DINAMICA HUMANA DEL PROCESO DE TRANSFORMACION SOCIAL Y POLITICO.
MARIANO SIERRA S. / escritor,
jurista, analista internacional/ADDHEE.ONG:
Nada de extraño encierra la reflexión si
sabemos que cuando nos referimos a la transformación, nos estamos refiriendo al
mundo de las leyes universales, al mundo del equilibrio que proporciona esas
leyes sabias de la gran naturaleza que han dado origen de Vida que por medio de
ellas buscásemos una razón para ser felices. La sociedad consume y es consumida
por los dominantes sociales que impiden ser felices a través de múltiples ficciones
fabricadas por la gran industria política y social y por los creadores de mitos,
estereotipos, snoobs y creencias,
que inducen a acciones de no obedecer el derecho y al mal gobierno,
Al observar la naturaleza, el orbe,
el cosmos, todo ese gran universo de vida es un gran cuadrante y complejo
armonizador de leyes. Y las leyes son
armonía y equilibrio, orden, regulación, justicia. El hombre como parte de ese
gran universo no se puede apartar ante una dimensión equilibrada para que pueda
desarrollarse, para que pueda trascender con base a un principio transformador
igualitario.
El proceso cosmo-social que nos
aviene está transformando la conciencia humana. Las circunstancias actuales
presentan un mundo social pasivo, sin potencial de cambio, mas no en lo
tecnológico. Pero aun así nos compete reaccionar al tenor de la entropía que
nos asiste dinamizando todos los campos del entorno humano. Conviene que la
sociedad en evolución se informe del nuevo acontecer. Solo avanzan
cosmológicamente quienes miran el nuevo horizonte humanista y la nueva
filosofía de vida donde se alzan las categorías de los sintientes que nos están
dando sentido del valor del amor y los sentimientos.
La persona no puede quedarse en los caducos
argumentos dogmáticos ya sociales, ya políticos, ya económicos o ya
espirituales. El hombre actual debe dejar fluir el nuevo cosmos evolutivo para
una nueva conciencia donde impere la justicia social, donde impere la dignidad,
la verdad, la libertad y el trabajo. La dinámica de la transformación implica
gestión interior que fije actos de servir al otro, que implique que lo que
hagamos lo ejecutemos con compromiso, con respeto, con felicidad, con entrega y
sentido de pertenencia, con respetar las diferencias buscando eliminar las
desigualdades-
Las ciencias avanzan gracias a esa cosmología
universal y gracias a la cosmología humana, esa red de energía vital y cósmica.
Por lo tanto, toda existencia funciona y debe funcionar armónicamente de manera
consistente, lógica, racional, sin violencia, salvo cuando el hombre sale a desarticular
esa armonía por razones de su perversidad, de su arrogancia, de su poder y su
soberbia científica y de avaricia-
La cosmología es la fuente de la
vida integral del hombre que fecunda a la filosofía de la vida, que es
liberación interior y exterior, que anuncia un S.O.S. de vida social. Ella, la
cosmología hunde sus raíces en el curso de la vida y la evolución histórica de
la humanidad. Por la acción transformadora, el hombre busca darle sentido a su
vida. A contrario sensu se embarcaría en un caos social al tenor el ejercicio
diario de su acontecer que está lleno de bifurcaciones, entropías sociales y
confusos dogmas.
Toda existencia es creación
evolutiva de una arquitectura sabía que está por encima de todo y la persona
lo que hace es transformar, conservar, trascender con base a esas leyes que
rigen la cosmología de su ser... Todo lo armónico llega al interior del hombre
porque está dotado para ello. Filosofía, política, ciencia, religión,
pensamiento, valores, virtudes, principios, amor, fe, inteligencia, libertad
entran en equilibrio para conformar esa dinámica humana, esa condición humana
que impulsa todo propósito democrático y creyente, por medio de una unidad del
pueblo en asociaciones, movimientos sociales y otros entes
Desafortunadamente la persona
ha puesto en enfrentamiento las leyes generando conflictos, divisiones y
contradicciones. Las leyes lo único que
pretenden es armonizar, equilibrar vida y naturaleza. Las leyes no pueden ser
enemigas entre sí, pero el poder desarticulado de la persona está
creando un monstruo legislativo que lo está destruyendo. La persona se mide en la medida que
equilibra sus acciones, en la medida que aprende a mantener ese equilibrio, en
la media que es un rebelde coherente, radical justo y social.
Cuando vivimos en equilibrio todo
llega a nuestro corazón. No hay espacios
para el prejuicio. En una persona que equilibra sus emociones encapsula en ella
la transparencia, la coherencia. Cuando nos enfrentamos a los hechos de la vida
si no estamos ordenados no producimos buenos resultados. Vivimos actuando con
egoísmo, con actitudes de amargura e ínfulas de grandeza sin comprender en que
la fundamos, violándose los derechos humanos, atentando contra el desempleo, la
pobreza y el orden.
El poder que no es armonía, embriaga,
desequilibra, enturbia, acosa por el afán de tener más y más, de no saber
compartir lo que poseemos, de no saber armonizar con los otros lo que
adquirimos. El poder debe ser propio para los equilibrados, para los del
espíritu del amor, para los que aman desinteresadamente, pues el poder es para
servir, no para engañar, no para dividir e imponer, no para la inmoralidad
política.
Los grandes desastres contemporáneos
tienen su explicación en la entropía y los desórdenes afines a la gestión
pública, La cosmología social no admite gobernanzas cerradas donde el gobernado
se enceguece ante las realidades. Una filosofía social define la rebeldía,
asume la resistencia contra el mal endémico del estado para dar rienda suelta a
la revolución molecular portadora del espíritu liberador y el pensar libre-
Sabiamente el pensador Bertan
Russell decía que “Todo lo que necesita la persona es que no se envenene
tanto con el poder político “. El núcleo de la crisis es producto de las
limitaciones que nos rige y de la deficiente manera de interpretación y
practica de las leyes, como del poder. El proceso cosmológico permite conocer
las diversas contradicciones que se anteponen a los intereses comunitarios por
parte de tan diversas y voraces potencias, porque a no dudarlo un Estado contradictorio
nos asiste para llevar a cabo la voluntad del voto y con él, gran desastre
humano de la decadencia de la administración pública.
Cuando se abusa de la naturaleza,
cuando el hombre se extrema sin control en el manejo de las leyes sociales,
éstas reaccionan, con su comportamiento propio, porque está siendo aniquilada,
maltratada, manipulada, oprimida. Si hay ausencia de modelos democráticos,
dejemos que los muertos entierren a los suyos y vayamos por nuevos pensamientos
libres hacia la transformación, aniquilando lo inservible, pero haciendo útil
lo inútil para empezar de nuevo con nuevas luces, sin la sombra perversa de lo
que destruye al país, pues el enemigo está al interior de la gobernanza, que
solo entiende ser acabado por vías radicales pues se ha incrustado cual
parasito aferrado a todas las instituciones sociales para sus propósitos.
La sociedad y el gobierno cuando se
desproporciona en sus posturas, responsabilidades y procesos de desarrollo
social genera crisis, desconcierto y enfrentamientos. Ser equilibrados es
armonizar razón y corazón, dureza y suavidad, humildad con perdón. La entropía
social es consecuencia de actos paranoicos bien estructurados por gobernantes
y políticos que con su poder arrogante
impiden desarrollo creando ambientes intoxicados por la atrofia dominante, por
el desarrollo de un capitalismo desigual.
El equilibrio es responsabilidad
para evitar errores, ofensas y enfrentamientos y todo acto extremo que impida
sensatez, ecuanimidad y justicia. Un proceso equilibrado ve el amor en toda
dimensión, valora lo que se hace, da sentido al trabajo, fortalece los lazos
familiares, políticos y sociales-El equilibrio se refleja en ecuaciones
logarítmicas profundas y en reflexiones con base a esquemas de administración
como el DOFA. Usando este mecanismo podemos realizar análisis de los actos pues
nos permite ver cuáles son nuestras debilidades para fortalecerlas, cuales
nuestras oportunidades para ponerlas al servicio comunitario, cuales las
falencias para mejorar y cuales nuestras amenazas para contrarrestarlas. Ejecutar este diagnóstico con sinceridad
vamos en la ruta de un excelente balance personal, político y social y dinámica
de cambio, haciendo de la vida el mejor estado de ciudadanía social y laboral-
Ir en procura de un nuevo ser y un
nuevo régimen será posible en la medida que exista coherencia entre lo que se
predica y se hace para que el deseo de trascender se convierta en el deseo de
servir, de compartir, de dar apoyo con los recursos de una moral social que hoy
se ha perdido en los agujeros negros de la conciencia nefasta en los atropellos
laborales, tributarios, de libertad de expresión y de protesta.
Vivir cosmológicamente es ser
auténticos, es estar despojados del maquillaje que cubre las distintas facetas
con las que nos presentamos ante el mundo que no nos deja ver esas fantasías
vanas que están impidiendo valorar lo bello de la vida como el hogar, la
amistad, la naturaleza, la verdad, el trabajo honesto que da sentido y calidad
de vida. La persona se reconoce en su vida ante lo colectivo-
La cosmología hoy nos presenta
múltiples apreciaciones de vida. Unos de esos procesos cosmológicos es la
presencia del Jesús de la historia. No como un religioso, sino como un ser
humano en la historia que nos invita a entender el sentido de la vida-
Jesús cosmológico hace un llamado a transformar la vida dentro del proceso
social para amar y servir, para socializar la paz, para comprender al que
sufre, para asistirlo.
Explorar la naturaleza es de la filosofía
práctica que nos lleva a conocer nuestro hábitat. No podemos permitir que el
miedo y la violencia nos impulse a través de partidos e ideologías perversas. La
persona debe ser cuidadoso ante la libertad pues este valor es manipulable.
La cosmología está siendo penetrada con gran furor a fin de corroer la libertad
humana. Mitos diversos asumen verdades, creando ficciones para desviar la
realidad, para crear fantasías de felicidad, mágicos gobiernos y plataformas
tentadoras-
Estas reflexiones buscan abrir
debates para repensar el orden actual agobiado por la globalización y los
credos populistas, fundamentalistas neoliberales del capitalismo salvaje
y por las categorías de ficciones democráticas contaminadas por un contrato
social leonino, un contrato desigual que la resistencia y la rebeldía
comunitaria enfrenta con persistencia, ante una gobernanza que no ofrece
alternativas.
La unidad comunitaria es
prioridad... Dividid y reinaras no puede ser una plataforma como hoy se nos
quiere mostrar al tenor de que disque somos un país de regiones, Un Estado debe
manejar al país como un todo, jamás por regiones, los diálogos son universales
con los afectados. Esperemos que estos nuevos aires refresquen el sentido
social y no mueran en conciencias emotivas, porque si algo necesita el mundo es
solidaridad firme que no se deje enredar con propuestas amañadas, como los
impulsos mágicos de proyectos de emprendimiento pues esas son las tácticas de
la opresión.
Creamos en la fuerza y el espíritu
de los jóvenes que, con su alegría, su capacidad y praxis permiten que los
nuevos rumbos estén trazados con el sentido de un futuro democrático. Este
proceder de juventud genera confianza y delirio de cambio. Porque que confianza
podemos tener en un Estado ciego, orgulloso, falto de criterio de gobierno, si
ante el macabro asesinato de 18 niños donde crecían esperanzas, se ha tornado
en el olvido y sin visos de gestión de justicia. Solo asoma una impunidad
patética, alrededor de otros episodios macabros, donde todo apunta a que el
problema del país es la catástrofe institucional donde cada estamento procede
con violación y corrupción e impunidad de sus actos,
Venimos de devenir en devenir
luchando con espíritu rebelde. Todo régimen nefasto tiene un fin y un fin con fin.
Lo dice la voz de una comunidad que ánima ardiente sus impulsos claros hacia
una nueva nación, así los ilegales amos del poder quieran detenernos con sus
balas asesinas de ejércitos sin moral y de estatutos propios de seguridad de un
estado que se quiere aferrar por medio de una dictadura feroz.
En el proceso de transformación
humana se consolidan acciones sociales que están enmarcadas en políticas para
la gente, que no es otra cosa que el compromiso y la gestión de la persona con
la sociedad siempre buscando caminos de interés común. La política es la acción
que involucra al hombre para servir al pueblo, ´por el pueblo y con el pueblo,
a fin de romper el sistema existente de corrupción e impunidad.
La persona transcurre en un dialogo permanente
consigo mismo y con todo su entorno. Este conversatorio nos conduce a asumir
críticas en medio de un pensar libre que doblegue la insensatez humana. El
diálogo es un no callarse, es una denuncia en medio de los procesos que desaten
toda adversidad a fin de movernos como oposición responsable para hallar en
consenso, el bien común con acuerdos sociales.
La dinámica transformadora propia
del hombre es un imperativo social. Corregir las injusticas es el mayor gesto
de ser justo. La fe es el gran espíritu que apoya las causas justas. Así,
entendemos como una sociedad se libera de la mala administración pública, del
abuso del poder, del estado fallido. Y esta liberación y abolición del orden
que atropella al pueblo se lleva anarquizando mediante la resistencia, la
rebeldía Basado en principios. La transformación la hacemos todos, desde lo más
pequeño a lo más grande de la modernidad, con el conocimiento en toda su
complejidad, en toda su realidad.
Toda transformación que impetra
acciones para suprimir gobiernos e instituciones públicas contradictorias y
llenas de ficciones no podrá causar más desorden, no causará desorganizaciones,
pues aparecerá lo que está oculto. Así se empezaría a generar la nueva
gobernanza. Pero también depende de la comunidad en un mundo que proclama radicales
acciones, Los cambios hunden sus raíces en los evangelios que nos proporcionó
nuevos tiempos, nuevos signos, un adviento de justicia y servicio, que
desmorono las déspotas políticas y las confusas prácticas religiosas para
establecer un nuevo orden. Un acuerdo nacional
La transformación se identifica con
las condiciones de vida. No hay razones para decir que no nos podemos organizar
en un nuevo régimen. Destruir lo social, lo político y las espiritualidades
dañinas se hace enfrentándolo con estrategias de resistencia sin violencia.,
inspirados en una enseñanza tal, que formados y formadores sean una conciencia
productiva, Cualquier filosofía moral encuadra y conduce a abolir toda
organización fallida, estando al frente una sociedad civil resistente, rebelde
y con propiedad legal para conseguir el bien común que se le viene negando.
Alguien dijo que en un sistema vacío
no podemos alcanzar justicia social, ante un gobierno disfrazado se niega todo
derecho, se ahonda el humanismo ante la desaparición de tantos compatriotas. La
dinámica es el espacio rebelde que deja entrever el régimen. El dolor de patria
nos destroza por dentro, cuando las instancias de los poderes no obvian los
abscesos y se vuelven inmunes ante la falaz podredumbre de los mandatos que
impiden un orden justo. Pero pueden más los retos y los paros de libertad
radicalista.
Para concatenar estos pensamientos
que mejor que recordar a Dante cuando
nos dice en su obra la Divina Comedia “ Dios es el amor que mueve el sol
y las demás estrellas, lo que significa que las estrellas, los planetas, el
universo entero no están gobernados por
una fuerza ciega sino por el amor, ellos no obedecen solo a las dinámicas de la
materia y por lo tanto no hay que divinizar los elementos cósmicos, sino por el
contrario, en todo y por encima de todo está una voluntad personal, el espíritu
del arquitecto creador señalándose de otra parte… que los seres humanos no son
esclavos de los elementos del cosmos, sino que son libres responsables, es
decir, son capaces de relacionarse con la libertad creadora del creador,
creador que está en el origen de todo y lo gobierna todo….
Lo subrayado es nuestro.
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