La ultima batalla del General Manuel Baquedano, General del ejército jamás vencido de la reserva moral de la sofofa…
Por Prof. José Bengoa cabello/
historiador y antropólogo/ Le Monde Diplomatique/Addhee.Ong
En todos los procesos de cambio cultural se produce una batalla por
la memoria. Mucho más en las Revoluciones Culturales. Lo que ocurre en nuestro
país es algo cercano a ello. Vimos caer estatuas en todas partes del mundo. En
una imagen surrealista los campesinos rusos miraban pasar en una barcaza una
enorme efigie de Lenin rumbo al desguazadero. Se sacaban el sombrero.
(Vergoupoulos). En Chiapas lo primero que hicieron fue tirar al suelo al
Conquistador/ Hernán Cortés. El Comandante en jefe del Ejército los ha acusado
de anti patriotas. Habría que decir que el concepto mismo de Patria está en
disputa. Los españoles cantaban:
Dicen que la Patria es
Un fusil y una bandera
Mi Patria son mis hermanos
Que están labrando la tierra
En lo personal adheriría a esa hermosa canción. No
es la única condición de “patriota” la que tiene en su mente el Comandante. Hay
muchas otras. Y sin duda la de él pertenece más al siglo diez y nueve que al
veinte y uno.
El genocidio del Pueblo Mapuche
El general Manuel Baquedano González en el
sur/Araucanía
En la mitad del siglo diez y nueve se produjo un
fuerte movimiento anti militarista en Chile que incluso llevó al cierre de la
Escuela Militar. Los contingentes activos eran casi exclusivamente los del
Ejército de la Frontera, acantonados de Concepción al sur, para guerrear con
los mapuches. A partir de 1866, con Cornelio Saavedra al mando, se va a
producir una guerra de exterminio contra ellos. Baquedano me aparece en la
Historia del Pueblo Mapuche el año 1867, en ese verano maldito, comandando una
de las huestes armadas que se internaban en el territorio cruzando el Bío Bío y
llegando casi hasta lo que hoy es Temuco. Las entradas se hacían en el verano y
consistían en quemar las sementeras de trigo para hambrear a la población
mapuche, quemar las casas (Rukas), arrear con los animales (ahí están las
cifras bastante grandes), y también arrear con mujeres y niños que muchas veces
eran enviados al centro del país. Era una guerra del todo irregular y de
pillaje. A algunos a veces no le iba tan bien. El famoso Pedro Lagos que se
toma con chupilca del diablo mediante y corvos asesinos el Morro de Arica, fue
derrotado por los mapuches en esa guerra y en esos años. Eso de jamás vencido
señor Comandante, debía ser revisado.
BAQUEDANO EN EL NORTE
Como es bien sabido la Guerra del 79 no fue querida
por la mayor parte de la población hasta los hechos de Iquique con Arturo Prat,
que produjeron una enorme marea nacionalista. De ahí fue su
importancia. El ejército de fue armando con nuevos contingentes y la mayor
parte de los oficiales venía del sur. Como anécdota está el momento en que se
sube a los buques la tropa en Valparaíso. El despelote fue máximo y demoraron
más de una semana en hacerlo. Urrutias, Lagos, Barbosas, Saavedras y Baquedano
estaba acostumbrados a esas guerras irregulares y sabían poco de estrategia y
táctica, esto es de ejércitos de línea contra ejércitos también de línea.
Francisco Antonio Encina inapelable historiador
conservador, nacionalista y patriota en el sentido del Comandante en Jefe,
detalla esta guerra del modo más increíble. Vale la pena que lo lean. Señala
que si no hubiese estado al mando de todo el ejército en la práctica un civil
como Rafael Sotomayor, Ministro de Relaciones Exteriores, (Plaza Sotomayor de
Valparaíso) la guerra se habría perdido irremediablente. Muestra las peleas e
intrigas en el alto mando que significaron serios reveses en las tropas
chilenas invasoras. Los cambios en el mando se aceleraron y finalmente cuando
ya se llegaba a Lima cayó en manos de Manuel Baquedano. Encina no lo trata
demasiado bien.
Las tropas eran de miles de soldados. Baquedano los
tiraba al ataque con poca consideración de sus vidas siendo por tanto las bajas
enormes. Había una idea oligárquica de la guerra en que la vida de los “rotos”
no era un asunto demasiado importante. El desierto se llenó de cadáveres. Los
heridos fueron tantos que en Chile se desarrolló la medicina ortopédica a raíz
de esos casos. En el Museo de Historia de la Plaza de Armas
hay fotografías de ex soldado sin brazos, piernas, etc…muy macabro.
El ejército peruano limeño, ya que no contaba con
el apoyo ni de bolivianos ni arequipeños, se atrincheró en Chorrillos,
zona de chacras en ese entonces en las afueras de Lima (hoy uno de sus barrios
exclusivos de la oligarquía empresarial peruana y del turismo internacional), y
Baquedano fue lanzando batallones de rotos al ataque, como olas, que así le
llamaban. En un momento estuvo a punto de perder el campo, pero tenía refuerzos
y hubo casos en que no siguieron sus órdenes para mejor. Todo eso lo cuenta
Encina con extremo detalle y hay que reconocerlo, buena pluma. Las bajas eran
enormes por ambos lados. El ejército peruano se rearma y organiza una última
línea en Miraflores, y días después se produce esa batalla final. Lima se ve
desprovista y Baquedano entra triunfante por sus hermosas calles.
Se repite la Historia. El método del saqueo/motín
de guerra. Baquedano libera o licencia las tropas en la ciudad y éstas ebrias
de triunfo, alcohol y racismo exacerbado, los cholos eran semejante a los mapuches,
roban, rompen y todo lo que usted se puede imaginar. Hay algunos historiadores
que niegan que ello haya ocurrido. Personalmente fui profesor en Lima y conocí
en detalle testimonios inapelables de lo sucedido.
El botín de la guerra imperialista: ¡saqueo¡
En los días siguientes vino el robo oficial, el
botín de guerra. En la Plaza de la Victoria de Valparaíso (sic) se puede
observar hermosas estatuas, fuentes de agua y dos leones dormidos que provienen
de la capital del Virreinato. El dibujante porteño de sobre nombre Lukas decía
y dibujaba que cuando entre ellos pasaba un peruano lo saludaban. En Talca
frente al regimiento, de nombre Lautaro para unir las cosas de las que estamos
hablando, está una hermosa estatua alada que en el terremoto del 27F al
parecer quiso volar hacia el Perú y no pudo, se cayó y rompió. La han
reconstruido como símbolo de la ciudad. Mal símbolo me parece ya que es fruto
de un robo.
El saqueo cultural al hermano pueblo peruano.
Entraron a la Biblioteca Nacional del Perú, con la
ayuda de expertos que viajaron especialmente, y a la hermosa Biblioteca de don
Ricardo Palma y se robaron todo lo que pudieron. En estos años hicimos una
campaña que finalmente logró devolver parte de esos escritos al Perú, lo que es
importante.
El General Manuel Baquedano González héroe.
Baquedano regresa a Chile, llega a Valparaíso,
toman el tren, y es recibido en Santiago como un héroe. No era para menos.
Manda a Urrutia y otros de sus generales con tropa abundante, material de
guerra moderno, hacia el sur.[1] No descansan. Llegan llenos del vigor del
triunfo a Talcahuano, se suben a un tren hasta Angol y de ahí se internan en la
Araucanía. A la tropa además se le ofrece tierra, obviamente la de los
mapuches. En este caso no mandaba el Ministro de Exteriores sino el del
Interior Manuel Recabarren. Son bien financiados por los terratenientes ricos
del sector, Bunster y compañía, y van a tratar de construir lo que llamaron la
“línea del Cautín”. Fundan fuertes y a uno le llaman Victoria hasta el día de
hoy, otro se llamaría Aníbal Pinto (hoy Lautaro) y así llegan hasta construir
el Fuerte Temuco. Los mapuches se organizan y el 8 de Noviembre de 1881 atacan
todos los fuertes, pero la diferencia en armas hacía imposible la tarea.
Baquedano desaparece de la Historia grande[2], por lo menos de mi Historia, y está en su casa cuando el Presidente Balmaceda es atacado por los congresistas que arman un enorme ejército en el norte y desembarcan en Quintero. Se produce la batalla de Con Con y luego la derrota de Placilla. Los generales Balmacedistas leales al Presidente, y a su juramento, van a ser nuestros conocidos décadas antes en el sur. Orozimbo Barbosa de joven era el jefe de Toltén por ejemplo. Y muere peleando en Placilla. Baquedano se declara neutral. Por ello es llamado el día de gran derrota a tomar el poder lo que hace durante unas horas para detener el saqueo de Santiago. Lo que allí ocurre está muy documentado por los historiadores tradicionales/ oficiales.
REFLEXIÓN
El General Baquedano González representa una
multitud de símbolos. No es necesario saber de esta Historia para comprenderlo.
Esa Plaza, llamada también Plaza Italia- plaza de la Dignidad, por el
Movimiento Social 18 de Octubre-,, divide desde décadas a Santiago. Para arriba
los ricos/ de la oligarquía empresarial, para abajo los pobres/ marginados . La
estatua domina esa división y eso no es menor. Arriba de su caballo observa el
modo cómo se dividió esta sociedad durante casi un siglo.
En la década del sesenta Domingo Faustino Sarmiento
era lanzado al Mapocho, su busto estaba frente a la Escuela de Derecho. Y la
razón era y es que fue quizá uno de los “autores intelectuales” de esta
forma de dominación y de esta concepción territorial, fusilera, militarista,
patriotera, mono temática de la Patria.
La estatua del general Manuel Baquedano González al
Parque “araucano” junto a la del dictador Pinochet Ugarte.
[1] Si alguno se interesa. He tenido la paciencia
de leer los diarios de esos días y las expresiones de racismo más insólitas.
Decía por ejemplo el Diario El Ferrocarril algo así, que con las mismas armas
que le arrebatamos a los “peruanos” vamos a liquidar a los indios del sur. El
Mercurio de Valparaíso arengaba por la guerra final en el norte y el sur.
[2] Lo van a lanzar como candidato a la Presidencia,
pero se dice que no tenía muchas luces así que no prospera la candidatura y
gana Santa María.
Lo subrayado e interpolado es nuestro
“Convención
Constitucionalista” por una “Nueva Constitución”: Mentira. Solo consistirá en
una reforma mas a la constitución/artilugio de 1980, mas de lo mismo que impuso
la dictadura cívico militar, elecciones de abril un lavado más a la “Constitución/artilugio
de 1980” …
El
movimiento social 18 de octubre exige: Un plebiscito y una nueva constitución elaborada
y sancionada soberanamente por el Pueblo en una Asamblea Constituyente. ¡Fuera
el inefable Piñera Echeñique! Solo se ha conseguido el plebiscito.
Más de lo
mismo: “Estamos en guerra contra un enemigo poderoso “
Piñera Echeñique, Presidente de la Sofofa.
Ya se fue el General Baquedano Gonzalez , ¿y ahora quién le sigue?
Si no nos rigieran tantas restricciones por la
pandemia, pensamos que desde el primer momento que el Gobierno decidió
trasladar a alguna parte el vetusto monumento del general Baquedano en el
centro de Santiago el pueblo habría salido airoso a las calles a celebrar tal
decisión. Excepto la más rancia oligarquía empresarial sofofa agrícola citadina
y los que piensan que para servir al sistema y al orden constituido en Chile es
necesario mantener como nombre de las calles y monumentos a cuantos asesinos y
corruptos han poblado nuestra historia.
La lista es muy larga desde nuestra Independencia
hasta el presente. Es necesario pasar por las innumerables matanzas
gubernamentales y castrenses que ocasionaron, por ejemplo, las horrorosas
masacres de nuestra Pampa salitrera, o las de Tranquil y las de los poblados
obreros del todo el centro y el sur del país. Desde Santa María de Iquique
hasta el llamado proceso de la “Pacificación” de la Araucanía, donde hasta hoy
nuestra principal etnia lucha por recuperar sus derechos y propiedades
reconocidas por el General Libertador Bernardo O’Higgins Riquelme y otros
Libertadores con la Fundación de nuestra República.
Desde el Morro de Arica hasta la lucha por el
exterminio de nuestros pueblos autóctonos de la Patagonia. Territorios todos conquistados con el apoyo de
los intereses de los llamados emprendedores foráneos. Ayer dueños del nitrato y
hoy del cobre. Propietarios asentados en todos nuestros bosques, costas,
manantiales de agua y altas cumbres que tienen como gendarmes a nuestros
“valientes soldados”, según reza el Himno Nacional. Que tantas veces el pueblo
chileno entona sin darse cuenta de lo que allí se dice en demérito de nuestra
independencia y honor castrense. Sin contar cuántos chilenos y chilenas han
sido ultimados por “elementos disuasivos” de nuestras ramas de la “Defensa” y
Carabineros. Los que no solo asesinan y mutilan estallándole la cara a
centenares de combatientes. En un país en que a todas luces se ha convertido en
el principal violador de los DDHH del Continente.
En una ceremonia ridícula, como siempre, en torno
al monumento de Baquedano, un grupo de efectivos castrenses les ofició un
homenaje de despedida “temporal” como advirtieron. Marcialmente, con banda
instrumental y echando mano a los cuantiosos recursos que tienen para solventar
todas sus payasadas nada de entretenidas, por supuesto.
Su propósito es restaurar el caballo y de quien lo
monta. Vayamos a saber si alguna vez tu estatua va a volver a cruzar Santiago y
si el pueblo que ya despertó en Chile lo va a permitir sin condenarlo a la
hoguera de nuestro infierno histórico en que él y tantos otros debieran
fundirse para siempre.
El monumento a los héroes del 11 de septiembre de
1973 de la oligarquía empresarial sofofa en el parque “araucano”, encabezado
por el dictador Pinochet y el general Baquedano González.
Ahora se trata de saber quién seguirá a Baquedano.
Si el propio Pinochet (que aun no tiene monumento) y sus cómplices y secuaces
de la Dina, la CNI, de las grandes ligas empresariales que lo alentaron y
también lo traicionaron. Si el propio busto de Jaime
Guzmán, su gran inspirador, como en su hora también lo fue Diego Portales,
ambos asesinados, por lo demás.
Vaya que bien lucirían nuestros premios Nobel la
divina maestra Gabriela Mistral y el poeta del amor y la esperanza Pablo
Neruda, en el centro de la Capital. O el de Violeta Parra, Víctor Jara y otros.
Cuánto quisiéramos que los principales nombres de escritores, artistas y
líderes sociales re bautizaran nuestras calles, pueblos, parques y avenidas.
Que los bellos vocablos de nuestro patrimonio cultural le recordaran a las
nuevas generaciones los más bellos poemas y melodías de un Chile que sabe
naturaleza y nobleza profunda. Que tiene olor y sabor a rebeldía. A hermandad
continental.
Para deshonor de nuestros uniformados y grandeza de
quienes nos gobernaron con justicia. Y que el pueblo largamente venera sin que
sus nombres sean rememorados en las calles y paisaje urbano. Lo que se explica,
también, en la idea de que la violencia, el terrorismo de Estado y la impunidad
son loables si persiguen reafirmar identidad patriótica y aplastar la necesaria
readaptación histórica de las naciones. Y, por supuesto, mantener ejércitos de
zánganos para la conservación de lo que existe y de los ganadores de ayer.
juanpablo.cardenas.s@gmail.com
Lo subrayado/ lo
interpolado es nuestro.
El movimiento social 18 de octubre exige una nueva Constitución
en el marco de una Asamblea constituyente, porque solo ella constituye el Poder
Constituyente soberano del Pueblo.
Un nuevo chile es posible, en el marco de una nueva
constitución elaborada y sancionada soberanamente en una asamblea constituyente
teniendo como marco referencial el legado del presidente mártir Dr. Salvador
Allende Gossens respecto:
“Que el Pueblo por primera vez entienda que no es
desde arriba, sino desde las raíces mismas de su propia convicción de donde
debe nacer la Carta Fundamental que le dará su existencia, como pueblo digno,
independiente y soberano” …
Chilenos y mapuches que amamos este país rechazamos
la “convención constitucionalista” y las elecciones de abril componendas,
chanchullos vituperios para imponer definitiva y perentoriamente
per secula seculorum el desaguisado maldito, la constitución/ artilugio de 1980,
impuesta por la dictadura cívico militar y la complicidad de la clase política corrupta
y la oligarquía empresarial sofofa.
Hay que liberar la conciencia del Pueblo chileno si
se quiere recuperar la dignidad, la soberanía y terminar con la deshonra, la inmoralidad,
la corrupción y la impunidad:
Otro Chile es posible, pero a partir
de una nueva constitución elaborada y sancionad en el marco de una asamblea constituyente.
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