
institucionalidad amparada por la vieja constitución. Sólo más parafernalia
verbal para tranquilizar sus conciencias y mantener al pueblo bajo permanente
engaño.
El mensaje de la Convención Constitucional es claro,
habrá nueva constitución pero a la medida del tirano y su modelo económico.
Por otro lado un especulador como Piñera sabe leer
bajo el alquitrán. No hay un solo partido o candidato que esté disponible – de
verdad poh – para establecer el precedente que un presidente pueda ser
destituido por la vía pacífica. Pasaríamos a ser una copia feliz del Perú y se
acabaría el modelo de negocios de los partidos y sus gerentes.
No en vano la acusación es sólo por faltas a la
probidad y por comprometer gravemente el honor de la Nación y no por
negociación incompatible, cohecho o por los delitos tributarios involucrados.
Por lo demás, si Piñera fuera culpable de no declarar
Área Marina Protegida el archipiélago de Humboldt el año 2011, para facilitar
el pago de la tercera cuota del acuerdo de Islas Vírgenes, también serían
culpables Bachelet y la Nueva Mayoría por no hacerlo durante los cuatro años de
su segundo gobierno y ¿quién está disponible para hacer eso? Porque más
impactante y grave que los delitos del tirano es dejar que los pingüinos de
Humboldt se extingan.
A la dificultad de probar los dos principios
argumentados por los acusadores, se suma el escollo infranqueable del Senado.
Porque en la Cámara la acusación se aprobará ya que sólo requiere mayoría
simple, sin embargo en el Senado requiere quórum calificado de dos tercios el
que – oh, sorpresa – no se puede alcanzar sin que las derechas se disparen a
sus propios pies. ¡Hacer como que lo botamos pero que no caiga!
Por el bien de los chilenos es de esperar que todas
estas suposiciones resulten falsas y, por tanto, que Piñera revoque el estado
de excepción en el Wallmapu, que la acusación constitucional prospere y se
exija anular todo lo obrado por el tirano contra el pueblo, que la nueva
constitución garantice derechos y no negocios, que Piñera sea encarcelado por
los delitos que ha cometido y se le obligue a indemnizar a “la nación”
por los daños económicos y al honor que le ha provocado.
Cárcel… porque, en su caso, las clases de ética son
tiempo perdido.
Lo subrayado e interpolado es nuestro
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